En un lugar de la mancha vive un hombre apellidado Quijada, aproximadamente de 50 años, que vive en una humilde casa con su criada, una sobrina y un mozo. Este caballero hidalgo, se aficiona a leer libros de caballeros andantes, tanto así, que decide convertirse en uno de ellos. Este Hidalgo para cumplir su objetivo toma las armas de su bisabuelo, a su caballo al que nombra Rocinante y se nombra a sí mismo como “Don Quijote de la mancha”. Es así como este caballero comienza a cumplir todas las leyes de caballería que había leído, sólo le faltaba una cosa, y esto era una dama de la cual enamorarse, entonces recuerda que en alguna época , se había enamorado de una moza llamada Aldonza Lorenzo, y como no había otra que cuadrase mejor, tomó a esta como dama de sus sueños y como había hecho anteriormente, cambia el nombre de la dama, y la llama Dulcinea del Toboso. Así Don Quijote sale un día y toma la determinación de armarse caballero por cualquier persona, y es así como llega a una venta, el hidalgo imagina que es un castillo, y el ventero lo nombra caballero entre risas y burlas , pero don quijote no se inmuta y vela las armas como es costumbre. Luego de salir de la venta, Don Quijote escucha en un bosque unos quejidos que provienen de un muchacho que está siendo golpeado por un hombre, el hidalgo se enfrenta al hombre y lo hace jurar que pagara al muchacho, el hombre jura, pero apenas se va Don Quijote este vuelve a dar una paliza al joven. Después de este episodio el hidalgo descubre a unos mercaderes por uno de los caminos, y creyendo que eran caballeros andantes, los enfrenta, y les intenta hacer jurar y confesar que Dulcinea, es la dama más hermosa, como es lógico, los mercaderes le dicen que no pueden afirmarlo, por lo cual Don quijote se enfurece, cae del caballo y los mercaderes lo golpean para luego reanudar su camino. El caballero queda tirado en el suelo, muy dolorido, hasta que por allí pasa un labrador, que conocía al Quijote, posteriormente lo lleva a su pueblo natural, en donde son recibidos por los amigos del Quijote, que lo llevan a su casa. El cura y el barbero concluyen, que su amigo sufre de locura por culpa de los libros de caballería, entonces toman una noche (mientras dormía el hidalgo) la determinación de quemar los libros, lo cual cumplen con esmero, dejando solo un par de libros, y tapiando el aposento de estos. El Quijote despierta y no encuentra los libros, su sobrina le dicen que ha sido un encantador que se los ha llevado. Durante este intervalo, Don Quijote le pide a un labrador, llamado Sancho Panza que le sirva como escudero, a lo cual este accede. Así parte el hidalgo y su escudero caminando, hasta que descubren unos molinos de viento, los cuales confunde el quijote con gigantes. Don quijote arremete contra estos, pero cae y le atribuye al encantador el cambio de los gigantes a molinos. Siguen su camino Sancho y el Quijote , cuando se encuentran con algunos frailes y un coche donde viajaba una señora, el Quijote, cree que los frailes son raptores que llevan en el coche a las princesas prisioneras, por lo cual se lanza a la batalla, contra los frailes. Cuando sale victorioso, se acerca al coche, y le dice a las señoras que son libres, pero en ese momento uno de los acompañantes se acerca al hidalgo a increparle la conducta, y como es de esperarse, el Quijote lo desafía a duelo, y sorprendentemente derriba al hombre. Luego de esto, El escudero y el Quijote llegan donde unos cabreros, y se encuentran con un episodio desastroso, en donde un joven muere de amor por una pastora. Sancho y su Señor, asisten a los funerales, donde aparece la pastora explicando y aclarando, que ella no tiene culpa alguna de los sucesos, mientras tanto algunos intentan seguirla, y el Quijote se interpone. Posterior a esto siguen su camino el caballero andante y su escudero quienes se dirigen a una venta ( castillo según Don Quijote) en donde los recibe la ventera, y una criada llamada Mariatormes, allí encuentran descanso aparente, ya que por la noche se arma una trifulca, en donde Sancho y el Quijote son golpeados nuevamente; estos se van de la venta y luego de caminar se encuentran con una gran polvadera. El Quijote, cree que son ejércitos, a lo que Sancho responde que son ovejas, el hidalgo no le cree y embiste contra los animales. Los pastores que veían el espectáculo, lo empezaron a apedrear. Finalmente cae la noche y Sancho y su amo se encuentran con una procesión que lleva un cadáver y muchas lumbres, el Quijote los agrede y el bachiller allí presente le explica el motivo de la procesión. El Hidalgo se disculpa por el agravio, y Sancho le dice al bachiller que el nombre del valeroso caballero que los diezmó es el caballero de la triste figura. Ya cuando vuelven a emprender su camino, era de noche, cuando escucharon un gran ruido de agua, Don Quijote tiene la intención, de averiguar que provoca el ruido, pero Sancho se lo impide por miedo, y arma una treta para que Don Quijote no salga a averiguarlo. El hidalgo sin más remedio, espera hasta la mañana siguiente, y descubre para su decepción que el ruido era producto de unas piezas de batán, este a su vez intenta agredir a Sancho, quien se ríe de lo ocurrido, en esto, comienza a llover y divisan a lo lejos la figura de un jinete que lleva un objeto relumbrante en la cabeza. Don Quijote ataca a un barbero que llevaba en su cabeza una bacía, creyendo que es el yelmo de Mambrino. El hombre huye y la bacía cae en manos del Quijote. Escudero y caballero divisan a lo lejos a unos galeotes encadenados, el Quijote pregunta a cada galeote, la razón de su encarcelamiento, y luego de hacer sus propios juicios, decide liberarlos, luego de esto, les pide que vayan a visitar a su Dulcinea como muestra de agradecimiento, a lo que los presos responden tirándole piedras y robándole. Después de este episodio, montan y se introducen a Sierra Morena, en donde encuentran una maleta, esta maleta, como después se enteran, pertenecía a un joven loco llamado Cardenio, que había sufrido un desamor, y que estaba cumpliendo una penitencia. Don Quijote, también decide hacer una penitencia en aquel lugar por su amada, y manda a Sancho con una carta para su Dulcinea, Sancho va montado en Rocinante( uno de los galeotes le robo el asno) hasta que se topa con una venta, en donde se encuentra con el cura y el barbero, Sancho les cuenta la historia del Quijote, y estos deciden disfrazarse de Dulcinea e ir con el hidalgo , para hacer entrar en razón al caballero; se estaban dirigiéndo hacia el lugar, cuando se encuentran nuevamente con el joven loco, quien narra sus desventuras, explicando que amaba a una mujer llamada Lucinda, y que cuando estaba dispuesto a casarse con ella se tuvo que embarcar en un viaje, para visitar a su amigo Fernando, el cual estaba aparentemente enamorado de una labradora llamada Dorotea, pero lamentablemente, Fernando lo traiciona y le quita el amor de Lucinda. En esto estaba contando el joven sus desventuras, cuando se encuentran con Dorotea que intentaba cumplir su castigo en aquellos parajes. Mientras, Sancho se adelanta y va hacia Don Quijote para informarle que Dulcinea había leído la carta y que le ordenaba que abandonara esa sierra, pero Don Quijote, dijo que cumpliría esta petición solo después de realizar algunas hazañas. Entre tanto, el barbero le explicaba a Dorotea y a Cardenio los planes que tienen para disuadir a Don Quijote de su penitencia, cuando llega Sancho y ve a la mujer, le explican que era la heredera del reino de Micomicón, la cual había ido en busca del Quijote, para que la defendiera de un gigante. Prosiguen su camino para encontrarse con Don Quijote, quien jura lealtad y protección a la dama. Al día siguiente llegan a la venta donde habían manteado a Sancho, y se disponen a dormir, cuando Don Quijote a media noche, acuchilla unos cueros de vino, creyendo en sueños que era el gigante. Posterior a esto llegan a la venta Fernando y Lucinda. Dorotea y Cardenio los reconocen, y Lucinda pide quedarse con Cradenio y Dorotea con Fernando, finalmente, todo se soluciona y cada quien queda con su pareja. Sancho se da cuenta que no existe tal princesa Micomicona. Llegan a la venta un ex cautivo y su esposa Zoraida a alojarse, pero poco tiempo despúes llega el hermano del ex cautivo (el cual era oidor) junto con su hija. Finalmente estos hermanos que estuvieron separados por un tiempo, se reencuentran, y así finaliza el día en la venta, sin embargo cuando la hija del oidor se disponía a dormir, escucha a su amado que le canta en la ventana, y es que el joven era un noble, que se había disfrazado para seguirla a ella en su viaje. Maritormes, (criada) y la hija del ventero, le tienden una trampa al Quijote, amarrando su mano, en un agujero en lo alto de un pajar. El Quijote cree que es un encantamiento, y comienza a gritar para que lo liberen; el ventero llega a ver qué sucede, pero Maritormes aprovecha el momento para soltarle la atadura, el hidalgo rueda por el piso, y en eso estaba cuando llegan a la posada unos hombres montados, que venían a buscar al noble disfrazado en nombre del padre de este. El joven es finalmente descubierto por el oidor, quien le pide explicaciones. Llega a la venta el barbero, al cual el Quijote, había despojado de su bacía, este exige que sea devuelto, lo que le fue robado. Don Quijote insiste en que es el yelmo de Mambrino, y el barbero que es bacía, esto se somete a votación, pero mientras, se arma una trifulca, y el hidalgo alza la voz diciendo que todo esto era obra del castillo encantado, se da por último finalizada la pelea. Uno de los cuadrilleros recuerda que lleva una orden de apresar a Don Quijote, el cuadrillero lo agarra de la garganta, y lo mismo hace el Hidalgo, mientras el cura intenta convencer a los cuadrilleros de que Don Quijote no estaba en su sano juicio, lo que costó bastante. El cura también paga por la bacía al barbero, y Fernando paga por los cueros de vinos. Para que el Quijote regrese a su hogar, mandan construir una jaula de madera, en donde posteriormente, ponen al Quijote, y para que este se tranquilice le dicen que se casaría con Dulcinea muy pronto. Iban en camino, cuando se encontraron con unos cuadrilleros y un canónigo, quien preguntó, porque llevaban a aquel hombre en la jaula. El canónigo siguió con ellos en el camino, y el cura le contó todo lo relacionado con el Quijote. Luego de esto, se encontraron con un cabrero, quien dedujo que el Quijote era un hombre loco, este último se abalanza sobre él, y caen en una riña, hasta que pasa una procesión con una virgen, el Quijote, cree que llevan cautiva a una dama, y los ataca, pero cae al suelo herido, luego a esto es llevado a su pueblo natal. Ya en su pueblo natal, Sancho y el Quijote se encuentran con Sanson, un “bachiller” que aseguraba que se oían por ahí historias del Quijote, y que el hidalgo, debía acudir a unas justas que se celebrarían. Así el escudero y su amo salen por tercera vez, y se dirigen en dirección al Toboso a ver a Dulcinea, ente tanto se aparecen tres mujeres, que Sancho presenta como a Dulcinea y sus criadas, pero las damas, no los toman en cuenta y se marchan. Se dirigían a Zaragoza cuando se encuentran con una compañía de cómicos, que utilizan el asno de Sancho y asustan a Rocinante, despúes de esto, se topan con el caballero de los espejos, quien les relata que ha vencido al gran Quijote de la Mancha. El hidalgo, se enfrenta al caballero, el cual cae vencido. Este caballero, es el bachiller, y su plan era vencer al Quijote, y luego ordenarle que volviera y no abandonara su casa. Avanzaron así el hidalgo y el escudero, hasta que se encontraron con un jinete vestido de verde, al cual pidieron que los acompañara en su camino, así lo hicieron, hasta encontrarse con unas bodas, a las que asisten. Allí encuentran a un joven llamado Basilisio, quien estaba enamorado de Quiteria, quien se iba a casar con Camacho. Basilisio, finge su muerte, se desposa con su amada, y Camacho riñe con él, pero finalmente, deja en paz a los enamorados y el Quijote sigue su camino, hasta llegar a una venta. En este lugar Sancho y el Quijote se encuentran, otra vez con el galeonte que le había robado a Sancho. En esta oportunidad los vuelve a engañar. A poco andar se encuentran con la duquesa, que los lleva a su castillo junto con el duque quien los trata como en los libros de caballería. Los duques engañan a los recién llegados, haciendo aparecer a “ Merlín” para informar que Dulcinea estaba encantada, y que solo se podría liberar si Sancho se propinaba muchos azotes. Llega una condesa llamada Trifaldi, ( mayordomo del castillo) va a pedir la ayuda del Quijote, para que monte a un caballo de madera llamado Clavileño y la desencante finalmente, escudero y Señor, montan y a su “llegada” encuentran que el encantamiento se ha roto. Los duques otorgan a Sancho una ínsula, el cual la gobierna con gran esmero, hasta que un día decide dejarla, ya que el sentía que no allí no era su lugar. Parte en busca del Quijote, lo encuentra, y juntos, le van a decir al duque, que deciden ir en busca de aventuras. Después de poco andar, los rodean unos bandoleros. Uno de los cabecillas reconoce al Quijote y manda que no les hagan daño, llegan otros forasteros, e increíblemente, los dejan pasar por una cuota y lo reparten entre los mismos bandoleros y unos peregrinos que pasaban por allí. El caballero andante emprende nuevamente la marcha con una carta del cabecilla, hacia don Antonio Moreno, quien se interesa por Don Quijote y le muestra una cabeza “encantada” que contestaba a todas las preguntas, pero la verdad de esta no estaba encantada, si no que el sobrino de Don Antonio por un sistema, escuchaba y respondía las preguntas. Don Quijote paseaba por la playa cuando se aparece ante él, un hombre q se hacía llamar, el caballero de la blanca Luna, quien desafía al Quijote a un duelo y luego de vencerlo, le ordena al Quijote que abandone las andanzas de caballero, por un año, o hasta q él lo ordenara. Este caballero no era nadie más que el bachiller Sansón. El Quijote vuelve vencido a su pueblo, y en su soledad, planea hacerse pastor con sus amigos, pero antes de que esto se concretara, cae enfermo, y en esto admite su locura, hace su testamento, se confiesa, y da sus últimas palabras antes de morir.