Principios de Mayordomía, Bendición Espiritual y Prosperidad EconómicaLlamados a ser completos en Jesús Dar, siempre ha significado un desafío para el cristiano, pero cuando dejamos que Dios ministre por su Espíritu Santo la enseñanza de los principios del reino por medio de su Palabra, descubrimos que hay una gran bendición escondida para los que se atreven. Por eso estas notas le harán comprender de mantener sencilla y práctica que hay una ley espiritual esperando por hombres y mujeres que no se conforman y aceptan los desafíos. Pastor Adrián Maldonado Sept -2007 MAYORDOMÍA: La palabra “mayordomo” en hebreo es “sar” que significa “aquel que está a la cabeza”, en griego la palabra es “oikónomos y epitropos” que significa “ecónomo, mayordomo, dispensador, o administrador”. El mayordomo no es dueño, sino “el que administra los bienes de otro”. En el A.T. encontramos por ejemplo que Eliezer era el mayordomo de Abraham (Gn. 15:2; 24:2), José también tenía un mayordomo (Gn. 43:19; 44:1,4), al igual que David y Salomón (1 Cr. 27:31; 1 R. 4:7), el rey Nabucodonosor lo tenía (Dn. 1:11, 16). En el N.T. los servidores de Dios son los mayordomos o dispensadores que Él ha puesto en su Iglesia (Tit. 1:7; 1 Co. 4:1.2; 1P. 1:12). El 1 P. 4:10 dice que todos los creyentes son dispensadores de la gracia de Dios y de los dones que Dios les ha confiado. El que cree ser dueño de sus bienes se liga emocionalmente a lo que posee, pero el mayordomo buscará la aprobación de su amo. ¿De quién es todo lo que existe y todo lo que tenemos? TODO LE PERTENECE A DIOS (Sal. 24:1; Hageo 2:8; 1º Cr. 29:11,12) LEER ¿Quién da la habilidad de ganar dinero al hombre? Dt. 8:18 dice: “Acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas”. ¿Cómo debe ser ganado el dinero? A Dios le agrada que trabajemos honradamente, siendo responsables y diligentes en nuestros trabajos. Dios nunca avalará al que trabaja negligentemente o fuera de la ley. Pr. 11:1 “El peso falso es abominación a Jehová; más la pesa cabal le agrada”. Pr. 10:4 “La mano negligente empobrece; más la mano de los diligentes enriquece”. 2º Ts. 3:10 “Porque también cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar tampoco coma”. En ocasiones tenemos que pasar por problemas económicos de mucha aflicción que seguramente tienen un origen, que pueden ser causados por TRES factores a saber: 1. CAUSA POR LA SITUACIÓN ECONÓMICA NACIONAL: es cuando un país vive en circunstancias críticas a nivel económico, y por lo general repercute en toda la nación (también en el Pueblo de Dios). - La devaluación de la moneda - Sequía en los campos - Grandes endeudamientos por créditos internacionales, estado de guerra o conflictos internos como sectores que se sublevan - Atentados a sectores del gobierno - Etc. CAUSA ESPIRITUAL: en Proverbios 26:2 dice que la maldición nunca vendrá sin causa. Entonces encontramos un Aunque la Biblia no registra el acto de venganza de Saúl contra los claro ejemplo en 2ºSamuel 21:1 “hubo hambre por tres gabaonitas, fue aparentemente un crimen grave que lo hizo culpable años…” de su sangre. Aún así ¿por qué fueron asesinados los hijos de Saúl por 2. los asesinatos que cometió su padre? En muchas culturas del Cercano Este, incluyendo la de Israel, una familia completa era declarada culpable por el crimen de su padre ya que se consideraba que la familia es una unidad indisoluble. Saúl quebrantó el voto que los israelitas hicieron con los gabaonitas (Josué 9:16-20). Esta fue una ofensa grave contra la Ley de Dios (Nm. 30:1,2). O David seguía la costumbre de tratar la familia como una unidad, o los hijos de Saúl Existen algunas causas espirituales que pueden estar afectando la economía de tu hogar: • Pecados ocultos • Mentiras, engaños • Idolatrías • Maldiciones familiares • Prácticas ocultas, hechicería, brujería, curandería, etc. • No ser fieles a Dios con los Diezmos y ofrendas (Mal. 3:7-12) 3. CAUSAS NATURALES: aquí la falta de prosperidad puede estar originada por falta de perseverancia, por negligencia, etc. ¿A cuántos nos gustaría ganar dinero sin trabajar? Seguramente a todos. Es algo normal en el ser humano. Pero ¿qué dice la Biblia al respecto? Veamos 2 Ti. 2:6 “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”. - Llegar tarde al trabajo - Faltar al trabajo sin causa justificada (enfermedad no real, etc.) - No cumplir con lo que demanda el trabajo - Falta de acuerdo en el matrimonio para gastar el dinero - Hacer compras sin necesidad - Tener muchos créditos por las compras hechas - Tener préstamos personales, bancarios o de entidades financieras - Tarjetas de crédito - Firmar garantías - No pagar los impuestos - Ser derrochón - No saber decir que NO a una esposa que no sabe de límites en las compras, aunque sean para la casa (hay que ajustarse a lo que se gana) ¿Qué hacer ante las situaciones mencionadas pero a la luz de la Palabra de Dios? 1. Tomar conciencia de que todos nosotros no somos dueños, sino MAYORDOMOS de la gracia de Dios, y que todo lo pertenece a Él, que cuidamos conscientes y prolijamente los bienes y el dinero que es del Señor. 2. Reconocer la soberanía de Dios en nuestras vidas y economía. 3. Arrepentirme de todo derroche, dinero mal habido, etc. 4. Arrepentirme por no ofrecer a Dios el diezmo de todo lo que Él me permite administrar. 5. Al aceptar la Palabra de Dios en tu economía, haz un compromiso con el Señor, de serle fiel, esforzándote en tu trabajo, y preguntando al Señor antes de gastar en algo que puede poner en peligro Su economía que Él te delegó en administración, que luego traerá aflicción en tu espíritu. BENDICIÓN ECONÓMICA ESPIRITUAL Y PROSPERIDAD 2º Corintios 9:6-12 dice: “El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre…” Siempre se ha recalcado en cumplir con nuestros diezmos y ofrendas para el Señor, y ésta realmente es saludable para toda persona, sin embargo deberíamos considerar conscientemente un principio espiritual que desata BENDICIÓN ESPIRITUAL Y PROSPERIDAD ECONÓMICA. En primer lugar veamos qué dice el mismo Señor Jesús en Lc. 6:37, 38, aquí encontramos una enorme riqueza sobre leyes espirituales que Dios ha establecido para que los que aspiramos andar en el Espíritu las practiquemos. Es de destacar los principios del reino: “no juzguéis y no seréis juzgados”, “no condenéis y no seréis condenados”, “perdonad y seréis perdonados”, “dad y se os dará”, y culmina el texto con un resumen: “…porque con la misma medida con que medís os volverán a medir”. Si alguna persona en necesidad económica ora para recibir prosperidad económica, no está ejerciendo una forma completa la ley del reino del Señor, pues como leímos que dice: “dad y se os dará” si alguno quiere recibir, no solo debe orar sino más bien activar esta ley espiritual de DAR. Dar es desprenderse de alguna cosa a la que le tengo aprecio En el pasaje que mencionamos anteriormente de Lc. 6, encontramos que hay un principio que recibimos en la medida que damos, si damos poco, recibimos poco, si damos mucho, mucho recibiremos y ¿a quién de nosotros nos gustaría recibir poco? Creo que a nadie, siempre soñamos con las abundancias de Dios. Pero se genera un problema en el hecho de DAR, aquí justamente se provoca un conflicto, es expresamente una lucha con el EGO, con el YO interior el cual combate para vivir independiente de las leyes del reino de Dios y se conecta con las de este mundo (gr. Kosmos), puesto que la lógica dice que si tengo 10 y doy 5, me quedan 5, por lo tanto tendré menos. Pero ¿qué tal si pensamos en función de semilla? Por cuanto el pasaje de 2ºCorintios 9 refiere al que siembra. Si tengo 10 semillas y siembro 5 (en buena tierra), al cabo de unos meses tendré 5 árboles que proveerá de ¿qué cosa?, mucho fruto y me permitirá otra vez tener muchas semillas. Ahora bien, si las semillas no las sembramos en una buena tierra, puede que lo que estemos sembrando nunca dé fruto. Una buena tierra no es un lugar de piedras, de espinos, de aridez, sino aquel lugar en donde crecen árboles saludables que dan fruto. Por tal motivo el que siembra debe observar primero el terreno, aunque sea virgen y no haya árboles, podrá decidir sembrar en tal terreno. Las escrituras dicen en 2º Corintios 9:7 que “cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza ni por necesidad – impuesta- (obligación), porque Dios ama al dador alegre” ¿Por qué una semilla? Existe un tremendo secreto escondido en una semilla, sólo pensar que ese pequeño grano puede vestir un bosque de hermosura y magnificencia. El poder de encierra una semilla es extremadamente maravilloso, pues es la esencia de un poder que cuando se conecta con la tierra fértil tiene efectos milagrosos y fantásticos. Jesús comparó a la FE con un grano de mostaza, pequeño, insignificante a ojos humanos, pero culminó diciendo que diríamos al monte échate a la mar y nos obedecería. O sea, una grano, una semilla logrando resultados milagrosos y asombrosos. (Mt. 17:20 = Lc. 17:6). ¿Qué relación tiene lo material con lo espiritual? En primer lugar Dios es el que bendice, y encontramos en 1º R. 3:3-15 que Salomón recibió no solo lo que pidió, es decir, sabiduría, lo cual a Dios le agradó, sino que también le dio lo que no pidió, riquezas y muchos días. Claro que SÍ tiene relación lo material con lo espiritual puesto que Dios ama a toda persona y desea su bienestar tanto espiritual, físico y también económico. Pero en todas estas cosas el hombre debe dar el primer paso. ¿Dónde sembrar? El creyente debe saber sembrar en buena tierra, es decir, un Ministerio fructífero, donde se ganen almas y se extienda el reino de Dios. También debe considerar algún Ministerio virgen, una tierra que al observarla entienda por el Espíritu de Dios que es tierra apta para un sembradío. Sembrar con el dinero, no sólo bendecirá el Ministerio, sino que traerá bendición a quien siembra, pues Dios bendice (piense en todo lo que significa que “Dios bendice”) al dador alegre. ¿Cuál será la motivación para dar el dinero? Veamos Dt. 14:26 que habla de la ley del diezmo, pero también lo hace sobre las primicias. Aquí encontramos que dice: “Allí entregarás el dinero por todo lo que deseas: vacas, por ovejas, por vino, por sidra o por cualquier cosa que tú desees”. Al momento de sembrar podemos hacerlo con un propósito específico, y es por lo que desees, puede ser tanto alguna necesidad material como espiritual. Hoy puedes sembrar para que tu célula crezca y te multipliques, todo por cuanto tu corazón desee dice el texto. Podría llamarse propósito de siembra. Piensa: pero debes cuidar tu motivación. ¿Cuánto será la suma que voy a sembrar? Nunca debo hacer cálculos con mi mente, sino recibir del Espíritu de Dios el monto a dar, recordando que mi mente natural pensará que estoy perdiendo, pero lo concebido en mi espíritu actuará sobre la ley de la siembra y la cosecha. Entonces despojado de toda clase de egoísmo, permito que se el Señor quien sugiera la cantidad de semilla a sembrar. Pero recuerde, es un acto de fe que evitará hacerlo con tristeza. ¿Se equivocó el Espíritu Santo al sugerir la cantidad? NO. Veamos otra vez el texto en 2ºCo. 9:10 “y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia”. Dios mismo se compromete a darle la semilla, o sea el dinero que Él le sugirió en su corazón. Tal vez hoy no lo tengo al dinero, pero al ser obediente, Él te lo dará para que lo siembres y no para que te lo gastes en otras cosas. Generar espacios En cierta oportunidad tuvimos en la congregación de visita un pastor colombiano que predicó por algunos días, como es costumbre el pastor visitante está a disposición del pastor local, y aunque tenía un lugar dónde hospedarse por la noches, la mayor parte del tiempo se quedaba en nuestra casa. En el living de nuestro hogar había un juego de sillones de pana que estaban bastante dañados, vencidos y de mal aspecto; al pasar bastante tiempo en aquel lugar entre largas charlas vi al pastor que nos visitaba acomodarse en varias oportunidades, realmente se sentía incómodo. Al cabo de algunos días, Dios comienza a mostrarme el secreto de generar espacios para permitir al Señor darme lo que necesito o deseo. Cuando vino la luz del Señor a mi vida al respecto hablé con mi esposa, le expliqué lo que Dios me estaba enseñando y gustosamente ella también accedió a aceptar el desafío. De modo que sacamos los sillones a la calle para que el recolector de residuos se los llevara, pedimos a Dios que llenara el espacio que había quedado vacío con unos sillones de algarrobo como deseaba en mi corazón. Así pasaron como unos 45 días, y cada vez que pasaba por el living de la casa daba gracias a Dios por los nuevos sillones, aunque no los tenía aún, pero sí por la fe. En esos días una hermana que por razones de trabajo se había mudado de ciudad nos envía un cierto dinero diciéndome que Dios la había inquietado a hacerlo. Allí estaba el dinero para los nuevos sillones de algarrobo. Nunca debemos hacer alianza con la pobreza o la escasez, y aquí nuestra mente juega un rol sumamente preponderante. Así como el Señor nos habla que desechemos todo lo concerniente a la vieja vida, también usemos este mismo principio para disfrutar de un Dios tremendamente grande que ha dado al hombre un legado integralmente beneficioso. ¿Qué debemos hacer con las cosas viejas e innecesarias, y hay deseos de las nuevas? Desecharlas, y botarlas al cesto de la basura. Existen personas que guardan ropa de antaño, calzados, muebles y mucho más, cosas a las cuales se aferran emocionalmente, y así impiden la bendición del Señor. Sólo debe soltarlas y esperar la bendición del Señor en ese aspecto. ¿Cuándo debo comenzar a poner en práctica este principio? HOY. Ahora mismo permita que Dios le muestre las cosas de las que debe deshacerse y generar espacio para que Él obre. No las regale, de ese modo hará que la persona que recibe lo viejo se ate como usted estaba antes. Sino enseñe este principio, y arrójelo a la basura. ¡¡¡CUIDADO!!! Pero si es algo realmente bueno, de buena calidad, entero, y agradable, y usted desea algo mejor, entonces siémbrelo en alguien, pues le será de bendición. CONSEJITO PRÁCTICO: La Biblia dice 1º Ts. 5:21 “Examinadlo todo y retened lo bueno”, por lo tanto no actúe emocionalmente, sino en convicción. Ore al Señor, pida que Él le indique y déjese guiar por su Espíritu; cuando esa convicción venga hágalo sin dudar y manténgase en esa fe, pasarán los días, usted será probado, pero siga confesando y viéndolo por la fe. SI CREEMOS EN UNA SALVACIÓN TAN GRANDE, ¿DUDAREMOS DE UNA BENDICIÓN TAN GRANDE DE PARTE DE DIOS? Hagamos un compromiso con Dios • Recibamos por el Espíritu Santo la suma a dar. • Si ya la tenemos démosla. • Si no la tenemos, escribamos en una hoja en blanco el compromiso con Señor. • Ni bien tengamos la suma, no tardemos en darlo, pues compromiso con Dios hicimos. • Dígale al Señor la motivación y el deseo de su corazón por lo que da. • No piense en la finalidad de ese dinero, pues lo está sembrando en el reino. • No permita que el dinero esté manchado de malos pensamientos y desconfianza, pues no será de bendición. Pastor Adrián Maldonado Ministerio de Gracia y Poder hacia las Naciones Punta Alta – Buenos Aires –Argentina-