UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA DE EL SALVADOR FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN COMENTARIO DE TEXTOS CATEDRÁTICO: LIC. MANUEL RAMÍREZ SUÁREZ TRABAJO DE INTERPRETACIÓN DE UN FRAGMENTO DE LA OBRA DRAMÁTICA ³YERMA´ DE FEDERICO GARCÍA LORCA ALUMNOS: ANDREA FERNÁNDEZ JUAN CARLOS VILLEDA ROSA MAURA SANTANA JOSÉ GERARDO MEJÍA SERGIO DE JESÚS FUENTES ZÚNIGA HUGO STANLEY LIMA HERNÁNDEZ SECCIÓN: 02 CICLO: II ± 2010 SAN SALVADOR, 23 DE OCTUBRE DE 2010 COMENTARIO DE TEXTOS Generalidades: Obra: Autor: Yerma Federíco García Lorca Yerma (1934) es una obra teatral popular que desarrolla una tragedia de ambiente rural. Está dividida en tres actos de dos cuadros cada uno. Es una de las tres obras de teatro que forman parte de la "trilogía lorquiana", junto con La casa de Bernarda Alba (1936) y Bodas de sangre (1933). Escrita por Federico García Lorca (1898-1936), narra la historia de una campesina de nombre Yerma, frustrada por no poder engendrar hijos con su marido, Juan. La obra "explora el conflicto interno de una mujer casada que anhela y busca infructuosamente ser madre, para sentirse una mujer completa. La tragedia de la protagonista es anunciada por su nombre y materializada por la posible esterilidad de su pareja. Juan, su esposo, no puede ni quiere engendrar hijos. El hecho de que Yerma mate a su marido, por impotencia, hace oficial su realidad y su tragedia. Sus convicciones morales no le permitían tener hijos con otro hombre que no fuera Juan, mientras éste viviera. Irónicamente, la acción de Yerma es una respuesta radical y tradicionalista al mismo tiempo." El tema principal es instinto frente a represión, ya que Yerma lucha porque su instinto le dice que debe ser madre, pero no lo logra, y por eso termina odiándose. Por un lado, a través de un gesto radical, se libera de la esterilidad de Juan aunque no de su tragedia personal. Por otra parte, la determinación de Yerma de matar a Juan obedece en parte a su deseo de cumplir con una función impuesta por la sociedad; quiere tener hijos como las mujeres casadas que viven a su alrededor. Consciente del éxito del drama rural de teatro, Lorca elabora estas tragedias basándose en una conjugación de mito, poesía y sustancia real, tratando de retratar a una mujer a su vez oprimida y liberadora de sí misma. COMENTARIO DE TEXTO PROPUESTA DE FERNANDO LÁZARO CARRETER Y EVARISTO CORREA CALDERÓN FASE I Definición de palabras desconocidas: SIGNIFICACIÓN DE PALABRAS. Acechar: Marchita: Romería: observar, guardar cautelosamente. ajada, desmerecida, débil, apagada. viaje que se hace por devoción a un santuario. Fiesta popular que se celebra en el campo inmediato a algún santuario. renunciar en circunstancias especiales a un beneficio y entregarlo a otro. Aceptar las situaciones desfavorables, conformarse. sabor desagradable, parecido al de la hiel. Que causa o denota pesar. Resignarse: Amargo: FASE II Localización El fragmento tratado se localiza en el ACTO TERCERO, CUADRO SEGUNDO. De hecho se aborda el desenlace de esta obra-tragedia de ambiente rural. FASE III TEMA: EL DESENGAÑO ARGUMENTO DEL TEXTO TOMADO DE LA OBRA YERMA Estaba Juan escondido detrás del carro y escucho lo que Yerma y la vieja hablaban, y al salir Juan inicia un enfrentamiento irónico entre el y yerma, en el cual el acepta no querer un hijo y ella muy molesta difiere en que si anhela uno y le importa; la discusión se vuelve acalorada y aunque Juan trata de tranquilizarla y reconciliarse ella arremete contra el ahorcándolo hasta matarle. FASE IV DETERMINACIÓN DE LA ESTRUCTURA Dividiendo el fragmento de la obra dramática en apartados 1. Primer apartado. Primer enfrentamiento entre Yerma y Juan. (Se va. Se oye un gran coro lejano cantado por los romeros. Yerma se dirige hacia el carro y aparece por detrás del mismo su marido.) YERMA. ¿Estabas ahí? JUAN. Estaba. YERMA. ¿Acechando? JUAN Acechando. YERMA. ¿Y has oído? JUAN. Sí. YERMA ¿Y qué? Déjame y vete a los cantos. (Se sienta en las mantas) JUAN También es hora de que yo hable. YERMA ¡Habla! JUAN. Y que me queje. YERMA. ¿Con qué motivo? JUAN. Que tengo el amargor en la garganta. YERMA Y yo en los huesos. JUAN. Ha llegado el último minuto de resistir este continuo lamento por cosas oscuras, fuera de la vida, por cosas que están en el aire. YERMA. (Con asombro dramático.) ¿Fuera de la vida dices? ¿En el aire dices? JUAN. Por cosas que no han pasado y ni tú ni yo dirigimos. YERMA. (Violenta.) ¡Sigue! ¡Sigue! JUAN. Por cosas que a mí no me importan. ¿Lo oyes? Que a mí no me importan. Ya es necesario que te lo diga. A mí me importa lo que tengo entre las manos. Lo que veo por mis ojos. YERMA. (Incorporándose de rodillas, desesperada.) Así, así. Eso es lo que yo quería oír de tus labios. No se siente la verdad cuando está dentro de una misma, pero ¡qué grande y cómo grita cuando se pone fuera y levanta los brazos! ¡No le importa! ¡Ya lo he oído! JUAN. (Acercándose.) Piensa que tenía que pasar así. Óyeme. (La abraza para incorporarla.) Muchas mujeres serían felices de llevar tu vida. Sin hijos es la vida más dulce. Yo soy feliz no teniéndolos. No tenemos culpa ninguna. YERMA. ¿Y qué buscabas en mí? 2. Segundo apartado. El encaramiento de la verdad. YERMA. (Excitada.) ¡Eso! Buscabas la casa, la tranquilidad y una mujer. Pero nada más. ¿Es verdad lo que digo? JUAN. Es verdad. Como todos. YERMA. ¿Y lo demás? ¿Y tú hijo? JUAN. (Fuerte) ¡No oyes que no me importa! ¡No me preguntes más! ¡Que te lo tengo que gritar al oído para que lo sepas, a ver si de una vez vives ya tranquila! YERMA. ¿Y nunca has pensado en él cuando me has visto desearlo? JUAN. Nunca. (Están los dos en el suelo) YERMA. ¿Y no podré esperarlo? JUAN No. YERMA. ¿Ni tú? JUAN. Ni yo tampoco. ¡Resígnate! YERMA. ¡Marchita! JUAN. Y a vivir en paz. Uno y otro, con suavidad, con agrado. ¡Abrázame! (La abraza.) 3. Tercer apartado. El rechazo y el asesinato de Yerma contra Juan. YERMA. ¿Qué buscas? JUAN. A ti te busco. Con la luna estás hermosa YERMA. Me buscas como cuando te quieres comer una paloma. JUAN. Bésame... así. YERMA. Eso nunca. Nunca. (Yerma da un grito y aprieta la garganta de su esposo. Éste cae hacia atrás. Yerma le aprieta la garganta hasta matarle. Empieza el Coro de la romería). Marchita, marchita, pero segura. Ahora sí que lo sé de cierto. Y sola. (Se levanta. Empieza a llegar gente.) Voy a descansar sin despertarme sobresaltada, para ver si la sangre me anuncia otra sangre nueva. Con el cuerpo seco para siempre. ¿Qué queréis saber? No os acerquéis, porque he matado a mi hijo. ¡Yo misma he matado a mi hijo! (Acude un grupo que queda parado al fondo. Se oye el Coro de la romería.) TELÓN. IDEAS PRINCIPALES DE CADA APARTADO 1. Encarando el descontento de Yerma contra Juan. 2. El enfrentamiento de la verdad. 3. Se desencadena la ira de Yerma contra Juan y la descarga estrangulándolo. FASE V Análisis de Yerma: Fragmento: (Se va. Se oye un gran coro lejano cantado por los romeros. Yerma se dirige hacia el carro y aparece por detrás del mismo su marido.) YERMA. ¿Estabas ahí? JUAN. Estaba. YERMA. ¿Acechando? JUAN Acechando. YERMA. ¿Y has oído? JUAN. Sí. YERMA ¿Y qué? Déjame y vete a los cantos. (Se sienta en las mantas) JUAN También es hora de que yo hable. YERMA ¡Habla! JUAN. Y que me queje. YERMA. ¿Con qué motivo? JUAN. Que tengo el amargor en la garganta. YERMA Y yo en los huesos. JUAN. Ha llegado el último minuto de resistir este continuo lamento por cosas oscuras, fuera de la vida, por cosas que están en el aire. YERMA. (Con asombro dramático.) ¿Fuera de la vida dices? ¿En el aire dices? JUAN. Por cosas que no han pasado y ni tú ni yo dirigimos. YERMA. (Violenta.) ¡Sigue! ¡Sigue! JUAN. Por cosas que a mí no me importan. ¿Lo oyes? Que a mí no me importan. Ya es necesario que te lo diga. A mí me importa lo que tengo entre las manos. Lo que veo por mis ojos. YERMA. (Incorporándose de rodillas, desesperada.) Así, así. Eso es lo que yo quería oír de tus labios. No se siente la verdad cuando está dentro de una misma, pero ¡qué grande y cómo grita cuando se pone fuera y levanta los brazos! ¡No le importa! ¡Ya lo he oído! JUAN. (Acercándose.) Piensa que tenía que pasar así. Óyeme. (La abraza para incorporarla.) Muchas mujeres serían felices de llevar tu vida. Sin hijos es la vida más dulce. Yo soy feliz no teniéndolos. No tenemos culpa ninguna. YERMA. ¿Y qué buscabas en mí? JUAN. A ti misma. YERMA. (Excitada.) ¡Eso! Buscabas la casa, la tranquilidad y una mujer. Pero nada más. ¿Es verdad lo que digo? JUAN. Es verdad. Como todos. YERMA. ¿Y lo demás? ¿Y tú hijo? JUAN. (Fuerte) ¡No oyes que no me importa! ¡No me preguntes más! ¡Que te lo tengo que gritar al oído para que lo sepas, a ver si de una vez vives ya tranquila! YERMA. ¿Y nunca has pensado en él cuando me has visto desearlo? JUAN. Nunca. (Están los dos en el suelo) YERMA. ¿Y no podré esperarlo? JUAN No. YERMA. ¿Ni tú? JUAN. Ni yo tampoco. ¡Resígnate! YERMA. ¡Marchita! JUAN. Y a vivir en paz. Uno y otro, con suavidad, con agrado. ¡Abrázame! (La abraza.) YERMA. ¿Qué buscas? JUAN. A ti te busco. Con la luna estás hermosa YERMA. Me buscas como cuando te quieres comer una paloma. JUAN. Bésame... así. YERMA. Eso nunca. Nunca. (Yerma da un grito y aprieta la garganta de su esposo. Éste cae hacia atrás. Yerma le aprieta la garganta hasta matarle. Empieza el Coro de la romería). Marchita, marchita, pero segura. Ahora sí que lo sé de cierto. Y sola. (Se levanta. Empieza a llegar gente.) Voy a descansar sin despertarme sobresaltada, para ver si la sangre me anuncia otra sangre nueva. Con el cuerpo seco para siempre. ¿Qué queréis saber? No os acerquéis, porque he matado a mi hijo. ¡Yo misma he matado a mi hijo! (Acude un grupo que queda parado al fondo. Se oye el Coro de la romería.) TELÓN. ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL TEMA Tema: El desengaño El desengaño que experimentan los personajes en principio por la existencia de un problema: La infertilidad. Primer apartado: YERMA. ¿Estabas ahí? JUAN. Estaba. YERMA. ¿Acechando? JUAN Acechando. YERMA. ¿Y has oído? JUAN. Sí. YERMA ¿Y qué? Déjame y vete a los cantos. (Se sienta en las mantas) JUAN También es hora de que yo hable. Yerma ha descubierto que ha sido sorprendida por su marido, y que éste ha escuchado la reciente conversación en la que ella ha aceptado su realidad y lo que piensa hacer con ella, se da entonces el primer desengaño, Juan descubre la inconformidad de Yerma, un desengaño a lo que él suponía sentía su mujer. YERMA ¡Habla! JUAN. Y que me queje. YERMA. ¿Con qué motivo? JUAN. Que tengo el amargor en la garganta. YERMA Y yo en los huesos. JUAN. Ha llegado el último minuto de resistir este continuo lamento por cosas oscuras, fuera de la vida, por cosas que están en el aire. YERMA. (Con asombro dramático.) ¿Fuera de la vida dices? ¿En el aire dices? JUAN. Por cosas que no han pasado y ni tú ni yo dirigimos. YERMA. (Violenta.) ¡Sigue! ¡Sigue! Poco a poco Juan está revelando sus sentimientos respecto al problema de Yerma, y esta a su vez se va desengañando de los verdaderos sentimientos de su marido. JUAN. Por cosas que a mí no me importan. ¿Lo oyes? Que a mí no me importan. Ya es necesario que te lo diga. A mí me importa lo que tengo entre las manos. Lo que veo por mis ojos. YERMA. (Incorporándose de rodillas, desesperada.) Así, así. Eso es lo que yo quería oír de tus labios. No se siente la verdad cuando está dentro de una misma, pero ¡qué grande y cómo grita cuando se pone fuera y levanta los brazos! ¡No le importa! ¡Ya lo he oído! JUAN. (Acercándose.) Piensa que tenía que pasar así. Óyeme. (La abraza para incorporarla.) Muchas mujeres serían felices de llevar tu vida. Sin hijos es la vida más dulce. Yo soy feliz no teniéndolos. No tenemos culpa ninguna. YERMA. ¿Y qué buscabas en mí? JUAN. A ti misma. La verdad sale a la luz; a Juan no le importa tener hijos, a pesar de los sentimientos de Yerma, que jamás había escuchado la verdad que ocultaba se encuentra desengañada. YERMA. (Excitada.) ¡Eso! Buscabas la casa, la tranquilidad y una mujer. Pero nada más. ¿Es verdad lo que digo? JUAN. Es verdad. Como todos. YERMA. ¿Y lo demás? ¿Y tú hijo? JUAN. (Fuerte) ¡No oyes que no me importa! ¡No me preguntes más! ¡Que te lo tengo que gritar al oído para que lo sepas, a ver si de una vez vives ya tranquila! YERMA. ¿Y nunca has pensado en él cuando me has visto desearlo? JUAN. Nunca. (Están los dos en el suelo) YERMA. ¿Y no podré esperarlo? JUAN No. YERMA. ¿Ni tú? JUAN. Ni yo tampoco. ¡Resígnate! YERMA. ¡Marchita! JUAN. Y a vivir en paz. Uno y otro, con suavidad, con agrado. ¡Abrázame! (La abraza.) Juan continua revelando sus verdaderas intenciones respecto al matrimonio, no le importan los hijos, solo una mujer que le sirva y le satisfaga sexualmente«continua Yerma desengañándose respecto a su marido y lo ve con otra cara y con otra verdad. YERMA. ¿Qué buscas? JUAN. A ti te busco. Con la luna estás hermosa YERMA. Me buscas como cuando te quieres comer una paloma. JUAN. Bésame... así. YERMA. Eso nunca. Nunca. (Yerma da un grito y aprieta la garganta de su esposo. Éste cae hacia atrás. Yerma le aprieta la garganta hasta matarle. Empieza el Coro de la romería). Marchita, marchita, pero segura. Ahora sí que lo sé de cierto. Y sola. (Se levanta. Empieza a llegar gente.) Voy a descansar sin despertarme sobresaltada, para ver si la sangre me anuncia otra sangre nueva. Con el cuerpo seco para siempre. ¿Qué queréis saber? No os acerquéis, porque he matado a mi hijo. ¡Yo misma he matado a mi hijo! El desengaño ha sido insoportable, Yerma está furiosa en ira contra su marido, él quiere convencerla y seducirla, pero ella está muy enojada por descubrir la verdad, por el desengaño que ha presenciado y estalla en un ataque mortal en contra de su marido, lo estrangula dejando caer sobre él, toda su ira y sentimientos reprimidos, que han sido liberados por el cruel desengaño. La frase final culmina todo el sufrimiento, ha matado a su hijo, al fruto de aquel engaño, a su marido« Conclusión: Lorca, consciente del éxito del drama rural poético, elabora estas tragedias basándose en una conjugación de mitos y poesía tratando de retratar a una mujer por una parte oprimida y por otra liberadora de sí misma. El texto analizado presenta el desenlace de una mujer frustrada por sus ansias de tener a un hijo, frente a un hombre indiferente a su ruego y llanto, situación que llevó a Yerma al máximo repudio y sentimiento fatal: el asesinato. El drama está desarrollado de forma sencilla con una fluidez natural y agradable, que propicia la fácil lectura y comprensión.