RESUMEN DE LA OBRA EL CANTAR DEL MIO CID CANTAR PRIMERO: El Destierro del Cid El rey de Castilla Alfonso VI manda al Cid a Andalucía a cobrar las parias o tributos de los reyes moros de Córdoba y Sevilla. Almutamiz, rey de Sevilla, estaba en guerra con Almudafar, rey de Granada, a quien ayudan el conde García Ordóñez y otros nobles castellanos. El Cid, Amparando a Almutamiz, vasallo del rey de afrentosamente, ³mesándole la barba´.vuelto Rodrigo a castilla con las parias, los enemigos lo indisponen con el rey, y éste lo destierra. Estos hechos no aparecen en el poema, que empiezan con la despedida del Cid, de vivar y su palacio, yermos y desheredados´. Luego se dirige, con los vasallos que lo siguen, a Burgos, donde nadie osa recibirlo, por haberlo prohibido el rey, según lo explica una niña. Se detiene por unos momentos en la catedral de dicha ciudad, y prosigue después su camino hacia el monasterio de san pedro de Cerdaña, donde están su mujer, doña Jimena, y sus hijas, niñas aún, doña Elvira y doña sol. En Cerdaña se despide de éstas, que quedan confiadas al abad don sancho. Y sigue en marcha forzada hasta la frontera de castilla, pues están por expirar los nueve días de plazo por el rey. Ya en tierra de moros, el Cid entra en guerra con ellos, a los que gana las ciudades de Castejón y Alcocer, y avanzando en sus conquistas hacia Teruel y Zaragoza, llega hasta el condado de Barcelona, donde vence y toma prisionero al conde de dicho lugar, don Ramón Berenguer, ocasión esta en que ganó la famosa espada Colada. Después de tenerlo tres días en su poder y ante la decisión de éste de dejarse morir de hambre, el Cid lo puso en libertad. CANTAR SEGUNDO: Bodas de las Hijas del Cid El Cid se dirige luego hacia el mediterráneo, tomando la costa entre Castellón y Murviedro, y ganando después la ciudad de Valencia. En el poema se expresa el júbilo y la ganancia de tan grande conquista: Grandes con los gozos que van por lograr es cuando Mio Cid gañó a Valencia e entró en la ciudad. Los que foron de pie caballeros se frazen en oro e plata ¿Quién vos lo podrie contar? También vence al rey moro de Sevilla, que había ido en auxilio del de Valencia, y previo permiso del rey, a quien había enviado varios presentes de caballos, lo que prueba su condición de buen vasallo, mas tarde vence al rey de Marruecos, Yuguf que había ido a recuperar a Valencia. Son tantos los triunfos del Cid, que sus enemigos sienten acrecentar su envidia, y dos parientes del conde García Ordóñez, los infantes de Carrión, don Diego y don Fernando, desean casarse con sus hijas, codiciosos de las riquezas del héroe. El Cid no ve con gustos estos casamientos, pero requerido por el rey, accede lleno de recelos, y se dirige con los suyos a Valencia, donde las bodas se realizan con grandes fiestas que duran quince días. CANTAR TERCERO: La Afrenta de Corpes Los infantes de Carrón han revelado su cobardía en varios episodios: el miedo de los infantes ante un león del Cid, escapado de su jaula, y la huída del infante don Fernando, al ser embestido por el moro Aladraf. El Cid, en cambio, va de triunfo en triunfo, y gana la espada tizona en un famoso encuentro con el rey Búcar de Marruecos, a quien vence después de un magnífico combate individual. Los infantes de Carrión deciden vengarse del Cid, a quien envidian, y se llevan a sus esposas a tierras de Carrión, deteniéndose en el robledal de Corpes, donde las vejan y maltratan brutalmente. Enterado el Cid de esta afrenta pide justicia al rey. Éste, dolido por la mala acción de los infantes convoca a las cortes de Toledo. En ella son condenados los infantes quienes se ven obligados a devolver las espadas Colada y Tizona, obsequios del Cid, a reintegrar la dote, ya consumida en parte, y batirse en duelo con vasallos del Cid. El poema termina con llegada de emisarios de los infantes de Navarra y Aragón quienes solicitan para ambos las manos de doña Elvira y doña sol, a los que el Cid accede satisfecho por la honra que esto significa para las mismas. LA CANCION DE ROLANDO El emperador Carlomagno combate contra los sarracenos desde hace siete años. Solamente el rey Marsilio en Zaragoza, aun le opone resistencia .Ha hecho una oferta para rendirse, pero se necesita enviar un embajador ante el. Aconsejado por Rolando, el emperador encarga esta misión a Ganelon, padrastro de Rolando. A Ganelon el asunto le parece sospechoso, ya que Marsilio se caracteriza por su mala fe con los enviados cristianos .Entra en tratos con el rey sarraceno, planea vengarse de Rolando y acepta conducirlo a una emboscada .Aparentemente la embajada de Ganelon ha conseguido sus propósitos .El ejercito retorna a Francia y Ganelon encarga a Rolando proteger la retaguardia. Justo en ese momento el poderoso ejecito de Marsilio rodea a Rolando y sus doce pares a la pasada de los Pirineos. Los franceses intentan defenderse; el orgullo de Rolando retrasa el que su cuerno mágico para llamar en su auxilio a Carlomagno. Solamente cuando quedan apena sesenta hombres de los veinte mil que lo acompañaban, hace sonar el cuerno. Carlomagno llega demasiado tarde. Todos han muerto ya y el emperador solamente puede recoger sus cuerpos para conducirlos de regreso a la patria .El rey Marsilio muere de pesar , ya que las tropas de Carlomagno han derrotado su ejercito. Alda , la prometida de Rolando , muere también al conocer la noticia de la muerte del héroe . Ganelon , sometido a proceso por su traición , sufre la condena a muerte por descuartizamiento .Los elementos históricos en que se apoya La canción de arbolando , resultan harto endebles : allá por el año 778 , cuando Carlomagno regresaba de una campaña contra los sarracenos , un grupo de montañeses vascos ataco a su ejercito y masacro su retaguardia . Verdad o ficción , las hazañas de los guerreros se mantuvieron durante siglos en la tradición popular hasta que en el siglo XII un anónimo poeta recogió los elementos de la conseja para crear una historia de exaltación de los valores nacionales que se adaptaba perfectamente a las circunstancias del momento . Los vascos se transformaron en sarracenos ± los enemigos de ese momento ± Ganelon aparece como el elemento que compensa el honor nacional y Rolando , encarna el prototipo del caballero , tal como se concebía en el siglo XII. CANTAR DE LOS NIBELUNGOS El cantar de los Nibelungos, es una historia de la mitologia germana, Sigfredo es un valiente caballero que lucha contra el rey alberich, el rey que protege el tesoro de los Nibelungos, al vencer sigfredo sabe donde esta oculto el tesoro y, también se dice que este venció a un dragon y al bañarse en su sangre queda invencible, pero una hoja le cubre parte de su espalda quedando como un punto débil. Sigfredo escucha que una bella princesa, que es custodiada por sus hermanos, en el reino de Worms del Rin son los burgundios, Sigfredo cae en gracia del rey Gunter y ahí conoce a la bella Crimilda, el rey Gunter pide la ayuda de Sigfredo para conquistar a la princesa Brunilda quien hace pasar las peores pruebas a sus contrincantes deben vencerla y esta tiene una gran fuerza; sigfredo decide ayudarle pero le pide a cambio la mano de la princesa Crimilda, Gunter acepta y van a conquistar a Brunilda, esta piensa que Sigfredo viene por ella y se decepciona al saber que era el rey Gunter quien la pedía, al luchar contra el y al ser vencida por el se casa, pero era Sigfredo quien realizaba las pruebas ya que tenia un manto invisible y así regresaron, Sigfredo se caso con Crimilda ambos se amaban mucho, pero la noche de bodas hubo un problema Brunilda no quería acostarse con el rey Gunter y haciendo gala de su fuerza lo dejo colgado en la habitación, hasta la mañana siguiente, el rey Gunter contó esto a sigfredo, el le prometió que la domaría, así que con ayuda de su manto tomo la forma de Gunter y combatió en la alcoba con Brunilda hasta quitarle el cinturón mágico, y el rey Gunter pudo domar a su esposa; después de esto Crimilda halla el cinturón y le pregunta a Sigfredo y este le cuenta lo acontecido, luego sucede una riña entre Brunilda y Crimilda, aduciendo Brunilda el poder de su esposo sobre Sigfredo, Crimilda llena de importencia dice frente a los sirvientes que Brunilda fue domada por Sigfredo y como ella humillaba a su esposo, entonces Bruilda queda muy molesta; al suceder esto Sigfredo y Crimilda se van a su reino. Pero Brunilda llora y su sirviente Haguen de Tronie jura vengarse de Sigfredo, asi que organiza una cacería invitando a Sigfredo, este acepta y llega a Works del Rin junto a Crimilda, Haguen de tronie le dice a Crimilda que le diga donde esta el punto débil de Sigfredo para protegerlo, y Crimilda le dice e inclusive cose un distintivo en su capa en el lugar indicado, pero después se arrepiente, llegado el día de la cacería Sigfredo es herido de muerte por Haguen de Tronie, el rey Gunter deja que esto suceda y cuando regresan con el cadáver de Sigfredo Crilimda llora indignada por la traición de su propia familia, y decide vengarse, después de un tiempo es pedida en mano por Atila el rey de los Hunos, este se la lleva a su reino donde tienen un hijo y después de planear Crimilda invita a sus hermanos a visitarla, ellos piensan que es una muerte segura, pero su honor puede más y van junto a Haguen de Tronie y muchos de sus hombres, al comienzo son recibidos en buena forma pero la hostilidad impera y revienta una lucha encarnizada donde mueren hunos y burgundios, al final de todo crimilda logra matar también a Haguen y ella es muerta por un defensor de Haguen asi termina esta historia con el rey Atila contemplando los muertos y las mujeres llorando por sus hombres. Don Juan Manuel nació en el Castillo de Escalona, situado en la provincia de Toledo. Su última carta, fechada en Castillo de Garcimuñoz el 12 de octubre de 1348, demuestra que hubo de fallecer con posterioridad al 5 de mayo que en la mayoría de los libros viene como la fecha oficial de su defunción.2 Su nombre completo era Juan Manuel de Villena y BorgoñaSaboya y fue el creador de la Casa de Manuel de Villena, cuyos descendientes acabarían siendo propietarios de varios títulos de nobleza, como el condado de Vía Manuel, el marquesado de Rafal o el ducado de Arévalo del Rey, entre otros. Por ser hijo del Infante don Manuel de Castilla (Señor de Villena, Escalona, Peñafiel, Elche, Santa Olalla, Agreda, Roa, Cuéllar, Chinchilla, Aspe y de Beas) y de Beatriz de Saboya, era sobrino del rey Alfonso X el Sabio y nieto de Fernando III el Santo. Heredó de su padre el gran Señorío de Villena, junto a los señoríos de Escalona y de Peñafiel. Posteriormente, en 1330, recibió el título vitalicio de Príncipe de Villena merced del Rey de Aragón Alfonso IV. El título pasó a ser de carácter vitalicio y que daría paso a un ducado tras la muerte de Don Juan Manuel (ducado de Villena). Su biografía es bien conocida merced a los trabajos de Andrés Giménez Soler. Su nombre era Juan Manuel de Borgoña y Saboya, pero tras fundar la Casa de Manuel de Villena, cambió sus apellidos pasando a llamarse Juan Manuel de Villena y Borgoña-Saboya; fue educado como un noble, en artes tales como la equitación, la caza o la esgrima, pero sus ayos se preocuparon de que aprendiese además latín, historia, derecho y teología; de esta completísima educación hay recuerdos en el capítulo LXVII de su Libro de los estados. Aunque en algunas ocasiones se proclamaba lego en sus obras, tal declaración era convencional y obedecía al topos humilitatis o tópico de la humildad, para compartir la la ignorancia de su público por cortesía pedagógica; en realidad era un sabio de conocimientos enciclopédicos, que dominaba el latín y el italiano, aunque no el griego. Su religiosidad era de sesgo tomista, vinculada a la orden de Santo Domingo.3 Literariamente, su formación incluyó la lectura de diversos poemas del mester de clerecía (Libro de Alexandre, Libro de Apolonio...), los tratados de Raimundo Lulio, la obra de Alfonso X (especialmente, la Estoria de España), varios libros doctrinales como la Disciplina clericalis de Pedro Alfonso, y colecciones de sentencias, proverbios y dichos de sabios traducidos de lenguas orientales o del latín al castellano (Calila e Dimna, Sendebar...), etc. A los 8 años perdió a sus padres y pudo disponer del amplio patrimonio de su familia; a los 12 años participó en la guerra para repeler el ataque de los moros de Granada a Murcia. En la lucha dinástica suscitada en Castilla a raíz de la muerte de don Fernando de la Cerda, primogénito de Alfonso X el Sabio, don Juan Manuel se puso siempre del lado de Sancho IV, como también lo había estado su padre, y el rey correspondió a esta lealtad otorgándole su protección. Se casó tres veces, eligiendo a sus esposas por conveniencia política y económica y, cuando tuvo hijos, se esforzó por emparejarlos con personas pertenecientes a la realeza. La primera de sus esposas fue la infanta de Mallorca doña Isabel, con la que se casó en 1299; sin embargo falleció dos años más tarde. Al morir Sancho IV, incumplió su promesa de proteger a la reina regente María de Molina en la minoría de edad del futuro Fernando IV el Emplazado: los agobió con todo tipo de exigencias y se mostró poco fiel, buscando la alianza de Jaime II de Aragón, para lo cual le pidió en 1303 la mano de su hija Constanza, que aún era niña; se casó con ella en 1311, cuando ella tenía 12 años. Durante la minoría de edad de Alfonso XI fue corregente del reino hasta que el propio monarca le obligó a dejar el cargo; también en su reinado dio muestras de su carácter inquieto y levantisco, por ejemplo cuando se enojó porque el rey no quiso casarse con su hija Constanza y le declaró la guerra con la ayuda del rey de Granada; hechas las paces, recobró el cargo de adelantado de Murcia que había perdido con esa situación y, viudo, se volvió a casar, en terceras nupcias, con doña Blanca Núñez de Lara, volviéndose a enfrentar con el rey Alfonso XI, a quien no quiso aportar sus tropas para cercar Gibraltar; tras una nueva reconciliación, volvió a encontrar un motivo de queja laboriosamente inventado y acusó al rey de no permitir que su hija Constanza se casara con don Pedro de Portugal, futuro rey con el nombre de Pedro I; recobró la gracia real a tiempo para participar en la importante Batalla del Salado contra los benimerines y en la ulterior conquista de Algeciras. Don Juan Manuel se convirtió en uno de los hombres más ricos y poderosos de su época, y, además de mantener él solo un ejército de mil caballeros, llegó a acuñar su moneda propia durante un tiempo, tal y como hacían los reyes. Para ello tenía una fábrica de acuñar moneda en su aldea de El Cañavate (Cuenca), actidad que molestó tanto a Alfonso XI como a los reyes de Aragón. El autor de El Conde Lucanor compaginó durante toda su vida sus actividades como escritor y como noble caballero. En su entorno, hubo ciertas críticas acerca de su vocación literaria, pues se pensaba que un noble de tan alto prestigio no debería dedicarse a tales actividades. El placer que encontraba en la escritura y la utilidad que veía para los demás en ella, le llevaron a seguir con su actividad literaria; en su época el trono de Castilla estuvo ocupado por dos monarcas que incluso llegaron a trazar planes para matarlo: Fernando IV y Alfonso XI; sin embargo este último buscó su fidelidad pidiéndole la mano de su hija Constanza, aunque eso se debió a una mera maniobra política para conservar su fidelidad, dando largas al matrimonio y repudiándolo luego cuando estaba ya concertado confinando a la joven en el Castillo de Toro, de forma que este no sólo había repudiado a su hija, sino que no se la devolvía ni le concedía permiso para viajar a Portugal y casarse con el infante Pedro de Portugal, futuro rey con el nombre de Pedro I; estas discordias duraron lo menos una década y al menos en dos ocasiones don Juan Manuel corrió el albur de llegar a caer apresado por el monarca; no obstante la necesidad del rey de asegurar la paz interior para poder enfrentarse al rey de Marruecos y la mediación de doña Juana Núñez, suegra de don Juan por su tercer matrimonio, consiguieron que el rey devolviese a don Juan Manuel sus bienes embargados y los demás honores en 1337, poniendo fin a la enemistad, que se consolidó definitivamente con la autorización para la boda de Constanza y, hacia 1340, como ya se ha dicho, ambos se aliaron contra los musulmanes en la batalla del Salado y les arrebataron la ciudad de Algeciras. Tras estos acontecimientos, el infante don Juan Manuel dejó la vida política y se retiró a Castillo de Garcimuñoz, donde pasó sus últimos años entregado a la literatura. Orgulloso de sus obras, decidió reunirlas todas en un solo volumen, que dejó en el monasterio de San Pablo de Peñafiel para que no sufrieran las alteraciones de los copistas. Don Juan Manuel falleció en la ciudad de Córdoba en 1348, a los sesenta y seis años de edad.