Winnicott en El Cuarto de Arriba

June 17, 2018 | Author: Rocío Barceló | Category: Science, Philosophical Science
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Winnicott en el cuarto de arriba por Paula LarotondaPresentamos esta vez, lo vivo de la historia de Donald Winnicott (DWW, tal como lo llamaba en la intimidad, o el viejo zorro -así aludía al Winnicott en su tarea de supervisor-) en el testimonio de su discípulo Masud Khan. Nacido en la India, príncipe de la familia Khan de Pakistán, Masud Khan se formó en Londres y fue paciente de Winnicott, supervisó pacientes con él y colaboró en la preparación de sus libros. Analista, escritor y editor. Murió en Londres, en 1989. Poco antes de su muerte, con un cáncer de garganta, fue expulsado de la Sociedad Británica de Psicoanálisis... Sus textos: The Privacy of the Self, Alienation in Perversions; Hidden Selves y When Springs come. En este último, “Cuando llegue la primavera1” nos deja testimonio de la especial relación que él y Winnicott habían construido. Con el siguiente recorte quiero destacar precisamente el vínculo de confianza, de cuidado, de intimidad y de respetuosa distancia que estos dos hombres mantenían. Si por un lado, Masud reconocía en dicho vínculo, el amor y la admiración a un padre; por el otro podemos palpar -a través del relato- la cualidad del sostén que posibilita el despliegue de la vida de un hijo. Asistimos también por medio de este escrito a la capacidad de trabajo de Winnicott, a su pasión, a su jugar, al valor prestado a los detalles, a las ceremonias de buen ingles, al lugar sagrado de los afectos...Y finalmente a sus dolores, no sólo los que debía soportar por las anginas de pecho, sino también los de aquellas heridas de soledad infligidas por sus pares, los analistas. Finalmente reproduzco las palabras con las que nuestro querido Emilio Rodrigué evocó su encuentro con Masud Khan: “Masud era compañero de seminarios: un tipo algo temido, alto, elegante, muy incisivo. Era irónico y arrogante, era un príncipe de verdad. Y era muy admirado por su inteligencia. Masud fue uno de los tipos más inteligentes que conocí en mi vida. Con él hemos pasado noches charlando, tomando mucho te de la plantación de su padre. Una noche yo me quejaba de un trabajo muy difícil de una analista, Susan Isaacs (mano derecha de Melanie Klein), que acababa de morir. Le dije a Masud que no había comprendido nada y él me dijo –Ese trabajo le tomó seis meses a la autora redactarlo, era su testamento ¿y tu pretendes comprenderlo en un día?... Cuando llegue la primavera por Masud Khan ...El verdadero propósito que me llevó a escribir este capítulo es el de compartir con el lector mis experiencias gozosas, aunque también muy estrictas, de “trabajar con” D.W.W. sobre casos reales...” ...Nada de inusual había en esta visita que le hacía a D.W.Winnicott la mañana de aquel domingo, alrededor de las diez de la mañana, en el mes de noviembre de 1969. Hacía dos años que, después de montar, iba directamente a lo de D.W.W. todos los domingos por la mañana y me quedaba dos horas o más, según su deseo y su necesidad. Nunca me quedaba a almorzar. La salud y la fuerza de D.W.W. se habían debilitado críticamente durante estos años. Quería que lo ayudara a terminar de escribir y preparar para su publicación el libro Playing and Reality (Juego y Realidad). 1 Editorial Paidos, Buenos Aires, 1991. W.W. nunca.Era para mí un placer ayudarlo a D. D. con reputaciones muy bien establecidas. trabajando con mucha proximidad y manteniendo no obstante nuestra distancia. –tenía un modo misterioso de .W. Estos ratos me daban la oportunidad de leer las notas o volver a pensar sobre lo que me había dicho.W. Pronto se rehacía. “The use of an object” (1969). cuando sentí que D. se tornaran atrozmente exigentes.W. “Ni en espíritu ni en estilo he crecido desde entonces”.W. Yo lo escuchaba con alegre indulgencia.W. en un estado de excitación. sabía yo por otros cuánto esperaba de mi D.W.W. Era en muchos sentidos una persona que nada pedía y esto hacía que sus demandas mudas. examinaba conmigo sólo aquellos casos que yo podía ayudarle a escribir. me reprendía de buen modo: “Sabe usted Khan (siempre me llamó por mi apellido) casi sueño..W. y comenzaba nuevamente a conversar. Para entonces hacía ya dos décadas que nos conocíamos. D.W. Nunca formé parte en ningún sentido de su vida social y familiar.W. inclusive la de los niños de. La razón de la escasez y ausencia de material clínico en sus artículos. D. A través de estos encuentros aprendí de D.Esa mañana encontré a D.W. Y tenía razón. Todavía veía. aunque sólo en casos de consultas. en esos últimos años de su vida valoramos más en él fue aquel irreprimible bullir de pensamiento creador y del esfuerzo clínico que lo caracterizaba. .. Solía presentarme algunas notas o materiales clínicos mecanografiados y entonces las trabajábamos hasta darles una forma adecuada para su publicación. pacientes adultos y niños. y volvíamos al trabajo. trabajaba sobre sus textos como un inquieto y activo chico de nueve años. rara vez permanecía largo tiempo trabajando sobre el texto mecanografiado. al volver a su conciencia parlante. hasta donde yo sé. quienes trabajamos cerca de D. por él mismo preparada en la habitacioncita de la secretaria donde siempre trabajábamos juntos y podíamos comunicarnos en una situación propiamente privada. .W. Todos habían tenido largos análisis personales por uno u otro motivo. estaba a punto de plantear una demanda curiosa. Lo que todos nosotros... ni él de la mía. escribió lo que uno podría llamar un trabajo puramente teórico. pongamos. no formuladas. A menudo decía: ”A los nueve años ya todo me había ocurrido”.W. le hacía alguna broma. ya para convertirlos en una narración clínica. Era inútil preparar los textos cuando uno debía encontrarse con D.W. solía añadir. Lo más entretenido era que a veces. Aunque él nunca me lo había dicho. bastante apenado.W.W. cinco años.W. por ejemplo. Con frecuencia se dejaba llevar a un estado de quietud somnolienta.. Siempre comenzaba con alguna tarea clínica reciente y pasaba a “teorizar” a partir de ella. Solía hablar con libertad y variedad. y prefería no citar el material clínico que le había llevado a una determinada noción teórica.W.W. reside en que D.W. más que en ninguna ocasión. No había acabado yo de quitarme el abrigo de montar y de sentarme frente a una taza de té. con propósitos de formación o a causa de sus problemas). ya para que después los organizara en otras secuencias de pensamiento. D.. cara a cara.W. que buscaban la ayuda de D.W. Pero no pude porque su presencia aquí me estorbó el camino del sueño”.W. porque habían leído sus escritos. (La mayoría de los primeros eran analistas que venían de todo el mundo . en el que llegaba casi a dormitar. era muy puntilloso en materia de preservar la privacidad de sus pacientes.W. ¡Iba a encargarme una nueva tarea! Era tan poco lo que se expresaba explícitamente entre nosotros. W. que lo incapacitaba por varios días.W.W. con mucho laconismo: “Sí. No me agradaba mucho ir a lo de D. Era un tonto juego británico.. Había nacido en ese juego y en él lo habían criado. . el whisky produce efecto con mayor rapidez. la azucarera.de modo que decidí llegar a lo de D. D. Por lo demás. Agregó. Parece que no logro expresar bien la diferencia entre fantasía y fantaseo.W. Me dijo: ”Por favor suba. “sólo si tiene usted pura malta”.W.desubicarlo a uno con preguntas inocentes. o al menos así lo sentía yo. La puerta de su dormitorio estaba abierta.W.W. Pero tiene razón. Buenas noches.. justo frente a la puerta.W. . “Sírvase un poco de whisky”. Me sonrió amablemente (. Cualquier signo de que a D. según me dicen”.. por las noches. Nunca me abría la puerta la señora Winnicott. D.”2 “ya hemos tratado este tema cien veces. Hasta donde yo sé. llueve terriblemente afuera. siempre puedo irme a París.W. Khan. Realmente tomo nota de lo que dicen.” Le dije que tenía mi auto estacionado abajo. por favor.” “sí. El argumentaba que si se lo diluye con agua.. No era esto nada alarmante.W.W. . como la llamábamos entre nosotros: la habitación de su secretaria en el semisótano. D. y que en cinco minutos estaría en su casa. Pero entonces hablan mal de usted. ¡Laissez aller! Si me incomodan demasiado.. sin ensayo alguno. Fui un poco cortante con D.) Me senté. y estaban dispuestos biscochos digestivos en un plato con trozos de queso cheddar. no me cuesta nada ir con el mío y recogerlo. no tendría que mostrárselo a tantos. ésas eran grandes alabanzas.W. me llamó por teléfono alrededor de las nueve de la noche y me pidió que me llegara a su casa. (. D.W. no. Perturbaba su vida privada..” Viniendo de parte de D.) tomaba de a traguitos un whisky de malta muy diluido. que él jugaba mejor que yo.W.. “sí. estaba plácidamente acomodado en la cama y se oía el cálido sonido de la estufa de gas.Dijo. Si su auto ya está guardado..? A mí no. sólo tomaba whisky cuando se insinuaban los dolores de la angina o cuando estaba recuperándose de un ataque.. Quería discutir algo con urgencia.Cuatro días más tarde.W. De modo que. Como ocurría siempre por las noches.W. Fue su hermana quien me abrió la puerta.” Eran las siete de la tarde.” Me serví con generosidad. la señorita Freud sigue muy firme y saludable. Donald lo espera”. En las visitas nocturnas ver los objetos me hacía sentir cómodo.) Me preguntó: “¿Ha tenido tiempo de echarle una mirada al borrador a máquina revisado del Capítulo X? Hasta la señora Coles se está hartando de volver a pasarlo a máquina tantas veces.. una jarra de agua y dos vasos. “Khan. un jarrito para mí y una taza para él.W.W. A mí.W. Al llegar me llevó a la “cueva”.W.W. vivía a la vuelta de la manzana.W. D.. Siempre consideré que eso era un ultraje bárbaro contra un whisky de malta bien estacionado. Temo que le hagan daño cuando yo ya no esté.W. me importa.” “Eso no es justo Khan. la tetera estaba al fuego.” 2 Masud Khan fue expulsado de la Sociedad Británica de Psicoanálisis a poco tiempo del fallecimiento de Winnicott. Khan! Gracias por no fallarme casi nunca.W. . no se preocupe. una botella de whisky de malta. D. D. un jueves. le fallaran las fuerzas me ponía muy ansioso.: “¿Por qué les pide su opinión? Usted nunca los toma en serio. El siempre trataba de ocultarlo ante mí y yo pretendía que había tenido éxito. casi tontas. queda un poco en la botella que está detrás de usted. Khan: que me impide relacionarme con ellos” “¿A usted le importa lo que dicen. Estaba ahora más nervioso. me recibía “arriba” (así lo llamábamos) sólo cuando estaba “indispuesto”: éste era nuestro eufemismo para decir que había tenido un ataque de angina pectoris.. (D.W.W. No Jones. “Vamos ahora a trabajar sobre la copia final de su libro Playing and Reality” (. cuando se entrenaba para la carrera larga. Algo lo había fastidiado. una y otra vez. Es inusual que uno encuentre un personaje de la estatura y la anciana madurez de D.Constantemente jugábamos el uno con el otro estos juegos infantiles. “Sí.W.W. y dejé que se descargara y se librara de recuerdos que lo habían perturbado.” “¿Qué cosa?” Preguntaba siempre con impaciencia.W. he tenido este problema con ellos desde los días en que hacía mi formación con James Strachey.” Permanecí en silencio. Freud y Hamlet podían haber vivido felices en una cáscara de huevo si no hubiese sido que los tres tenían malos sueños. D. .W. hacia los costados y hacia atrás.W.. con la debida ceremonia y el debido afecto. Lo hacían trastabillar del modo más ridículo.W.W. Se preparó una taza de té. No dar las interpretaciones del analista. “usted.. .. Así era siempre con D. Se fue aquietando hasta quedarse inmóvil. A la señora Coles le quedaban muchas páginas que copiar. Solía moverse inquieto. Nunca me analicé con la señora Klein. Grandes revisiones de última hora.W. En esos casos la tarea clínica es la de no perturbar su sueño. He visto en consulta más de siete mil niños.. me llevaba aproximadamente un cuarto de siglo... A menudo solía tomarle el pelo diciéndole: “Sabe D..Yo sabía que estábamos simplemente charlando para distendernos.. Yo siempre fui Khan para él.W. Pero he advertido que los ingleses tienen un auténtico talento para promover tales amistades con las generaciones más jóvenes. inclusive la señorita Anna Freud.W. no obstante.) Logramos terminarlo y la copia a máquina quedó lista para enviarla a los editores el martes siguiente.. Ernest Jones (que había dictado conferencias sobre los sueños en la Sociedad Británica cuando D. D.W. es verdad.W.” D. . usted tiene realmente una cosa en común con Freud. no recuerdo que haya ido alguna vez a escuchar un trabajo de D. hasta que D. hacía unos treinta y seis años).. Yo lo había presenciado durante las Reuniones Científicas de la Sociedad... Y siguió analizándome durante las discusiones que se producían en las Reuniones Científicas. mezclar el té con el whisky. Y no puedo decir que haya tenido un análisis con Joan Riviere..” . Se recostó hacia atrás. por supuesto. Khan.. Resulta extraño advertir cuántos fantasmas guardaba este sabio clínico dentro de sí como jueces internos: Melanie Klein.”Ve usted.W. D. ¡A la gente le encanta soñar! Eso no es ninguna novedad para mí. y él fue. y pueda descubrir una relación mutua tan gozosa y espontánea. .W. otro de sus hábitos bárbaros.. Algunos llegan soñando y se van corriendo de vuelta a sus casas soñando todavía.W. que efectivamente me analizó durante unos diez años.W. era todavía un candidato. En público doctor Winnicott. todavía se comportaba como si fuera el joven y ágil atleta que fue en 1914.W. como encaramado en la silla giratoria de la señora Coles.W. Yo siempre temía que pudiera dar toda la vuelta y caerse hacia atrás. y él la tenía en común con el Príncipe Hamlet. estuviera listo para decirme lo que quería.W.W. había acentuado las palabras del analista de modo sugerente. en privado. Khan. Se hacía necesario arrancarle literalmente el manuscrito de las manos y decir “está terminado” para que se detuviera. sin darse cuenta.W. experimentaba ese año. Lo mismo había ocurrido al llegar el feliz fin de mi padre.W. tenía sólo setenta pero lo habían dañado malamente unos ataques al corazón que tuvo desde 1950. ¡Sí! Era una persona completa y lograda cuando tomó el camino que lo conducía hacia su fin y lo recorrió airosamente.. Había tenido buenas experiencias durante noventa y tres años.“.W. Paula Larotonda paularot@datamarkets. una capacidad de trabajo infatigable. unos treinta y siete años antes: para y con mi padre..W.com.. Khan Bahadur Rajá Fazaldad Khan. pero tenían en común estas cosas: una inagotable energía de vivir.ar . durante el último año de su vida. No obstante. También la tenía D. una sensación de urgencia por dejar preparados para su edición. sino tan sólo uno entre un amplio número. De modo que llegué a mi relación con D.W. No era yo el único.W. 1970.W. Tenía conciencia de esta correspondencia. Los miembros de la profesión que nos observaban tenían sus propias versiones e interpretaciones para murmurar y difundir”. bien preparado por mis diecinueve años de agotador y amante aprendizaje con mi padre. Le había ayudado a organizar prolijamente sus vastas posesiones y a distribuirlas entre sus ocho hijos y dos esposas.W. que mi padre y D.W.D. etc. para con los otros pocos a quienes respetaban o querían. A nosotros nos hizo sufrir a todos y cada uno de quienes lo amábamos. Ambos y cada uno de ellos eran brutalmente exigentes. No hay dos personas que pudiesen ser más diferentes.W. y un compromiso total con el cuidado y el bienestar de los demás. tanto como le fuera posible de sus “borradores”. conmigo. jamás nos dijimos una palabra sobre este punto. El había tomado conocimiento del hecho de que su fin había llegado y lo había aceptado silenciosa y gozosamente. según sus deseos. Yo ya había hecho esto anteriormente. en la mayoría de los aspectos. Lic. D. notas tomadas al pasar.


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