"Tomen aire..." No es broma: las primeras palabras de este breve pero impactante relato nos advierten que hemos de prepararnos para una de las historias más grotescas que hayamos leído en nuestras vidas. A través de una narración sencilla pero efectiva, Palahniuk nos muestra los horrores que se esconden tras un tema tan poco tratado como es la masturbación. Les digo de una vez: no lo disfrutaran. Todo el sentido del cuento, por obvio que parezca, es que les remueva las tripas.