Primeros materiales para una TEORÍA DE LA JOVENCITA

June 16, 2018 | Author: Luna Palabra Perez | Category: Love, Homo Sapiens, Existentialism, Capitalism, Suffering
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Primeros materiales para una TEORÍA DE LA JOVENCITA (seguido de "Hombres-máquina: modo de empleo") TiqqunEste es un libro de amor. Habla sobre la imposibilidad del amor en nuestra estructura económica. ¿Qué significa esto? El capitalismo no está ahí fuera: en el FMI, la OMC o el BCE. El capitalismo es una promesa de paraíso en la tierra, una idea de éxito y realización, un poder de fascinación. Tiqqun le pone nombre y le da figura: la Jovencita. La Jovencita no es mujer ni hombre, sino una imagen, un modelo, un ideal. Eterna juventud, seducción ilimitada, placer indiferente, amor asegurado contra todo riesgo, control de las apariencias, cero defectos. Impersonal, implacable, impecable, impermeable e imposible, la Jovencita se apodera de nuestra mirada, de nuestro deseo y de nuestro imaginario. Es una máquina de guerra. No se deja tocar y nunca pierde. Tiqqun dibuja el campo de batalla: nos lo hace ver. De qué modo un bolso, un culo, una sonrisa, un perfume, unas botas o unos bíceps pueden ser armas en una guerra. Librada entre nosotros y en el interior de cada uno. Una guerra contra el azar y los encuentros sin garantías, la belleza y la sensualidad singulares, el tiempo de toda duración, la violencia del abandono y la entrega. Contra el amor verdadero. Fragmento a fragmento, Tiqqun disecciona a la Jovencita. Sin piedad, porque hay que conjurar su poder de fascinación. El hechizo que nos hace ver la realidad repleta de arrugas, fracasos, peligros, grasas y ataduras. Brutalmente, porque el objetivo es desvelar la verdad que esconde su promesa de paraíso: vulgaridad, angustia y soledad. Y al trasluz de la crítica, nos propone una nueva educación sentimental. Esta edición incluye el texto «Hombres-máquina: modo de empleo», donde Tiqqun desarrolla el análisis del biopoder contemporáneo: la reducción de la vida humana a simple carne que vigilar y gestionar según parámetros estandarizados de belleza, salud o placer. Traducción: Diego L. Sanromán y Carmen Rivera Parra Nuestros textos esbozan la base sobre la que el encuentro. » Teoría del Bloom. Desde este espacio trata de responder de un modo nuevo a la vieja exigencia de coherencia entre el pensamiento y las prácticas. una topografía espiritual. Toda posición es una taxonomía. TIQQUN Tiqqun no es el nombre de un autor o un colectivo de autores. «No consentiríamos en escribir si no fuera para encontrar hermanos. 126 Con Tiqqun. Tiqqun se inscribe en el espacio de articulación de los discursos. secesión pues de la izquierda. y después. Tiqqun no se presenta como un autor o un colectivo de autores. secesión de toda la esterilidad que se deriva de una simple oposición al imperio. ambos en Melusina. La posición de Tiqqun se concreta en una doble secesión: en primer lugar. una inteligencia política de la época: una toma de partido. las formas y las luchas que dejaron vacío las vanguardias políticas y artísticas del siglo XX. si tenemos el coraje de leer seriamente. Pues ¿quién es Tiqqun?. ya es una mala pregunta. un libro anónimo que publicó Acuarela en 2009 (la editorial Axóuxere publicó el texto «Llamamiento» en lengua gallega en 2011). sino qué es Tiqqun PUBLICADO POR ACUARELA ON VIERNES. la amistad y la cooperación vuelven a ser. esa es la luz. esa es la prueba. Otros textos hermanos que emanan del mismo punto del espíritu que Tiqqun son La insurrección que viene del Comité Invisible (Melusina. y también “Una metafísica crítica podría nacer como ciencia de los dispositivos” enContribución a la guerra en curso (Errata Naturae. y otros fogonazos. secesión del proceso de explotación social (el mundo de la mercancía autoritaria o «imperio»). Los contenidos originales pueden consultarse en su web. un planteamiento inadecuado del problema. 2012). sólo dos números: Tiqqun 1 en 1999 y Tiqqun 2en 2001. al menos en el antiguo sentido socrático que significa poner toda nuestra atención en el arte de las preguntas.No quién es. necesitamos para empezar reaprender a ser filósofos. sino el nombre de un medio. incluso de la extraparlamentaria. posibles». p. 2009) yLlamamiento. un medio para construir enérgicamente una posición. por Jordi Carmona Hurtado (sobre Teoría del Bloom e Introducción a la guerra civil) « Vivir juntos en el corazón del desierto. La revista Tiqqun se extinguió pero hizo nacer una rica descendencia teórica y práctica. 2 DE MARZO DE 2012 ETIQUETAS: JOVENCITA. más allá de toda mutilación. y en este sentido . LLAMAMIENTO. En castellano han aparecido dos artículos largos de la revista como libros: Teoría del Bloom (2005) e Introducción a la Guerra Civil (2008). Este planteamiento encontró lugar en una bella revista publicada en francés de idéntico nombre y breve existencia. con la misma resolución de no reconciliarse con él. Este planteamiento encontró lugar en una bella revista publicada en francés de idéntico nombre y breve existencia. y se quiere radical : ¿qué significa ser hombre hoy. la que atraviesa la historia de principio a fin cumpliendo la redención: ésta es la altura a la que se encuentra llamado a situarse quien adopta esta posición. sino de un qué. bajo un segundo aspecto más profundo. una cierta tonalidad de exposición tanto existencial como política que busca una comunidad por venir agitando las ya constituidas y tratando de recoger las voces de las luchas que no tiene cabida en ellas. no institucionalizable. Se trata un estudio de un solo tipo : el hombre anónimo contemporáneo. Con estos primeros dos libros traducidos al castellano. lo que revela. la Justicia mayúscula en todo caso. que Tiqqun pasea por los restos que encuentra accesibles en la literatura y filosofía occidentales recientes. El Bloom es un ser atrapado entre las tenazas de la apariencia del Espectáculo y las de la “nuda vida” del Biopoder. en lo que éste tiene de elemento en devenir. Pues Tiqqun es el nombre que se da en la tradición mesiánica hebraica a la redención. aquí? La respuesta no es original: significa ser el último hombre. sino precisamente el que decide un nombre. a la justicia final o radical.hay ya una fuerte carga de anonimato en el gesto: Tiqqun no es el nombre de un quién. ese es tal vez el reto que se ha comenzado a lanzar con Tiqqun. las formas y las luchas que dejaron vacío las vanguardias del siglo XX. Tiqqun es un medio (que habría que entender como medio vital. la existencia inauténtica y desarraigada por excelencia. El texto es fragmentario. He aquí una manera paradójica de entender el anonimato: no es anónimo el que no tiene nombre. lo que hace. Entonces. inasignable. Tiqqun recoge los diagnósticos intelectuales más apocalípticos. que recientemente empiezan a conocerse de la manera más o menos confusa a la que nos tiene acostumbrados el espacio público. En el fondo la pregunta que recorre el libro es existencial. el que vive desplegando la idea que contiene un nombre. Entonces. Desde este espacio trata de responder de un modo nuevo a la vieja exigencia filosófica de coherencia entre el pensamiento y las prácticas : en este punto no se tratará de realizar la filosofía como ciencia sino más bien de hacer comunidad con el pensamiento. Hacer del pensamiento literalmente una práctica política. Tiqqun2en 2001. Pero la revista Tiqqun no se extinguió sino para hacer nacer una rica descendencia en la que algunos de los conflictos de interpretación de esta práctica política se han revelado con otros nombres al modo de trayectorias existenciales dispares. tomado en una inmediatez fenomenológica. sólo dos números: Tiqqun1 en 1999. el hombre del nihilismo consumado. Tiqqun se inscribe en el espacio de articulación de los discursos. que puede en principio ser adoptado por cualquiera. plagado de citas declaradas o veladas. para tratar . Asumir este nombre comporta una serie de exigencias que vienen no ya de la responsabilidad individual del autor sino de lo que el nombre Tiqqun lleva o porta consigo. el lector de este país tiene la oportunidad de comenzar a formarse su idea. Tiqqun es en primer lugar el nombre no de un autor sino de una posición subjetiva o de una posición de enunciación. no sólo simbólico) lanzado para propiciar las palabras y actos de intelectualidades emparentadas que deciden incorporar esa tradición mesiánica : no ya un qué por tanto sino un cómo. Teoría del Bloom es un artículo de Tiqqun1 ampliamente revisado para la publicación en libro. como apuntes de lectura balizados por hallazgos poéticos y fórmulas sintéticas. si bien el pathos guerrero nietzscheano en este planteamiento del problema ético nos impide clausurar las posiciones. la condición de existencia de una política en estos tiempos conformes. que en la tradición schmittiana. ese Yo que es un Se”. Lo que Tiqqun llama política extática. de articulación comunitaria entre el pensamiento y las prácticas. Pues si bien las relaciones de poder contemporáneas se dan en el seno de un espacio imperial. que implica también un declarar la guerra al Bloom. Y tal vez sea éste uno de los rasgos más definitorios de la aventura política de Tiqqun: introducir el elemento ético diferencial en el seno de la lucha política. pero al menos no hay consuelo en él. por crear. de heroísmo. en primer lugar en lo que toca al partido que en realidad ejerce su soberanía constantemente sobre los otros bajo la aparente pluralidad que posibilitarían según la publicidad los mecanismos de gobierno : el partido imperante que toma la forma-de-vida del empresario u hombre de negocios. previa a todo Estado. el Imperio no es el enemigo. un gesto que corte . La única opción : politizar activamente el Bloom. se contextualiza en este punto. conformes también a menudo con la infamia. y también lo más esperanzador de la tentativa. toda política del Bloom parece plantearse desde una voluntad existencial de soberanía. de exposición del individuo impersonal a lo común de una finitud que lo delimita y le da un lugar. Es la política. si el Bloom es “ese Se que es un Yo. una dirección más clara articulada mediante una sucesión de tesis y glosas. como indica el epílogo a la edición italiana que se incluye en la edición. El problema. En Introducción a la guerra civil Tiqqun cartografía – también mediante un análisis fuerte de las secuencias históricas de la dominación – algunas grandes líneas del espacio de esta lucha ético-política que no es más que “una cierta intensidad en la elaboración de las formas-devida”. Lo irreductible que tiene este elemento ético sería su fundamento. Para Tiqqun lo más político es la guerra civil. La política sería entonces la revelación práctica de la guerra en curso. política existencial en el sentido de que comienza con un gesto de apertura.de llevarlos todavía un paso más allá: el panorama es desolador. La cercanía con algunas de las tesis de Agamben se vuelve en este punto evidente. Se trataría entonces de elaborar en el seno de la hostilidad imperial generalizada un espacio político de amigos y enemigos. Estado de derecho) la intensidad de las formas-de-vida. Se trataría más bien de un ethos por encontrar. aquéllo que la figura con nombre Bloom trata de detectar como una sonda en la existencia y la cultura contemporánea. en algunos puntos también. hay una mayor voluntad sistemática. comienza con la demarcación entre amigos y enemigos. y el poder que ejerce consistiría sobre todo en atenuar con formas pretendidamente neutrales (democracia parlamentaria. ni siquiera el consuelo de la lucidez crítica. Los modos de politización indicados por el texto son dispares: desde la posibilidad de una potencia política del “acto loco” a la invocación de la figura del Trickster. es que este elemento ético no se confunde con el ethos de origen que asigna y encadena a cada individuo o comunidad a su situación social. Habría entonces una especie de división del trabajo político de Tiqqun: entre lo que . En este texto. sino un ambiente hostil. una verdadera felicidad en la expresión. de salida de sí. Pero lo que pide ante todo el estudio del Bloom es una decisión. extraído de Tiqqun2. en un elemento de verdad. con la única función de contener la guerra civil. especialmente en el último apartado. el Bloom que se asume y juega su condición. la stásis. sino desde dentro de los propios seres humanos. de rebelión contra el poder social. la fracción más directamente revolucionaria de este Partido. reclamada. Hay mucho de llamada en este espacio indefinido. ya depende de quién lea. y lo que nombraría el Comité Invisible. de ese modo.nombraría el Partido Imaginario. Se trata de la interiorización de la lógica capitalista en lo que parecía un reducto inconquistable de “autenticidad”. Primeros materiales para UNA TEORÍA DE LA JOVENCITA es una crítica feroz de cómo un sistema basado en el mercado ha colonizado lo más íntimo e idiosincrásico del ser humano: la subjetividad. las pulsiones. Pero no dejamos de aprender que los nombres políticos precisos son también los menos vivibles. lo íntimo. genética y socialmente el amor. claro está. violencia ética y responsabilidad) Este libro de Acuarela Libros tiene la virtud de llegar en un momento idóneo. El control de los ciudadanos ya no se ejerce desde un “afuera”. A Tiqqun no le interesa describir quiénes son los sujetos que se adaptan a este modelo ideal de individuo. Si algo ha puesto en evidencia la crisis del capitalismo salvaje es lo que Richard Sennett vaticinaba en 1998 al final de La corrosión del carácter: "Un régimen que no proporciona a los seres humanos ninguna razón profunda para cuidarse entre sí no puede preservar por mucho tiempo su legitimidad". exhortada a actuar. Que otro me deshaga es una necesidad primaria. pero también una oportunidad: la de ser interpelada. difícil de situar de modo preciso. que asumen el control de sí mismos para adaptarse a un deseo expropiado: la publicidad y la ciencia médica nos dicen en qué consiste biológica. pero también movilizada. la comunidad de los que no tienen comunidad. el deseo indiferente al otro. muchos huecos en él que podrían ser promesa de comunidad: sobre responder o no. y el mercado nos lo vende para que lo consumamos. cuerpos .” Judith Butler (Dar cuenta de sí mismo. y de qué manera. Artículo publicado en el número 5-6 de Espai en Blanc: "La fuerza del anonimato" el deseo como campo de batalla por Ana Chicote “Nuestra disposición a deshacernos en relación con otros constituye la oportunidad de llegar a ser humanos. alienado. las emociones. Pero la cuestión de qué hacer con lo que se lee no podrá ser eludida tan fácilmente en este caso. la misma capacidad de amar. abandonar el “yo” autosuficiente considerado como una especie de posesión. Este despliegue de nombres políticos dibuja un espacio complejo. atada a lo que no soy. La figura de “la Jovencita” encarna este deseo expropiado. el deseo singular. el deseo vacío. interpelarme a mí misma en otro lugar y. sino las prácticas que consisten en lo que ellos llaman el “proceso de jovencitización” o el convertirse en Jovencita: el deseo ensimismado. una angustia. la vida sin sentido porque nunca se compromete con nada. vuestras alegrías y vuestras penas. con lo que se supone que debemos sentir. moldearlos para que tengan una vida afectiva y sensual adecuada. Cómo se convierte uno en objeto de deseo tiene que ver también con los “afectos estándar”. hasta artículos de revistas femeninas. una ampliación del concepto de Jovencita. no se propone analizar con detalle las condiciones sociales e históricas en que uno se convierte en un cuerpo-valor de cambio y tampoco sigue un discurso lineal. vuestro sentido de la identidad y del libre albedrío. de corte biologicista-determinista: “vosotros. el peligro. por tanto. pues esto implica la renuncia y el cierre de otras oportunidades. el compromiso. la muerte… Sin embargo. la fealdad. su interés o su novedad radica en que no es un ensayo sociológico al uso. Escrito con citas dispersas de diversa procedencia (desde autores como Klossowski. “lo que le queda de humanidad es la causa de su sufrimiento” -una imperfección. la crítica feminista al poder que se extiende hasta lo privado). Esta es. la segunda parte del libro titulada “Hombres-máquina: modo de empleo”.reducidos a meros continentes que no conectan con su “intimidad” ni con la de otro. que alterna el tono grave con el irónico y en ocasiones humorístico. La Jovencita no está necesariamente adscrita a un cuerpo de mujer -aunque algunos de sus rasgos se asocien paradigmáticamente a la “feminidad” y por esto quizá sus autores hayan convenido en elegirla-. fundamentalmente. que también hay que erradicar-. El sufrimiento puede interpretarse entonces como un síntoma de lo que no se adapta. Los hombres-máquina son autómatas emocionales que responden al dictado de la nueva ciencia médica. cómo se supone que debemos preparar a nuestros cuerpos. tememos al compromiso. aquello que “deshace” la fantasía de ser sujetos omnipotentes. nos esforzamos por adaptar el propio cuerpo a los cánones de belleza y a los usos amorosos de nuestra época. nos obsesionamos por la juventud y la salud. la enfermedad. vuestros recuerdos y vuestras ambiciones. como afirman sus autores. tememos el encuentro con lo diferente y singular (lo que no se adapta a la garantía de lo conocido). pasando por reflexiones de cosecha propia). Gombrowicz o Proust. odiamos la soledad y rechazamos lo que hay de trágico el ser humano (siempre hay que pensar positivamente). Salta a la vista aquí una potencia subversiva del trauma”. la soledad. nunca se detiene auténticamente en nada fuera de sí misma. vivimos en la inmediatez y redefinición permanentes. etc. si. todo esto no es en realidad más que el comportamiento de una vasta reunión de células nerviosas y de las moléculas que están . Con un lenguaje abstracto entre lo poético y lo filosófico. nos desvelamos por nuestra apariencia. porque que todos somos consumidores de formas de vida atractivas (productos de marketing). ahí podría residir también la posibilidad de resistencia: “Sólo en el sufrimiento es amable la Jovencita. La Jovencita es una “modesta empresa de depuración” de todo lo que no contribuye a la circulación del deseo mercantil vendible: la negatividad. Aunque el asunto de este libro tiene precedentes históricos (el análisis del narcisismo consumista y de la sociedad del espectáculo. configura una especie de prisma que desde sus distintas caras describe de forma sugerente cómo la Jovencita experimenta cotidianamente lo que los autores llaman la “nuda vida”: la vida vacía. en paralelo a la crítica de las figuras de la Jovencita o de los Hombres-máquina. oculto bajo una “normalidad” acrítica) y la ligereza del discurso hecho a base de fragmentos lo que invita a seguir con la lectura y lo que constituye su mayor acierto. el sufrimiento que eso implica para nuestro “yo soberano”. es precisamente la claridad con que perfila el comportamiento cotidiano de ese “estar en el mundo sin estar” (que por cotidiano pasa desapercibido. De nuevo la ilusión del individuo autosuficiente y omnipotente que nos vende la publicidad (como si no nos enfermara el aire que respiramos. de experiencias liberadoras de vínculo y deseo. si uno no cuida de su cuerpo y enferma será porque lo habrá querido y deberá responsabilizarse individualmente de su enfermedad. No obstante. “La comunidad (…) significa: realizar el potencial de insurrección y de invención de los mundos subyacentes a todo vínculo verdadero entre seres humanos”. Sin duda. expuesto en un escaparate e intercambiado por otra “cosa” que conserve o aumente mi posesión. Solo en las últimas páginas se hace un llamamiento a la emancipación de nuestros “cuerpos deseantes” para “comenzar a concebir la posibilidad de comunidades”. las nuevas reformas sanitarias irán por este camino. encarnando una suerte de “darwinismo social-mercantil” en el que sobrevivirán los fuertes. Quizás lo que se echa de menos en el libro es el desarrollo de la idea de estas comunidades posibles. píldoras y aerosoles”. Como habría podido formularlo la Alicia de Lewis Carrol: “¡usted no es más que un paquete de neuronas! ”. la descripción. Prestando atención al Nietzsche más dudoso. Sin embargo. repite Tiqqun.asociadas a ellas. la comida que tomamos o los trabajos que desempeñamos). en ocasiones. “Habrá de un lado la comunidad de «sanos» y del otro lado los «enfermos». pulsiones.” Los cuerpos convertidos en mercancías. “He aquí el tiempo de la farmacología cosmética”. la angustia. nos cuestiona y nos cambia. Se trata de una ciencia médica que ha ocupado el lugar de la vieja moral para convertirse en un “moralismo fisiológico de masas”: “todos bellos. por eso el carácter de denuncia se hace. pero también como una oportunidad que nos moviliza. con el riesgo. deseosconsiderado como propiedad. o a los otros en la medida en que ellos mismos son cosas”. Cada disfunción representa una falta de eficacia que debe ser corregida. incluso si a veces opone resistencia. mecanizadas. todos bio”. lo distinto. Este ensayo es sobre todo una crítica a esas formas de vida sometidas. Esta ideología científica dictamina que el amor es una “simple reacción química” y ofrece prótesis para nuestros cuerpos desfallecientes (como por ejemplo el viagra): “La humanidad futura debe ser funcional y funcionar en todos sus aspectos. . lo que caracteriza la humanidad que hay en nosotros es la capacidad de que lo desconocido. Es un deber moral estar sano. “El hombre convertido en cosa considera sus sensaciones con un curioso desapego: nada le pertenece exceptuando las cosas y solamente puede desear las cosas. “El Biopoder está disponible en cremas. de que lo otro. difícil de asumir. nos cuestione y nos “deshaga” -como dice Butler en la cita con la que comenzaba este texto-. Empalmarse cuando toca o desaparecer”. El “yo” -afectos. la primera huirá de la segunda como de la peste. de otras formas de relación entre los seres humanos. como por la seducción. . ahí comienza la libertad. se nos pretende vender. sino de moldear nuestras emociones. Ya no se trata solo de que consumamos un producto.Cada sociedad construye o perfila a los ciudadanos ideales capaces de vivir en ella ejerciendo una cantidad menor o mayor de violencia sobre los sujetos para que se adapten a ella. Si en el capitalismo de las finanzas es el valor abstracto el que se pone en circulación permanente y no tanto el dinero concreto y real que podemos contar en nuestros bolsillos. en las relaciones humanas los seres humanos solo lo son en tanto que portadores de una serie de valores que una sociedad basada en el consumo favorece y premia. cuerpos convertidos en monedas de cambio. cuando la palabra y el cuerpo se reconcilian. cuando escuchamos al ser humano que grita bajo esas “máscaras sin rostro”. nuestras decisiones. nuestras reacciones. Pero cuando el sufrimiento que esa violencia silenciosa y cotidiana ejerce se hace insoportable. todos iguales bajo la apariencia de “marcas distintas”. La violencia que se ejerce en la sociedad del “capitalismo cool” (como lo denominan algunos) no viene dada tanto por las armas o por la imposición de normas sociales represivas. codificándolas como “adecuadas” e “inadecuadas” para cosificarnos como formas de vida que. que ya no quiere hablar más “a través de la voz de otros”. paradójicamente.


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