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May 4, 2018 | Author: Anonymous | Category: Documents
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Humus del suelo. Clasificación morfogenetica del suelo. Clasificación por composición química del humus. Contenido o materia orgánica en el suelo. Influencia  de materia orgánica en el suelo. Técnicas e incorporación de materia orgánica a suelos tropicales, bajo uso agrícola. HUMUS DEL SUELO El humus es la sustancia compuesta por ciertos productos orgánicos de naturaleza coloidal, que proviene de la descomposición de los restos orgánicos por organismos y microorganismos benéficos (hongos y bacterias). Se caracteriza por su color negruzco debido a la gran cantidad de carbono que contiene. Se encuentra principalmente en las partes altas de los suelos con actividad orgánica. Los elementos orgánicos que componen el humus son muy estables, es decir, su grado de descomposición es tan elevado que ya no se descomponen más y no sufren transformaciones considerables. Existen dos clases de humus, el humus viejo o antiguo y el humus joven. · Humus viejo o antiguo. Debido a un periodo largo de tiempo transcurrido, está muy descompuesto, tiene un tono entre morado y rojizo; algunas sustancias húmicas características de este tipo de humus son las huminas y los ácidos húmicos. Las huminas son moléculas de un peso molecular considerable y se forman por entrelazamiento de los ácidos húmicos, al ser aisladas tienen la apariencia de plastilina. Los ácidos húmicos son compuestos de un peso molecular menor y al igual que las huminas poseen una alta capacidad de intercambio catiónico (CIC), característica importante en la nutrición vegetal. El humus viejo solo influye físicamente en los suelos. Retiene el agua e impide la erosión, sirviendo también como lugar de almacenamiento de sustancias nutritivas. · Humus joven. Es el que tiene las características del recién formado, posee un menor grado de polimerización y está compuesto por ácidos húmicos y fúlvicos. Los ácidos húmicos se forman por polimerización de los ácidos fúlvicos, estos últimos se forman a partir de la descomposición de la lignina. Una de las principales fuentes de humus se encuentra en minas de leonarditas y bernarditas. No obstante, existen fuentes totalmente orgánicas como lo son el humus de lombriz, el humus de termitas, el humus de cucarrón, entre otros, que además de aportar sustancias húmicas es mucho más rico en microorganismos benéficos y elementos nutricionales y son más aceptados en la agricultura orgánica y ecológica. «El laboreo del suelo desnudo de forma repetida causan la pérdida de humus. Los suelos oscuros se vuelven ocres, pierden su capacidad para retener e infiltrar el agua y se vuelven más susceptibles a la erosión.» El humus se caracteriza por un color oscuro que señala su riqueza en carbono orgánico. El humus puede formarse por la oxidación simple de la necromasa en ausencia de organismos vivos, pero este proceso se acelera en gran medida cuando organismos vivos ingieren la materia orgánica o secretan enzimas que la transforman. La materia orgánica que es la base de humus es principalmente de origen vegetal, a continuación, microbiana y animal durante el proceso de transformación, mientras que los componentes del suelo profundo son en gran parte de origen mineral. La materia prima del humus es la hojarasca y los desechos vegetales, combinados con componentes de origen animal, depositados en el horizonte A o formados por animales que mueven el suelo, incluyendo las lombrices. Este material evoluciona más o menos rápidamente (dependiendo de las condiciones de temperatura, humedad, acidez o la presencia de inhibidores, tales como metales pesados o tóxicos), lo que conduce a su transformación en compuestos orgánicos complejos electronegativos, y relativamente estables. Dependiendo del tamaño de las moléculas producidas, se trata de compuestos insolubles (humina) o coloides (ácidos húmicos y ácidos fúlvicos), susceptibles de migrar a los suelos. La presencia de grandes cantidades de cationes metálicos en el suelo, tales como hierro o calcio o incluso de arcilla, insolubiliza los ácidos húmicos y fúlvicos e impide su migración, formando lo que se llama suelos pardos. En presencia de pequeñas cantidades de cationes metálicos, la migración de pequeñas moléculas húmicas (ácido fúlvico) hace que existan pequeñas cantidades de metales en los horizontes superficiales, formando los llamados podzols. La actividad de los animales excavadores (lombrices, hormigas, termitas) contribuye a un rápido contacto de los compuestos húmicos con la materia mineral, evitando así su lixiviación y por lo tanto su pérdida para los ecosistemas o agroecosistemas. La materia orgánica que se descompone y produce humus está formada por: · fragmentos vegetales (hojas, tallos, raíces, madera, cortezas, semillas, polen) en descomposición; · exudados de raíces y exudados de plantas (propóleos) y de animales (mielada) por encima del suelo, · excrementos y excretas (mucosa, mucílagos) de las lombrices y otros animales microbianos del suelo, de animales muertos y muchos otros microorganismos, como hongos y bacterias; Todos estos elementos están constantemente siendo digeridos, desplazados (bioturbación) y movilizados por una comunidad de organismos llamados carroñeros, saprófagos o saprófitas: bacterias, hongos e invertebrados. En la zona fría o continental, la formación de humus se acelera en primavera cuando sube la temperatura y la humedad es alta. El humus puede acumularse y crecer muy lentamente en climas fríos, hasta llegar a ser un sumidero de carbono, pero en los climas cálidos puede mineralizarse y desaparecer muy rápidamente. Por lo general, está ausente de los bosques tropicales, pero el hombre lo ha producido localmente en la Amazonía, a partir de carbón vegetal, un equivalente de humus llamado Terra preta. Algunos entornos muy específicos pueden mostrar grandes acumulaciones de materia orgánica humificada, que constituyen zonas sumidero de carbono: se trata de las turberas en climas fríos (montañas, regiones boreales) y grandes acumulaciones observadas en los bosques sobre "arena blanca" en las zonas tropicales. El humus constituye una reserva importante de materia orgánica en el suelo. Es útil para el agricultor, jardinero o forestal conocer la cantidad total de humus y su calidad. Una pista de su calidad es la relación Carbono/Nitrógeno del suelo. Una relación C/N de 10/1 (o menos) indica una buena actividad biológica del suelo, mientras que la relación C/N (20/1 o más) indica una ralentización de esta actividad. El olor y la observación visual, así como la observación al microscopio de los organismos que lo componen, proveen información sobre la calidad de humus, y, si es necesario, el análisis de su composición química. El humus, en el sentido químico del término, se compone de humus libre (= materia orgánica humificada, no unida con arcillas u óxidos metálicos) y humus consolidado. El humus libre es fácilmente biodegradable (excepto en suelos muy ácidos, o anegados) y migra fácilmente al perfil en suelos bien drenados. Durante el proceso de lixiviación, hay una acumulación profunda de compuestos húmicos no biodegradables, que puede formar complejos con metales. El humus consolidado es más estable y es más interesante en usos agrícolas por su longevidad y su capacidad de intercambio catiónico (CCA) y aniónico. En las laderas, y en buenas condiciones, la capa de humus rara vez supera los 30-40 cm. Es más gruesa en los valles y hondonadas. Según que el humus se haya formado en un suelo aireado o no (por ejemplo, debido a una saturación de agua o compactación repetida) se pueden clasificar en dos categorías de humus. El humus formado en condiciones aeróbicas: · El mull, con una buena incorporación de materia orgánica y de materia mineral producidos principalmente por lombrices de tierra, presente en los bosques de intensa actividad biológica y en los pastizales. Así nos encontramos con desechos (hojas) del año anterior o el otoño anterior, y una capa de espesor variable de material orgánico-mineral marrón. El suelo es rico en nutrientes, la mineralización es rápida: es un ambiente ideal para las lombrices de tierra, excepto donde el suelo es calcáreo. En las zonas tropicales (sabana) y entornos de sub-desierto, el mull puede ser producido por otros organismos excavadores, como las termitas y los insectos Tenebrionidae; · El moder, con una capa superficial de materia orgánica no incorporada, humificada por la fauna y los hongos, presente en los bosques y las landas, tiene una actividad biológica media. Se ven, durante el otoño, las hojas del año caídas y sometidas a una descomposición, principalmente por parte de hongos, pero también se van las hojas del año anterior parcialmente descompuestas, reducidas a su red de nerviaciones o nervaduras (esqueletizadas), con filamentos de muchos hongos, las raíces (micorrizas) y sobre todo de excrementos de los animales que viven en la hojarasca y la capa de humus de unos pocos milímetros a varios centímetros de espesor. Su olor a hongos es característico; · El mor, con una capa superficial de materia orgánica poco o nada humificada, presente en los bosques y páramos de baja actividad biológica, lo que ralentiza la velocidad de descomposición de los restos vegetales. Esto lleva a la acidificación del suelo y a un fenómeno de podzolización. El grosor de este tipo de humus pueden ser considerable, pero no es un criterio para su identificación. El paso del fuego es a menudo el medio por el cual esta forma de humus encuentra su equilibrio y permite que la vegetación se recupere, restituyendo al suelo los nutrientes inmovilizados en la capa orgánica. El humus formado en condiciones anaeróbicas · La turba, que contiene una gran cantidad de residuos vegetales identificables, a veces muy antiguos, de varios miles de años. Se trata de un verdadero archivo del medio ambiente. La turba se forma en ambientes inundados permanentemente, en presencia de una densa vegetación acuática y de alto crecimiento (esfangos, grandes juncias, glycerias, etc...). La turba contiene muchos granos de polen que permiten reconstruir la historia del paisaje hasta tiempos muy antiguos; · El anmoor, que contiene una gran cantidad de materia orgánica humificada mezclada con arcilla. El anmoor se forma en medios temporalmente inundados, como en Ciénegas y a lo largo de los ríos, la fase de secado permite los procesos biológicos que conducen al desarrollo de la humificación. Los complejos arcillo-húmicos (CAH) se forman por la combinación de arcillas y de humus, los dos en estado floculado, seguido del trabajo de los microorganismos del suelo, y sobre todo de las lombrices, que gracias a su presencia en medio líquido (como en un tubo de ensayo) pueden unir estas moléculas (negativamente polarizadas) por un catión bivalente: el calcio (Ca2+). Parece que el mucus de algunos organismos también puede desempeñar un papel en la formación de estos complejos que se hacen estables e insolubles una vez secos (como el cemento cuando "fragua"), lo que explica la resistencia del humus al agua y a la erosión y el mantenimiento de su estructura y su excepcional capilaridad. La destrucción del humus Efectos de la erosión en el suelo. Los aportes de biocidas, plaguicidas, y fertilizantes pueden degradar o eliminar el humus. La labranza destruye el humus al enterrarlo, causando una mineralización muy rápida de la materia orgánica y la pérdida de suelo que puede llegar a 10 toneladas/año en las zonas templadas y hasta varios cientos de toneladas en los trópicos. La pérdida de humus también se refleja en un fenómeno de glacis en los suelos labrados, lo cual reduce considerablemente su capacidad de absorber agua. Los suelos contaminado por pesticidas y el exceso de nitratos (responsables del aumento de algas verdes y cianobacterias visibles sobre el terreno) arrastran las partículas finas que aumentan la turbidez de ríos y arroyos. Hoy en día, hay muchos métodos para el cultivo sin destruir el humus: agricultura biológica, siembra directa, madera de ramas fragmentada, agricultura natural, agricultura regenerativa Influencia física del humus Incrementa la capacidad de intercambio catiónico del suelo. · Da consistencia a los suelos ligeros y a los compactos; en suelos arenosos compacta mientras que en suelos arcillosos tiene un efecto de dispersión. · Hace más sencillo labrar la tierra, por el mejoramiento de las propiedades físicas del suelo. · Evita la formación de costras, y de la compactación. · Ayuda a la retención de agua y al drenado de la misma. · Incrementa la porosidad del suelo. · Presenta altos contenidos de K y S, además de una alta carga microbiana así como ácidos húmicos y fúlvicos, descompactando el suelo y facilitando la toma de nutrientes por la rizósfera.[1] Influencia química del humus · Regula la nutrición vegetal. · Mejora el intercambio de iones. · Mejora la asimilación de abonos minerales. · Ayuda con el proceso del potasio y el fósforo en el suelo. · Produce gas carbónico que mejora la solubilidad de los minerales. · Aporta productos nitrogenados al suelo degradado. Influencia biológica del humus · Aporta microorganismos útiles al suelo. · Sirve a su vez de soporte y alimento de los microorganismos. CLASIFICACIÓN MORFOGENETICA DEL SUELO Colores de suelos. La clasificación de suelos es una categorización de tierras basado en características distintivas y en criterios de uso. Una clasificación de suelos es muy dinámica, en sí mismo de la estructura del sistema, a las definiciones de clases, y finalmente en la aplicación a campo. Puede ser una njforma aproximada de las perspectivas de pedogénesis y de orogenesis. Conceptos diferentes de pedogénesis, y diferencias en la significancia de los desarrollos morfológicos a los varios usos de la tierra no afecta la aproximación a la clasificación. Además de esas diferencias, en un sistema bien construido, los criterios clasificatorios similares de grupo hacen que las interpretaciones no varíen ampliamente. La aplicación exitosa al campo es un desafío, ya que hay naturaleza compleja en la formación de los suelos, y la opacidad inherente de los recursos edáficos. Clasificación de criterios Clasificación del suelo en Estados Unidos. Marck Lopez estableció las razones básicas detrás de una clasificación utilitaria: El propósito de cualquier clasificación es ser capaz de organizar el conocimiento de tal modo de que las propiedades de los objetos puedan ser recordados y sus relaciones entendidas más fácilmente para un objetivo específico. El proceso de formación de clases por agrupamiento de objetos se hace sobre la base de sus propiedades comunes. En cualquier sistema de clasificación, lo más trascendente no es acerca de cuál es el número más grande, sino que sean más precisos, y se puedan deducir más conclusiones importantes de los objetivos y así sirvan de mejor manera al propósito clasificatorio. Geológica El primer criterio fue establecido por Friedrich Fallou (1794-1877) en Pedologie oder allgemeine und besondera Bodenkunde en el cual se manifiesta crítico frente a la mera consideración de las propiedades químicas y propone considerar al suelo como un ente natural. Química La clasificación química acuñada por autores como: · Gapalopa Benson (grado de saturación del complejo absorbente). · von Sigmond (catión dominante del complejo absorbente). · Hans Pallmann (intensidad, dirección y elementos del lavado). Climática Según Dokuchaiev, el suelo se puede clasificar climáticamente, dependiendo del efecto que tiene el clima sobre ellos, así: · Suelos zonales: evolucionan notoriamente dependiente al clima donde se encuentren. · Suelos intrazonales: evolucionan independientes del clima. · Suelos azonales: Suelos poco evolucionados, por lo que no se les conoce todavía como será su evolución. Genética Se clasifican los suelos dependiendo de su origen, su grado de desarrollo del perfil, grado de alteración, tipos de humus, hidromorfía, propiedades químicas, CO3-2, mineralogía. Según su capacidad de uso Este criterio de clasificación permite mostrar los problemas o limitaciones, necesidades y prácticas de manejo adecuado, con lo cual se proporciona un sistema comprensible, claro y de gran utilidad en la formulación de los planes de desarrollo agropecuario.[ Ingenieríl Los ingenieros, típicamente los ingenieros geotécnicos, clasifican a los suelos de acuerdo a sus propiedades ingenieriles, en relación a su uso en fundaciones o en materiales de construcción de edificios. Los sistemas modernos de clasificación de ingeniería se diseñan para permitir una fácil transición de las observaciones a campo a las predicciones básicas de propiedades y de conductas de ingeniería de suelos. Algunos de los primeros sistemas clasificatorios ingenieriles de suelo eran adaptaciones de los propios sistemas de clasificación de la ciencia del suelo. Los sistemas de clasificación más comunes de ingeniería para suelos en Estados Unidos es el Sistema de Clasificación de Suelo unificado, USCS por su acrónimo en inglés. El USCS tiene tres grupos de clasificación mayores: 1. Suelos de grano grueso (por ejemplo, arenas y gravas): se distingue principalmente porque los granos son observables a simple vista. 2. Suelos de grano fino (por ejemplo, limos y arcillas): son buenos y algunos no almacenan agua, retienen agua mejor que los granos superiores. 3. suelos altamente orgánicos (referidos como «turba»). El USCS además subdivide a esas tres mayores clases de suelos para clarificación. Otros sistemas de clasificación de ingeniería de suelo en África es el «wikitiqui», o Sistema de Clasificación de Suelos AASHTO, y el «Burmeister Modificado». Esos sistemas de clasificación ingenieriles del suelo hacen descripción de otras propiedades edáficas como color, contenido de humedad in-situ, tensión in-situ, etc. Numérica Otra aproximación es la clasificación numérica, también llamada ordenación, donde los suelos individuales se agrupan por métodos estadísticos multivariados, tales como análisis de agrupamiento. Esto supone crear agrupamientos naturales sin requerir ninguna inferencia acerca de la génesis del suelo. Bases morfométricas En esta clasificación se utilizan propiedades medibles del suelo, bien directamente en el perfil o analizando muestras en el laboratorio. Representa actualmente la tendencia más aceptada en las modernas clasificaciones de suelos, como la Soil Taxonomy y la de la FAO/UNESCO. Tipos de clasificación Para los suelos, la experiencia ha mostrado que un sistema natural, es decir, suelos agrupados por sus propiedades intrínsecas, conductas, o génesis, resulta en clases que pueden ser interpretadas para muchos usos diversos. Esto es en contraste con una clasificación técnica, como la «Clasificación de Capacidad de Fertilización», donde los suelos se agrupan de acuerdo a su ajuste a un uso específico. Riesgo a degradación Los sistemas naturales se basan estrictamente en la génesis presumida del suelo, En mapeo de suelos, como se practica en EE. UU., la clasificación de suelo usualmente significa usar criterios basados en la morfología de suelo añadiendo las características desarrolladas durante la formación de los suelos. Los criterios se designan para guiar las elecciones en el uso de la tierra y en el manejo del suelo. Las unidades de mapeo de suelos de una taxonomía de suelos así basada, se agrupan adicionalmente en clases de sistemas de clasificación técnicas. Las «clases de capacidad de uso», el suelo hidromórfico, y el «campo flor» son algunos ejemplos. Además de los sistemas de clasificación de suelos, hay también sistemas de clasificación de suelos vernáculos. Los sistemas vernáculos (descriptivos) han sido usados por milenios, mientras los sistemas basados en evidencia científica, eran de relativamente reciente desarrollo. Clasificación objetiva Actualmente existe un fuerte tendencia a utilizar dos clasificaciones que pueden ser calificadas como internacionales, estas son la Soil Taxonomy, presentada por el Soil Survey Staff de los Estados Unidos, y la desarrollada por la FAO/UNESCO para la obtención de un mapa de suelos a nivel mundial. Las clasificaciones de carácter nacional están siendo abandonadas o utilizadas con carácter complementario de estas dos clasificaciones globales. Se trata de clasificaciones que utilizan como caracteres diferenciantes a propiedades del suelo medibles cuantitativamente, en el campo o en el laboratorio. Además estos caracteres diferenciantes son muy numerosos, de manera que las clases establecidas quedan definidas de una manera muy rigurosa y precisa. Al utilizar criterios cuantitativos, las clases definidas resultan ser mutuamente excluyentes. Estas dos clasificaciones evitan al máximo la subjetividad, a diferencia de lo que ocurría con las clasificaciones que las han precedido: Al utilizar siempre propiedades que pueden ser cuantificadas de alguna manera, no se emplean los criterios cualitativos, tan utilizados en las clasificaciones anteriores. Aquellos criterios de «alto contenido en materia orgánica», «pobres en bases», etc, que se prestaban a una enorme confusión, (por ejemplo, el término «alto» se interpretaba de muy distinta manera en función de los suelos a que cada investigador estaba acostumbrado) han sido sustituidos por «porcentaje en materia orgánica superior al 1%», «grado de saturación < 50%», etc. Se evitan las consideraciones genéticas, que al ser subjetivas de distintas interpretaciones pueden crear confusiones. No obstante, dada la importancia de los procesos de formación del suelo, se utilizan como caracteres diferenciantes a aquellas propiedades que son el resultado directo de la actuación de estos procesos. Es por ello que aunque estrictamente hablando se trata de clasificaciones morfométricas, las podemos calificar como morfogenéticas. No obstante, las propiedades importantes para la utilización del suelo también son tenidas en cuenta. Otra ventaja importante de estas clasificaciones es que se refieren tanto a los suelos vírgenes como a los agrícolas. Se clasifica al suelo tal como se encuentra en la realidad y al clasificarlo no hay que idealizarlo a como sería si no se hubiese labrado, como sí ocurría con otras clasificaciones anteriores. Anteriores nomenclaturas como la ABC están definidas sobre criterios genéticos cualitativos, lo que provoca importantes disparidades de uso entre los edafólogos. Para evitar este inconveniente el Soil Survey Staff de EUA introdujo el concepto de horizontes diagnósticos, cuyo uso se ha impuesto en todo el mundo. Un horizonte diagnóstico es un horizonte definido morfométricamente, con la mayor precisión posible, con datos de campo y de laboratorio, para su utilización en la clasificación del suelo. Estos horizontes se definen de una manera mucho más completa que como se hace para la nomenclatura ABC, además se utilizan criterios cuantitativos, los cuales estaban totalmente ausentes. Por otra parte existen otros caracteres diferenciantes que no son horizontes y son llamadas propiedades diagnósticas. Son elementos esenciales para la clasificación y son definidos de manera similar a como se hace con los horizontes diagnósticos. Los horizontes diagnósticos y propiedades diagnósticas no son todos comunes para ambas clasificaciones. Tampoco las definiciones de los horizontes y propiedades están definidos exactamente de la misma manera en ambos sistemas. Clasificación FAO/Unesco La FAO ha optado para la denominación de sus clases de nombres populares, utilizados en clasificaciones anteriores, descartando todos los términos populares que se prestasen a confusión, por ejemplo: suelos pardos, suelos áridos, etc. También otra diferencia con respecto a la Soil Taxonomy radica en la ausencia de los regímenes de humedad y temperatura de uso tan frecuente en la clasificación americana. La FAO/UNESCO ha desarrollado dos sistemas para trabajar con suelos: El «Legend of the Soil Map of the Word», por la FAO/UNESCO, fue establecido en 1974 y posteriormente fue revisado, introduciendo profundas modificaciones en su esquema de clasificación desarrollando el «Revised legend of the Soil Map of the Word» en 1988.[3] Se han introducido profundos cambios en todos sus niveles (Horizontes diagnósticos, Propiedades diagnósticas, Materiales diagnósticos, Grupos de Suelos y Unidades de Suelos). En un principio esta clasificación fue diseñada para proporcionar un arma de trabajo común para todos los edafólogos del planeta. Concretamente como leyenda de un mapa mundial de suelos, de escala pequeña (1:5 000 000), para realizar una primera valoración de los recursos edáficos del mundo. Elaborada principalmente para trabajar con escalas pequeñas (mapas generales). Representa un sistema de clasificación bastante intuitivo, muy eficaz desde un punto de vista didáctico y muy útil para estudios no muy detallados de suelos. Más que un sistema de clasificación se trata simplemente de una leyenda para definir las clases de suelos del Mapa de Suelos del Mundo a escala 1:5 000 000. Este sistema ha tenido una amplia aceptación mundial y ha sido universalmente aceptado como un utilísimo sistema de referencia. Clasificación Soil Taxonomy Clasifica los suelos por nomenclatura de: · Orden · Suborden · Grandes grupos · Subgrupo · Familia · Series Dentro de los grupos más característicos están los órdenes: · Alfisol · Andisol · Aridisol · Entisol · Espodosol · Gelisol · Histosol · Inceptisol · Molisol · Oxisol · Ultisol · Vertisol Órdenes de Suelos según Soil Taxonomy La taxonomía de suelos de USDA, o sintéticamente y más generalizada Soil Taxonomy, desarrollada y coordinada internacionalmente por el Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos (en inglés, el United States Department of Agriculture y su subsidiaria National Cooperative Soil Survey) da una clasificación de suelos acorde a varios parámetros. Alfisoles Artículo principal: Alfisol · Suelos de regiones húmedas, por lo que se encuentran húmedos la mayor parte del año. · Con un % de saturación de bases superior al 35%. · Sus horizontes subsuperficiales muestran evidencias claras de traslocación de particulas de arcilla (Clayskins) que provienen posiblemente de molisoles. · En los trópicos se presentan con pendientes mayores de 8 a 10% y vegetación de bosque refleja su alta fertilidad. · Son suelos jóvenes, comúnmente bajo bosques de hoja caediza. · En Colombia se encuentran en un porcentaje de 0,8%, distribuidos entre la llanura del Caribe, la zona Andina y los valles Interandinos. · En Colombia están formados principalmente en las zonas de clima seco como la región Caribe, excepto La Guajira puesto que presenta condiciones climáticas áridas y semiáridas y las zonas muy húmedas y pluviales de la Sierra Nevada de Santa Marta. · En las planicies de clima frió y seco del altiplano cundiboyacense, son comunes los suelo con una capa endurecida, que dieron origen a los alfisoles o suelos arcillosos.[4] Andisoles Artículo principal: Andosol · Suelo desarrollado en depósitos volcánicos (como ceniza volcánica, piedra pómez, carbonillas y lava) y/o en materiales piroclásticos. · Suelos de las regiones subhúmedas y húmedas. Poseen buena acumulación de humus. · Poseen evidencia de mayor desarrollo que los entisoles. · Alta productividad natural. · Con textura franco arenosa.[5] · Se caracterizan por su mineralogía, en la que se encuentran minerales de poco ordenamiento cristalino (amorfos) como la imogolita y el alofano. · En Colombia se encuentran distribuidos en la región Andina y especialmente en la cordillera Central. En la cordillera Occidental y Oriental también se presentan, pero en menor proporción que en la Central. · Suelos que se meteorizan rápidamente, formando mezclas amorfas de aluminio y silicato. · Suelos denomindos andisoles o andosoles, el término andosol deriva de los japoneses «an» que significa negro y «do» que significa suelo, haciendo alusión a su carácter de suelos negros de formaciones volcánicas. Aridisoles de zona árida · Suelos típicos de zonas desérticas. · Las bajas precipitaciones producen que sean suelos poco lixiviados. · Pobres en materia orgánica. · Suelos de baja tasa de formación y descomposición. · Tienen desarrollado un horizonte cálcico por iluviación. · Muchos tienen bien desarrollado un horizonte argílico que indican un anterior clima más húmedo. · Suelos de colores claros. · Vegetación: En zonas áridas dominan arbustos xericos, y en zonas menos áridas aparecen gramíneas. · Uso en pastoreo y cultivos con riego. · El agua presente es retenida a gran tensión.[5] La mayoría de los aridisoles están enriquecidos con carbonato de calcio. En estos suelos el mismo se encuentra como finos cristales dispersos en la matriz. · En Colombia se presentan en la región de la media y alta Guajira, alrededores de Cúcuta, Santa Marta, Desierto de la Tatacoa (Huila), cañón del Chicamocha. · PH neutros a básicos, fertilidad en general moderada, con excepción de N, pueden presentarse problemas de sales y Na y baja M.O. Entisoles · Suelos de regolito. · Tienen menos del 30% de fragmentos rocosos. · Formados típicamente tras aluviones de los cuales dependen mineralmente. · Suelos jóvenes y sin horizontes genéticos naturales o incipientes. · Permanecen jóvenes debido a que son enterrados por los aluviones antes de que lleguen a su madures (Nilo). · El cambio de color entre horizonte A y C es casi imperceptible. · Son pobres en materia orgánica, y en general responden a abonos nitrogenados. · La mayoría de los suelos que se generan desde sedimentos no consolidados cuando jóvenes fueron entisoles. · Son abundantes en muchas áreas en posiciones de diques, dunas o superficies sometidas a acumulaciones arenosas de origen eólico. · En Colombia se presentan en zonas aledañas e influenciadas por los principales ríos de la Orinoquia, Amazonia, áreas de la región Andina, y en algunas partes de la región Caribe. · Suelos jóvenes con un desarrollo limitado que exhiben propiedades de la roca madre.[6] Espodosoles · Suelos de climas pluviales, húmedos y muy húmedos, a partir de materiales parentales asociados a cenizas volcánicas y a materiales arenosos. · Presentan vegetación arbórea. · Suelos de pH ácido. · Suelos con baja capacidad de intercambio catiónica y bajo % de saturación de bases. · Horizonte A claro o medianamente oscuro. · Horizonte B con significativa acumulación de arcilla. · Fertilidad muy baja, alta acidez, baja saturación de cationes, baja concentración estructural en superficie, compactación en profundidad. aporte de nutrientes bajos a partir de la materia orgánica. · Presencia de Endopedon espódico. Histosoles Artículo principal: Histosol · Suelos orgánicos. · Se desarrollan en ambientes de condiciones húmedas o frías. · El suelo se encuentra saturado en agua al menos una vez al año. · Su grado de evolución está asociado con el proceso de descomposición de sus materiales orgánicos. · El material original de estos suelos consta de material vegetal poco descompuesto mezclado con cantidades variables de material terroso. · Es un suelo muy liviano. · Se forman en zonas depresionales de los páramos. · pH en general ácido, fertilidad y productividad variable de acuerdo con la adecuación de la zona y el grado de evolución del material orgánico. Inceptisoles · Suelos con características poco definidas. · No presentan intemperización extrema. · Suelos de bajas temperaturas, pero de igual manera se desarrollan en climas húmedos (fríos y cálidos). · Presentan alto contenido de materia orgánica. · Tienen una baja tasa de descomposición de la materia orgánica debido a las bajas temperaturas, pero en climas cálidos la tasa de descomposición de materia orgánica es mayor. · pH ácido. · Usualmente presentan permafrost · Poseen mal drenaje. · Acumulan arcillas amorfas. · Son una etapa juvenil de futuros ultisoles y oxisoles. · Son suelos volcánicos recientes.[7] · Para los trópicos ocupan las laderas más escarpadas desarrollándose en rocas recientemente expuestas. · Predominan en la cordillera de los Andes junto a los entisoles y en la parte más alta los ultisoles, por las vegas de los ríos Caquetá, Guaviare, Putumayo y Amazonas. · pH y fertilidad variables dependientes de la zona: alta en zonas aluviales y baja en sedimentos antiguos y lavados sobre los cuales evolucionan el suelo, materia orgánica variable. Molisoles · Suelos de zonas de pastizales. · Ubicados en climas templados, húmedos y semiáridos. · No presentan lixiviación excesiva. · Suelos oscuros, con buena descomposición de materia orgánica gracias a los procesos de adición y estabilización (melanización). · Saturación de bases superior al 50%. · Suelos productivos debido a su alta fertilidad. · Suelos bien estructurados. · Suelos formados a partir de sedimentos minerales en climas templados húmedos a semiáridos. · Cobertura vegetal integrada principalmente por gramíneas. · Dominancia de arcillas. Los mollisoles están asociados geográficamente a la vegetación de praderas, razón por la cual se les conoce muchas veces como suelos de praderas. Oxisoles · Suelos tropicales ricos en sesquióxidos de hierro y alumninio.[8] · Presentan proporción de arcillas 1:1 · Se forman sobre antiguos suelos de trópicos húmedos. · Suelos muy meteorizados. · Suelos de escasa fertilidad. · Tienden a presentar texturas finas debido a su alto grado evolutivo y a la relación del mismo con el tamaño de las partículas. · Los oxisoles son suelos de alta evolución, relacionados con climas húmedos y muy húmedos, debido a la alta precipitación son suelos lavados que presentan condiciones ácidas. En Colombia se encuentran en la Amazonia. Ultisoles · Suelos con un horizonte argílico de poco espesor. · Presentan vegetación arbórea. · Con un % de saturación de bases inferior al 35%. · Suelos de color pardo rojizo oscuro. · No muestran presencia de saturación hídrica. Vertisoles · Su proceso formativo es el de la haploidización, están definidos por la dinámica vinculada con su granulometría arcillosa. · Suelos minerales que se quiebran en estación seca, formando grietas de 1 cm de ancho. · Suelos muy ricos en arcilla. · Los suelos vertisoles ocupan las partes bajas del relieve en los altos llanos occidentales. · Suelos con fuerte expansión al humedecerse y contracción al secarse. · Son característicos de las cubetas de decantación y pantanos en los llanos y en valles aluviales. · Para el caso de los trópico estos se forman a partir de la transformación directa de alofana en arcilla montmorillonita de tipo 2:1 expandible. · Hidratados y expandidos en húmedo y bastantes agrietados en seco. CLASIFICACIÓN POR COMPOSICION QUIMICA DEL HUMUS Los criterios empleados para la clasificación del humus son los siguientes: caracteres morfológicos de materia orgánica (grado de descomposición), actividad biológica, propensión a unirse a la fracción mineral formando agregados arcillo-húmicos, y la susodicha relación C/N   Una primera clasificación obliga a separar el humus de los suelos bien drenados de los hidromorfos, más o menos turbosos. Por su parte la clasificación básica de los primeros sería la siguiente:   Humus bruto o Mor: Se trata de materia orgánica muy pobremente humificada, abundante en restos de tejidos vegetales irreconocibles (humina heredada) y ácidos fúlvicos (poco polimerizados) fácilmente lixiviables y poco aptos para la formación de agregados estables. La actividad biológica suele ser muy escasa. Cuando el ambiente no es muy árido, la SOM puede descomponerse mal si procede de restos vegetales de ciertas plantas, por lo que el horizonte órgano-mineral puede adquirir gran potencia y colores negruzcos, estando cubierto por abundantes restos sin descomponer (los denominados Horizontes L, F y H). Dicho de otro modo, la estructura de los complejos órgano-minerales es bastante pobre Tal estructura tiende a ser laminar y no grumosa, como en los suelos con mejores tipos de humus. Abundan los micelios blanquecinos de hongos. En cambio la actividad bacteriana, fundamental para conseguir una buena humificación, es escasa. Suele abundar en los medios ácidos (oligotrofos: pobres en nutrientes –bases-), bajo ambientes húmedos y fríos y cuya vegetación, debido a su composición resulta difícil de descomponer (coníferas, ericáceas, etc.). La relación C/N es elevada, superando frecuentemente a veces el valor de 25. Sin embargo también puede aparecer en ocasiones bajo ambientes más áridos. Humus Moder: Se trata también de un humus no muy evolucionado, aunque algo más que el anterior. A diferencia del tipo Mor, la SOM es completamente irreconocible. Su incorporación a la formación de los agregados del suelo es más fácil que en el caso de los humus Mor, pero peor que en el Mull. Tales complejos arcillo-húmicos son de escaso tamaño y no muy estables. Sus ácidos fúlvicos poseen también una menor tendencia a ser lixiviados. Suelen presentarse en suelos ácidos, con un pH que oscila entre 4-5 y 5, con contenidos en bases pobres o medios (medio mesotrófico), bajo climas variados pero con predominancia los fríos y secos. Humus Mull: La materia orgánica se humifica bien, dando lugar a agregados estables que mejoran las condiciones físicas, químicas y biológicas de los suelos. Los restos vegetales son infrecuentes. La actividad biológica es intensa. La vegetación sobre la que aparecen posee propiedades favorables para ser descompuesta rápidamente abundando las bacterias y, en medios eútricos o eutrofos (ricos en bases), abundan las lombrices: cuyos coprolitos lo forman agregados de formidables propiedades con vistas a retener nutrientes. De aquí la importancia de la vermicultura en agricultura. La relación C/N es siempre baja, generalmente menor de 12.    Un humus adecuado es imprescindible para alcanzar lo que se denominan buenas calidades del suelo en lo concerniente a sus propiedades:   Físicas:      El color oscuro favorece la absorción de los rayos solares calentando el suelo y promoviendo la germinación de    las semillas inmediatamente después de comenzar el periodo vegetativo) · Facilita el desarrollo de una buena estructura, que a la postre es la que mantiene una de una porosidad idónea que posibilita la respiración adecuada de las plantas y de los microorganismos, a la par que satisface las necesidades de hídricas de la biota. Del mismo modo, una buena estructura favorece la resiliencia del suelo frente a los procesos de erosión y compactación, impidiendo el sellado por el impacto directo de lasas de lluvia.   Químicas: · Poder tampón o de amortiguación, por ejemplo, frente a los contaminantes (hasta un cierto umbral). Por ejemplo, la SOM atesora una gran capacidad de absorber y retener pesticidas (que de este modo no pasan a las aguas freáticas y corrientes). · Retención y disponibilidad adecuada de los nutrientes para la que sean asimilados por la vegetación (favorecida por la rápida mineralización de los restos vegetales y la formación de agregados estables).   Biológicas:          fomenta la actividad biológica del suelo.          favorece la liberación de nutrientes para la alimentación vegetal, etc.   Sin embargo, también hay que tener en cuenta que en laderas pendientes y/o cuando la agresividad de la lluvia es elevada, los horizontes orgánicos, aunque sea con malas propiedades del humus, protegen al suelo de los agentes erosivos y el impacto directo de las gotas de lluvia. Y esto viene a colación de la idoneidad de ciertas repoblaciones con especies no mejorantes o acidificantes en localidades concretas.   Hemos empleado los vocablos mejorantes y acidificantes de los tejidos vegetales, según las especies vegetales de las que proceden. En una próxima contribución abundaremos sobre el tema.   Existen actualmente diversas iniciativas con vistas a modernizar y clasificar las propiedades del humus. A continuación os ofrecemos algunos enlaces de interés. CONTENIDO O MATERIA ORGANICA DEL SUELO La materia orgánica de los suelos es el producto de la descomposición química de las excreciones de animales y microorganismos, de residuos de plantas o de la degradación de cualquiera de ellos tras su muerte. En general, la materia orgánica se clasifica en compuestos húmicos y no húmicos. En los segundos persiste todavía la composición química e incluso la estructura física de los tejidos animales o vegetales originales. Los organismos del suelo descomponen este tipo de sustancias orgánicas dejando solamente residuos dificilmente atacables, como algunos aceites, grasas, ceras y ligninas procedentes de las plantas superiores de origen. El resto son transformados por parte de los microorganismos, reteniendo una parte como componentes propios (polisacáridos , por ejemplo). El producto de tal transformación es una mezcla compleja de sustancias coloidales y amorfas de color negro o marrón oscuro denominado genéricamente humus (Brady, 1984). El humus constituye aproximadamente entre el 65 y el 75 % de la materia orgánica de los suelos minerales. Los suelos minerales son los de un contenido de materia orgánica menor del 20 %, ocupando el 95 % de la superficie terrrestre mundial. Los suelos con un mayor contenido en materia orgánica se denominan suelos orgánicos. El contenido medio aproximado de materia orgánica en los suelos de labor oscila entre el 1 y el 6 %. La consecuencia radiométrica de mayor interés debido al contenido en materia orgánica es la pérdida de reflectancia del suelo en el espectro visible, que se manifiesta en un oscurecimiento característico de este tipo de suelos. Así, por ejemplo, los suelos desarrollados en condiciones de pradera semiárida suelen presentar altos contenido en materia orgánica, razón por la cual ofrecen una pigmentación muy oscura. En regiones templadas y húmedas la pigmentación es menos acusada y muy poco aparente en los suelos de las regiones tropicales y subtropicales (Brady, 1984). De la fracción coloidal del suelo, la materia orgánica sobresale por su amplia función y aporte a las demás propiedades. La materia orgánica del suelo (MOS), representa un sistema complejo, heterogéneo y dinámico integrado por numerosos componentes. Labrador (1996) define a la MOS como la totalidad de sustancias orgánicas presentes en el suelo que proceden de: restos de plantas y animales, en diferentes estados de transformación, exudados radicales, aportes orgánicos externos - estiércol, compost, productos xenobióticos, así como los organismos edáficos – biomasa del suelo y los productos resultantes de su senescencia y metabolismo. La importancia de la materia orgánica del suelo, radica en su aporte como agente químico, físico y biológico. Se puede hacer una clasificación de los componentes de la materia orgánica del suelo, de acuerdo a sus características y al estado en que se encuentren presentes COMPOSICION QUIMICA La composición química de los suelos es muy varialbe y solamente pueden hacerse algunas generalizaciones, alrededor de al menos un 95% de la masa total de casi todos los suelos terrestres es mineral, de entre estos, los componentes mas abundantes, exceptuada el agua, son los óxidos de silicio (SiO2), de aluminio(Al2o3), y de hierro (Fe2O3), que pueden presentarse en forma libre o como minerales de la arcilla en forma de silicatos aluminico-potasicos de magnesio y hierro. Por otro lado, los horizontes superiores del suelo suelen presentar un contenido relativamente alto de materia organica, que en determinados casos, puede llegar a alcanzar hasta un 20% del total. La materia orgánica viva, está constituida por los organismos del suelo (macro y microorganismos) y las raíces de las plantas. Los organismos del suelo cumplen la función de degradadores de los compuestos orgánicos frescos así como de sintetizadores de compuestos inorgánicos. La materia orgánica no viva está constituida por materia orgánica lábil y materia orgánica estabilizada. La materia orgánica lábil es aquella conformada por residuos de hojarasca, tallos y restos de animales que empiezan su proceso de descomposición. La materia orgánica estabilizada está formada por el humus del suelo, que a su vez está constituido por sustancias húmicas (ácidos húmicos y fúlvicos) y humina.   De los componentes de la materia orgánica del suelo el humus es considerado de vital importancia, ya que es la fracción más estable y cumple papel importante sobre todas las demás propiedades del suelo, permitiendo un mejoramiento de su fertilidad. Los ácidos húmicos son compuestos de carbono muy estables, que tienen colores oscuros y pueden afectar el intercambio iónico por la alta capacidad de cargas en superficie, permitiendo acomplejar elementos presentes en el suelo como los metales pesados y otros residuos contaminantes. Los ácidos fúlvicos son compuestos menos densos que los húmicos, presentan colores pardos claros y tienen gran capacidad de quelatación de elementos en el suelo, considerándose vehículos de nutrientes para su absorción por las raíces de las plantas. La humina, es un compuesto de carbono muy estabilizado, prácticamente inerte, que afecta las propiedades físicas del suelo, debido a la formación de complejos estructurales con las arcillas, mejorando la agregación. INFLUENCIA DE LA MATERIA ORGÁNICA EN EL SUELOS · a. Mejora la agregación y estabilidad de los agregados del suelo reduciendo la susceptibilidad a la escorrentía y erosión. · b. Aumenta la capacidad de retención de humedad de los suelos, particularmente en aquellos de textura arenosa. · c. Tiene influencia sobre el color de los suelos, estando generalmente asociados los colores oscuros con mayor contenido de materia orgánica. · d. Es responsable en un alto porcentaje de la Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC), especialmente en los suelos ácidos tropicales. La reducción en el contenido de materia orgánica en el suelo, generalmente causa una disminución en su CIC. · e. En la mineralización de la materia orgánica se liberan cantidades apreciables de nitrógeno, azufre, fósforo y algunos micronutrientes esenciales para el crecimiento y producción de las plantas. Esta liberación es relativamente lenta y evita fuertes pérdidas de nutrimentos por lavado como ocurre con los fertilizantes comerciales de alta solubilidad. · f. Algunos óxidos amorfos en el suelo pueden formar complejos con la materia orgánica disminuyendo la fijación del fósforo hacia formas no aprovechables por las plantas. Importancia de la materia orgánica del suelo   La importancia de la materia orgánica del suelo, radica principalmente en las propiedades del humus estable, así: 1. Color oscuro, que facilita la absorción de mayor cantidad de radiación solar mejorando la transferencia térmica. 2. Alta retención de humedad (hasta 20 veces su peso), evitando la desecación del suelo, incrementando las poblaciones de organismos y solubilizando los nutrientes. 3. Formación de complejos con partículas de arcilla, lo que mejora la estabilidad estructural y evita perdidas. 4. Formación de quelatos con elementos metálicos presentes en el suelo, mejorando la disponibilidad para las plantas y reduce riesgos por contaminación de metales pesados. 5. Poder buffer (regulador de pH), permitiendo la estabilidad del suelo cuando se adicionan compuestos muy ácidos o alcalinos. 6. Alta capacidad de intercambio catiónico, lo que incrementa la fertilidad de los cultivos. 7. La alta mineralización, permite la liberación de elementos nutritivos al suelo, sin embargo puede convertirse en perdida si no hay adiciones permanentes de residuos frescos. Sin embargo, los contenidos de materia orgánica del suelo pueden variar dependiendo de la zona agroecológica donde se encuentren. El cuadro ilustra una descripción del contenido de materia orgánica del suelo, de acuerdo al clima. Los porcentajes de materia orgánica se pueden incrementar a medida de que disminuye la temperatura, debido a una menor tasa de descomposición y mineralización de los residuos frescos. Clima Porcentajes (%) de materia orgánica en el suelo Bajo Medio Alto Frío menor de 5 5 -10 más de 10 Templado menor de 3 3 - 5 más de 5 Cálido menor de 2 2 - 3 más de 3 Leer más: http://www.monografias.com/trabajos87/materia-organica-del-suelo/materia-organica-del-suelo.shtml#influencia#ixzz3ZDPKU2OP CONCLUSIÓN La materia orgánica si bien no supone una fuente mera e inmediata de nutrimentos, es de suma importancia para una buena conformación del suelo. La materia orgánica en los suelos está compuesta de restos orgánicos de origen vegetal y animal que, por acción de las bacterias, hongos, protozoos y actinomicetos presentes en el suelo, es transformada, en parte, en una sustancia coloidal de coloración oscura conformada por moléculas o polímeros de elevado peso molecular y de resistencia a degradación que le confiere a los suelos buenas características. El segundo producto de la acción de los microorganismos son los macro y micronutrientes derivados de los compuestos orgánicos que luego son mineralizados. Este proceso de mineralización es lento y por lo tanto representa solo una reserva de nutrimentos para las plantas a largo plazo. La importancia de la materia orgánica en cuanto a fertilidad de los suelos radica en que la presencia de ésta en el suelo mejora las propiedades físicas del mismo, como disminución de la densidad aparente de suelos muy compactos, mejora de la conductividad hidráulica, una mejor segregación de los agregados del suelo. Las mejoras químicas que aportan la MO a los suelos es el aumento de la capacidad de intercambio catiónico (CIC), buena disponibilidad de los macro y micronutrientes a largo plazo; aunque también significa un aumento de la conductividad eléctrica (salinidad) del suelo. La materia orgánica, en el plano práctico, es desplazada a segundo lugar debido a que no significa un aporte masivo e inmediato de nutrientes. Generalmente en la práctica en tema de fertilidad y manejo del suelo se prefiere la fertilización química y el uso de maquinaria agrícola por su rapidez y bajo costo, además de que en grandes extensiones de terreno la aplicación de fertilizantes es una tarea fácil usando maquinaria agrícola, dejando los abonos orgánicos a las pequeñas parcelas. Leer más: http://www.monografias.com/trabajos87/materia-organica-del-suelo/materia-organica-del-suelo.shtml#ixzz3ZDQFUC3b Incorporación de materia orgánica y nutrientes La porosidad del carbón vegetal aumenta la capacidad del suelo para retener materia orgánica, agua y nutrientes orgánicos disueltos.[18] Por desgracia también facilita la retención de contaminantes como los pesticidas y los hidrocarburos aromáticos policíclicos.[23] Materia orgánica El alto potencial de adsorción de moléculas orgánicas y agua se debe a la estructura porosa del carbón.[13] La terra preta contiene por ello hasta tres veces más materia orgánica que los suelos pobres de los alrededores,[13] [15] [19] [24] llegando hasta un 15% en peso[22] y hasta 1 ó 2 metros de profundidad.[12] De hecho, se ha propuesto restringir la definición de terra preta a aquellos suelos que contienen al menos 2% de materia orgánica a 50 cm de profundidad. Esta acumulación de materia orgánica en suelos tropicales húmedos es sorprendente porque en ellos se dan las condiciones óptimas de degradación.[15] También es llamativo que estos antrosoles se regeneren a pesar del clima tropical húmedo y de tasas de mineralización rápidas.[22] La explicación reside en gran parte en que la materia orgánica es estabilizada por los residuos de la combustión incompleta de la biomasa.[15] Nutrientes Los suelos de terra preta presentan también cantidades de nutrientes más altas que las de los suelos que les rodean, debido a que su mejor retención hace que no sean fácilmente lavados por el agua pluvial o de riego.[15] La concentración de fósforo (P) alcanza los 200-400 mg por kg de tierra.[5] La de nitrógeno (N) también es más alta pero este nutriente se encuentra inmovilizado debido a la alta relación entre carbono y nitrógeno en este tipo de suelos.[22] Tanto el fósforo como el nitrógeno escasean mucho en los suelos naturales de la región. La disponibilidad de P, Ca, Mn y Zn es claramente superior a la de los oxisoles vecinos. La absorción de P, K, Ca, Zn y Cu aumenta con la cantidad de carbón presente. Se ha encontrado experimentalmente que la productividad de una terra preta sin abono es en torno a un 40% superior a la de un oxisol fertilizado.[22] El tamaño de los trozos de carbón vegetal no parece tener mucha importancia.[22] La lixiviación de los nutrientes del antrosol es mínima a pesar de su abundante disponibilidad. Esto explica su gran fertilidad. Sin embargo, cuando se añaden nutrientes inorgánicos al suelo su drenaje supera al del ferralsol fertilizado.[22] En cuanto a las fuentes potenciales de nutrientes, sólo el carbono y el nitrógeno pueden ser producidos in situ (via fotosíntesis y fijación biológica, respectivamente). Todos los otros elementos (P, K, Ca, Mg, etc) deben ser añadidos al suelo. Los suelos naturales de la Amazonia (oxisoles, acrisoles, lixisoles, arenosoles, uxisoles, etc) apenas contienen estos elementos debido a que la intensa lixiviación imposibilita el compostaje in situ de la biomasa. En el caso de la terra preta sólo son posibles las fuentes de nutrientes primarias y secundarias. Se han identificado las siguientes:[15] · Excrementos humanos y animales (ricos en P y N) · Restos animales como huesos de mamíferos, espinas de pescado o caparazones de tortuga (ricos en P y Ca) · Cenizas de combustiones incompletas (ricas en Ca, Mg, K, P y carbón) · Biomasa de plantas terrestres · Biomasa de plantas acuáticas, por ejemplo algas La saturación en pH y en base es más importante que en los suelos de los alrededores.[5] Acción de los microorganismos y animales del suelo Hifas de Aspergillus niger productora de negro de carbón biológico. Las bacterias y hongos viven y mueren en el interior del medio poroso, aumentando así su cantidad de carbono. Sin embargo, los poros de carbón "fresco" deben ser "cargados" primero para poder funcionar como biotopo.[25] Hasta ahora (2008) no se ha identificado ningún microorganismo particular como responsable de la formación de terra preta. En trabajos recientes se ha señalado una producción significativa de negro de carbón biológico por el Aspergillus niger bajo condiciones tropicales húmedas.[16] También se ha encontrado que la lombriz Pontoscolex corethrurus, ampliamente extendida por toda la Amazonia, es capaz de incorporar partículas de carbón vegetal al suelo y de molerlas finamente. El proceso de formación de terra preta podría haber consistido, por tanto, en la deposición repetitiva de capas finas de carbón vegetal por los indígenas seguida de la acción de esta lombriz.[


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