Remoción en masa

May 4, 2018 | Author: Anonymous | Category: Documents
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GEOMORFOLOGÍA – Proceso de Remoción en Masa – Gonzalez Díaz EL PROCESO DE REMOCIÓN EN MASA Introducción Sólo con posterioridad a la meteorización (mecánica o química) de los materiales rocosos de la superficie terrestre (fase previa que hace posible la fragmentación de aquellos), los productos detríticos resultantes se hallan en condiciones de ser incorporados y transportados por los distintos agentes o medios (agua, aire hielo), que participan el los procesos erosivos geomórficos. Pese a este general establecimiento existe un proceso, que moviliza los fragmentos en las pendientes y que depende exclusivamente de la gravedad, sin la presencia de agente alguno. Estos desplazamientos de material pendiente abajo, son considerados colectivamente con el nombre de “Remoción en Masa”. El agua, en sus fases líquida o sólida, tiene escasa y a veces nula participación en el mismo. La Remoción en Masa cubre de este modo el interregno que existe entre la meteorización y la erosión. Su amplio espectro, es generalmente dividido (ver cuadros I y II) en dos grandes categorías teniendo en cuanta el tipo y velocidad del movimiento; de acuerdo al tipo se tienen los Flujos y los Deslizamientos, clasificados ambos por su velocidad, en Lentos y Rápidos, dicho esto en forma relativa. Otras diferencias están expresadas en que característicamente los flujos exhiben deformación continua de la masa, mayor velocidad en el sector superior de la misma y carecen de superficies de deslizamientos; estos aspectos se contraponen a los deslizamientos. Estos últimos son subdivididos en jerarquías menores, de acuerdo a si el movimiento de la masa tiene carácter rotacional, trasnacional (planar), de caída, colapso o subsidencia. (1) Una segunda base para la clasificación tiene en cuanta el tipo de material comprometido en el movimiento (suelo, roca, detrito) y por último, se considera la mayor o menor participación de agua en el material movilizado. El rol de este último ha sido mencionado a menudo como “lubricante”, a pesar de su reducida influencia sobre las propiedades friccionales de los materiales. Se comprobó que su verdadera actividad en este proceso se expresa en las presiones generadas por el agua de infiltración (subterránea), ya sea entre los poros de las partículas o en los planos potenciales de deslizamiento (diaclasa, estratificación, fallas, etc.). Esto, mas el lógico incremento de peso que significa la incorporación de agua al material de una pendiente, permite alcanzar un “grado de inestabilidad”, necesario para que la gravedad comience a influir. Esta distinción entre Flujos y Deslizamientos no es marcadamente definida, existiendo entre ambos tipos, como en todo proceso natural, un pasaje gradual; por razones de entendimiento y practicidad se mantiene dicha división. Hay otras clasificaciones, muchas de ellas de concreta aplicabilidad en el ámbito ingenieril, pero la más simple, con una clara relación con el campo geográfico, es la presentada aquí. Factores y causas que facilitan el proceso de Remoción en Masa Esta incluye en general, procesos erosionales geomórficos de tipo paroxiámico y de corta duración, los que pueden ser activados de manera diversa. Entre los factores condicionantes previos y las causas que contribuyen a estos movimientos se señalan: 1) Las propiedades internas del material potencialmente movilizable: Comprende el tipo de material y sus características estructurales (grado de consolidación, cementación, espesor, disposición de las capas, tamaño y forma del grano, fallas, diaclasas, clivaje, exfoliación). 2) El ambiente geomórfico y el medio fisiográfico circundante: Las características de las pendientes son cruciales para determinar la magnitud, el grado de severidad y tipo del movimiento. También influye el relieve relativo y absoluto, el gradiente de la (1) Se sigue en general aquella clasificación de Sharpe, con pequeñas modificaciones. pendiente y la forma de la unidad geomórfica involucrada. Se suele agregar el clima, el carácter de la vegetación, la orientación de la pendiente y las condiciones previas de humedecimiento del material. 3) Factores externos independientes: Comúnmente han sido denominados los “disparadores” del movimiento, ya que suministran la fuerza inmediata que lo inicia. El material de una pendiente puede hallarse en un estado de equilibrio, hasta que el “umbral” crítico de su cohesión y estabilidad es excedido por alguna fuerza o esfuerzo, que supera dicho equilibrio. Entre ellos se citan: a) Excesiva precipitación: incrementa los esfuerzos derivados de la presión del agua entre los poros o en las superficies potenciales de deslizamiento, facilitando la separación del material dispuesto en la pendiente (que se puede movilizar), del sustratum estático de la misma; por otro lado, incorpora peso a la masa. b) Terremotos: probablemente resultan la causa más catastrófica; los severos shocks sísmicos no sólo “aflojan” y movilizan el regolito o las rocas, sino que además suelen producir cambios físicos en ciertos sedimentos “sensibles” (“arcillas rápidas”), que conducen a la licuación de los mismos por la ruptura de la débil ligazón existente entre sus elementos constituyentes. c) Actividades humanas: (acción antrópica): hay un llamativo incremento en los deterioros resultantes de la remoción en masa (particularmente deslizamientos), inducida por el hombre. El incremento poblacional no sólo ha obligado a su expansión territorial ocupando zonas de las planicies aluvionales, sino también los faldeos montañosos. La capacidad del hombre para producir modificaciones en las diferentes pendientes del relieve, ha conducido a un rápido desarrollo de paisajes, cuyo origen reconoce la acción del hombre (antropogénicos). El advenimiento de monstruosos equipos para grandes movimientos de tierra, permitió una general modificación artificial de las pendientes naturales en muchas partes del mundo. Por otro lado, las grandes obras de infraestructura (diques, urbanización, puentes carreteras, etc.) han contribuido eficazmente a deteriorar el medio ambiente. Las acciones mencionadas pueden ser agrupadas en dos categorías principales: 1.- alteración de la configuración de las pendientes 2.- incremento de la humedad en los materiales de las mismas De las consideraciones generales hasta aquí tratadas, algunos excluyen a los fenómenos del reptaje y la soliflucción (geliflucción). Clasificación general de la Remoción en Masa Se tiene en cuenta salvo leves modificaciones los delineamientos de aquella propuesta por Sharpe (Cuadro I), basada en los diversos factores ya considerados. 1. FLUJOS En ellos el mecanismo dominante de transporte involucra movimientos donde los materiales actúan como una masa viscosa. Se diferencian de acuerdo a su velocidad, la naturaleza de los materiales y al contenido de humedad. 1.1. 1.1.1. FLUJOS LENTOS Reptaje: es el lento desplazamiento pendiente abajo, generalmente imperceptible, del material superficial que cubre una pendiente. Se lo comprueba a través de controles prolongados o en forma indirecta, observando árboles con troncos curvados hacia arriba, postes inclinados, pavimentos desplazados, etc. (Fig. 2) Es común en suelos o en material detrítico dispuesto en una pendiente (coluvio, derrubio); algunos consideran además el reptaje de las rocas. Uno de los más activos 2 factores para explicar el desarrollo del reptaje, resulta ser el fenómeno de expansión y contracción del terreno de la pendiente, ya sea por congelamiento y descongelamiento, por humedecimiento y secado o por calentamiento y enfriamiento. Una expansión volumétrica debida a cualquiera de estas causas, provoca el desplazamiento de las partículas hacia arriba perpendicularmente a la superficie; durante la contracción la partícula no vuelve a su antigua posición sino que “se asienta” con cierto componente gravitacional, es decir, pendiente abajo con respecto a su posición anterior. El reptaje es un movimiento de tipo laminar, sin deformación de la masa, que no evidencia márgenes o bordes y sin superficies “de ruptura” (shear), con respecto al sustratum. Esto lo distingue de los otros tipos de flujos. Las formas resultantes del reptaje son los taludes (Fig. 1) o conos de deyección, de evidente origen gravitacional, carentes de estructura, que comúnmente se exponen en los faldeos de las serranías de las regiones desérticas y templadas (Sierras Pampeanas, Cordillera de los Andes). 1.1.2. Soliflucción: otra forma de flujo es la que se observa en regiones de altas latitudes o grandes alturas, donde el clima marcadamente frío y el terreno está sometido periódicamente a congelamiento y descongelemiento. El grado del congelamiento (permafrost) puede ser permanente, discontinuo o esporádico (Groenlandia). Este fluir del suelo hacia los niveles bajos deriva de la saturación en agua (resultante de la ablación del hielo o nieve) del sector superior (o “capa activa”) del suelo congelado. Esto facilita su movilización en pendientes de muy bajo gradiente, durante el período anual más cálido, en forma de “lóbulos de soliflucción”. Actualmente hay una propuesta que sugiere el reemplazo de aquel término por el de geliflucción, dejando el uso de soliflucción, cuando este proceso se desarrolla bajo otras condiciones climáticas. En relación con este ambiente de suelos congelados (permafrost) se desarrollan diversas estructuras en ellos (suelos poligonales, guirnaldas, listas de piedras), más debe señalarse que las mismas no son consideradas como geoformas. Glaciares de roca: constituyen enormes acumulaciones detríticas de gruesa granulometría (bloques), de aspecto similar a lenguas o lóbulos glaciarios, que se desplazan lentamente (mm/año), por los fondos de los valles montañosos y bajo particulares condiciones climáticas frías, propias de esas regiones de gran altura. Para su formación se requiere una masa de detritos, que genéticamente puede relacionarse con depósitos de taludes o glaciarios previos. Son comunes en nuestro país, en zonas como Aconquija, Alta Cordillera de Mendoza y San Juan; en estas últimas provincias representa una importante reserva hidrológica para esas regiones desérticas; el glaciar de roca es alimentado por avalanchas de hielo, nieve, granizo y a veces lluvia. Sus aguas se recongelan formando hielo intersticial en su interior; este hielo representa una gran reserva de agua, aprovechable en la época del estío. 1.1.3. 1.2. FLUJOS RÁPIDOS En ellos la participación del agua es mayor, al igual que su velocidad (desde m/año hasta km/h). Entre ellos se distinguen: 1.2.1. Corrientes de tierra: corresponden al más lento de los tipos de flujos aquí tratados. Afectan normalmente amplios sectores de una pendiente y pueden presentarse en dos situaciones geológico geomórficas diferentes: a) sobre ambientes de terrazas con pendientes de nulo o escaso gradiente (Fig. 3). Estas son típicas para ciertas zonas donde aparecen depósitos de terrazas aluvionales, que se sobreponen a capas de arcillas, cuyas condiciones físicas sufren grandes modificaciones por efectos de una perturbación derivada de un “shock” (terremotos, explosiones o trepidaciones). Dichos sedimentos, comúnmente conocidos como “arcillas rápidas”, saben pasar de una condición sólida a otra líquida, merced al reordenamiento de sus elementos componentes por influencia del shock que rompe la débil ligazón que existe entre los minerales arcillosos saturados en agua (efecto tixotrópico). Esto les proporciona llamativa fluidez: son comunes en las márgenes del río San Lorenzo (Canadá EE. UU.), 3 habiendo sido comprobada también su presencia y efectos durante el terremoto de Anchorage (Alaska, 1964). b) sobre mayores pendientes, correspondientes a elevaciones (Fig. 4; 5; 7). Este se inicia generalmente con un desplazamiento imperceptible en la parte superior de una pendiente más o menos fuerte (25º 35º), que suele manifestarse durante el desarrollo de unas fracturas semilunares en la parte superior de la pendiente, que posteriormente culminan en un desplazamiento del tipo rotacional (asentamiento). La masa así separada, se desplaza por la pendiente dejando una muestra de erosión superior (de la “zona de arranque”) y una acumulación en la porción distal inferior, que se asimila a una fase equivalente a una corriente de tierra. Buenos ejemplos de éste fenómeno se observan en las márgenes de la altiplanicie del Payún (Mendoza) y en la meseta de Somuncurá. En ocasiones, este proceso alcanza tal importancia en el moldeado del relieve, que permite interpretar como paisajes compuestos algunos sectores de la Patagonia Extrandina. 1.2.2. Torrentes de barro: difieren del anterior en que su desplazamiento es más rápido y muestran un mayor contenido en agua. El gradiente requerido es mas fuerte, desplazándose encauzado, siendo de carácter recurrente. Se distinguen tres tipos: a) Desértico: comunes para regiones de estas características climáticas, como por ejemplo el Noroeste Argentino; allí son conocidos como “volcanes”, “aluviones” o “aludes de barro y piedra”. Su composición granulométrica generalmente no coincide con el título del epígrafe, ya que algunos “torrentes de barro” están integrados por arenas, gravas y bloques (hasta aglomerados), siendo distinguidos como “flujos de detritos”. Condiciones importantes para su desarrollo son una rala cobertura vegetal y una brusca e intensa precipitación (chaparrón), que facilita una rápida saturación en agua de acumulaciones detríticas previas del valle (por ejemplo taludes). Un buen representante es el torrente de barro de El Volcán (Jujuy) cuya recurrencia provoca reiterados daños en el Ferrocarril Belgrano o aquel que sepultó a la población de Punta de Balasto (Catamarca) y obligó a su reubicación. b) Volcánicos: (Lahares): están relacionados con explosiones volcánicas. Un caso reciente de lahar se vincula con la explosión del Monte Helen de 1980, situado en el noroeste de EE. UU. Sus acumulaciones derivan de la movilización del material volcánico (cenizas, piroclastos), gravitacionalmente a favor de la pendiente y su saturación en agua. Esta puede provenir de nieve o hielo fundido por la explosión, o de lluvias contemporáneas o posteriores. c) Alpinos: resultan de la movilización de material detrítico en los valles alpinos, por saturación en agua proveniente principalmente de la ablación del hielo y/o de la nieve. En general, estos tipos de flujos provocan en los terrenos cultivados, daños permanentes y catastróficos, pues los cubren con una gruesa cubierta detrítica, que generalmente los hace irrecuperables. 1.2.3. Avalancha de detritos: en aquellas regiones húmedas que exhiben una continua cubierta de vegetación, este fenómeno remplaza al torrente de barro desértico. Característicamente el movimiento se desarrolla a lo largo de estrechas y alargadas “canaletas”, que comúnmente surcan los faldeos de los valles. El movimiento es precedido por intensas lluvias que saturan los detritos de meteorización acumulados en esas “canaletas”, aumentando su peso y facilitando el desarrollo de presiones por parte del agua infiltrada. Durante su desplazamiento gravitacional a lo largo de la canaleta, el material arranca y arrastra también la vegetación hallada a su paso; deja así una larga muesca o surco desnudo, en el faldeo vegetado (Fig. 6). La masa suele alcanzar el fondo del valle y movilizarse como un torrente de barro atípico; sus daños son semejantes al de los torrentes de barro. Un ejemplo de este proceso lo constituye el llamado “aluvión” de Chumbica (Catamarca), ocurrido en 1964. Este proceso es también recurrente. Todo el flanco este de la Sierra de Ambato es particularmente proclive a su reiteración, con grave peligro para las poblaciones 4 1.2.4. existentes (Huillapima, Capayán), situadas al pie de las serranías y en las bocas de las quebradas. Avalanchas de suelo: este proceso fue descripto para la isla de Cahu (Hawai). De forma similar a las avalanchas de detritos, se desplaza movilizando la cubierta de suelo en los faldeos de sus montañas, arrastrando consigo extensos tramos de vegetación. Según Wentworth es un proceso importante para el modelado de “divisorias agudas” en la isla. 2. DESPLAZAMIENTOS No existe un acuerdo general par su definición; de acuerdo a Sharpe, es el “movimiento o la caída imperceptible hacia abajo de una masa de “tierra”, roca o de ambos, relativamente secos”. Para Varnes (1958) denota “un movimiento hacia afuera de los materiales que forman una pendiente, representados por rocas, rellenos artificiales o combinaciones de los mismos”. Aquella general designación es reservada para aquellos movimientos en masa, que evidencian un desplazamiento a lo largo de una superficie de ruptura (shear) donde la masa es desprendida, se moviliza en forma prácticamente unitaria. Para algunos, las caídas deben ser tratadas aparte, las consideran como “abruptos movimientos por desplazamiento libre de materiales a partir de acantilados, escarpas o pendientes empinadas, en los cuales la masa desplazada mantiene escasa integración luego del impacto”. Se ve favorecida por rasgos estructurales previos como un diaclasamiento paralelo a la escarpa ó acantilado. En ambos casos el tipo de material movilizado permite distinguir varios tipos subordinados: de detritos, de suelos, de rocas. La naturaleza del plano de “corte” (ruptura), define si el deslizamiento es rotacional o planar, permitiendo así una diferenciación entre los mismos. 2.1. DESLIZAMIENTO ROTACIONAL (Asentamiento) Un asentamiento es un deslizamiento rotacional en el cual los materiales comúnmente mantienen su coherencia y se mueven a lo largo de un plano de ruptura que es cóncavo hacia arriba (Fig. 7). Este movimiento produce un vuelco hacia atrás de la masa o bloque, el cual se “hunde” en su parte posterior y se “eleva” en el frente. A veces, en lugar de comprobarse el movimiento de una sola unidad o bloque, se observan varios bloques subsidiarios; el eje de rotación es más o menos horizontal y paralelo a la abrupta pendiente de la cual desciende. Algunos se movilizan lenta e intermitentemente durante un largo período, pero culminan casi siempre en un rápido y único deslizamiento. La superficie de deslizamiento tiene típicamente la forma de una cuchara cóncava hacia arriba. Los aspectos estructurales, parecen ser factores controlantes en este tipo de fenómeno. Se observa normalmente en escarpas abruptas que marginan estructuras rocosas preferentemente horizontales, rematadas en un banco duro y otros inferiores, friables, blandos (limo arcillosos); favorece este proceso, una pérdida del “apoyo” en la base de la escarpa, por influencia de la acción erosiva lateral fluvial. Su presencia es común en zonas de planicies estructurales (mesetas, masas controladas por una capa resistente suprior). La zona patagónica extrandina de Río Negro y Chubut, caracterizado por un paisaje mesetiforme, fundamentalmente derivado de la erosión de planicies lávicas ó planicies de “rodados patagónicos”, constituye un excelente ejemplo para comprobar influencia de este tipo de proceso, en la evolución del relieve. 2.2. DESLIZAMIENTO PLANAR (Traslacional) Es aquel cuyo movimiento es paralelo a la superficie de ruptura, generalmente controlada por un plano estructural; sus divisiones menores también se basan en el tipo de material movilizado y grado de coherencia durante el proceso. a) Deslizamiento de bloques: cuando el material rocoso desplazado mantiene su integridad y actitud geológica. 5 b) Deslizamiento de rocas: cuando el sustrato rocoso desprendido, se fragmenta durante el rápido desplazamiento sobre la superficie de deslizamiento. Pueden alcanzar gran tamaño y severidad, constituyendo en ocasiones, uno de los más temidos y espectaculares eventos de la geología catastrófica (avalanchas de rocas). c) Deslizamiento de detritos: ocurre en materiales inconsolidados y representa el movimiento de regolito relativamente seco. d) Deslizamiento de suelos: cuando el material comprometido está constituido por suelo. Cabe destacar que las avalanchas de rocas característicamente muestran un enorme tamaño y una gran velocidad de deslizamiento; hay acuerdo para aceptar que deben ser involucrados grandes volúmenes de roca, a fin que la masa adquiera gran velocidad y fluya semejante a un cuerpo viscoso. Los volúmenes son tremendos; en general superiores a los 10 x 106 m3. Algunos ejemplos son: Saidmarred (Irán): 20.000; Lago Tahoe (California, EE. UU.): 10.000; Pamir (Tibet): 2.080; Vaiont (Italia): 260. Ciertos autores opinan que las avalanchas de rocas adquieren suficiente velocidad durante su descenso y se trasladan sobre la superficie, moviéndose en un colchón de aire “entrampado” en ellas, lo que reduciría su desplazamiento por largas distancias. Otros sugieren la idea de una fluidalización de la masa por el aire entrampado; tal propuesta tiene mucha oposición, puesto que en un deslizamiento, la masa debería deslizarse y no fluir. Aquel requerimiento de aire “entrampado” se ha visto desacreditado, en razón de que se ha comprobado en la Luna avalanchas de rocas. Esta avalancha lunar tiene su inicio en una montaña de 2 km de alto y se desplazó horizontalmente unos 5 km, a partir de su base. Por lo tanto las avalanchas lunares, son capaces de movilizarse a través de varios kilómetros, a pesar de la ausencia de lubricación por parte de un fluido interpuesto en la masa (cushion fluid). Se sostiene además, que las avalanchas pueden movilizarse eficientemente, en forma semejante a fluidos compuestos de partículas que se mueven rápidamente. Gran parte de la disputa estriba en si la está o no en contacto permanente con el suelo. Un testigo del deslizamiento de Elm, sostuvo que la masa no saltaba ni brincaba y ni “volaba” en el aire, sino que se desplazaba rápidamente en forma análoga a una creciente torrencial. Por último, se intenta explicar el especial movimiento de las avalanchas de rocas, aceptando su similitud al desplazamiento de una masa de clastos incoherentes dispersos en un medio fluido. Una dispersión de detritos muy finos y polvo de roca pulverizada, entre los grandes bloques de la masa, suministraría la fuerza ascensional requerida por este particular tipo de movimiento. Esta fuerza ascensional del material intersticial (fluido) explicaría los excepcionales recorridos de las avalanchas; podrían ser comparadas con una corriente de bloques que colisionando entre si, se desplazan a terrible velocidad, “flotando” en un “mar” de pequeños fragmentos de rocas y polvo de roca seco. Como ejemplo de su magnitud volumétrica y de los daños resultantes se puede recordar aquellas avalanchas de rocas provenientes del cerro Huascarán, que sepultaron en 1970 las ciudades de Yungay y Ranrahirca (Perú). La misma tuvo su “disparador” en un terremoto de grado 7, centrado a 85 km en el Pacífico. Los numerosos deslizamientos vinculados al fenómeno, provocaron la muerte de 70.000 personas en una amplia región adyacente a la Cordillera Blanca. En nuestro país, ejemplos menores de este tipo de movimientos, se han podido reconocer en la laguna Varvarco Campos (Neuquén), en Las Cuevas (Mendoza), en el flanco este de la serranía de la Palca (Catamarca), etc. 2.3. SUBSIDENCIA Es un movimiento en el cual no hay “cara libre” y por lo tanto el material es desplazado verticalmente hacia abajo, con ninguna o escasa componente horizontal, Pueden ser rápidos (algunos los denominan colapsos) o lentos (verdaderas subsidencias). 6 Ciertas condiciones favorecen la subsidencia: a) Litologías: la presencia de rocas solubles, o de arcillas o arenas fluentes (“rápidas”), o materiales no consolidados, o formaciones ricas e materia orgánica. b) Estructurales: presencia de rocas muy afectadas, “molidas” por fallas, que favorecen el pasaje de agua. c) Remoción de “apoyo” o sostén del techo: por solución y extracción química (calizas). d) Alteración química y cambio de volumen: por dolomitización, alteración de depósitos minerales (reducción de volumen), combustión de carbón lignito, etc. e) Acción mecánica: expulsión de arcillas “rápidas” o plásticas (en cierto tipo de corrientes de tierra), extracción de agua, de lava (túneles de lava), erosión mecánica subterránea por el agua (piping), fusión de hielo subyacente (termokarst). f) Acción humana: extracción de petróleo, de sales, de depósitos minerales o bombeo excesivo de aguas subterráneas. Este último caso es muy común en California; también se lo menciona en relación con el acuífero bonaerense, representado por las llamadas “arenas puelches”. g) Compactación: por sobrecarga natural (aluvión, hielo), por sobrecarga derivada de la acción humana (construcción de embalses, edificios u otras macroestructuras), por desecación (evaporación, desecación de pantanos). Consideraciones Finales Toma de conciencia del impacto de la Remoción en Masa en regiones densamente pobladas o el deterioro del medio ambiente. Es ciertamente lamentable para nuestra perspectiva, que cualquier estudio del proceso de Remoción en Masa, derive y se convierta normalmente en una descripción de desastres humanos. Desde el momento en que las avalanchas y los deslizamientos de rocas, provocan no sólo la muerte de personas (a veces de millones en un solo evento) y daños irreparables en el medio, se hace evidente que son necesarios estudios detallados y mas numerosos para salvar vidas y bienes humanos. Ello se logra a través de una mejor predicción, prevención, control y determinación de aquellas áreas con pendientes proclives a la desestabilización. Si bien en general tales acontecimientos están restringidos a zonas de elevado relieve, fuertes pendientes y condiciones locales particulares, no se debe descuidar su estudio y control en zonas que no reúnan esas condiciones. En lo que va del siglo, en EE. UU. los daños resultantes de los movimientos en masa se están incrementando. California es el estado más afectado por ellos; como dato ilustrativo se indica que durante el período 1940 1971, se registraron 335 deslizamientos en un solo condado (Alameda Country). También vale el hecho de mencionar que si bien las pérdidas por el terremoto de Anchorage (Alaska), en 1964, fueron cuantiosas, no menos de 100 millones de dólares correspondieron exclusivamente a los deslizamientos. En 1973, se publicó una estimación de los costos que podrían derivar de los deslizamientos en California, durante el lapso 1971 2000; si el uso del terreno continúa al mismo ritmo, se calculan en 9,85 billones de dólares las pérdidas provocadas por los mismos. Es entonces necesario tomar plena conciencia tanto por la población, como por las autoridades de la influencia de estos procesos en el medio ambiente y la actividad humana; por ello es necesario también un mayor conocimiento y divulgación a todo nivel de instrucción del proceso de la Remoción en Masa. Es imprescindible contar con estudios y mapeos especializados que delimiten las áreas potencialmente desestabilizables, ya sea regionalmente 7 o en relación a obras localizadas (diques, puentes, caminos, etc.) a fin de prever sus consecuencias o alcanzar su control. El método propuesto en EE. UU. tiene varios pasos que pueden resumirse así: 1) una previa base geológica detallada, que facilite el establecimiento de los datos básicos de una zona, con respecto a la inestabilidad de sus pendientes (mapa local); determinar un “rating” de las zonas, en cuanto a su proclividad al deslizamiento (mapa regional); llevar un adecuado registro de deslizamientos en el área investigada; establecer un conjunto de normas y códigos ingeniero geológicos; una implementación y ratificación de códigos y ordenanzas adecuadas; una eficaz legislación que prohíba y/o controle el desarrollo ambiental (urbanización, etc.). 2) 3) 4) 5) 6) En nuestro país, un general desarrollo urbano industrial en las zonas llanas y una escasa densidad poblacional, reduce drásticamente los peligros de la Remoción en Masa. Tal vez por ello no se le haya prestado una eficiente atención, en especial en importantes obras de ingeniería, donde localmente este proceso puede ser determinante en los tiempos de la progresión y costos de una obra. Hay variados procedimientos para la prevención y el control de pendientes que potencialmente pueden ser afectadas por este proceso o que ya lo han sido: 1) 2) 3) 4) el método de la elusión o de hacer un rodeo para evitar el área inestable; métodos que controlan la concurrencia del agua en aquellas pendientes potencialmente aptas para sufrir estos procesos; métodos de excavación (escalonamiento o degradado de la pendiente, colocación de sostenes, alivio en la parte superior de la pendiente); métodos que fijan el material y/o reducen los volúmenes de agua por electroósmosis, por congelamiento de los materiales, por cementación (cemento portland, sales químicas). Una cuidadosa investigación geológica acerca del grado de estabilidad del terreno (sus pendientes), debería normalmente preceder a cualquier proyecto. No existe un sustitutivo adecuado que remplace los estudios previos que sobre la geología, geomorfología, hidrología y también de mecánica de suelos, del área involucrada en el proyecto. Cada tipo de movimiento en masa tiene sus propios aspectos distintivos, diagnósticos, que requieren su interpretación por expertos. Las consultas realizadas acerca del conocimiento y entendimiento por parte de la sociedad de estos fenómenos (deslizamientos por ejemplo), se halla muy a la zaga de otros aspectos naturales, como pueden ser las inundaciones; todo ello es fruto de la escasa importancia acreditada a las ciencias geológicas particularmente a nivel secundario y al desconocimiento a nivel superior de un proceso, que a veces regionalmente adquiere gran relieve y en general la tiene a escala local. 8 CUADRO I CLASIFICACIÓN DE LOS FENÓMENOS DE REMOSIÓN EN MASA Según Sharpe (1938) Algo modificada GLACIARIO NATURALEZA Y VELOCIDAD DEL MOVIMIENTO CON INCREMENTO EN EL CONTENIDO DE HIELO ROCA O SUGLO CON INCREMENTO EN EL CONTENIDO DE AGUA FLUJOS IMPERCEPTIBLE LENTO TRANSPORTE DESLIZA-MIENTOS RÁPIDO LENTO AVALANCHAS DE DETRITOS ASENTAMIENTOS ( S l u m p ) DESLIZ. DE DETRITO S DESLIZ. DE ROCAS CAIDA DE DETRITOS CAIDA DE ROCAS CORRIENTE d TIERRA TORRENTE d BARRO AVALAN. d DETRITOS RÁPIDO SUBSIDENCIA CUADRO II TIPOS DE MOVIMIENTOS SOBRE UNA PENDIENTE Versión abreviada de Varnes (1978) SUBSECRETARÍA DE MINERIA SERVICIO GEOLÓGICO NACIONAL TIPO DE MATERIAL SUELOS (En sentido Ingenieril) DOMINANTEMENTE DOMINANTEMENTE GRUESO FINO CAIDA DE DETRITOS CAIDA DE "TIERRA" DEBRIS TOPPLES "EARTH" TOPPLES TIPO DE MOVIMIENTO CAIDAS TOPPLES (Vuelcos) UNIDADESMUCHAS UNIDADESPOCAS SUBSTRATO ROCOSO CAIDA DE ROCAS ROCK TOPPLES ASENTAMIENTO DE ROCAS (ROCK SLUMP) DESLIZAMIENTO DE BLOQUES DE ROCA DESLIZAMIENTOS DE ROCAS ROCK SPREAD DESLIZAMIENTOS ROTACIONAL ASENTAMIENTO DE DETRITOS ASENTAMIENTO DE "TIERRA" TRANSLACIONAL (Planar) DESLIZAMIENTO DE DETRITO "EN BLOQUE" DESLIZAMIENTO DE DETRITOS DEBRIS SPREAD DESLIZAMIENTO DE "TIERRA" EN BLOQUE DESLIZAMIENTO DE "TIERRA" EN BLOQUE "EARTH" SPREAD LATERAL SPREADS (Derrumbes Laterales) 9 TRANSPORTE SOLIFLUCCIÓN REPTAJE ( de rocas; de suelo; de detritos) SOLIFLUCCIÓN FLUVIAL FLUJOS MOVIMIENTOS COMPLEJOS FLUJO DE ROCAS FLUJO DE DETRITOS FLUJO DE TIERRA (Reptaje Profundo) (Reptaje de Suelos) COMBINACIÓN DE DOS O MAS DE LOS TIPOS PRINCIPALES DE MOVIMIENTOS 10


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