1. INTRODUCCIÓN Este libro se propone ser totalmente diferente a los anteriores. En primera instancia, el público al que se dirige es totalmentediferente al de cualquiera de los anteriores. Su edad, lenguaje,expectativas e intereses es distinto. Este libro es para nuestros queridos niños. Pero no solo para ellos. Esencialmente para ellos, pero no solo para ellos. Asimismo, es un libro de cuentos, de relatos. Pero no solo de relatos. De grandes acciones. Hemos tomado de grandes rabanim, líderes de nuestro siglorelatos de una extensión corta, pero de un significado enorme. Nuestro propósito es que nuestros hijos, hermanos y sobrinos senutran de material que les alimente el espíritu a la vez de brindarlesentretenimiento, de forma tal que vayan incorporando ejemplos útiles yde grandeza para la vida adulta que esperamos sepan llevar adelante enlos próximos años. Para ello, es necesario que trabajemos todos juntos: adultos yfuturos adultos. Se puede considerar como un entretenimiento, pero eso solo seríauna parte. El propósito va mucho más allí. De la conducta de nuestros grandes nosotros tenemos laoportunidad de aprender, de reflejarnos para saber cómo actuar en elfuturo. Pueden creerme, queridos lectores, que muchas veces he tomadomuchos ejemplos para nuestra vida. Sabido es que los libros y la ieshivá enseñan, pero nuestros Sabiosz”l le otorgaban gran importancia al Shimush talmidei Jajamim, servir alo grandes sabios. Quienes vivimos alejados de Eretz Israe-l, no muchas vecestenemos la oportunidad de tomar ejemplo de personalidades tandistinguidas como aquellas de las que leeremos juntos de aquí enadelante. Si bien son contemporáneas nuestras, básicamente muchos deestos grandes hombres ya fallecieron, ninguno hace tanto tiempo comopara que lo vivamos como algo lejano. Tampoco sabremos de cuestiones tan profundas como para que nolas podamos entender y aplicar. Torat Jaim. Una Torá para la vida y vidas de Torá. 1 2. Eso es lo que buscamos y lo que encontraremos juntos en estoscortos, pero profundos relatos que a continuación compartiremos. Buenos Aires, 20 de Shvat, 57672 3. SENSIBILIDAD Y RESPETO POR LOS ANCIANOS La anciana señora Levy deambulaba por la ciudad de Parshatatsumergida en sus pensamientos. “Desde hace mucho tiempo no como pollo, un simple pollo hervidoen un poco de caldo. Hace varios meses que no tengo dinero para comprar pollo yllevarlo a lo de un shojet para que me lo mate y lo haga casher para mí.Pero, es imposible que una persona pueda vivir únicamente a base depan y verduras baratas...Y encima ahora el médico me indicó que tengoobligación de comer pollo. ¿De dónde voy a sacar la plata para pagarlo? Estoy obligada a obedecerlo, ya que de ello depende mi vida y misalud. Pero, ¿acaso tengo que pedirle a mis vecinos un trozo de pollo? Sinceramente me da vergüenza... Pedirle a mi vecina, que vivía en otra ciudad y tampoco tenía comopara alimentar a sus hijos, que vaya y pida para las dos, tampoco puedoatreverme. ¿Qué voy a hacer?” Sinceramente tenía un gran problema, la pobre señora Levy,anciana, mayor y enferma... “¿Qué hacía cuando mis hijitos eran pequeños?, decía mientras lospensamientos correteaban por su mente, tampoco en aquellosmomentos tenía el dinero para comprar pollo y satisfacerlos a todos,pagándole al shojet por sus servicios... qué hacía en aquél entonces?” Mientras pensaba eso y la Señora Levy seguía, se movía de prisael Rab de la ciudad, R” Simón Shkop, acompañado de sus alumnos. Por prescripción médica, salía a caminar el Rab Shkop unos pocosdías, apresurado por poder volver a su estudio, junto al alumno que loacompañaba. “¡Ya recuerdo!”, decía mientras le subía la sonrisa a surostro.”Recuerdo qué hacía en aquellos lejanos días, cuando queríaproveer a mis hijitos de pollo para shabbat!” Iba a lo del Rab de laciudad, R” Simón Shkop le pedía el “certificado de shejitá”. (En aquellos días el rab de la ciudad extendía un “certificado deShejitá” a los pobres, quienes se lo entregaban al shojet y éste faenabagratuitamente las aves a los pobres de la ciudad) “¿Acaso no podré conseguir ahora un “certificado de shejitá”? sepreguntó a sí misma la señora Levy “tanto ahora como en aquélentonces, no dispongo de la cifra necesaria para comprar el pollo. Aquí yahora mismo, me voy a acercar al rab y le voy a pedir el certificado deshejitá!”, dijo aun envuelta en sus pensamientos. “_Respetable Rabino”, comenzó a hablarle a medida que se leacercaba, “puedo... hablar con el rabino...?”3 4. “_Sí, contestó el rabino, ¿En qué puedo ayudarla?”“_ Quisiera pedirle un certificado de shejitá. Necesito comer pollo,ya que el médico me lo indicó...”“Mucho lo lamento sinceramente, dijo el Rab Shkop, pero ya hacemuchos años que no actúo como Rabino de la ciudad por lo tanto notengo poder para extender certificados de shejitá. Pero Ud puedeacercarse a mi hijo, Rab Moshé Mordejai. Él es actualmente el rab de laciudad y no tendrá problema en extender el certificado que ustedprecisa. En este momento él está en su casa, apenas a dos edificios dedistancia de aquí”, dijo, mientras le señalaba con la mano el lugarexacto en el que quedaba la casa.La mujer comenzó a caminar siguiendo la dirección indicada.A medida que se alejaba, apenas llegó a dar unos pocos pasoscuando escuchó el lamento del rab:“¿¿¡Qué hice!??”, suspiró con su corazón partido. “Molesté a esapobre mujer anciana y debilucha en ir dos casas lejanas en el camino. ¿¡Acaso no tenía yo otra forma de ayudarla!? En lugar de aliviarle lacarga, evitándole la vergüenza de tener que seguir yendo a pedir, se lahice todavía más pesada”.El rab sacó unas cuantas monedas y se las dio al bajur ieshivá queestaba a su lado.“-¡Córrela y alcánzala”, le ordenó, “dale este dinero para lashejitá. No hace falta que se moleste en ir a pedirle a mi hijo”.El Rab Shkop tampoco era precisamente rico, sino todo locontrario. Todo su dinero se lo había dado oportunamente a la Ieshiváque estaba atRabesando una situación material crítica. Y en su propiacasa se vivía con lo mínimo.Ya no recibía tampoco el sueldo de rabino de la ciudad, ni tampocotenía poder para extender certificados de shejitá, pero de todas formas“no le dio el corazón” para dejarla simplemente seguir su camino yendoa pedir.Sin embargo, él valoró el esfuerzo que a la pobres señora leimplicaba ir a buscar ese dinero a dos edificios de distancia, ¿no iba atener acaso, en su bolsillo las monedas para evitarle ese sufrimientoextra? 4 5. 5 6. Rab Shimon Shkop (1860-1940) fue Rosh Yeshiva en la yeshiva de Telz (actualmente enCleeveland, Ohio) y un renombrado maestro talmúdico. Él nació en Tortz en 1860. A laedad de doce años se fue a estudiar en el yeshiva de Mir, y a los quince se mudó a layeshivá de Volozhin dónde estudió seis años. Sus maestros fueron el Rab Naftali TzviYehuda Berlin (Netziv) y Rab Jaim Soloveichik con quienes era muy íntimo.El rabino Shkop se casó con la sobrina del Rabino Eliezer Gordon y en 1885 fue designado en laYeshivá de Telz, donde permanecería por 18 años hasta 1903. Allí, él desarrolló un sistema delestudio talmúdico que combinaron el análisis lógico y las penetraciones penetrantes del RabinoJaim Brisker con la simplicidad y la claridad del Rabino Naphtali Zevi Yehudah Berlín (el Netziv) yque se conocía como la manera del "el sistema de estudio deTelz ". En 1903, lo designaron Rabinode Moltsh, y en 1907 de Bransk. Un alumno famoso suyo en Moltsh era el Rabino Yechezkel Sarnaque estudió debajo de él por un año en 1906, antes de irse a Slabodka cuando el Rabino Shkopmismo se fue. Durante Primera Guerra Mundial, los líderes comunales lo impulsaron irse antes deque llegaran los alemanes, pero él rechazó y permanecía con su comunidad.Entre 1920 y 1939, a petición del Rabino Jaim Ozer Grodzinski, él tuvo éxito a Rabino al designara R” Shmuelevitz como Rosh Yeshiva del Shaar renombrado HaTorá en Grodno. Él levantó el nivelde la institución y lo transformó en una de las yeshivot más finas de Polonia y más allá. Loscentenares de hombres jóvenes se reunieron allí, viniendo de cerca y lejos. Hoy, el Rabino ZelikEpstein, alumno del yeshiva original, funciona un sucesor en Queens. Se conoce como instituciónejemplar. Como hombre joven de dieciocho, se invitó al Rabino Jaim Shmuelevitz por rabinoShimon que diera la tercera conferencia del nivel en el Yeshivá Ketanah en Grodno. A la edad de22, dirigió a grupo de los estudiantes que transfirieron de Grodno a Mir. Sin embargo, sus cuatroaños en Grodno con el Rabino Shimon tenían una influencia profunda en su acercamiento alanálisis del Talmud.En el Rabino 1928 Shkop viajó a los Estados Unidos para juntar los fondos muy necesarios para laYeshiva. Después de entregar una conferencia en la universidad de Yeshiva, él accedió eventual ala invitación de Bernard del Rabino (Dov) Revels de servir como el Rosh Yeshiva de RabbeinuYitzchak Elchanan (RIETS) en Nueva York. En su ausencia de Polonia, Jaim Ozer Grodzinski loechó de falta en gran medida. Tanto él cuanto el rabino Israel Meir Kagan (el “Jofetz Jaim”)abogaron por su regreso a Europa. En la caída de 1929, el Rabino Shkop volvió.Viviendo los problemas del día, Rabino Shkop tenía una personalidad que ganaba seguidores. Élera un miembro activo del Moetzes Gedolei HaTorá del Agudas Israel. Muchos de sus estudianteslograron la distinción, entre ellos los Rabinos Eljanán Wasserman de Baronovitch, Yosef ShlomoKahaneman de Ponevezh y de Isser Yehuda Unterman, principal Rabino israelí futuro. El DayanMichoel Fisher de Londres era también alumno del Rabino Shkop. Era uno de los tres estudiantesprincipales de Jaim Soloveitchiks, los otros que eran su Rabino Yitzchak Zev Soloveichik, su hijo yR” Boruj Lebowitz.. El rabino Shkop formó cerca enlaces con el Rabino algo más joven Yehuda ZevSegal, el futuro Rosh Yeshiva de Manchester. Él iría a veces a Inglaterra a buscar fondos para suyeshiva, y el Rabino Segal se aprovechó de estas oportunidades de servir como su asistente,pasando una vacaciones en el lugar de veraneo del Rabino Shimons, estudiando con él yacompañándolo en su camino.6 7. Él publicó su ensayo clásico titulado Shaarei Yosher (las puertas de la honradez) en 1925 yMaarekhet ha-Kinyanim en 1936. Escribió jisdushim sobre los tratados Bava Kamma, Bava Metzia,y Bava Basra de Talmud fue publicado post-mortem en 1947 con un prefacio por su hijo, y enNedarim, Gittin, y Kiddushin en 1952, y en Yevamos y Ketuvot en 1957. Los jidushim de laGuemará de Rab Shkop todavía se estudian en yeshivot a tRabés del mundo hoy. Shaarei Yosherse refiere en gran parte a los principios intelectuales por los cuales la ley es establecida, más bienque a leyes concretos, y tiene una afinidad fuerte al Shev Shematata de Aryeh Leib HaCohenHeller, en el cual fue basado en parte.7 8. ¿MI SHABAT? ¡EL TUYO!Viernes al atardecer, víspera de shabbat kodesh.El Gran Rabino, Kahaneman, rabino de la ciudad de Ponizveh, enLituania termina apresuradamente con los preparativos para el sagradodía, emprolijando las velas, vistiendo las ropas sabáticas limpias yplanchadas y escuchando el sonido del primer pregón anunciando lainminencia del horario de encendido de velas.Salió de su casa, a tRabés del mercado, yendo por la calleprincipal de Ponizveh.Ya estaban los negocios cerrados con llave y candado. Todossabían y reconocían el cuidado detallista sobre la importancia de estedía; inclusive aquellos lamentablemente alejados de la práctica de lasTorá y mitzvot, preferían abstenerse de abrir sus establecimientos antesque causarle tal dolor al Jajam.La tarde caía, el sol caía a plomo sobre el horizonte. En el shilcentral estaban congregados todos los iehudim de la ciudad, prestospara comenzar con la tefilá de kabalat shabbat. Sin embargo, RabKahaneman todavía no llegaba a tiempo para el rezo.”_¿Dónde está el Rab?”, preguntaba el shamash.-“Enseguida tendríamos que comenzar la tefilá de arvit y todavíano rezamos kabalat shabbat”, comentaban preocupados los abrejim.“_Tal vez deberíamos ir a la casa del Rab”, aconsejó uno de losbajurei de la ieshivá. “¿Tal vez el rab, D”s libre y guarde, no se sientebien y no desee que lo esperemos?”La sugerencia fue aceptada.“_¡Que vaya a la casa del rab a ver que pasa R” David, elshamash”, decidieron los gabaim.R” David corrió a la casa del rabino y golpeó la puerta.“-_¡Shabbat Shalom!”, lo saludó con rostro resplandeciente laesposa.“_¡Shabbat Shalom!”, contestó el shamash, “¿el rab está encasa?”“_¡¿En casa?!”, exclamó asombrada la rabanit, ¡El Rab salió enhorario para el shil! ¿¡El rab no llegó al Bet hakneset?!, contestóasombrada. “Hace rato que no está aquí; salió para el templo como decostumbre, con el horario de encendido de velas”.R” David corrió de regreso al shil, envuelto totalmente enpreocupación.“_El Rab no está en su casa”, les dijo acongojado a quienes lohabían enviado, al llegar al templo.“_Salió como habitualmente, con el sonido del shofar, tal como lohace cada viernes; ¡quién sabe qué le habrá pasado!”8 9. “_Momento, momento...”, dijo R” Mensahe -el gabbai- mientrasapoyaba su mano sobre el hombro del shamash. “Ya mismo debemosbuscar y revisar dónde está el rab”. “_Los bajurei ieshivá que vayan a buscar al rab en las calles de laciudad”, decidieron los gabbaim, luego de una pequeña reunión. El restode los mitpalelim que permanezcan sentados en el bet hakneset,recitando versículos de Tehilim”. El sonido de los tehilim comenzó a invadir las ya oscuras ysilenciosas calles de la ciudad, los bajurim deambulaban por las callesde la ciudad, buscando al rab velozmente por todos lados. Por lo ancho de las calles vacías iban Iankel, Berale y Rafae-l, losalumnos de la ieshivá. Su boca estaba repleta de capítulos de tehilim,mientras sus ojos recorrían todos los recovecos. “_Todos los negocios judíos están cerrados”, dijo Berale. “_Esto era parte inseparable de la tarea de R” Kahaneman”, dijoRefae-l, con voz queda. ¿Qué va a pasar si el rab no va poder seguir consu tarea?” “_ ¡No le abras la boca al Satán”, gimió en un exclamación Iankel,“¡el rab va a ser encontrado sano y salvo!”. “_¡Con ayuda de D”s!”, murmuró Berale. Los bajurim llegaron a la esquina, prestos para atRabesar el crucey a llegar a la calle siguiente y de pronto “¡hey!”, gritó Refae-l, “¡Acáhay un negocio abierto!” “_ ¡Ya ves!, dijo Beer. “Todos los negocios están cerrados, el Cieloya lo demostró”. “_La puerta no está cerrada”, dijo Refae-l. “_Es cierto, dijeron los bajurim, aparentemente hay un negocioabierto. No hay clientes, pero ..” Refae-l abrió la puerta y... “_¡Rab!”. No lo podían creer. -“¿Qué hace nuestro rab en el negocio?” El Rab Kahaneman estaba sentado dentro del local, en lapeluquería vacía. Sus labios se movían al ritmo de su estudio, mientrassonreía al observar a sus alumnos. Para contestar la pregunta de sus alumnos, debemos volver a losmomentos previos... El segundo shofar se dejó oír en el espacio. Los propietarios delosnegocios cerraron las puertas y fueron a sus casas, a preparase a recibira la Reina Shabbat. Solo la barbería que estaba a mitad de cuadra de lacalle principal estaba abierta, llena de clientes apoltronados en susasientos, esperando su turno para ser atendidos. La peluquería gozaba de buen nombre muchas personas secongregaban allí, esperando ser atendidos; a la vez que se esperaba9 10. que muchos no judíos se congregasen para ser atendidos una vez quecomenzara shabbat.Rab Cahaneman deambulaba por la calle, finalmente hoy le habíavenido una buena idea de cómo conseguir que no se volviese a abrir enshabbat.Resuelto, entró al local con una gran sonrisa dibujada en loslabios, bendiciendo a los allí congregados con su saludo: “ShabbatShalom” caluroso.Quienes estaban sentados, se sorprendieron enormemente al veral rabino, de todas formas en pocos segundos salieron corriendo,dejando completamente vacía la barbería. Uno a uno, todos lo queestaban allí fueron saliendo, escapando sumamente avergonzados.Algunos de ellos ni habían llegado a ser atendidos, otros solo se habíaafeitado solo medio rostro, otros solo había cortado el cabello solo demadia cabeza y otros que tenían intacta la mayoría de su cabellera, o lamayoría ya cortada. También los peluqueros que estaban empleados enese negocio huyeron despavoridos, solo quedó frente al rab el dueño delnegocio.“_¡Rabí!”, dijo el hombre, “”rabí, quiero pedirle perdón yasegurarle que de aquí en adelante mi peluquería estará cerrada enshabbat”.“_Con ayuda de D”s”, dijo el rab mientras se sentaba en uno delos sillones.“_Ahora solo voy a ordenar todo y voy a cerrar el local”, continuódiciéndole hombre.“_¿Acaso puedo esperar que no vuelvas a abrir ni bien yo traspaseel umbral de tu negocio?”, preguntó el rab.“_¡Se lo aseguro!”, dijo el propietario.“_Andate a casa a recibir el shabbat, dijo el rab Kahaneman, “yopienso quedarme acá a estudiar”.No tuvo opción el propietario del local. Salió cerrando tras de sí lapuerta, mientras el rab se quedó sentado en un sillón abandonado,estudiando; cuidando que el propietario no volviese durante el tiempode shabbat kodesh a abrir su negocio.Luego de ese shabbat no hubo en toda la ciudad de Ponizveh otrodueño que se atreviese a abrir su negocio en los sagrados días delshabbat. Los judíos de la ciudad y los judíos de la ciudad aprendieron desu rab una lección educativa excepcional sobre el cuidado del shabbat ysu importancia y el cuidado en los buenos modales.Rabino Yosef Shlomo Kahaneman (1886-1969 era el Rosh yeshiva de Ponevezh. Él era un eruditorenombrado de Torá y de Talmud. El rabino Kahaneman nació en Kuhl, Lituania, una ciudad 10 11. pequeña de cerca de 500 de los cuales alrededor de un tercio era judíos. En la edad de 14 él fue aestudiar Talmud en la yeshiva de Telshe, donde él estudió Torá hasta que los veinte, bajoinspiración directa del Rabino Eliezer Gordon, que consideró su potencial. Otro mentor el suyo enTelshe era en ese entonces Rabino Shimon Shkop. Entonces pasó un medio año en layeshiva deNovardok, después de lo cual él pasó tres años en Radin Yeshiva, bajo del tutelaje del Jafetz Jaimy Rabino Naftoli Trop. Se casó con la hija del rabino de Vidzh, y fue rabino allí a finales de 1911,cuando su suegro hizo el rabino de Vilkomir (Ukmerg?). Con el fallecimiento del Rabino ItzeleRabinowitz en 1919, Rabino Yosef Shlomo Kahaneman fue designado el nuevo rabino dePonevezh (Poniewicz), uno de los centros más grandes de la vida judía en Lituania. Allí, élconstruyó tres yeshivot así como una escuela y un orfanato. Lo eligieron al parlamento lituano.Destruyeron todas sus instituciones y mataron muchas de sus estudiantes y familia durante laSegunda Guerra Mundial. El rabino Kahaneman immigró al mandato británico de Palestina en 1940y construyó Kiryat Ha-Yeshiva (el " pueblo de la Yeshiva") en los orfanatos de Bnei Brak y de BateiAvot. El rabino Kahaneman viajó extensamente en el dispora a la ayuda financiera segura para suyeshiva, que él mejoró y amplió constantemente. En la cara del escepticismo y de la oposición, éltuvo éxito en dar vuelta al yeshiva reestablecido de Ponovezh en uno del más grande del mundo.Él intentó tomar el cuidado de muchos huérfanos e intentó rescatarlos de las organizacionessionistas seculares de los embragues, especialmente el Yaldei Tehran ("Children de Tehran") -niños que se escaparon de Europa nazi caminando a tRabés de Europa a Tehran (Biala famosoincluyendo Rebbe - Rabino Ben Zion Rabinowitz). El rabino Kahaneman era un miembrodistinguido del consejo de Torá Sabios de Agudath Israel, hombre de la piedad e ingenioprofundos. 11 12. 12 13. LA BENDICIÓN DE LA BONDAD “_¿Qué te pasó, Gabrie-l?, ¿Por qué estás tan ocupado?” Gabrie-l clavaba la mirada en la arena. ¿Qué contestarle al hijo de su amigo Bentzion? ¿Acaso tenía que sumarse a su problema? ¿¡Cómo explicarle hasta qué punto lo avergonzaba esa prendaúnica, gastada?! Sin tranquilizarse, Gabrie-l dio vuelta los puños raídos. Así,los orificiospequeñosydesgastadosfueron creciendoconsiderablemente. En las inmediaciones, los hilos comenzaron adeshilvanarse irremediablemente. Presentado de esa forma, ¿cómocaminar por las calles de la ciudad? ¿De dónde obtendría otra ropa nueva? ¡Qué vergüenza! “_No te preocupes,querido”,ledecíaBentzionsentimentalmente, “la rabanit se preocupa por todas nuestrasnecesidades. Solo pídeselo y ella te lo hará con alegría”. “_¡Es verdad!”, dijo mientras se le iluminaban los ojos ycomenzaba a calmarse. “_Pero, en vísperas de Pesaj, la rabanit está muy ocupada.¿Cómo pedirle que se ocupe de nuevas prendas?” En los pueblos alejados de Marruecos las familias judías eranmuy pobres y necesitadas. Ni siquiera había educación judía. Un díallegó donde ellos el Rab Rafae-l Baruj Toledano, lleno de consejos eideas. “_Envíenme sus chicos a Meknes, la gran ciudad, allí mepreocuparé de todas sus necesidades. Y, esencialmente allí podremosocuparnos de sentarnos a enseñarles a ellos a estudiar Torá y sacar deellos judíos temerosos de D”s”. No fue sencillo para los padres aceptar separarse de suspequeños. Sin embargo, el Rab les insistió mucho, hasta conseguir suaprobación. El Rab estaba feliz de recibirlos en su Ieshivá. Así, pasaron a vivir en la discreta casa del Rab Toledano. Allírecibían albergue y comida. La rabanit se entregaba totalmente a latarea, limpiándoles sus ropas a diario y arreglándoselas. También en esemomento, en vísperas de Pesaj caliente, estaba seguro Bentzion que larabanit se las ingeniaría para poder ocuparse de Gabrie-l. ¿Quépregunta cabía? ¡Para ella cada muchacho era como una joya! De pronto, apareció con el rostro resplandeciente en la puertade calle la rabanit: 13 14. “¡Siéntense y coman, para poder tener fuerzas para estudiarTorá!”, decía mientras preparaba la mesa con todo tipo de comidas. Luego de la comida suculenta, se acercó el avergonzado Gabrie-l ala rabanit, tomando coraje. “Disculpe, murmuró entristecido, mi ropa... “ lamentándosepor sus ropas dañadas, “mis padres no pueden proveerme de unanueva...” no necesitó Gabrie-l agregar más nada. La rabanit entendiótodo de inmediato... “¡Uy!”, dijo ella mientras se tomaba las manos “¡¿Cómo nome ocupé de esto?!”, dijo afligida. “No te preocupes, Gabrie-l, le dijo mientras sonreíademostrativamente, que con ayuda de D”s podrás decir la berajá“Shehejeianu” correspondiente sobre una prenda nueva”. Gabrie-l respiró profundamente. En ese momento podíasentarse a estudiar con alegría y tranquilidad, sin imaginarse cuánto leavergonzaría pasar un Pesaj luciendo prendas viejas. Así, decidió ella desplazar las tareas de las vísperas de pesaj yencomendárselas al Rab, allegándose al cuarto. LaRabanit extendióuntejido nuevo,calculandocuidadosamente. Luego de calcular hasta el detalle más ínfimo, comenzóla tarea de la confección. En la cocina lustraban y hacían casher para Pesaj los distintosutensilios. Tampoco había sido baldeado ni barrido el piso. Pese a todo,la dueña de casa se desentendió de todas y cada una de esas tareas,como si la casa ya estuviese lista para la fiesta. Ella estaba ocupada enuna tara de keddushá, ¡preparar las ropas de un estudioso de la Torá! En las vísperas de bedikat jametz, la casa todavía no se veía“festiva”. Pese a ello, la rabanit tenía una sola preocupación en mente:la ropa. A pesar de todos sus esfuerzos, la ropa todavía no estabalista. “No hay opción”, decidió. “Me voy a sentar y terminaré de unavez por todas. Gabrie-l la esperando ansiosamente, y no quiero, D”slibre y guarde, entristecerlo. Al llegar las horas del amanecer, poco a poco fue finalizando. Al finalizar, solo tenía tiempo para un profundo planchado. Muy emocionado, el muchacho se probaba su nueva prenda,mientras ella examinaba concienzudamente su obra. “_Hay que achicar un poco por aquí”, decía mientra observabacada detalle. La falta de tiempo no le preocupaba a la rabanit enabsoluto. Con gracia y simpatía ella relaizaba costuras ocultas. “_Vuelve a probártelo”, le solicitó al niño.14 15. Solo luego, cuando la prenda ya estaba dispuesta sobre lapercha en la pieza de Gabrie-l, el rostro de la rabanit se notabaexhausto mientras realizaba la limpieza de Erev Pesaj. La tarde caía. Rabí Rafae-l Baruj Toledano volvía de estudiar y se presentó arealizar bedicat jametz. Después de pronunciar concentradamente la brajá respectiva,tomó el rabino un vela con su mano y comenzó a realizar la mitzvá.Como en cada tarea de santidad, el rabino no midió sus fuerzas. Seagachó para indgar y observar debajo de cada hendidura, cada pequeñohoyo requería observación, no fuese cuestión de que quedase allíjametz. No había raspadura mínima en el piso que no hubiese sidoinspeccionada profundamente. A medida que pasaba el tiempo, la habitación de huéspedesse fue vaciando. En aquél momento llegó el turno del dormitorio, todosse juntaban y observaban como la vela ardía iluminando las paredes delplacard. Pero nadie se imaginaba lo que estaba por ocurrir, en unospocos instantes... El Rab se metió debajo de la cama, y de pronto prendió fuegola colcha de la cama y una lengua de fuego lo consumió de inmediato. En pocos segundos, toda la pieza se estaban quemando porcompleto, los habitantes de la casa, presa del pánico apenas atinaron asalir. Luego de apagado el fuego, observaron todos al Rabsumamente sensibilizados. “_¡Esto es increíble” dijo uno de los que se habían salvado,pronunciando mientras el Rab estaba aun entre las lenguas de fuego.Inclusive más, las lenguas de fuego no tocaron las prendas nuevas, ¡quémilagro! “¡Hodú la H” ki tov, ki leolam jasdó!” (“Agradezcan a D”sporque Él es bueno, todo hace con bondad”), dijo la rabanitpronunciando alabanzas a Boré Olam, “¡por mérito Celestial hemos sidosalvados!” ¿ Tal vez los salvó el mérito de aquella rabanit que entregó sualma por los estudiosos de la Torá? ¿Quién lo sabe?¿Qué hubieses pensado en una circunstancia así?15 16. UN NIÑO Y UN RELATO EMOCIONANTE Rab Jaim Moishe Mendel En la casa de la familia Mendel, (Bisteritz, Rumania) reinaba elsusto y el miedo. los integrantes de la familia corrían ida y vuelta.Cada uno tenía en sus manos una bolsa y todos buscaban con quéllenarla. Eran los días de la primera guerra mundial. El enemigo se adelantaba velozmente y los judíos, que sabían queserían las primeras víctimas en cada guerra se escapaban tratando desalvar sus vidas. También la familia Mendel se preparaba para la huída. El padre,llegó a casa después de la tefilá, portando una bolsa para cadaintegrante de la casa. “_Cada uno reciba su bolsa”, dijo el padre con expresión seria “yque lo llene con objetos que considere importantes; especialmente loque le sea indispensable”. “_¿Qué, por ejemplo?”, preguntó una de sus hijas. “_Comida, explicó el padre, un poco de ropa, algunos recuerdos...” “_Pero, ¿por qué papá? Preguntó la niña. “_ Entiéndanme, chicos -dijo el padre, comprendiendo que loschicos no captaban la gRabedad de la situación- “estamos obligados aescapar antes que llegue el enemigo, pero no sabemos cuándo será elfinal... no sabemos cuándo llegaremos a un lugar seguro, cuándo nicómo. No podemos cargar con nosotros toda nuestra casa. Tomen suscosas, utensilios y recuerdos. Es imposible escapar con una carga pesada y complicada, tal veznecesitemos escondernos. Puede ser que solo tengamos albergue en un lugar muypequeño...” Los chicos de la casa se desparramaron, llevando cada uno unabolsa en sus mano. “Pero háganlo rápido, agregó el padre, tenemos que irnos porquela hora se acerca”. Cada chico llenó su bolsa de ropa. No había tiempo para dudas ni demasiadas cuentas, si tomar ésteobjeto o aquel. Cada uno llenó su bolsa con una pocas ropas y,principalmente con comida. “_Nadie sabe cuándo volveremos a tener éxito en procurarnosalimento”, explicó el papá, especialmente para nosotros, los judíos. De 16 17. nuestro kashrut no nos separamos siquiera en épocas de peligro, comoesto tenemos que cuidarnos de muchas cosas”. El niño de diez años, también estaba parado con una bolsa en sumano. “_¿Qué agarro?”, se preguntaba a sí mismo , “la bolsa no es muygrande y yo necesito muchas cosas...” Dudaba todo el tiempo, era una decisión difícil. ¡Todo su cerebrotemblaba ante tamaña decisión! “¡Ya se que llevarme!, se dijo a sí mismo y empezó a llenarla. “¿Todos están preparados? Se escuchó la voz del padre, “¿Todospusieron cosas en sus bolsas?” De todos modos se lo escuchaba nervioso, aunque intentaba dar laimpresión de querer mostrarse tranquilo por el bien de su familia. “_¡Listos!, dijo silenciosamente la madre, recorriendo todo con suvista, mientras pensaba cuándo se volvería a juntar con sus hijos. “_Cada uno es responsable por su bolsa –dijo el padre- ¿es posibleconfiar en uds?” Los niños contestaron afirmativamente con un meneo de suscabezas. Sí, ellos entendían la situación y era posible apoyarse en ellos. “_Nos espera afuera una carreta”, dijo el padre. Todos recorrieron la casa con sus ojos, su lugar hasta esemomento; en el que nacieron y crecieron. ¿Quién sabe cuándo lo volverían a ver?, si es que eso fuese apasar... Todos juntos salieron hacia la carreta, cada uno con su respectivabolsa en la mano. “-Jaim, dijo de pronto el tío, ¿por qué está tan pesada la tuya?” Todos lo miraron a Jaim. La verdad, esa bolsa parecíademasiaaaaaado pesada. “_Dame un minuto esa bolsa”, dijo el tío. Sin decir una palabra, Jaim se la hizo llegar a su tío. “_¿¿¿¡¡¡Qué pusiste acá!!!???”, dijo el tío al borde de la furia...“¿No tenías otra cosa para poner? ¿Qué vas a comer? ¿Y a vestir?” Tomó la bolsa y volvió a la casa . Jaim corrió detrás de su tío y llegó a tiempo para ver cómo sacabalos libros con los que la había llenado y ponía un poco de vestimentas ycomida. _“¡No!- dijo llorando- “no necesito comida ni vestimenta, ¡No melos saquen!”, imploró. “-Sin ellos me puedo arreglar. Algo de comer, voy a encontrar yme voy quedar con lo que tengo puesto. Pero, ¿libros? ¿quién sabecuánto tiempo puede llegar a pasar hasta que vuelva conseguirlos? Ymás, en tiempos de guerra? ¿!Cómo vivir sin ellos!?”17 18. Jaim sabía hasta que punto eran preciosos los libros y lo difícil dereponerlos. Y más en tiempo de guerra, en el que hay otras prioridadesque en tiempos de paz, no cualquiera tiene éxito en conseguirlos nimucho menos en poder comprarlos ya que se tornan muy caros, y lagente, muy pobre.“_Por lo tanto, ¿qué pasará con mi estudio de Torá?“_ ¡Déjame mis libros, lloraba, no quiero otra cosa en su lugar!¡¡¡Necesito libros , quiero y necesito estudiar!!!Así como necesito el oxígeno para vivir, así me es indispensableestudiar. Es mi aire, y el aire es lo que llevamos con nosotros...”No sabemos el final de la historia, si los libros recuperaron sulugar en la bolsa o quedaron finalmente abandonados en la casa. Pero sísé solo que Rabí Jaim Mendel siguió viviendo, fue elevado en Torá ytemor de D”s y muchos concurrían a verlo”.¿Qué te pareció?¿Qué se aprende de esta historia?Tu bolsa, ¿con qué se hubiese llenado?Y, una última pregunta... ¿A qué Mishná de Pirkei Avot se pareceesta historia?Vean chicos, que el corazón de un niño iehudí es tan puro como lamishná. Para que crezca, tenemos que regarlo de Torá todos los días.18 19. TODO LESHEM SHAMAIM Estaba cruzando R” Arie Levin la calle Tzanslur en Ierushalaimcuando un agente de policía se le acercó y le preguntó el jajam: “-¿Acaso cometí una falta? ¿Crucé por un lugar distinto a la sendapeatonal? Si es así estoy dispuesto a pagar la multa correspondiente”. “_No es por eso que me apuré a interceptarlo”, le respondió eloficial. “-Entonces, ¿por qué?” “_Hace muchos años que estoy esperando encontrarlo paracontarle al Rab una historia que ocurrió: En la época del mandato británico sobre Eretz Israe-l fui designadopara controlar el acceso a la prisión en el “Migrash Ruso” deIerushalaim. Allí había, y sigue habiendo, una cárcel. En aquellos días, Ud. Concurrió y me pidió ingresar, pasando pordicha puerta, tal como era su costumbre. Pero, el jefe inglés de la cárcel me encargó avisarle que, en esaoportunidad estaba prohibido el acceso, inclusive para quienes tenían unpermiso permanente para hacerlo. Por lo tanto, sería absolutamente imposible entrar. Usted se separó y dijo: “_ ¿Qué pasará con mis chicos? ¿Acaso no los veré?” Era sabido que el Rab Levin es el tzaddik de Ierushalaim, era sumaestro e inclusive un padre para los presos y cada uno era para élcomo un hijo único. En aquel momento les dije a ustedes en hebreo, para que losguardias no entiendan que había una posibilidad de entrar por unapuerta pequeña que se encontraba en la entrada oriental del “MigrashRuso”, al lado de la ciudad. Allí la guardia no era tan rigurosa y quienestenían esos permisos fijos, sí podían pasar. Entonces, había un toque de queda 1 por el temor a unasublevación árabe, de aquellos que rodeaban la región. Por ello, leaconsejé de desistir en la visita. Y usted, ¿qué me contestó? “_Los enviados a cumplir una mitzvá no son dañados”, y siguió elRab su camino. Intenté explicarle al Jefe cuánto sufrimiento le causaba a Usted nopoder ingresar a la penitenciaría. Él me contestó: “_ ¿Acaso vos pensás que el viene aquí gratuitamente y parabeneficiar a los presos? Seguro que recibe un gran sueldo por hacerlo y,ahora que no puede seguir haciéndolo se va a buscar otra forma deseguir ganando dinero”.1Que es una prohibición de salir a la calle.19 20. Un día se me acercó ese jefe y me dijo, asombrado:“Vi a ese rabino y realmente pude entrar con gran peligro por esaentrada lateral. Ahora me convencí que no lo hace por un sueldo, sinoque los visita gratuitamente y que se arriesga al hacerlo”.Agregó ese agente y dijo:“_Por lo tanto, rabino, esto que le cuento hace tiempo deseabacontárselo y por ello me apuré para llegar a decírselo”. 20 21. RESPETO POR EL SUFRIMIENTOViernes al mediodía.En la casa de Gadol Hador, el “Jazón Ish” z”l, se extiende una granhilera de personas. También R” Shlomo se allega al lugar, con unapregunta presta en su boca para formularle al rabino.En la habitación está parada una joven mujer llevando uncochecito en el que hay un bebé._”Rebbe”, llora la mujer, “bendiga rab a mi pequeño hijo que estáenfermo. Bendígalo para que se cure de su gRabe enfermedad”.El Jazón Ish siguió sentado en su lugar, con su cabeza dedicada asu guemará, sin contestarle.“_Rebbe”, dice la mujer enjugándose las lágrimas, “...que el rabbendiga a mi pequeño hijo Abraham con una bendición de “refuáshlemá”!” El rab continuaba inmerso en su estudio sin contestarle. “_Rab”, dijo llorando la mujer, inmersa en su dolor: “¡Que el rabbendiga! ¡Que el niño pequeño, que mi pobrecito no muera y que vivasanito...” Él seguía inmutable, silencioso, en su estudio. “_Rebbe”, la voz de la persona apenas podía salir por encima delllanto, “¡Que el rebbe lo bendiga!, que mi hijo enfermo, sufre...” Los minutos pasaban, la mujer lloraba y se lamentaba y el rab nose compadecía, no contestaba ni la bendecía. Seguía enfrascado en suestudio, tal y cual si estuviese solo en su habitación. “_Perdón”, entró R” Shlomó al cuarto. Dirigiéndose a la mujer ledijo: “_Perdón, pero....¿usted no ve que no le contestan.Evidentemente, no es este el momento más indicado. ¿Para qué seguir?¿Tal vez sea mejor que vuelva ahora a su casa? ¿Y si mejor vuelve aquíen otro momento?...” El Jazón Ish aparentemente sintió el diálogo que en torno suyoestaba ocurriendo. Levantó la cabeza y observó con ojos inquisidores aR” Shlomó. “_¿A quién espera la señora?”, preguntó el rab a R” Shlomó, “¿amí o a Ud?” Inclinando la cabeza en dirección al bebé lo bendijo: “que tenga, con ayuda de D”s, una curación completa y viva hastalos 120 años”. El rostro de la mujer se iluminó de la alegría. Las lágrimasinundaban sus ojos, cuando retornó a su casa, llena de esperanzas. También R” Shlomó dejó de inmediato la casa, sin formular supregunta. No se sentía seguro. De alguna forma percibía un reclamo del 21 22. Gadol Hador hacia su persona. El rabino tan importante parecía estarenojado con él. “_ ¿Qué le pasa a papá?”, le preguntaron los hijos a la madre enshabbat, “¿por qué papá no canta zemirot?, ¿por qué su voz se oyequebrada? ¿Por qué no nos pregunta como siempre qué estudiamos enel jeider? ¿Por qué no nos pregunta sobre los divrei Torá que dijimos yni siquiera él mismo dijo Divrei Torá?” A ninguna de estas preguntas la madre tenía respuesta, es más;ella misma se preguntaba las mismas cuestiones. Enseguida que terminó shabbat salió R” Shlomó de retorno a lodel Jazón Ish, ¡no podía esperar ni siquiera un segundo más! “_ ¡Shalom aleijem!”, lo recibió Marán HaJazón Ish con alegría.“Pase, siéntese”. R” Shlomó comenzó a justificarse tartamudeando. “_No quise, ¡D”s libre y guarde! Molestar a nadie el viernes... solopensé en ayudar”, dijo tratando de explicar su conducta. “Simplemente,que al notar que el Rab se negaba a dar la berajá que se le pedía,entendí que tal vez los ruegos de la mujer eran excesivos. Tal vez el rabentendía que ese no era el momento indicado para darle una berajá...ytal vez... no sé,... no quise dictar una guezerá... no quise, D”s libre yguarde, dictar un decreto, molestar de ninguna forma”. “_ R” Shlomó. Nos conocemos: usted sabe que cuando mesumerjo en mi estudio profundo no veo ni escucho a nadie”, dijo elJazón Ish: “_Pero, aquí estaba parada una mujer inmersa en EmunatJajamim, con su corazón partido por la enfermedad de su hijito, decididaa hacer todo lo posible para salvarlo. Ella estaba allí parada, llorando ysufriendo por ayuda. También ella quería que si, D”s libre y guarde,hubiese existido un decreto Celestial en contra de la salud del niño, elRab la anulase con su bendición. Ella creía con corazón sincero y fe completa que la ayuda delrabino la iba a ayudar. ¿Por qué molestarla? La mujer estaba parada, dolorida, llorando y rezando, envueltatotalmente en Emunat Jajamim. ¿Para qué molestarla? ¿Para sacarle su emunat Jajamim tan completa?” La mujer estaba parada, implorando, rogando y rezando yfinalmente recibió lo que deseaba. La bendición del rab pudo obrarmilagros. Contra todos los pronósticos de los médicos, el niño se curó, conayuda Celestial, y recibió Shlomó una clase magistral, profundizando sufe y su ocupación en las necesidades de la gente. 22 23. Avrohom Yeshaya Karelitz ) (también "Yishayahu", "Yeshayah", "Yeshayah", "Yishaya" - enAbraham inglés Isaiah Karelitz) (1878-1953) conocido por su nombre de la pluma como el autor delSefer “Jazón Ish;”) ("Vision del hombre"), era un rabino nacido en Belarusia , líder del judaísmoHaredi en Israel. Sus 20 años finales estuvo en Israel a partir de 1933 a 1953. Llevado en Kosava(hoy en Belarus 52°45N, 25°09E), Karelitz recibió su educación de su padre, jefe del l beth din(corte religiosa) allí. En 1911 él publicó su primer trabajo sobre Orach Chayim y otras piezas delShulchan Aruch (código de la ley judía de rabino Yosef Karo) en Vilna, anónimo bajo título JazónIsh, el nombre por el cual él se sabía casi exclusivamente. Se trasladó a Vilna en cerca de 1920, yse radicó cerca del Rabino Jaim Ozer Grodzinski, consultando con él en todas las materiasreligiosas y comunales. Animado por Grodzinski y con la ayuda de Rab Abraham Isaac Kook, elJazón Ish colocó en la Palestina en 1933.Karelitz manifestó talento y diligencia inusuales desde una edad temprana. Dedicó su vida alestudio de la Torá y del Talmud, aunque también aprendió las ciencias tales como astronomía, laanatomía, matemáticas, y la botánica, puesto que él se sentía que el conocimiento de estos temasera necesario para una comprensión completa de varios aspectos de la ley y de la práctica judías.Después de su mstrimonio, continuó conduciendo una vida extremadamente modesta, su esposapreveía sus necesidades mientras que él pasó día y noche en el estudio profundo del Talmud. Élno tuvo niños. La reputación del Jazón Ish era extensa y la gente de todas los lugaresfrecuentaron toda su vida su hogar, para las discusiones de estudian por su keddushá y elconocimiento o simplemente buscando consejo sobre temas religiosos, negocio, o problemaspersonales, o recibiría simplemente su bendición. Cuando en 1933 se radicó en la tierra de Israel,su casa en Bnei Brak se convirtió en la dirección para los millares que buscaron su dirección. Nollevando a cabo ninguna posición oficial, el Jazón Ish sin embargo se convirtió en una autoridadmundial reconocida en todas las materias referente ley y vida judías. No lo designaron como lídercomunal, pese a lo cual él ejerció una influencia enorme en la vida y las instituciones de la judeidadreligiosa. No no publicó muchas responsas, sin embargo llegó a ser la autoridad suprema en elhalajá (ley judía). David Ben-Gurion, el primer ministro de Israel, lo visitó una vez para discutirediciones político-religiosas. No perteneció a ningún movimiento oficial. Amó y respetó todos losseres y es admirado igualmente por todos, sin la excepción - Jasidim, Mitnagdim, Ashkenazim,Sefardim, Haredim, Datiim, Jilonim, los sionistas, los Contra-Sionistas, y otros. Hay hoy apenas unaciudad en Israel sin una calle nombrada en su honor. Aunque esencialmente un erudito académico,se aplicó a los problemas prácticos, dedicando mucho esfuerzo a la consolidación de la vida y delas instituciones religiosas. Sus actos en el uso de la máquina de ordeño en Shabbat y en lacultivación por hidroponia durante el año sabático son dos ilustraciones de su acercamiento a lopráctico. Era Un modelo de la modestia y la amabilidad. La herencia verdadera del Jazón Ish es la promoción de la claridad en el estudio de Talmud, de ladedicación en la adoración de H”, y del cariño y amabilidad en la interacción humanas. 23 24. 24 25. UNA GRAN PREGUNTA R” Boruj Beer Leibovitz Estaba sentado en su lugar fijo en el Beit Hakneset R” Boruj, consu gran sidur colocado delante suyo, mientras canturreaba en un tonobajo de voz. Todos los concurrentes allí lo conocían, ese anciano iehudí con sugran barba blanca como la nieve. “_ Es el más viejo del mundo”, dijo Iehúdale, que vivie en eledificio que queda justo al lado del shil. “_ ¡No es verdad!”dijo uno que discutía viviendo en el edifico quequedaba justo del otro lado. “Hay personas más ancianas que él, solotiene 100 años”. “_ Debe tener aproximadamente la edad del bet hakneset”, aclaróShloimi, quien vive en una calle cercana: “yo lo sé porque vive ennuestro edificio”. “_¡Él es más anciano!”, no estaba de acuerdo Iehúdale. “Mi padreme dijo que él estuvo en la Shoá”. No podían ponerse de acuerdo en la edad de R” Boruj. Todos losmiembros del barrio que concurrían al beit hakneset, lo conocían comoparte integrante del paisaje de aquél lugar santo, sentado en su lugarfijo durante las horas de la mañana, cantando en tono de vboz quedosus zemirot y ma”amadot2 y luego rezar la tefilá de minjá a la hora mástemprana posible con el primer minian. El Gran Rabino R” Boruj Leib Leibovitz estaba sentado al lado desu mesa, ocupado en la preparación de su clase que daba en forma fijaen la Ieshivá. Su alumno estaba sentado a su lado estudiando con él lasuguiá, cuestionando las respuestas que daba el rabino, basándose en loque decía R” Akiva Eiger. “_Tengo una pregunta”, se escuchó una voz conocida junto a lapuerta, mientras entraba al cuarto el anciano R” Boruj. “_Rabí”, le dijo al rabino con voz cortada R” Boruj, “Tengo unapregunta ¡urgente!” “_Si, R” Boruj”, le sonrió el rab. “Siéntese y dígame”. “Ayer a la mañana no me sentía bien”, contó el hombre mayor. “_Fui al hospital, esperé mi turno y me mandaron a sacarme unaradiografía. Luego de ello, tuve que volver a esperar, hacer la fila hastaque finalmente me atendió el doctor que me tenía que dar unarespuesta. Luego de eso, a la farmacia...” “_ ¿Y cómo se siente ahora?”, le preguntó el rebbe conpreocupación.2 (Pequeños trozos del jumash , profetas, mishná y guemará que dicen losbaalei batim para cumplir la mitzvá de estudiar Torá).25 26. “_ Baruj H”, me siento mucho mejor”, le contestó R” Boruj. “_Al llegar a casa, me dí cuenta que ya había pasado el mediodía,estaba urgido por irme a descansar un rato luego de una mañana tancansadora. Al levantarme, descubrí que ya había pasado la shekiá, y ahoratengo un problema”. “_ ¿Qué problema?” “_ Ayer, dentro del día difícil que fue, no alcancé a decir misma”amadot. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Perdí todo el seder?”, preguntóel viejito con voz angustiada. “_ Esa es una pregunta importante”, dijo el rab; mientras selevantaba ágilmente de su asiento buscando dentro del gran armario delibros, con la mirada de su alumno escudriñando para entender quéhacía su maestro. Mientras éste saca un “Ierushalmi”, lo abre y miradentro de él unos cuantos minutos. R” Baruj, mientras tanto observa desesperando, aguardando porsu respuesta.El Rabino observa en los escritos, para luego contestarle:”_ Yo pienso que es posible encontrar una respuesta favorable en estetema y que pueda usted completar hoy los ma”amadot que le faltaronde ayer”, dijo con voz medida, “y después puede seguir con los de hoy.Pero, sobre un tema tan delicado, tiene usted que cuidarse de no volvera perder otro día”.“_¡ Gracias, rebbe!”, dijo con felicidad el hombre, “con ayuda de D”smientras me den las fuerzas me cuidaré muy mucho de no volver aperder otro día”. El anciano le agradeció con cariño y salió para completar lasma”amadot, acompañado de las bendiciones de curación completa delGran Rabino que le entibiaban el alma. “_ Enseñeme, Maestro”, le preguntó el alumno. “Así como entendíla suguiá en el Ierushalmi en la cual profundizó el rabino antes decontestar, era sobre el shiur que usted tiene que dar ahora y lapregunta que él le hizo no necesitaba de ninguna profundización. ¿ Por qué se tomó tantos momentos antes de contestarle?” “_ R” Boruj valora mucho esas ma”amadot”, explicó el rabino, “élconoce del tema y es imposible dar una respuesta autorizando. Fuera deesto, todos los méritos del estudio de la Torá que tiene R” Borujdependen de su enunciación de estos ma”amadot. Por lo tanto, le contesté sobre ese “Ierushalmi” conectado connuestro clase y con ello le mostré la importancia del estudio de Torá yse lo mostré a R” Boruj. Por eso le respondí con toda seriedad supregunta”. El Gran Rabino estaba preocupado, tanto por los grandes temastanto como en pone su corazón por los temas menores.26 27. Y ahora, ojalá que nosotros podamos darle la importancia debida acada persona y a cada tema según su importancia.27 28. ¡UNA MITZVÁ CON LECHE! (Y NO EN SHAVUOT)El dueño de la despensa de lácteos “Tenuva”madrugó como decostumbre para abrirla temprano. Los camiones verdes de la firmallegaron y el conductor bajó para dejar la mercadería en grandes tachosde acero, bastante pesados por cierto y llevarse los pertenecientes al díaanterior.Prontamente se formó una larga fila en frente a la puerta del local.Hombres, mujeres y niños estaban allí parados con los envases en susmanos.“_Medio litro”, pidió una mujer joven. El dueño tomó con su manoun vaso medidor y vertió el medio litro en el envase que llevaba lamujer.“_ Un litro”, pidió quien seguía en la fila, un abrej barbado que ensu mano llevaba la bolsa con el talit y los tefilín.Uno a uno fueron saliendo las distintas personas del negociollevando con cuidado a sus casas la leche. Al final de esa fila parecíahaber un hombre mayor y encorvado, de rostro resplandeciente. Esteiehudí era el Rosh Ieshivá de “Porat Iosef”, el Gaón Rab Attíe z”l, enaquel entonces de cómo ochenta años.“_ Distinguido Rab”, dijo acercándosele el hijo del dueño del local,“¿por qué está el rab parado en la fila?¿Acaso no puede hacer estacompra desde su lugar?”“_ Yo estoy ocupado en una mitzvá muy importante”, le respondióendulzando los oídos del joven: “Mi compañera está muy débil. Elmédico dijo que depende de la leche fresca y tibia todos los días. Poreso yo me apuro en conseguírsela todos los días para que la puedatomar ni bien se levanta y así fortalecerse”.“_ Pero ¿tal vez el rab pueda pararse directamente en la cabecerade la fila?, aconsejó el muchacho: “Ya que el rab es mayor y sus fuerzasya no son las de antes. Además de ello, es un Talmid Jajam muyimportante...”“_ ¿... pararme en la cabecera de la fila? ¡eso es robo!”, dijo elRosh Ieshive sin salir de su asombro. “Los iehudim se levantaron muytemprano para venir a pararse y se apresuraron en llegar prestos alnegocio ¿y yo voy a sacarles su lugar en la fila??”Pensó el muchacho y dijo como quien expresa un pensamiento envoz alta:“_ Pero entonces,... ¿entonces pueda tal vez el rab dejarme suenvase y yo se lo llevaría todos los días?”“_ ¡Eso también es robo!”, dijo entre sonrisas cariñosas hacia elmozalbete. “Aparte de ello, ¿por qué tendría que evitarme hacer la fila?Todavía me dan las filas para ello, está todo bien.28 29. Esperaré pacientemente la fila como todos, cuando llegue mi turnovoy a comprar”.Al arribar a su momento, dijo acercando su envase:”_ Medio litro de leche, por favor”.Velozmente, el rab volvió a su casa con la botella llena de leche,cuidándose que, D”s libre y guarde fuera a caérsele tan solo una gota.La casa era humilde como cuando fue construida. La rabanit todavíaestaba durmiendo. El esposo puso el contenido de la botella a hervirsobre las hornallas de la pequeña cocina, para hervir la leche.(Hoy en día al comprar leche, ésta viene pasteurizada para sacarletodos los microorganismos que puedan ser dañinos para la salud; peroantes al no existir este proceso, era ésta la forma de hacerlo).El rab se quedó parado al lado de la hornalla para apagarla ni biencomenzara a hervir la leche, no fuese cosa que se derramara.“_ ¡Buen día!”, bendijo a la rabanit en el momento en el que ellase despertaba de su sueño. “Aquí traje la leche fresca recién hervida.Hace muy pocos instantes que regresé del negocio y ahora hierve...”Día tras día, mañana tras mañana, se levantaba el anciano RoshIeshivá para allegarse a la fila del negocio para cumplir con la mitzvátan importante de llevarle la leche a la rabanit que el médico le indicópara su salud.Esto no disminuyó el honor del rab, ni tampoco se preocupó por eldesgaste de fuerzas que ello le presentaba. “Yo estoy muy ocupado enuna mitzvá muy importante”, murmuraba en lo oídos del almacenerojoven “¡llevarle leche a mi débil esposa!”Cuando salía el rab a su diaria actividad y a cumplir esta diariamitzvá, ésta no afectaba ni su honor ni sus fuerzas. Por el contrario,esta era una mitzvá valiosa e importante.(Tomado directamente del relato del Rab Einfeld, Shlitá) ( R” Shach Man, Elazar Menachem) (o Rab Leizer Shach, su nombre se escribeocasionalmente como Eliezer Schach en las publicaciones inglesas) (de enero el 22 de 1898 - denoviembre el 2 de 2001), era un rabino Europeo-llevado y educado del este principal Haredi quecolocó y vivió en Israel moderno. Él era el Rosh yeshiva rosh de Ponevezh Ashkenazies en laKnesset israelí, muchos consideraban el Gadol HaDor (líder religioso supremo de la generacion")y utilizado el título honorífico de Maran (Nuestro maestro y rabino) al referirle. Eruditos tales comoRabino Yitzchak Zev Soloveitchik (el Brisker Rab) y Rabino Isser Zalman Meltzer por excelencia loreconocieron como erudito de Del Talmud en sus aprobaciones a sus trabajos; él fue autor del “AviEzri” un comentario en el Mishneh ToráEl rabino Shaj nació en Wabolnick (Vabalninkas, Vaboilnik pronunciado en Yiddish), una aldea ruralen Lituania norteña, hijo del Rabino Ezriel y Batsheva Shach. La familia Shaj habían sidocomerciantes por generaciones pero la familia de Batsheva, los Levitans, eran eruditos religiososque sirvieron a varias comunidades lituanas. El hermano de Batsheva Rabino Nisan Levitan, fuemás adelante una figura importante en la unión de Rabinos ortodoxos. Elazar era un niño prodigio,29 30. y fue enviado al estudio en el yeshiva de Ponevezh a la edad de siete. Cuando tenía trece años, setrasladó encendido en el fuego del estudio a la yeshiva de Slabodka, donde llamó la atención de sudecano, Rabino Nosson Tzvi Finkel, así como el Rabino Isser Zalman Meltzer, decano del yeshivade Slutsk. Shach pronto se convirtió en una de los estudiantes preferidos del Rabino Meltzer,comenzando una relación de por vida de la amistad y del respecto. Cuando la Primera GuerraMundial comenzó en 1914, muchos de los estudiantes de la yeshivá de Slabodka se dispersaron atRabés de Europa. El joven Shaj volvió inicialmente a su familia pero entonces comenzó a viajar atRabés de Lituania de la ciudad a la ciudad, a dormir y a comer dondequiera que él podría yestudiando en sinagogas locales, continuando estudiando el Da"as Torá. Después de la guerraShaj asistió al Rabino Meltzer y a su yerno, Rabino Aharon Kotler, en Kletsk, Polonia. Cuando elRabino Meltzer volvió a Slutsk, Shaj lo siguió (la más adelante afamada yeshiva de Lakewood enAmérica). El rabino Meltzer fue una figura y patrón similar a un padre para el joven Shaj, inclusoarreglando su unión con su sobrina, Guttel, en 1923. Shach recibió ordenación rabínica del RabinoMeltzer y comenzó a enseñar en al yeshivá de Kletsk en 1927, donde él enseñó por cinco años. Élsirvió como Rosh yeshiva en Lublin y entonces enseñaba Talmud en la yeshiva de Novardoktambién. En 1936 él fue Rosh yeshiva de Karlin en Luninets.Poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto, varios yeshivotcomenzaron a considerar el evacuar de sus rabinos, estudiantes y families.Rabbi Kotlereventualmente huyó por el este para América, viajando a tRabés de Siberia y llegando en losEstados Unidos durante la guerra. En 1939, Rab Shaj primero fue a Vilna, donde él permanecíacon el Rabino Jaim Ozer Grodzinski. Más adelante fallecieron la madre de Rab Shaj y la hijamayor. A comienzos de 1940 la familia decidió salir de Lituania. El tío maternal de Rab Shaj,Rabino Aron Levitan, había ayudado al Rabino Kotler para conseguir visas de la emigración, peroRab Shaj decidido para ir a Palestina, donde estaba Rab Meltzer como Rosh Yeshiva en Etz JaimYeshiva en Jerusalén, (Rab Shaj serviría más adelante como Rosh Yeshiva allí también).Varios años después del reestablecimiento del yeshiva de Ponevezh en Bnei Brak, le pidieron seruno de sus decanos. Él permanecería en la posición hast a su fallecimiento. En esta Yeshiva, RabShaj enseñó a muchos millares de los estudiantes, muchos de quién asumió eventual posicionesprominentes como Roshei Yeshiva y Rabinos.Shaj fue acreditado por muchos para ayudar revoluciona el concepto del "sociedad de estudiosos "o el mundo del kolel en el mundo de la posguerra de Haredi. Bajo su dirección, el fenómeno de loshombres Haredíes que estudiaban en yeshivot y los kollels a tiempo completo, algo que había sidocomparativamente raro en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial, se convirtieron en elestándar en muchas comunidades en Israel, con el apoyo financiero de las comunidades y de lossubsidios a las familias jóvenes con muchos niños del gobierno israelí.. Tenía tres niños, todos nacidos en Kletsk en los años 20: Miriam Raisel, Devorah, y Ephraim.Miriam Raisel murió siendo adolescente en 1939 a causa de pulmonía. El Rabino Meir TzviBergman, erudito de Torá en Israel, se casó con Devorah y tuvieron varios niños. Ephraim estabainsatisfecho con la forma de vida Haredi y sintió bien pertenecer al campo sionista religioso. Éldesempenó servicios en las fuerzas de la defensa de Israel, recibió un doctorado en historia yfilosofía, y actualmente los trabajos como supervisor para el ministerio de Israel de la educación.Rebbetzin Guttel Schach murió en 1969 de complicaciones referente a la diabetes 30 31. El rab Shaj recuerda ” Cómo me educaban en la casa de mis padres: cuando mi yarmulke se cayóde mi cabeza, me enseñaron que usted tenía que gritar de señal de socorro. Fueron dirigidos poruna preocupación por la observancia puntillosa de las mitzvot. Una vez desperté después delhorario de Krias zman Shema según el Mogen Avrohom y estallé fuera del griterío y continuégritando por esta “falta” a lo largo de todo el dia. 31 32. HASTA EN LOS PEORES MOMENTOSEn el hospital, junto a la cama de la rabanit Auerbach, esposa delGran rabino, Rab Shlomó Zalman Auerbach, Rosh Ieshivá de “Kol Torá”,estaban parados sus parientes, sumidos en su dolor.Los doctores les habían indicado que debían venir con todapremura para llegar a despedirse con vida de su madre, una mujer muygrande, una gran hermana y descendiente de una familia muyimportante.Todos estaban parados llorando y exclamado en tefilot y súplicas.Se escuchaba el “Shemá Israe-l”, mientrassu respiración se iba haciendomás y más pesada, mientras se imponían lo ángeles de la angustia, y laimportante rabanit, con rostro calmo, iba camino a su mundo.Así, la rabanit, la persona completamente justa, completó suobjetivo en este mundo y fue a su palacio. Así completó en sus años,llenos de buenas acciones dentro de este mundo.Los miembros de su familia fueron saliendo como deudos, con lacabeza gacha, solo dispuestos a completar aquello que era debidohacer...Rabí Sholmó Zalman, partido por el dolor, entró al ascensor delhospital, para tratar de salir del edificio. Estaba allí parado, en elascensor, sumido en sus pensamientos y su sufrimiento.“_ ¡ Shalom Aleijem, rabí!”, escuchó una voz que le decía.“_ ¡Shalom ubrajá!”, contestó con afecto con sus modalesconocidos. Frente a él estaba un abrej conocido, un joven que habíapasado por la ieshivá.“_ Recibimos un “mazal tov”, le contó el joven rabino. “Justo miseñora acaba de dar a luz un bebé, Baruj H””.“_ ¡Mazal Tov!, dijo el rab extendiéndole su diestra a la vez desonreírle afectuosamente. “Que tengan el mérito de verlo crecer junto ala Torá...y las buenas acciones, que se aumenten sus alegrías en salud ypaz”.“_ ¡Amén!”, contestó el Abrej a la brajá que le dio el Rab Auerbachcon rostro luminoso y corazón lleno.“_ ¿Cómo se siente la mamá? ¿Cómo está el niño?”, preguntó enforma inquisitiva R” Shlomó Zalman.“_ Baruj H”, todo salió como se esperaba; el bebé tiene buen pesoy mi esposa, gracias a D”s se siente excelentemente bien, solo que unpoco cansada...” le dijo el abrej, compartiendo con el rab la alegría quesentía.“_ ¡Gracias a D”s!”, se alegró al anciano sabio al escucharlo yvolvió a bendecirlo con viva voz “Que amerite aumentar en najat... yque ameriten adentrarlo en el pacto de Abraham Avinu en tiempo yforma”. 32 33. En esos mismos momentos llegó el ascensor a la planta baja yfueron saliendo uno por uno a su destino.“El sepelio de la Rabanit importante...” se empezaba a escucharen los parlantes de Ierushalaim3.“_ ¡¡¡Oi vei!!!”, dudaba el joven abrej mientras su rostro setornaba sufriente. Ahora estaba llegando a su casa de haber atendido asu esposa parturienta.“_ ¿La Rabanit Auerbach?”, no podía dar crédito a lo queescuchaban sus oídos.“_ ¿¿¡¡ Cómo puede ser posible!!?? Si yo me encontré con el RoshIeshivá, el Rab Auerbach en el hospital. Él me habló con tanta dulzura,con un rostro agradable, compartió mi alegría de todo corazón y...¡¡¡todo su dolor ni se le notaba en el rostro!!!”“_ ¿ A qué hora falleció, exactamente?, investigó el abrej.“_ Ella falleció a las...”, le contestaron quienes conocían del tema.“_ ¡¡ Eso no puede ser!!, si media hora después me encontré conel Rosh Ieshive y no se le notaba nada”.Recorrió el abrej las escalinatas que lo separaban de la casa delRab Auerbachen el vecindario de “Shaarei Jesed”, para cumplir la mitzváde consolar a los deudos.Después de que comenzara a hablar el deudo (tal como lo señalala halajá), hizo lo propio el abrej con su ánimo quebrado, diciendo: “_Rab, ¡quiero pedirle perdón!”“_ ¿Por qué me pedís perdón?”.“_ Rebbe. Cuando el rab estaba inmerso en un terrible dolor,media hora luego del fallecimiento de su señora, lo molesté con mistemas particulares. Seguro que por eso debe pedirle perdón”, dijo eljoven rabino totalmente excitado.“_ ¡D”s libre y guarde! Vos nunca supiste de mi sufrimiento”, lerespondió Reb Shlomo Zalman.Y agregó, totalmente asombrado:“¿Acaso porque yo esté sumergido en mi dolor, estoy exento de lamitzvá de mostrar un buen rostro?Así era Reb Shlomó Zalman z”l, un grande en el mundo de la Toráy las buenas cualidades; mostrando un rostro agradable a cada uno y entoda situación.Rabino Shlomo Zalman Auerbach ( Nació el 20 de julio de 1910 y falleció el 20 de febrerode 1995). Era un Rabino, un Posek y un Rosh Yeshiva renombrado de la yeshivá de Kol Torá enIsrael. Nació en la vecindad de Shaarei Jesed de Jerusalén fundada por su abuelo maternal,Rabino Shlomo Zalman Porush, después de que lo nombraron. Su padre, el Rabino Jaim YehudaLeib Auerbach dirigió la ieshivá Shaar Hashamaim. A la edad de once era experio en el tractate(Masejet) talmúdico entero de Kiddushin. Cuando adolescente estudió en la Yeshivá Etz Jaim enJerusalén. Lo conocían para su diligencia que es ilustrada por un acontecimiento que ocurrió3Anunciando el entierro, tal como se acostumbra en Eretz Israe-l. 33 34. mientras que él estaba en yeshiva. En el día en el que el primer automóvil rodó en Jerusalén a lolargo del camino de Iafo, todos los estudiantes salieron a verlo, dejando momentáneamente susestudios para ver la maRabilla. Solamente Shlomo joven Zalman permanecía en su silla sumergidaen sus estudios.Su primer trabajo publicado “Meorei Esh”, era el primer escrito siempre a propósito de usarelectricidad en Shabbat. El trabajo fue endosado por rabino Jaim Ozer Grodzinski que lo leyó ydeclarado: “Or jadash al Tziyon tair"; - “la nueva luz brillará sobre Zion" - una cita de los rezosdiarios de la mañana. Él tenía una asociación cercana con el Rabino Jaim Ozer Grodzinski, asícomo el Jazón Ish y Rabino Elazar Menachem Shaj, los dos íconos y líderes preeminentes deljudaísmo Haredi de los segmentos medios del vigésimo siglo. Fue el decisor preeminente deHalachá de su tiempo en Israel, respetado por todas las corrientes del judaísmo ortodoxo.Era únicoen su acercamiento a Halachá con experimentos del pensamiento. Renombrado para sus claseslúcidas como Rosh Yeshiva, sus millares de estudiantes continúan influenciando el mundo de Toráhoy. 300.000 estimados - 500.000 personas atendieron a su entierro en 1995.Los Sefarim de su autoría incluyen: “Meorei Eish”, un trabajo pionero referente a electricidad enhalacha, (1935)” Maadnei Eretz”, un libro de dos-volúmenes con respecto a halachá agrícola,(1946) “Minchas Shlomó” (responsa), primer volumen (1986), segundo volumen (2003) “MinchasShlomo”, un comentario en el Talmud él también fue autor de un comentario en Shev Shematata,que en sí mismo está un trabajo de novellae en el Talmud de rabino Aryeh Leib HaCohen Heller.Muchos de estudiantes del Rabino Auerbach han escrito sus propios trabajos, pero basado sobretodo en sus decisiones halajicas. Incluyen: Shulchan Shlomo, Nishmat Avraham (en edicionesmédicas), Halichot Shlomo, y Shemiras Shabbos KeHilchasah (en los leyes de Shabbos).El rabino Auerbach tenía siete hijos y varias hijas. Entre sus niños esté: El rabino Shmuel Auerbaches una autoridad principal del partido político de Degel HaTorá.El rabino Ezriel Auerbach es un yerno del Rabino de Yosef Shalom Elyashiv . El Rabino MordejaiAuerbach es el Rabino del púlpito de Avir Yaakov en Tel Aviv , Avraham Auerbach es Rabino enTiberias, Meir Simcha Auerbach es un posek y Rosh Yeshiva. El Rabino Yaakov Auerbach deBetar Illit es Rabino en Beit Shemesh. Baruch Auerbach publicó los trabajos completos del RabinoYom Tov Algazi en 1999. El rabino Zalman Nechemia Goldberg es un posek principal en Israel y esel yerno de Rab Shlomo Zalman.Rabinos prominentes (Sus alumnos)Yehoshua Neuwirth, Avigdor Nebenzahl, Rabino Zalman Nechemia Goldberg 34 35. 35 36. ¡A ESO SE LLAMA ESTUDIAR! Golpes delicados sobre la puerta de casa de la familia Jadashprovocaron que la rabanait se acercara. “_ ¡Shalom!”, recibió con rostro agradable al grupo de bajurimingresantes, “¿ustedes vienen a ver al rab?” La puerta de la casa “Jadash”, cercana a la Ieshivat “Hebrón”en“Guivat Mordejai”, estaba siempre abierta de par en par. Muchosbajurim golpeaban: unos, porque necesitaban una entrevista particularcon el mashguiaj, otros en procura de una taza de té caliente con elagregado de torta recién horneada o chulent nutritivo y caliente losjueves y viernes... Si, D”s libre y guarde, no se sentía bien y necesitaba de unmedicamento o de una sopa, conocía la dirección: la casa del Mashguiaj,el Rab Meir Jadash. Una vez, ocurrió que frente a la rabanit, un grupo estaba en lapuerta esperando escuchar un “va”ad” de boca del Mashguiaj. “_ ¿Ustedes buscan al rab?”, preguntó. “_ Si”, le respondieron. “Queremos escuchar un va”ad de boca delMashguiaj. ¿Es eso posible?” La rabanit sonrió al tomar el picaporte de la puerta que daba a labiblioteca: “Se puede pasar”. Los muchachos sonrieron y la siguieron. La puerta de la habitación estaba abierta y la vista era conocida,dejando ver algo bien apreciado por los bajurim: detrás de la gran mesaasomaba la figura sentada del Mashgiaj, Mará”n HaGaón R”Meir Jadash,sumergido en su estudio de la Guemará con gran pasión y dulzura. Entraron y se pararon cerca de la gran biblioteca y esperaron. ¿Talvez el Rab sentiría su presencia, su llegada? “_ Shimon, decile al rabino que estamos acá”, dijo Abreimi al oídode su compañero. “_ ¿Tal vez vos se lo digas?”, le susurró Ianki a Moshi, quienestaba parado a su lado. “_ ¿¡Yo!? Se asombró Moshi, “¿qué te pasa?” Fueron pasando los minutos y la rabanit entró al cuarto,sonriendo. “_Rabino, vino un grupo de bajurim dispuestos a escuchar unva”ad”, dijo la rabanit en voz alta. No levantó el rabino la cabeza, los jóvenes estudiantesentendieron de inmediato que el sabio no había escuchado una sola delas palabras que hasta allí se habían pronunciado. “_ Rab, tus estudiantes te esperan”, volvióa repetir mientraspermanecía parada junto a la silla donde él estaba sentado.36 37. Pese a ello, él permaneció sentado en la misma posición, inmersoen las profundidades de la Torá.Como consecuencia de ello, los bajurim notaron la evidentedificultad que encontraba la rabanit en sacarlo de la profundidad de suestudio. “_ No hace falta molestarlo. Aprendimos mucho sobre lo que esentregarse en serio al estudio en estos pocos minutos”, le dijeron conmucha delicadeza. “_ ¡Está bien, a ustedes les corresponde escuchar un va”ad! ¡Alrab le molestaría mucho saber que ustedes vinieron aquí y se fueron sinpoder escuchar una sola palabra suya!”, asintió la rabanit. La dama se acercó a la mesa y tomó la Guemará abierta con susmanos, alejándola de los ojos del rab Meir. Con ojos abiertos observaron los jóvenes la infructuosa intentonade la rabanit. El libro se alejaba de los ojos del Mashguiaj, mientras el seguía detodas formas, estudiando y leyendo las palabras con voz armoniosa. Solo cuando ella cerró del todo el libro, sacudió la cabeza el rab yse percató del grupo que estaba allí parado, esperándolo. “_ ¿Hace mucho que están esperando?, preguntó el rab. Los jóvenes sonrieron: “_ Aprendimos algo muy importante, rabino. El sentido de lapalabra “amelut” (esforzarse, fatigarse) en la Torá por la que usted seforzó. ¡Dichoso y feliz de usted!”Rab Meir Jadash era un talmid muvhak (experto, es decir de los mejores que tuvo) del Alter deSlabodka, Rab Nosson Tzvi Finkel. A menudo, los dos discutirían la creencia profunda de Alters enel gadlus haadam, la grandeza del hombre. "El hombre, " el Alter explicaría, "es la corona de lacreación. Su alma está derivada del trono de Hashem de la gloria, y tiene potencial ilimitado.Cuando el hombre está enterado de su estatura alta, expectativas nuevas se abren antes de él, ysu ambición para alcanzar grandeza en Torá se intensifica. Los estudiantes de Yeshiva no debenestar contentos con la mediocridad. Deben esforzarse para perfection." Rab Meir internó estasenseñanzas y, los años más adelante, intentó transportarlas a sus propios talmidim. Él tuvo éxito -no solo compartiéndolos en sus escrituras, discursos y shiurim, también trayéndolas a la vida conejemplo personal. Dijo un rebbe en Yeshivá Ateres Israel, que Rab Meir era esencial para poderllevar a cabo su fundación: ocurrió una vez que, tres semanas antes de Rab Meirs la abriese, ungrupo de estudiantes de escuela secundaria, estaban inseguros sobre si ir sobre una yeshivaguedolá o a la yeshivá hesder (que mezcla estudios de Torá con vida militar y estudios seculares) .Visitaron al Gaón de la Yeshiva. "Al llegar, " recuerda el rebbe, "ellos notaron que la puerta a unapartamento estaba abierta. Mirando a escondidas adentro, vieron a judío mayor absorbidoprofundamente en sus estudios, olvidadizo de la gente alrededor de él. Los estudiantes depreguntaron quién era el , y les respondieron que él era el mashguiaj de 91 años de edad de layeshivá, que su mente no se podría alejar de sus estudios. Los estudiantes encontraron ésto durode creer, y decidieron dar vueltas por el lugar para convencerse de lo que estaba viendo.37 38. "Durante dos horas lo observaron atentamente, el mashguiaj no levantó sus ojos de su sefer, " elrebbi concluyó.Y allí, los estudiantes de la secundaria decidieron alistarse en ieshivat gedolá(en laque estudian los jóvenes de edad de colegio secundario, pero en la que se dedica todo el día alestudio de Torá en exclusividad), en vez en de la yesshivat hesder"SU VIDARab Meir Jadash nació en 27 Shevat, 5658, en la ciudad lituana de Paritch. Su padre, Rab BenTzion, y su madre, Machla, eran gente muy piadosa cuya preocupación primaria eran sus niños,luchando siempre por darles una educación genuina de Torá. Puesto que Rab Ben Tzion a menudotenía que estar ausente de hogar, la carga de atender el chinuch de los niños cayó en su esposa.Aunque la familia era pobre, ella empleó un melamed privado para enseñarles. La familia estaba aveces hambrienta, pero el melamed siempre era pagado. Cuando Rab Meir tenía 10 años, fueenviado por su madre a estudiar con Rab Pesach Pruskin en Shkolv, puesto que Paritch no teníayeshivá propia. U n año y medio más adelante, Rab Meir volvió a casa a Paritch y comenzó aestudiar con su primo mayor, Leibele Lebowitz, estudiante de Ieshivat Slabodka . Leibele, sinembargo, pronto volvió a la yeshiva y Rab Meir quedó sin un chavrusa. En su siguiente visita acasa, Leibele llevó al joven Meir con él a Slabodka, esperando colocarlo en la yeshivá. Sinembargo, el mashguiaj de Slabodkas, Rab Hirsch Heller, rechazó aceptarlo debido a su edad. Eljoven Meir, afortunadamente no se dejó decaer por esta situación. Decidió permanecer enSlabodka y probarles a los responsables de la yeshiva que él era digno de ser un estudiante hechoy derecho. Pero puesto que no había sido aceptado en la yeshiva, Rab Meir no tenía ningún lugar adormir o a comer. Esto, sin embargo, no lo disuadió. Durmió en el vestíbulo de un hogar propiedadde un residente de Kovno, y subsistió con un pan que él había traído de su hogar, más un pedazopequeño de los arenques que él compró con el dinero suelto su madre le había dado. Cuando élacabó el pan, se compró pan añejo con el resto de su dinero suelto. A pesar de estas dificultades,estudió con hasmode (dedicación, constancia) excepcional en la yeshivá. De hecho, apenas tressemanas después de que llegó a Slabodka, él manejó en profundidad hasta el daf 28 en MasechetKiddushin. Los rumores sobre su mejora pronto llegaron a oídos del mashguiaj, el que decidióprobar a quien luego sería Rab Meir, y pronto lo aceptó en la yeshivá a pesar de su edad joven.Una vez que Rab Meir fuera un estudiante hecho y derecho, la yeshiva le asignó uno de lospresupuestos más altos para sus gastos personales.En su primer zeman en el yeshiva, Rab Meir pasó el " exigente test." En esta prueba, se elegía conun alfiler, pinchando una Guemará al azar y dijeron el estudiante que era probado qué palabrahabía perforado en una de las páginas. Entonces él tuvo que recordar las palabras que el alfilerhabía perforado en las páginas subsecuentes. Durante sus años en Slabodka, Rab Meir fuediscípulo cercano y confidente de Alter, el mítico rab. Su relación duró por 17 años, hasta el Alterfalleció en 1927. Se dice que Rab Meir no solamente absorbió las enseñanzas de Alter, sino quetambién se le asemejó en todos sus rasgos y maneras.VUELTA A PARITCH Después de dos años en Slabodka, Rab Meir volvió a Paritch para visitar a su madre. Durante eseperíodo, su padre, Rab Ben Tzion, había ido a América en un esfuerzo de ganar un sustento.Incapaz de llevar la soledad y la separación de su familia, Rab Ben Tzion pidió que su familia loacompañara allí. Pero Rab Meir y su hermano, Rab Dovid, estaban ambos en Slabodka en eseentonces, y su rosh yeshiva rechazó la idea. 38 39. Después de un tiempo, sin embargo, Rab Ben Tzion abogó por otra vez con su familia para ir aAmérica. Cuando él prometió permitir a sus hijos continuar sus estudios de Torá, el rosh yeshiváconsintió tristemente (de lo que se entiende que toda la causa de no querer que fuesen, no era por–jas ve sholem- separarlos de la familia, sino que solo buscaba el bienestar de los jóvenes, comoun propio padre). Apenas entonces, la Guerra Mundial explotó y la madre de Rab Meir muriótrágicamente, acortando el plan familiar de trasladarse a América. Más adelante, Rab Ben Tziondijo que él era feliz que sus hijos no hubiesen viajado a América, en donde su progreso en Toráhabría sido impedido probablemente. Rab Ben Tzion mismo seguía siendo fuerte en la observanciade las mitzvot en América, y nunca desecró el Shabbos allí, a pesar de las muchas dificultades queaguantó.YESHIVA EN VUELO Durante la guerra, la Yeshivá Slabodka se mudó a Minsk. Rab Meir y Rab Dovid fueron parte deese grupo. Pronto, muchos otras yeshivot europeas del este también huyeron a Minsk, entre ellos,Radin, Volozhin, Mir, Kelm y Kaminetz. En Minsk, atrajeron a muchos jóvenes al sionismo y a otrasideologías seculares. Rab Meir y un número de amigos intentaron idear una manera de contrariaresta tendencia. Pronto encontraron que lo único que podían hacer era consolidar su propio estudiode Torá. Para alcanzar esta meta, formaron un grupo de estudio diario que miembros tomaronjavurot. Este grupo estudiaba 20 páginas de Gemara a la semana. Cuando los bolcheviquesganaron el control de Minsk, comenzaron a acosar los estudiantes de la yeshivá.Consecuentemente, el rosh yeshiva de Slabodka decidió mudar la yeshiva a Krementchug, unaciudad judía en la Ucrania. Cuando un tratado de la paz finalmente fue firmado entre los países queguerreaban, a la yeshivá le fue permitido cruzar la frontera y volver a Slabodka. Solamente dosestudiantes permanecían detrás - los hermanos Jadash. Su hermana, Gronia, había contraído tifus,y debía ser casada en algunas semanas, y no pudieron dejarla. Siguieron pese a lasincomodidades en Krementchug hasta después de la boda de Gronia, y entonces volvieron aSlabodka, a tRabés de la frontera, ilegalmente.VUELTA A SLABODKA.Volvieron a Slabodka, especialmente puesto que no había más una amenaza sobre las cabezasde los estudiantes. Durante este tiempo, la yeshivá fue dirigida por el Alter, y sus mashgichim eranRab Avraham Grodzinski y R” Hirsch Heller: Rab Aharon Kotler, Rab Moshé Finkel y RabReuvenGrozovsky estaban entre sus estudiantes.Sin embargo, esta era de oro no duró un largo tiempo. El gobierno lituano pronto canceló lasexenciones de reclutamiento para los estudiantes de la yeshivá. Algunos estudiantes desearon ir aEretz Israel para evitar el enrolamiento, pero el Alter se opuso a enviarlos a Eretz Israel, puestoque no había yeshivot convenientes para ellos allí. Entonces se sugirió que el personal y losestudiantes de la yeshivá viajaran a Eretz Israel como grupo y abriesen una yeshivá nueva allí conel espíritu de Slabodka. La sugerencia fue aceptada, y Rab Avraham Grodzinski fue enviado aEretz Israel, donde abrió la Yeshivá Knesset Israel Yeshiva en Hebrón. Más adelante, a petición deAlter, Rab Grodzinski volvió a Slabodka, y en 5685 (1924-25), el Alter, acompañado por Rab Meir yel grupo final de los estudiantes todavía que vivían en Europa, fueron precisados para la yeshiva yaestablecida en Hebrón. Allí prosperó, y Rab Meir se convirtió en la mano derecha de Alter. En 5686(1926), se casó con Tzivia Leah Hutner, la hija de Rab Naftali Menachem Hutner. Ella había venido39 40. a Eretz Israel solamente, y había vivido en el hogar de su tío, Rab Moshé Mordejai Epstein, el RoshYeshiva de Yeshivat Hebrón.Después del fallecimiento del Alter en 5687, Rab Meir permaneció en la yeshivá, supervisando elcrecimiento espiritual del alumnado, junto con Rab Yehuda Leib Chasman.LA MASACRE ÁRABE Este período del tranquilidad, sin embargo, fue cortado brevemente por la masacre árabe de losjudíos del el la mañana de Shabbos, 16 de Av de 5689 (1929). El jueves antes de la estaban laRebbetzin Jadash y una amiga estaban camino al mercado cuando oyeron un susurro árabe,diciéndoles: “Ellas están comprando alimentos para shabbes, pero no saben que no estarán aquípara ese momento. Los árabes de Yerushalayim están en camino aquí y les van a poner fin austedes" La rebbetzin volvió rápidamente a casa y sugirió a su marido que pasen Shabbos enYerushalayim. ¿Pero Rab Meir contestó: “Pero,si tan peligroso, cómo podemos nosotros dejar a losestudiantes solos? Tenemos que advertir a judíos de Hebrón de la situacion." Los dos le avisaronrápidamente al jefe de la comunidad judía de Hebrón, Dan Slonim, sobre lo que había oído larebbetzin. Pero no lograron alarmarlo. Su respuesta fue que los árabes de Hebrón eran amistososcon los residentes iehudim y que no iban a permitir que los dañasen los árabes de Ierushalaim.Desafortunadamente, él se equivocó.Ese viernes, carros llenados de los árabes de Yerushalayim llegaron a Hebrón. Tuvieron éxitorápidamente en la incitación a la población local para masacrar a los judíos.Dan Slonim intentado desesperadamente para guardar de los patanes y para salvar a sus judíosdel desastre, ordenándoles permanecer en sus hogares. Puesto que los árabes de Hebrónrespetaban su casa, él anunció que quienquiera deseara podría hallar refugio allí . Entonces losestudiantes de la yeshivá dejaron la yeshivá, algunos yendo a la casa de Dan Slonim, y a otros ala de Rab Moshé Mordejai Epstein. A la mañana temprana de Shabbos, un número de amigosárabes de Dan Slonims ofrecieron llevarlo a un lugar seguro. Pero él rechazó abandonar a losjudíos que habían montado en su hogar, entre ellos Rab Meir y su esposa. Más adelante esamañana, sin embargo, los árabes atacaron la casa Slonim, asesinando a casi todos sus inquilinos.Rab Meir y Tzivia, lograron seguir vivos y se lanzaron sobre los cuerpos de las víctimas. Al asumirque también estaban muertos, los árabes los dejaron. Cuando le preguntaron cómo pudomantenersu control mental bajo tales circunstancias, Rab Meir dijo: “Recité el Viduy (confesión) y pedí cincoveces y creí que si Hashem querría que viviese, sobreviviría los alborotos, también."COMO MASHGUIAJ Después de la masacre, la yeshivá se mudó a Yerushalayim, se ubicó primero en la vecindad deAchva, y luego en Geula. Durante ese período, Rab Meir sirvió como mashguiaj de la yeshivá juntoa Rab Yehuda Leib Chasman. El acercamiento de Rab Meirs a sus estudiantes era unaconsecuencia de su creencia compartida con su rebbi, el alter, en el gadlus haadam. En sucapacidad como mashguiaj, él mantuvo que puesto que el hombre es la corona de la creación, lamanera de animarle a alcance la perfección no está en el reproche, pero sí en elevándolo yanimándole a que realice su potencial. Según el espíritu de Slabodka, él veía a cada estudiantecomo la encarnación de lo mejor del hombre, con respecto a sus puntos negativos comocaracterísticas simplemente externas que aún no se habían desarraigado. Consecuentemente, élencontró difícil de expeler a estudiantes recalcitrantes de la yeshivá, como dice el refrán: “Los hijos40 41. del Rey no deben ser expulsados”. Sin embargo, él también enseñó que para ser príncipe, unodebe cultivar rasgos nobles del carácter y vivir hasta ideales especiales. Un tal ideal era que unapersona debe beneficiar siempre ésos alrededor de sí, particularmente siendo que debía darles enforma abundante.Asimismo, Rab Meir creyó que si los estudiantes del yeshiva eran príncipes, un yeshivá no se deberelacionar con como institución regular, sino como algo como sagrado,ya que las mismas paredesabsorben esa santidad. Consecuentemente, él tuvo aversión los términos tales como “ntrar”a layeshivá o ser "aceptado" en el yeshiva. Una yeshivá,él dijo, no es una masa de paredes y ventanasa tRabés de las cuales uno entra, sino un lugar con el cual uno debe fundirse y convertirse en partede sus mismas piedras. Rab Meir también sostenía que los estudiantes de la yeshivá debencultivar el rasgo de la uno mismo-maestría –enseñarse a sí mismo-, cada uno según su propioestilo personal. “El mashguiaj, enciende los hornos” él diría, “pero el horno debe continuarquemando por sí mismo. En línea con esta enseñanza, Rab Meir nunca designaba a un estudiantepara despertar los otros para rezar por la mañana. Por supuesto, él creyó que era importanteluchar el rasgo de la holgazanería, pero también sentía que los estudiantes del yeshiva debensentirse obligados para despertar el tiempo. Una vez por semana, Rab Meir llevó a cabo un vaad, ola discusión mussar, en su hogar. A pesar de el hecho de que el vaad era un acontecimiento encurso, cada semana los estudiantes tuvieron que solicitar que esté sostenido. Si didnt, él wouldntocurren simplemente. No demandaba asistencia como una cuestión de cortesía, pero entendía queera importante para recibir mussar mucho más importante que hacerlo por medio de unagrabación.SHMUESSIM BRILLANTES Otro toque de luz del papel de Rab Meirs como mashguiaj era su shmuessim. Uno de susestudiantes, Rab Amitai Shulman, recordado qué ocurrió cada vez Rab Meir dio shmuess. Allí " nohabía ninguna necesidad de anunciar los shmuess, " él. los centenares de estudiantes de laYeshivá en Yerushalayim sabían que el momento en el que el Mashguiaj se levantaba de suasiento permanente en la yeshivá, era porque sus shmuess comenzarían. Enseguida losestudiantes formarían un semicírculo alrededor del mashguiaj, cada uno compitiendo por unaposición más cercana, para recibir mejor las palabras de mashguiaj, que fueron pronunciadas enun modo generalmente reservado y con intensa concentración . Pero, hasta que esas palabrasfueron pronunciadas, un silencio pesado prevaleció en el pasillo del bet hamidrash de la yeshivá,que retumbaban generalmente con el sonido de la Torá. Los cientos de ojos seguían fijos a RabMeir, después de cada gesto - que se asemejaban a los del Alter. Pero el mashguiaj seguiríainmóvil, encontrándolo difícil de ocultar su vacilación. Aunque había dado shmuessim por casicincuenta años, él se sentía siempre que cada los shmuess eran su primer. "Después de algunosmomentos de silencio, " Rab Shulman continuó, "él pronunciaría sus primeras palabras,absolutamente, tranquilamente, y en una voz paternal. En general, abriría sus shmuess con unversículo, y entonces trae midrashim sobre el mismo tema o presenta un Dvar Torá que, en lasuperficie, era difícil de entender. Entonces su voz crecería un pedacito más fuerte, aunque éltodavía mantuvo su tono reservado. A medida que iba hablando, se acoplaban los midrashim y losversículos y cómo se relacionaron con las mishnaiot y los refranes de Jaza”l, llegando a estarclaros. Todavía seguiría habiendo por tres cuartos de una hora a una hora. Finalizando losshmuess, él cabecearía su cabeza, y los estudiantes se dispersarían. Solamente Rab Meir 41 42. permanecería en su lugar, estudiando otra halajá, preguntas que contestar, y mirar cariñosamentea sus estudiantes. Momentos más adelante, Maariv comenzaría. Al final del rezo, Rab Meir volveríaa su asiento en el mizrach, revuelto por los grandes pasos grandes espirituales que susestudiantes hacían. "Estos discursos, " Rab Shulman concluye, “ impulsarían a sus estudiantes aprogresar y esforzarse constantemente alcanzar las alturas más grandes."MIDDOT EJEMPLARES La energía ilimitada invertida por Rab Meir en ayudar a sus estudiantes mejoraba notoriamentesus midot. A menudo les decía: " la persona tiene que preguntarse: ¿Cuándo voy a alcanzar elnivel de las middot de mis antepasados, Avraham, Yitzchak y Yaakov?" Si los estudiantesdesearon un ejemplo de uno quién había alcanzado este alto nivel, solo tenían que observarsimplemente a Rab Meir. Una vez que, cierta persona lo acosó en público de una maneraindecible. Años más adelante, el hijo de esa persona se alistó en Ateres Israel, donde Rab Meirera mashguiaj. Rab Meir dedicó la atención particular a ese muchacho para demostrar que noteníaa resentimiento alguno contra el padre. El grado en el cual se cuidaba de evitar ofender aotros que tenía Rab Meir asustó a veces incluso a su familia. Una vez que, mientras que lohospitalizaron a causa de una enfermedad seria, su sitio se llenó de los visitantes. Un doctor entróen el cuarto a tomarle un análisis de sangre. Rab Meir pidió precipitadamente que sus huéspedessalieran del cuarto hasta que la prueba terminara. Las huéspedes fueron sorprendidas en estapetición no característica, pero rápidamente salieron. Más adelante, él explicó su comportamiento aun miembro de la familia: ”El doctor tiene dificultades en situar mis venas. No hubiese querido quelos visitantes lo vieran, porque podría desconcertarlo. Por eso los invité a dejarnos."ABRA LA CASAAdemás de la función como el mashguiaj de Hebrón, Rab Meir fundó Yeshivá Ateres Israel, juntocon su yerno Rab Boruch Mordejai Ezrachi, y Yeshiva Or Eljanán, junto con su hijo Rab MoshéMordejai. sirvió como mashguiaj en both.of.these yeshivot. También fundó el famoso kollel famosode Yeshivat Hebrón, Yeshivá Beis Midrash le Torá. Es imposible retratar las relaciones entre RabMeir y sus millares de estudiantes sin describir su amor paternal para ellos. En todos los yeshivoten los cuales él sirvió como mashguiaj - Hebrón, Ateres Israel y Or Eljanán - su apartamento fueestablecido en la planta baja, cerca de la puerta principal de la yeshivá, de modo que él estuvieracerca de sus estudiantes. Le dio la llave a su hogar privado a las muchos estudiantes, diciéndolesexplícitamente que, el “Ud puede venir interior siempre que usted quiera" Veinticuatro horas al día,una pava enorme de agua hirvienda estaba preparada en la cocina. Al lado de ella había una latade café, galletas y bolsitas de té. A través del día, los estudiantes entrarían en su apartamentoprivado y se confortarían con las bebidas calientes, mientras que los que permanecían encima aestudiar hasta que después de que la medianoche, hacían una parada en su hogar para unabebida antes de ir a dormir. En Erev Shabbos, Rebbetzin Tzivia Jadash prepararía un pote enormede cholent, y las docenas de porciones de gefilte fisch para los muchos estudiantes queinvariablemente venían a visitar.ENERGÍAS DE LA CONCENTRACIÓN Las energías de concentración de Rab Meir eran inmensas. Los estudiantes podrían entrar en sucasa, estar parados al lado de su mesa, e incluso haciendo ruido, pero él nunca miraba para arribahasta que terminara el material que tenía que estudiar en aquella época. Incluso en Simchas Torá,42 43. cuando su hogar desbordaba en actividad, él se sentaba en su sitio, sin levantar sus ojos de susefer hasta que acababa la porción que él había planeado estudiar. Su hijo, Rab Moshé MordejaiJadash, relata el modo en el que esa increíble capacidad de concentración le sirvió a lo largo de losaños: “En los años de Paritch, lo cogieron sin su tarjeta de identificación. Apenas pues los soldadosestaban a punto de tirar, un comandante que vivía cerca miraba fuera de su ventana. Impresionadopor el aspecto de santidad de Rab Meir, él les dijo que lo dejaran solo. Lo que él hizo frente a esossoldados, la resoluciónque tomó nunca se lo reveló a cualquier persona. Además, él dijo que si élse encontrara siempre en apuro, él se reflejaría en esa resolución (ver “Te prometo que...”). "Añosmás adelante, explicó que la imagen de los cadáveres masacrados en Hebrón le servirían paraconcentrarse en aquél momento, no haciendo caso del caos que lo rodeaba.SU DÍA FINAL El la tarde de jueves, 28 Tevet 5749, la hija de Rab Meir fuea visitarlo. ¡Ella le preguntó cómo sesentía y él contestó, "Boruch Hashem! ¡Vivo! (Jaim)" ¡Él entonces agregó, "Jaim! ¡- Ein Kleinkeit!Jaim!" ¡(vida! ¡Una cuestión trivial! Vida!") Todos nosotros sabemos que “vida” era la oportunidadde mitzvot y Torá adicionales; le explicó a su hija. Rab Meir fue llevado la noche de jueves delhospital. En 2:30 mañana perdió el sentido, y en 4:30, mientras que era rodeado por su familia,devolvió su alma pura a su fabricante. Su levaya se efectuó en de Yeshivá Or Eljanán y fueasistieron millares. Lo enterraron en Har Hazeisim, cerca del sepulcro del alter de Slabodka, en elsector de los roshei Yeshivá de Hebrón. 43 44. SOLO UN CLIENTE MÁS... ¿SOLO UN CLIENTE MÁS? Un iehudí mayor, de aproximadamente setenta años de edad, bajode altura y encorvado en su andar andaba atRabesando la calle RabíIojanan ben Zakkai de Benei Brak. Su cabeza estaba reconcentrada enuna cantidad de profundas preguntas que retumbaban en su cerebro... En su mano llevaba una pequeña Guemará, mientras la otracargaba una gran bolsa. Su rostro estaba dirigido hacia el local dealmacén de Reb Iosef Muntzak. Un grupo de jóvenes estaba congregado allí, de quienes por allívivían, observaban al anciano con temor reverencial. “¡Uy, allí está el rab Shaj... El Rab Shaj...!”, se comentaban enmurmullo unos a otros. Todas las mañanas tomaba el gran rabino Elazar Menajem Shaj labolsa, para dirigirse a la despensa de don Muntzak, para realizar suscompras. “Es asombroso”, dijo un niño con mirada asombrada, “¿Quiénpodría pensar que un Rosh Ieshivá tan grande y conocido tome en susmanos la bolsa con tanta sencillez y haga las compras por sí mismo? ¡Éltiene miles de alumnos y seguidores y se sigue manejando con tantasencillez, como cualquier persona!” “Si, todo comienza con la enfermedad de su esposa la rabanit, laseñora Guitel, cuando se enfermó de diabetes y le cortaron la pierna.Desde entonces, el Rosh Ieshivá se preocupo por ir por sí mismo alnegocio...”, le respondió su compañero. Siguió el grupo observándolo. “¡Uy, cuánto quisiéramos ayudarlo!”, decían entre suspiros variosmuchachos. “Quisiéramos ameritar cumplir la mitzvá de ayudar a un talmidJajam. Pero, ¿qué podemos hacer? ¡Él se entrega a la tarea con todassus fuerzas!” De pronto, aparecieron dos bajurei ieshiva apresurados. “_ ¡Por favor, Rab! ¿Aunque sea, tal vez esta vez nos permita elrosh Ieshivá que lo ayudemos un poco? Porque no es honor para la Toráque nuestro maestro cargue por sí mismo su bolsa con las compras”,dijeron suplicando. Inmediatamente el rab se detuvo, dejando su bolsa sobre la aceray, mirando con ternura a sus alumnos, les dijo: “_ Les agradezco por su buena voluntad. Pero, ¿por qué no lo voya cargar por mí mismo? No entiendo. Todavía tengo fuerzas, ¿no tengopor qué dejar que me sirvan! ¡De ninguna manera!” Enseguida agarró su bolsa y volvió a dirigirse a su camino. En el almacén, tras el mostrador, se encuentra R” Iosef, de losprimeros jasidim de Gur radicados en la ciudad. Su barba blanca y44 45. extensa, cae sobre su rostro. Con buena mirada observa a sus clientes ylos atiende con todo el corazón. “Si, si, cómo no, enseguida voy a atender sus pedidos”, dicedespués de medir, a uno pesarle, al segundo anotarle, y así a cada unoy uno. Dentro de la fila de adquirentes iba avanzado y seguíanapretujándose a medida que iban saliendo quienes ya habían realizadosus compras.“¡Don Iosef Muntzak, solo manteca... solo media medida de pan! La gente se amontonaba frente al local, apretujándose. R” Iosef apresuraba en cuanto era posible su tarea mientrasenjugaba con un repasador el sudor de su frente que le provocabatamaña tarea. De pronto alzó un poco la vista, lo que le alcanzó parainterrumpir de inmediato su tarea con uno de los comprados y ver, llenode respeto y admiración en la puerta de su negocio que, por ese caminoestaba ingresando en ese mismo momento el Rab con una bolsa en lamano. “_ ¡Shalom Aleijem, Rosh Ha Ieshivá! Por favor, no esperehaciendo la fila... Es una pena por su tiempo..., aquí estoy listo paraatenderlo enseguida”. Las compradoras se corrieron a su costado motivadas por el temorreverencial. Pero, enseguida llegó la sencilla respuesta conocida yesperable del gaón HaRab Shaj al dueño de la despensa: “_ ¡No, R” Iosef! Por favor, continúe con su tarea con el resto delos clientes. Esperaré en mi lugar en la fila, como cualquiera. Deninguna manera tomaré el lugar más adelantado de otro”. Muchas veces estaba parado el Rab Shaj fuera del almacén,esperando tranquila y pacientemente, una hora completa. Aguardaba eltiempo necesario con la cabeza gacha y su mente absorta en divreiTorá. El Rosh Ieshivá no podía entrar al negocio, ya que estba atestadode señoras que acudían a aprovisionarse. Al notar ellas su presencia,querían salir del comercio para permitirle el ingreso y evitarleimpedimentos con motivo de menesteres no del todo propios para lamáxima autoridad mundial del mundo de las ieshivot. Marán Rosh Ieshivá le dijo a R” Iosef Muntzak en voz alta: “¡De ningún modo! Jamás les diría a ellas algo distinto a que sigancon sus compras. Esperaré hasta que todas ellas terminen y solo en ese momentoentraré. ¡D”s libre y guarde que otros se vean molestos por miaccionar!”45 46. MIL LUCES, ¿UNA LUZ?... ¡MILES DE LUCES! La hora de medianoche justo acababa de pasar. Las últimas lucesde la ciudad de Petaj Tikva se habían extinguido, incluso los últimos“pájaros de la noche” residentes de la ciudad ya estaban en sus camas,descansando tranquilamente.También el Gaón Rabí Iaakov Neiman, Rosh Ieshivá de “Or Israe-l”,cerraba su guemará preparándose para su sueño nocturno, en vistas alos shiurim que tendría que dar al día siguiente.Solo en el Bet Hamidrash de la ieshivá se veía una luz. R“Iaakov permanecía despierto, levantándose de su cama,observando el reloj de su mano. “Las dos de la mañana, volveré a mi cama”, reflexionó.Observó a su alrededor. Los rayos de luz se filtraban y no dejabande llamarle la atención. Levantando las persianas, pudiendo las lucessaliendo del Beit Hamidrash de la ieshivá, que quedaba al lado de suhogar. “¿Por qué están encendidas tantas luces allí?, se supone que aesta hora los bajurim están durmiendo...”, se dijo a sí mismo. Motivado por el sentido de la responsabilidad que forma parte dela naturaleza del Rosh Ieshivá , preocupado tanto por los aspectosespirituales cuanto por los materiales de los muchachos, comenzó avestirse para acercarse allí e indagar qué estaba ocurriendo. En pocos minutos llegó a la puerta de la academia de estudios,mirando en cada rincón, tratando de desentrañar qué estaba allíocurriendo. Las luces estaban completamente encendidas, tal como si fuese lamitad del día activo. Pero solo un bajur constante (matmid) estabasentado sobre su banco, sumergido en su estudio. “¿No es una lástima? ¿Por qué necesita un solo bajur tantas luces?¿No es una lástima por el dinero que aporta el público que se use parauna sola persona? Con la plata que se usa para pagar esta cuenta de luzpodríamos agregar unas cuántas cosas que nos hacen falta: carne unavez más por semana, unas cuantas verduras saludables...”, se dijo a símismo. Se dirigió hacia el tablero de luz, pagando la mayoría de ellas. Ledejó al muchacho solo aquella que le era imprescindible para el estudio. R” Iaakov emprendió el camino de retorno a su hogar presto acontinuar con su sueño nocturno perdido y el bajur a su estudio. Pasaron diez minutos,...el joven volvió a su estudio profundo de laguemará, ocupado en Raba y Abaie, olvidándose de todo cuanto ocurríaen su alrededor, cuando de pronto sintió que todas las luces volvían afulgurar.46 47. Levantó la cabeza para ver y entender qué era lo que estabapasando. Allí estaba parado y visible, el Rosh Ieshivá, acercándosele. “Me equivoqué. Después de volver a casa me di cuenta del errorcometido. Cuando estaban encendidas todas las luces aquí, el estudio eraotro, más agradable. ¿El tema monetario? El estudio con perseverancia y profundidad de un solo bajurequivale al de toda la ieshivá. Acaso, ¿no es este el objetivo de toda laieshivá? Cuando entran miles de alumnos, la esperanza es que salga unosolo que florezca y se fructifique como un árbol grande y llegue a losdictámenes halájicos y a iluminar a nuestro pueblo. Por ende, el estudiocon perseverancia y dedicación es el propósito de nuestra ieshivá, ¡paraeso está de pié!” El Rosh Ieshivá lo saludó con un “buenas noches” y volvió adirigirse a su casa. El estudiante continuó sentado en el Bet Hamidrash con la luz tanvaliosa, sentado y zambullido en su estudio. El esfuerzo, la transpiración y la dedicación del Gaón Rabí IaakovNeiman, Rosh Ieshivá de “Or Israe-l”, mantuvo a la Ieshivá. Logró erigirun increíble lugar de Torá con muchas ramificaciones, pese a dificultadesy desprecios, con humildad y dolor de corazón.Así fue el cultivo, así aprendemos, no era sencillo pero gracias a suesfuerzo se sembró con alegría. ¿Por qué se logró todo eso? 47 48. ¿SABÉS CON QUIÉN ME ENCONTRÉ? “Discúlpeme, rabí iehudí” detuvo el anciano de rostro vivaz a R”Moishe de su camino. “_ ¿Tal vez me sea posible ayudarlo? ¿Tal vez el señor necesitealgo de ayuda?” era uno de los callejones de Tel Aviv de aquél entonces,que era una ciudad repleta de iehudim bnei Torá. R” Moshé iba solo porsu camino con el rostro marcado por la congoja. “_Perdone que me meta en un tema que no es de mi incumbencia,pero pareciera ser que está usted muy preocupado, ¿tal vez puedaayudarlo...?” volvió a decir aquél anciano. “_Ninguna persona puede ayudarme ni aliviar mi dolor. Tampocodevolverme el camino de riquezas que tuve y del que nada me queda...” “_... ¿Inclusive con todo ello?”, repreguntó el ancianoatentamente, ya que dice el pasuk: “La preocupación del hombre en suhablar”. Tal vez con todo ello, si el señor gusta contarme sus pesarespueda aliviarse su dolor”. La preocupación e interés demostrados por aquél ancianoablandaron el corazón de R” Moshé que comenzó a decir: “_ Hace muchos años soñamos, mi familia y yo, que debíamossubir a Eretz Israe-l. En nuestra tierra natal nada nos faltaba. Éramosdueños de una gran riqueza, una hermosa casa, una empresa prósperay medios adecuados para vivir honorablemente. Pero la tierra santa nos llamaba, nos arrastraba con sogas ocultas,hasta que nos convencimos y decidimos llevarlo a cabo. Vendí mi casa y empresa, me desprendí de los bienes muebles, ehice aliá con mi familia en un barco, esposa y diez hijos. Así arribamos ala tierra de Israe-l. Muchas aventuras nos ocurrieron en esa tRabesía, tantasdificultades recibimos en los primeros días en la tierra de la santidad. Mucho tiempo transcurrió hasta que logramos adecuarnos a lanueva situación y comenzamos adecuarnos al lugar y, hete aquí que unanueva dificultad se nos agregó: Llega el día en el que se tenían que llegar mis bienes, paraaumentar mi dolor, ¡había perdido todas mis riquezas! Aquello por lo que me esforcé tantos años, todo el dinero quetenía preparado para comenzar nuevamente aquí, en Israe-l. El dineropara las casas para mis hijos, la comida de mis niños y los medios paramantener a mis hijas con honor, pasaron como el tiempo. ¡Todo eso seechó a perder! No tuve éxito en conseguir un trabajo respetable en un nuevolugar. Sustento como el que había tenido allende las mares, aparentabaque no volvería jamás. Me arrastro con diez hijos en una vivienda48 49. pequeña y apretada, para aquellos que no están acostumbrados aaquello, es muy dificultoso, y también para mí...” Las lágrimas aparecieron en los ojos de R” Moishe al relatar suhistoria. El gran dolor que salía, se veía llegar donde aquél anciano conel que conversaba, a quien también comenzaban a enrojecérseles losojos. “_¿Cómo viven ustedes en este momento?, indagó el anciano. “En uno de los callejones cercanos, en una pequeña vivienda dedos cuartos”; fue la respuesta. “_ Es duro, suspiró el anciano diciendo: ¿Y de dónde llegaron?” “_De Europa”. “_ ¿Y a qué se dedicaban allá?”, preguntó calurosamente elhombre mayor. “_ Tenía una fábrica, una fábrica de chocolate”. “_ ¿Fábrica de chocolate? ¿Y por qué no se ocupa usted aquí de lomismo?” “_ ¿Cómo empezar?, dijo R” Moshé falto de respuestas. ¿A quiénconocemos aquí para que nos ayude y que se ocupe de chocolates?” “_ Tal vez se aclare, busque a alguien que se vincule con el tema yentienda, tal vez puedan preguntarle a R”... “, contestó desafiándolocariñosamente el anciano. Con ayuda de D”s volverán a tener berajá”. Con afecto y cariño se despidieron. La expresión de R” Moshé yaera otra. “Mucho me ayudaron, dijo R” Moshé, las ocupaciones se aliviaronen mi corazón. Viajaré a escuchar esos consejos e indagar, ¿tal vezpueda conseguir un trabajo en lo mío?” “_ ¡Que tengan éxito!, fue la bendición del anciano, y ambos sedespidieron en paz. Pasaron dos años. Los esfuerzos de R” Moshé dieron sus frutos y pudo ocuparse deun establecimiento de chocolates. Encontraron una casa grande yconfortable y nuevamente la bendición volvió a reposar sobre ellos, talcomo había sido oportunamente la bendición del hombre mayordesconocido. En aquellos días fue R” Moshé a Bnei Brak con el propósito devisitar al Gadol Hador, el Jazón Ish z”l, para pedirle una brajá para unpariente suyo que se había enfermado. Estaba parado en la puerta de acceso a la habitación para verlo,contarle la situación y así obtener la bendición deseada, cuando sesobresaltó en su lugar. No tardó en reconocer la cara bendita de aquél mismo anciano. “_Rabbí”, dijo, sin poder dar crédito a sus ojos” rabbí: jamásolvidaré los minutos extensos que santificó el rabbí en mi favor hace dosaños en uno de los callejones de Tel Aviv, el cariño y la dedicación que49 50. me dio el rab sin que lo reconociera, la fuerza que me insufló y la fuerzacon la que volví a mi casa, como si se tratase de un rey...”Aquella cálida sonrisa que le brindó el Jazón Ish dos años atrás,también volvió en este mismo momento, cuando dijo:“_Ahora queda claro que aquello que hice era lo indicado. Uniehudí de Israe-l es como mi padre, y su dolor ¡es el mío propio!”Así, en el dolor, con piedad entibiaba las almas el Jazón Ish z”l acualquier iehudí que podía.50 51. ¡PERDÓN, PERDÓN! “_ Mañana, con ayuda de D”s, viajaremos a Hebrón para visitar anuestro Rabino, el Gaón Rabbí Jizkiá Medini, ¿tal vez quieras unirte anosotros?”; preguntó Shlomó, alumno de la Ieshivá “Sdei Jemed”, a suamigo que estudiaba en una de las ieshivot de Ierusahalaim. Corría uno de los días de Jol HaMoed Sucot; todos los bajureiIeshivá retornaban a sus hogares, siendo ésta una oportunidadexcelente para reencontrarse con sus amigos de la infancia. Shlomó yMenajem fijaron para el primer día del ben hazmanim para estudiar adiario en una javrutá. Ese día, en el Bet Hamidrash, Shlomó le contó aMenajem los planes para el día siguiente. “_ ¿Tal vez quieras unirte a nosotros en nuestro viaje? Somoscinco de estas ciudades a los que nos haría muy felices que te nos unas.También sería bueno que nos acompañes a rezar a Mearat Hamjpelá ytambién ... te aseguro que te asombrarás al ver la cara de nuestroMaestro. Muchísimo te he contado sobre él, durmamos allí y mañana ala mañana saldremos al camino, retornando a Ierushalaim”, invitóShlomó. Al día siguiente, temprano a la madrugada, se encontraron losbajurim y salieron al camino. Largas horas viajaron por el camino, hasta que llegaron a Hebrón,la ciudad de los Patriarcas. Ya era la mañana siguiente. Los muchachos alcanzaron al Bet Hakneset del Rab, el Gaón RabbíJizkia Medini, para la tefilá de Shajarit antes de salir al camino, camino asus casas. Allí rezaron shajarit con gran emoción y elevación, desafiando todolo que se les presentase con el jolgorio de ese paseo. La tefilá deShajarit terminaba, dejando lugar para las hakafot. Rabbí Jaim Jizkiá se acercó al lugar en el que estaba paradoMenajem, señalándole lo que llevaba en su mano. “_ ¿Qué quiere el Rab?, no entendía Menajem, pero por cuantoque estaba en medio del Halel, no podía preguntarle. “¡Hum! Se escuchó la voz del rab amonestándolo. “_ ¿Qué quiere el Rab?” se sorprendió Menajem, sintiendo la faltade calma, ¿tal vez hice algo inconveniente? Yo no conozco el lugar, soyun invitado aquí...” El Rab le acercó el lulav y el etrog a Menajem. Éste, sin entenderqué estaba pasando, tomó las especies de mano del rabino, con elrostro enrojecido de la vergüenza. “_ ¿Qué puedo decir en un momento como éste?”, pensóhumildemente y con el pensamiento confundido. 51 52. Rabbí Jaim Jizkia sacó de su bolsillo un estuche, sacando de allí unpar de lentes montándolos sobre sus ojos y observando a Menajem,asombrándose de lo que veían sus ojos.Finalmente, entendió el muchacho qué se pretendía de su parte.El rab le solicitó que le tuviera sus arba”át haminim, de modo talde poder sacar los anteojos y así poder leer el seder de las hakafot desu Sidur.Al finalizar el rezo, el sabio se le acercó, tratándolo suavemente:“Esperame solo un segundo aquí, te lo suplico”.Menajem, que no podía sacarse de su retina el incidente de losanteojos, se estremeció un tanto.“_ ¿Qué quiere de mí, nuevamente?” como se comprende, él hizode todas formas lo que se le solicitaba aguardándolo, viendo como losmitpalelim se acercaban uno a uno al rab, besándole la mano y saliendo.Al vaciarse un poco el Beit Hamidrash, llamó el sabio a suayudante y a uno de los estudiantes y se acercó allí donde aguardaba eljoven estudiante:“_ En el momento de la tefilá, al acercarme a tu lugar no víclaramente ya que mis anteojos estaban guardados en su estuche. Porlo tanto pensé que eras otro muchacho, que está encargado todos losdías de tenerme los cuatro minim, para que yo pueda calzármelos y vercorrectamente. Hoy no llegó este muchacho, y yo que soy corto de vistame equivoquéy te confundí con ese talmid. Y por eso te levanté el tonode voz. Por ello te pido que me perdones delante de estos dos testigos.Por favor, perdoname...”Menajem estaba parado y extasiado. El tono de voz, quedo, alescuchar alrab delantede esostestigos:”Perdoname, te ruego, por favor que me perdones”.Enseguidale dijo:“Estásperdonado,estásperdonado....” Al volvedr en la carreta rumboa la ciudad sagrada deIerushalaim, , le preguntó Shlomó a Menajem:“_ ¿Y, estuvo bueno el viaje a Hebrón?”“_ ¡Vaya si lo estuvo, un shiur de musar como el que recibí no lovoy a olvidar en la vida!”, fue su corta respuesta. 52 53. Era mitad del siglo XIX y los residentes de la aldea de Sebastopol en Crimea pequeña eranhorrorizados. Eliyahu, el carnicero, les había vendido carne treif. Alguna gente exigió que sucertificado del kashrut fuera revocado inmediatamente, mientras que otros se sentían que debíaser tratado en forma clemente, puesto que éste era la primera vez en sus muchos años comocarnicero a que él había cometido tal error. Eventualmente, sin embargo, el asunto condujo a unamini-guerra, que barrió encima de la ciudad entera. En un esfuerzo por terminar la controversia, loslíderes solicitaron la ayuda del Rab cercano de Karasubazar, Rab Jaim Jizkia Medini. Conforme asu petición, Rab Jaim Jizkia viajó a Sebastopol, un viaje de media hora de su hogar. Después deexaminar todos los aspectos del caso, decidió que, aunque la licencia del carnicero debe serrevocada de hecho, a la sociedad le indicó que no lo persiga o rechace. Para garantizar queocurriera, Rab Jaim Jizkia permaneció en Sebastopol hasta que le encontró otro trabajo alcarnicero y aplacó a los opositores de carnicero. Antes de que Rab Jaim Jizkia se fuera, los líderesde del pueblo le ofrecieron un honorario para sus servicios. Él rechazó aceptarlo, sugiriendo enlugar de otro que el dinero esté utilizado para reparar la mikve de del pueblo. Después delincidente, dio muchos shiurim y medió en muchos el dinei Torá en Sebastopol, siempre sinremuneración. Sin embargo, cada vez quefue allí, los administradores de del pueblo insistieron enpagar el costo del carro, que ascendía típicamente a 25 rublos. Una vez, los administradoresrecibieron un sobre de Rab Jaim Jizkia que contuvo dos rublos, junto con una nota que decía: "Lavez última que estuve aquí, el conductor del carro cobró veintitrés rublos. Les debo dos rubles." EnKarasubazar se comportó de una manera similar. Cuando le ofrecieron un aumento en su sueldo,él contestó, "Cuarenta rublos [ una suma pobre ] que recibo por ser el Rab de del pueblo essuficiente. Distribuya el resto del dinero a los necesitados." Rab Jaim Jizkia Medini es el mejorconocido por su monumental, trabajo de 18 volúmenes: “Sdei Chemed”, una enciclopedia halájicareferida por autoridades y talmidei jajamim sobre halajot a través del mundo. Era también un líderlegendario de Torá, que dedicó su vida a la difusión del estudio de Torá y jesed.PRINCIPIOS Rab Jaim Jizkia nació en Yerushalayim en 1832. Su padre, Rab Refael, era un "shadar, " (ShiluchaDRabbonon) un solicitador de fondos a nombre del yishuv de Eretz Israel, una posiciónemprendida en aquella época solamente por el talmidei jajamim eminentes. Durante su juventud,Rab Jaim Jizkia estudió bajo Rab Yitzchok Kovo y debajo de Rab Jaim Yaakov Burla, un talmidjajam prominente. Cuando Rab Jaim Jizkia tenía 18, se casó con Rivka, la hija del tzaddik RabRefael, Al entender que su hijo estaba destinado para la grandeza de Torá, acordó apoyar a losjóvenes. Sin embargo, dos años después de la unión de Rab Jaim Jizkias, falleció. Con elfallecimiento de Rab Refael, Rab Jaim Jizkia fue dejado con la carga de apoyar a su propia familia,madre y hermanas. Desafortunadamente, esta situación colocó Rab Jaim Jizkia, que aspiraba adedicarse solamente al estudio de Torá, en un lío. Pero la solución a su problema pronto fueencontrada, cuando los primos ricos en Constantinopla acordaron apoyar a lo y a su familia enterasi se trasladaba a Turquía. Dejar Yerushalayim era una experiencia dolorosa para Rab Jaim Jizkia,y muchos años más tarde, estando ya en Karasubazar, él escribió una serie de odas llamadas "ImEshkacheich Yerushalayim, " Si te olvidara Yerushalayim, "EN CONSTANTINOPLA Aunque los primos de Rab Jaim Jizkias lo apoyaron abundantemente, él no deseó sobrecargarlos,así que él comenzó a trabajar profesor particular por un número de horas al día de los niños 53 54. dedicando a la mayoría de su tiempo al estudio de Torá. En Constantinopla, aunque, sus esfuerzosde encubrir su grandeza eran vanos, y en cumplimiento del refrán de Jaza”l que cuando uno seocupa con Torá interna, la Torá se manifiesta inevitablemente en el exterior, " materializándose.Eventualmente, con la extensión de su fama le ofrecieron una posición como dayan enConstantinople. Sin embargo, él lo rechazó, prefiriendo continuar dedicando su tiempo al estudiode Torá.A LA PENÍNSULA CRIMEA DISTANTEDespués DE 13 años en Turquía, Rab Jaim Jizkia fue sitiado otra vez por dificultades financieras.Así, cuando le ofrecieron una posición como Rab de la ciudad pequeña crimea de Karasubazar, laaceptó alegremente. Encontró la oferta particularmente atractiva porque le permitió alcanzar dosmetas importantes en su vida: para permanecer aprendendiendo y diseminarlo Torá entre otros.Cuando Rab Jaim Jizkia llegó en Crimea, era una tierra rica en vida e historia judías. Elestablecimiento judío en la península crimea se cree datado en una fecha cercana al período delsegundo Bais Hamikdash. Durante ese tiempo los judíos locales tenían éxito financieramente encomercio, todos ellos permanecían aparte de los no-Judios. Así, cuando el Islam comenzó aexpandirse en la región, los judíos eran impermeables a su influencia. La vida ejemplar de losjudíos de Crimea durante ese período tenía un efecto profundo en el reino vecino de Kuzar, cuyosresidentes, junto con su rey, se convirtieron al judaísmo. La región, sin embargo, aguantó muchasagitaciones y la península fue capturada oportunamente por los turcos. Incluso cuando estaba bajodominio turco, sus judíos prosperaron. Cuando Rab Jaim Jizkia llegó a Crimea, la mayoría de susresidentes judíos vivieron en la ciudad de Karasubazar, en donde trabajaron como comerciantes otrabajadores. Aunque los judíos de Crimea sobresalieron en su hospitalidad y jesed, no habíanestudiado en gran parte y necesitaron desesperadamente un Rab para dirigirlos. Para elevarlosespiritualmente, Rab Jaim Jizkia decretó muchas enmiendas locales, fundó yeshivot y restaurómuchas costumbres interpretados mal de su observancia apropiada.LA AMENAZA CARAÍTA Un peligro grave, aunque, amenazado para machacar a la comunidad judía crimea pacífica quedel Caraítas, que había vivido allí para los centenares de años. Ibn Reshef, el líder de Caraítadurante el arrendamiento de Rab Jaim Jizkias en Karasubazar, fue obsesionado por dos metas:para minar la observancia del mitzva de los judíos de Crimeas y adoctrinarlos con sus opiniones.Para alcanzar estas punterías, él separó rumores falsas de manera que los judíos de Crimeas nofueran judíos en todo el, pero algo origen de Caraíta. Él basó sus demandas en tres "proofs, " cuálél corroboraba su tesis. La primera prueba era que los judíos de Crimeas se sentaron en los pisosde sus sinagogas, un costumbre no-Judio que corresponde a un Caraíta uno. El segundo era quelos judíos de Crimeas, desemejante de los judíos de otros fondos, no tenían ningún dialectoexclusivo, tal como Yiddish o Ladino, sino conversado algo en la lengua de los tártaros locales. Eltercero era que los libros de Caraíta se podrían encontrar en muchas sinagogas judías en lapenínsula. La refutación de estas demandas era imprescindible, porque si fueron creídas, unacomunidad judía entera habría podido unjustifiably expunged de Klal Israel. Con energíacaracterística, Rab Jaim Jizkia llegó a ser resuelto para refutar las demandas ridículas de IbnReshef. Sus conclusiones aparecen en Sdei Chemed y son citadas por el Sr. Efraim Dianard,investigador judío de la judería crimea, en un libro titulado el "La Excursion". Rab Jaim Jizkia refutaa Ibn Reshef primero demanda indicando eso el hecho de que los judíos de Crimeas se sientan en54 55. el piso en shul no son indicativos de un origen de caraíta porque otros judíos se sientan en el pisotambién: En Yerushalayim, muchos judíos sefaradíes se sientan en el piso cuando ruegan",escribió. ¿Observando el comentario del Rambam en Hiljot tefilá fundamentó que muchos judíossefaradíes y del origen occidental se sienten en los pisos de sus sinagogas, Rab Jaim Jizkiapreguntó: “¿Por qué hizo el Rambam una cita de tal costumbre en un trabajo halájico? Al parecer,él tenía un flash de Ruach Hakodesh en ese momento, e incluyó esta observación en YadHachazaka para prevenir el menosprecio futuro de los judíos que mantienen tal tradición." Élentonces probó la demanda de Ibn Reshef en segundo lugar como falsa indicando que los judíosde muchas comunidades en el inverso del diaspora en el vernáculo local, y que tal práctica deninguna manera señala a una carencia del origen judío. La tercera demanda, él escribió, estambién absurdo porque en Damasco la sinagoga principal contiene un armario llenado de lasescrituras de Caraíta, y no es ciertamente una sinagoga Caraíta. Si estuviera de hecho, lostrabajos del Rambam, del Smag, del Smak y del Turim, que también se hallan en sus estantes, noserían encontrados ciertamente allí. Con eso, las pruebas supuestas de Ibn Reshef fueronrefutadas, y su trabajo falló.TREINTA Y TRES AÑOS DE ESMERO Rab Jaim Jizkia sirvió a la comunidad judía de Karasubazar con esmero y dignidad por 33 años.Durante ese período, escribió la parte principal de su Sdei Chemed, uno de los trabajos halájicosmás monumentales escritos siempre, contiene reglas del Talmud y de la metodología halájica, asícomo una lista alfabética de los varios leyes y del responsa relacionado. El volumen 14 refleja suestatura espiritual alta y midot excepcionales, especialmente su humildad. A pesar de su vidaproductiva en Karasubazar, Rab Jaim Jizkia todavía anheló volver a Yerushalayim, y en 5659/1899,comenzó a prepararse para su hogar allí. Antes de dejar la península crimea, entregó un discursode despedida en un acontecimiento de la gala llevado a cabo en su honor. En esa drasha, élimpulsó a su multitud querida mantener las relaciones pacíficas y armoniosas el uno con el otro yobservar las mitzvot escrupulosamente. En el final de la drasha, lloróEN YERUSHALAYIMRab Jaim Jizkia fue saludado en el puerto de Iafo por una gran cantidad de judíos que estabancongregados para verlo otra vez. De Iafo, se dirigió a Yerushalayim donde permaneció por dosaños. En ese punto, consiguió aventar los planes para designarlo Rishon LeTzion, una posiciónque él sentía que interferiría en su estudio de Torá. Después de consultar a un amigo suyo cercanoJajam Nissim Karian, él se trasladó a Hebrón. Sin embargo, las esperanzas de Rab Jaim Jizkiasde conducir una vida reservada en Hebrón nunca se materializaron. Poco antes de que llegara alí,sus figuras principales de Torá, Rab Eliyahu Mani y Rab Yosef Franco, habían fallecido, y labúsqueda de un nuevo rabino principal había comenzado. Al principio, Rab Jaim Jizkia rechazótodas las ofertas a ese efecto. Pero cuando la presión en él de aceptar la posición del principalrabino aumentó, él acordó aceptarla. El proyecto de Rab Jaim Jizkia primer como principal rabinoera mejorar las instalaciones educativas de Hebrón, que estaban en un estado de la declinación.Mientras que los melamdim privados enseñaron, o los niños de las familias ricas fueron a estudiara Yerushalayim, los niños más pobres de la ciudadfueron al jideder local. Allí, sin embargo, no eraconducente a aprender porque sus condiciones físicas eran muy malas, y el melam que enseñó allíera totalmente inadecuado para sus trabajos. Para rectificar la situación, Rab Jaim Jizkia empleó amelamdim experimentados y talentoso de Yerushalayim, ofreciéndoles buenos sueldos. El jeider55 56. fue renovado y pintado. Bajo estas condiciones mejoradas, muchos niños que habían tenidoaversión antes que atendían al jeider recuperaron su jizuk para aprender, y como los años pasaron,una nueva generación de talmidei jajamim floreció se originó en Hebrón.GEMILUS CHASSADIM EN HEBRÓN Otros de los proyectos importantes de Rab Jaim Jizkias era el fondo de préstamo libre deintereses de Hebrón, que daba crédito extendido a todos los necesitados, incluyendo la gente quehabía sido rechazada por otros gemajim en la ciudad. Rab Jaim Jizkia también estableció un fondodel tzedaka, a través de el cual él dispensó no solamente los fondos muy necesarios, sino quetambién, animando con palabras. Una vez que, una viuda indigente acercara a Rab Jaim Jizkia porayuda para Shabbos. "¿Necesita mucho para comprar lo necesario para comprar para susnecesidades de shabbes?"; él preguntó. " Dos bishliks serían bastantes, " ella contestó. Rab JaimJizkia abrió la caja donde él guardó sus fondos del tzedaka y quitó dos monedas, cada unosuficiente para dos bishliks, y los dio a la mujer. Cuando ella se fue, un estudiante comentó, "Yopienso que Rabbeinu cometió un error. Ella dijo que necesitó solamente dos bishliks, por quéusted le dio cuatro?" Guiñando con conocimiento, Rab Jaim Jizkia contestado, "Usted piensaprobablemente que yo no sé aritmética. Pero eso no es tan así. ¿No es así la opinión de Mishna,[ en referencia al techum Shabbos ]:Dos que son realmente cuatro?"UN ASUNTO DE FAMILIAMuchos proyectos de jesed de Rab Jaim Jizkia proyectos se convirtieron en asuntos de familia.Una vez que, una pobre viuda fue impulsada fuera informar a Rab Medini que su hija se habíaconvertido en uns kalla. El rab inmediatamente le preguntó:¿Dónde quiere realizar los tnaim? "Enmi hogar, por supuesto, " ella contestó, refiriendo a su mínima, vivienda de un cuarto. "Pero allí nohay ningún sitio allí para todos los huéspedes, ". "Yo no cuento con más de una o dos personas.Después de todo, soy apenas una viuda pobre, " ella contestó. El le dijo: "pienso que mucha gentedeseará venir, especialmente puesto que su hija Bracha es una muchacha fina, y el chassan es unlamdan. Y ocurrirá esto en mi casa, esta noche" " . Pese a las quejas de la mujer, el rabino insistió"No. Mi esposa estará más que alegre preparar los refrigerios, " Rab Jaim Jizkia afirmó."Tendremos el privilegio, " agregó a su esposa, que había estado estando parada en el umbral.Esa noche, casi la ciudad entera fluyó a la casa de Rab Jaim Jizkias para el tenayim de Bracha, lahija de la viuda. Era uno de los acontecimientos más felices que sehabía visto siempre.BIKUR JOLIM Rab Jaim Jizkia también fundó a sociedad de Bikur Jolim, a quien benefició además con su marcaespecial de jesed. Una vez que, todos los miembros de la sociedad rechazaron de plano visitar acierto invalido de su lista. El hombre era un rashá, sospechado de los pecados peores imaginables.Pero este no conmovió a cabeza de la sociedad, Rab Jaim Jizkia. Si no fueron otros, él lo haría porsí mismo. La llamada enferma de Rab Jaim Jizkias atontaron no solamente a los residentes deHebrón, sino que le dijo al rab: " usted no sabe que soy un rasha, si no, usted no me hubieravisitado, " el débil invalido dijo, tan pronto como vio Rab Jaim Jizkia. "No demasiado tarde, miamigo, " Rab Jaim Jizkia lo animó diciéndole: "Ud puede hacer teshuva, aunque esté inmóvil.Puede usted tener una rápida recuperación"; La bendición sentida de Rab Jaim Jizkias hizo queafectara en el hombre profundamente, que pronto se recuperó. Finalmente se tornó un baal 56 57. teshuva genuino. La visita de Rab Jaim Jizkias había logrado más que todas las reprimendas yadvertencias en el mundo.SU FALLECIMIENTO Rab Jaim Jizkia sirvió como Rab de Hebrón hasta su muerte el 24 deKislev 5665/1904. Debido asu integridad y rasgos excepcionales del carácter, las autoridades turcas de Eretz Israel loestimaron no solamente los judíos de Hebrón, pero también por el populacho árabe . Comoresultado de su influencia, muchos ataques contra judíos de Hebrón fueron evitados, y un númerode multas y de impuestos pesados fueron revocados. Antes de su fallecimiento, pidió eso y que elobituario escrito sobre él fuesea tan breve y simple como sea posible. Consecuentemente, elobituario que apareció en diarios locales indicó, "En Shabbos Veyemaein lehinachem, 24 Kislev,5665, el autor del Sdei Chemed, Rab Jaim Jizkia Medini, era falleció. Lo enterraron en Ir Hakodesh,Hebrón." Pero todo la judería de la Torá sabía que habían perdido uno de los sabios más ilustres ymás dedicados de la generación.57 58. “¿QUÉ ME DIFERENCIA A MÍ DE ÉL?” “_ ¿Tal vez el Rab pueda hacerme una bondad?, preguntó elanciano R” Shlomó al Rab Eliahu Moshé Shisgal, rab del shil de WestSide, en los Estados Unidos, el yerno primogénito del Rab MoshéFainstein, z”l. “Si solo puedo ayudarlo, haré todo lo posible”, contestó el rabinocon simpatía. Era vísperas de Jag HaSukkot. Como todos los judíos, los del EastSide estaban ocupados en las preparaciones febriles para la fiesta. Los negocios que vendían los arba”at haminim estabansobrepasados por compradores, que servían su mercadería fresca. Las hojas de lulav, los hadasim, las aRabot y los etroguimredondeados y cubiertos en lino. En todos los balcones iehudim se escuchaban incesantes martilleosy se construían sukkot, tanto grandes cuanto pequeñas. La sukká del Rab Eliahu Moshé estaba totalmente construida y lasmujeres de la familia se esmeraron en adornarla y embellecerla.También ya había comprado sus arba”at haminim, según las mejoresespecificaciones halájicas y de hermoso aspecto, tal como dice el pasuk:“Éste es mi D”s y lo embelleceré”. “_ ¿En qué puedo ayudarlo? Le preguntó a R” Shlomó, que erauno de los mitpallelim de su bet hakneset. “_ Necesito arba”at haminim para el jag y me es imposible ir acomprarlos. Los negocios están colmados de gente, y a mi me cuestamucho allegarme allí y tengo miedo de ser lastimado por el gentío. Notengo fuerzas para hacerlo y también el camino queda lejos”, dijo elhombre mayor. “_Con mucha alegría iré a comprárselos, no me molesta enabsoluto. El negocio queda al lado de mi casa, realmente, y en pocosminutos iré para allí.” “_ Aquí tiene el dinero”, dijo al buscar en su bolsillo interno unacierta cantidad de dinero para pagarlos. Rabbí Shisgal esperaba hastaque terminase de sacarlo de su envoltorio. “_Supongo que con esta va a ser suficiente”, le dijo mientras losacaba de junto de otros documentos. “No necesito que sean demasiadobellos, no tengo posibilidad de comprarlos muy caros”, agregó con unsuspiro de alivio. “Saco de una cifra destinada para remedios y otrascosas importantes”. “_ Está bien”, le respondió el rabino: “Voy a comprarlos poranticipado y y se los voy a llevar a su casa”. “_ ¡Tizkú lemitzvot!”, lo bendijo el anciano, “¡no sabe cuánto mealivia su ayuda! Ustedes saben que yo soy anciano y débil...”58 59. “_Va a ser un mérito y un honor para mí ayudar a un iehudítemeroso de D”s a cumplir las mitzvot”, fue la respuesta que dio elJajam, mientras le sonreía. El Rab Eliahu Moshé se dirigió al camino, mientras sentía aun labendición de R” Shlomó mientras iba por el camino, camino directo alnegocio para adquirir los arba”at minim. Estaba parado, revisando los etroguim presentados para la venta,hasta que encontró uno bello y limpio de manchas que cumplía lasindicaciones del rab, pero cuyo precio excedía bastante el monto que R”Shlomó le había dado. Sin embargo, para Rabbí Eliahu Moshé, esto erainapreciable. Enseguida tomó el precio, agregándole la diferencia de subolsillo particular... “_ He aquí que hay un lindo lulav. De todas formas no cumple contodos los idurim posibles de ser hallados. Pero de todas formas, es muybonito como para llevárselo”, se dijo a sí mismo. “_ ¡Shalom Aleijim, Rab!”, escuchó detrás una voz conocida. “_ ¡Oh! ¡Shalom Aleijem!, se alegró el rabino al ver al dueño delnegocio. ¿Tal vez pueda apoyarme en su conocimiento sobre el lulav queencontré?” “_ Es un lindo lulav”, dijo el vendedor observándole lulav condetenimiento, “¿es para usted?” “_Yo ya compré el mío”, fue la respuesta del Rabino. “_ Este es un lindo, pero no cumple con todos los idurim. Para unhombre de su categoría, no puedo recomendarlo, pero para un hombresimple, un cualquiera de la fila, me parece correcto”, le explicó,contestando la pregunta. Rabbí Eliahu Moshé Shisgal completó el pago de las especies quecompró, separados para su querido, saliendo del negocio junto a unalumno suyo que lo acompañaba. “_ No entiendo”, le decía a su alumno a medida que se alejabande allí un poco. “No entiendo. El lulav es casher o no lo es, ¿quédiferencia hay entre que sea para mí o para otra persona? ¿Qué mediferencia a mí de todos los otros iehudim del mundo, que pueda serbueno para él y no para mí?” Al final decidió el Rab Eliahu Moshé que, por cuanto que el lulavera fino y de un largo especial y sería difícil para el anciano realizar conél los movimientos con sus manos, se quedaría para sí mismo el queacababa de comprar, dándole el tan especial a R” Shlomó...Moshé Feinstein (3 de marzo de 1895- 23 de marzo 1986) era rabino y un erudito ortodoxo lituano,mundialmente renombrado por su maestría en halajá y era la autoridad rabínica suprema de hechopara el judaísmo ortodoxo de Norteamérica. En el mundo ortodoxo, es universal referirlesimplemente como "Reb Moshé."59 60. Feinstein fue llevado, según el calendario hebreo, en el 7mo día de Adar, 5655 (tradicionalmente lafecha de nacimiento del Moshé bíblico) en Uzda, cerca de Minsk, Belarus, entonces parte delimperio ruso. El hijo del Rabino David Feinstein, rabino de Uzdan, Moshé estudió con su padre ytambién en las Yeshivot en Slutsk, Shklov y Amstislav antes de ser designado rabino del luba,donde sirvió por dieciséis años. Bajo el aumento de presión del régimen soviético, él y su familia setrasladaron a New York City en 1936 donde vivió por el resto de su vida. Habiéndose mudado alLow East Side fue el rosh Yeshivá de Mesivtha Tifereth Jerusalén. Él estableció más adelante unarama de la yeshivá en Staten Island, Nueva York, ahora dirigida por su hijo, el Rabino ReuvenFeinstein. El Rabino David Feinstein, hijo de Reb Moshé dirigió la rama de Manhattan. Él erapresidente de la unión de los Rabinos ortodoxos de los Estados Unidos y del Canadá y presidió elMoetzes Gedolei HaTorá de Agudath Israel de América a partir de los años 60 hasta su muerte.Feinstein también tomó un papel activo de la dirección en Chinuch Atzmai de Israel. El RabinoYaakov Israel Kanievsky ("the Steipler"), Rabino Yonasan Steif, Rabino Elyah Lopian, RabinoAharon Kotler, Rabino Yaakov Kamenetsky y Rabino Yosef Shalom Elyashiv , todos veneraron ydeclarado que el Rab Feinstein iba a ser el Godol Hador (el sabio más grande de Torá de lageneración), aunque varios de ellos eran lejos más viejos que él. Lo reconocieron universalmentecomo el sabio preeminente de su generación, y la gente alrededor del mundo lo invitó paracontestar a sus preguntas halájico más complicadas. Feinstein participó en la marcha de losRabinos; en Washington de octubre el 6 de 1943, para reclamar a causa de la masacre nazi de losiehudim en Europa y la negativa del gobierno americano a bombardear las vías férreas quellevaban los “cargamentos humanos” rumbo a su muerte en los campos de concentración.Feinstein murió el 23 de marzo de 1986 (décimotercero de Adar II, 5746 en el calendario hebreo).Se ha precisado que el 5746vo versículo de la Torá dice:, "Y fue así que cuando terminó Moshé deescribir las palabras de ésta Torá en este libro hasta morir”, (Devarim31:24). Esto es tomada poralgunos como el epitafio apropiado para él. Rabino Feinsteins fue considerado como el primererudito rabínico de la ortodoxia y decisor halájico. Su entierro en Israel fue el más grande entrejudíos desde la era de la Mishna, con una concurrencia estimada de 300.000 personas. Entre losdisertantes en América estaban los Rabinos Yaakov Yitzchak Ruderman, David Lipschutz, ShragaMoshé Kalmanowitz, Nissan Alpert, Moshé David Tendler, Michel Barenbaum y Mordejai Tendler.Del hijo del Rebbe de Satmar y el Rabino Reuvén Feinstein. En Israel: el hijo, Rabino Reuven y losRabinos Elazar Menachem Shach, Dovid Povarsky, Yitzchak Yaakov Weiss, Yehuda Tzadkah.Feinstein y su sobrino, Rabino Michel Feinstein, emotivamente expresaron pena sobre lo quellamaron una pérdida masiva a la generación. Feinstein fue sostenido en tal gran estima queRabino Shlomo Zalman Auerbach, él mismo mirado como gigante de Torá, Talmid Jajam y Posek,rechazado para despedirlo, dijo: "¿Quién soy yo para hacerlo? Estudié sus sefarim; Era su talmid(alumno)." Feinstein fue enterrado en Har HaMenuchot cerca de su profesor, Rabino Isser ZalmanMeltzer; su amigo, Rabino Aharon Kotler; su yerno, el Rabino Moshé Shisgal y en proximidad alBelzer RebbeDistinto a muchos otras de su generación, Feinstein invirtió muchas horas moldeando a algunos desus estudiantes selectos para llevarlos a ser a líderes Rabínicos y Halajá. Esos estudiantes,durante años, pasaron horas incontables una porción del día como aprendices al gran Rabino. Lamayoría se consideran las autoridades en muchas áreas del práctico académicas de Halacha y deTalmud. Algunos de estos estudiantes son: Rabino Nissan Alpert, (Nueva York, NY) RabinoAvrohom Blumenkrantz, (Far Rockaway , NY) Rabino Elimelech Bluth, (Brooklyn, NY) Rabino David60 61. Feinstein, (Nueva York), Rabino Aaron Felder , (Philadelphia, PA) Rabino Jaim Ganzsweig, (LosÁngeles, CA y Nueva York) Rabino Efraim Greenblatt, (Memphis, TN) Dayan Gershon Lopian,Rabino Hershel Reichman (de Edgware), (Nueva York, NY) Rabino José Rottenberg, (Baltimore,MD) Rabino Mordejai Tendler, (Hempstead nuevo, NY)El renombre más grande de Feinstein provino del transcurso de la vida, al responder a laspreguntas religiosas planteadas por los iehudim en América y por todo el mundo. Él escribió cercade dos mil responsa en una gama enorme de las ediciones que afectan práctica judía en vidamoderna. Algunas responsa se puede encontrar en su comentario de Del Talmud (Dibros Moshé),algunos circulos informales, y el responsa 1.883 fue publicado en Igrot Moshé. Entre trabajos delRabino Feinsteins: Igros Moshé; (Cartas de Moshé), un trabajo clásico del ocho-volumen delresponsas Halájicas; Dibros Moshé (palabras) de Moshé, un trabajo del once-volumen de losnovellae de Del Talmud; Darash Moshé (Moshé expone, una referencia a Leviticus 10:16), novellaeen el Torá (publicado post-mortem). Algunos de trabajos tempranos de Feinstein, incluyendo uncomentario en el Talmud Yerushalmi, fueron destruidos por las autoridades soviéticas.61 62. “¿Man en el siglo XX?”El Gran Rabino, Rabbí Iejie-l Mijae-l Gordon se sienta en su cuarto en laIeshivá de Lomze. Su cabeza está entre sus manos, sumergido en suspensamientos. Desde el Beis Midresh sale la voz de la Torá. Los alumnos estudian con perseverancia. Y, salvando lasdistancias, los vendedores con igual entusiasmo vocean susmercaderías. Corren los días de la Primer Guerra Mundial. Comunidadescompletas tuvieron que partir al exilio desde sus ciudades originarias,los iehudim impulsados por el pánico deben deambular de ciudad enciudad. Son horas tardías de la mañana. En un rato terminará el primerseder de estudio y los bajurim saldrán del salón dispuestos a recibir sualmuerzo. Sin embargo, ¿qué pasará en ese momento? ¿Qué van acomer? El depósito está totalmente vacío. No hay harina ni legumbres,puré de papas o zanahorias. La situación era terrible, no había dinero. En los días de guerra,los caminos estaban obstaculizados, el dinero que debía llegar a laieshive para afrontar los gastos mínimos hasta ese día hacía tiempo quese había acabado y nadie enviaba ningún aporte extra. El Rosh Ieshivá estaba sentado en su cuarto, sumadamenteafligido. En un pequeño instante saldrían los bajurim rumbo al comedory, seguramente, al no encontrar nada para comer, alguno se acercaríapara preguntarle ahora qué hacer. ¿Qué les diría? Los labios del Rab Gordon murmuraban pesukim de Tehilim. D”sera testigo que había hecho todo cuanto humanamente había sidoposible para mantener la ieshivá y que todo lo que había podido, habíasido realizado, hasta abrir su corazón angustiado y dejar fluir susemociones al Creador. Un golpe a la puerta lo volvió a la realidad. Abrió, preguntándosesi sería alguien que venga a consultarle o no sobre la existencia de esealmuerzo. Pero no. En la puerta estaba parado un muchacho joven con un sobre en sumano. Rabbí Iejie-l Mijae-l lo hizo pasar y sentarse a su lado, esperandoescuchar qué decía. “_ Mi nombre es Meir Iashar”, comenzó a decir el jovencito, “yllegué ahora de la ciudad de Radin, donde estudié. Quisiera, de serposible, ingresar a estudiar en su Ieshivá”. El muchacho, luego de eso, se calló, y el Rab permanecióestupefacto. 62 63. “_ ¡¿Llegaste ahora de Radin?! Preguntó asombrado. “¿Ahora quela guerra avasalla por todos lados y que los caminos son un peligrolatente? Directamente, ¿quién sale de la puerta de su casa? ¿Quién estan arrojado de salir en estos momentos belicosos?”. “Fui a verlo al Jofetz Jaim antes de venir y le pedí su broje”, dijocalladamente el muchacho. “Él me dijo que “Todo el que recibe sobre síel yugo de la Torá le liberan de la carga del gobierno” y, por ende, nodudé y vine”, concluyó sus palabras con una simpleza asombrosa. El Rosh Ieshive se calló por unos instantes y volvió a preguntarle:“¿Y qué estudiaron allí en Radin?”. El muchacho se explayó delante del rabbí sobre lo estudiado y losdos disfrutaron del mundo de la Torá, olvidándose de todas lasobligaciones profanas que perturbaban sus mentes. Luego de, por lo menos una hora, levantó el Rab sus ojos yobservó a su alrededor. Se había cerrado la herida de su corazón. Elmuchacho era apto para entrar a la Ieshive. Estaba pleno y cargado deTorá e Ira”at Shamaim, pero… “_ Yo quiero hacerte entrar a la Ieshivá”, le contestó, “pero notengo en mis manos comida siquiera para quienes estudiaron hoy aquí.¿Cómo puedo recibir a alguien más?” El muchacho enmudeció, entendiendo el problema del RoshIeshivá, pero sin poder ayudarlo más allá de su emuná. El golpe de la puerta rompió el silencio que allí se había albergado.Seguro que allí se habría parado un muchacho que le preguntaría:“Rebbe, ¿qué comemos?, como siempre. Pero, esta vez se equivocaba:en la puerta estaba parado un hombre de los habitantes de esa calle conun paquete de manzanas en su mano, acompañado del sabroso aromadel pan recién horneado. “_ Rebbe, mi señora horneó esta mañana pan para los bajurim…” El Rab y el bajur permanecieron extasiados. ¡Un milagro! ¡Era elman cayendo desde el Shamaim!, el pan para los bnei ieshive. Decenas de panecillos frescos y tibios para la próxima comida… Los muchachos que bajaban del salón comedor llegaban a laoficina recibían estos trozos de “Man” y el muchacho extra se agregabaa la ieshivá, Meir Iashar de la ieshivá de Radin. “_ Vos ves”, le dijo el rab Iejie-l Mijae-l, el Rosh ieshivá, quecuando se decreta que suba y coma junto a los bajurim el almuerzo.“Vos ves qué dijo el Jofetz Jaim, cuando ingresaste para pedirle unabendición de despedida? Aparentemente sus palabras también estabandestinadas a mí. Ya que, “todo el que recibe sobre sí el yugo de la Torálo liberan de todo tipo de carga”, inclusive del de la preocupación de lapróxima comida. Todo baja desde el Shamaim" 63 64. “Por favor, ¡recuérdenme!” Al paseo organizado por una organización de las comunidades deSudáfrica, se incorporaron tres ancianos, miembros de las mismas.“_ ¿Tal vez podamos ir a visitar al Gadol Hador, el Gran rabinoElazar Man Shaj?, les ofreció el Rab. “Ya que no iremos al paseo que hayorganizado paseo para mañana ya que es inadecuado para ustedes ir enJeep por caminos de tierra...”.“_ Es una excelente idea”, dijo entusiasmado uno de los hombresmayores; “no es adecuado haber estado en Eretz Israe-l sin ver a unapersona tan importante, al cual van a visitarlo de todo el mundo”.“_Seguramente él vive en una mansión suntuosa, dijo el tercero.Hay que preguntar dónde queda, a qué hora está abierta para atenderal público...”“_De acuerdo a lo que escuché el Rab pasó su infancia enLituania”, dijo el segundo, “tal vez tenga recuerdos de aquellas yciudades que había y ya no están más...”............“_¿Pero, dónde vive el Rab Shaj?”, preguntaron los viejitos alRab de Guiv”aat Poniewicz.“_ Aquí”, fue su respuesta, la tiempo que señalaba una casa pordemás antigua. ”Allí vive nuestro Maestro, el Rab Shaj!”“_ Esperábamos al Rab Shaj, al Gran rabino. Al líder mundial dela generación, al Rosh Ieshivá de Poniewicz “, explicó uno de ellos.“Es que, ¡él vive allí”, les contestó el rabino mientras los llevabaa atRabesar la casa”.“_ Aparentemente es verdad”, le susurró uno de ellos a sucompañero, mientras observaba uno de los banquitos que estaban en elumbral que daba a la casa. “Parece ser que realmente el vive aquí”.“_ Pero esto definitivamente esto no es un gran chalet”, contestósin entender. ”No hay ninguna vigilancia o siquiera un secretario. Noentiendo cómo una persona tan grande e importante, de la que todo elKlal Israe-l depende, puede vivir de esta forma...”..........“_ También ustedes crecieron en Lituania”, les dijo el RoshIeshive calurosamente a sus visitantes. “En la Lituania de aquellos años,en sus ciudades y sus jeiders, ... allí había un jeider pequeño y humildepero repleto de cariño”, dijo mientras su recuerdo se remontaba a untiempo ya muy lejano. Recuerdos rebosantes de Torá y pureza, unmundo que había sido pero que ya no estaba más. Vidas completasborradas a manos del maldito opresor nazi...”“_ ¿Ustedes cuidan el shabbat? Preguntó de pronto el RoshIeshive, luego de una larga hora de charla.Se miraron entre ellos y enmudecieron.64 65. “_ ¿Ustedes cuidan shabbat?” Nuevamente volvió a preguntar.Otra vez la respuesta fue el silencio.“_ ¿Ustedes cuidan el shabbat?”, se escuchó la pregunta portercera vez.Los señores mayores dejaron caer sus ojos, sin pronunciarpalabra alguna.El Rab Shaj aguardó en silencio algunos momentos en silencio,en procura de obtener la respuesta, cuando de pronto dijo:“_Yo ya soy mayor, bordeando los cien años. En todos los añosde mi vida, tanto en tiempos de guerra cuanto de paz, en la Europaquemada y en Ierushalaim, en los años en el rabanut y en los queestudié en la Ieshivá, ¡¡cuidé shabbat!!”Los ancianos permanecieron en silencio, sin contestar. La silencioinvadía el cuarto, hasta que uno de ellos tomó fuerzas y le hizo unademán a su compañero. Los tres se levantaron de sus sillas y dijeron:“_ ¡Gracias, kavod HaRab!”el Rosh Ieshive sonrió y con toda su humildad comenzó adecirles:“_ En la ciudad en la que crecí había un muchacho, que no eradel todo normal. Sin embargo, tenía un corazón de oro, en todo lugar enel que hacía falta ayuda aparecía como un rayo y de inmediato se poníaa ayudar. Cuando le querían agradecer, solía responder: “No necesitoque me agradezcan, solo que me recuerden... ¡yo también digo lomismo!Por favor, no me agradezcan, solo les pido: Por favor, no meagradezcan, solo ¿recuérdenme! ¡Recuerden lo que les pedí!”, les dijocon el corazón lleno de amor: “Yo también les digo: No quiero vuestroagradecimiento, solo les ruego: Por favor, ¡recuérdenme! Recuerden loque les pedí: ¡Cuiden el shabbat!””“-¡Ok!”, contestó uno de ellos, con el inmediato consentimientode los otros, ok, yo le aseguro que nos vamos a preocupar por cuidar elshabbat”.De pronto, todos ellos enjugaron lágrimas en sus ojos y suscorazones sintieron el amor que les había prodigado el Rab Shaj paraacercar a señores tan mayores al judaísmo.65 66. “Tu dolor es el mío” El Gran Rabino Dov Berish Weinfeld de Teshvin estaba sentado enun gran sillón en la sala biblioteca inmerso en su estudio. De pronto, sonaron suaves golpes sobre la puerta. Él se levantópara atender personalmente la puerta. “_ ¡Shalom Aleijem!”, lo recibió con honores a quien estabaparado en la puerta. “Pase y entre”, dijo mientras hacía pasar al invitadoa su cuarto y le acercaba una silla. “Por favor, siéntese”. El invitado era un iehudí honorable, conocido como poseedor deuna gran fortuna. “_¿Qué hay de nuevo?”, preguntó el rabino. “_Baruj H”, todo está bien” fue su respuesta. El rab lo observó con ojos escudriñadores. Inmediatamente leordenó: “_ ¿Dijo la verdad? ¿Qué pasa?” El hombre emitió por respuesta un profundo suspiro. “_D”S va a ayudar, es evidente que al rab no se le puede ocultarnada. La situación no es sencilla...”, dijo con la voz algo quebrada. “_Vamos, contame la historia que tenés guardada en tu corazón“la preocupación en el corazón es su charla”, dijeron nuestros Sabios”,insistió. “_Mis ocupaciones me aturden, rebbe”, dijo el hombre. “perdí unacifra muy grande en mis ocupaciones. Cayó demasiado rápido. Habíahipotecado la casa en este negocio. Y, aumentado a eso, un goi meinició la competencia y, como es comprensible, mis amigos -que eranmis clientes hasta hoy en día-, ahora van a lo de él. Como consecuenciade esto, mis ganancias quedaron reducidas casi a la nada. Así, noencuentra forma de recuperarme y levantar las pérdidas”. El rab escuchaba prestando atención con todo su corazón,asociándose en su dolor. “_ D”s va a ayudar”, dijo el rab con voz que abrigaba calorhumano. “Quien te ayudó hasta hoy en tus ocupaciones y te levantó, Élte va a ayudar a que todo vuelva a ser como fue hasta ahora. Vas apoder salir de tantos golpes. El mismo D”s que puso delante de ti eldesafío es el que te dará las fuerzas para poder superarlo. Sabé que D”sescucha a los de corazón quebrado. Él conoce tu dolor. Anotame ahoratu nombre completo y voy a hacer tefilá por vos”. “_ ¡Gracias, rebbe!”, dijo mientras se levantaba de su lugar, “meacaba de consolar”. “_Esperame un segundo”, dijo el rabino, mientras metía la manoen su bolsillo. El iehudí se levantó y llegó a ver como el rebbe metía la mano ensu bolsillo y sacaba un paquete de documentos, uno igual al otro porcifras de dinero y se los extendía.66 67. “_D”s libre y guarde, fue toda la respuesta del hombresobresaltado, no deseo recibir tzeddaká”. “_Es una segulá para hatzlajá”dijo el rebbe. “Tomala, esta platatiene la fuerza de devolverte el éxito en tus emprendimientos, paracambiar tu suerte y levantarte de tu caída”. “_Ok”, dijo mientras recogía el dinero. “Gracias, rabino”. La persona que había llegado cargada de dolor salía de allí con elcorazón rebosante de nuevas fuerzas para seguir adelante. El rab volvió a sentarse en su lugar con el corazón dolorido. “_El iehudí no quiso tomar dinero de tzedaká. Si no lo hubieseobligado a aceptarlo, hubiesen llegado a shabbat sin tener para comer,ni él ni su familia. Lo ví en sus ojos...”, se dijo. El corazón del Rab Dov Berish de Teshvin estaba lleno de corazónpor cada iehudí y, por ello, no escapaba de su vista hasta el menorgesto de dolor, ayudándolos siempre de acuerdo a sus posibilidadespara consolarlos y alegrarlos, siempre según la naturaleza de la personaque tenía enfrente suyo. 67 68. “Ki em jaiieinu” Ieshivat de Kletzk de Polonia de hace ochenta años. Decenas dealumnos sentados estudiando con el fuego que produce la Torá en elBeit Hamidrash y sobre todos ellos estaba el Rosh Ieshivá, el Rab Shajque, por aquél entonces era un joven abrej. Uno de sus alumnos era un joven muchacho de nombre IoelKalupt, cercano a el y con un pregunta sobre la guemará en sus labios. “-Sí, digame R” Ioel”, se le anticipó el director de la Ieshivá a conexpresión cariñosa, “¿qué decís?” Charlaron extensamente, aclarando el sentido de sus palabras yIoel retornó a su lugar. “-Es un bajur especial, dueño de un gran razonamiento y unasabiduría todavía mayor”, se dijo a sí mismo. Por lo tanto, el rab se le acercaba en forma especial y disfrutabamucho hablar sobre los temas de estudio con él. Solo incitarlo aprofundizar sus estudios. El tiempo pasó, la ieshivá creció y el Rab Shaj recibió unainvitación para dirigir la de la ciudad de Lunnitz. Aceptó ese ofrecimiento y, con mucha tristeza de sus alumnos, elrab abandonó el lugar para dirigirse al nuevo establecimiento quedirigiría. Muchos estudiantes de la ieshivá de Kletzk, muy cercanos a sufigura, lo siguieron a tRabés de las cartas que le intercambiaban. Uno deellos era el mentado Ioel Kalupt. “-Tengo una pregunta”, le escribió en una de sus cartas:”unaconsulta sobre lo que dijo R” Akiva Eiger”. Muy rápido pasó la carta y volvió por el correo la que traía larespuesta al interrogante de Ioel. Éste corrió a contestarle, agregando otra carta sobre ese tema,pero no alcanzó. La guerra mundial se interpuso, el correo cerró y lagente comenzó a dispersarse por el pánico que imponía el conflictoarmado. El rab Shaj abandonó Lunitz junto a todos los iehudim, yendo deun lugar a otro, hasta llegar a Vilna y desde allí, luego de grandesdificultades, escapando hasta llegar a Eretz Israel, llegando solo con loque tenía puesto. También R” Ioel emprendió la huída, como el resto de los judíoseuropeos, yendo de aquí para allá hasta finalmente arribar a TierraSanta. “-¿Sabías que nuestro Maestro, el Gran Rab Shaj está aquí, enIsrael? ¡También él se salvó y anda por acá!”, fue todo lo que le dijo unallegado.68 69. “-¿Nuestro Rab acá? ¿Se salvó y vino a Israel? ¿Dónde vive?”,preguntó R” Ioel entre intrigado y emocionado.“-Vive en Ierushalaim, en el barrio de Kerem Abraham”, fue larespuesta.En el primer momento quie dispuso R” Ioel, inmediatamente sedispuso a ir a su encuentro.“-¡Bendito Él, que revive a los muertos! ¡R” Ioel, me alegraste!”,fue la vivaz con la que Rab Shaj lo bendijo al sorprenderse porencontrarlo.“-¡La alegría es toda mía! Cuando escuché que el rab tambiénllegó aquí, ¡no pude creerlo!”“_Decime algo: ¿Recibiste la respuesta a la carta con la preguntasobre lo que decía R” Akiva Eiger antes de la guerra sobre el masejet...?¿Qué opinás sobre mi respuesta?”, le preguntó el rab antes de que sesentaran.“-Rebbe, durante años nos movimos, nos escapamos y sufrimos.Pasamos horrores, abandonamos a nuestras familias, nuestroscompañeros están muertos, nos escapamos de un seguro final que nosviene persiguiendo sin que hayamos podido recuperarnos. ¡¡¿¿Y lo quele preocupa al rab es mi pregunta sobre el tema de R” Akiva Eiger de lapreguerra??!! Rebbe... ¿cómo es posible?¿Cómo puede seguir despuésde tantos años firme en el mismo tema, tal como si no hubiese pasadoun solo instante?”Para el rab Shaj z”l, la vida era Torá a cada instante. Era su vida ysu mundo. Inclusive en los momentos más difíciles la vivía con todaintensidad. Luego de tan intensa despedida, lograba acordarse de susamados alumnos por medio del último tema que compartieron deestudio y continuó desarrollando esa pregunta a lo largo de varios años.¡Porque ellas son nuestra vida!(Tal como se reza en el rezo de arvit -nocturno- con respecto a laTorá y las mitzvot). 69 70. “¿De dónde lo conozco?” “_Shimón, ¿entendiste la preguntó con esa kushiá que dijo el raben su shiur? Tal vez puedas explicármela”, le preguntó Iehuda a sucompañero.“_Abreimi, tal vez podamos repasar juntos el último shiur klalí?, pidióEljonen.Había una sensación en el aire de que algo grande estaba por ocurrir.De hecho, dominaba toda la Ieshivá del Neguev en Netivot.¡Mañana! Era la palabra que se escuchaba mientras un empleado delimpieza agilizaba a su compañero de tareas. ¡Mañana llega el rab!Mañana será la gran visita y todo necesita estar ordenado y preparado. El intendente de la Ieshivá circulaba por los distintos ámbitos de laIeshivá, controlando absolutamente todo. Olvidando qué pensaba haceren ese preciso instante, revisaba la lista de prioridades que llevaba ensu mano, con todos los detalles pormenorizados. El sentimiento se mezclaba en sus pensamientos. “_Las tortas van a llegar mañana por la mañana, los cubiertosestán en el armario... la señora Cohen”, decía al repasar la segunda listay pensaba en la cocinera, “¿la ensalada de frutas está lista? ¿Y la sopa?” “_Mañana vamos a hervirla, las burekas están en e congelador,falta solo hornearlas”, fue la respuesta de la señora Cohen. También ella estaba emocionada. ¿Acaso podría ser éste un temamenor para sus ojos? El Gran rabino R” Iaakov Kaminetzki, de losGuedolei Hatorá de los Estados Unidos y del mundo todo, ¡llega por lamañana a la Ieshivá! Llega a Eretz Israel y está invitado a visitar los distintos palaciosde la torá y las Ieshivot, desde las del norte hasta las del sur. También el Rab Isojor Meir, Roh ieshivat Haneguev salió alencuentro de R” Iaakov y su séquito para invitarlo a visitar Netivot (ellugar de la ieshive), su ieshivá y dependencias, y los lugares en los quese brinda educación a toda la ciudad. “Esta visita va a incentivar a los estudiantes. Va a fortalecer a losmiembros de la kehilá, tanto a los bajurim cuanto a los rabanim. No vaser fácil la recorrida ni sencilla la situación de una ciudad pequeña yalejada... ”, explicó el rab al formularle la invitación. Era un derrame de santidad sobre toda la ciudad. Cada uno de susmiembros se preocupó en persona por involucrarse en los preparativospara recibirlo. Las calles se veían limpias toda en honor de tan ilustrevisita. Grandes pancartas de bienvenida y carteles estaban preparadaspara que los viese en cada lugar por el que pasaría. Los maestros y lasmorot les explicaban a sus pequeños estudiantes la importancia de lavisita que estaban por recibir, ¡un Gadol HaDor! Tenían que saber,70 71. captar y entender aún a su nivel lo que estaba ocurriendo en torno aellos. También los alumnos de la ieshivá secundaria salieron recibir a lailustre visita y volvieron enseguida a estudiar con mucha dedicación. Finalmente, llegó el día y la hora adecuada. Al son de la canción “Seu shearim rosheijem” recibieron loshabitantes de la ciudad al auto que lo traía en su llegada a la misma. Al llegar a los portones de la Ieshivá, el Rab Isojor Meir lo recibiócalurosamente y, acompañado de todos los que allí estaban ingresaronal recinto. Después de la recepción, fueron todos al salón comedor, dondeestaban tendidas las mesas en honor al rabino y su comitiva. El anfitrión pronunció las palabras de bienvenida y luego el ilustrevisitante dio su discurso caluroso, fortaleciendo e incentivando a los queallí estaban presentes. De pronto se abrió la puerta del recinto dando ingreso una figuraimponente, por demás conocida en la ciudad y en el mundo de la Toráde todo Eretz Israel. Era el Gran Rabino Reubén Iosef Guershonowitz,un Ros Ieshivá muy importante de ieshivat Ha Neguev. Inmediatamente luego de entrar fue a sentarse presurosamente ycon discreción frente a R” Iaakov como un alumno se sienta frente a sumaestro. El silencio se apoderó del lugar. Quienes estaban allí congregados perseguían con ojos inquisidorescada imagen de lo que allí sucedía. El recién llegado estaba totalmente imbuido en lo que ocurría entorno al Gadol HaDor, sin enterarse la atención que su figura concitabaen los presentes. Todo lo que le interesaba en ese momento eraaprender. Esta importante figura, tan llena de una expresión de temorreverencial por H” seguía con deternimiento cada gesto de R” Iaakov. “Seguramente es una Rab muy importante aquí, ¿será el directorde la metivta de la ieshivá? Tal vez un juez de la ciudad? Un hombre detal porte cuyo temor por D”s es tan evidente en su rostro, es indudableque no es uno más, uno del montón aquí”, eran los pensamientos de R”Iankev. “_ ¿Quién es usted? ¿A qué se dedica usted aquí, en la ieshivá?”,preguntó el gadol cuando ya lo sobrepasaba la curiosidad. “_Mi nombre es Reubén Iosef Guershonowitz y estudio aquí, en laieshive”. “_Seguramente debe usted desempeñar un puesto importanteaquí, dedujo e visitante, al vincularlo inmediatamente con el recuerdo yconocimiento que tenía de su padre, quien fuera el Rab principal de 71 72. Zabinka, en Lituania. Pese a todo, la pregunta no recibió respuesta.Pareciera como si no lo hubiese escuchado.“_En el pasado estudié en Kaminetzk”, fue la simple respuesta queemitió.El rab Kaminetzki, quien también había estudiado allí en elpasado, comprendió enseguida quién estaba sentado fente a él. Perotampoco esto pareció interesarle a R” Guershonowitz.Estaba aquí parado solo para estudiar, absorber y recibir todo loque fuese posible.Los allí congregados estaban totalmente boquiabiertos frente a lasincera y sobresaliente humildad de su gran rabino y tzaddik, R”Guershonowitz z”l, el sostén de su ieshivá y su comunidad,presentándose humildemente como un simple bajur ieshivá.Esta es la grandeza, la base y las raíces del Rab. Por cuanto fueescrito: “El talón de la humildad es el temor a D”s”.El rabino Yaakov Kamenetsky (1891-1986), era un Rosh Ieshivá, un posek y un Talmudistaprominente en la comunidad judía americana de la Postguerra de la II guerra mundial. Nació en laaldea de Kalushkove, Lituania, en 1891. Poco tiempo después su familia se trasladó a la aldea deDolhinov en donde él creció. Éstudió en Minsk y por 21 años en el yeshiva de Slabodka debajo delRabino Nosson Tzvi Finkel. Era allí que él satisfizo a su Rabino de por vida Aharon Kotler suamigo, a quien se encendería encontró el yeshiva de Lakewood. Su primo más joven, RabinoYaakov Yitzchak Ruderman, también se desarrolló en Dolhinov.Mientras que estudiaba en Slabodka, el Rabino Kaminetsky decidió su deseo de pasar un períodoen el Talmud Torá de Kelm, famoso para su focalización en tarea y capacidad de evitar ladistracción. Sin embargo, él sabía que en el caso de preguntarale al Rabino Finkel directamente lorechazarían. Por lo tanto, un día él llevó un camino redondo la salida de su casa en vez el caminodirecto que él utilizó siempre. El rabino Finkel lo llamó encima y lo envió a Kelm para aprenderdisciplina.Lo designaron rabino de Tzitavyan en 1926 y fue enviado como rabino a Norteamérica en 1937,donde tomó inicialmente posiciones rabínicas en Seattle y luego en Toronto. A partir la 1948 a1968 él dirigió Mesivta Torá Vodaath en Brooklyn, Nueva York. A lo largo de ese período, junto alRabino Moshé Feinstein, condujeron la comunidad judía americana en la dirección halájica yespiritual hasta 1986, cuando ambos hombres murieron. El rabino Kamenetsky era renombradocomo "Chakima DYehudai", el hombre sabio de los judíos. Aparte de su conocimiento extenso deTorá, lo conocían para su omnipresente cálida sonrisa y su maestría en la gramática hebrea. Hoy,su hijo, el Rabino Shmuel Kamenetsky es uno de los rabinos ortodoxos principales en América. Lasdocenas de sus descendientes desempenan servicios en las posiciones dominantes de ladirección a través de América del norte y en Israel.“Emes le Iaakov” ("La verdad a Jacob") - un trabajo multivolumen con comentario profundo en elTorá y el Talmud, incluyendo observaciones respecto a la gramática hebrea detallada de la biblia(dikduk). Iyunim BaMikra - un comentario en Jumash 72 73. 73 74. 74 75. 75 76. “¿Dónde es el examen hoy? ¡En el correo!”Un rostro aparentemente conocido apareció frente al Gadol, HaRab Ha Gaón R” Iaakov Kaminetzky z”l, uno de los más importantesrabanim de Estados Unidos.“_ ¡Shalom aleijem, rebbe! ¿Ud me recuerda?”“_ ¡Aleijem HaSholem!, discúlpeme pero no estoy seguro derecordarlo con precisión”.“_ Mi nombre es Zalman Cohen. En el pasado yo vivía en el pueblode Tzitvin, cuando usted era el rab de allí”.“- ¡Uy! Reb Zalmen, ¡cómo no lo reconocí! ¡Sholem Aleijem!”, fuesu respuesta mientras le tendía la mano en señal de saludo.La charla fue girando en torno a los distintos temas de la vida yocupaciones del Sr. Cohen en la actualidad, su vida y sobre la situaciónde su familia.“- No fueron sencillos estos años, la mayoría de los habitantes denuestro lugar fallecieron durante la guerra. Todos a manos de los nazis”,fue lo que dijo, viendo cómo el rostro del rabino se iba poniendopaulatinamente más y más triste.Le fue contando los detalles de su difícil escape, cómo tuvo queabandonar a su familia y el camino hacia América.“_ Allí había un señor no judío al que todos los que logramosescapar recordamos con mucho agradecimiento y aprecio. Se llamabaMaxim y era empleado del correo y ocultó a muchos iehudim durante laguerra”, recordó de pronto el recién llegado.(Años atrás)“-Rebbe”, dijo un iehudí mentras entraba a los del joven R” IaakovKaminetzky, a cargo de la ciudad, llevando una pregunta en sus labios:“_Estuve en el correo y quise comprar por valor de diez lit. Elempleado me devolvió el vuelto, pero de 100. Solo lo noté después dehaber salido del local. ¿Debo volver allí y devolver el dinero? ¡Esehombre va a pensar que me volví loco! ¿Qué ser humano devolvería unacifra tan grande que le llegó por error? Pero... por otro lado, nodevolverlo sería robar: el no me lo dio ni como un regalo ni tampococomo depósito.... Rebbe ¿cuál es la haloje en un caso como ese?”El sabio se tomó unos cuantos minutos para pensar y, recién luegocontestarle: “_ ¡Es claro, en este caso, que se le debe devolver hasta elúltimo centavo! Le pediste por valor de diez y el dinero que recibiste eneste caso fue únicamente producto de un error, y según nuestras leyes76 77. está absolutamente claro que el dinero que se recibe por error debe serdevuelto, ya que nunca fue tuyo”. El visitante salió de la casa con dirección al correo y el rabinoretornó a sus estudios. Pasaron unos cuantos días y R” Kaminetzky enpersona entró al correo. “_Quisiera comprar cinco estampillas”, le dijo al empleado,acercándole simultáneamente el importe exacto de su compra. “_ ¡Cómo no!”, dijo el empleado al tiempo de tomar el dinero y dedarle el respectivo paquete. El rab contó el contenido del paquete que recibió y, efectivamente,allí había ocho estampillas. “_Solo quería comprar cinco”, le dijo a la vez que le devolvía lastres sobrantes. Una rara sonrisa se dibujaba en el rostro del empleado. El rab lomiraba con ojos indagadores. Enseguida comprendió que los tres de más eran una especie deexamen hacia él y todos los iehudim de la ciudad. Este empleado, era elmismo que hace unos cuantos días le había devuelto a su alumno esacifra desconmensurada de dinero; quería indagar si lo que habíaocurrido anteriormente era una “locura momentánea” de una personahonesta o si la religión de los judíos les enseñaba a comportarse de esamanera. “_ Gracias a D”s, que tuve el mérito de poder hacer un kidush H”al mostrarle a ese empleado del correo no judío la seriedad de nuestrasleyes y la integridad de nuestra conducta” se dijo el rab a sí mismo congran alegría. Cuando terminó el Gran Rabino Kaminetzky su relato, le dijo a suinvitado con gran emoción: “_ ¡Ahora entiendo! Aquella vieja acción, esa santificación delNombre Di-vino fue la base de la supervivencia de nuestro pueblo eimpulsó a esa persona a entregar su alma para salvarnos el tiempos dela destrucción...”77 78. “El secreto del Jajam” Esta historia es verídica y nos permite aprender hasta dónde esimportante el shalom (la paz). El nombre del protagonista es desconocido, ya que aparentementeera una persona sumamente discreta y, tal vez porque no quiso que seconociera el nombre de la persona adinerada que tuvo el problema encuestión con el que tropezó. Así comienza el relato: El Rabbí Jía ben Atar, autor del “Or Hajaim” Hakadosh estabapresente en un banquete. Al mismo habían concurrido hombresdistinguidos de la ciudad, Jajamim y gente muy poderosa. Durante el desarrollo del mismo, ocurrió algo asombroso: Uno delos ricachones, conocido por ser cercano al gobierno y cuya palabra eramuy escuchada, se consideraba a sí mismo como muy importante; porlo tanto, se permitió deshonrar a uno de los jajamim allí congregados.Esta persona era por demás humilde y no dejaba que la gente conocierasu real valía. El poderoso hombre intentó atRabesar la mesa,empujándolo y hablándole en forma despectiva: “_ Correte de acá, ¿por qué obstaculizás el paso? ¿No te dascuenta que estás impidiendo pasar a personas más importantes quevos?” Inmediatamente el rostro del sabio mostró el bochorno que sentíay junto a él, otros sabios participantes de esa comida sintieron la mismavergüenza, quienes tampoco se atrevieron a pronunciar palabras,permaneciendo estupefactos ante tal afrenta. El acaudalado hombre ni siquiera se dio cuenta de la gRabedad delo que acababa de hacer. Simplemente siguió en su camino haciaadentro, sin más impedimento que esa persona con la que recién secruzara. Los invitados fueron, poco a poco a acercarse al agRabiado, paraobservar si le contestaría algo o no. “_El Jajam tiene todo el derecho para reclamar ante tamañaafrenta”, le decía uno a otro. _ “¿Por qué no lo para y le exige que le pida perdón?”, fue lo queotro le preguntó directamente al afectado. “_Yo, en su lugar le hubiese gritado y lo hubiese humillado y lodejaba de una pieza”. Pero éste no solo no contestó, sino que se sentó y se calló. El “Or Hajaim” hakadosh le dio a entender al atacado que queríahablar con él luego de la comida. Enseguida que ésta terminó y dijeron bircat hamazón, salió rumboa la casa del Rab Jaim ben Atar, el Or Hajaim y golpeó su puerta. 78 79. Le abrieron la puerta desde adentro e inmediatamente el invitadoingresó y el dueño de casa lo recibió con rostro resplandeciente. “_Vi cómo te condujiste frente a ese hombre rico. Cuánto te hizosufrir y cómo insultó a un verdadero tzaddik“. La víctima sonrió sinsaber que quería de él. Esta no era, evidentemente, una conversacióngratuita entre amigos. “_Quisiera pedirte algo que tal vez te resulte dificultoso llevaradelante”, continuó diciendo el gran rabino. “_Si voy a poder, intentaré hacer todo lo que me pida el rabino”,le respondió con temor reverencial ante la figura de tan gran rabino. “_ ¿Será posible que encuentres perdón en tu corazón paraaquella persona que tanto te ofendió? Es verdad que no se comportó dela mejor manera, pero tampoco sabe valorar a los talmidei Jajamim. Silo pudieses perdonar y hacer con él shalom, sería algo importante, yaque inclinarías a todo el mundo “lecaf zejut”. “_Usted no tiene que sospechar en nada de mí. Enseguida que meempujó y avergonzó en público enseguida en esos minutos ya lo habíaperdonado”. “_¿Cómo conseguiste hacerlo? Indagó queriendo saber, al saberque la mayoría de las personas no logran perdonar tan sencillamente.Quería conocer el secreto de este sacro y oculto hombre. “_Le voy a revelar algo al Rab: estudiamos en el Zohar Hakadoshque los pecados del pueblo judío son pesados frente la Shejiná. Entendíque en cada momento en el que no lo perdonase por su ofensa, leprovocaría un dolor extra a Hakadosh Baruj Hú, ya que se extendería untiempo mayor la gRabedad de ese pecado. Por lo tanto, en el momentoen el que entendí dicha situación, me apuré a perdonarlo de todocorazón, para anular ese sufrimiento de H”. “_Feliz de vos y feliz quien te engendró”, le dijo mientrasdisfrutaba de lo que escuchaba la respuesta de quien, pese a todo,optaba por la paz. Siguieron hablando otro tiempo sobre temas diferentes de estudio,y finalmente, cada cual siguió rumbo a su destino. Todo el tema quedósuperado y el ofendido volvió a su vida y a su estudio habitual. Quien no consiguió tranquilizarse con respecto a todo lo ocurridofue el Or Hajaim, justamente. Bien sabía lo complejo de sobreponerse aldesafío de tener que perdonar solo por amor a H”, para evitarle elsufrimiento de saber que dos iehudim estaban en medio de un conflicto. Lo que más disfrutó el Or Hajaim fue luego de haber guardado ensu recuerdo todo el relato, analizarlo pormenorizadamente junto al Jidá(Rabbí Jaim Iosef David Azulay), cuando este apareció de visita. También él se asombró al oír el relato sobre la gloria que envolvióa quien pudp perdonar.79 80. Enseguida descifró de la respuesta del Or Hajaim que esa era laclave para desarmar conflictos entre iehudim en cualquier lugar. Elconsideró: si solo lograsen entender cuánto le importan a D”s esaspeleas, entonces inmediatamente depondrían sus argumentos en contrade sus hermanos. Tanto fue el disfrute que le causó esta historia que laescribió cuatro veces en su libro “Meor Eiaim” para recordarse a símismo y a los demás la importancia de este tema y todo lo que elconflicto trae aparejado.80 81. ¿En qué cuenta lo deposito?”Esto ocurrió en vísperas de shabbat. Un suave golpe se escuchóen la puerta del rabino de la ciudad; un iehudí delgado, luciendo unsombrero del tipo de casquete, propio de su gente en aquellos años.“_ ¡Shalom Aleijem!, adelante!”, lo recibió con una expresión en elrostro que denotaba que el visitante le resultaba, de algún modo, caraconocida, a la vez que le preguntaba vivazmente: “¿En qué puedoayudarlo?”“_Estoy de paso por aquí, mi nombre es Isroel Meir y me dedico ala escritura de un libro que se llama “Jafetz Jaim”. Llegué a vuestraciudad y quisiera pasar shabbat aquí. Quisiera pedirle si sería posibledejarle en sus manos un dinero que tengo, a modo de depósito (comoseguridad)”.“_ ¡Por supuesto!, pase en motzae shabbat y se lo devolveré”, fuesu respuesta, feliz de poder ayudar a esa visita.El shabbat pasó con toda tranquilidad y alegría y a su salida, luegodel rezo de arvit entró nuevamente este iehudí a la casa del rabino.“_Vine a despedirme de usted. Quería agradecerle por el shabbatque pasé en vuestra ciudad.“_Que tenga una buena semana y un mejor viaje”, fue el saludodel anfitrión mientras le extendía cálidamente la mano.“_ ¡Que esté bien!, fue la bendición final mientras salía.Enseguida, al cerrarse la puerta detrás del extraño, enseguida unaexpresión de duda y de asombro se apoderó del rostro del rab:“_ ¡Oi va voi! ¡Se olvidó el dinero que me dejó como depósito! Nome lo pidió y yo me olvidé completamente. ¡Pobre!... se veía totalmentecomo una persona humilde. Aparentemente se olvidó su dineroUn schlemassel como él, que en cualquier lugar se puedeencontrar, ¿qué voy a hacer?... Tal vez, si fuese a devolvérselo a suhotel en el que se hospedó para shabbat, quizás esté allí y puedaalcanzárselo...”Se paró a la salida de su hogar, intentando ver si lograba divisar lasilueta del visitante, siguiendo con la vista a lo largo de la calle. Detodas formas, nadie parecía divisarse desde el camino de la posada.Evidentemente, ya había subido a la carreta que lo transportaría y querecién estaba saliendo.“_ ¡Huy! ¡Ya se fue, y todavía la plata está en mi poder!”,exclamó. “Aparentemente, que se lo olvidó completamente y lo dejó enmi poder. ¡Esa plata no es mía!¡Ribonó shel Olam!, ¿De qué va a vivir ese pobre hombre? ¿Y sufamilia? No me cabe duda alguna de que no le debe ser sencillo juntartamaña cantidad... ¿de qué van a vivir? ¡Se van a morir de hambre! 81 82. Si me llegó a la mano la mitzvá de “ashavat avedá” debocumplirla, con todas mis fuerzas”. Enseguida salió al camino, persiguiendo la carreta. “_Tal vez, al verme, recuerde todo el tema”, siguió surazonamiento. Pero, el vehículo seguía inalterable su camino. “_Aparentemente, no recuerda en absoluto lo que me depositó”,dijo al darse cuenta que aunque logró alcanzarlos, el iehudí pese a verlono le pidió al carretero que se detuviera... ¿tal vez ni lo recordase? “_ ¡Hey!, ¡Deténganse! ¡Espérenme un segundo!”, decía mientrascomenzaba a quedarse afónico. De ese modo, lentamente logró que el vehículo comenzara adetenerse, y junto a ello, el conductor comenzaba a descender delmismo. “-¿Usted quiere subir y viajar con nosotros?”, le preguntaron delmodo deferente que era adecuado para el honor del rabino de la ciudad. “_No, no. Solo necesito al iehudí que va allí sentado. Necesitohablar con él”, fue su respuesta mientras luchaba por recuperar larespiración tras la corrida que lo había agitado. Todavía esperaba ser reconocido por el pasajero, para poderreintegrarle su dinero. Pero eso no ocurría. Aparentemente, esta persona, que no eraotro que el Rab Isroel Meir HaCohen, el Gran Rabino de Radín, el “JafetzJaim”. “_ ¿Acaso no recuerda usted el depósito que me dejó ayer en micasa?” “_ ¡Seguro!” “_Y si es así, ¿por qué no me lo reclamó anoche?” “_ Dado que era un depósito hecho en erev shabbat, era imposibleconseguir testigos. Por lo tanto, decidí considerarlo como un regalohacia usted ya que, según la halajá, un préstamo o un depósito llevadosa cabo en presencia de un único testigo, están prohibidos por “Nopondrás tropiezos delante del ciego”, respondió con simpleza. Inmediatamente el rab comprendió que la persona que estabadelante suyo no era alguien común y corriente sino que se trataba deuna persona muy grande y, por consiguiente le respondió velozmente: “_Si es así, yo le doy toda esa suma como regalo”. “_ ¡Jas ve jalia!, ¿Acaso usted no sabe que el pasuk dice “Quienodie los regalos vivirá!?”, exclamó asustado el Jafetz Jaim. Luego de pensarlo unos segundos, el dueño de casa dio vuelta labilletera sobre el piso: “_El dinero es hefker. El primero que se acerque, podráapoderarse de él “. Ante eso, el Jofetz Jaim no encontró otra solución que aceptar eldinero y de esa forma volviendo a ingresar a su patrimonio. 82 83. Israel Meir (HaCohen) Kagan (Dzyatlava, Febrero 6 de 1838 - Radin, septiembre 15, 1933)también popularmente conocido como el “Jafetz Jaim”. Era un rabino, un experto en leyes(halajot), un kabbalista, y un experto en ético de Europa del este cuyos influyentes trabajoscontinúan siendo extensamente difundidos en vida judía contemporánea.El rabino Kagan nació en Zhetl (Dzyatlava), Hrodno Guberniya, hoy en día Belarus el 6 febrero de1838, y murió en Radín, Wilno Voivodship, Polonia, hoy Belarus el 15 de septiembre de 1933.Cuando tenía diez años de edad, su padre falleció. Su madre se mudócon la familia a Vilna paracontinuar su educación de su hijo Mientras que en Vilna, Kagan se sintió bien siendo un estudiantedel Rabino Jacob Barit. Su madre se volvió a casar (Poupko) y se trasladó más adelante a Radín.A la edad de 17, se casó con la hija de su padrastro, y se fueron a vivir a Radín. Durante un cortoperíodo sirvió como rabino de la ciudad de Radín. Entonces dimitió de esta posición para instalar layeshiva en Radín, la cuál se convirtió eventualmente famosa en el mundo entero. Era un hombremodesto y humilde. Por un tiempo tuvo una tienda de despensa. Sin embargo, abandonó sucarrera como comerciante extremadamente temprano. Su honradez escrupulosa en los negociosevitó que la tienda prosperara. Consecuentemente, volvió a la enseñanza para mantenerse junto asu familia. A partir la 1864 a 1869 él enseñó Talmud en Minsk y Washilishok.En 1869, organizó una Yeshiva en Radín. Fue un éxito y vino la prominencia. Más adelante seconocía como "Yeshivá Jafetz Jaim de Radín" Además de enseñar Torá en su yeshiva, el JafetzJaim era muy activo en causas judías. También viajó extensivamente para animar a los iehudim aguardar las Mitzvot. Fue uno de los rabinos más influyentes dentro del judaísmo ortodoxo duranteel último tramo del siglo diecinueve y la primera partedel vigésimo siglo, tomando un papel centralen la dirección en el movimiento de Agudath Israel del mundo en Europa del este. Una yeshivaamericana importante nombrada en su honor es la Yeshiva Jafetz Jaim. De la misma forma, laieshivá más antigua de la Argentina y una de las mayores de toda América latina fue fundada en sunombre hace más de medio siglo. El seminario rabínico de América se centró en Queens, NuevaYork, con varias ramas en los Estados Unidos y el Israel. Un kibbutz ortodoxo fue nombrado JafetzJaim en su honor. Muchas instituciones religiosas judías más pequeñas a tRabés del mundotambién llevan su nombre. Las enseñanzas de Jafetz Jaims han inspirado a algunos judíosamericanos de habla inglesa modernos Haredíes que establezcan la “Jafetz Jaim Heritagefoundation”, dedicada a la difusión de sus enseñanzas a las comunidades judías alrededor delmundo. “El que busca la vida", primer libro del rabino Kagan, (publicado en 1873), con las leyes bíblicasdel chisme y habladurías (conocido en hebreo como “Lashon Hará”, significando “La lengua mala”).Shmirat HaLashon ("El cuidado de la lengua"), es una discusión comprensiva de la filosofía detrásde los conceptos judíos de la energía del discurso y de guardar el propio discurso. También sirvecomo trabajo inspiracional diseñado para motivar al lector para ser vigilante en el uso ético de sudiscurso y evitación del discurso poco ético de otras personas. Publicado en 1876.“Mishná Berura” ("Enseñanzas clarificadas") es un comentario único, consistiendo en 6 volúmenes,en la sección de la compilación comprensiva de las leyes prácticas del Rab Yosef Caros de la leyjudía práctica, el Shulchan Aruj Orach Chayim. Combina sus propias opiniones de las aclaracionesy el diferenciar con las de comentaristas anteriores. [ Según lo encontrado en el libro por el "TheJafetz Jaim" del Rabino Moses M. Yoshor ; en la página 603 el 1r volumen fue publicado en 1884;2do volumen en 1886; 3ro volumen en 1891; 4to volumen en 1898; 5to volumen en 1902; 6to 83 84. volumen en 1907. ] “Beiur Halacha” ("Explicación de la ley ") es un comentario tangencial al MishnaBerurah. Proporciona generalmente el análisis complejo de los actos legales de las decisioneslegales judías de los rabinos dictaminadores anteriores. Shaar HaTziyyun ("Puerta de Distinción")los servicios sobre todo para documentar las fuentes para las leyes y costumbres figuraron en elMishnah Berurah, pero sirven a veces también para clarificar declaraciones legales ambiguas. Elnombre Shaar HaTziyyun deriva de la frase sharim mtzuyanim bahalacha, traducida como"Puertas distinguidas en (o marcadas adentro ) de la ley judía, " refiriendo al estudio de la Torá y ala beca que distinguiría a los hogares judíos. El rabino Kagan eligió el título con un doblesignificado, haciendo alusión a la distinción de la beca referida a su trabajo, pero refiriendo sobretodo (como él escribe en su página de título) a la función de Shaar HaTziyyun a las fuentes deldocumento (marca). Hay los trabajos adicionales que también fueron escritos por el Jafetz Jaim,según lo encontrado en la página 603 en el "The Jafetz Jaim" del Rab Moses M. Yoshors; “GederOlam” - un volumen, publicado en 1890. “Nidchei Israel” - dos volúmenes, publicados en 1893.“Shem Olam” - un volumen, publicado en 1893. “Chomas Hadas” - 1 volumen, publicado en 1905.“Likutei Halajot” - 5 Volúmenes. El primer volumen fue publicado en 1900; 2do volumen en 1093;3ro volumen en 1913; 4to volumen en 1922. Hay un "Hashlamah" llamado quinto volumen; o"Completion" cuál fue publicado en 1925. “Gibores Ari” - 2 volúmenes, publicados en 1907.“Taharas Israel” - 1 volumen, publicado en 1910. “Torat Kohanim” - 1 volumen, publicado en 1911.“Asifas Zikainim” - 3 volúmenes, publicados en 1913. “Jovat Hashmira” - 1 volumen, publicado en1915. “Torat Habait” - 1 volumen, publicado en 1923. “Zechor Limiriam” - 1 volumen, publicado en1925. “Beis Israel” - 1 volumen, publicado en 1925. “Sefer Hamitzvot Hakatzer” - 2 volúmenes,publicados en 1931. 84 85. 85 86. ¿Necesita compañía?Había dos muchachos parados y estudiando en el patio de laieshivá “Kneset Israel” de Kfar Jasidim.“_Hoy es tu turno de ir a la parada, yo fui ayer”, dijo Shlomó.“_Disculpame, pero no puedo ir hoy, no me siento bien, me duelela cabeza. Ayer estudiamos hasta muy tarde una suguiá muy difícil y notengo fuerzas como para ir con este calor”, se excusó David.“_Está bien, andá nomás a la ieshiva que yo te cubro hoy”, asintiócomplaciente Shlomó.Se despidieron y cada uno siguió rumbo a su destino: mientrasShlomó dirigió sus pasos hacia la parada del autobús, David volvió alBet Hamidrash.El vehículo se acercaba y simultáneamente sus puertas se ibanabriendo sus puertas. Shlomó se acercó, era evidente que estabaesperando encontrar a alguien.Pasaron algunos segundos y observó dentro. Pese a haberrevisado escrupulosamente,... no, no aparecía la persona que buscaba.El micro comenzó a alejarse, leugo de haber cerrado sus puertassin que la figura conocida y esperada descendiese de él.Shlomó parecía cada vez más acongojado.“_¿Dónde está R” Iankel? No bajó del autobús ni avisó ningúncambio, entonces ¿dónde estaba?”, era la pregunta quie se hacía elbajur ieshivá.Siguió esperando un tiempo en la parada, tal vez llegase en elpróximo...Pero, tampoco en esta oportunidad bajó ni tampoco pudo divisarsu conocido rostro dentro del siguiente colectivo.Con pasos pesados fue volviendo a la Ieshivá a sentarse junto a sushtender.¿Quién era R” Iankel? ¿Dónde estaba?Este hombre ciego, llegaba a la ieshivá todos los días este hombreque vivía no tan lejos de allí.Subía en la parada aledaña a su casa, y bajaba justo a pocosmetros del seminario rabínico, donde infaltablemente lo esperaba unjovencito diferente que lo acompañaba en el recorrido y luego lo llevabade vuelta en sentido inverso, para que pudiese regresar a su hogar sanoy salvo.Al igual que todos los demás días, en esa oportunidad el hombresalió de su casa, se acercó a la misma parada de todos los días, esperóel vehículo y ascendió como siempre. Se ubicó en el mismo lugar quehabitualmente ocupaba, detrás del conductor para seguir su habitualrecorrido.86 87. Pero, ocurrió un imprevisto, de esos que no deberían pasar pero,que en cualquier momento pueden ocurrir...Estaba acostumbrado a ir contando las paradas y, de esa manera,conocer el instante preciso en el que debía bajar.Tenía absolutamente claro que, al llegar a la séptima parada era elmomento preciso de bajar, ya que allí estaba la Ieshivá.Fue contándolas, uno,... dos,...tercera y de pronto se detuvo otravez el vehículo para permitir que una figura subiese y R” Iankel contóesa detención como si se hubiese tratado de la cuarta. Quinta, sexta,...yél confiado se acerca al timbre y lo hace sonar para avisar su deseo debajar.Obviamente, al detenerse, bajó de inmediato.“_ ¿Dónde está el muchacho que se supone que deberíaacompañarme?, se preguntó luego de los segundos necesarios paranotar su absoluta soledad.“_ ¿Por qué no llega? ¿Tal vez tuvo un problema y no pudo venir?¿Puede ser que haya habido una equivocación con los turnos o en ladirección? Puede también ser que yo haya sido quien se equivocó en laparada. ¿Qué voy a hacer?...”Así como fue pasando el tiempo, la angustia se fue apoderando deR”! Iankel y junto a ello las lágrimas comenzaron a circular por susmejillas.“_ ¡No sé llegar solo!”“_ ¡Shalom Aleijem, R” Iankel! escuchó de pronto en medio de supreocupación y su miedo.“-¡Shalom!”Fue su respuesta que empezó a dejar traslucir ciertotono más calmado, “¿Tal vez usted pueda explicarme dónde estoy?”“_Sí, cómo no. Usted se bajó justo en la parada anterior a laieshive. Precisamente estoy yendo para allí y no tengo problema enguiarlo hasta allí”, le dijo el desconocido con voz dulce y tranquilizadora.“_Tizcú lemitzvot!”El hombre aferró la mano de R” Iankel y ambos siguieron paso apaso el camino rumbo a la ieshivá, charlando sobre temas de Torá comosi fuesen amigos de toda la vida.No había llegado a saber quién había sido su guía al llegar adestino. Simplemente pensó lo más sencillo, o sea que había sido guiadopor un bajur o, a lo sumo por un abrej.Sin embargo, ya conocía las voces de quienes a diario compartíanel trayecto y no se asemejaba a ninguna de ellas. Si bien le resultabaconocida, no podía identificarla, aunque estaba seguro que correspondíaa la de alguna de las decenas que a diario escuchaba en aquel lugar.Cuando ambos arribaron, simplemente lo dejó en su lugar detodos los días, se despidió con amabilidad y se fue. 87 88. Esta forma de actuar le impedía saber quién había tenido talamabilidad pero, detectó que el murmullo con el que cuchucheaban losbajurim indicaba que algo raro andaba pasando por allí. Empezaba adetectar voces conocidas...De pronto Shlomó alzó los ojos de su guemará abierta y, depronto observó sin poder entenderlo pero sin dejar la preocupación quela inexplicable ausencia de su habitual visita le causaba. ¿Dónde estabaR” Iankel? ¿Qué le habría pasado? ¿Por qué no estaba en la parada?De pronto,... ¿quién entra allí? ¡Es R” Iankel! ¿Y quién loacompaña?¿ ¿Del brazo de quién viene? ¡Nada menos que el Gaón, elrab Mishcovsky lo acompaña a su asiento en persona!De inmediato saltó de su lugar:“_ ¿Dónde estaba, R” Iankel?” ¡Lo esperaba en la parada peronunca llegó!”“_Shlomó, mi querido Shlomó, dijo entre sonrisas, bajé por erroren una parada equivocada y gracias a D”s había ahí un muchacho queme reconoció y me trajo hasta aquí”.“_ ¡¿Muchacho?!¿Pero si no era otro que el Rosh Ieshive, el rabMishcovsky?!”“_¿¿Ese era Rab Eliahu??, preguntó el anciano incrédulo ypreocupado ¿¡Cómo no me dí cuenta!? ¿Lo confundí con un muchacho!”“¡Shlomó, por favor llevame con él! Necesito agradecerle mucho ydisculparme por la molestia que le causé y por no haberlo tratado con elhonor que le corresponde...”“_Rosh Ieshive, no sabía que quien me acompañaba era usted.De no ser así lo hubiese tratado con el honor que usted merece y nohubiese utilizado sus servicios de esa forma”.“_Está bien, dijo el rab con una sonrisa, ¿Qué otra cosa podíahacer? Usted bajó del colectivo por error. Desde que me senté en elcolectivo lo ví y por ello me dí cuenta de inmediato cuando usted bajópor error. ¿Acaso podía hacer algo distinto que bajarme y acompañarloaquí? ¿Era siquiera pensable dejarlo solo en la parada?”88 89. “¡¿Cambio de casa?!” En el patio de la Ieshivá de Kfar Jasidim había una pequeña casita.En el verano hervía, el sol estallaba de lleno contra el techo y la piezaestaba llena de agujeros y hendiduras en su interior. No hace falta decirque en invierno las goteras decidían cuánta agua entraba en la casa, laque no era poca, precisamente. El silbido del viento pasaba la puerta de la casa, invadiendo todocon su silbido y sacudía las ventanas. El crujido de los pisos a cada paso era francamente impresionante. Los muebles, apolillados. Al dormir, la cama de hierro producía tantos ruidos que parecíacomo si fuera a caerse en cualquier momento. Las sillas se movían por sí mismas, independientemente de lavoluntad de quien allí estuviese allí sentado ocasionalmente. También lamesa se movía. Caminar requería de ciertos conocimientos para evitartropezarse con las palanganas colocadas estratégicamente para soportarlas goteras. Un solo armario había en toda la casa, aproximadamente de lamisma edad de el resto de la casa. En este lugar vivía el Mashguiaj de la Ieshivá, Rab Eliahu Loupiánz”l, solo. Su esposa había fallecido hacía muchos años ya. Al llegar a Israel sus hijos ya eran crecidos y cada uno de elloshabía construido su casa y buscado su destino, cada quién en un lugardistinto. Toda la actividad del rab era estudiar. Solo eso, estudiar día ynoche. Sus intenciones, pensamientos y tiempo estaban dedicados a esaactividad, la kedushá de la Torá en la Ieshive. No tenía tiempo, intenciones ni interés a lo que pasaba en sumorada. La situación de sus muebles no era objeto de su interés enabsoluto. Aunque él no prestase atención a todo ese tema, sí habríaquien lo hiciera y a quien el tema le molestase. En esos días arribó a la ieshive un donante, un acaudalado hombreque, al visitar sus instalaciones vio el Bet Midrash repleto de alumnos ylas habitaciones pequeñas donde vivían los alumnos y decidió donar unnuevo edificio para la Ieshivá. “_... ¿Dónde vive el Mashgiaj?” Enseguida encontró el donante la “casa” donde éste vivía. “_... ¡¿Acá vive?!”, observó incrédulo ese precario lugar (porllamarlo de algún modo).89 90. “_... ¡¿Esta es su casa?!¿No puede ser que acá viva un tzaddik, ungadol?!”, fué la pregunta y queja del donante. “_La perla que corona la Ieshivá de Kfar Jasidim no puede, deningún modo, vivir en un lugar así, ¡es una vergüenza!” En la conversación que tuvo luego con el rab Loupian, el tema nofue tratado. Pero, aparentemente, luergo fue directamente a la oficina,donde golpeó el escitorio con vehemencia. “_¿¿¡¡ EN ESA POCILGA VIVE EL RAB!!?? preguntó quejándose.¿Ese es el lugar que le tienen preparado? ¿Qué significa esto? ¿Dóndeestá el honor de la Torá? ¿¡Éste es!? ¡¡Bajo ninmgún aspecto permitiré que esto continúe así!! Les voy a dar una suma suficientemente grande como para quepuedan construir una casa decente que reemplace a “esto”, algoadecuado y suficientemente moderno. Solo les pido que me vayan avisando con los avances de laconstrucción, cualquier cosa que falte, vamos a estar en contacto y mevoy a encargar personalmente de conseguirlo”. Efectivamente, así ocurrió. Una vivienda moderna y amplia se construyó en el patio de laieshivá, para darle albergue. Pasó un año. La vivienda estaba construida y ordenada y el donante estaba listopara llevar a cabo el “Janucat Habait”. Solo hacía falta trasladar los muebles y los utensilios e informarlea él mismo esta novedad, de la que nada sabía. “_No hace falta la ayuda de más de diez bajurim para hacerlo”,dijo la Rabanit Shimonowicz, esposa del Rosh Ieshivá, mientrassupervisaba los movimientos. “Creo que con solo diez va a sobrar parahacerlo en solo una hora y que quede todo ordenado. El momento másadecuado para hacerlo es en el horario de minjá, así el Mashguiaj no seda cuenta y no viene a ayudar...”. “_ Aquí”, mostró la rabanit. Ustedes, lleven la cama y ustedes elcolchón. Después siguen las sillas, la mesa, los libros y...” Enl la ieshivá estaban rezando y, obviamente el Mashguiajformaba parte del grupo. Moshé y Iejezkel estaban llevando la camagrande, seguidos por Shlomó que iba cargado de sillas. Efraim ordenabael montículo de libros, tras los pasos de sus compañeros para entrar a lacasa nueva, cuando de pronto... “¡Uy, viene Rabbí Eliahu!”. Pasando entre los muchachos y, sin terminar de entender lo queallí pasaba, venía el anciano maestro. “_ ¿Qué es esto?” La cara de asombro hablaba por sí misma. 90 91. “_ ¿Por qué están ustedes con mis cosas? ¿Dónde las llevan? ¡Noes lindo robar...!” Los muchachos murmuraban entre ellos, intentando explicar que... “_Una casa nueva,... construyeron una casa,... el donante lamandó a construir,... janucat habait...” El Mashguiaj escuchaba, aunque incrédulo. Luego que los estudiantes corrieron a avisarle con carácter deurgente a la rabanit Shimonowicz, quien llegaba apresurada y tras ellasu marido. Todos intentaban explicarle: “_Los bajurim están mudando los objetos personales solamente,para que el rab pueda estrenar su nueva casa. El donante no soloobsequió el nuevo edificio, sino que también dio la nueva casa del rab,cómoda y amplia y mañana va a ser el janucat habait “. “_ ¡¿Una nueva vivienda?! ¡¿Y para qué puedo querer yo unanueva vivienda?!¿Qué tiene de malo la mía?”, dijo absolutamenteasombrado el Mashguiaj. ¿Un viejo que vive solo como yo no necesitauna casa nueva?” Intentó vanamente explicar el Rosh Ieshivá: “_El Mashguiaj sabeque en su antigua morada es imposible seguir. Es vieja y el cielorrasoestá vencido y las goteras y filtraciones penetran...” “_ ¿Y qué hay con eso? De esa manera obtengo agua pura hacernetilat iadaim a la mañana”, preguntó con increíble naturalidad. “¿_Y el piso? ¡Parece chillar a cada paso que uno da allí adentro!” “_Yo estoy solo, para mí es como una música que me acompaña yasí no me siento tan solo”. “_Pero,... pero hace mucho frío allí”, intentó vanamente decir, yaquedándose sin argumentos. “_Tengo suficientes prendas para ponerme y así no siento nada defrío. Un, de verdad que no necesito esa casa ni de ningún casa. Ustedessaben que a los viejos no nos gustan los cambios...”, fue su respuesta. Silenciosa y seriamente los bajurim empezaron devolver cadacosa a su lugar, comentándose por lo bajo sobre la grandeza de su rabquien no veía nada de malo en su choza sencilla, y que no queríacambiarla bajo ningún aspectoEliahu Lopian (1872-1970), conocido como Reb Elyah, estaba entre los rabinos más prominentesdel movimiento de Mussar. Como discípulo del método de Kelm Talmud Torá, lo conocían por supreocupación por guardar terminante el orden y el autodominio fuerte. Se dice que él no daríavuelta su pensamiento sin una razón y una decisión estructurada. Lopian fue llevado en Kelm,Lituania. En su juventud, estudió la yeshiva de Lomza. Emigró a Inglaterra en 1925, donde sirviócomo Rosh Ieshivá de “Etz Jaim Yeshiva” en extremo del este de Londres, trabajando por muchosaños junto a su distinguido colega, el Rabino Nachman Shlomo Greenspan, su colega. Su esposamurió en 1934, poco después él casó de su hija Leiba con Leib Gurwicz.91 92. Por muchos años, Lopian deseó hacer su hogar en la tierra de Israel, y subrayó mucho sobre eldeseo intenso incumplido del Gaón de Vilna de vivir allí. En Lopian 1950 dejó la Ieshivá “Etz Jaim”y se mudó a Israel. Al principio permaneció en el hogar de su cuñado, Israel Luriain, en Jerusalén.Ese Sukot, visitó al Brisker Rov, Rabino Yitzchak Zev Soloveitchik. Lopian rechazó conducir losseminarios de Mussar en Israel e intentó inicialmente ocuparse con la enseñanza y el trabajo moralprivado. Con todo con la bendición del Rabino Avraham Yeshayahu Karelitz (el "Jazón Ish"),finalmente se reconcilió con conducir los cursos de Mussar. A pesar de su mayor edad, acordófinalmente actuar como mashguiaj en la Ieshivá “Knesset Hizkiyahu” (situada originalmente enZijrón Iaakov y después se mudó a Kfar Hasidim), dirigido por rabino Noah Shimonovitz. A partir delmomento de su llegada, el Rabino Lopian fue un imán para los hombres jóvenes. La yeshiva seestableció firmemente e inclusoconvenció a mucha gente joven de las escuelas secundariasvecinas a la Yeshiva tales como el Yeshivá y el Midrashiat Naam de Bnei Akiva Kfar HaRoeh enPardes Hannah de dedicarse todo el día al estudio exclusivo de Torá. Después de su muerte, unacalle fue nombrada en su honor en la vecindad de Ramat Shlomo de JerusalénLecciones del lev Eliyahu - de Mussar. Corregido por sus estudiantes Rabbi Jaim Shmuel Lopian (Sunderland Yeshiva) Rabbi Leib Lopian (Gateshead Yeshiva) Rabbi Eliezer Lopian (Yeshivath Torat Emes, London) Leiba Gurwicz Rabbi Israel Nochum Lopian Rabbi Abraham Lopin92 93. “¿Un simple geffilte fisch o algo más?” Esto ocurrió en los años de dominación inglesa en la tierra deIsrae-l. En aquellos tiempos, solía haber redadas en búsqueda de armase inmigrantes ilegales. Por ello, no era posible encontrar a nadie en lacalle. También ocurría otro tanto en Petaj Tikva. Un barco se acercaba ala playa repleto de personas y presto a partir ni bien la última de ellashubiese puesto un pié en tierra. Los ingleses, que querían encontrar a los inmigrantes seanticiparon en sus pesquisas y las pistas los fueron llevando hasta PetajTikva. En aquellos momentos, la situación económica tanto en la tierrasagrada de Israe-l como en todo el mundo en posguerra de la SegundaGuerra Mundial, no era buena. En aquellos días la comida era escasa yla gente se tenía que abastecer con lo más indispensable. Llegando al fin de semana, el shabbat se acercaba. En la mayoríade las casas se abría latas de conserva para el deleite del pescado enshabbat, tal como se acostumbra. Pero, Rabbí Zeev Eidelman, ya en latercera edad, no se conformaba con pescaditos chiquititos. Queríadisfrutar de shabbes con un pescado, uno grande y bello, un pescado enhonor a shabbes kodesh! Fue deambulando por los negocios, revisando uno por uno, paraencontrar un ejemplar tan grande como nunca había visto. Llegaba la una de la tarde y él seguía revisando todos los locales,sin encontrar ningún ejemplar. No se dejó abatir cuando decidió buscartambién en las afueras de la ciudad. Estaba pronto a anochecer y comenzaba a circular la vigilancia enlos alrededores. Pero, nada lo detenía para salir a Tel Aviv paraencontrar el preciado pescado en honor a shabbat. Y, si no habríaautobús, entonces, iría a pié. El camino hacia esa ciudad era, sin lugar a dudas, por demásextenso. Las calles estaban vacías. Solo por aquí y por allá aparecía detanto en tanto un soldado inglés patrullando la zona. El rab iba pegado a la pared, tratando de pasar desapercibido a lossoldados y que así no lo detengan. Bajó del autobús rumbo a los negocios de Tel Aviv. Pero, tampocoallí, en los negocios callados como nunca antes se había visto, había lamercadería fresca para el sagrado día. De allí salió rumbo a Iaffo, siempre buscando lo mismo… Allí, preguntó a los pescadores que se hallaban a la orilla del mar,en el puerto. ¡Seguro que allí encontraría! 93 94. Sus pies comenzaban a sentirse pesados y a dolerle. Pero, sucorazón, amante del shabbat, lo instaba a seguir buscando también enesa ciudad. Iba caminando en la oscuridad, en las calles vacías, recorriendolos negocios de los iehudim y también de los árabes, buscando sabemosya muy bien qué… Luego de varias horas de búsqueda, yendo de ciudad en ciudad yde negocio en negocio, finalmente llegó a un negocio. Un local diminutoen una callejuela de Iaffo. Finalmente allí encontró lo que buscaba… ¡unpescado grande y fresco! ¡Exactamente como había ansiado a lo largodel camino! Ahora, cuando el pescado estaba envuelto en papel de diario en sumano, sale el rabino en su largo camino de vuelta a casa. Ya con lapreciada comida en sus manos, el camino de retorno parecía ser muchomás corto. Inclusive que todavía no llegaba, que los pies se hacíansentir por el esfuerzo realizado, su corazón estaba rebosante defelicidad. Se podía decir que sus pies iban por sí mismos, como cuandose baila. Sus manos mantenían aferrado el preciado tesoro, aquél quehabía adquirido para honrar al shabbat. Seguía. Había salido de Iafo, llegado a Tel Aviv y de allí hastaBenei Brak. Poco a poco la carga se iba poniendo más y más pesada, por loque decidió ponerla entre sus hombros y proseguir en su camino. Al dejar Benei Irak, ve un grupo de chicos jugando en la esquinamás lejana. “_ ¡Abuelo, abuelo!”, escuchó las voces de los chicos que a susespaldas estaban. “¡Abuelo, se cayó el pescado que llevabas!” Pasaron unos cuantos segundos hasta que se percató que losgritos eran dirigidos a su persona, aquél anciano de barba blanca. “¡Abuelo, se te cayó el pescado…!” El preciado tesoro, buscado para tan elevados propósitos, cayó desus manos sin que se diera cuenta. Pero, los gritos de los chicos que lopersiguieron, posibilitaron que se percatara de ello y que pudiese llegara la mesa de shabbes. Y es así como ese día fue el más valioso de todos los shabbes… 94 95. En una casa grande de la ciudad de Baden de Hungría se percibíaun ambiente de sincera felicidad.Los empleados estaban sentados con expresión severa de rostroen torno a las pesadas mesas ocupados incesantemente en sus tareas.El silencio sepulcral que solía reinar por allí esta vez estabaacompañado por un ruido 95 96. “¡La cena está servida!”El Beit Hakneset de la ciuda de “Zijrón Iaakov” estaba lleno de paren par. Corrían los primeros años de la ieshivá “Kneset Jizkiau”, quetodavía no tenía edificio propio, por lo que el bet midrash estabatemporariamente en el shil de la ciudad.“_ ¿Dónde está el Rosh Ieshivá?”, preguntó uno de los estudiantesa su javrutá, observando a su alrededor con la esperanza de encontrarla tan importante presencia.“_¡Es verdad!, ¿dónde está? El rabbí Noaj...” dijo escudriñando asu alrededor con la vista.De a poco, todos comenzaron a impacientarse y compartir laexploración pero sin resultados.“_ ¿Tal vez lo vieron a Rab Noaj?, ¿Sabés dónde está el roshieshivá? Apareció una pregunta complicada en el estudio...”, fue lo quese comenzó a escuchar en los diferentes rincones.“_ ¿Ustedes buscan a su Rosh Ieshive? Creo haberlo visto cerca delo que ustedes usan como comedor”, aportó uno de los habitantes de laciudad.“_ ¿Al lado del comedor? ¿Qué está haciendo allí?” fue la incrédulapregunta de uno de ellos.“El comedor” era un edificio abandonado que había servido, algunavez como albergue para las tropas, en el que ni siquiera había aguacorriente. La rabanit Jana, su esposa, se paraba allí todos los días conun gran balde y una jarrita de modo de permitir que los alumnosrealizaran netilat iadaim para su comida.Para la cocina habían elegido un cuartito minúsculo, dejando elmás espacioso para comedor, aunque tampoco era demasiado grande nicómodo.Nadie entendía qué estaba haciendo el director de la academia deestudios en momentos como esos.“_ ¿Qué pasó con mi sueldo?” le preguntaba la cocinera a losestudiantes. Por cierto, se trataba de una mujer muy sufrida: “Pasó eltiempo y no recibí nada, ¡no puedo seguir trabajando así!”“_Tenés razón, le dijo la rabanit. Sinceramente el dinero tecorresponde absolutamente. Pero, la situación monetaria de la ieshiváes muy gRabe y, por ahora no disponemos de esa cifra”.“_Si es así, ¡renuncio! Ya mismo me voy a casa y no pienso volverhasta que me paguen toda la plata que me corresponde por tan pesadotrabajo”.Dijo Rab Noaj al escuchar lo que estaba pasando: “_Tiene razón.La verdad es que el dinero le corresponde pero, lamentablemente nodisponemos al menos por ahora, del dinero, los últimos tiempos han 96 97. resultado mucho más complicados de lo que se suponía y esperaba ypor ello no se pudo conseguir esa plata”. Su esposa le respondió:”_Lo concreto es que ella no va a prepararla cena de hoy. ¿Qué les vamos a dar de comer a los jóvenes? ¿Losdejaremos ir con el estómago vacío?” “_Vamos a pensarlo y, con ayuda de D”s algo ya se nos va aocurrir...” ¿Cuál fue esa solución? Enseguida la gran olla, llena de agua estaba en el patioabandonado en manos del Rosh Ieshivá, quien llevaba un delantalcubriendo sus ropas habituales. Tenía en sus manos verduras, las queiba sumergiendo en el agua. Después fue entrando a la “cocina”, tomóuna tabla y comenzó a cortar tomates, pepinos y cebollas sin dejar depronunciar palabras de estudio de Torá totalmente concentrado en lasuguiá de la Guemará. Ahora, está parado frente a la olla, mezclando las verduras en lagran fuente para los cuarenta estudiantes, sin dejar de ocuparsementalmente del estudio, que es su menester. Finalmente, comenzó a disponer de porciones de pan en losrespectivos lugares en la mesa junto a los platos, vasos y cubiertos quepreviamente había ubicado. También había copitas con queso. Cuando llegaron para cenar los comensales, luego de la tefilá dearvit, se dieron cuenta de inmediato que algo extraño estaba ocurriendoallí. “_ Es raro, la cocinera no está... ¿quién preparó la comida? Se vediferente a la de todos los días...” dijo uno de ellos. “_Sin dudas que esta no es la comida de todas las noches, otrapersona la preparó”, asintió otro de sus compañeros. _”Hoy al mediodía había escuchado que la cocinera se había ido asu casa”, dijo otro mientras todos lo miraban asombrados. “_ ¡No tienen idea lo que acabo de escuchar! Me dijeron que hoylo vieron al Rosh Ieshivá con la olla, cortando e hirviendo ollas ahíadentro”, fue lo que comentó el recién llegado. Así fueron de a poco, armando las piezas del rompecabezas. “_ ¡El rab nos preparó la cena!”, fue lo que entendieron y setransformó enseguida en el corrillo del día. “Pero, ¿por qué no nos lopidió?” ¿Acaso lo tenía que hacer él? ¿Nosotros no podíamos pelar, cortary cocinar?” Así fueron comentándose mutuamente en una tardía y estérilqueja. “_ ¡¿Anular estudio de Torá?!”, eso era el pensamiento querondaba la mente y ante el que no pensaba doblegarse de ningún modo.Enseguida se lo hizo saber a sus discípulos: 97 98. “_ Prefiero hacerlo todo solo. ¡D”s libre y guarde que me vaya aasociar enlaanulación delestudio de Torá!Por el jesed de H” pude fundar esta ieshivá y llenrla de estudiantes y noquiero, no puedo ni debo preocuparlos con ese tipo de problemas. Bajoningún aspecto debo distraerlos de su preocupación por el estudio. Esmi obligación alimentarlos”.Con esa entrega del alma el Gaón, Rab Noaj Shimonowicz z”lfundó y levantó la Ieshivá “Kneset Jizkiahu” que brilla hasta hoy en díaen Kfar Jasidim y sus alrededores, difundiendo la luz de la Torá. 98 99. ¿Quién molesta cuando estudiamos un “Tosfot”? Esta historia ocurrió en Rusia, hace aproximadamente cientoochenta años. Para los iehudim que vivían allí eran momentossumamente complicados. El zar había había promulgado un terribledecreto, conocido como “de los cartonistas”. Los soldados iban deambulando entre los distintos pueblos yciudades arrebatando niños pequeños del regazo de sus madres paraadentrarlos por la fuerza en los ejércitos reales. Estas criaturas eran llamadas “cantonistas”, porque desde allí selos enviaba a los ejércitos provinciales, teniendo siempre consecuenciasterribles, medidas desde el ángulo que uno quisiera mirarlo. Uno de ellos, era que terminaban abandonando su religión. En estos días de pánico, nadie podía escaparse de lasconsecuencias de esta forma de gobernar a tRabés del miedo. Ricos y pobres, honorables y despreciados, estudiosos eignorantes, todos sumidos en esa ola de pánico. ¿Qué chico había sidohoy…? Los padres se habían convertido en silenciosos guardianes de sushijos en sus casas, producto del terror a los soldados, sin darlesoportunidad de salir a las calles. Si había una necesidad puntual yextrema, los adultos se quedaban observando con mucho recelo, sindejar de decir tefilá esperando que todo terminase rápido y bien. Más de una vez ocurrió que no volviesen y que más tarde seescuchasen los tristes informes de cómo había sido arrancado de suhogar. También a la ciudad de Slutzk llegaron en búsqueda de nuevastropas infantiles.Entonces, los padres pensaron una forma de escondite. Buscaronun depósito que fuese mínimamente digno y discreto como para poderhacerlo. Era necesario que tuviese aire y luz para los niños, pero que asu vez no fuese visible desde afuera. Así fue como encontraron el lugar. Los chicos fueron entrando ycon ellos, Rabbí David, “Der Vilender”. El era el melamed de los pequeños en esa ciudad. También pudoser el rebbe de R” Jaim Soloveitchik, cuando comenzara a enseñar en laciudad de Brisk. Para él era imposible imaginarse que las criaturas pudiesenpermanecer sin estudiar Torá, aun en esas condiciones. “_Yo voy a entrar con los pequeños. Me voy a quedar allí el tiempoque sea necesario y voy a seguir naturalmente en ese lugar con mitarea de melamed. Quédense tranquilos que la Torá Keddoshá que allíestudiaremos los protegerá de todo daño”, fue todo lo que necesitódecir. 99 100. Durante largas semanas permaneció allí pensando y estudiandoTorá, hasta que cierta vez entraron los padres preocupados a visitar yver cómo estaban sus hijos y llevarles comida y bebida.En esos días se escuchó el galope de caballos entrando a Slutzk.“_ ¡Llegaron los secuestradores! ¡Están buscando a nuestroshijos!”, se murmuraban con desesperación uno a otro.Los mayores entraron a sus hogares cerraron tras de sí las puertasy ventanas, yendo a buscar refugio y rezar implorando por el bienestarde los infortunados chicos.En el oscuro escondite, sin embargo, no se precibía miedo alguno.Como siempre estaban todos concentrados en sus estudios en torno alrebbe, absorbiendo sedientos su Torá, la suguiá de Guemará que era eltema del día.R” David estaba absolutamente compenetrado en la profundidaddel estudio, sin pensar en lo que afuera estaba pasando. Su mente solopasaba en aquellos momentos por la palabra del Tosfot.Un silencio total cubrió las casas de los judíos, las que estabanherméticamente cerradas. Por las rendijas de las ventanas asomabanpares de ojos desesperados por buenas novedades, o al menos por noenterarse de lo peor. Seguían sin perderse un detalle los movimientosde las tropas.“_ ¿¡Dónde están los chicos!? ¡Nuestros futuros soldados del Zar!”,bramó el jefe de los invasores.Nadie contestó. Tampoco se abrió puerta alguna ni contestaron losgolpes.Los soldados forzaron las ventanas, buscando dentro de loscuartos, bajo las camas y en todo rincón pensable, sin encontrarabsolutamente nada.“_ ¿¡Dónde están los chicos!? ¿¡Dónde los escondieron!?”, era elgrito que permanentemente se escuchaba.Fueron pasando por todas las casa, pero no encontraron nada enninguna de ellas.De pronto… se escuchó un sonido mínimo en una de esas casas, lavoz del sonido dulce como la miel del estudio de la Torá; era la voz deun adulto mezclada con la de los pequeñuelos.“_¡¡Aquí están!!” gritó el comandante y de inmediato le ordenó auno de los soldados que partiese con su fusil la puerta.La pesada puerta cedió estrepitosamente y fueron entrando deuno en uno.“¡¡¡Aquí, aquí están, encontré uno!”, se escuchó el grito desdeadentro.Pero, de pronto, siente como le arde la mejilla producto de unsonoro cachetazo en el medio de su mejilla.Eso era algo increíble.100 101. ¿¡Impedirle cumplir su función a las tropas reales?!¡Ni siquiera podía pensarse en ello!¿Golpear a un soldado? ¡Eso era rebeldía, insubordinación ysubversión!Sin embargo, se fueron retirando como entraron, mientras lospalpitantes corazones de los allí congregados parecían no poder resistirtanta presión.Las huestes fueron a quejarse delante de su jefe por el golpe quehabía recibido ese soldado.Al escuchar esto, se dispuso el encargado a castigar al rabino judío“insolente” con toda la severidad del caso. Sin embargo, intervino el raby, con gran esfuerzo nunca llegó la queja al gobierno central y todoquedó tranquilo y el maestro jamás fue molestado. Ya, cuando quedó asolas con el héroe de sus alumnos, enfrentó el rab de la ciudad, el “BeisHaleivi” al melamed y le preguntó:“_Rabbí David, ¿cómo se animó a hacer eso y salvar así a suschicos?”Sonrió R” David y explicó:“_No lo hice reflexivamente. En el mismo momento en el queirrumpieron los soldados, estaba entregado al entendimiento de untosfot y en explicarles el razonamiento a mis alumnos. Estaba tanentregado a eso que ni escuché la estampida al entrar.De pronto ví a ese no judío agarrando de la mano a Moishele,llevándolo afuera. Reflexioné en ese mismo momento: ¿Cómo este seatreve a molestar en el medio del “Tosfot”?¿Entienden?¡Venía a molestar en mitad del razonamiento! No podía soportarese atrevimiento y por eso le dí tremendo cachetazo”.Largos años pasaron desde esos momentos terribles. El zarNicolás de Rusia, su nombre sea borrado, falleció y con eso llegó a su finel nefasto mandato.En aquellos momentos llegó a la casa del Jofetz Jaim un jóvenestudiante, para dar el examen de ingreso a la ieshivá.Se sentó el Jofetz Jaim como habitualmente hacía y le hablódulcemente. Mientras tanto se dio cuenta que no era otro que el nietode R” David “Der Vilander”:“_El mérito de ese golpe que le dio al soldado ruso tu abuelo, porcuanto se preocupó en profundizar sus estudios de Torá, llegaste vos acrecer y subir en los niveles de Torá”. 101 102. “Usted: ¿qué elige?”Esta historia data de los años de furia del final de la primeraguerra mundial. Había caído del gobierno el zar y una gran confusión sehabía apoderado de la gran Rusia. En dos grandes grupos estaba dividida la lucha por el poder: porun lado los “blancos” (mencheviques) y por el otro los “rojos”(bolcheviques), que luchaban entre sí y, como es habitual los iehudimeran la pelota que iba de lado a lado entre los lados en pugna o, comose suele decir, eran el “pato de la boda”. Cada bando estaba receloso,sospechando que los iehudim apoyaban al enemigo. Nada de eso era verdad (es verdad que algunos se enrolaron en lalucha, pero hablamos de la mayoría), solamente estaban preocupadospor su supervivencia. Huyendo de lugar en lugar, solo se ocupaban enencontrar escondites que los pusieran a resguardo de sus enemigos yperseguidores. “_Hay que irse a otro lado”, se decían entre ellos con tristeza amedida que se acercaban a ellos las tropas. “_Simplemente, está de por medio salvar nuestras vidas.Escuchamos que en una aldea cercana hubo una terrible matanza...” Lo mismo ocurría en la ieshivá de Radin, donde estaba el Gaón, R”Isroel Meir HaCohen, el “Jofetz Jaim”: la huída era permanente, de lugara lugar y de casa en casa. Lo único que los protegía de todo tipo dedaño era el estudio de Torá. Los estudiantes de la Ieshivá llegaron a la aldea de Shumiatz y,como era habitual, se radicaron en el Bet Midrash, donde abrieron susguemarot para continuar el estudio que previamente habíaninterrumpido. El sonido del estudio de Torá se hacía escuchar, tapando los ruidosque podían llegar desde la calle. El sonido de los cascos y los gritos desgarradores eran audibles,pero los muchachos, que profundizaban en sus estudios no llegaban apercatarse de ellos. Solo, al abrirse la puerta se pudo ver un hombre no judío,corpulento y alto en demasía. Una mole, podría decirse. Al verlo parado en la puerta, todos se dieron cuenta que algoestaba ocurriendo, y que no presagiaba nada bueno, precisamente. “_ ¡Acá están!”, dijo el recién llegado: “los rojos están acá,preparándose para perseguirnos. ¡Finalmente los agarramos! Pensamosque habíamos terminado de agarrarlos pero, aquí había más. ¡Toda unadivisión! ¡Vamos a matarlos a todos!” “_No somos guerreros, solo rezamos. Esto es un templo, no uncomando”, dijeron los bajurim. 102 103. “_ ¿Un templo? ¿Ustedes tienen un sacerdote?”, dijo elcomandante.Se le acercó un hombre bajito y le dijo:“_Yo soy el rabino aquí”.Era nada menos que el Jafetz Jaim: “_Yo dirijo este grupo, ¿enqué puedo ayudarlo?”, dijo tranquilamente y sin perder la dulzuracaracterística de su voz.“_Quiero saber cuál es el rezo que ustedes practican aquí. ¿Rezanpor el triunfo de los blancos en la guerra o por los otros...?”El Jofetz Jaim le acercó un sidur:“_Desde que nací hasta hoy no mentí. Y no pienso empezar ahacerlo ahora”, dijo a la vez que le acercaba un sidur abierto:“_Fíjese, acá hay dos rezos que nosotros solemos rezar: “El queotorga la salvación a los reyes”, que es un rezo por bienestar delgobierno. El otro rezo, que está pegado a este, dice: “Padre piadoso”,que es un rezo para pedirle a D”s que vengue la sangre de nuestrospadres y hermanos injustamente derramada, los que sin culpa fueronasesinados por los distintos pueblos del mundo a lo largo de la historia.Ahora, usted tiene los dos rezos delante suyo.Usted decida cuál es conveniente que yo rece al tenerlo delante demío...”Los estudiantes que estaban allí presente y la guardia de esesoldado estaban mirando absortos sin entender qué estaba pasando conel rabino con el sidur abierto y tendido delante de ese hombre.“_ ¡Yo elijo la primera! ¡Quiero el éxito!”, gritó emocionado elinvasor.Cuando el rabino terminó de cerrar ellibro, los alumnos estabanimpresionados por lo que estaban viendo.“_ ¡Inmediatamente vacíen el lugar! ¡Nadie se atreva a tocar alrabino o a sus alumnos! ¡Vamos al siguiente pueblo!”Así salvó el Jofetz Jaim, con su sabiduría e inteligencia, su vida yla de sus alumnos. 103 104. Fabricando alegrías“_Rabino: Quería decirle e informarle que, con ayuda de D”s voy acasarme en diez días, en buena hora”, le dijo al Gran Rabino, el GadolR” Jaim Berim cuando había terminado de dar su shiur y ya sepreparaba para salir.“_ ¡Mazal Tov! ¡Que ameriten construir una casa adecuada alpueblo de Israel!”, le dijo mientras estrechaba efusivamente la mano deljoven que se había acercado a hablarle.“_Amén!”, dijo el futuro novio emocionado mientras le decíasiguiéndole los pasos:“_Quería invitar al Rab al oifruf que, D”s mediante va a tener lugaren la Ieshivá Mir el shabbat anterior a la jupá, donde yo estudio”.“_Gracias por la invitación. Trataré de estar ahí, si D”s quiere”, fuela respuesta al compartir la alegría del muchacho.Shabbat por la mañana.En la Ieshivat Mir había terminado el rezo hacía un rato. El ampliocomedor recibía al novio, sus parientes y demás invitados que habíanconcurrido a alegrarlo y bendecirlo.Otra hora y pico; el comedor se había vaciado prácticamente deltodo de sus múltiples invitados. Los estudiantes de la ieshivá estabansentados en su lugar preparados para su habitual almuerzo sabático,cuando ya se habían ido el novio y todos sus invitados.Pasaron algunos minutos y, de pronto apareció por el frente de laieshivá R” Berim, envuelto en su talit y agitado de la larga y velozcaminata.Ya no era joven, por cierto ni tampoco su vínculo con el bajur eraparticularmente cercano pero, desde el momento en el que había sidoinvitado; se había preocupado por llegar.Luego de concluida la tefilá en el Bet Hakneset al que concurríahabitualmente se encaminó allí. Aunque ya se había hecho tarde, ¡yaestaba en el comedor de la ieshive!El problemita era que… ¡no había nadie! ¿Y el novio? ¿Y susinvitados? ¿Dónde estaban?Ninguno de ellos estaba allí, solamente los estudiantes habitualescomo en un shabbat común y corriente en cualquier ieshivá, nadaindicaba que allí habría un festejo para un novio.“_ ¡Gut shabbes!¿No es aquí el aufruf de Moishe Levi?” “_Si”, le contestó el bajur al que le había preguntado.“_ ¿Y dónde está el? ¿Sus padres?”, preguntó ansiosamente.“_ El oifruf ya terminó, todos los invitados se fueron con el novio”,dijo mientras sus compañeros miraban toda la situación sin entenderqué estaba pasando.104 105. Tampoco era para menos: no era común que un tzaddik tangrande como él acudiesen allí a esa hora y sin ninguna causa que lojustificase. “_Gracias, ¡gut shabbes!”, respondió amablemente y se encaminóhacia la salida. “_ ¿Sabés qué pasó? Rabbí Jaim Berim estuvo para el oifruf solounos minutos luego de que ustedes se fueron hoy a la mañana. Pareceque los estuvo buscando, solo quería desearte a vos y tu familia ¡mazeltov!”, fue el comentario que alguien le hizo cuando vio al novio a latarde, cuando ya iban a rezar minjá.“_¡¡¿¿ Vino R” Jaim??!!”. La sorpresa se mezclaba con el sufrimiento de saber que no habíapodido recibir como era merecido al tan importante rabino que había idosolamente en su honor para cumplir la mitzvá de alegrarlo. “_ ¿Qué? ¿Vino después que me fui? ¡Oy! ¡Eso sí que está mal…una persona tan importante que se molestó especialmente tamañacaminata por mí y yo ni siquiera estaba! Sinceramente, había pensado después de que nos fuimos que, talvez estaba cometiendo un error en irme ya que, si fui especialmente ainvitarlo, tal vez él viniese y valiese la pena esperarlo un rato, pero noquise demorar a las personas que estaban invitadas a la seudá en micasa. ¡Qué pena! ¡Con todo lo que me hubiese gustado que estuviese yme bendijese, ese Gaón y tzaddik…!” Llegó el gran momento, el día de la boda. Entró el novio junto a su familia al salón. Todo estaba listo; loschicos encabezaban el cortejo, cada uno con las cositas necesarias paraese momento en sus prolijas canastitas. “_Moishe, hay una persona que no conozco, anciano y con carallamativa allí sentado. ¿Lo conocés? ¡Me parece que te está esperando!”,dijo volviendo sobre sus pasos y atRabesando todo el salón para llegardonde estaba el novio. El novio se apresuró a subir los escalones. Solo el fotógrafo y losmozos que estaban apoyando cosas sobre las mesas lo rodeaban. Elsalón todavía estaba casi desierto. Pero, ¿quién estaba allí sentado? Discretamente, casi estabaoculto allí entre las cosas, pasaba inadvertido. “_Kvod Harab”, le dijo Moishe mientras se ponía colorado al gaónR” Jaim Berim, quien se levantó con una sonrisa y cariñosamente leestrechaba la mano. “No hacía falta que se molestase tanto en venir”. “_ ¿Por qué? Me acerqué a Ieshivas Mir en shabbes, perolamentablemente para mí, llegué tarde. Por eso, no quise dejar detallelibrado al azar que me impidiese estar compartiendo con vos estemomento tan especial y sumarme a tu alegría”, dijo humildemente eljajam. 105 106. Con el corazón desbordante de amor por todo integrante denuestro pueblo en general y por los estudiantes de Torá en particular,fue en esta oportunidad un invitado muy especial. Y pueden creer queterminó siendo un día alegre, muy alegre… 106 107. 107 108. ¿La tuberculosis tiene poder? “_¡Señor director!”, ingresó en forma algo atolondrada elencargbado de limpieza del hogar de huérfanos de Polonia a la oficinadel director, R” Abraham Iaakov Bolimovsky, quien estaba sentado ensu escritorio ordenando algunos papeles. “_¿Qué pasa?”, dijo levantando la vista observando a quieningresaba tan agitado y se ubicaba directamente frente suyo. “_El respetable director debe saber que encontramos una mujeraparentemente iehudí en uno de los cuartos que se ve aparentementeenferma”. “_¿Dónde está ella?”, preguntó mientras se levantaba. “_En uno de los cuartos traseros, justo donde está el patio”,señalándole con el dedo el lugar preciso en el que ella estaba. “_Enseguida voy a ir a ver de qué se trata. Avísele también almédico”. Enseguida se aclaró que, efectivamente, la mujer era judía. Yestaba enferma, había que ayudarla sin hacer demasiadas preguntas. No era cualquier enfermedad lo que tenía, ¡era tuberculosis! Luego de la revisión médica, el diagnóstico era inapelable:¡Tuberculosis!. El rostro del director empalideció inmediatamente. En aquellosaño, sea enfermedad provocaba escozor inmediatamente de quien laescuchaba nombrar, y no era para menos. Terriblemente contagiosa, supoder mortífero se extendía velozmente y afectaba a multitudes. “¿Tu-tu-tuberculosis?”, murmuró incrédulo y asustado.”¿Estáseguro?” “_Sí, indudablemente es tuberculosis”. “_¿¿¡¿Qué vamos a hacer!!?? Por un lado, es una iehudit y nopuede abandonarla. Pero, por el otro, ¿tengo poder de poner en peligroa los huerfanitos...” razonaba de la mejor manera que podía R”Bolimovsky. Luego de que, en pocas y cortas palabras la mujer relatase sutriste historia, comenzaron proveerle todo lo que necesitaba y queestuviese en sus manos: alimentos, bebidas y una cama paradescansar. El responsable del lugar salió directamente en dirección a Belz,para pedirle consejo al Admur, Rabbí Issasjar Rokeach de Belz.Seguramente, él sabría qué hacer con esa infortunada mujer. Todo esto estaba ocurriendo antes de la segunda guerra mundial.Las vacunas no existían y, por lo tanto, no era mucho lo que se podíahace o esperarse.108 109. “_La mujer está en este momento en una casa que pertenece a unno judío. Al enterarse de ello, seguramente la van a echar paraprevenirse del contagio”. “_No puedo echarla a la calle ni estoy dispuesto a tener nada quever con su muerte. Mi corazón está rebosante de piedad. Pero,aparentemente, por el otro lado hay un problema imposible desolucionar sin poner en aprieto severos a los chicos”. “_Ni se te ocurra mencionar la posibilidad de arriesgarlos a nadapeligroso. Tenemos que encontrar otro tipo de solución. ¿Podés hacermeun croquis del lugar?” Se lo dibujó de inmediato. En el aire, en la palma de su mano,como era comprensible: “_Acá estaría la entrada, más allá el patio, allí el primer cuarto ymás allá las escaleras”. “_Pero, ¿dónde está la mujer?”, preguntó el rebbe. “_Ella está aquí, en el primer piso, pegada al patio, contestó R”Abraham Iaakov”. “_¿”Es posible cerrar el contacto entre esa pieza y el resto deledificio?, preguntó el rebbe. Entonces, siguió sugiriendo, ella va a teneracceso directo al patio que se puede cerrar. Entonces van a poderconvivir sin cruzarse sin peligro para los chicos”, fue su consejo. “_Es una buena idea, pensó el director pero dijo de repente: “Hayun problema extra: el edifico está alquilado a un antisemita,seguramente nos va a denegar el permiso de hacer las refaccionesnecesarias” “_No hay ningún problema, decile que yo te mandé pedírselo ycon ayuda de D”s todo va a estar bien”, fueron las palabras finales delrebbe con las que concluyó la charla. De todas formas, las increíbles palabras del rebbe resonaban ensus oídos y mente, superaban su capacidad de entendimiento. ¿Hablar con el dueño de casa? Pero, emunat Jajamim era algo que R” Abraham tenía muyfirmemente clavada en su pecho. Volvió tranquilamente el director a la ciudad a encontrar alpropietario, para pedirle permiso para hacer los cambios necesarios. Comenzó a explicarle al gentil: “_Necesito hacer estos y estos cambios inmediatamente”.“_Ni se te ocurra!¿ Es mi casa y no pienso hacer ningún cambio.¿Un solo cambio, por mínimo que sea y los echo a todos!”, fue la furiosarespuesta.“_Sabé que el rebbe me mandó a pedirte esto y me dijo que vosestarías de acuerdo. Si no es así así, decímelo ahora así voy y le avisode tu decisión”, dijo el director llevando a cabo el consejo qe le diera elrebbe.109 110. Al hombre no se le movió un solo músculo del rostro.Se fue de esa reunión el director, aparentemente sin ningúnresultado concreto positivo.“_¡Espera un momento, espera!”.Escuchó sonidos de pasos detrás suyo y gemidos. Giró hastaencontrar al dueño del edificio corriendo detrás suyo, desesperado poralcanzarlo.“_¡Podés hacer los cambios que quieras, sólo te pido que no vayasa lo del rebbe!¡Tengo miedo! Solo les pido que me informen cuáles sonesos cambios que están pensando hacer”.No pasaron muchos días hasta que se concluyeron todos loarreglos necesarios y la mujer permaneció allí hasta que se completasesu restablecimiento, siendo alimentada por el comedor del orfanato.Inclusive en los años de su vejez R” Abraham Iaakov Bolimovskycontaba asombrado cómo el espíritu de santidad (“ruja hakoddesh”)había estado presente en la palabra del rebbe de Belz y el temor yhonor que hasta los no judíos le profesaban.El rabino Yissachar Dov Rokeach (i), (1854-October 30, 1926), era el tercer Rebbe de la dinastíade Belz Jasídico. Él era el hijo del Rabino Yehoshua Rokeach, y servido como el tercer BelzerRebbe, a partir de 1894 hasta el suyo que pasaba en 1926.Después de su muerte de fathers, Yisochor Dov accedió a las posiciones del Rabino de la ciudadde Belz y del líder espiritual del chasidim de Belzer en 1894. Además él estaba parado en el timóndel movimiento de Machzikei Hadas instalado por su padre. Él era ackowledged a líder de Eljudaísmo gallego. Además, él era renombrado como un trabajador del milagro y millares atraídosque buscaron su bendición. Él opuso fuertemente el sionismo, que él vio como amenaza a lacontinuidad judía.Término 1894 - trabajo principal completo Mahari"d de Yissachar Dov Rokeach delnombre 1926; C nata. Belz 1854 murió a 1926 (22 Marcheshvon 5687) madres enterradas RivkaMiryam Ashkenazi Wife1 Rochma Brocho (hija de Yehoshua Rokeach del padre de AharonRokeach del sucesor de Yehoshua Rokeach del precursor de Belz de R Yeshayo Zyshe Twerskydel chaya Devora (hija de la esposa 2 de Chernobyl) Issue1 Aharon Rokeach Chana Ruchl(Pinchos casado Twerski de Ustila) de R Avrohom Shmuel Pytshnik de la edición 2 Sheva (m.Yitschok Nochum Twerski de Shpykiv) Henya Yehoshua de Berezna) de Yeroslav Soro (m.Yochonon de Hrubieszow) Mordejai Rokeach de Bilgoray Yente (m. Yochonon Twerski)110 111. 111 112. “¿Un simple huevo frito?” Reinaba la tranquilidad luego del almuerzo en la casa de la familiaTurzin. Rabbí Aarón, era el Rosh Ieshivá de Brisk, una de las mejores deIerushalaim y estaba sentado en aquellos momentos junto a un alumno,preparando la clase que daría, tal como habitualmente solía hacer. Suaves golpes en la puerta sacaron al rabino de ese universo deestudio en el que estaba inmerso. De inmediato se abrió de par en par la puerta, dando paso a unhombre con gesto adusto, quien daba la impresión de estar superadopor los problemas que lo acongojaban. “_¡Shalom aleijem, reb Shloime! ¿En qué puedo ayudarle?”, dijodirigiéndose al recién ingresado. “_¡Quiero comer! ¡Tengo hambre” “_¡Cómo no! ¿Qué quiere comer?”, le respondió mientras leofrecía asiento. “_Quiero huevos fritos”, dijo el “invitado” luego de pensarlo unpoco: “bien hechos y salados”. “_No hay problema”, dijo el rabino y de inmediato se dirigió a lacocina. Enseguida se escuchó el sonido del manipuleo de ollas. Puso una sartén sobre la hornalla y sobre ella el aceite queinmediatamente empezó a chisporrotear. No pasó mucho tiempo hastaque comenzó a sentirse el delicioso aroma de la comida que estabapreparándose invadiendo todo el ambiente. “_Aquí tiene, reb Shloime. Puede ir a hacer netilat iadaim antesque se enfríe”, le dijo con una sonrisa. “_¡¿Esto es huevo frito!?, mira Rabbí Ahón, ¡esto no es un huevofrito!”, dijo mirando con desprecio el plato que se le acercaba. “_¡Es un simple huevo frito!” Luego de decir esto, estrelló estrepitosamente el plato que lehabían acercado al piso. El alumno miraba todo ese espectáculo sin poder creerlo,especialmente el modo en el que su maestro mantenía la calma. “_Le voy a preparar otro, mejor que el otro”. Nuevamente volvió a entrar y recomenzar con los preparativos. Al rato ya estaba con el nuevo plato. “_Aquí tiene, ¿estos están mejor?” Reb Shloime los inspeccionó con detenimiento y nuevamenteestrelló el plato, arrojándolo hacia el otro rincón de la sala. “_¿Estos son huevos fritos? ¿¿Éstos??” ”_Tengo una idea: venga conmigo a la cocina y enséñeme aprepararlos. Tal vez sepa estudiar, pero seguro que los huevos fritos noson mi especialidad y no me vendría nada mal aprender a prepararlos”. 112 113. Entusiastamente el recién llegado aceptó e ingresó a la cocina conel Rosh Ieshivá.Nuevamente comenzó todo el proceso, pero reb Shloime eraquien daba las indicaciones precisas.Finalmente ,plato en mano y con su orgullo satisfecho salió,ahora sí dispuesto a comer el famoso plato que había venido a buscar,pero el plato que llevaba en su mano era... ¡exactamente igual a losanteriores!“_Ahora sí que tiene que apurarse a lavarse las manos, no seacosa que se le enfríe el manjar que acaba de preparar”, indicó el dueñode casa”.“_¡Seguro, seguro!”, dijo mientras corría y se sentaba a comerrealmente hambriento.Comió, dijo bircat hamazón acompañado por el dueño de casa quelo despedía suavemente.Sin poder dar crédito a lo que había visto, el alumno no pudo dejarde preguntar sobre lo que había presenciado.“_ ¿Rebbe, hasta cuándo? ¿Cuál es el límite? ¿Tanta paciencia?”“_Hijo: No me importa una mancha más sobre el techo de midepartamento ni un huevo frito en el piso. Pero, una mancha sobre elcorazón... eso...sería ¡todo para mí!”113 114. “¿Visitas? ¡Qué visitas!” R” Eliezer estaba acostado en el asilo de ancianos, dormitando.Había alcanzado a hacer mucho ese día: Había estado estudiandoguemará más de lo que hubiese sido pensable, dijo los Tehilim del día yalmorzó entre los primeros. Ahora, ¿qué iba a hacer ahora? La guemará lo llamaba, también los libros de aggadá y musar perolas letras parecían bailar desordenadamente delante de sus ojos. No,definitivamente ya no tenía fuerzas. Mientras estaba pensando en estos temas con cierta tristeza loinvadió el sopor. “_Voy a ir a ver a R” Eliezer”, pensó R” Dovid, su amigo de haceaños que vivía en las cercanías. “¡Es una verdadera mitzve!” Dio unos golpes en la puerta en la que estaba el ancianodescansando. No quería despertarlo. Tampoco el chirriar de la puerta lo incomodó en su descanso. Lovio durmiendo y no quiso molestarlo. Se dijo: “Voy a dejarle una nota. Está tan cansado que sería unaverdadera pena levantarlo”. Sacó del bolsillo de su saco una lapicera, le escribió una cuantaspalabras y dejó el papelito sobre la biblioteca, esperando que lo veacuando se despierte. Luego de una hora, éste se despertó una hora más tarde. Vio sobresalir un trocito de papel y en el se notificaba la visita quehabía estado y se había retirado. “_¡Qué pena! ¡Lástima que me dormí y me perdí la visita y ahoratengo tantas horas por delante sin nada importante por hacer... Tal vez él quiera estudiar un rato conmigo o charlar sobre temasde Torá conmigo, o me dijese algún vort interesante, algo...” Pasó un día y después otro más. Estaba R” Eliezer adormecido, agotado. De pronto bailoteaban lasletras de su guemará delante de sus ojos, la incapacidad deconcentrarse le impedía seguir estudiando. Ya no podía controlar sus ojos, y la mezcla de cansancio de faltade actividades por hacer una vez que ya no podía estudiar, terminaronpor dormirlo. Marán Rosh Ieshive, el Gadol HaDor, R” Shlomo Zalman Auerbachgolpeó suavemente la puerta. Acostumbraba ir de visita a sus conocidosdurante los diez días de teshuvá, especialmente a su antiguo vecino, R”Eliezer. “_Está durmiendo otra vez”, le comentó su hijo en tono bajo quelo acompañaba en la visita. 114 115. “_Tal vez no sería una mala idea dejarle un cartelito avisándoleque estuvimos aquí y que le escribamos también deseándole ShanáTová”. “_Despertalo”. “_¿Despertarlo?¿Por qué?”, preguntó sorprendido el hijo. “_El únicamente está durmiendo por aburrimiento, no tiene nadapor hacer, nada que le interese. Nadie lo visita, nada. No está débil, tampoco cansado. Duerme de puro aburrido, no tiene con quien hablar, estudiar,nada. El aburrimiento lo duerme”. El Gran rabino se decidió y no esperó a que su hijo hiciera lo queél mismo le acababa de señalar. Lo hizo por sí mismo. Delicadamente sacudió un poco el hombro de quien estabadormitando plácidamente y le susurró: “_R Eliezer, tenés visitas”. “_¡Rabbí Shlomó Zalman! ¡Qué alegría verlo!”, sonrió feliz al verlo. Más de una hora permaneció el Rosh Ieshive allí, charlando con él,compartiendo palabras de Torá y diciéndole divrei Torá, entre ellos unvort extraño.. “_¡Gracias por haber venido!, dijo al comenzar a despedirse. “¡Quetengan shaná toba umetuká!” Pasadas algunas horas del mediodía, entró el hijo de R” Eliezer avisitarlo y lo encontró desbordando felicidad. “_¿A que no sabes quién me visitó? ¡El Rab Shlomó Zalman! Estuvo mientras dormía, pero me despertó y pude verlo.” ¡¿”_Te despertó?! ¿Cuándo?”, preguntó asombrado el hijo. (Pensó el anciano: “Seguramente que el rab con su jojmá entendióque el mi principal problema es el aburrimiento y la soledad. Sabe quefísicamente, B”H me siento bien. También se debe haber imaginado que,si me hubiese dejado una nota sin levantarme, me hubiese sentido muymal al levantarme y verla, sin poder verlo personalmente. Debe ser poreso que me despertó y se quedó conmigo tanto tiempo, más de unahora extensa y por eso ese “vort” extraño que me contó). Con tanta jojmá y ahavat Israel, él sentía hasta la menor molestiade todo iehudí, sin importar edad o condición social. Lo que los más cercanos no veían, el lo hacía y esa fuerza era laque le sirvió para entibiar el alma de todos cuantos lo conocieron. 115 116. El bet Hakneset central de la ciudad estaba lleno de cabo a rabo.Todos los iehudim de la ciudad se reunían los viernes luego del mediodíapara la tefilá popular ordenada por el rab. Rabbí Eliezer Zusia Portugal, el Admu”r de Sukelén llegó a la zona,como era esperable y pidió que recemos pro su éxito”, explicó el rab. Todos tenían muy en claro de quién estaban hablando, cuál era suvalía e importancia, así como el valor de la tefilá que estab pidiendo querealizara. El tema no era menor. Antes de ello, una pocas horas antes, el tzaddik había entrado a lacasa del rab. “_¡Shalom Aleijem!”,le dijo el rab al extenderle la mano. “_¡Aleijem Hashalom!”, contestó, aferrando la mano que le habíatendido. “Quería pedirle que mañana congregue a todos los iehudim dela ciudadpara pedir tefilá. Me encuentro en un peligro concreto ynecesito provocar que se estremezcan los Cielos con súplicas para salirde esta situación airoso”. “_¿Qué pasó? Tal vez si me cuenta pueda ayudarle”, le preguntóel rab de la ciudad con un suspiro. “_No puede ayudarme. En poco tiempo voy a entrar a la casa delgobernante para interceder y pedirle rajmanut por una familia que estáen la carcel soviética. Evidentemente, ellos son inocentes de lo que selos acusa.” El rab quedó un poco impactado por lo que el Admu”r le estabadiciendo, suspiró intensamente. “_Un, pero entonces, usted no está en un peligro de vida real: olos libera el gobierno o bien van a permanecer allí encarcelados. ¿porqué lo llama entonces que hay peligro de vida? ” “_No es así. Usted sólo escuchó sobre el porvenir , pero no sabe loque ocurrió previamente. Se lo voy a contar y va a entender elpeligro...”, siguió diciendo el Admu”r. “Hace varios días ingresé a lo del ministro para tratar lo relativo aesa familia: “Libérelos”, fue mi pedido. “Tenga piedad por los niños pequeños.¿Qué gana con tener una familia de ocho personas en la cárcel? Ellos noson criminales peligrosos”. Siguió diciendo: “_Como usted entenderá, esto bastó paraenfurecerlo. Parecía haber explotado de furia y empezó a gritar furioso: “_¿Qué te importa quiénes son o lo que les pase? ¡No sonmiembros de tu familia y tengo muchas dudas de que los hayas vistotan siquiera una vez en tu vida! ¡No entiendo por qué te involucrás! Sí, yo te conozco a vos... Viniste a pedirme por ellos únicamente porque son judíos. Pero,¡yo sé que son rebeldes insurrectos!116 117. Ellos, como corresponde, van a permanecer presos. ¡No piensoayudarlos, no vas a conseguir liberarlos!De pronto... sacó una pistola y me apuntó directamente:“_Esta vez no te voy a disparar, porque en nuestros registrosfigura que sos una persona respetada e importante, pero la próximavez...”...sus ojos destellaban fuego:”_Si volvés a aparecer por acá, yo te aseguro que no seréresponsable por ms actos. ¡Estás advertido!”Esas fueron sus últimas palabras, con las que salí de allí sin que elalma me volviese al cuerpo...”El rabino iba empalideciendo a medida que iba escuchando elrelato del rebbe:”_Pero, no entiendo. Entonces, ¿para qué quiere usted volver allí?¡Lo van a matar!”“_Está escrito que está permitido que uno está autorizado a entraren un peligro de vida para salvar a quien puede llegar a morir y por eso,pese a todo peligro decidí pedir que se convoquen todos a rezar parasalvarlos y salvarme”, explicó tranquilamente.Ya habían pasado varias horas del momento en que habían sidoconvocados en el shil y shabbat se acercaba, pero no había noticias delAdmu”r.“_¿Quién sabe si, jalila, le pasó algo malo?”No solo el rab tenía un sospecha amarga en su corazón, sino quequienes allí estaban tenían ese oscuro y silencioso presentimiento.¿Por qué no vuelve? ¿Quién sabe qué pasa en la cárcel?Pese a que se acercaba la hora de encendido de las velas deshabbat, nadie salía de allí.Las lágrimas tibias surcaban los rostros de todos y las tefilot cadavez se escuchaban más nítidamente.“_¡Ahí viene!”, dijo con voz totalmente quebrada por la emociónquien estaba parado junto a la ventana. “¡Viene sonriendo!”“_¡Baruj H!”, dijeron todos con alegría, comenzando a pronunciarsalmos de agradecimiento de Tehilim.--------------------------------------------------------------------------“_Desde que entré al cuarto en el que estaba esa persona, loencontré hirviendo de la furia. Se me acercó, y en esos precisosmomentos le volví a pedir por la libertad de esa familia:“_Te dije que no vengas nunca más. No soy responsable de lo quehaga” me dijo. “Merecés que en este mismo momento te mande acolgar”.117 118. Se me acercó, me agarró de las solapas y me sacó a losempujones.Salí y me paré allí. Desde lejos observaba queriendo saber quépasaba allá adentro.Con alegría vi cómo los sacaba y los dejaba en libertad”.“_Pero, ¿cómo explica un milagro tan grande?”, le preguntóextasiado por la fuerza del relato uno de quienes estaban allícongregados al Rabbí Eliezer.“_También un no judío puede ver y valorar el mesirut nefesh. Alver eso, incluso un malvado tan grande como el gobernante aquel, aldarse cuenta que un líder respetado por su pueblo viene a pedir por sugente, a implorar por quienes no son integrantes de su familia. Saberque ni siquiera las amenazas concretas, esto mueve mecanismossecretos que ni él mismo conoce que tiene dentro suyo, como son los dela piedad por otros”. 118 119. “¿Tanto lío por una libretita?” Un joven abrej entró a la casa del Rab Iaakov Kanievsky, conocidocomo el “Steipeler”, en su mano llevaba una libretita. “_Estoy interesado en comprar el “Kehilot Iaakov” sobre MasejetNedarim”. (En aquellos años, solo se conseguían los libros allí, en la casa delautor). El rab enseguida se incorporó y fue hacia el armario, sacando ellibro solicitado. “_Servido, aquí lo tiene. El precio está allí anotado”. El comprador metió su mano en el bolsillo y sacó una cantidad depapeles. “_¿Será posible pagarle con cheques?” El “Steipeler” suspiró y dijo disculpándose: “_Usted ve que soy un hombre mayor y viudo. Mis nietos mecuidan y me hacen todo tipo de favores para cuidarme. No tengo fuerzas como para pararme en la fila del banco paracobrar los cheques. Mucho menos, ir a pedirles a ellos que tambiénhagan esto. ¿Comprende? Sinceramente, discúlpeme. Por ello es que no puedo recibir cheques de nadie. No tengoopción, ¿me entiende?” “_No hay problema”, respondió velozmente. Voy a ir a lo de unosconocidos que viven aquí cerca y les voy a pedir que me cambien elcheque. ¡Bajo ningún punto de vista quiero molestarlo!” Enseguida volvió tras sus pasos y salió de la casa. Bajó losescalones y se dirigió directamente hacia lo de sus conocidos que vivíanallí cerca. De pronto, todo se llenó de ruido y tumulto a su alrededor. “_¡Hey, mirá!”, le dijo al pasar una persona a la que no conocía. Miró a su alrededor y vio venir al Gadol HaDor, corriendovelozmente. Subiendo los escalones como si fuese un hombre joven, conel talit katán sobre la camisa y los tzitzit colgándole hasta los piés. Enaquellos momentos, tenía... ¡más de ochenta años! Al ver alrededor suyo, todos enrojecieron de vergüenza. ¿Quépasaba? ¿Por qué tenía que correr tras ellos un personaje tan grande, ytan mayor? “_¿Vos querés traerme problemas de “ashavat avedá”, acaso?”,decía agitado tras la intensa corrida. “_¿Qué pasa?” El abrej estaba sencillamente asombrado. “_Usted acaba de estar en mi casa y me dejó la libretita”, dijo elSteipeler mientras se la acercaba en su mano tendida, comodevolviéndosela.119 120. “_Pero, rab..., intentó comenzar a decir mientras la recuperaba(¡qué otra opción tenía con la expresión de rostro que el ancianoexhibía!), solo salí por un instante, el tiempo que necesito para cambiarel cheque. Siempre pensé en volver y recuperarla de inmediato. No seolvide que lo que a mí me interesa es comprar el libro...” “_¿Y cómo puedo estar seguro de que realmente va a volver? Nopuedo saber si no se arrepintió de la compra; tal vez se enojó por elhecho de que no le haya recibido el cheque o el precio le haya parecidosuperior a sus posibilidades ¿Quién puede saberlo?” La grandeza exhibida en ese hecho y lo contundente delrazonamiento dejaron boquiabierto al abrej, en plena calle Nejemia,habiendo encontrado a tamaño personaje. O, mejor dicho, habiendosido buscado y encontrado por él. El rab hizo caso omiso del impacto que su presencia continuabadiciendo: “_Venga y vea cuántas cosas que no me pertenecen tengo en micasa y no tengo idea de qué hacer para devolvérselas a sus dueños.Tengo lapiceras, libretitas, llaves y todo tipo de objetos pequeños y elAm Israel, Baruj H”, es muy grande y extendida por todo el mundo.¿Cómo podría encargar de repartirlas a quien corresponda?” Luego de un largo suspiro, continuó diciendo: “_Ya tengo demasiados problemas de ashavat avedá, por eso usétodas mis fuerzas en alcanzarlos. No quiero seguir agrandándolo,sumando cosas a la montaña que ya bastante me preocupan en micasa”. La enseñanza quedó indeleble para el abrej. Había recibido unshiur completo sobre el cuidado de la propiedad del prójimo, incluyendouna libretita barata e insignificante como la que él mismo le habíallevado al Rab Kanievsky. La propiedad privada es sagrada y requiereutilizar los mejores esfuerzos para restituírselas a sus dueños.El rabino Yaakov Israel Kanievsky, conocido como el Steipler o el Steipler Gaon (1899-1985), eraun erudito mundo-renombrado de Posek y de Del Talmud. Él nació en la ciudad rusa deHorensteipl, de la cual su denominación, "the Steipler", fue derivado más adelante. Él era el hijo deJaim Peretz, que era un Chernobyl Chassid y el shochet local. Alrededor de la edad de 11, elRabino Kanievsky entró en el yeshiva de Novardok, estudiando debajo de su decano famoso,Rabino Yosef Yoizel Horowitz.Progresando rápidamente y ganado una reputación como Talmid Jajam, alrededor de la edad de19 rabino Horowitz para arriba le envió al sistema un rama del yeshiva en Rogochov. Sin embargo,la revolución del bolshevik estaba en el oscilación completo y reclutaron al Rabino Kanievsky en elejército rojo. A pesar de las condiciones ásperas, él continuó observando terminantemente todo elmitzvot. Una vez que, durante su restricción del ejército, el Rabino Kanievsky estuviera la cortemartialled para que el "failing haga su duty" cuando había una posibilidad de romper el Sabbath. Lo 120 121. forzaron caminar entre dos filas de los soldados que fueron ordenados batirlo mientras que él pasó.En años más últimos, el Rabino Kanievsky comentó que la satisfacción que él había gozado parahacer un soporte para sus convicciones religiosas era un logro igualado nunca otra vez para elresto de su vidaDespués de servir debajo de los brazos por una cierta hora, el Rabino Kanievsky manejó conseguirdescargado. Él decidía trasladarse a Bia?ystok en Polonia para continuar aprendiendo que Toráunhindered de interferencia comunista. Allí, él estudió debajo del Rabino Avrohom Jofen. En 1925,el Rabino Kanievsky publicó su primer Sefer, Shaarei Tevunah ("gates del understanding"). Estofue recibida con la gran aclamación, y el trabajo alcanzó eventual a Rabino Avraham YeshayahuKarelitz (conocido como el "Jazón Ish) en Vilna. El Rabino Karelitz decidió que el autor de taltrabajo era digno de casar a su hermana Miriam. Designaron al rabino Kanievsky entonces RoshYeshiva del yeshiva de Novarodok en Pinsk. En 1934, él volvió a poner a Bnei Brak en Israel, endonde su había estado viviendo ya por un año y una mitad. Por muchos años él era jefe de dosYeshivot allí. Conocido sin embargo como erudito de clase mundial, el Rabino Kanievsky evitópublicidad y vivió en circunstancias humildes,para dedicarse a la enseñanza, la escritura, la Torá ya los buenos hechos. Más de 150.000 dolidos asistentes fueron al entierro del Rabino Kanievskyen 1985. Su hijo, Rabino Jaim Kanievsky, es una autoridad rabínica Haredí por propio derecho.El Steipler escribió muchos trabajos, su obra máxima era el Kehillot Yaakov ("Asemblea deJacob"), que contienersu análisis único de la mayoría de los masejtot y de los conceptos delTalmud. Él también fue autor de Birkath Peretz (sobre el Jumash) y Jaiei Olam.También hay variosvolúmenes de cartas, conocidos como Karyana DIgarata, y varios volúmenes escritos por undiscípulo, Rabino Horowitz, describen su vida de cada día. Éstos se conocen como OrchotRabbeinu.121 122. 122 123. 123 124. Invierno.Frío inclemente.La tormenta descarga una terrible lluvia allí afuera.El viento silba con terrible potencia, sacudiendo las ramas, talcomo si fuese a derribarlas. Los truenos y relámpagos sacuden la casa yestremecen el corazón.R” Jaim permanece frente a la ventana, observando su reloj,yendo y viniendo de allí al frío y la humedad que se ve desde la calle.Las horas van avanzando hasta llegar a la hora esperada. Un pocomás y llegará la hora en la que tiene que salir al camino. Desde BeneiBrak hasta Ramat Gan para dar el mismo shiur que habitualmenteimparte.¿Dónde?En el Bet Hakneset de iehudim que suelen concurrir personas quetrabajan todo el día, prácticamente, para obtener su sustento.“_¿Qué hacer? No es precisamente sencillo el camino hasta RamatGan...”, pensaba, discutiendo consigo mismo el tema.En aquellos momentos, hace más de cuarenta años, la gente nodisponía de coche. Los autobuses no venían calefaccionados y se movíande un lado a otro debido a los pozos del camino.Con las calles anegadas por la tormenta era sumamente difícil,sino imposible circular por ellas.Además de ello, los pozos del camino.Una delicia, en una palabra.El arroyo Ayalón había desbordado sus cauces naturales.Sin dudas, ir por ese trayecto y en esas circunstancias, era algocercano a poner en peligro la vida.“_Dejando de lado los problemas del viaje, ¿quién va a ir aescuchar la clase? Con ese clima tempestuoso, ¿quién va poder salir desu casa? ¡Si, seguramente, ni pudieron ir a trabajar ¡qué van a venir aescucharme? ¿Acaso tiene sentido ir a hablar a un salón vacío?”, discutíadentro de su mente.Ya se estaba inclinando por quedarse en su casa, disfrutando deuna casa de té caliente, mientras estudiaría guemará en torno a la mesade su comedor, cuando el razonamiento que contrariaba esa posibilidadinvadió su mente.124 125. “_¿Y si, pese a todo ello, realmente alguien sí va a clase?¡ Todoese esfuerzo por salir de sus casas y llegar al shil, ¿qué pasará con eso?Pero, ¿la haloje me obliga a esforzarme a tanto?¿Es tan sencillo el temadel mesirut nefesh por el estudio de Torá en público?”, siguióreflexionando. “_Pero, por el otro el pasuk no dice: “Y cuidareis mucho vuestrasalmas” Mientras decía eso, procedió a abrigarse, con el sobretodo, losguantes y el echarpe, saliendo de la casa. No, todavía no había subido al ómnibus que lo llevaría allí. Antes de ello, se dirigió a la casa del Gadol Hador, el Rab AbrahamIshaia Karelitz, más conocido como el”Jazón Ish”, para preguntarle quéhacer y obrar en base a lo que él dictaminara. ¡Todo lo que dijera el rab,él haría! Entró a la casa e, inmediatamente luego del encuentro y el saludo,formuló inmediatamente la pregunta. Luego de escuchar los puntos a favor y en contra del viaje, elJazón Ish preguntó: “_¿Cuántas personas van regularmente a su shiur?! “_Diez”. “_¡Y que sigan aumentando!”, lo bendijo, para luego seguirpreguntando: “_Y usted ¿cuántos estima que pueden llegar en estas condicioneclimáticas?” “_¡Ah, no! ¡Ni idea! No los conozco tan profundamente. Pero, uno,al menos, seguramente vendrá, ya que vive al lado del shil y,seguramente, pese al clima vendrá.” “_Si es así, es entonces ¡seguro que tiene que ir! Él estáesperando que el rab llegue. Solo por eso, tiene que ir”. Siguió explicándole: “_Si el rab no va a ir a dar su shiur habitual, dudo mucho que esapersona vaya a su casa y abra una guemore por sí solo sino que se va adedicar a sus dedicaciones habituales, en vez de estudiar Toire. Un día en el que un iehudí puede dedicarse a estudiar y no lohace, no se entiende como un día común, un día más en el que seintegra a un shiur y estudia. Cuando una persona estudia, dentro suyo, en su corazón algocambia. Y cuando no lo hace, falta algo en ese cambio. El día del iehudí que estudia Torá, para siempre va a ser diferentedel que no lo hace”. 125 126. En la casa comunal de la ciudad de Eden, en Hungría se percibíaese día la tensión en el ambiente. Los empleados volvieron con expresión seria en el rostro en tornoa las mesas de madera pesadas mientras se ocupaban incesantementede sus tareas. El silencio imperaba en ese ambiente, siendo solo interrumpidoocasionalmente por el sonido de los papeles acomodándose y un mínimomurmullo. Se podría decir que el ambiente se podía cortar con uncuchillo. _”¿Escuchaste quién viene hoy aquí?”, le dijo el encargado a otroempleado. “_¿Quién? ¿Quién?”, dijo éste acomodándose la mano en torno asu oreja como para escuchar mejor la respuesta que le darían. No teníala menor idea de quién se trataba, pero percibía que era, sin dudas unpersonaje muy especial. “_Un rabino muy grande de los judíos”. “_Si es así”, dijo mezclándose en la conversación uno de losayudantes, “es imaginable que los personajes más importantes de laciudad se van a hacer presentes y los jefes políticos van a salir a suencuentro, a darle los honores pertinentes”. “_Sí, si”, agregó el escriba, “seguro que toda la ciudad va a ponersus ojos en tamaño acontecimiento. Seguro que arden por ver al rabinoque es su gloria y esplendor”. Con aires de importancia se arregló los anteojos siguió adelante. “_¿Y ahora?¡Seguro que el rab está llegando a nuestra ciudad!”,dijo el empleado sin dejar su actividad. “_Escuché lo que dicen sobre este rabino, dicen que es muy sabioe importante, supongo que nosotros también tendremos que salir arendirle honores”. A la hora establecida se llenó la calle de personas. Todos los judíosde la ciudad salieron a darle la bienvenida. La multitud aguardaba expectante pero, pese a la cuantiosamuchedumbre, igual sobresalía la figura del jefe de gobierno. Todos levantaron la vista en dirección a la posada donde sehospedaba el rab, expectantes del momento en el que debía salir endirección al Bet Hakneset. El movimiento con forma de marea dejaba entender que por allíestaba pasando, aunque a simple vista no se llegase a divisarlo. Apenas,entre toda la gente se veía un grupo avanzar mientras los demáspermanecían inmóviles: era el rab acompañado de talmidei Jajamim. Lavista era impactante, un aire de keddushá invadía el momento. Los jefes de la ciudad se acercaron al rab, lo bendijerondeseándole “shalom” y le rindieron los honores propios de un rey.126 127. De pronto, los gentiles comenzaron a frotarse los ojos debido alextraño espectáculo que se estaba desarrollando y que los dejababoquiabiertos. “¿Qué es esto? ¿Qué están viendo nuestros ojos?” El murmullo del gentío iba en aumento, era evidente que seestaban cuchucheando lo que veían, aunque nadie se anima apronunciar palabra en voz alta. “_Tal vez nos esté gastando una broma”, “es muy extraño que unrabino tan encumbrado e importante ande sin calzado, ¡así! ¡descalzo!” ¿Por qué? ¿Qué obra de tan extraña manera? “_Perdone Su Excelencia la pregunta... pero, ... tal vez puedaexplicarnos por qué en esta oportunidad no usa calzado. ¿Tal vez unproblema de salud en sus pies?”, pregunto alguien respetuosamentepero tratando de resolver la intriga. La sola escucha de la pregunta arrancó en el rab un hondosuspiro. Dirigiéndose a los allí presentes, dijo: “_Mis respetables señores, es buena vuestra pregunta. No es por razones de salud que aparezco así presentado delantede ustedes. Estoy así para expresar un gran duelo en mi corazón. Voy a tratar de explicarles” Con tono de voz bajo, los ojos llenos de lágrimas y expresióntriste, comenzó a decir: “_Seguramente ustedes deben desconocer que, según nuestrocalendario es un día muy duro, muy difícil. De mucho dolor. Para nosotros, esta fecha, del 9 de av significa el momento en elque nuestro Sagrado Templo, el Bet Hamikdash ardió en llamas ynosotros aun sufrimos mucho por esa causa y respetamos ese duelo. Por eso aún lloramos”. “_Oh! Nosotros nos sumamos a vuestro dolor, respetable dolor”,dijo compasivo el intendente. “_Solo le voy a pedir que nos explique qué era ese Templo y porqué fue destruido. ¿Tal vez eso paso el año pasado? ¿Hace dos años? Esextraño, ¿cómo puede ser que nunca hayamos escuchado nada alrespecto?” Sin cambiar su tono aletargado de voz, siguió diciendo el rabino:“_Nuestro Templo fue consumido por las llamas hace mil ochocientosaños, una casa grande y amplia que le daba brillo y esplendor a nuestraamadaciudadcapital, Ierushalaim. Allí reverenciábamosyofrendábamos para nuestro D”s. Allí residía la Presencia Di-vina contodo fulgor. Al destruirse, se destruyó con el mucho de la grandezaparticular de nuestra tierra, la tierra de Israel. Como pueblo, fuimos exiliados de allí, nos alejamos y nosconfundimos entre los pueblos del mundo. Al ser minoría en todos lados, 127 128. soportamos todo tipo de embates, de afrentas y agresiones, siemprerezando a D”s por la pronta redención y retorno a nuestra tierra”. Las tibias lágrimas enjugaron el sagrado rostro del rabino,agregando luego, volcando su espíritu en sus palabras y su corazón porla inmensa pérdida. También los alumnos que lo rodeaban llorabanamargamente. Aunque no entendían exactamente qué pasaba, tambiénlos gentiles lloraban como si la destrucción como si estuviese ocurriendoen ese preciso momento. Ni siquiera los más duros de ellos soportaban contemplar eseespectáculo sin poder refrenar el llanto. La figura del rab Shag llorandoera imponente y avasalladora. Ese Kidush H” en público, silencioso que ocupó las conversacionesdel día, impuso temblor en todos quienes, de una forma u otra seenteraron. Al día siguiente, cuando se abrieron los puestos de la ciudad ysalieron los periódicos, se sorprendieron al ver un anuncio central delgobierno sobre el avelut y el dolor del gran rabino de los judíos por eljurbán, el Beit HaMikdash que había ocurrido mil ochocientos años ante,muy lejos de alí.128 129. TE PROMETO QUE... Colmado, así estaba el Heijal de la ieshivat “Hebrón”. Los bajurimestaban sentados en sus respectivos lugres apretujados, prestos paraescuchar las palabras de jizuk del Mashguiaj, cuando se estabanacercando Iamim Noraím. También se congregaron los abrejim y losbajurim ya en edad de casarse también se habían allegado conintenciones de escuchar las palabras del Rab Meir Jadash. Tanta gentese había congregado en esa oportunidad que fue necesario, incluso,agregar asientos. Comenzó a escucharse un murmullo entre los bajurim: “_Ya llega,el Mashguiaj viene subiendo las escaleras”. El gran Bet Hamidrash se vio sumido en un conmovedor silencio.Todas las miradas se congregaron en torno a la puerta, por donde seesperaba que ingresase. De alguna forma, hubiese querido congelar en sus retinas esaimagen. Llegó, subió los escalones que lo separaban del escenario y separó delante del Arón Hakodesh. “_Lo que voy a contarles ocurrió hace muchos años”, comenzó surelato lleno de palabras punzantes: “Una furiosa revolución arrojó del poder al malvado Zar. Con todoello, las turbas seguían luchando sin poder imponer un gobierno entrelas distintas facciones. El lugar en donde se suponía que debía estar la sede del gobiernosolo había combate encarnizado entre los distintos grupos, cada unotratando de imponer su voluntad. Entre ellos había mezclados ladrones, secuestradores y toda clasede rufianes que decidían la vida o muerte de quienes no les caían ensimpatía con un simple chasquido de dedos. Quienes debían soportar con mayor sufrimiento ese gobierno, omejor dicho, esa falta de gobierno, eran como de costumbre, los judíos. Está escrito que “Eisav odia a Iaakov” y esta gente esta dispuestaa aprovechar el poder que estar en el gobierno les otorgaba para ejercersu presión y su odio hasta el final. El peligro de muerte era lo más fácil de encontrarse al circular porlas calles en aquellas horas. La gente solo salía por necesidad extrema e, inclusive en los casosen lo que así lo hacían, iban pegados a las paredes, para tratar de esaforma de pasar inadvertidos. En aquél entonces yo era apenas un muchachito que estudiaba enla ieshivá. Tengo grabado el recuerdo del terrible pánico, ladesesperación de todo quien tenía que salir, el llanto de las familiasdañadas...129 130. Una urgente necesidad me obligaba a salir de la ieshive. Antes dehacerlo, mis compañeros me formularon miles de advertencias y mealentaron a volver con extrema urgencia. Salí de allí pronunciando todoel tiempo versículos de Tehilim. Cuando iba por la calle alejándome de la ieshive escuché una vozatemorizante que me decía: “Z”id”. Para mis adentros pensé: ¡van a venir y me van a agarrar!”. Salí del camino y comencé a correr con todas mis fuerzas.Esperaba el milagro que me ayudase a escapar de allí. Sin embargo, losasaltantes eran más ágiles que yo y no faltaba más que un poco detiempo hasta que me alcanzasen. “_¡Vení con nosotros a la comisaría!”, retumbaba el grito en misoídos, mientras me tomaban de los hombros y me aprendieron. Soporté bastante el dolor. Me trataron con bastante rigor físico;me dolían los hombros pero no permití que nadie lo notase. Sabíaperfectamente lo que me esperaba, nada menos que la muerteinmediata. Y al lado de eso, ¿qué había en un poco de dolor físico? “Señor del Universo, -me dije- si me salvo de ésta y logro volveren shalom a la ieshive, recibo sobre mí no anular ni un minuto el estudiode Torá ni hablar más lashón hará, rezar con kavaná, hacer decenas deacciones de jesed cada día y...” Muchas promesas me formulé durante los instantes en los que meestaban llevando al cuartel, a la vez que varias veces dije el vidui. _”¡Deténgase aquí!”, dijo el asesino cuando llegamos al patio y mepuso de cara a la pared. “¡Levante las manos!” Sentí el caño frío de la pistola contra mi espalda. Mientras laslágrimas inundaban mi rostro, dije aun otra vez más el vidui y ya solome restaba esperar mi inminente muerte. De pronto se escuchó un ruido de una ventana abriéndose y trasde eso un grito estremecedor: ”_¡Suéltenlo, a ese pequeño z”id! Échenlo de aquí! ¿No tienen otracosa por hacer?...” Evidentemente era su comandante que se había enojado por loruidos provenientes del patio y, sin que mediase otra lógica, les ordenóque me soltasen. Eso significó mi pasaporte... a la vida. Pese a la debilidad de mis piernas, logré salir de ese patio sinpoder creer el milagro que me había ocurrido. Murmuré: “Señor, me salvaste de una muerte segura y soy comoun bebé recién nacido. Delante de mí tengo una vida nueva y por ello notengo que recibir nuevas promesas para agradecerte ese milagro. Esosí, me comprometo a realizar todos los años un sium cuando llegue estafecha y terminar el sefer Tehilim todos los días.130 131. Al alejarme de allí comencé a caminar con todas mis fuerzastratando de armar un discurso coherente para explicarle a miscompañeros cómo me había salvado, qué milagro me había ocurrido...Apenas crucé el umbral de la ieshive olvidé por lo menos la mitadde las promesas que formulé y raudamente me dirigí donde miscompañeros a relatarles mis desventuras. Cómo había salido casi lo máscampante de allí, de las manos de los asesinos.Medio año recé fervorosamente recordando lo ocurrido, pero de apoco fui abandonando todas las cuestiones que había prometido. Solome quedaba el aterrador recuerdo.Hoy en día lo entiendo con la claridad que dan los años una solapromesa, pequeña. De esas que son posibles de cumplir inclusivedurante largos años, preservando ese jizuk que recibí oportunamente.Pero, por mi necedad motivada en esas kabalot tontas que formulé, tandifíciles de cumplir, no pude llevar a cabo ninguna.Los días del juicio están delante nuestro. Son momentos en quepodemos elevarnos un escalón del piso, día a día. Recibamos lo quepodamos, aquello que esté a nuestro alcance hacer durante todo el añopróximo. Y así, con la Fuerza Celestial que se nos da, que nos seaextendido por todo el año”.131 132. “¿QUÉ VINO TOMA USTED?” El gran rabino Abraham Grudzinski, Mashguiaj de la ieshivá deSlabodka en Lituania antes de la guerra, iba con su carreta que semovía alejándose de su casa. Al caer la noche y se disponía a buscar auna de las posadas que se encontraban a la vera del camino, propiedadde un campesino no judío. “_Quisiera una pieza para pernoctar, no necesito comida,solamente una cama para pernoctar y a la mañana continuaré con micamino”, le dijo al dueño.“_Respetable rabino, al final del pasillo puede encontrar una camalista, pase por allí”, fue la respuesta del dueño de casa. De inmediatoentró al cuarto que le ofrecían y se sentó a estudiar con los libros quetraía consigo. Era ya tarde a la noche… El dueño de la posada atRabesó el pasillopara allegarse a la punta que estaba en el otro extremo, cuando depronto comenzó a escuchar sonidos de baile de uno de los cuartos.“_Me intriga quién pueda estar bailando allí”, se dijo a sí mismo eldueño y siguiendo la línea de pensamiento, ¿por qué estarán bailando?” Dio vueltas con pasos muy lentos entre los distintos cuartos, paraindagar de dónde venía tanta alegría y baile. “Aquí es, dijo en suspensamientos, las voces vienen de este cuarto, en el que hay una solacama. Hoy entró allí ese hombre que dijo no necesitar comida,… esextraño, parece que está alegre, voy a indagar un poco esto…”Comenzaba la mañana. Al despuntar el alba, enseguida se levantó el seincorporó el dueño de casa yendo directamente rumbo a la recepción. El rabino salía de la pieza con su bolso en la mano.“Acercate aquí, por favor, eh… _lo llamó el posadero, para que seacerque_,… eh quisiera preguntarte algo importante”. El sabio se acercó y le preguntó educadamente:“_¿En qué puedo ayudarlo? ¿Acaso le quedé debiendo algo? ““_No, está todo en orden”, le contestó el hombre gentil, mientrasle preguntaba en voz baja: Solamente, digame ¿qué pasa a usted?”“_ ¿A mí?, dijo sin entender la pregunta.“_¿ Cómo se llama?”, volvió a preguntar el dueño de casa.“_No entiendo, ¿de qué habla?”“_ Del vino que tomó usted anoche”.“_¿Vino? ¿qué vino?”, preguntó extrañado.“Anoche, pasé al lado de su pieza y lo escuché bailar. Dígame,por favor, solo dígame cómo lo llaman, al vino. Lo escuché tan alegre,que seguro era un vino muy especial. Por eso, por favor le suplico queme diga cómo se llama”. Finalmente, el rabino entendió la intención de esa persona.132 133. “_No tomé ningún vino”, comenzó a responder mientras sedevanaba tratando de encontrar el modo más adecuado de explicarle aesa persona que lo que había pasado anoche en nada tenía vinculacióncon ninguna bebida alcohólica.La verdad ¿cuál era el secreto del baile del rabino en esa nocheoscura? Unas cuantas semanas previas al viaje le informó uno de susalumnos sobre su casamiento que sería, para mazal tov y en buena horadentro de unas cuántas semanas”. “_ Sospecho que no estaré aquí en el momento de la boda. Tengoque viajar por varios días, y justamente el lugar donde voy es lejanoaquí…”Al ver la cara del alumno, de inmediato se puso mal al ver la carade su alumno. Era exactamente el día de su casamiento el momento enel que debería viajar… “_Pero, no te preocupes. Aunque yo no esté aquí, me voy a unir atu alegría. Aunque más no sea, voy a bailar con motivo de tucasamiento en el lugar en el que esté esa noche…”Por lo tanto, esa fue la noche en la que estuvo en la posada del nojudío. Se sentó y comenzó a estudiar en la pieza que le ofrecieron y,antes de irse a dormir, bailó en honor de su alumno. “_No entiendo”, dijo el dueño de casa luego de escuchar toda laexplicación. “_Un momento, ¿usted es judío, no?”El rabino asintió con un ademán de su cabeza silenciosamente. “_ Siempre dijeron que los judíos son personas raras”, se dijo eldueño del hospedaje mientras despedía a su pasajero sin pronunciaruna sola palabra.133 134. La apertura del Arón Hakodesh,... en la kombi Detrás de la puerta del Gran rabino, Rab Ben Tzíon Aba Shaúl z”l,Rosh ieshivat de Porat Iosef, reinaba el desorden. Elevadas voces dediscusión se escuchaban proviniendo de toda la extensión del pasillo. Todo quien pasaba por el antedespacho del Rosh Ieshivá, podíaobservar asombrado esas dos personas allí paradas, enfrentadas enagria discusión: “_¡Vos estás obligado a hacerlo!” “_¡No, en absoluto!” “_¡Pagámelo!” “_Quedamos en que lo haríamos con una escritura. Ahora ya está, llegamos a lo del Rab; entremos y preguntémosle.directamente que decida él en esta discusión que tenemos entrenosotros. ¿Estás dispuesto a obedecer lo que el decida?”, dijo uno deellos. “_¡Seguro! Se allegaron donde el Rosh Ieshive, y enseguida se lepresentaron. “_Soy un chofer de combis y me encargo de llevar chicos al jeidery al mediodía los regreso a casa”. “_Y yo soy el director del Talmud Torá en cuestión y le pago porrealizar ese trabajo”. El rab comenzó a ordenar los libros con los que había estadoestudiando y, mientras tanto comenzó a preguntarles: “_¿Y cuál es el problema entre ustedes?” “_Kvod HaRab, tengo muchas quejas sobre el Director: últimamente me ha agregado unas cuantas vueltas en el barriopor el que siempre suelo andar. Si siempre tenía que hacer tres paradasespeciales, ahora tengo quehacer cuatro o cinco y no se trata solo de unsolo barrio... es algo muy difícil. En cada parada tengo que detenerme, Kvod Harab, abrir la puerta,esperar a que el chico baje y, si hace falta, ayudarlo a hacerlo yacompañarlo en el camino hasta que llegue sano y salvo a casa. Pese a todo el esfuerzo y tiempo que ello requiere, el director noestá dispuesto a pagármelo un adicional por esas nuevas detenciones”. “_Nuestro acuerdo fue por todo el paquete, acordamos que seríapor todo los chicos que se presentasen sin importar el número dedetenciones.Por ello es que el tiene que seguir cumpliendoeficientemente el servicio por el mismo precio”, dijo el educador. Miró profundamente el rab al conductor profundamente y le dijo:134 135. “_Sinceramente te envidio. Estaría dispuesto a ir todos a hacer tuviaje, abrir la puerta y ayudarlos a llegar a la combi e inclusive a pagarpor hacerlo”.En primera instancia, el conductor pensó que se trataba todo deun chiste, pero la expresión seria de su rostro le aclaró de inmediatoque nada de eso estaba ocurriendo.Cada palabra que estaba pronunciando era exacta e intencionada.“_¿Acaso, ... el rosh ieshivá a se va a rebajar a hacer un trabajocomo el mío? ¡Jas veshalom!”“_¡No es un trabajo humillante! ¿Alguna vez compraste petijathaeijal en el beit Hakneset?”, preguntó el Jajam de una forma que,aparentemente poco y nada tenía que ver con el tema.“_¡Sí, seguro! Muchas veces lo he hecho”, contestó con sencillez elconductor, sin llegar a detectar hacia dónde se dirigía la conversación.“_¿Y cuánto pagaste por ello?”“_ A ver,...todo depende de la oportunidad. En shabbat paguéveinte shekalim, en los jaguim o rosh jodesh, cien shekalim o inclusivemás. Inclusive, una vez hasta tuve el honor de abrir en Rosh Hashaná yIom Kipur y pagué por todo ello dos mi shekalim...”, dijo el conductorcon nostalgia y emoción el chofer.“_Por lo tanto, es posible pagar dos mil shekalim por una petijat.Pero, tenés que saber que abrir una sola puerta para que los tinokotshel beit rabbán que viajan a estudiar Torá, vale como cientos de esaspetijot de Rosh Hashaná y Kipur!¿Entendés que todos los días tenés la oportunidad de cumplir estamitzvá especial?¡Podés llevar a cabo cien petijot haeijal cada día. Así como llevás aesos pequeños tzaddikim que nop probaron el sabor del pecado, es unmérito llevarlos a sus estudios. Vos sos socio en su estudio de Torá, y nisiquiera sabés cómo valorarlo. Cada vez que abrís la puerta esequivalentye a cien veces de la apertura del heijal en el Beit Hakneset”“_Si es así, kvod harab, no quiero que me aumente el pago queme hace el talmud Torá”, dijo concluyendo mientras salía, continuandocon su tarea sagrada de cargar a los chicos con suma alegría.135 136. EL REGALITO DEL ZEIDEMarán HaGaón, Rabbí Israel hacohen, autor del “Jafetz Jaim”estaba sentado en la gran mesa de su habitación, totalmente imbuidoen el estudio de su guemará , cuando de pronto apareció su nietecitoque con naturalidad le preguntó:“_¿Zeide, cuál es tu edad?”Quienes estaban allí presentes, de inmediato levantaron la vistaaombrados.De inmediato el padre de la criatura se puso colorado, mientrastodos esperaban ansiosamente escuchar la respuesta a dicha pregunta.Silenciosamente, el Jofetz Jaim observó al chico sin contestarle.“_Aàrentemente, el zeide no quiere contestarme, pero voy avolver a preguntarle”, susurró el chico al oido del padre.El chico salió del habitación y volvióa su vida cotidiana y a susjuegos infantiles.Obviamente, a los pocos segundos, el tzaddik estaba totalmentesumergido en estudios profundos, tal como si nunca hubiese sidointerrumpido.Largos miunutos volvieron a pasar. El sonido de la voz del Jajamestudiando canturreando la guemará recorría suavemente la casa entodos sus recovecos, pero de prontó se calló.Se levantó de su lugar, se acomodó la gorra y sacó una cantidadde billetes. Se acercó al armario, sacó una bolsa en la que puso eldinero .“_¿Dónde está el niño?”, le preguntó a su hijo que estaba sentadoestudiando del otro lado de la mesa. De inmediato el hijo entendió elsentido de sus palabras y fue en búsqueda de la criatura.Enseguida volvió, asombrado:“_¿El Zeide me llamó?”“_Sí,tomá; un regalo de tu abuelo”, le dijo mientras le tendía sumano con la bolsita que había preparado previamente.“_Gracias, Zeide”, dijo con una gran sonrisa mientras aferraba labolsa el nieto y la guardaba.“_Pero, ¿por qué no la abrís?”, preguntó intrigado pero tambiénsonriendo, ¿acaso no querés saber cuánta plata hay adentro?”“_Es un regalo del zeide”, dijo en tono afectuoso, peroindudablemente asombrado por la pregunta. “Un regalo del zeide es,siempre en sí mismo, valioso en sí mismo. No importa cuánta planta seay, aparte de eso, es feo contar la cifra delante de la persona que te ladio”.Esta respuesta le causó mucha satisfacción al anciano y le dijomientras sonreía: 136 137. “_También la vida es un regalo, ¡el regalo más grande que nospuede haber dado elTodopoderoso! Es un regalo precioso y especial. Nosiempre sabemos valorarlo en su justa medida ni tampoco sabemosdisfrutarlo a cada instante e instante.Si a este regalo especial que se llama “la vida” vamos a poderencontrarle el sentido y aprovecharlo al máximo, en cada instante;entonces no importará cuan larga sea la extensión de la misma, cuántosaños vivamos. Una persona que solo vive veinte años, pero que dedicócada instante al cumplimiento de mitzvot va a haber tenido una vidamás valiosa que quien haya vivido ochenta pero que la gastó todo eltiempo tras vanidades y zonceras. ¿Entendiste?”El chico prestó suma atención a las palabras que estabaescuchando y el abuelo continuó diciendo:“_¿Entendiste, mi niño? La vida es un regalo maRabilloso, muycara y valiosa. Eso me enseñaron los años, ¡son incontables!”nosotros estamos parados frente a Rosh Hashaná. Otro año“extra” fue agregado a nuestra vidas y fue, en sí mismo un regalomaRabilloso y ahora está esperándonos otro igual de precioso, otros 365días de disfrute; un nuevo año.Vayamos ahora a rezar para pedir que sea tal como corresponde yque la extensión del mismo tenga relación con el sentido con el que nosfue dado. Y, si verdaderamente, vamos a ser merecedores, entonces enel Iom Ha Din vamos a ser renovados en el regalo extra, “un añomaRabilloso de vida”.137 138. ESA LLUVIA QUE NO MOJA... Era una noche oscura de Sucot. La luna estaba cubierta por nubesoscuras y espesas. La cena festiva ya había terminado, inclusive lasluces que dependían del timer ya se habían apagado automáticamente. La familia Kamil había terminado el “Bircat Hamazón” yprácticamente lo habían tenido que decir de memoria debido a laoscuridad imprante, solo podían ayudarse usando el sidur como “ayudamemorias”. La Rabanit y su hija estaban abandonando la sucá para irsea dormir. Sacaron la mesa y la llevaron dentro de la casa. La rabanit sacó su cama y la hija el colchón, dejándolo apoyadosobre la cama y aprestándose para llevar las sábanas y frazadas. Preparaba la cama para el descanso de su padre. luego, cuandoestuviese todo listo, ella y su madre se irían a dormir adentro, a susrespectivos cuartos. Mientras tanto, el rab estaba estudiando un poco en la pequeñacocina, y se preparaba para salir para dormir. Hacía frío. Todos se cubrieron muy bien con mantas, acolchados y frazadas;preparándose para una noche de crudo frío. La casa ya estaba silenciosa, todos dormían. Solo se escuchaba eltic-tac” del reloj proviniendo de adentro señalando el paso de las horas. De pronto, un ruido no muy claro sobresaltó a la rabanit Kamil desu sueño. Observó a tRabés de la ventana, pero no vio más que laoscuridad circundante. “_¿Qué fue ese sonido en mitad de la noche?, todavía confundidapensó: “Espero que no haya pasado nada malo en lo de los vecinos...”inclinó los oídos en espera de captar algo más y solo llegó a escuchar: “_¡Nu, Ianki, entrá rápido el colchón y dejame entrar el mío!¡Estoy totalmente empapado!” “_Entren rápido, chicos. Preparate un lugar y dejale otro a losdemás”. Ella continuó tratando de saber que pasó, por qué los llamabancuando de pronto sintió el goteo que le hizo caer en la cuenta que lalluvia se extendía por toda la ciudad. También Mina (la hija) se despertó por el sonido del agua en lahabitación de las visitas y se apersonó donde estaban los padres. “_Mamá, ¡llueve!”, llamó observando a tRabés de la ventana elrelámpago que iluminaba todo y, tras ello, el trueno correspondiente,con su consabido estruendo. Ambas se asomaron a la sucá, aunque sin llegar a ver qué pasabaallí adentro por la oscuridad imperante. Su sorpresa fue cuando vieronque el rab descansaba plácidamente en su cama.138 139. “_Papá no se va a despertar”, le dijo mina silenciosamente a sumadre, “duerme”. “_¿Lo despertamos?”, preguntó la madre, “pienso que sería lo mássensato, ya que podría mojarse y enfermarse”. “_Papá, papá... llueve” “_Jaim, llueve. Tendrías que entrar”, susurró la madre. Sin embargo, el rab no escuchó nada de lo que se decía,continuaba durmiendo plácidamente, como si estuviese silencioso, sin lapresencia de truenos y relámpagos, como si todo estuviese seco a sualrededor. “_La lluvia amainó, le dijo la dueña de casa a la hija, y acontinuación cubrió a su esposo con una manta extra, para mantenerloconfortable y que no se enfriase. “_Pienso que así se va a sentir mejor”. Ambas volvieron a sus cuartos, a sus cálidas camas dondedurmieron hasta la mañana siguiente. Cuando se levantó el Jajam de su sueño, vio que a su alrededorestaba todo frío y húmedo. “_¿Qué? ¿Llovió anoche?” “_Sí. Intentamos levantarte, te hablamos, al escuchar los ruidosde la casa de los vecinos que producían al entrar sus camas,despertándose por causa de la lluvia. Luego de eso vinieron los truenosy relámpagos. Todos entraron volando...” “_Papá, intentamos despertarte, pero no nos escuchabas”, agregóa modo de excusa Mina. “_Los vecinos se levantaron por causa de la lluvia, seguro queellos eran lo que se llama: “El que sufre, está exento de la mitzvá”. Peroyo, que no me desperté, indudablemente no sufrí y gracias a D”s tuve elmérito de poder dormir en la sucá toda la noche”, dijo el Rab. Las lluvias en la fiesta de Sucot, ¿a qué se comparan? “A unservidor que le lleva un plato a su amo y éste se lo tira en la cara”(Mishná Masejet Sucá, perek 1, mishná 1) y para el Gaón Rabbí JaimKamil z”l, que durmió en el momento de la lluvioa sin sentir nada, ¡fuetodo una fiesta alegre y feliz! 139 140. ¡Por favor, no me lo hagan llorar! Una mañana de Elul. Mará”n HaGaón Hatzaddik R” Itjzak de Belz entró comohabitualmente lo hacía a realizar tefilat shajarit. ¿Cómo siempre? No exactamente. Su cara “tenía escrita” la palabra: Elul. Sus ojos escudriñadores,su rostro pálido con expresión seria. Su cuerpo temblaba por el miedo alque pronto sería sometido prontamente, en el Día del Juicio (RoshHashaná) que se acercaba y el “taanit dibur”que había aceptado sobre símismo se extendería a lo largo de todo el mes. Todo el era una expresión viviente: ¡Elul! Comenzó la tefilá. Rabbí Itzele Beltzer se paró para el rezo. Estaba algoencorvado perosinmoverse.Solo suslabiospronunciaban silenciosamente las palabras sin que nadie de losque estaban parados en su cercanía pudiese captarlas. Todo esto hasta que en mitad de la shmone ezré irrumpió enllanto. Comenzó a hacerlo cada vez más fuerte. Lo hizo durante uan hora entera, conmoviendo a los presentes.Sus corazones trepidaban por temor al juicio y muchos comenzaban,ellos mismos con sus propias lágrimas. Hasta mucho tiempo después se extendió esa sensación. El silencio volvió al Bet Hamidrashy la tefilá continuó silenciosa, talcomo había sido previamente. Así fueron las tres tefilot: shajarit, minjá y arvit. Toda su personalidad clamaba: “¡Elul!” También en las sijot de musar de aquellos días proclamaba:“¡Elul!” Cuando en aquellos momentos se paró frente al Arón Hakodesh yquería comenzar con su disertación, llegó de pronto Marán HaGaón R”Iser Zalman Meltzer. Aí comoi llegó, se sentó entre los talmidim de laieshivey esperó escucha la derashá. También la apariencia de R” Iser Zalman decía: “¡Elul!” ¿Qué había que hacer? Esa era toda la pregunta que tenía RebItzele: “Si R” Iser va a escuchar mis palabras, va a llorarincontroladamente. Por otro lado, el entiende suficientemente bien sobreel tema de elul, simplemente su rostro lo denota. Él siente muy mucho el tema de elul, en su pureza se nota queninguna palabra hace falta agregarle sobre el tema. Es más, el solo hecho de llorar puede debilitar su nciano cuerpo”.140 141. Esta idea cruzó la cabeza de R” Itzjak y, por ello comenzó ladisertación de un modo inusual para lo que siempre solía ser su estilo.“_El llanto no es una cuestión que haya sido creada para loshobres. Corresponde a las mujeres, define el carácter femeninoúnicamente”.Los alumnos abrieron desorbitados los ojos. Habiendo tantomaterialecrito sobre la fuerza del llanto y, sabiendo todos que cuandotodas las puertas se cierran; las del llanto son las únicas quepermanecen abiertas, todo esto sonaba cuanto menos extraño.Por lo tanto, una frase como esa sonaba fuera de contexto en laboca de un grande del musar de tamaña envergadura.“_¡Elul!”, comenzó a decir en su alocución de musar.Sus alumnos estaban evidentemente conmovidos por las palabrasde su rab.De inmediato olvidaron las palabrasa anteriores y abrieron suscorazones para estas nuevas palabras de teshuvá.También el Gran Rabino Rabbí Iser Zalman Meltzer olvidó laspalabras anteriores y en el medio de la drashá comenzó con un llantofuerte y sostenido hasta conmoverse por sus sentimientos y temor.Pero, entonces supieron todos que lo anterior, tan extrañamenteenunciado por R” Itzele Beltzer, tenía un destinatario especial, con suimportancia en Torá e Ir”át H”.El rabino Isser Zalman Meltzer, (1870 - 1953), era rabino, rosh yeshivá del rosh y un posek lituanofamoso. También conocido como "Even HaEzel", después del título de su comentario en sobre elMishneh Torá.del Rambam El rabino Meltzer nació en la ciudad del MIR, en cuál es hoy Belarus.Su padre, Baruch Peretz, era también rabino. A la edad de 10 estudió con el Rabino Yom-tovLipman, el rabino de la ciudad, y en la Yeshivá MIR. A los 14, comenzó a estudiar en la yeshivá deVolozhin debajo del Netziv y del Rabino Jaim Soloveitchik, donde permanecería por siete años.Mientras que estuvo allí, integró la sociedad ortodoxa secreta de Ness Ziona, parte del movimientode Hovevei Zion. Junto con su cuñado, Rabino Moshé Mordejai Epstein, contribuyó a la fundaciónde la ciudad de Hadera comprando tierra para una plantación del etrog.En 1894, el Rabino Melzer fue maguid shiur en Slabodka, junto con su cuñado. En 1897 Meltzerdejó Slabodka para conducir otra yeshivá que había sido establecida por el Ridvaz en Slutsk. En1903, designaron al Rabino Meltzer como el Rabino de Slutsk, una posición que desempeñó 20años. Aunque él había sido ya rosh, no tenía ningún documento del semicha porque él nunca habíaplaneado en aceptar una posición en el rabinato, paro enseñar Torá en otro lugar . Cuando loslíderes comunales resolvieron designarlo como su rabino, el Rabino Meltzer escribió a su profesorRabino Jaim Soloveitchik y al Rabino Yechiel Michel Epstein, el autor de Arukh HaShulkhan,pidiendo que le envíen la afirmación necesaria. El rabino Epstein lo envió inmediatamente una letradel semicha, mientras que el Rabino Soloveitchik fue suficiente con un breve telegrama queagujerea simplemente por las palabras que utiliza:”yoreh del "Yoreh, yodin" . El rabino Meltzer eratambién un discípulo del Jafetz Jaim y Rabino Nosson Tzvi Finkel. Fue suegro del Rabino AharonKotler y del abuelo maternal del Rabino Shneur Kotler. En sus años más últimos, el Rabino Meltzer 141 142. sirvió como el rosh yeshiva del Etz Jaim Yeshiva en Jerusalén. Él murió el martes, el 17 denoviembre (10mo Kislev) 1953.La herencia del Rabino Meltzer fue continuada por sus estudiantes numerosos: Su hijo, Rabino ZviYehuda Meltzer, principal Rabino de Rehovot, y el suegro del Rabino Yehuda Amital su hijo,profesor Feivel Meltzer del Rabino es lingüista conocido del hebreo bíblico en Israel su yerno,Rabino Yitzchack Ben Menachem, principal Rabino de Petah Tikva su yerno, Rabino Aharon Kotler,fundador de Bais Medrash Gevoha en Lakewood, New-Jersey el marido de su nieta, RabinoYehuda Amital, Rosh yeshiva de Yeshivat Har Etzion. Rabino Elazar Shach, Rosh Yeshiva dePonevezh Yeshiva en Israel, y líder del Rabino lituano Shlomo Zalman Auerbach, Rosh Yeshiva deKol Torá y posek principal de los judíos de su tiempo. Rabino Shlomo Goren, principal Rabinoanterior de Ashkenazi de Israel. Rabino Yosef Eliyahu Henkin, fundador de Ezras Torá142 143. 143 144. “Hola, ¿línea aérea: tienen pasaje para caminar por lacalle?”“_Estoy listo para ir a Estados Unidos. Antes de salir por el librode mi gran abuelo, R” Brazen “Da”as Toire”, a juntar dinero para podereditarlo, programé una entrevista con una persona sumamenteacaudalada que es un donante generoso y amante de la Torá para quedestine una cifra estipulada a tal efecto. Pero, comosiempre, iré a lacasa del Gadol HaDo, el Steipeler a pedir su broje”, dijo R” Sholem,Mordejai Schwadrón.Se paró en la sala de espera de la casade R” Iaakov Kanievsky yen su mano tenía los datos preparados acerca del viaje que pensabarealizar los próximos días. Le explicaría sus nobles propósitos y lepediríauna berajá.(Es sabido que el Steipeler tenía grandes problemas de audición.Por ello, quienes ingresaban a verlo escribían la descripción de susproblemas y el pedido de bendición en un papel y el rab contestaba,aconsejaba y bendecía con su propia voz).Finalmente, al llegar su turno ingresó y le presentó el papel queya tenía listo.“_¿Qué querés de mí?, le preguntó el Rab Kanievsky al leer elpapel.“_Necesito su bendición” le dijo al mostrarle la primer carilla deltexto.“_Pero, ¿qué querés de mí?”, volvió a insistir con la pregunta.R” Sholem no entendía. Estaba específicamente escrito en elpapel: “Que el rab bendiga mi viaje”.Tomó el visitante un lapicera y volvióa a escribir en lahoja:”Necesitaría que el rab me de su bendición par mi próximo viaje”._”¿¡Qué querés de mí!?”, comenzando a impacientarse alpreguntarle lo mismno por tercera vez.Finalmente, salió el Rab Schwadrón sin haber recibido la borje,volvió a su casa y desarmó todas las valijas.“_Sin broje del Steipeler, no viajo”, le dijo a los miembros de sufamilia:”es posible anular el pasaje, pero viajar sin esa berajá enabsoluto entra en mis planes”.Pasaron unos cuantos días.El Rab Schwadrón se disponía a ingresar a un “pidión haben”alcual había sido invitado en su carácter de Cohen.“_Rabbí Shalom, rabbí Shalom, ¿cómo está?”, escuchó detrássuyo una voz por demás conocida.“_¡Un momento!, ese es ¡R” Dov de USA. ¿Qué hace usted poracá?”, dijo soprendido el Rab.144 145. “_Evidentemente, fue usted muy rápido para reconocerme. Vinea Israel por motivos familiares, B”H, ¡una alegría! Escuché que estabapreparando un viaje a América”, dijo entre sorisas“_Sí, estaba preparándome especialmente para ir a visitarlo”.“_¿Visitarme a mí? ¿Cuándo?”, preguntó asombrado el hombreadinerado.“_Estoy buscando fondos para poder editar los escritos de mizeide, el Meharsha”m de Berozen y por eso estoy yendo a buscar plata”,explicó el rabino.“_Rab, ¡nunca me hubiese encontrado en América! Llegué aquíhace dos semanas y voy a estar aquí otro tiempo no corto, por cierto.Reb Sholem, dígame cuánto es el monto que usted necesita parapoder editar la obra y se lo voy a dar sin problemas…”Enseguida entendió el Rab: el Ruaj Hakodesh del Steipelercuando fue el Rab Schwadron a pedirle su broje. La fuerza del emunatJajamim lo mantuvo para que no tenga necesidad de viajar y queencuentre la solución, como se suele decir “a la vuelta de la esquina” 145 146. Hay humo en tus ojos Los estudiantes de la ieshivá de Kletzk estaban sentados en elBet Hamidrah cálido, escuchando las palabras de su Rab, el joven GaónR” Aarón Kotler. Estaba desarrollando su shiur en forma entusiasta, levantandosus manoshacia los costados, moduilando su voz subiendo y bajando eltono, a veces en un murmullo y por momentos atronando. El terrible frío imperaba afuera, pero el frío terrible era algonormal en Polonia, con enormes tormentas de nieve y vientos másfuertes que lo común, pero dentro de todo el Bet hamidrash era cálido,originado en la Torá que allí se estudiaba y en el horno a leñasencendido. Como todos los días, se sentaron los estudiantes concentradosen las importantes palabras de su Maestro quien, pese a su juventud eraconsiderado como uno de los Guedolei de los Roshei Ieshivá. De pronto tosió Moshé, uno de los muchachos. “_Algo ocurre acá, siento carraspera en la garganta que antes notenía. Lo siento, pero creo que me voy a tener que cambiar de lugar”. “_También yo siento ahogo, vamos afuera a ver de qué se trata”,dijo Simón en tono silencioso. “_La chimenea de la estufa debe estar tapada, después del shiurvamos a destaprla”, dijeron quienes la habían revisado. El numero de bajurim comenzó a descender, por causda delkestado del ambiente. La respiración se dificultaba y fueron pasando atRabés de las distintas piezas, respirando con profundidad, tratando derecuperarse mientras estudiaban con sus javrutot. “_No puedo estar más sentado aquí: el humo en vez de salir,permanece cada vez más aquí y el ahogo es terrible”. Poco a poco salió del horno cada vez más humo negro. El calorsofocante arreciaba. El producto del horno inundaba el Bet Midrash,irritando los ojos de los bajurim. Las ventanas estaban cerradas por elterrible frío que reinaba afuera “_No puedo más”, susurró uno de ellos agregó mientras salíadolorido del aula. “_Yo también salgo”, le dijo calladamente otro a su compañerode banco. Un tercero ahogado por la tos y enjugando sus ojos en lágrimastambién salió, seguido por otros. “_No me puedo concentrar en el hilo del shiur”, dijo uno de losbajurim, “me molesta el humo” Poco a poco fue disminuyendo la cantidad de estudiantes del BetMidrash... ¿y rabbí Aarón? ¡Continuaba con su huir como de costumbre.146 147. La voz subiendo y bajando, los brazos cruzados al costado del cuerpo yel inflexible en su dedicación al tema de la Guemará. Solo unos pocos lograban seguir atentamente la clase. Ya no sepodía respirar y los ojos se les llenaban de lágrimas a los presentes. Todo se estaba oscureciendo a los alrededores, un poco más y lavisión sería solo un recuerdo del pasado. “_¿Cómo hace para seguir con la clase? ¿No se ahoga? ¡Ni nos ve!¿No traga el humo? El ahogo era imposible, el humos hacía la permanencia en el lugarcomo algo insoportable“_¿No se puede más!, murmuró uno de losestudiantes a quien estaba sentado a su lado: “un poco más y este shiurva a seguir entre humo y brasas... ¿y si le pedimos ir a otro cuarto?” Los muchachos se miraban asombrados entre ellos, adivinndo losrostros entre el humo. “_Es una idea excelente, lo felicitaron sus compañeros ero; ¿cómose lo decimos al rebbe?” Uno de ellos comenzó a sonreír pero, si bien parecía una tareaimposible; no había opción. La situación se había tornado insoportable. “_HaRab”, le advirtió un bajur sacando fuerzas de donde no tenía:“es imposible seguir sentados aquí”. “_¿¿¡¡Qué significa eso de: “es imposible seguir sentados aquí”!!??¡El que habla así no entiende el shiur!”, clamó Rab Kotler. “_Si hubieses entendido el shiur, sio le hubieses dado vida a lasuguiá, la kushiá de R” Akiva Eiguer, el sentido de la respuesta, teasewguro que no hubieses sentido nada”. “_El rab no siente el ahogo reinante. Parece que no ve el humoasfixiante. No le impide respirar ni le ahoga la garganta. Está tan metidoen el estudio que ni siquiera se da cuenta . su atención está en otrolado, por ello no sabe ni le importa lo que sucede alrededor suyo. “_¡¡Ojalá hubiésemos alcanzado. Alevai hubiésemos captado elmínimo de lo mínimo de la grandeza de nuestro rabino y captado suforma de profundizar y adentrarse ya que, para él no había nada fuerade ello!!”El rabino Aharon (o Ahroyn, Aaron, Aron) Kotler (1891 - 1962) era un líder prominente del judaísmoortodoxo en Lituania, y más adelante el Estados Unidos de América, en donde él construyó uno delos primeros Yeshivá en los E.E.U.U..El rabino Kotler nació en Svislovitz, Polonia en 1891. Él estudió en el yeshiva de Slabodkaen Lituania bajo "Alter (el anciano) de Slabodka", Rab Nosson Tzvi Finkel, y Rabino MoshéMordejai Epstein. Después de aprender allí, él ensambló a su suegro, Rabino Isser ZalmanMeltzer, para funcionar el yeshiva de Slutsk.Cuando los comunistas asumieron el control, la Yeshivá se movió desde Slutsk a Kletsk enPolonia. Con el brote de Segunda Guerra Mundial, el Rabino Kotler y al Yeshivá volvieron a Vilna,después al refugio principal de la mayoría del yeshivot de las áreas ocupadas. El rabino Kotler fue147 148. a los Estados Unidos vía Siberia, pero muchos de sus estudiantes no sobrevivieron la guerra. Laorganización del rescate de Vaad Hatzalah lo llevó a América en 1941 y la dirigió durante elHolocausto. En 1943, el Rabino Kotler fundó Bais Medrash Gevoha en Lakewood, New-Jersey.Después de su muerte repentina en 1962, su hijo Rabino Shneur Kotler fue el exitoso RoshYeshivá de Lakewood. Hoy, su nieto, Rabino Aryeh Malkiel Kotler, y tres de sus nietos políticos,Rabinos Olshin, Neuman, y Schustal funcionan en esta institución importante. Sobre los años hacrecido hasta ser la institución más grande de su clase en América con casi cinco mil estudiantes.El rabino Kotler también ayudado a establecer Chinuch Atzmai, el sistema escolar religiosoindependiente en Israel y era el presidente del Moetzes Gedolei HaTorá de Agudath Israel. Éltambién presidió el consejo de Administración rabínicaal de Torá Umesorah y estaba en elpresidium del Agudas HaRabbonim de los Estados Unidos y del Canadá.Sobre la muerte de su suegro, Rabino Isser Zalman Meltzer, él también heredó su posición deRosh yeshivá de Etz Jaim Yeshiva de Jerusalén. En un arreglo inusual, él sostuvo esta posiciónmientras que continuaba viviendo en América, y Jerusalén que visitaba de vez en cuando. Hoy, sunieto, Rabino Zevulun Schwartzman, es cabeza del kollel situado en Etz Jaim Yeshiva. 148 149. ¿Se atreverá a tanto? “_La plata corresponde al Sr. Dovid”, dictaminó Rab MoshéFeinstein al finalizar el Din Toire. “_R” Shlome, que la tiene depositada en su poder va a tener querealizar el traspaso con prontitud”- Había sido un proceso difícil la que llegó a su Bet Din. Pero ello noera casual el Gaón R” Moishe Feinstein, Rosh Ieshivá de “TiferesIerushalaim” y Posek principal de Estados Unidos. No se trataba de una cifra pequeña, sino todo lo contrario sobre elcuál ambos reclamaban como propio. Cada parte había argumentado según su mejor entender delantedel tribunal y fueron indagados una y otra vez. Las partes fueron a la sala de espera mientras los jueces debatían.Finalmente todos escucharon cuando el Rab Moishe dijo: “_La plata corresponde al Sr. Dovid y R” Shloime, que la tienedepositada en su poder va a tener que realizar el traspaso conprontitud”. El dinero había estado depositado en manos de R” Shloime todo eltiempo que había durado el litigio. Pasaron varios días desde que se congregó el Bet Din, finalmentecuando el Presidente del Tribunal vio al secretario, le preguntó: “_¿Ya le llegó el dinero a R” Dovid? “_No”, fue la escueta respuesta. “_¿Por qué?”, se interesó R” Moishe mientras tomaba el tubotelefónico. “_Un joven abrej, Ben Torá, me dijo que no lo hiciera”. “_Perdón, creo no haber entendido bien. ¿Podés repetírmelo? Luego de escuchar nuevamente esa simple respuesta, le dijo: “_¿Y quién ese iehudí? ¿Puedo hablar con él? Por favor, ponemeen contacto con él”. El secretario se sorprendió del raro giro que estaban tomando lascosas. El Gadol HaDor había dado su dictamen y un joven abrej sehabía animado a contradecirlo e impedir su ejecución. ¿Eso era posible? No pasó demasiado tiempo hasta que finalmente logró poner a R”Moishe en contacto con esa persona. “_¿Tal vez ud le dijo a R” Shloime que no entregue el dinero?”,preguntó amablemente el Rab Feinstein. “_Sí, yo le dije”, contestó con seguridad. “_¿Y usted sabe que eso se opone al psak din?” “_Sí”, la seguridad ya había sido reemplazada por la arrogancia yel atrevimiento.149 150. El secretario estaba absorto tratando de escuchar la conversación.Hace años que era secretario del juzgado, y nunca había presenciadouna caradurez como esa.“_¿Por qué obró de esa forma?”, preguntó el rab un pocoextrañado.“_Hasta donde yo sé, no se obró como marca la halajá en esecaso, por lo tanto no hay por qué cumplir con el fallo”.“_¿Y por qué?”, preguntó tranquilamente el rab, pese a que elsecretariocomenzabaa gritar desenfrenado:”_¿¿¿¡¡¡El Gadol HaDor dicvta un fallo y un joven abrej se anima acontradecirlo y a indicar que no se lo obedezca!!!???”“_Porque el juicio fue de noche y, según la halajá no se puedenhacer juiicios de noche”.“_Es correcto, no se hacen juicios de noche, pero...”R” Moishe no se preocupó por su honor ni por la pérdida de tiempoque todo esto le insumía. Durante una hora le estuvo explicando al abrejpor qué el juicio había sido correcto y el dinero debía seguir el destinoque había sido declarado previamente. Pese a todo, R” Shloime semantuvo en su opinión y se rebeló ante el veredicto.“_No entiendo su pshat. Sólo se que pasó por una halajá explícitay por ello el fallo es carente de toda validez”.Sin salir de su natural tono tranquilo, el rab terminó laconversación telefónica, como si no hubiese pasado nada. Pero, habíaalguien más que había escuchado tan increíble “conversación” y se lasreservó silenciosamente para sí mismo. El Gaón R” Iaakov ItzjakRuderman, Rosh Ieshivá de “Ner Israel” de Baltimore.Pasó un año completo.Pasó el verano y los Iamim Noraim y de pronto aparecióatRabesando la puerta de R” Moishe Feinstein... R” Shlimón.“_Quisiera recibir la autorización para desempeñarme comoshojet”, pidiéndosela a Rab Feinstein.“_¡Cómo no!, pase por aquí que lo examinaré y si lo aprueba ledaré lo que me pide, con ayuda de D”S y le escribiré la recomendaciónque corresponde a un abrej como usted”, le dijo con su habitual calidez.El Rab Ruderman, que estaba sentado en su lugar miraba todo sindejar de sorprenderse. No lograba olvidarse del recuerdo que tenía de loocurrido hace doce meses con esos mismos protagonistas justo hacedoce años con respecto al mentado psak din y del que nadie hablabaentre ellos ahora.“_Pero... ¡es el mismo abrej que le quiso invalidar el psak din!¿Cómo se atreve?”R” Shimón aprobó el test y como recompensa recibió una cartallena de recomendaciones de puño y letra de R” Moshé Feinstein.“_¿Puedo ver lo que le escribió?”, le pidió al abrej.150 151. Este, henchido de orgullo, se la extendió con una sonrisa de orejaa oreja, sin ocultar el honor que para él era que R” Ruderman pidieraver qué había escrito el Posek HaDor. Al fin y al cabo, no se la pedíasino uno de los rabinos más importantes de Estados Unidos.“_Esto es sencillamente impresionante. Jaás vi un escrito de partesuya con conceptos elogiosos como éstos y nada menos que a él...Esto es Tora y yo tengo que aprender, ¡voy a ir a preguntarle!Una vez que se retiró R” Shimón del lugar , se le acercó al GadolHaDor y le preguntó:“_Rabbí Moshé, necesito aprender Torá. ¿Por qué ese abrej recibióuna carta tan elogiosa de aprobación?”“_¿Y por qué no habría de hacerlo?”, contestó el Poisek sinentender el sentido de la pregunta.“_Y, después de la conversación que hubo entre ustedes hace unaño con respecto a ese psak din... con toda la jutzpá con que lo trató¿Acaso ya no lo recuerda?”“_Ya pasó Rosh Hashaná y también Iom Kipur”, corto yconciso,como dando por sobreentendido todo otro concepto. “El perdónque le dí fue completo, sin embargo el todavía tiene que pedir perdón”.Continuó diciendo:“-Tal vez en su juicio particular, el que se desarrolla en el Cielo,todavía el tema no esté concluido. Pero ¿qué tengo que ver yo con todoeso?Desde mi óptica, el tema está terminado: lo perdonécompletamente.Pero, ¿por qué no iba a recibir lo que merecía? ¿por susconvicciones?”De allí, todos entendemos a qué se llama perdón total... 151 152. ¿Telegrama de renuncia a la ieshivá?“_No entiendo qué pasa aquí”, se quejó a los oídos de su maridomientras almorzaban la señora Sh.“_Fui a sacar la ropa del lavarropa y estaba completamente sucia,como si no se hubiese lavado. Agregué jabón en polvo y apreté la llavepulsadora. Luego de media hora, saltó el fusible del tablero. Toda eltablero se interrumpió y nos quedamos sin luz. El mecánico dijo que eraculpa de un rotor de la lavadora. A la semana nos abanonó eltermostato de la heladera y, hace dos semanas tuve que pagarle aldentista. ¿Qué más puede pasar? ” “_Vos tenés razón. Acá hay algo que no termina de funcionar. Sinembargo, como desde nuestra jatuná, no encontramos un solo mes congastos tan grandes como éstos. Tal vez sea bueno que hagamos revisarlas mezuzot...”, sugirió.Las mezuzot fueron encontradas totalmente en orden. Del mismomodo dieron las cuentas del maaser: todo estaba perfecto. El señor Sh.,decidió acercarse a su antiguo rab, el Rab HaGaón R” Elazar MenajemShaj para pedirle consejo.A tempranas horas de la noche salió el hacia la explanada de laIeshivá para realizar allí la tefilat maariv. Como en los viejos tiempos.El sonido de las voces estudiando proveniente del hejal le azuzabael alma.“_¡¿Cómo pude dejar esta fuente de vida, de aguas puras para iren búsqueda de pozos rotos?! Hace un año, cuando crecieron los gastosde la casa me acerqué a preguntarle a Mará”n y él me aconsejó no dejarel banco de la ieshive.Pero no lo escuché, pensé que eso era imposible para mí, en misituación continuar siendo abrej...”, se decía a sí mismo en tono mezclade reproche y de amargura.“_ Sin embargo, el pago excede unas cuántas veces el monto demis ingresos mensuales del Kolel. Pero de ellos me sobran unos días,luego de los gastos fijos un cierto dinero en mi billetera.Pero, hoy en día pese a lo que me aumentaron los ingresos, notienen comparación a la suba de los gastos “_Nada asombroso hay eneso: un abrej sumergido en su estudio y que se mantiene con emunátiene una comunicación y una relación especial con el Shamaim. Sucamino es totalmente diferente: HKB”Hú asegura la manutención dequienes estudian Torá y tiene muchos caminos para cumplirlo. Uno deellos es dotar de brajá al sueldo del kolel, de modo que alcance paratodas sus necesidades.Pero, eso de salir del reducto e ir a trabajar, era para él, todo uncambio. 152 153. Hasta que fuiste a trabajar, tenías un “cuidado especial”sobre tuvida para que la máquina lavadora no se dañase, al igual que laheladera y la instalación eléctrica. Pero, desde el momento en el quesaliste del kolel, todos estos artefactos comenzaron a funcionar segúnlos caminos naturales; la lavadora de diez años terminó de funcionarcomo correspondía, al igual que la canilla de la bañadera y la instalacióneléctrica. Así, tus gastos se incrementaron con gran velocidad y lasganancias, que llegaron con normalidad y no como el sueldo de laieshivá, que se parece al man que caía desde el cielo, comenzaron a serinsuficientes para alimentar a los miembros de tu familia. Por eso te aconsejé de ese modo. Vos elegiste otro camino, y estaes solo la consecuencia...”” Enseguida recibió el señor Sh el consejo de su rab, volvió a subanco en el kolel y así de inmediato retornó la calma y el silencio a sucasa. Y lo más maRabilloso fue que su mínimo sueldo le alcanzó y pudomantener holgadamente a los suyos. 153 154. ¿Acá vive el rab? ¿O el plomero? A la casa del Gadol HaDor, el Jazón Ish, entró un iehudí quellevaba una prisa inusitada y con una cara que dejaba ver su granpreocupación. “_¡Tengo obligación de entrar a ver al rab de inmediato!” dijo,intentando que ello alcanzara para que quienes allí estaban le cediesenpaso, dándole su lugar en la fila. “_¡Es un tema de verdadero peligro!”, agregó. “_¿Peligro de vida? De acuerdo. Pese a que tengo mucho tiempoesperando y que el tema que me trajo es sumamente importante. Pero,el peligro de vida desplaza todo. Entre ahora y luego lo haremos quinesestamos esperando”, dijo uno de las que estaban allí. Todos los demás estuvieron de acuerdo y no pasaron demasiadosminutos hasta que pudieron ingresar.En la casa de R” Dovid había mucho barullo.El agua que filtraba desde la pared de la bañera hacía parecer quepronto ésta estallaría en mil pedazos.“_¿Qué vamos a hacer?”, prguntó con preocupación la mujer.“_El agua va a terminar mojando y arruinando los muebles, laropa va a quedar con olor a humeda, se nos van a mojar los pies y loschicos se pueden enfermar... Y arreglarlo, puede salir un montón deplata que no tenemos. ¿De dónde la vamos a sacar?”R” Dovid estaba parado en medio de tremendo alboroto sin saberqué hacer.Luego de uno minutos dijo:“_¡Tengo una idea! ¡Voy a ir a lo del Jazón Ish y el nos va dar lasolución!”Así dijo, y así hizo. “_Rebbe, ¡rebbe! Mi situación es muy preocupante ¡No hayproblema como el mío!”, le dijo enseguida de haber ingresado a verlo,con llena de congoja. El rab prestó atención a su “visita” con ojos atentos a la vez deexaminar el tono de voz de quien estaba junto a él. “_¿En qué puedo ayudarlo””, preguntó con calidez. “_¡Rebbe, estoy desesperado! ¡No tengo idea qué hacer! ¡Lacanilla de mi bañera pierde, toda la casa se está llenando de agua y lascosas que hay allí se están arruinando. ¡El agua llega hasta las botas! Elvecino de abajo empieza a quejarse del agua que está filtrando por eltecho, ... ¡pobre! 154 155. El cambio de cañerías sale una fortuna, ¡me es imposible pagarlo!”El Jajam inclinó su oído, prestando atención suma a las palabras yal pedido de R” Dovid.“_¿Y que quiere usted que haga yo?”, le prguntó con tranquilidad.Junto a ellos estaba R” Shloime, alumno del rabino, apenas pudiendocontener la carcajada. ¿Qué quería este hombre? ¿Acaso iba a ir elrabino a cambiarle la canilla?“_Por favor, que el rab me dé una broje para que la canilla deje dechorrear”, fue el pedido del humilde visitante.Sin un mínimo rastro de sonrisas, el rab le respondió:“_Nú, que las aguas paren de salir de la casa de R” Dovid el hijode la señora Malka”, y eso fue suficiente para que el acongojado hombresaliese con tranquilidad de allí.No pasaron muchas horas hasta que la cara de R” Dovid volvió aaparecer en la casa del Jazón Ish.Nuevamente su rostro exhibía la antigua angustia y solicitaba quele abrieran paso para acceder a ver a su rebbe nuevamente.“_¡Esto es un gRabe pikuaj nefesh!”, les dijo a quienes estaban enla fila.Enseguida que ingresóa la habitación (cosa que consiguiónuevamente con velocidad increíble, por cierto), clamó:“-¡Rebbe, ¿y ahora qué haremos?!”“_¿Qué pasó?”, el rosotro del anciano rabino se mantenía con suseriedad inmutable. “¿Acaso no dejó de brotar el agua? ¿O, jalila, seinundó la casa de los vecinos?”“_No, el agua efectivamente dejó de chorrear pero ¡no tenemosmás agua en toda la casa! No puedo tomar, ni lavarme siquiera lasmanos o la cara, mi mujer la necesita para sus quehaceres y los chicospara lavarse ¡y ahora no tengo ni una gota!”, dijo consternado.“_Y, ¿en qué puedo ayudarlo?, preguntó el dueño de casamientras su alumno, al igual que la vez pasada seguía luchando por nodejar salir la risa ante una escena tan ridícula, ¿acaso esa era la casa deun plomero? ¿Esperaba que fuese con la pico de loro a arreglarle lacasa, acaso?“_Que el rab de una broje para que las aguas salgan solo de laforma adecuada” fue el pedido y el rab accedió nuevamente.R” Dovid volvió con buen rostro y feliz a su casa.Efectivamente, ahora salía por las canillas pero sin esa explosióndel caño. Su mujer se podía arreglar en calma, se podía tomar, hacernetilat e higienizarse y lavar ropa sin problemas.“_Aquí no hay profecía ni milagro. Solamente la fuerza de emunatJajamim, simple y sencilla”, les explicó el Gadol a sus cercanos: “Así155 156. como un iehudí cree con fe sencilla en la capacidad de su rabino paraque domine las aguas de su casa, esa misma fuerza lo hace llevar acabo”.156 157. La figurita más difícil Los álbumes con fotos de rabanim no son exclusivos de Israel. Absolutamente no. También en América, hace sesenta años existían, listos pararecibir las fotos que los chicos iban coleccionando. Así, con dedicación,iban familiarizándose con los rostros de los Guedolim. Sin embargo, esto era más caro y más complicado de conseguirque hoy en día. Los niños las coleccionaban con esfuerzo, esmero ycuidado. Cada una de ellas era un tesoro en sí misma. Llenar un álbum era un logro en sí mismo. La alegría que lescausaba era enorme. En aquellos lejanos años, conseguir cada foto llevaba un terribleesfuerzo. También el pequeño Mordejai Gifter tenía el suyo y aspiraba allenarlo algún día. Con total dedicación, el pequeño se dedicaba a pedirlas yguardarlas. Eran “su tesoro”: al rebbe en el jeider, a los padres o comoregalo ante una circunstancia especial.Las fotos hablaban por sí mismas, para Mordejai. Siempre trataba deinvestigar sobre cada no de los personajes que estaban impresos enellas; trataba de conocer todo lo posible. Quién había sido ese rab,dónde había actuado y cuáles habían sido sus características másconocidas. Cada uno de ellos era para él muy valiosos, todos eranejemplos a seguir. Guardaba estas figuritas con mucho respeto y las cuidaba hasta loindecible. Tal como si fuesen en sí mismas tal respetables rabanim. “_Es una reunión de rabanim. Hay que tratarlos con respeto. Nose pueden dejar en el piso; es una falta de respeto”, le dijo a uno de suscompañeros. “_Pero, son solo fotos”, le contestaron ellos. “No sonverdaderamente rabinos”. “_Aunque sé que se trata de fotos, de todos modos estas fotosrequieren honra porque nos van a enseñar a respetar a los rabanimpropiamente dichos”, contestó el chico con mucho sentimiento. Uno de esos días encontró la mamá el álbum sobre la mesa. Conuna sonrisa en los labios lo tomó y empezó a hojearlo. Estaba limpio ycuidado, las fotos adentro relucían y al pié la letra infantil agregaba lainformación que el pequeñín había logrado recolectar. De pronto, en medio de la pasada, encontró un espacio vacío enuna hoja que estaba completamente llena en los demás espacios.157 158. “_No puedo creer que se haya caído una foto, no “pega” conMordejai que se haya descuidado y se le haya caído una y la hayaperdido...”, pensó para sí misma la señora.De pronto vio que allí había escrito suave, como con lápiz unapocas letras. Era la escritura de las letritas infantiles de su hijo. Acercando susojos, pudo divisar lo que decía. Esa oración le hizo brotar lágrimas de los ojos sensibles de madre.Enseguida se dirigió a su dormitorio a mostrarle a su esposo lo que allíestaba escrito. “_Mirá lo que dice acá, ¡algo muy extraño!” “_¿Qué es? Acá falta un retrato, no es común eso en Mordejai.” “_Esto es completamente extraño, pero lo que se ve esaparentemente su manuscrito, lo que es su estilo”.El padre acercó el álbum a sus ojos y leyó en voz alta lo que allí decía:”_Mordejai: Si vas a estudiar bien y vas a esforzarte por la Torá,también vos vas a poder ingresar aquí dentro de varios años y, sino, vasa permanecer afuera”. Estas palabras emocionaron mucho al papá. Eran las intenciones,las aspiraciones y la voluntad de su pequeño hijo. Hoy, luego de ver dónde llegó ese nene pequeño, el GaónGadol Rabbí Mordejai Gifter z”l, Rosh Ieshivá de Telz en América,entendemos que no eran solo buenas intenciones. Tampoco soloaspiraciones ni deseos sin fundamentos, sino que todo estabaacompañado por acciones que lo llevaron a formar parte de nuestroslibros, y sobre todo, a tomar un rol central en la vida de Torá denuestros días.El rabino Mordejai Gifter (1915 - 2001) era el Rosh yeshiva de Yeshivá Telz en Cleveland y entrelos primeros líderes religiosos del judaísmo ortodoxo americano. Él estudió en Lituania y llevó acabo varias posiciones rabínicas en los Estados Unidos de América. Mordejai (Máximo) Gifter fue llevado en 1915, Portsmouth, Virginia. Lo criaron en Baltimore,Maryland en donde su padre poseyó una tienda de comestibles. Él concurrió a las escuelaspúblicas y recibió su educación religiosa en programas de post clases. Siendo joven, Gifter estudióen el seminario Teológico del Rabino Isaac Eljanán de la universidad de Yeshiva en Nueva Yorkcon otras tales como Rabino Nosson Wachtfogel mashguiaj (ruchani anterior del de LakewoodYeshiva) y Rabino Avigdor Molinero. Su tío era el Dr. Samuel Sar, decano del seminario. En 1932en el consejo del Dr. Saar, el Rabino Gifter viajó a Lituania al estudio internado en Telshe Yeshiva.Fue Aceptado inmediatamente y fue en clases avanzadas. Él desarrolló un enlace fuerte con elRabino Zalman Bloch, el decano de estudiantes en el yeshiva, siendo oportunamente su yerno.Antes de la boda, en el Rabino 1937 Gifter volvió a casa a los Estados Unidos para visitar a suspadres en Baltimore. Él planeó en volver a Lituania para su boda y reasumir sus estudios. Cuandollegó a ser obvio que él no podría volver debido al clima político de los últimos años 30, arregló 158 159. para que la familia de su noviase instale en los Estados Unidos. Solamente su novia vino; la familiaeligió no abandonar a su comunidad en su época de la necesidad más grande. Se casaron en enBaltimore, con la familia de señora Gifters en Lituania rasgada por la guerra. Pronto después deeso, designaron al Rabino Gifter al púlpito de la Sinagoga de Nusaj Ari en Baltimore del noroeste.Él pronto hizo bien conocido como altavoz que vigorizaba y refinado orador. Sus conferencias ydirecciones llegaron a ser populares a tRabés del área de Baltimore, y su reputación nacionalcomenzó a crecer también. Además de su de la posición rabínica, Gifter fue designadoconferenciante adjunto en Ner que se ampliaba Israel dirigida por rabino Yaakov YitzchokRuderman. Él era el primer Baltimorean nativo para conducir a una congregación en la ciudad. Enel Rabino 1941 Gifter se movió a Waterbury, Connecticut y asumió un púlpito rabínica en esacomunidad. En el Rabino 1944 Gifter se movió a Cleveland, Ohio para ensamblar la facultad de sumater del alma, la universidad rabínica nuevamente reestablecida de Telshe, que se mudó desdeTelshe, Lituania a Cleveland. La escuela y a la comunidad originales de Telshe fueron destruídascasi totalmente los nazis y ala milicia lituana. En 1964 lo designaron decano asociado junto con elRabino Baruch Sorotzkin. En 1977, el Rabino Gifter se trasladó a Israel y fundó un rama de launiversidad en la aldea de Kiryat Telz- cerca de Jerusalén, dejando a Rabino Sorotzkin a cargocarga del campus de Cleveland. Después del Rabino Sorotzkin que falleció en 1979, el RabinoGifter volvió a los Estados Unidos para conducir el campus de Cleveland. Nunca se recuperó dela enorme pérdida que sentía para su primer amor, Israel y el rama israelí de la escuela. Paraexhibir su sentido de la pérdida, el Rabino Gifter no volvió a su residencia localizada, sino que seradicó en cuartos pequeños en el dormitorio de los estudiantes. Él nunca se permitió vivircomfortablemente desde que dejó el proyecto israelí. Por muchos años él condujo al presidium y aconsejo de liderazgo (Moetzes Gedolei HaTorá) de Agudath Israel de América. Él era uno de losoradores electrificantes en el mundo judío. El rabino Gifter mantuvo una relación con su primeraposición de la facultad en la universidad rabínicaal de Ner Israel, volviendo a Baltimore anualmentepara visitar a su hija, yerno y amigos. El rabino Gifter murió en 2001, sufriendodolenciasnumerosas por muchos años antes de su fallecimiento. Lo sobrevivió su esposa,y tres hijos. Suhijo mayor, Rabino Binyomin Gifter está trabajando en publicar los trabajos de su padre; Su hijomedio, Rabino Zalman Gifter sirve como uno de los decanos de la universidad rabínicaal deTelshe; Su Rabino Israel Gifter es un mashguiaj del en Lakewood, Nuevo-Jersey. El RabinoEphraim Eisenberg, su yerno servido como decano del conferenciante y del asociado de launiversidad rabínicaal de Ner Israel en Baltimore.El rabino Gifter era escritor prolífico. Cuando era joven él autor de los artículos sobre algunas delas ediciones más complicadas de la ley judía. Fueron publicadas en el boletín jurídico de DelTalmud de la carta franca del Rabino Tzvi Pesach, Jerusalén, Israel. Él publicó numeroso muchoslibros sobre, la filosofía, la teología y la biblia judías. Él era un contribuidor frecuente a muchosdiarios. Entre sus libros esté: Hebreo: Pirkei Torá - comentario en la biblia. Hirhurei Teshuva -comentario en Maimonide Leyes de Arrepentimiento. Pitei Mincha - comentario en el MinchasChinuch. Pirkei Iyun - comentario en el Del Talmud Tractate Makkos. Pirkei Moed - comentario enlos festivales. Inglés: Perspectivas de Torá - ensayo en una variedad de asuntos. Pirkei Torá -comentario en la biblia.159 160. El grabador humano ¡Un nuevo invento! Así decían los titulares de los diarios. ¡El grabador! Guarda todo lo que se dice en una cinta y se puede escuchar luegode muchos años. La noticia corrió como un reguero de pólvora. “_Es posible hablar dentro de ese aparato”, comentaban en elpatio del Bet Hakneset, “y luego se puede volver a escuchar, inclusivemuchas veces”. “_¡Llegó el fin del mundo! ¡Un aparato metálico que habla por símismo!” La noticia llegó hasta el Admu”r de Belz, R” Isasjar Dov. “_¿Lo capta y se puede volver a escuchar luego de mucho tiempo?¡Eso no es ningún invento! Escuchen lo que les voy a contar”, dijo entresonrisas y totalmente divertido: “_El anciano rab, el Admu”r Rabbí Sar Shalom de Belz estabasentado en su cuarto. Era su último año de vida. Su vista era muy débil, prácticamente no veía nada. Sin embargo,seguía mandando a los suyos como siempre. Su pequeño nieto, Isasjar Dov, tenía cuatro años y corría por elpatio, jugando con sus amiguitos. “_Isasjar Dov: El zeide te llama desde su cuarto”, se escuchó quelo llamaban. “_¡El Zeide!”, enseguida se levantaron los chicos de sus lugares enseñal de reverencia y respeto. El Zeide, el Admu”r y tzaddik lo llamaba. El niño apresuró sus pasos para llegar al cuarto donde estaba elamado zeide. “_¿Sí, zeide?” “_Pasá, nietito”, dijo mientras lo alzaba para sentarlo sobre susrodillas. “Decime, ¿qué estudiaron hoy en el jeider?” “_¿Hoy? Nos contaron mucho sobre Moshé Rabeinu. El rebbe noscontó que HKB”Hú se enojó mucho con Moshé, porque no quiso ir aliberar a Israel” (Parshat Shemot), dijo mientras se frotaba el ceño. “_¿Nú?”, el anciano indagó ya que quería seguir sabiendo. “_Pero,... pero...tengo una pregunta”, dijo el nene.Los ojos del abuelo se iluminaron. Atesoraba las brillantes preguntas desu nieto astuto y que sabía sacar conclusiones válidas e interesantes decada tema y de las charlas que tenían sobre cada tema. 160 161. “_Pero Zeide, ¿por qué se enojó H” con Moshé Rabeinu? Él erahumilde. Sinceramente no quería ir porque su humildad le hacía sentirque no estaba su alcance cumplir tamaño cometido.”“_Isasjar Dov, cuando se trata de un pedido de salvar y auxiliariehudim, entonces ¡no está permitido sentir humildad!”, dijoobservándolo fijamente el anciano.Siguió diciendo:“_Cuando le piden a alguien que vaya a salvar a un solo yid, no estiempo de pequeñez y de sentir que uno no es adecuado para hacerlo.Hace falta, sin preguntas ni demoras, concentrar todas las fuerzas y losmejores esfuerzos en ese objetivo”.Allí terminó la conversación.El pequeño salió de allí para volver a sus juegos.(Aparentemente, como si nada hubiese pasado).Había olvidado totalmente lo que el abuelo le había dicho.“_¿Y? ¿Qué te dijo el abuelo?”, fue lo que le preguntó el papá nibien lo encontró.El pequeñuelo se frotó un instante la frente, pensó y le respondió:“_No me acuerdo” y enseguida salió corriendo al patio, donde loestaban esperando sus amiguitos para seguir el tan interesante juegoque venían jugando antes de que los llamaran “los grandes”.Pasaron los años.Finalmente, el abuelo falleció y su lugar fue ocupado por el papáde Isasjar dov, quien creció y se convirtió en un joven abrej.Más tarde también fallecería.“_Rab Isasjar Dov”, lo convocaron los más grandes jasidim, “ahorallegó su turno para que suba al dominio y sea el nuevo Admu”r”.“_¿... yo?”, dijo asombrado. “¿Yo voy a ocupar el trono de mipapá? ¿El asiento de mi gran Zeide? ¿Ser el Admu”r? ¿Quién soy yo?¿Qué hice para dirigir un jasidut tan grande e importante como Belz?”De algún rincón de su cerebro surgió reluciente la antigua charlacon su abuelo, tantos años atrás ya.Se recordó sentado en el regazo, preguntando: “_¿por qué seenojó H” con Moshé Rabeinu? Él era humilde...”“_¿Ustedes entienden? Mi gran Zeide insufló dentro de mi menteaquello que tenía que aprender. En aquel momento sus palabras no mehabrán parecido importantes ni interesantes, y me las olvidé. Pero,luego de unos años cuando se volvieron vigentes, volvieron a lasuperficie y me indicaron qué hacer”.El grabador no es nuevo, D”s lo “inventó” desde la creación delmundo. Lo que el hombre escucha e incorpora queda guardado y, con elpaso de los años cobra su importancia y retorna”.Solo necesitamos saber cuándo usarlas. Ese grabador que H” nosdio, en la forma adecuada, guardando aquellas palabras adecuadas y161 162. que puedan hacernos bien, y dejando libre el lugar de aquellas que nonos aportan nada para que no se nos llene la cinta de cuestionesdañinas.El rabino Sholom Rokeach, (1779 - de septiembre el 10 de 1855), también conocido como el SarSholom, era el primer Belzer Rebbe. Él reinó como rebbe a partir del 1817 hasta 1855. Él era undiscípulo de los adivinos de Lublin.162 163. ¿Dónde vamos de vacaciones este año? “_¿Ustedes viajan este año?”, preguntó R” Abreimel a su vecino debanco del kolel y le dijo: “Nosostros nos preparamos para vacacionareste año en Ierushalaim, en la casa de mi abuela”. “_Nosotros nos quedamos en casa. Una familia como la nuestra,blí ain hará, es muy complicada para invitarla. Pero, con ayuda de D”s,vamos a ir al mar, a Tel Aviv, para mostrarle a los chicos la construcciónde Benei Brak. Beezrat H”, bli neder, antes de que llegue Elul vamos a ira Ierushalaim en autobús para llegar a la noche a rezar al kótel ypernoctar una noche con los chicos”. “_Está muy bien”, se asombró R” Abreimel de tan completo plan. Era el comienzo del ben hazmanim del año 5695 (julio-agosto de1935) en la ciudad de Petaj-Tikva. Los bajurim habían vuelto a sus hogares y, como eracomprensible, el tema más frecuentado eran los preparativos para lasvacaciones. También en la casa de los Löwenstein ese tema era tratado por lanoches pero desde otra óptica, el punto de vista de los TalmideiJajamim. “_La famila Cohen sale de vacaciones, van a Ierushalaim”, dijo laRabanit. “_Yo también pienso que necesito vacaciones, un descanso”, lecontestó el rab. Ella lo observaba con admiración. La familia no le poníacondiciones, era un Mashguiaj muy importante que no se manejabasegún los valores de este mundo. “_¿Adónde es el viaje?”, preguntó todavía asombrada. “_¡No hay viaje! Pienso que va a ser bueno agregar un huevo en eldesayuno y anticipar el sueño nocturno algo. En vez de irme a dormir alas once, hacerlo a las diez y media. Esto me va a servir para uncompleto descanso, lo que es muy saludable. Pienso que todo eso va aser bueno para emprender con fuerzas la avodá de Elul y todo el añoque viene después”. La rabanit sonrió, comprensiva. Indudablemente, su marido, elRab HaGaón tenía otra forma de evaluar las vacaciones que sus vecinoslos Cohen. “_Es una buena idea, vamos a empezar con eso mañana mismo ala mañana”, dijo la esposa. Y así ocurrió. A la mañana siguiente la dueña de casa sacó un huevo extra y loabrió para freírlo para su marido cuando volviese del shil. Pero, extrañamente encontró que tenía sangre. (Hay que aclarar que en aquellas épocas, este alimento era muycaro). 163 164. “_¡Qué raro!, esto no me pasaba desde hace mucho tiempo. ¿Quévoy a hacer? ¡No tengo otro!”“_No importa, vamos a empezar con el descanso nocturno”.Y a la noche:Se acercaban las diez y media.El rab estaba todavía sentado en si cuarto, sumergido en suestudio y de pronto, sonaron unos golpes en la puerta. Uno de losbajurei ieshivá, que vivía en otra ciudad, aguardaba en la puerta.“_¡Shalom Aleijem! ¡Bienvenido!”, dijo el rab, apretando su mano.“_¡Aleijem hasholem! Estuve a la mañana en una reunión familiary no quise dejar de venir a saludarlo”.“_¿Me disculpa un segundo? Tengo que ir a la otra pieza,enseguida vuelvo”, dijo el dueño de casa.El alumno se sentó mientras le ofrecían un vaso de té sin dejar deobsrvar lo que pasaba a su alrededor: sobre los muebles simples y losestantes, todo lleno de libros como así también la mesa, todo materialque el Mashguiaj utilizaba para su estudio permanente.De pronto, se escuchó una voz conocida para el rab llegada de lahabitación aledaña:”_Compras, compras”.El alumno siguió mirando a su alrdedor pero su cabeza y supensamiento no estaban allí; se habían quedado en las palabras de sumaestro. ¿Qué significaban esas palabras?Hasta que de pronto volvió el rab al cuarto, observó todo yentendió que el alumno había escuchado todo.“_Tenés que entender”, le dijo el rab a su alumno cariñosamente,“las personas importantes de este mundo en el que nosotros vivimos, elque es hefker, un mundo lleno de placere mundanalesy es posible robary tomar todo tipo de cosas. Nosotros compramos y vendemos, peroolvidamos de quién es todo y por qué nos dio todo lo que hoydisponemos”.Con estas palabras terminó Mará”n Rabbí Iejezkel Löwenstweinsus particulares vacaciones. Pero nos dejó este recuerdo y por qué dejótoda su obra. Con ese amor por la actividad, ¿cómo podía descansar?El rabino Yechezkel (Chatzkel) Levenstein (1895 - 18 Adar 5734/1974) era el ruchani del mashguiajdel yeshiva en el MIR, Belarus del MIR y durante el vuelo de yeshivas a Lituania y encendido aShangai debido a la invasión de Polonia de Nazi Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Él eraun líder de varios Yeshivá en Europa, América, e Israel, y levantó varias generaciones de Eljudaísmo Torá-observador. El rabino Levenstein nació en Varsovia. Su madre murió cuando él eraapenas cinco años de viejo. ¿Él estudió en el yeshiva en?om?a, dónde él fue imbuido con mussar,entonces en Radu? Yeshiva debajo del Jafetz Jaim y el mashguiaj famoso Rab Yeruchom Levovitz,y finalmente en Kelm. 164 165. Sus orígenes HaRab Yechezkel Levenstein fueron llevados en Varsovia, el capital polaco, en5656. Cuando cinco años de viejo, lo dejaron huérfano de su madre, una mujer muy righteousnombró a Zlota oh. Su padre Reb Yehuda zl, remarried. El huérfano joven fue a aprender enYeshivá Lomza, después haciendo un mitzva de la barra y llegando la realización que el estudio deTorá era una inversión lejos mejor que cualquier otra: él había trabajado en un almacén y habíasufrido el hurto de su dinero. En uno el suyo shmuessen, Reb Chatzkel retrató la atmósfera en elyeshiva de Lomza. Él describió cómo el talmidim recolectaría antes de que maariv en el motzeiShabbos en un cuarto obscurecido de oír el gaon y el tzaddik HaRab Dovid Tevel ztl, un talmid deRab Israel Salanter, entreguen palabras de mussar que encendió el boys corazones y despertadodentro de ellas un deseo vivo para el teshuvah. Ésos shmuessen terminarían con el rezo, "Bringnos de nuevo a usted, Hashem y volveremos. . . " En el período que conduce al noraim del yomim,cada uno estallaría en los rasgones amargos, del pavor del juicio que se acerca. Reb Chatzkelpasó dos y una mitad de los años en Lomza, aprendiendo con el gran uso, como los que leconocían en ese entonces más adelante atestiguaron. Con el Jafetz Jaim como talmid joven enLomza, Reb Chatzkel oyó hablar el righteousness y el holiness del gran Rabino Israel MeirHacohen zya y sobre su yeshiva en Radin, y él decidía viajar allí para aprender del Jafetz Jaim. EnRadin, él ganó una reputación para el conocimiento fluido de los trabajos, del Ketzos HaChoshen ydel Nesivos Hamishpot. En letras y shmuessen, el Mashguiaj relacionaría las cosas que él habíaoído y había visto mientras que él aprendió en Radin. En o Yechezkel (letra # 22) él escribe que enuna de su shmuessim, él se relacionó, ". . . un incidente con el Jafetz Jaim [ que sucedió mientrasque aprendía en Radin ]. Él deseó una vez probar a uno del talmidim que él creyera en Torá.Ninguno Hashem servido como él hizo y él a la izquierda nadie que podrían ser comparadas con él.Con su pasar, el remanente pasado del Beis Hatalmud de Kelm, como Reb Chatzkel fue descritopor HaRab Dovid Povarsky ztl, también fue perdido a nosotros. La sensación de todos que leconocían y de sus enseñanzas se podría resumir en una paráfrasis de un gemora bien conocido(Makkos 24): ¡Vino Reb Chatzkel y colocó el Torá entero sobre una sola fundación -- emunoh! Enlos artículos siguientes, examinaremos brevemente la historia de su vida y remontar la trayectoriaésa lo condujo a las posiciones que le permitieron pelar lejos las capas de ocultación que el mundoecha acontecimientos excesivos de los ojos de su talmidim, para encontrar las llaves que abrieroncerrado, los corazones entumecidos, para conducir y la guía Yeshivá MIR con seguridad conépocas tempestuous y con las vicisitudes del exilio y después para ejercer una influencia sobre unageneración joven, nueva en Eretz Israel. Sus orígenes HaRab Yechezkel Levenstein fueronllevados en Varsovia, el capital polaco, en 5656. Cuando cinco años de viejo, lo dejaron huérfanode su madre, una mujer muy righteous nombró a Zlota oh. Su padre Reb Yehuda zl, remarried. Elhuérfano joven fue a aprender en Yeshivá Lomza, después haciendo un mitzva de la barra yllegando la realización que el estudio de Torá era una inversión lejos mejor que cualquier otra: élhabía trabajado en un almacén y había sufrido el hurto de su dinero. En uno el suyo shmuessen,Reb Chatzkel retrató la atmósfera en el yeshiva de Lomza. Él describió cómo el talmidimrecolectaría antes de que maariv en el motzei Shabbos en un cuarto obscurecido de oír el gaon yel tzaddik HaRab Dovid Tevel ztl, un talmid de Rab Israel Salanter, entreguen palabras de mussarque encendió el boys corazones y despertado dentro de ellas un deseo vivo para el teshuvah.Ésos shmuessen terminarían con el rezo, "Bring nos de nuevo a usted, Hashem y volveremos. . . "En el período que conduce al noraim del yomim, cada uno estallaría en los rasgones amargos, delpavor del juicio que se acerca. Reb Chatzkel pasó dos y una mitad de los años en Lomza,165 166. aprendiendo con el gran uso, como los que le conocían en ese entonces más adelanteatestiguaron Con el Jafetz Jaim como talmid joven en Lomza, Reb Chatzkel oyó hablar elrighteousness y el holiness del gran Rabino Israel Meir Hacohen zya y sobre su yeshiva en Radin,y él decidía viajar allí para aprender del Jafetz Jaim. En Radin, él ganó una reputación para elconocimiento fluido de los trabajos, del Ketzos HaChoshen y del Nesivos Hamishpot. En letras yshmuessen, el Mashguiaj relacionaría las cosas que él había oído y había visto mientras que élaprendió en Radin. En o Yechezkel (letra # 22) él escribe que en una de su shmuessim, él serelacionó, ". . . un incidente con el Jafetz Jaim [ que sucedió mientras que aprendía en Radin ]. Éldeseó una vez probar a uno del talmidim que él creyera en Torá. Él dijo a él como sigue: ¿miradadel `, puede usted ver el sol? Emunoh está tan claramente a mí como el sun. Dije que él deseótransportar [ al bochur ] ese tzaddikim ha clarificado el emunoh para sí mismos con los caminos dela sabiduría, desemejante de la opinión común, que servicio Hashem del tzaddikim sin cualquiervesholom de los chas de la claridad, apenas porque confían en los que los precedieron. Eso no esverdad. Además de su fe en las generaciones primeras, su chachomim de los emunas, tambiénreconocieron todo claramente para themselves." En otros shmuess (o Yechezkel, Midot), RebChatzkel recordó los comentarios de Jafetz Jaims a la hora de un terremoto en Japón, que diolugar a millares de muertes. el "I recuerda que él dijo que había sucedido porque no había eruditosde Torá en Japan." Él también se relacionó cómo el Jafetz Jaim había podido una vez al ` smell elolor del hurto que asomaba sobre un pescado que vino de una preocupación poseyó por lossocios, uno de quién no había tomado su parte. Aunque él era inconsciente de todos los detallesde storys, el Jafetz Jaim no participaría de los pescados cuando le fue servido en Shabbos. ElMashguiaj aplicó el posuk (Yeshaya 11:3), "And que él autorizará su sentido del olor [ es decir deMoshiach, saber cuál está antes de él en base de olor solamente ] debido a su miedo de Hashem."Él también recordó la advertencia de Jafetz Jaims a un hombre que había venido a él quepreguntaba si él debe comprar sillas para su dote de childrens. ¡el "HaKodosh Boruch Hu doesntcon todo tiene incluso un asiento completo! Y por otra parte, un hombre es solamente un visitanteen este world."El Shmuess eso lo condujo a Kelm cuando el mashguiaj renombrado de MIR, R YeruchomLeibowitz ztl, llegado para servir como mashguiaj en Radin, él entregó los shmuess que tema erala consolidación del estudio mussar. Reb Yeruchom discutió la observación de Jaza”ls que,"Techeiles (el color azul con el cual uno de los hilos de rosca de cada grupo de tzitzis se tiñe), essimilar al mar; el mar es similar al cielo y el cielo es similar al trono de Hashems de glory." ¿Cómoes, Reb Yeruchom pedido, que la gente puede usar tzitzis y ver los techeiles, con todo permaneceunmoved por él? Él contestó a eso sin estudio mussar, uno no se despierta simplemente -- elemunoh de ones no tendrá ningún cumplimiento práctico y ni uno ni otro es el romperse de losrasgos dañosos del carácter posibles. Reb Chatzkel dijo que este los shmuess eran la lección másgrande y más instructiva de su vida en emunoh. A partir de ese tiempo encendido, él nuncaresolvió sinceramente quitar su atención de alentar su emunoh. ¿Él dijo, "For al año y una mitadque no tenía ninguna paz, porque yo se sentía ejercido presión sobre por la pregunta, cómo podríauno vivir sin aprender mussar? ¡Es una cuestión de vida y de muerte cuando viene a guardarespiritualidad de ones! Hasta, en misericordia de Hashems, viajé sobre el consejo de mi profesor yrebbe el mashguiaj Reb Yeruchom para aprender en el Talmud Torá de Kelm." Los solos shmuess,de que lo habían producido ninguna paz, eran el factor que decidía en el viaje de Reb Chatzkels auno de los centros mussar más renombrados, el Talmud Torá de Kelm. En Kelm cuando él llegó en166 167. Kelm, él era afortunado gozar de la atención cercana de HaRab Tzvi Hirsch Broide ztl, (hijo en laley del alterar de Kelm), en que tabla él comió sus comidas de Shabbos. Un Shabbos, Reb TzviHirsch dicho a él, "One puede ver en su cara que usted tenía una madre grande y honorable, y esen su mérito de mothers que usted ha llegado en Kelm." La esposa de Reb Tzvi Hirschs,Rebbetzin Nechamah Leba Broide, la hija de Alters, agregada que Yechezkel tenía su propiomérito, porque él era también visible en su cara que él nunca había leído cualquier literaturasecular.El comentario de Reb Chatzkels sobre este incidente era que qué both.of.them dichos era verdad.Su madre tenía en el hecho sido una mujer distinguida y él sí mismo también había llevado cuidadoa tRabés de su vida el bordón de leer cualquier libro secular. En una letra a Reb Yeruchom enRadin, Reb Tzvi Hirsch escribió, "Know mi querido, que tengo gran placer del bochurim querido queusted envió. . . en cuanto a el bochur Yechezkel de Varsovia ny, tenemos grandes esperanzas deél. Él ha estado aquí solamente un rato corto, pero aparece que él llegó preparado bien asucceed." Cuando el yerno HaRab Tzvi Hirsch Levinson ztl, Kelm visitado de Jafetz Jaims, éldeseó tomar Yechezkel detrás con él a Radin pero en Kelm no convendrían él. La porción Hashemen Kelm las generaciones que conocían el Talmud Torá de Kelm ha salido nos de una descripciónsucinta, que resume la esencia del lugar: residencia del "The de la verdad y de la perfección decharacter." Cualquier persona familiar con los orígenes de los grandes profesores de mussar y delos avodas Hashem en generaciones recientes sabe que en Kelm, el énfasis fue puesto sobrealcanzar altos niveles de la integridad personal y de la fe, y que estaba en Kelm que todo el granmashgichim desarrolló. Aquí está una letra de Reb Chatzkels sobre Kelm (o Yechezkel # 1): " . . .ahora no está el tiempo dejó esas cosas aflojarse que puedan realzar amistad y beca, y quizásconduce a un cierto otro ` arousal del deseo y de desear para ensamblar a nuestra compañía.Conozca a mi hermano, de que que moramos en esta casa agradable en tranquilidad y que nuestroprofesor Zeeiv ny [ HaRab Nochum Zeeiv Ziv, hijo del alterar de Kelm ], está aquí toda la hora yentrega palabras preciosas casi cada día, las materias que se relacionan con el actuales período ytiempo. También lo inspiran a los rezos y a los supplications que se refieren al actual tiempo. Yboruch Hashem, nos consolidan según nuestra estatura. . . encuentro a veces alegría en micorazón, porque la suya que pone mi porción entre los que moren en este house." Reb Tzvi Hirschreveló a Reb Chatzkel que era tres requisitos previos a convertirse en baal mussar: primer,sensaciones de gran alcance; en segundo lugar, una buena cabeza; y tercer, el deseo y el longingser un yirei Shomayim. Reb Chatzkel demostró una vez cómo Reb Tzvi Hirsch había puesto laimpresión de la verdad sobre él "When me llegó en Kelm, Reb Tzvi Hirsch me dijo que debaaprender Shaar Habitochon de Chovos Halevovos. Le dije que no hubiera logrado el nivel de esasección. Mi profesor se molestó con mí, porque aparecía de mi reacción que me lograron en otrasáreas y en otros niveles, mientras que la verdad es que no hemos logrado nada en all." Él repetiríael anecdote siguiente para retratar la grandeza de Reb Nochum Zeeivs.Durante la primera guerra mundial, Kelm fue descascado y bombardeó y los misiles llovidos abajoen todos los lados, asustando los ingenios fuera de los ciudadanos. Una cáscara cayó en la callevecina, en la casa de un avreich que había aprendido una vez en el Talmud Torá pero había salidode él para el mundo del comercio. Su rebbe, Reb Nochum Zeeiv, sentado en la tabla que hacefrente a la ventana, comtemplando quemarse de la casa de avreichs. Mientras que él se sentó, élgolpeó ligeramente la tabla y anunciado, "Apparently en cielo que todavía no han dado encima deesperanza en este avreich; aunque hemos dado para arriba en él aquí -- y ése es porqué le están 167 168. haciendo suffer." Un aspecto importante de la educación de Kelm aprendía aceptar la maestría deuna autoridad más alta, para ser sumiso y receptivo. Sobre su llegada en Kelm, Reb Chatzkel notóque todos los estudiantes tomaron vueltas en los trabajos del mantenimiento en el hamedrash delos beis y él tenía comprensión de la dificultad porqué ésta estaba tan. Reb Tzvi Hirsch dijo a élaquélla de las áreas de la mejora del uno mismo que fueron tratadas en Kelm eran la aceptaciónhumilde de las reglas. Su unión en Kelm, el mashguiaj casó su rebbetzin, el chaya ah que era unhuérfano. La oferta había sido HaRab Aharon Grossbards ztl y también le había sido demostradoen un sueño. Reb Chatzkel rechazó las ofertas que brillaban intensamente hechas a él por loshombres ricos que lo desearon para sus hijas. Él discutió que una muchacha que había sido traídapara arriba en riquezas, no pudiera compartir una vida del privation y del alojamiento y de lasubsistencia en el esencial pelado. El gran chachomim del talmidei atendió a su boda, al igual quetodos sus profesores en Kelm. El Rebbetzin merecido de hecho para hacerlo una pausa con toda lamanera de épocas y de circunstancias difíciles, hasta que ella pasó lejos en su vieja edad.En Kelm, ella trabajó en una tienda para apoyarse y a su marido, que terminarían solamente elsuyo que aprende tarde en la noche. Ella no evitó no solamente que él hiciera así pues, ellarejoiced en esta práctica y solicitado de él una parte en su Torá en Olom Haboh, con el cual RebChatzkel emprendió proporcionarla. Influenciando otros en Kelm, había un ketana del yeshiva quefue dirigido por HaRab Eliahu Lopian ztl. Reb Chatzkel entregaba un discurso corto, cinco a diezminutos de reproof y dirección, antes del shiur. Talmidim a partir de ese período afirmó en añosmás últimos que las impresiones de esas breve sesiones ejercieron una influencia de por vidasobre ellas. Se dice que Reb Chatzkel fue aconsejado en Kelm para ganar experiencia en eldiscurso, porque esperó que él estaría hablando en público en el futuro. Rebbetzin NechamahLeba Broide incluso recomendó sus lecciones del elocution que tomaban para atenuar a su acentopolaco pero a su marido Reb Tzvi Hirsch Broide respondiera que esto era innecesaria, para lasverdades que el rayo de Reb Chatzkel vino derecho de su corazón, y por esta razón seríanaceptadas ciertamente, independiente de acento. El grado a el cual la aserción de Reb TzviHirschs fue satisfecha se puede afirmar por cualesquiera de las multiplicidades de mashguiajs delos discípulos, que recibieron sus enseñanzas y las pusieron en ejecucion en sus propias vidas.Mashguiaj en el MIR y Kletsk en 5679 (1919), durante la primera guerra mundial, mientras que RebYeruchom servía como mashguiaj, el Mirrer Yeshiva fueron exiliados de su ciudad natal de MIR,Polonia, en Rusia y entonces a Vilna, volviendo al MIR solamente después del extremo de wars.Reb Yeruchom sin embargo, incluso entonces no volvió. Él viajó entre los yeshivot en Lituania porcuatro años más.En este tiempo, Reb Chatzkel, que aprendía como avreich en el MIR, fue pedido por el yeshiva delrosh, HaRab Eliezer Yehuda Finkel ztl, para supervisar el bienestar espiritual de yeshivas hastaque su rebbe Reb Yeruchom volvió. A pesar de su juventud, Reb Chatzkel tenido éxito en lareunión del yeshiva con el suyo shmuessen y mantener su alto nivel espiritual. Sobre la vuelta deReb Yeruchoms al MIR en 5684, lo impresionaron altamente con el éxito de Reb Chatzkels en laguía del hayeshiva del bnei. HaRab Yosef Shlomo Kahaneman ztl, que había sido designado comoRab de la ciudad de Ponevezh, propuso que Reb Chatzkel viene servir como shiur del maggid enun ketana del yeshiva allí, una oferta que último haber aceptado, restante en este poste por sobreun año. Reb Chatzkel entonces fue acercado por HaRab Aharon Kotler ztl, que dirigió Yeshivá EitzJaim en Kletsk, para venir y para servir como ruchani del mashguiaj en su yeshiva. Reb Chatzkelaceptó esta oferta, sintiendo el peso de la responsabilidad que él emprendía. En el suyo hesped168 169. para Reb Chatzkel, HaRab Shach ylcta, relacionado que mientras que él estaba en Kletsk, él notóque seguiría habiendo el mashguiaj en el hamedrash de los beis todo el dia, no tanto como caminarafuera. Él pidió Reb Chatzkel acerca de esto y fue dicho que había cierto bochur que aprendía allí,que era obligado dejar el hamedrash de los beis si él, Reb Chatzkel, . Éste era porqué élpermanecía allí toda la hora. En Kletsk, la influencia de Reb Chatzkels era muy grande. Sinembargo, por las razones que son confusas, él a la izquierda el personal de yeshivasprecipitadamente y vuelto al MIR para aprender allí como uno del avreichim. El yeshiva de Bnei apartir de ese período recordó cómo él clamber para arriba sobre los bancos para oír que RebYeruchoms shmuessen, a pesar de el hecho de que él sí mismo había servido una vez como elmashguiaj de yeshivas. Las referencias a este período en su vida se pueden encontrar en lasletras de Reb Chatzkels (o las letras #309 de Yechezkel y # 315). En una letra, discutiendo vida dela barra Yochais de Shimon del Rabino del bitochon puro y los avodas Hashem, él escribió, el "Imismo intentó un poco de esto, porque me a la izquierda mi posición en Kletsk y viajó al MIR sinuna posición. . . según los principios del bitochon no hay nada temer de esto, porque todo es fijo deRosh Hashanah." En la segunda letra él escribió, el "Who habría conjeturado eso cuando meforzaron dejar Yeshivá Kletsk y estar en Yeshivá MIR, en una posición difícil Rl, en variosrespectos. . . y todo el él era contributario a mi boruch vivo restante Hashem, así como mereceruna posición del boruch público beneficioso Hashem." de la influencia;Petach Tikvah la llamada vino de Yeshivá Lomza en Petach Tikvah, que fue dirigido por HaRabReuven Katz ztl, hacia Reb Chatzkel para ser oleh a Eretz Israel y servicio en el yeshiva comomashguiaj, así como ejercer una influencia sobre los alrededores. Esto estaba en 5695 (1935),algunos años antes de la segunda guerra mundial. Había muy poco talmidim que aprendía en elyeshiva cuando Reb Chatzkel tomó su poste pero muchos más fueron atraídos después de que élensamblara y el tamaño y la reputación de yeshivas aumentaron grandemente. Mucho elchachomim del talmidei se convirtió allí, alguno de quién tienen yeshiva bien conocido convertidodel roshei. En una letra anticuada el tercero de Marcheshvan 5697, R Chatzkel escribió a un amigodistinguido, el "For que sabe ha caído su sino. Los pies de un persons lo llevan al lugar en donde[ se ha decretado que ] él necesita ser. Aquí también, tengo varias dudas con respecto el suyo quese traslada a Petach Tikvah. . . desde que vine, el yeshiva ha adquirido el aspecto de un yeshiva yespero que sea acertado, si tengo cualesquiera méritos. Nos preponemos aplicarnos al gobiernopara un permiso para más entonces treinta bochurim." Mucho el talmidim llegó de hecho degrandes yeshivot en el chutz laaretz. De nuevo al MIR a pesar de el muy difícil, la vida pulsadapobreza que él condujo en Petach Tikvah, a veces encontrándolo necesario para pedir prestado eldinero para satisfacer la obligación él había emprendido apoyar a su yerno que aprendía en el MIR,Reb Chatzkel nunca se quejó. Su puntería única era separar Torá y los yiras Shomayim, implantarla fe en HaKodosh Boruch Hu dentro de su talmidim y poner la marca del refinamiento mussar y delcarácter sobre ellos y de todo el yeshiva del bnei en Eretz Israel. Cuando Reb Yeruchom pasó lejos(en el décimo octavo de Sivan 5697) sin embargo, los jefes del yeshiva pidieron Reb Chatzkel si élacordaría volver y servir como mashguiaj en el MIR, que eran entonces mundo famoso y teníancentenares de un cuerpo del estudiante fuertes, y cuál por lo tanto ofreció la posibilidad de ejerceruna influencia mucho más amplia. Con un sentido de la gratitud a su profesor Reb Yeruchom, RebChatzkel consintió volver, esperando continuar la promulgación de sus enseñanzas de rebbes enel MIR. En la retrospección, los funcionamientos de Hashgocho se pueden considerar, en elaborar 169 170. los medios para el rescate de yeshivas, bajo dirección de Reb Chatzkels y dirigir por su emunohunswerving.El este y del oeste las experiencias de yeshivas durante la segunda guerra mundial chronicled yaextensivamente. El movimiento a Vilna al principio de wars, a la dispersión en Lituania, el milagrode conceder de las visas de la salida que permitían escaparse de los rusos, del viaje de yeshivasal este lejano y de su sojourn en Japón y China hasta, en misericordia de Hashems, el hayeshivadel bnei tuvo éxito en alcanzar América -- todos los ellos, de comenzar a terminar, bajo direccióninspirada Mashguiajs, han sido contados de nuevo en Neis Hatzoloh por HaRab Eljanán YosefHertzmann, rescate de Torá de la operación, por HaRab Yechezkel Leitner, Mofeis Yechezkel deHaRab Moshé Binyomin Bernstein así como otros trabajos. Además, varios artículos en lasediciones hebreas e inglesas de Yated se han ocupado de este período y no dedicaremos ladiscusión adicional a ella aquí. Durante mucho tiempo después del extremo de wars, el Mashguiajesperó en Shangai las puertas de Eretz Israel que se abrirá en el hayeshiva del bnei. Cuando loscertificados anticipados no pudieron materializar, Reb Chatzkel fue forzado convenir que elrecorrido del yeshiva América, como medida temporal. De Shangai, él escribió al Jazón Ish ztl, "Iesperado durante mucho tiempo, en caso de que Hashem abriera las puertas de la tierra santa enel bnei Torá, para en que la eventualidad, yo viajaría ciertamente junto con todo el hayeshiva delbnei, y ésa es porqué retrasé mi viaje a los Estados Unidos hasta este momento. Puesto que hevisto que nuestras esperanzas están lejos de ser observado sin embargo, Rl, he decidido viajar alos Estados Unidos, hasta que puedo viajar a Eretz Israel. . . mi esperanza es erigir el edificio deyeshivas solamente en Eretz Israel. Amplío mi petición que él me menciona en sus tefillos. . . "¿Por qué Reb Chatzkel y sus profesores, y el Jazón Ish tienen tales reservas sobre la atmósferamaterialistic de América? La edición actual después de todo, restablecía el yeshiva allí, comounidad autónoma. El Mashguiaj comparó América a una prensa de vino, donde los humos intoxicana todos que estén allí, independiente de si beben realmente cualquier cosa. Era para la carencia deun alternativa que Reb Chatzkel dejó para América en Teves 5707, junto con el grupo pasado detalmidim.En una letra a HaRab Shach que él escribió, "I deseó deje a mi amigo saber que me prepongovolver a nuestra tierra santa, pero cuando mi viaje a los Estados Unidos era inevitable para elhayeshiva del bnei no tenía ningún permiso de entrada para Eretz Israel. . . y además de mi propiodeseo para Eretz Israel, es muy difícil que viva aquí, al igual que obvio. En mi opinión, este lugar noes Rl conveniente, para nuestro yeshiva, y no igualar para a ben Torá. . . no estoy revelandoactualmente mis opiniones, porque no será fácil que viaje de aquí, y también porque ahora, nodeseo conectarse con ningún lugar particular en Eretz Israel. He recibido la información de ciertolugar que podré estar de la gran ventaja allí beezras Hashem, pero para el momento pienso eltoconduct mismo como mentioned." El Mashguiaj trabajó difícilmente en su talmidim en laatmósfera muy materialistic de ese período y su influencia sobre ellos era profunda, imbuyéndoloscon el alcohol de mussar y encendiéndolo para dedicar sus vidas a los avodas Hashem. Muchosde su talmidim se convirtieron en grandes yeshiva y rabbonim del roshei en América, beneficiandograndemente el nivel espiritual de El judaísmo americano. En Eretz Israel en el vigésimo cuarto deAdar 5709, después de dos años del trabajo, el Mashguiaj huyó precipitado las orillas de América,llegando Haifa poco antes Pesach. A la hija Rebbetzin Yocheved Ginsburg lo acompañó su yernoel mashguiaj HaRab Reuven Ginsburg ztl, y, junto con su familia joven, así como dos de sutalmidim, HaRab Reuven Melamed ztl y HaRab Moshé Bernstein ztl. Cuando es pedido por HaRab170 171. Zeeiv Edelman acerca de la razón su salida rápida de América, Reb Chatzkel contestó, opinión"Jaza”l, ` que el ojo ve y el corazón desires; si el ojo ve el holiness de Shabbos, después elcorazón desea el holiness de Shabbos pero si el vesholom de los chas del ojo considera elShabbos y los similares santos desecrated, entonces que es lo que deseará el corazón. Ése esporqué funcioné away." El Mashguiaj pasó sus días primeros detrás en Eretz Israel en Bnei Brak,en el hogar del Rabino Moshé Shapiro, dueño vertical del almacén. Él entonces viajó aYerushalayim, donde el Brisker Rov intentó persuadirlo servir como mashguiaj en un yeshiva cuálél se prepuso abrir junto con sus hijos. Sin embargo, estaba al Mirrer Yeshiva en Yerushalayim,después conducido por HaRab Eliezer Yehuda Finkel, que Reb Chatzkel se sentía sí mismoendeudado. Él sirvió como el mashguiaj en el MIR y también entregado shmuessen a los miembrosdistinguidos de la comunidad local en su hogar y en el Beis Hamussar que él abrió. El Brisker Rovanimaba a sus hijos que vayan y oír Reb Chatzkels shmuessen y estaban entre los queatendieron. Cuando el hijo de Brisker Rovs casó en Bnei Brak, el padre del chosson honró RebChatzkel pidiendo que él trate la reunión.El Mashguiaj ensanchó el círculo de su talmidim y separó sus enseñanzas entre el lomdim deYerushalayim. En el invierno de 5714, después de pasar de su viejo amigo (a partir de sus días enKelm) HaRab Eliahu Eliezer Dessler ztl, Reb Chatzkel fue pedido por el Ponevezher Rov ztl, servircomo mashguiaj en Ponevezh Yeshiva, que eran entonces el centro de Torá de Eretz Israel y cuálpor lo tanto produjo una oportunidad del trabajo con un círculo grande del talmidim, de acuerdo conla ambición de por vida de Mashguiajs de Torá de inculcación, el emunoh y los yiras purosShomayim en el bnei Torá de Eretz Israel. A pesar de su edad avanzada, Reb Chatzkel aceptóesta oferta y él pasó los veinte años siguientes que trabajaban en Ponevezh, inspirando al talmidimcon el emunoh, que trabaje en Torá, y trabaje en aumentar sus yiras Shomayim. Su visiónincorpora los ideales más altos de la inspiración y de la educación de Torá. El talmidim se limitó decerca a él. En su primer Purim en Ponevezh, uno del bochurim gritó hacia fuera a él, "PleaseMashguiaj, restablece los huesos secos, como el did!" de Yechezkel del novi; El mashguiajrespondió a la necesidad y él evocó verdad un renacimiento espiritual. Cuando el yeshiva del roshdel MIR, HaRab Eliezer Yehuda Finkel pidió Reb Chatzkel, "Why le tiene abandonado nos,olvidándose de sus años de la dirección en exilio; El último contestado que su obligación de sersolamente extendido agradecido al shel Olom de Ribono, que había ayudado al yeshiva y lo habíallevado la seguridad. Ahora que él tenía la oportunidad de alcanzar números más grandes deltalmidim, no había deuda al MIR que ought sostenerlo detrás. En el suyo hesped para elMashguiaj, HaRab Shmuel Rozovsky ztl, reveló que el Mashguiaj ofreció gran ayuda al talmidimsin ellos que estaban en todos enterados de él. Él había encubierto estos esfuerzos totalmente. Talera la inspiración de la presencia de Reb Chatzkels y la sensación de la pérdida y del desamparocuando él pasó lejos, aquél de su talmidim distinguido escribió, los pilares del "The de los cieloscrecen débiles y los extremos de la tierra tiemblan vesholom de los chas. Tenemos nadie ainclinarse encendido, por lo tanto, excepto nuestro padre en Heaven." 171 172. R” Abraham Isasjar, el rebbe de Radizin golpeó la puerta de lacasa de del Rebbe de Satmer en Williamsburg, R”Ioel Teitelbaum a lavez de llamar a voces.“_¿Conoce a R” Shlomó Cohen? Es un talmdi Jajam, un abrej ytzaddik muy grande. Un gran matmid”, preguntó el visitante.El rebbe de Satmer respondió con la cabeza, en verdad lo conocía muybien.“_Últimamente está pasando grandes pesares familiares”. Llegó auna situación en la que apenas tiene pan para comer. Su esposa estáenferma, lo aleinu. Su hija mayor está comprometida y las deudas lotapan. Simplemente, su situación es gRabísima.Él sigue inmerso en su estudio, sin dejarse llevar por losproblemas”.bien.La cara de R” Ioel se ensombreció al escuchar la descripción de unproblema tan grande como ése y mucho más al tratarse de un abrej tanquerido.“_¡Oh!, ese es un sefer Torá bañado en sufrimientos”, fue su únicocomentario.“_Cada día su situación empeora y se hace más complicadosolucionarla; es una mitzve muy grande ayudarlo y que pueda salir delpozo de una vez por todas”.“_¿Cuánto es la cifra que me está pidiendo?”, preguntó elSatmerer Rov quien en su gran corazón tenía lugar para cada uno deIsrael, especialmente para los estudiosos de la Torá.“_Aproximadamente 1,500 dólares parta salir de los problemas másurgentes”, dijo el visitante luego de un rápido cálculo”.“_Lo pensaré”, fue la respuesta del dueño de casa.Se despidieron afectuosamente y así concluyó la charla.Tres días más tarde el shamosh del rebbe de Satmer golpeaba la puertade la habitación del rebbe de Radzin.“_El rab mandó un dinero y aquí hay también algo para usted”.El rebbe de Radzin contó la cifra: había un total de 1,200 dólares.“_Podría haber enviado toda la cantidad, pero no lo hice para que no semoleste en pedirme más. Porque, la naturaleza de la persona es tal que,cuando algo se le da con facilidad se le hace muy cómodo volver apedir”.Pasó un día, luego otroy de pronto, nevos golpes sonaron sobre lapuerte del rebbe de Radzin. Esta vez estaba allí parada la rabanitTeitelbaum, la esposa de Reb Ioel.“_El rab le envió este sobre”, le dijo al dueño de casa mientras le dejabadepositado un grueso sobre. 172 173. Inmediatamente R” Abraham Isasjar lo tomó y ante él estaba lleno dedólares.En su mano había una cantidad impresionante de dinero, no podía creerlo que veían sus ojos. Había ¡exactamente 1800 dólares!Rabino Magnífico Joel (Yoel) Teitelbaum (llevado 1887, murió el 19 deagosto de 1979), conocidocomo Reb Yoelish o el Satmar Rab (o Rebbe), eran un rebbe Jasídico y un erudito húngarosprominentes de Del Talmud. Él era probablemente el mejor opositor conocido de Haredi de todaslas formas de sionismo político moderno. Pero su oposición al sionismo era solamente parte de unacercamiento mucho más amplio al judaísmo que revivified mucho a sobrevivientes judíos delhúngaro y de Transylvanian del Holocaust y conducidos a un renacimiento del Ungarishcomunidad (Hungria-originada) Jasídico.Teitelbaum era segundo y más joven hijo, y el quinto niño de, el Rabino magnífico Chananyah YomTov Lipa Teitelbaum (muerto 1904), que sirvió como el rabino de Sighet en Rumania (en aquellaepoca Hungría). Un niño impetuoso, él era renombrado de una edad joven para su lengüeta aguday habilidades analíticas brillantes. Durante los años 20, él sirvió como el rabino de Krole(Nagykaroly o Carei) cerca de Satmar . En 1928, lo invitaron a ser el rabino de Satmar, no pudotomar su posición hasta 1934. Sobre su salida de Krole, la comunidad local designó a RabinoAbishel Horowitz, yerno del Spinka Rebbe. Teitelbaum fue opuesto a la cita de Horowitzs -principalmente porque los que lo habían designado eran impacientes para cambiar los variosdecretos que Teitelbaum había impuesto ante la comunidad judía de Krole - y él nominó a otrosucesor en su lugar. Como resultado de interferencia de Teitelbaum en los asuntos de lacomunidad después de su salida, una pelea repugnante se convirtió entre sus devotos y el hasidimde Spinka - quién apoyó Horowitz. La pelea continuó hasta que destruyeron a la comunidaddurante el Holocausto. Horowitz mismo fue asesinado en Auschwitz. Después de la SegundaGuerra Mundial, hijo de Horowitzs, Samuel Tzvi Horowitz (aka Reb Hershele Spinker), se convirtióel Spinka Rebbe de Williamsburg, NY. Él reconcilió con Teitelbaum y mantuvieron relacionescordiales.Por la edad de 17, se casó con Java, la hija del Rabino Abraham Jaim Halbershtam, el PlantcherRab. Ella murió en los años 20 y, después de un par de años, volvió a casarse, esta vez con AlteFaige Shapiro. Él tuvo tres hijas de su primera unión: Esther, Rachel y Roysele. Murieron todo ensu curso de su vida: Esther murió durante niñez; Rachel murió 6 meses después de que ella casó asu primer primo, R Zalmen Leib Teitelbaum, el Rab de Sighet; y Roysele (el único de sus niños asobrevivir el holocaust), que casó R Lipa Teitelbaum, el Semihaya Rab, y muerto duranteembarazo en 1953 en los E.E.U.U.. Su segunda esposa no le dio niños. Ésta era la fuente de unconflicto de la sucesión después de su muerte.Fue rescatado de muerte en el Holocausto durante 1944 en la Transilvania controlada por los Naziscomo resultado de un reparto entre un funcionario sionista húngaro, Rudolph Kastner, y undiputado de Adolf Eichmann. Aunque Kastner se prepuso rescatar solamente a sionistas húngarosen un tren especial limitado para Suiza, les dieron a Teitelbaum y algunos otros judíos religiosostambién asientos. (algunos de seguidores de Teitelbaum creen que era el resultado de un sueño enel cual se leinformó al suegro de Kastner que si Teitelbaum no era incluido en el tren, nosobreviviría ninguno de los pasajeros.) En el camino, el tren fue reencaminado por los alemanes a 173 174. Bergen-Belsen, en donde los 1600 pasajeros agonizaron por cuatro meses mientras queaguardaban otras negociaciones entre los activistas del rescate y la dirección nazi. En el extremo,el tren fue lanzado y continuó encendido a Suiza.Teitelbaum vivió brevemente en Jerusalén después de la Segunda Guerra Mundial, pero, a peticiónde algunos de sus seguidores que habían emigrado a los Estados Unidos, se fue allí. Él atrajomuchos seguidores nuevos y estableció una comunidad grande en la vecindad ortodoxa deWilliamsburg situada en Brooklyn norteña en New York City. Comenzando en los años 60, él buscóen las afueras para la localización de la ciudad para establecer a una nueva comunidad autónomapara sus discípulos y sus familias, decidiendo eventual sobre Monroe, Nueva York en donde unaciudad nueva conocida como Kiryas Joel fue lanzada. El nombre Kiryas Joel significa el "Delpueblo de Joel" referencia a su nombre y al temor en los cuales a sus adherentes lo sostuvo. Sobresu muerte, fue el primer individuo que se enterrará allí en 1979. 100.000 judíos atendieron a suentierro. Su sobrino Rabino Moshé Teitelbaum lo sucedió y dividió el control de las comunidadesde Williamsburg y de Monroe Satmar entre dos de sus propios hijos.Los trabajos de Teitelbaums incluyen colecciones de responsa y los novelae (contribuciones deestudiante a los discusiones de Del Talmud) Divrei dado derecho Yoel y el al HaGeulah VAlHaTemurah esto fueron escritos con la ayuda del último Rabino N.Y. Meisels. Él también fue autorde una breve introducción al tractate Shabbos de Del Talmud en Rumania. Su exposición de sucreencia que el sionismo es prohibido por Halajá se da en VaYoel Moshé. Hay tambiéncolecciones de sus discursos dados derecho, Hidushei Torá MHR"I Teitelbaum. Él amó a eruditos ygente aguda, y los visionarios como las grandes azufaifas Weismandel y Reb Shraga FeivelMendelovitz de Reb Michoel174 175. 175 176. 176 177. “¿Le molesta una preguntita?Los días de verano eran calurosos. Muchas familias habían salidode vacaciones en Lituania, entre ellas estaba Riger, la familia del Dayándel Bet Din de Brisk.El gaón R” Simja Zelig Riger no había salido con ellos, se quedó enla casa. Por ello pidió que el joven Zeev Eidelman que pernoctara en sucasa, ya que un Talmid Jajam no acostumbra dormir solo.“_Nos encontraremos en el Bet haknset y saldremos juntos luegode la Tefilá de arvit”, fue lo que acordaron.Así ocurrió y el muchacho lo esperó a que terminase el rezo.Sorpresivo fue, que tras el rabino venía un iehudí de aparienciaextraña, compartiendo una extensa charla.Los siguió sin interrumpir ni intentar escuchar lo que entre elloshablaban.“_¿Usted dice, rabino, que está permitido lo que quiero hacer?”,fue la pregunta de esa persona.“_ Si, hijo, está permitido” fue la respuesta tranquila que recibiódel sabio cuyo rostro resplandecía.“_Entonces, que el rabino me bendiga”, le suplicó.“_Que tengas hatzlajá con ayuda del Todopoderoso en todos tuscaminos”, le dijo emocionado.El hombre sonrió: “_¡Gracias, rabino! Que tengan ustedes buenas noches”.Zeev avanzó unos pasos pensando integrarse al grupo, alentender que la charla privada había terminado.“… Pero, ¿está seguro rabino que me está permitido?”Nuevamente estaba con ellos en el camino.“_Estoy seguro. Podés hacerlo sin ninguna sospecha”“_Que el rebbe me bendiga por mi éxito”, volvió a pedirle.“_Con ayuda del Todopoderoso vas a tener fortuna y todas lasbendiciones van a recaer sobre tus actos”, lo bendijo.“_¡Iasher koaj, rabino!. Que tenga buenas noches”, dijodespidiéndose mientras Zeev nuevamente trataba de alcanzar a sucompañero de esa noche.“_...pero, ¿está seguro? ¿puedo hacerlo?” se escuchaba la voz quevenía presurosa desde atrás.“_No hay problema”, nuevamente le respondió con amabilidad“¡estoy seguro!”.“_¿Me da una broje?¡Así voy a tener hatzloje!”.“_Te bendigo que tengas brajá y hatzlajá en lo que hagas”,respondió.”177 178. Así llegaron al edificio y el rab subió presuroso. También allí,llegando se escuchaba las voces de pregunta y respuesta tranquila quese repetían.“_¡Gracias rab, garcias! Que tenga buenas noches.Finalmente el rab entró a la casa y Zeev Segal detrás suyo. Alpoco tiempo se escucharon golpes en la puerta.“_¿Tal vez la puerta está cerrada y ya no se vuelve a abrir?”,ofreció Zeev.“_¡No!, que entre y fromule su pregunta”, dijo con simpleza el rab.“_¿Hasta cuánto es posible?”, preguntó asombrado Zeev.“_Tal vez me pueda aconsejar qué hacer”, le dijo al jatán: “anochesalió detrás de un rabino y lo molestó sin pausa durante toda una horahasta que el rab se fue a dormir”.Otra hora estuvo allí ese iehudí preguntando una y otra vez lamisma pregunta y el Rab Sima Zelig, con la misma alegría y dulzura, elmismo brillo en el rostro, volvía a responderle y bendecirlo.“_¿El mismo iehudí?, preguntó el jatán, “ese no es cuento nuevo.Apenas pasadas unas cuantas semanas volvió el mismo iehudí ypreguntó lo mismo una y otra vez sin que el rab jamás lo reprochara porello o protestara, ni siquiera en forma de insinuación. El rab siempredice: “Siempre sé blando como la caña”.Así el Gaón Rabbí Simja Zelig Riger era experto en la Torá letrapor letr, tanto en lo referente a”ben adam la makom” cuanto ben adamle javeró”, ya que la Torá es una integralidad y así era y lo vivía elrabino de la ciudad de Brisk.178 179. Mara”n HaGaón, R” Iosef Dov Soloveitchik, rab de la ciudad deBrisk estaba sentado en su cuarto enfrascado en su estudio. Al lado dela guemará había un vaso de té, enfriado hace bastante tiempo, porcierto. Obviamente, el rab nose había dado cuenta de eso. Fuertes golpes en la puerta no alcanzar para sacarlo de suconcentración, la rabanit salió de la cocina para abrir la puerta. “_¿Está el rab?”, reguntó mu aprsurado un iehudí miembro de sukehilá. “necesito hablar con él urgentemente. ¡Todas nuestras vidasdependen de ello!” “_Por favor, pase. El rab se encuentra aquí, siéntese”, dijo ladueña de casa al tiempo de ofrecerle asiento, luego de lo cual leanunciaba el nombre de su visita al marido: “_Está R” Ioshe Beer”. “_Sí”, dijo el dueño de casa mientras alzaba la vista y veía lafigura de un iehudí angustiado y sumamente asustado. “_Puede pasar, ¿en quéùedo ayudarlo?” “_Ha Rab, ¡un gran problema! ¡Todas nuestras vidas dependen deello!” “_Puede sentarse. Aquí tiene, tome un poco de té. Relájese ydigame qué pasó”.Le acercó la taza, pero el visitante no le dio ninguna atención aese hecho. “_La policía está hciendo una pesquisa en búsqueda de mercaderíacontrabandeada, etán yendo local por local en la calle principal,metiéndose, revolviendo e investigando para encontrarla. Yo tambiéntengo mi local en esa calle. Falta demasiado poco tiempo para que elloslleguen a mi negocio. Y como en todos los negocios que intentanmantener a su dueño, aun en las calles malditas de nuestra tierra hayde ese tipo de mercaderías. Rebbe, ¿¡qué voy a hacer?! Si llegan a encontrar esa mercadería, seguro que voy a ir a parara Siberia, ¿qué va a pasar? ¿Qué va a ser de mi desdichada esposa y mis pequeños hijos?” El comerciante tenía razón; en aquellos tiempos uno de losplaceres predilectos para la policía era molestar a los judíos, razón porla cual dictaban órdenes imposibles de ser ejectuadas para sacarlesdineros y amargarles la existencia. Rabbí Iosef Dov se levantó de su lugar y se acercó al gran placarden el que tenía guardados muchos libros. Sacó uno de los volúmenesque allí había y lo devolvió a su lugar, acercando su silla a la delvisitante, diciéndole: “_Tengo una segulá maRabillosa. Esta segulá es de R” Jaim deVoloz”hin en la que dice que todo iehudí que esté en pesares o es una179 180. situación estrecha, y la puso en el ibro “Nefesh Hajaim”. Aquí está,veamos que dice”. Ambos hombres se sentaron un rato muy largo, inmersos en elestudio del libro “Nefesh HaJaim”. El visitante no distraía un solo pensamiento de la segulá queesperaba encontrar en el libro. Sabía que pensar con profundidad en loque decía el libro aseguraría su salvación, como lo había escrito el Rabde Voloz”hin. Simplemente se trataba de saber que nada pasa en elmundo sin el poderío de Boré Olam, nadie puede dañar a otro si desdeArriba no fue previamente autorizado. Estaba incorporando elcomerciante el concepto de que todo lo ocurrido responde a órdenesCelestiales, por lo tanto hasta que Él no lo decida, nadie puede molestarmínimamente a otra persona. Otro largo tiempo permanecieron con la misma intensidad de estamanera. Por ello, ni sintieron los fuertes golpes en la puerta que seescucharon en toda la casa y por ello no atendiron. “_¡Shalom!, ¿mi marido está aquí?”, dijo la señora recién llegada,con ojos enrojecidos. “_Sí. Está sentado en la biblioteca estudiando con mi mario”, dijola rabanit. “_Moshé, ¡Moshé nos salvamos!”, dijo la mujer del visitantemientras permanecía en la puerta. Recién ahí levantó la vista suesposo, confundido. Había estado tan emnfrascado en el estudio que sehabía olvidado totalmente de lo que estaba ocurriendo allí afuera. “_Moshé, nos salvamos. ¡Los policías saltearon nuestro negocio!”,le dijo la esposa, visiblemente emocionada. Enseguida fue invitada a entrar, lo que hizo a la vez de irrelatando lo que fue pasando en la calle durante las últimas horas: “_Los policías fueron yendo de negocio en negocio, indagando entodos lados y revolviendo todo lo que encontraban a su paso. Todos lospropietarios a los que les encontraron mercadería contrabandeada fueordenado de presentarse frente a la policía local y ¡quién sabe cuál seríasu suerte allí! La calle desbordaba de ruidos de súplicas y llantos,todavía hasta entrada la mañana siguiente. Los policías siguieronbuscando ágilmente negocio por negocio: cuando salió mi marido en esemomento para venir aquí a estudiar junto al rab. Me senté en elnegocio, rodeada de tod esa mercadería contrabandeada, cuandoentraron ellos, llenando todo de barullo y me dirigí con mi corazónpalpitante a la calle. Al llegar a nuestro lugar, no encontraron nada. Salieron a almorzary dejaron una señal para recordar hasta dónde había revisado. Ya que no podía hacer más nada, me senté y comencé a recitarTehilim. Pasado un rato, volvieron y siguieron con tarea de requisa”. 180 181. “_Todavía no revisamos éste”, dijo uno de ellos.“_Sí, lo revisé”.“_No”.“_Estoy seguro que lo revisamos, porfió un tercero”.Ya cansado de la discusión, el más alto de ellos dijo: “¡Lorevisamos y listo! Y sino, ¡los acuso de perder el tiempo de la policía delestado!”De esa forma, fueron al negocio siguiente y nos saltearon”Siguió diciendo la mujer:“_Sinceramente, lo que nos pasó fue un nes, un verdadero milagroy todo por la segulá maRabillosa de nuestro rab, que nos facilitó lasegulá de Voloz”hin”.“Lemaasé no hay tal segulá, dijo el rab, solo lo que dice el pasuken Tehilim:“Muchos dolores para el pecador, y al que confía en el Eterno, lamisericordia lo rodeará” (Salmos 32,10). Yosef Dov Soloveitchik (1820-1892) era el autor de Beis Halevi, por que nombre él esmejor conocido entre los eruditos de Talmud. Eral bisnieto del Rabino Jaim Volozhiner.En su juventud Yosef Dov vivió en Brod. El rabino Shlomo Kluger, el rabino de Brod, gozabadiscutir del Talmud que estudiaba con él. Cuando Yosef Dov estaba a punto de dejar al RabShlomo es famoso que le dijo, "usted ha resuelto siempre mis kushyos (dificultades) pero tengouna dificultad usted no puede resolver: cómo manejaré esta parte sin usted."Yosef Dov Soloveitchik era reputado tener uno las grandes mentes de su tiempo. En 1854 fueinvitado para ejercer como co-rosh yeshiva de Volozhin, junto con el Rabino Naftali Zvi YehudaBerlín. Sin embargo, eran de temperamentos incompatibles y, después de diez años, Soloveitchikdecidió irse.En 1865 Yosef Dov pasó a desempeñarse como Rabino de Slutsk. Después de tomar estaposición él fue a visitar las clases del jeider donde los muchachos jóvenes recibieron su educación.Cuando él observó el estado empobrecido de muchos niños, él arregló para que los almuerzossean servidos allí, pagado por la comunidad. Su hijo, Rabino Jaim Soloveitchik, una vez que seadicho que mientras que él sí mismo respondió a las necesidades de la gente, su padre fue máslejos y descubrió por sí mismo cuáles eran sus necesidades. Sus alumnos en Slutsk incluyeron aYosef Rosen, para alcanzar más adelante fama como el Rogatchover Gaon, y a Zalman Shapiro .Él era un opositor feroz de los Maskilim, como resultado de el cual él dejó Slutzk en 1874. Élentonces se trasladó a Varsovia en donde él vivió en pobreza. Cuando ofrecieron el rabino deenérgico, Rabino Yehoshua Leib Diskin dejado para la tierra de Israel en 1877, Rabino Soloveitchikel rabbinate de enérgico. Él continuó llevando a cabo ese positon hasta su muerte en 1892, cuandoa su Rabino Jaim Soloveitchik del hijo lo tuvo éxito. 181 182. En Yosef 1865 Dov sintió bien al Rabino de Slutsk. Después de tomar esta posición él fue a visitarlas clases del jeider donde los muchachos jóvenes recibieron su educación. Cuando él observó elestado empobrecido de muchos niños, él arregló para que los almuerzos sean servidos allí, pagadopor la comunidad. Su hijo, Rabino Jaim Soloveitchik, una vez dijoque mientras que él sí mismorespondió a las necesidades de la gente, su padre fue más lejos y descubría por sí mismo cuáleseran sus necesidades. Sus alumnos en Slutsk incluyeron a Yosef Rosen, para alcanzar másadelante fama como el Rogatchover Gaon, y Zalman Shapiro. Era un opositor feroz de losMaskilim (iluministas, antecesores de los reformistas de hoy en día), como resultado de lo cual éldejó Slutzk en 1874. Él entonces se trasladó a Varsovia en donde él vivió en pobreza. Él continuóllevando a cabo ese positon hasta su muerte en 1892, cuando a su Rabino Jaim Soloveitchik delhijo lo tuvo éxito.Yosef Dov compuso trabajos sobre el Mishneh Torá y los primeros cinco libros de la biblia hebreaque fueron publicados bajo título Beis HaLevi (hebreo para “Casa de los Levíim”). Rabbi MeshulamDovid Soloveitchik Rabbi Rabbi Berel Avrohom SoloveitchikYehoshuaSoloveitchikRabbi Rabbi Yosef Rabbi Jaim Yitzchak ZevDov (HaLevi)Lifsha Dr. Tovah Soloveitchik SoloveitchikSoloveitchik Soloveitchik Soloveitchik"Reb Jaim "The GRIZ"author of Feinstein Lichtenstein Brisker" The BriskerBeis HaLeviRov LifshaShapiroRabbi Dr. Rabbi Refoel daughter ofAharon Soloveitchik Rab Refoel Lichtenstein Shapiro Atarah Rabbi Rabbi MeirSoloveitchik Moshéh SoloveitchikTwerskyTwersky Rabbi Dr. Joseph B. Rabbi Dr.Rabbi Mayer (Yosef Dov)Isadore Twersky SoloveitchikTwersky"The Rab"182 183. Rabbi Dr. Rabbi Dr. Rabbi MoshéRabbi Moshé AhronHaym SoloveichikSoloveitchik Soloveichik Soloveitchik PeshkaRabbi Dr.Rabbi EliyahuFeinstein Shmuel Soloveitchik SoloveichikSoloveitchikShulamitRabbi Moshé Rabbi YosefSoloveitchik MeiselmanSoloveitchik Meiselman AnneRabbi JaimSoloveitchikSoloveitchikGerberYosef Dov era el grande-abuelo del Rabino eponymous José B. Soloveitchik y otro descendiente, elRabino Berel Soloveitchik que se trasladó a Israel, también conocido como "Yosef DovSoloveitchik." 183 184. 184 185. 185 186. TSUNAMI DE TORÁHabía una vez un abrej, que tenía que salir de viaje a recaudarfondos para una tarea de Torá. El recorrido que pensaba llevar a caboera una tarea que realizaba todos los años y que esencialmentedependía de él.Cuando le comentó a su rab, Ha Gaón R” Shmue-l Arie LewínShlit”á, éste le preguntó:“_¿Cuándo fuiste la vez pasada?”“_En noviembre, rab”“_Uy, pero entonces ¿eso es menos de un año?“_Sí, ¿qué tiene?”“_Y... mirá, por mí, nada. Pero, a la gente eso no le gusta”Eso fue suficiente para que el abrej sintiese que el ánimo “se levenía al piso”, si se quiere , quedándole con una consistencia de cremachantilly.Desde ese momento, su predisposición para viajar fue otra. Sinembargo, continuó adelante con los preparativos.Sin embargo, era por demás llamativo lo que venía ocurriendo.Siempre se encontraba con todo tipo de pequeños inconvenientes:las personas con las que tenía que hablar, jamás estaban disponibles ensus teléfonos respectivos y cuestiones por el estilo.Con todo ello, llegado el momento, aprovechó para llevar de paseoa sus pequeños hijos al aeropuerto y que de paso, lo acompañasen ydespidiesen.Sabiendo que sus valijas estaban demasiado cargadas, le pidió alchofer del remise que, en vez de dejarlo e irse, esta vez esperase por situviese que devolver algún kilo extra que pudiese llegar a haber.A continuación fue realizando su habitual rutina: se acercó almostrador de la aerolínea, chequeó su comida y cuando estaba porhacer lo propio con el asiento, comenzaron a pesar las valijas, previoanuncio de que el equipaje sería pesado pero que, según un correoelectrónico que le había enviado la agencia de viajes, estaba dentro detodo, en los límites de lo tolerable.Así y todo, pese a estar dispuesto a pagar un exceso de equipaje,sin pedir trato especial ni haber hecho ninguna de las trampas que lagente suele realizar.Al ver que el empleado de turno se incomodaba y no sabía cuántocobrar, le indicó que, para evitarse problemas, tal vez sería buenollamar al supervisor. Así fue como fueron superando las distintasinstancias y aumentando el monto que pretendían cobrar.Los minutos fueron pasando y la presión aumentaba. Cada vez losempleados solicitaban más y más dinero para acceder al avión con tantoequipaje.186 187. Cuando ya nada tenía de lógico el tema, luego de llamar al agentede viajes, había que tomar una decisión y por eso llamó a su rab paradecidir qué hacer. Al hablar con el Rab Lewin, le recordó a éste que, la verdad eraque, aparte de lo que el Jajam había dicho, estab por empezar elJodesh Elul y, con el el apego fuerte a D”s. Aparte de ello, siempre habíasido un sostenedor de la idea de que en ese mes hay un solo lugaradecuado por estar, y ese era la Ieshivá. Una vez que terminó de entender que el círculo estaba casicerrado, de nada valieron las advertencias que le hicieron acerca de lasmultas que tendría que pagar ni el desencanto de los chicos que habíanido al aeropuerto a despedir a su papá, esperando los regalitos de rigor. Venía Elul, “de arriba” mostraban que no era el momento y teníaque cuidar dinero del kodesh, plata que no era suya. Además, ¿ir a buscar fondos cuando aquí había importantes cobrosy pagos pendientes? ¿Su despedida de la ieshivá? Si bien no había habido reproches, el desencanto era muy claro ensu rostro. No, definitivamente no le gustaba la expresión de su rostro. No, no era el camino Evidentemente eran muchas las señales que “desde Arriba” estabrecibiendo de que ese viaje no sería muy aceptado. La decisión estaba tomada, pese a los reclamos de los pequeñoshijos que ya estaban empezando a disfrutar imaginando los regalitosque el papá les traería. Pero, ¿por qué tenía que viajar antes? ¿Era caprichoso? ¡Para nada! Simplemente se trataba de que este año tendría quevisitar más ciudades y ello requeriría más tiempo, por eso había quevolver antes. De nada valieron, finalmente las advertencias que si no tomabaese vuelo tendría que pagar multas. La decisión estaba tomada. Así fue como llevaron en el remise al “papá recién llegado” y ladesilusión de los chicos. Pasaron unos días. Las noticias llegaban desde el exterior. Y no eran buenas. Por un lado, un enorme desastre económico había afectado laeconomía mundial. Y, sabido es que, cuando esas cosas pasan loprimero que siente la gente es miedo y se cuidan de dar tzeddaká. Porlo tanto, ese miedo hace que los rabanim vuelvan a sus casas conmenos dinero que el que necesitan para sus ieshivot, talmud Torá yotros proyectos. Pero, ¿tal vez a él le fuese bien? Imposible saberlo, pero ¡quiénsabe! 187 188. El otro punto era muchísimo más complicado: ya que el viajetendría diferentes etapas, a los cuatro días tendría que salir de Chilerumbo a México.Llamativmente, ese día, este joven rabino recibía la noticia de quese podría cambiar sin multas el pasaje para el mes de noviembre, sinrecargos y con el kilaje adecuado. Y al mismo tiempo, ¡cumpliendo lavoluntad de su rab!Pero, todavía no había pasado nada. Nunguna cosa llamativa.Ustedes, queridos chicos, pueden preguntarles qué paso.Una noticia estremecedora recorrió en esos días el continente:había habido un terrible terremoto en Perú, que había devastado un parde ciudades y dejado cientos de muertos, que H” nos proteja de ello.Desde Hawai hasta Chile, ¡toda la costa del Pacífico fue declaradazona de tsunamis!Inclusive, al momento de terminar este artículo, se siguencontando -D”s nos proteja de desgracias- los cientos de muertos y elpligro sigue latente,.Ese abrej, ese joven rabino “se salvó” de viajar, de ponerinnecesariamente en peligro su vida y de fracasar en su proyecto queera para favorecer a los niños del pueblo judío.¿Cómo sé que toda esta historia es rigurosmente cierta?Simple y sencillo, porque se trata de mi mismo y de este libro queustedes están leyendo y, aunque no entiendan muchas veces lo que surab les dice, tienen que saber que es solo para bien.188 189. Guía para Mayores Esta parte del libro no es para los chicos, sino para los mayores.Por cierto que la palabra “guía” me es ciertamente incómoda. A ningúnadulto le gusta que lo guíen, que le digan qué hacer. La idea no es esa, sino la de aportar una sugerencia. Como todolibro masivo, el público al que está dirigido es lo suficientementediverso y extendido a lo largo del mundo hispanoparlante que esimposible dar una pauta. Por el contrario, cada padre y cada maestro conoce a sus chicos losuficientemente bien como para saber adaptarlo a las necesidades delcaso. ¿Qué quiero decir con esto? Por cierto, no que se altere la veracidad del mismo, jas vesholemperfo sí, que sepamos usar los recursos del conocimiento de que de ellostenemos como para remarcar en el relato aquellas características que elchico que escucha necesita, se va a sentir más identificado o son lospunto que más le cuesta. Justamente este libro responde a una cierta sensación de hastíopor parte del autor, al ver que los relatos para niños mostraban a lostzaddikim y rabanim “allá arriba” y al resto de la gente “allí abajo”. Estodo lo contrario a lo que entiendo que el relato debe ser. Imaginemos un trampolín, un objeto que nos sirve para elevarnosy conseguir determinada altura. Ese el el propósito de este libro, por esono es casual el título “un libro para aprender”. El chico debe sentirse estimulado para imaginar estratgias eintentar un camino que lo acerque hasta donde sus capacidad lopermita, a la altura de los gigantes de la Torá que estamosdescribiendo. Particularmente, esto me interesa mucho más que elseguimiento de esta guía, que más que eso debe llamarse unainvitación. Lo importante es comaprtir las ideas con los chicos, pensar juntosy sacar conclusiones que los estimulen a crecer y que les den jizuk. Si bien los cuentos no soin sencillos y se puede decir que esunlibro para chicos que estén promediando su escuela primaria, ello noquita que, simplificando las palabras y las ideas los padres y las morotdel gan no puedan compartirlas con los ieladim. Por cierto, y para terminar esta introducción, lo mejor que puedodecirles es que, por encima de las preguntas y comentarios que unopueda aportar, nada mejor que el sentido común y el cariño por suschicos para que encuentren el modo más adecuado de transmitirles esohermosos ejemplos de la vida de los jajamim de nuestra época. De másestá decirles que delante suyo hay un hermoso diamante y que ustedesson los pulidores. La tarea de este libro es solamente tratar de inspirarloaunque sea un poco en la tarea.189 190. Sobre “Sensibilidad y respeto” 1) ¿Cómo calificás el modo en el que la señora se dirigió al rab? 2) ¿Es similar al que ves hoy en día? 3) ¿Preferís al modo como le habló la señora o como habla lagente de ahora? 4) ¿Te diste cuenta de que el hambre no le hizo perder grandeza ydelicadeza a la señora Levy? 5) ¿Te diste cuenta la humildad del rab, que no se excusó diciendo“ya no soy el rab y no es mi obligación”? 6) ¿Vos le hubieses dado plata o le dirías: “Señora, comiendo deleche se puede vivir”? 7) ¿Te parece importante el ejemplo del Rab Shkop? 8) ¿ Qué aprendiste de este cuento? 9) ¿Cómo pensás usarlo en tu vida cotidiana? 10) ¿Qué tan gRabe te parece el hambre de un iehudí? 11) ¿Qué ejemplo te da del trato hacia los ancianos? Para los adultos: Acá podemos ver tanto la actitud del rab, queestá explícita en el cuento, pero también de la señora, que en todomomento se manifiesta con respeto, humildad y educación. Esimportante que los chicos aprendan a mantener la compostura aun enlos momentos más complejos.190 191. Sobre “¿Mi shabbat?...”1) ¿No te parece un poco rara la conducta del dueño del negocio:primero dispuesto a abrir el negocio y luego muerto de vergüenzadelante del rabino?2) ¿Por qué pensás que actuó de esa manera? 3) ¿Sentís que nosotros actuamos así? Por ejemplo, cuando disfrutando de una tRabesura, pero cuandonos descubre una persona mayor (padres o morim) nos morimos devergüenza.4) ¿Esto es bueno o es malo? 5) ¿Sabés cómo se llama el impulso que lleva a la persona aactuar de esa manera? 6) ¿Qué destacás de la respuesta humorística y moderada que ledio el rab al dueño del negocio?7) ¿Qué aprendemos de este cuento y cómo lo utilizarías para tuvida?8) ¿Qué consejo le darías al dueño del negocio?Para los adultos: Entiendo que lo destacable, a la par de ladulzura con la que trató al que estaba desafiando todo aquello que élsiempre había enseñado.Por otra parte, aquí debemos ver la fuerza del ietzer haráque provoca que la persona peque, pero que no puede sobreponerse alconocimiento del bien que la neshamá tiene y que aflora al versimplemente al rab. Comparado a eso, podemos explicar que lo mismova a pasar con nosotros cuando volvamos a presentarnos, después delos 12º delante de H”, tal como dice la guemará en el primer capítulo deAvodá Zará. 191 192. Sobre “La bendición...”1) ¿Cómo considerás que se debe haber sentidoelmuchacho al recibir el traje nuevo? 2) ¿Te imaginás que debe haber sentido vergüenza? En esecaso, y suponiendo que fueses un amigo que estuviese junto a él: ¿Lehubieses recomendado aceptar el presente o no? ¿Por qué?3) ¿No pensás que además de la prenda, recibió algo?Te vamos a dar una lista, para que la pienses y evalúes siesto no fue recibido junto a las prendas:Afecto, amor, estímulo, deseos de seguir aprendiendo Torá.¿Hay veces que sentís en tu vida estas actitudes por partede alguien?4) ¿Habrá sido fácil ese momento para la familia Toledano?Es importante, al respecto que prestes atención que nunca reclamaron. Para los adultos: No solo hay que destacar la fuerza de entrega y el impacto tienesobre quien lo recibe. Sino, que al dar tanto del corazón ello tiene unimpacto positivo sobre la persoan.Otro aspecto a considerar es que para dar, hay que desprendersedel egoísmo natural sobre la persona y que ello nos va mejorandopermanentemente.192 193. Sobre “Un niño...” 1) ¿Te imaginás en una situación así o no? ¿Por qué? 2) ¿Cómo te ayuda a valorar este cuento lo que a diariotenemos? 3) ¿Pensás que el amor por la Torá de este chico tuvorelación con que haya sido un gran rabino en suadultez o no? ¿Por qué? 4) ¿Qué dirías si vieses la misma actitud y el mismo amorpor la Torá en un compañero de tu grado? 5) ¿A qué te inspira este cuento?6)¿Compartís la idea que no hay que desear tiempos difíciles, pero que cuando éstos llegan, sirven para que cada uno se de cuenta a qué le da más importancia en la vida? Para los adultos: Una posible lectura es la del amor por la Torá,pero este cuento también puede servirnos para tantas otras cosas. Unade ellas es que, muchas veces, somos nosotros mismos quienes , pordistintas razones aun sin darnos cuenta somos quienes frenamos elcrecimiento espiritual de los mismos ñiños. Otro punto que me llama la atención es que el mundo infantil nosiempre registra los problemas adultos de la misma manera quenosotros y que, al acelerarlos en esa toma de conocimientos,involuntariamente terminamos molestándolos.193 194. Sobre “Todo leshem shamaim”1. ¿Cuál fue la primera impresión que te provocó la lectura de este cuento?2. ¿Conocés mucha gente que tome tantos riesgos por los demás?3. ¿Qué pensás de que el Rab haya hecho todo eso para personas que, en el fondo no eran sus parientes?4. ¿Cómo le explicarías a alguien que no lo sabe que esto es un kidush H?5. ¿ Qué sensación te produce saber que los pueblos del mundo en ciertas oportunidades terminan reconociendo que los iehudim no son como ellos y actúan desinteresadamente?6. ¿Pensás que la frase que dijo que quienes van a cumplir una mitzvá no son dañados solo se lleva a cabo con los rabinos?7. Particularmente pienso que la ayuda del guardián que lo ayudó fue muy importante, ¿coincidís en esto o no? ¿Por qué?8. ¿Cómo imaginás que era la vida para los iehudim en la época de los ingleses?194 195. Sobre “Respeto por el sufrimiento”1) ¿Por qué pensás que el Rab no contestó a la mujer cuando le pedía tan fervientemente?2) ¿Te diste cuenta que el Jazón Ish se dio cuenta que la tefilá que la mujer estaba haciendo, obraba efectos en el Shamaim?3) ¿Vos también admirás la actitud del simple iehudí que, en vez de enojarse pensó que el Gaón actuó así por alguna causa justificada?4) ¿Qué sensación te causa darte cuenta que el Rab puede profundizar hasta no darse cuenta de lo que está pasando alrededor suyo? ¿Te gustaría llegar a tener tanto interés por el limud?5) ¿Qué pensás hacer para profundizar en tus estudios?6) ¿Compartís la idea de que para ser un Gadol es imprescindible esforzarse al máximo en los estudios? Alguna gente malintencionada o sin información dice que demasiado estudio aleja a la gente de la realidad. ¿Pensás que eso ocurrió con el Jazón Ish o que, ni bien salió del estudió entendió el dolor de la mujer y la ayudó como correspondía?195 196. Sobre “Una gran pregunta”1) Si hubieses sido quien preguntaba, ¿te hubiese dado lo mismo que el rab mirase en un libro o te contestase sin pensarlo?2) ¿Te diste cuenta que el rab le prestó atención al anciano teniendo en cuenta lo que a éste le importaba y no con lo que el estaba estudiando?3) ¿Coincidís con que cada uno estudia en su nivel y que los demás debemos ayudarlo aunque no hayan alcanzado nuestra profundidad?4) ¿Cómo te inspira esto para cuando tus hermanitos menores u otros chicos vengan a pedirte ayuda con sus problemas de estudio?5) La respuesta que dio el Rab, ¿se basaba en la importancia que él le daba al tema o en el sufrimiento de ese anciano tzaddik?6) ¿Te das cuenta de lo bien que se sienten los demás cuando en vez de criticar uno primero los ayuda en sus problemas y solo después lo corrige, y siempre de una forma suave y con sensibilidad?196 197. Sobre “Una mitzvá con leche...” 1) Para un tzaddik, ¿cuánto vale el tiempo de los demás? 2) ¿Qué hubieses hecho –sinceramente- en su lugar: tehubieses esforzado o aprovechabas para evitar ir al negocio? 3) ¿Te diste cuenta que el rab solo veía una mitzve en cadacosa que tenía por delante y no solo “un pesado mandado”? 4) ¿Cómo pensás que se sintieron las otras personas queestaban haciendo la fila? 5) ¿Pensás que el rab pensó en ellos o que, si se hubiese dadocuenta que les daba lo mismo igual hubiese esperado suturno? 6) ¿Compartís la idea que nuestros Jajamim consideran más laidea de portarse como personas grandes que la de “pasarlabien”? 7) ¿Cómo te imaginás que se sintió la rabanit con ese trato? 8) ¿Qué aprendió el almacenero?¿Cómo pensás utilizar este aprendizaje? 197 198. Sobre “Hasta en los peores…”1) ¿Pensás que es común la respuesta del rab?2) Yo pienso que en esto tiene mucho que ver el estudio y la capacidad de separar nuestros problemas de lo que le pasa al resto del mundo, ¿qué pensás?3) ¿No pensás que es muy importante para llegar a este control ser capaz de pensar en lo que te está pasando?Si pensás que si, te propongo este ejercicio:La próxima vez que tengas un problema que te genere angustia, ouna sensación de que tus problemas no se pueden resolver, agarráuna hoja de papel y hacé la siguiente lista:a) Escribí cuál es el problemab) ¿Por qué pasó?c) ¿Qué podrías haber hecho para evitarlo?d) ¿Qué culpa tienen los demás de lo que te pasó?e) ¿Si además empezás a tener problemas con los demás, vas a ganar o perder de esa situación?f) ¿Se merecen los otros mal tratos de tu parte?g) ¿Te gusta compartir las alegrías de otra gente? ¿No vale la pena dejar de lado el hecho de que ahora tengas un mal momento?h) Buscar en todo lo bueno, ¿no ayuda a pasar mejor lo malo? 1) Hay una gran relación entre el estudio de Torá y elcontrol de los sentimientos, ¿dónde lo ves en estahistoria?i)198 199. Sobre “¡A eso se llama…”1) ¿Qué te llamó la atención de este relato?2) ¿Te parece que pasa muy a menudo este tipo de situaciones en las que una persona se entrega tanto al estudio?3) La frase: “No se trata solo de amor por la Torá, también hay interés, ya que todas las preguntas que podemos tener en nuestras vidas se aclaran cuando uno la estudia”, ¿cómo pensás que se aplica en este caso?4) Sabemos que en la vida hay todo tipo de gente, con respuestas muy distintas. ¿Por qué pensás que los estudiantes no se enojaron cuando su maestro no les dio la charla que esperaban?5) ¿Qué aprendiste de este cuento?6) ¿Te gustaría sentir tanta pasión por el estudio de la Torá? ¿Por qué?7) A mi me llama la atención el modo como el matrimonio (tanto el rab cuanto la rabanit) valoraban tanto el estudio de la Torá cuanto la atención a los demás con la misma dedicación y amor, ¿y a vos?8) ¿No te quedás con la impresión que lo que uno hace por convencimiento y amor convence mucho más que cualquier explicación de muchas palabras?199 200. Sobre “Solo un cliente más”1) ¿Qué te pareció esta historia?2) ¿Por qué opinás de esta manera?3) ¿Se parece al comportamiento que ves de la gente cuando tiene que esperar para pagar algo?4) Particularmente me parece que es una importante valoración del tiempo ajeno más que del honor propio, ya que siendo un rabino tan importante podría perfectamente haber pasado primero ya que la gente que estaba esperando le estaba cediendo gustosamente el turno. ¿Coincidís o no? ¿Por qué?5) El rab buscó su forma de aprovechar el tiempo pese a la espera, estudiando de memoria algo. ¿Se te ocurre alguna manera para aprovechar mejor tu tiempo?6) ¿Te diste cuenta que el rab era muy cuidadoso aunque ya era un hombre mayor?7) El rab agradeció por las fuerzas que H” le dio y las usó, en vez de aprovechar la ayuda que le querían dar los muchachos. ¿Cómo podemos valorar y aprovechar lo que H” nos da?8) ¿Te vino alguna idea extra que te parezca útil luego de leer este cuento? 200 201. Sobre “Mil luces…”1) Si hubieses sido el estudiante, ¿cómo te hubieses sentido de saber que un Rosh Ieshivá -que tiene cientos de estudiantes- volvió solo para ayudarte a vos?2) La idea que tenemos es que la ayuda suele ser sobre “temas importantes”, creo que este ejemplo demuestra lo contrario, que hasta la menor atención resulta una ayuda muy importante y le ganas a la persona de seguir adelante y de redoblar esfuerzos. ¿Qué pensás al respecto?3) ¿Pensás que vos podés también ayudar a los demás y brindarles ayuda y cariño?4) Esta historia me demostró cuánto le sirvió al rab para darse cuenta que la importancia que le daba a cada alumno era fundamental para que el alumno creciera al máximo posible y se sintiese feliz de seguir adelante. ¿También a vos te pasa? ¿Cuándo y cómo?5) ¿Pensás que solo le pasa esto a la gente con respecto a los grandes rabinos o que cada uno de nosotros puede hacer como el rab?6) ¿Qué ideas tenés para hacer en el futuro así como hizo el rab?7) Para ayudarte en este tema, te vamos a dar una lista de las personas que pensamos que más a diario ves, de esa forma vas a poder usarla pensando cómo hacerlos sentir tenidos en cuenta:a) Tus padresb) Tus hermanosc) Tus Morim y maestrosd) Tus amigose) Tu rabf) Las demás personas mayores.201 202. Sobre “¿Sabés con quien…?1) ¿Recordás algún momento en el que sentiste que todo tu esfuerzo se echaba a perder? ¿Cuándo pasó? ¿Cómo fue?2) ¿Quién estuvo a tu lado? ¿De qué forma te ayudó?3) ¿Algunas veces prestás atención cuando ves a alguno de tus parientes o amigos sufriendo?4) ¿Probaste de hacer algo por ayudarlos? ¿Qué hiciste?5) ¿Te parece que tuviste éxito en tu idea de ayudar?6) ¿Y alguna vez te pareció que tu esfuerzo no le trajo ninguna ayuda a la persona?7) ¿Volviste a hablar con esa persona? Si no lo hiciste, creo que sería una idea muy buena hacerlo, ya que seguramente te vas a enterar que en algo le fuiste útil.8) Si vas a prestar atención a la situación, te vas a dar cuenta de un pequeño detalle: el Jazón Ish ni se mencionó a si mismo, ¿no pensás que es una buena forma de vida?9) A mi me parece que uno de los mayores disfrutes de la vida es ayudar a los demás y contemplar la alegría que le da salir de esos momentos difíciles. ¿Te imaginás que H” hará lo mismo con nosotros?202 203. 203 204. Sobre “¡Perdón, perdón!”1) Es muy difícil pedir perdón, ¿no te parece?2) ¿Alguna vez te tocó tener que pedirle perdón a alguien menor que vos (por ejemplo, un hermano)? ¿Te resultó más fácil o más difícil que a alguien de tu edad?3) Me parece que nadie le hubiese dicho nadie al rab por esta situación, ya que se entendía que era un malentendido, sin embargo, el buscó la forma de disculparse de y de preocuparse por el mal momento que le había hecho pasar al muchacho. Si hubieses estado en lugar de este joven, ¿no te hubieses sentido reconfortado?4) ¿No pensás que si el rab pudo, nosotros también debemos intentarlo? 204 205. Sobre “¿Qué me diferencia…?” Uno de los problemas más grandes es el de la importancia, lagente que se siente más que los demás. 1) ¿Te parece algo bueno? 2) ¿Te gusta cuando sos tomado en cuenta por las personasmayores? 3) Cuando eso ocurre, ¿te sentís querido? 4) ¿Te da ganas de hacer cosas buenas a favor de los demás? 5) ¿Alguna vez pensaste: “Acá nadie pensó qué es lo que yonecesito? 6) Si no te lo dieron, ¿qué hiciste? 7) En esas oportunidades, uno se siente muy mal y con ganas depelearse, ¿no? 8) Si así hiciste, ¿ganaste algo de eso? 9) Si no lo hiciste, te voy a contar algo para que lo converses conuna persona mayor: preguntale si en vez de pensar en lo quenecesitás no termina pensando en “¡qué maleducado estechico, no dan ganas de ayudarlo!”? 10) Cuando alguien te hace algo bueno, ¿no sentís que lo querésmás? 11) ¿Y no te provoca querer también hacerle favores a otros? 12) ¿No te parece que el que tiene en cuenta a los demás es unpoco un representante de H” en la tierra? 13) ¿Qué enseña más: un favor bien hecho o una discusiónganada? 205 206. Sobre “Man en el siglo…”1) ¿Alguna vez, te tocó estar falto de comida? Si no fue así –B”H-, podrás preguntarle a tus padres u otra persona mayor:2) ¿Qué se siente en un momento así?3) ¿Es verdad que es muy sencillo que a la persona lo invada la angustia?4) ¿Puede ser que de allí llegue a sentirse solo?5) ¿Es importante la compañía que uno sienta en ese momento, por más que no le de la comida que necesita?6) ¿Por qué fue tan importante para el rab la bendición del Jafetz Jaim?7) ¿No te emociona ver cómo el rab se preocupaba por el alimento de sus alumnos como si fuesen sus propios hijos?8) Este cuento me hace pensar que es muy importante que la persona (en este caso el estudiante) se dedique con todas sus fuerzas al estudio de la Torá. ¿Será posible que el mérito del muchacho haya contribuido a que ese misterioso ayudase a solucionar el hambre de los estudiantes?9) Parece que los méritos de todos y cada uno (del Jofetz Jaim, del rab, de los antiguos estudiantes, del donante y del nuevo estudiante) se unió. ¿No pensás que, pese a todas las dificultades, lo mejor que podemos hacer siempre es unirnos todos los iehudim para hacer lo que dice la Torá de H? 206 207. Sobre “Por favor…”1) ¿Te pasó alguna vez que una persona aprovechó tus sentimientos para pedirte algo a favor suyo?2) ¿Qué te pareció?3) A mí, particularmente, me parece que, cuando alguien hace eso, es un abuso, ya que se aprovecha de mis sentimientos, ¿vos qué pensás?4) Pienso, en particular, que este caso es distinto, porque el Rab Shaj z”l, justamente, no pidió nada para sí mismo sino que pidió para la Torá de H” y para el bien de ellos mismos. ¿Coincidís con esta idea?5) ¿Te animás a intentar pensar de aquí en adelante en pedir solo aquello que sea bueno para los demás?6) ¿No te parece que de esta manera va a haber más paz entre los iehudim?207 208. Sobre “Tu dolor …”1) Supongamos que te dan a elegir entre dos opciones: En la primera te van a dar un objeto importante y valioso pero vas a tener que ir a una ceremonia pública en la que van a mencionar todos los esfuerzos que hubo que hacer para poder darte lo que necesitás, mientras que en la segunda, simple y sencillamente, te van a mandar ese objeto a tu casa, ¿cuál pensás que te gustaría más?2) ¿Sabés que la ley judía dice que la mejor limosna que se puede dar es aquella que se da cuando uno no hace pasar vergüenza al que recibe?3) ¿Sabías que la tzeddaká no es como la limosna que dan los pueblos del mundo?4) Si no lo sabías, te vamos a explicar lo siguiente: En vez de ser un donativo, es una forma de justicia. Por ello, al dar nos convertimos en socios de H” y estamos haciendo un acto de justicia.5) Por ello, ¿quién crees que debe estar más contento: el que da o el que recibe?6) Seguro que nadie quiere llegar a tener tantas dificultades económicas como el protagonista de la historia, ¿pero no te parece que seguro que le importó más la calidez con la que fue tratado por el rabino que la plata que recibió?7) Esta historia, ¿no te hace pensar que todos podemos tratar a los demás con más dulzura, tratando de pensar en lo que necesitan y les hace bien?208 209. Sobre “Ki em Jaiieinu”1) A mí me impresionó la memoria del rab, ¿a vos también?2) Yo pienso que se debió a su amor por el alumno y por la Torá, ¿vos qué pensás?3) ¿No te parece que tener su mente concentrada en ideas buenas de Torá, de santidad y de ayuda a los demás no le debe haber dado fuerzas para pasar mejor todo el desastre de la guerra mundial?4) ¿Te imaginás un alumno tan dedicado sin un maestro tan apasionado? 209 210. Sobre ¿De dónde lo conozco?1) ¿Hubieses pensado que un rabino tan importante se hubiese impresionado tanto por otro?2) ¿Alguna vez te tocó ver la expresión de santidad en una persona? ¿Cuándo te pasó?3) ¿No te parece un buen ejemplo para los alumnos el modo como se trataron los rabinos?4) ¿Te diste cuenta que el Rab Guershonowitz no usó la palabra “rab” para definirse, sino que se veía a sí mismo como un iehudí común?5) Se me ocurrió una idea al leer este cuento, y es la de definir a la anavá (humildad) como: “El arte de dejar de buscar la importancia propia para encontrar la propia”. ¿Qué te parece esta definición?6) ¿Cómo podríamos mejorar nuestra anavá?7) Si el premio de ser un tzaddik es que se termina juntando con otros tzaddikim. Cuando nos rodeamos de compañeros no tan buenos, ¿no tenemos que revisar cómo nos estamos comportando? 210 211. Sobre “¿Dónde es…”1) Parece que los pueblos del mundo permanentemente toman en cuenta las acciones de los iehudim, ¿no?2) ¿Lo notaste alguna vez con vos?3) ¿Alguien no judío hizo un comentario sobre la conducta de un iehudí temeroso de H” que te haya hecho sentir orgulloso?4) ¿Cuándo fue y qué pasó?5) ¿Alguna vez te pasó de ver a un iehudí haciendo algo bueno y te puso orgulloso, aunque no conocieras personalmente a esa persona desde antes?6) ¿No te da la impresión, a partir de este cuento, que una sola mitzvá puede hacer una marca en el shamaim y en la tierra para salvar miles de vidas?7) Parece que es muy importante tener buenos maestros no solo para estudiar, sino para poder copiar sus buenas conductas, ¿no?8) ¿Pensaste que H” guarda el mérito de cada acción meritoria por largos años?9) A veces uno piensa que a nadie le importan los esfuerzos que uno haga por ser bueno y honesto. ¿No te parece que esta historia demuestra justo lo contrario? 211 212. Sobre “El secreto del Jajam”1) ¿Pensás que debe haber sido fácil soportar esa afrenta?2) El hecho de haberse tratado de una persona rica, ¿cambia algo?3) ¿Alguna vez te pasó o viste algo así? ¿Cómo fue?4) Pienso que es más sencillo cuidarse de ofender a otros en vez de tener que pedir “perdón” después de la ofensa, ¿qué te parece?5) ¿Se te cruzó por la cabeza alguna vez pensar que H” está tan pendiente de las ofensas que nos hacemos unos a otros?6) ¿Te diste cuenta que riqueza o conocimientos para H” significan poco si la persona no se dedica a mejorar y a respetar a los demás?7) ¿Qué tan importante te parece saber perdonar?8) ¿Puede ser que cuando uno perdona, crece como persona?¿No te parece, por el contrario, que el rencor es como un veneno quelo va invadiendo a uno por dentro? 212 213. Sobre “¿En qué cuenta…”1) “No hay casualidades” podría ser el título de este cuento. ¿Por qué? Creo un tzaddik como el Jofetz Jaim merecía un rab tan justo como el que le tuvo la plata. ¿No coincidís?2) ¿Te diste cuenta que cuando una persona es justa no acepta de ningún modo quedarse con lo que no es suyo?3) Coincidiendo con esto, ¿no te asombra que el Jofetz Jaim hubiese preferido perder el dinero –que sí le correspondía- con tal de no pasar por ningún detalle de la ley?4) ¿Pensás que es tan valioso como si se tratase de una persona rica a la que no le afecta tanto perder la plata?5) ¿Te diste cuenta que hay muchos detalles por cuidar para hacer las cosas como H” quiere?6) Además, ¿parece que hay que estudiar mucho para poder hacerlo, no?7) Hay un detalle, el de la gente común que estuvo de inmediato dispuesta a hacerle lugar al rab en la carreta. ¿Te gustaría parecerte a ellos? ¿Qué vas a hacer para conseguirlo?8) Parece ser que no hay diferencia en el trato con el compañero o con su dinero. Si es así, ¿está bien que la gente se desespere por tenerlo?9) Seguramente habrás pensado que es necesario esforzarse para conseguirlo. Es verdad pero, ¿quién da lo mucho o poco que tenemos?10) ¿Una persona puede tener más o menos de lo que merece?11)¿Te diste cuenta que la Torá es una sola y la misma tanto en lo que refiere a nuestra relación con H”, con los demás, con nuestra fe o con lo que necesitamos para vivir?12) En el sentido contrario, ¿alguna vez pensaste que si -D”s libre y guarde- uno decide engañar a H” solo se engaña a sí mismo y que H” tiene muchas formas para volver todo a su lugar y hacer que a uno “le termine explotando la bombar en sus propias manos?213 214. Sobre “¿Necesita?...”1) ¿Te diste cuenta que el rab estuvo atento todo el tiempo en el colectivo para ayudar al rab?2) ¿No te parece que eso es estar atento a la necesidad de los demás con todas las fuerzas?3) ¿Te animás a contar cuántas mitzvot hay dentro de esta historia?4) El hombre era mayor, no estudiaba siempre en la ieshivá y tampoco era un alumno directo del rosh ieshivá. ¿Esto no aumenta el mérito del rab?5) ¿No te llama la atención el modo en el que el rab, en vez de encontrar pretextos para no actuar directamente asistió al hombre ciego y anciano?6) ¿Te gustaría poder usar los conocimientos de la Torá que estudiás para ayudar a la gente cada vez que puedas?7) ¿Viste que el rab fue a ayudar en persona y no dejó que una persona más joven (por ejemplo, un alumno) completase la mitzvá en lugar de él? 214 215. Sobre “¡¿Cambio…”1) ¿Qué te parecieron las condiciones de vida del rab?2) ¿Son similares a la tuya?3) ¿Te diste cuenta que al rab no le importó en lo más mínimo y que, pese a ello siguió estudiando con todas sus fuerzas?4) ¿No te llama la atención que en vez de dejarse decaer como otros hombres viudos mayores, se siguiera dedicando con todas sus fuerzas a estudiar Torá?5) ¿Estás de acuerdo con que hay gente que quiere “mostrarse humilde” y que hay otra que sinceramente quiere serlo?6) Me parece que si se tratase solamente de mostrarse como humilde, enseguida hubiese aceptado la casa nueva sin embargo, en este caso se negó en todo tiempo, hasta el final.7) También, se podría pensar que se debe a que la gente mayor es muy apegada a sus cosas. Sin embargo, ¿no te parece que su actitud de querer estudiar tanto y enseñarle a los jóvenes es una actitud de una persona juvenil?8) ¿Qué te pareció el modo como actuó el donante? ¿No hizo una gran acción de respeto a la Torá y sus estudiosos?9) ¿Y el modo como ayudó toda la ieshivá?10) En el mundo que nos rodea, ¿es común todo esto?215 216. Sobre “¿Un simple….”1) ¿Qué te pareció esta historia?2) ¿Qué conclusiones sacás de la misma?3) ¿Te parece que el rab fue a buscar tanto y tan lejos el pescado por el gusto?4) ¿No te parece que, en el fondo, hay un gran amor por el shabbat de H”?5) ¿Te diste cuenta que cuando un iehudí se propone dar honor a D”s no lo frena ni la edad, el apuro o el cansancio? 216 217. Sobre “La cena…”1) ¿Te diste cuenta que el rab se ocupó más por encontrar la solución que en angustiarse por el problema?2) También, es llamativo que, en vez de pelearse con alguien, se ocupó por trabajar de la mejor manera posible en silencio, ¿no?3) Hay personas que aprovechan de su “importancia” para desententenderse de los problemas y de las responsabilidades. ¿Te parece eso bueno o prefieres la actitud del Rosh Ieshivá? ¿Por qué?4) ¿Viste cuánto valoraba el estudio de sus alumnos que prefirió que ellos cierren sus libros y se dedicó directamente a cocinarles?5) ¿Suponés que para sí mismo hubiera cocinado de la misma forma y con el mismo detalle que para sus alumnos o que solo habría comido lo primero que encontrase a mano y hubiese seguido estudiando?6) ¿Viste cómo valoraron los bajurim el esfuerzo del rab?217 218. Sobre “¿Quién molesta…?”1) Aparentemente la Torá da una valentía que la fuerza física no da, ¿puede ser?2) ¿Podrías describir cómo H” ayudó al maestro y a sus alumnos para escapar de los perseguidores?3) ¿Cuánto tipo guardó H” el mérito de esta acción? ¿Cómo te das cuenta?4) ¿Qué reflexión te merece este cuento?5) ¿Alguna vez viste una historia parecida a esta? ¿Cuándo y cómo fue? 218 219. Sobre “Ud, ¿ qué elige?”1) ¿Te diste cuenta que nuestros mayores –tanto jóvenes cuanto adultos- tuvieron siempre la entereza para no dejar de estudiar pese a todas las dificultades?2) Particularmente me llama la atención la frialdad y el control de sí mismo que tenía el Jofetz Jaim, ¿a qué pensás que se debía?3) ¿Qué es más poderoso: el criterio de un sabio de Torá o la movilización de un ejército?4) ¿No es increíble que una persona que conoce en profundidad la Torá sepa perfectamente qué tenía dentro de su mente el jefe de los revolucionarios, pese a no haber hablado nunca con él?5) Me llamó la atención que mientras el sabio judío eligió la piedad, el “revolucionario” pensó solo en el poder, sin ningún gesto de humanismo, ¿a vos no? ¿Pensás que ése puede ser un modo de mejorar la vida de la gente?219 220. Sobre “Fabricando alegrías”1) ¿Era necesario que el rab tuviese que hacer tanta caminata en shabbat, siendo que se trataba de un hombre tan mayor?2) ¿Te parece que fue al casamiento solo “para cumplir” como dice la gente, o pensás que había mucho cariño de por medio hacia el novio?3) ¿No es muy importante que haya dejado todo de lado para asegurarse de llegar a tiempo a alegrar al novio y a la novia?4) ¿Cómo pensás que deben haber tomado los padres la visita inesperada del rab que decidió tratarlos como si fuese su propia familia?5) ¿Te pasa a veces tener la oportunidad de mostrar afecto sincero por otro iehudí cuando lo necesita?6) ¿No es muy importante?7) ¿Qué hiciste en esas oportunidades?8) ¿Pensás que hay alguna idea que te sirva para mejorar en el futuro con respecto a alegrar a los demás?9) ¿Te diste cuenta que todos podemos dar felicidad a los demás? 220 221. Sobre “¿La tuberculosis...?”1) ¿Quién te parece que tiene más poder: la enfermedad o la emuná de un iehudí?2) ¿Se puede dejar abandonada a una persona al borde de la muerte?3) ¿Te diste cuenta que cuando un iehudí está lleno de temor y confianza en D”s puede hacer que hasta los más poderosos le teman?4) Parece que hay personas que pueden comunicar mejor las cosas sin palabras que nosotros hablando mucho, ¿no?5) ¿Cómo le explicarías a alguien que no tuvo educación judía el poder del alma del iehudí a partir de este cuento?6) ¿Qué es más temible: la debilidad del alma o la presencia de enemigos?7) ¿Y si te pregunto lo mismo pero entre la debilidad del alma y la del cuerpo?221 222. 222 223. Sobre rab Portugal1) ¿Cuál es la característica distintiva de este cuento?2) ¿Te diste cuenta que posiblemente lo llamativo es que esta persona estaba dispuesta a cualquier cosa por salvar a los iehudim?3) Por el contrario, muchas veces intentamos hacer cosas y nos faltan el respeto. ¿No será, justamente, que lo que nos falta es convencimiento?4) A su vez, ¿notaste el apoyo de la gente común y corriente? ¿Te gustaría que algo así ocurriese hoy en día?5) ¿Te acordás de alguna vez en la que todos pedimos tefilá por alguien en problemas? ¿Cuándo y cómo fue?223 224. Sobre “Visitas...”1) ¿Interesante el modo en el que el rab sabía exactamente lo que le pasaba a su compañero el anciano, no?2) ¿Pensás que podemos nosotros tener algo de ese conocimiento de los demás?3) Yo, particularmente, le sugeriría que trate de prestar más atención a lo que los demás dicen y hacen, ¿cuál es tu opinión?4) ¿Se puede conseguir eso sin interés y amor por los demás?5) ¿Te pasó alguna vez de ser tratado así? ¿Cómo te sentiste?6) ¿Pensás que es muy difícil hacerlo vos?7) ¿Te animás a pensar un plan para acercarte al pensamiento y los sentimientos de alguien con quien no te llevás especialmente bien? ¿Qué harías?8) Te sugiero una idea: ¿por qué no anotás en una hoja cómo te llevás con esa persona ahora y luego de este “plan”, los resutados que obtuviste. 224 225. Sobre “¿Tanto lío...?”1) ¿Cuál es la primer conclusión que sacás de este cuento?2) ¿Te diste cuenta cómo hasta el menor objeto tiene valor para una gran persona?3) Del mismo, (y ya lo vimos en otros casos) cuánto cuidado en no molestar a nadie?4) ¿Notaste que, pese a tener que poner límites para que la gente no le terminase anulando su vida personal, el rab siempre se dirigió con cariño y educación?5) ¿Te gustaría ser tratado de ese modo?6) ¿Pensás que vos también podés tratar así a los demás?7) ¿Es imposible o es algo que requiere de atención permanente?225 226. Sobre “Una tormenta...”1) ¿Te diste cuenta en qué circunstancias se estudiaba Torá?2) ¿Viste cuanto valoraban –tanto el rab como el moré- la importancia de que la gente estudie Torá?3) ¿No valdría la pena repetirse las palabras, cuando uno tiene ganas de estudiar: “No es lo mismo un día de alguien que estudia Torá que el de uno que no lo hace”?4) ¿Hay alguna forma de excusa para que un iehudí no se dedique a estudiar –a su nivel- luego de las palabras del Jazón Ish?226 227. Sobre “El calzado...”1) ¿Pensás que los no judíos pueden haber entendido lo que el rab les estaba explicando? ¿Por qué?2) Me da la impresión de que, más que nada lo que pasó es que sintieron el dolor que otro ser humano les mostraba. ¿Alguna vez te pasó eso? ¿Cómo fue?3) ¿Te animarías a actuar como el rab?4) ¿No te parece que esta historia demuestra ese refrán que dice “lo que sale del corazón entra al corazón”?5) ¿Puede ser que a veces no nos respeten los demás porque nosotros no nos respetamos a nosotros mismos?6) ¿Te parece importante el convencimiento en lo que hacemos?227 228. Sobre rab Portugal6) ¿Cuál es la característica distintiva de este cuento?7) ¿Te diste cuenta que posiblemente lo llamativo es que esta persona estaba dispuesta a cualquier cosa por salvar a los iehudim?8) Por el contrario, muchas veces intentamos hacer cosas y nos faltan el respeto. ¿No será, justamente, que lo que nos falta es convencimiento?9) A su vez, ¿notaste el apoyo de la gente común y corriente? ¿Te gustaría que algo así ocurriese hoy en día?10)¿Te acordás de alguna vez en la que todos pedimos tefilá por alguien en problemas? ¿Cuándo y cómo fue?228 229. Sobre “Te prometo...”1) ¿Alguna vez te pasó que te hayas dejado llevar por la emoción?2) ¿Cómo terminó esa vez?3) ¿Te parece que se parece a lo que dice la guemará: “Si agarrás demasiado, no vas a agarrar nada; pero si vas a agarrar poco, seguro vas a agarrar?4) ¿No te parece que el instinto del mal muchas veces “se disfraza de religioso” tratando de hacernos comprometer con cosas que sabe que no vamos a poder cumplir?5) Particularmente, pienso que lo hace para que nos cause tristeza y así que decaigamos en el cumplimiento de las mitzvot. Vos, ¿qué pensás?6) ¿Qué plan te parece bueno para crecer espiritualmente en el futuro?7) ¿Es bueno escuchar la voz de quienes tienen más experiencia?8) ¿Te parece que los errores enseñan?9) ¿Es bueno ser honesto y reconocer cuando uno se equivocó en algo?10) ¿Viste como aun cuando una persona es salvada puede jugarle en contra en su crecimiento?11) Y, por el contrario, ¿viste cómo el peligro puede servir para que nos demos cuenta de cuántas cosas buenas tenemos a diario?229 230. Sobre “¿Qué vino...?1) ¿Qué te es más común: alegrarte por las cosas que te pasan a vos o por las alegrías de tus compañeros?2) ¿Está bien que eso pase así?3) ¿Qué oportunidades se te presentan por alegrarte por los demás?4) ¿Te gusta cuando otra persona se alegra por un progreso tuyo?5) ¿La alegría depende de las cosas que ocurren o de la voluntad que uno tiene de ser feliz y de estar alegre?6) ¿Pensás que el posadero estaba en condiciones de entender al rab? ¿Por qué?7) ¿El alumno, habrá sentido que su rab estaba feliz y disfrutando de la felicidad de enterarse que se estaba casando a la distancia?8) ¿La alegría depende de las cosas que pasan del espíritu?230 231. Sobre “La apertura...”1) Una gran carga y un gran problema o una oportunidad de cumplir una mitzvá importante, ¿Te pasa eso alguna vez?2) ¿Puede ser que se trate de una cuestión de actitud, que si nos dedicásemos a ver lo importante que hay detrás de cada cosa que se nos pide, nuestra actitud con los demás cambiaría?3) ¿Se parece esto a aquellas oportunidades en las que se nos pide que ayudemos en casa –por ejemplo- y nos hacemos los distraídos?4) ¿Puede ser que el instinto del mal nos quiera convencer de no tomar esfuerzos para hacernos perder mitzvot muy importantes?5) ¿Puede ser que siempre haya “una forma mejor de ver las cosas” que aquella que nos hace pelear con los demás?6) ¿No es mejor cuando la persona –como el chofer- puede ver y entender qué tuvo de equivocado su punto de vista en vez de tener que hacer caso sin entender?7) ¿Lo vas a tomar en cuenta parea explicar bien las cosas a los demás cuando tengas que hacerlo en el futuro? 231 232. Sobre “Una simple bolsita de regalo”1) ¿Qué es lo que más te llamó la atención de esta historia? ¿Por qué?2) ¿Qué preferís: un gran regalo de un desconocido o uno humilde de alguien que te ama?3) ¿Qué regalo nos da D”s todos los días?4) ¿Viste cuánto agradecimiento tuvo el nieto?5) ¿Este cuento no te inspira para copiarlo?6) ¿Coincidís conmigo en que muchas veces perdemos los días de nuestra vida en cosas sin importancia?232 233. Sobre “Esa lluvia ...”1) A mi me da la impresión de que este cuento nos muestra que hay dos tipos de personas: los que quieren cumplir las mitzvot y los que se entregan por completo al cumplimiento de las mitzvot, ¿qué pensás?2) ¿Te gustaría dedicarte a las mitzvot con tanto amor como el rab?3) ¿Podemos decir que se pueden hacer mitzvot hasta cuando se duerme, a partir de esta historia? 233 234. Sobre “¡Por favor...!”1) ¿Viste con qué velocidad el rab cambió el tema de su discurso?2) ¿Te diste cuenta que se orientó en base a la persona que tenía delante suyo?3) ¿No te parece que tendríamos que intentar ser cuidadosos en hablar de forma tal que las personas a las que nos dirigimos puedan entendernos y llegar a ponernos de acuerdo?4) ¿El amor a H” tiene que ver con hacer sufrir a los demás?5) ¿Hay forma de amar a H” pero no a las personas, sus hijos?6) ¿Es posible que haya distintas de comunicarse con H” de acuerdo con el momento que cada uno está pasando?7) ¿El llanto solo puede manifestar un solo tipo de sentimiento?8) ¿Llorar es bueno o es malo?234 235. Sobre “Hola línea aérea...” 1) ¿Pensás que esto fue solo mérito del rab? 2) ¿No te parece que también tuvo que ver el alumno que noi estuvodispuesto a hacer nada si no era con bendición de su maestro? 3) ¿no hace falta ser muy humilde para aceptar que uno no sabetodo mejor aunque ya sea un rabino? 4) ¿H” premia esas actitudes? 5) ¿Hay algo que pueda llegar a ocurrir si no es con Asistencia Di-vina? 6) ¿Tiene sentido encapricharse?¿Entonces, por qué a veces nos encaprichamos como bebés? 235 236. Sobre “ Hay humo...”1) ¿A quién nos parecemos más: al rab o a los alumnos?2) ¿Por qué pensás que el rab ni se daba cuenta de lo que estaba pasando con el humo?3) ¿Te gustaría llegar a ser como el rab?4) ¿Pensás que se puede llegar a ser así sin amor y dedicación total? 236 237. Sobre “¿Se atreverá...?”1) ¿Alguna vez te sentiste desafiado por un hermanito menor o un compañero del colegio de un grado inferior al tuyo?2) ¿Qué sentiste ganas de hacer en ese momento?3) ¿Hiciste lo mismo que el rab en nuestra historia?4) ¿Te diste cuenta que el rab pasó por alto la falta de respeto?5) Aun que el abrej sintiese que lo que el rabino estaba haciendo no era lo correcto, ¿te parece que esa era la manera de plantearlo?6) ¿Te diste cuenta que el rab no le guardó ningún resentimiento, pese a todo?7) ¿Es importante saber dejar pasar por alto las cosas que nos molestan?8) ¿Te diste cuenta que sin la Torá, posiblemente el rab no0 hubiese conseguido ser tan piadoso?9) Suponiendo que el abrej no hubiese aprendido nada de este tema, ¿el rab tendría que haber actuado de diferente modo?10)¿Qué pensás hacer la próxima vez que alguien te ofenda? 237 238. Sobre “¿Acá vive...?”1) ¿Coincidís en el hecho de que, mediante la fe de un simple iehudí puede suceder todo tipo de milagros?2) ¿Compartís en la impresión de que, más allá de toda cuestión material, muchas de las cosas buenas que nos ocurren tienen que ver con los meritos de los tzaddikim?3) ¿Es posible que no sepamos realmente cuáles son las causas de lo que ocurre en el mundo?4) ¿Qué es más importante: lo material o lo espiritual? Para ser más claro: ¿lo material determina al mundo espiritual o justo al revés? (siempre a partir de lo que marca esta historia) 238 239. 239 240. Sobre “El grabador...”1) ¿Qué tan importante es escuchar lo que tienen para decirnos nuestros mayores?2) ¿Te parece que solo los grandes rabinos tienen enseñanzas importantes para darnos?3) ¿Es lo mismo ser humilde que escapar a las responsabilidades?4) ¿Cuál es la diferencia?5) ¿Te diste cuenta en esta historia que nuestra mente puede guardar conocimientos importantes que hoy pueden parecernos olvidados o poco importantes?6) ¿Cómo aplicarías en este caso lo que dijo Shlomó HaMelej (“No hay nada nuevo debajo del sol”)?7) ¿Alguna persona mayor te hizo sentir tan capaz e importante como el chico protagonista de esta historia?8) ¿Se lo agradeciste o se lo hiciste saber, al menos?9) ¿Pensás que para los adultos no es importante que lo hagas?10)¿Alguna vez pensaste que, tal vez, un compañero tuyo del que otros se burlan puede ser aceptado si vos mostrás públicamente que lo apoyás?240 241. Sobre ¿Dónde vamos...?1) ¿Qué son las vacaciones para vos?2) ¿Son lo mismo que pretenden vendernos desde la publicidad?3) ¿Descansar es solo pasear o básicamante es tranquilidad?4) ¿Qué relación tiene esta historia con aquella mishná que enseña que rico es el que es feliz con lo que tiene?5) ¿No te enseña esta historia a que también con poco uno puede ser feliz?6) ¿Alguien más importante que vos mismo para enseñarte a ser feliz?241 242. Sobre “Soloveitchik”1) ¿Cuál es la mejor protección que un iehudí puede encontrar?2) ¿Qué tan importante te parece la actitud del rab de no perder la cabeza en los momentos más apremiantes?3) ¿ Qué fuerzas pensás que son más importantes: las materiales o las espirituales?4) ¿Hay algún poder que se pueda comparar al de la Torá?242 243. Sobre “Un tsunami...”1) Generalmente, ¿estás dispuesto a hacer lo que dice el rab o pensás que siempre sabés todo mejor?2) ¿Te diste cuenta que el abrej sabía que no hay nada mejor que estudiar Torá en el mes de elul?3) ¿Alguna vez sentiste que H” te hablaba por boca del rab?4) ¿Te parece casual el modo como fue ocurriendo todo para que, finalmente, esta persona no pueda viajar?5) ¿Te parece que hay que tomar riesgos cuando las cosas las cosas se dificultan demasiado o hay que tomarlo como una señal “min hashamaim”? 243 244. “Mini diccionario”Si no tuviste oportunidad de estudiar hebreo, las palabrasque vamos a traducir te van a servir para entender mejor las historias yde paso mejorar tu conocimiento de la lengua de nuestros padres. AAbrej: Estudiante de ieshivá casado. Joven rabino que recibe unaayuda económica para poder seguir estudiando y alimentarmínimamente a su familia.Admur: Sigla de “Adoneinu Moreinu Verabeinu”, “Nuestro señor,maestro y rabino”. Título honorífico que se utiliza para denominar a unrabino, especialmente frecuente entre los jasidim.Aggadá: Relatos del Talmud.Ahavat Israel: Amor por el pueblo judío en general y susintegrantes en particular.Aleijem Hasholem: (Lit. “Con vosotros sea la paz”), respuesta a“Sholom Aleijem”).Am Israel: Pueblo judío.Arba”at Haminim: Las cuatro especies de Sukkot.ARabá: Una de las cuatro especies de la fiesta de sukkot.Aron Hakodesh: Armario en el que se guardan los rollos de laTorá.Arvit: Rezo nocturno.Ashavat avedá: Mitzvá de devolver un objeto perdido. BBajur/im: Muchacho/s. Estudiantes de una ieshivá (bajureiieshivá).¡Baruj H”!: (lit. “¡Bendito sea D”s!”). ¡Gracias a D”s! Bircat Hamazón: (lit. “Bendición por el alimento”). Bendicióncuádruple que se recita luego de comer pan. Se compone de tres deorigen bíblico (que surge del versículo que dice: “Y comerás, y tesaciarás y bendecirás” ) y una de origen rabínico.Ben hazmaninm: (Lit, “entre los tiempos”). Período en el que nose dictan clases regulares en las ieshivot y los estudiantes y maestrosaprovechan para descansar. (Se denomina así porque no hay“vacaciones de estudiar Torá, aun en esos períodos, tenemos siempre laobligación de estudiar según sean nuestras posibilidades). 244 245. Benei Ieshive: (Lit, “los hijos de la ieshive”) aquellos estudiantesque dedican sus mejores esfuerzos y su tiempo al estudio de la Torá condevoción y amor reverenciales. Ben Toire: (lit. “hijo de la Torá”), persona que se dedica porcompleto al estudio de la Torá y a la práctica de mitzvot. Bet Din: (lit. “casa de juicio”). Tribunal rabínico en el que se hacenlos Dinei Torá. Bet Haknest: Casa de rezos, shil. Lugar al que asistimos losiehudim para rezar. Beis Midresh: pronunciación ashkenazí de Bet Hamidrash Bet Hamidrash: Sala de estudios. Bircat Hamazón: Bendición posterior a las comidas, se diceúnicamente cuando uno comió pan. Broje: Bendición, buen deseo, rezo que hace una persona parainterceder por el bienestar de su compañero. Burekas: Nombre de una comida típica israelí. Es de hojaldre, secay rellena habitualmente de papas o verduras. En alguna medida similara nuestras empandas.CDDayán: Juez, autoridad judicial rabínica.Derashá: Conferencia, disertación, sermón rabínico.Din Toire: Juicio de la Torá. Modo de resolver un conflicto entreiehudim sin tener que ir a los tribunales no judíos.Divrei Torá: Palabras de Torá. EEmuná: Fe.Emunat Jajamim: Fe en los sabios. Confianza que provoca laobediencia aun por encima de lo que indica la propia racionalidad.Elul: último mes del año. Especialmente adecuado para volverhacia H” y reflexionar sobre lo bueno y malo que hicimos durante el añoy prepararnos para tomar decisiones buenas para el año entrante.Eretz Israe-l: la tierra de Israe-l.Erev Shabbat: Vísperas de shabbat.Etrog: Citrus, una de las cuatro especies de Sucot.FG245 246. Gadol HaDor: Un gran rabino de su generación.Gaón: Genio, eminencia. Se refiere a rabinos de gran importancia.Goi: (literalmente, “pueblo”). No judío.Guedolei Hatorá: “Grandes de la Torá”. Se refiere al selecto grupode los más grandes rabinos de la generación.Geffilte fisch: Comida tradicional ashkenazí. Pescado molido yhervido en forma de bolitas o bien asado al horno.Guemará: Talmud. Compilación de la Torá Oral. El principal y quemás se estudia en las Ieshivot es el de Babel. También existe el deJerusalem.Guiv”aat Poniewicz: El barrio que rodea a la Ieshivá de Poniewicz.¡Gut Shabbes!: Expresión coloquial de saludo y bendición,deseándole a los demás que tengan un buen shabbat. H Hadas/im: Una de las cuatro especies con las que se celebra lafiesta de sukkot. Hakadosh Baruj Hú: H”, D”sHakafot: Rezo que se realiza desde el primer día de Sucot hastaHoshaná Rabbá.Halel: Alabanza. Rezo especial que se lleva a cabo luego deShajarit y antes de la lectura de la Torá y Musaf en Rosh Jodesh y lasfiestas (Pesaj, Shavuot y Sukot).Haloje: Ley judía.Hatzlajá: éxito, buenaventura.Hejal: Mítico lugar en la ieshivá Poniewicz en el que el Rab Shaj seubicaba para dictar sus clases.HKB”Hú: Sigla en hebreo sobre el nombre de H”. IIasher Koaj: Que se aumenten sus fuerzas.Iehudí: judío/a.Iehudit: Judía.Ierushalaim: Jerusalén.Ieshivá/ Ieshivot: academias/s de estudios rabínicos en la que seestudia Torá. Principalmente Guemará (Talmud), aunque tambiénmishná, jumash, musar y halajot.Ir”at H”: Temor reverencial al Todopoderoso.Ir”aat Shamaim: Literalemente “temor al Cielo”. Es el sentimientobásico de temor y respeto por D”s.246 247. J Jag Hasukkot: Las fiestas de las cabañas que se festeja en el mesde Tishrei. Jaguim: festividades. Jajam: Sabio, aunque habitualmente así acostumbran a decirle asía los rabanim los sefaradim. Jalila: ¡D”s no lo permita! Janucat Habait: Ceremonia de inauguración que se realiza cuandouna persona inaugura una casa nueva (al menos, nueva para él). Jajam: Sabio. Jas Ve Shalom: ¡D”s libre y guarde! Jatán: Novio, por extensión también se utiliza en los casos en losque se refiere a un muchacho que está en edad de casarse, a modo debendición. Jatuná: Casamiento. Javrutá: Compañero de estudios. Jeider: Del hebreo, cuarto. Sala de estudios a la que acuden losniños de edad de colegio primario. Jizuk: fortalecimiento. Jol Ha Moed Sucot: Los días intermedios (entre el tercero y elsexto, inclusive) de la fiesta de Sucot, en los que no se aplican lasrestricciones de Iom Tov, si bien pertenecen a la fiesta. Jojmá: Sabiduría. Jutzpá: Atrevimiento.KKavod Harab: Honorable rabino, forma respetuosa de trato.Kedushá: santidad.Kehilá: Comunidad. Kehilot Iaakov: Libro explicativo sobre la Guemará, cuyo autor esel “Steipler”.Kiddush H”: Santificación del Nombre Di-vino. Acción meritoriaque hasta los no judíos reconocen como meritoria.Ki em jaiieinu: “Porque ellas son nuestra vida”. Del rezo de arvitKlal Israe-l: El conjunto del pueblo de Israe-l.Kushiá: Pregunta o dificultad en un tema de estudio. L Lulav: El corazón de las palmeras. Una de las cuatro especies deSucot.247 248. MMan: Alimento celestial con el que el pueblo judío fue alimentadoen forma sobrenatural a la salida de Egipto.Marán: (lit. “Nuestro maestro y rabino”).Título honorífico que se leda al propio rabino de la persona o comunidad, demostrando respeto yconsideración.Mashguiaj: Supervisor. En el caso de las ieshivot, aquél rabencargado de supervisar el bienestar de los bajurim y aconsejarloscuando es necesario.Matmid: Gran estudioso, aquella persona que no se aparta nuncadel estudio.Mazal tov: (lit. “Buena fortuna”) Felicitaciones.Mearat Hamajpelá: (Lit, “la caverna doble”). Lugar en el que estánenterrados Adam y Javá y los Patriarcas y Matriarcas (Abraham y Sará,Itzjak y Rivká, Iaakov y Lea). Dada su extrema importancia, los iehudimaprovechan (cuando es posible por temas de seguridad) para ir allí arezar, para que los tzaddikim intercedan en los Cielos en su favor.Melamed: Maestro del jeider.Mesirut Nefesh: (lit: “Entrega del alma”). Sacrificio personal,entrega consciente al peligro por salvar a otro iehudí o por un kidush H”.Metivta: Ieshivá que sigue a los estudios de los niños en edad deescuela primaria.Mezuzot: Pergaminos que se adhieren a las puertas de la casa enlas que están escritas las parshiot del “Shemá Israel” y que conformanuna mitzvá de la Torá. Además de ello, otorga protección a la casa.Minim: Especies sobre las que se bendice y se cumple la mitzvá enSucot.Minjá: Rezo de la tarde, inspirado en el Patriarca Itzjak.Mitpalel/im: Concurrente/s al rezo en la sinagoga.Mitzve: Precepto, aunque a veces la gente lo suele usar en elmismo sentido que “zejut” o mérito. Es decir, el mérito que rodea a lapersona que lleva a cabo una mitzvá. Musar: Ética y auto educación personal.N Nedarim: Tratado del Talmud correspondiente a las promesas. Netilat Iadaim: Lavado ritual de manos previo a comer pan.O Oi va voi: Expresión coloquial que se utiliza ante un problema odesgracia, como “¡uy uy uy!”.248 249. Oifruf: Shabbat previo a la boda, en el que se invita al novio a lalectura de la Torá y se le festeja. Algunas comunidades acostumbran, enseñal de festejo a arrojarle caramelos y ofrecer un kiddush en su honoral que asisten padres, parientes, rabinos y amigos. PPasuk: Versículo bíblico.Petijat HaHeijal: Apertura del Arón Hakodesh. Es un gran honorpara la persona que es invitada, especialmente en Nehilá de Iom Kipur,en la que se deja abierto todo el tiempo para inspirar en su rezo a losiehudim. Por esta razón es muy valorado y la gente suele hacerimportantes donativos por esta causa.Pidión HaBen: (lit. “rescate del primogénito”). Mitzvá de rescataral primogénito del servicio de los cohanim.Pikauj Nefesh: Riesgo de vida, peligro de muerte.Posek HaDor: Principal autoridad autorizada a dictaminar sobrecuestiones de halajá en temas nuevos, siguiendo las pautas de losantecedente anterioresPsak Din: Dictamen halájico.Pshat: Explicación literal. RRabanit: La esposa del rab.Rajmanut: Piedad, conmiseración.R” o Reb: Don, un trato honorífico.Rebbe: Rabino, maestro. Se refiere a los grandes rabinos,principalmente los rabinos jasídicos. También se suele denominar a losmaestros de los niños pequeños que asisten al jeider.Ribonó shel Olam: Señor del Universo, como diciendo, “¡D”s mío!”Rosh Hashaná: (lit. “cabeza del año”). Año nuevo, en el que D”sjuzga a todo lo creado.Roshei Ieshivá: Directores de Ieshivá.Rosh Ieshive: El decano o director de una academia rabínica.Rosh Jodesh: Principios de mes.Ruaj HaKodesh: Espíritu de santidad.S Shabbat: Séptimo día de la semana, en el que se celebra lafinalización de la Creación del mundo, razón por la cual está prohibidorealizar tareas que impliquen la transformación del mundo.249 250. Shajarit: El rezo matinal. Shalom: Paz. Shalom Aleijem: (Lit. “La paz sea con vosotros”), forma de saludo,de bienvenida y bendición. Shalom aleijem: ¡La paz sea con vosotros!, forma tradicional desaludo que implica también una bendición. Shamaim: (Lit, “el Cielo”). Se refiere al lugar de la Residencia Di-vina, allí donde mora H” (aunque no es más que una figura, ya que siD”s no tiene cuerpo, tampoco necesita una casa). Shaná Tová: Feliz año. Shaná Tová Umetuká: Un año próspero y dulce. Shekalim: (lit. “siclos”) Moneda israelí. Shtender: Pupitre, banco donde se apoyan las guemarot y demáslibros en la ieshivá. Schlemassel: Desgraciado, pobre hombre, persona pocoafortunada. Shil: Sinagoga, templo en yiddisch. Shiur: Clase. Shiur Klalí: Clase general que da el Rosh ieshivá a todos losalumnos una vez por semana. Shmone Ezre: (lit. “dieciocho”). Las bendiciones que componen laAmidá, plegaria central que se hace parado y en silencio. Shojet: Matarife ritual. Rabino preparado para matar a losanimales que se van a comer de acuerdo a la halajá.Suguiá: Sección, unidad de estudio. Parte temática de una guemará. Sucot: La fiesta de las cabañas. TTalit: (lit. “prenda de vestir”). Vestimenta de cuatro puntas en lasque se atan los hilos de los tzitzit, que es una mitzvá de la Torá.Talit Katán: Talit que se usa debajo de la ropa.Talmidei Jajamim: Sabios, estudiosos de la Torá. Plural de TalmidJajam.Talmud Toire: Escuela primaria a la que asisten los chicos aestudiar Torá.Taanit dibur: (lit. “Ayuno de palabras”). Período de tiempo en elque la persona, para mejorar sus cualidades personales decideimponerse un silencio y no hablar con nadie. Es especialmente comúnen las ieshivot en Elul, donde se aprovecha el tiempo para el estudio y lareflexión.Tefilá: Rezo.Tefilat: Rezo.250 251. Tefilot: Rezos.Tehilim: Salmos, compuestos por Inspiración Di-vina por el ReyDavid.Tinokot shel Bet rabbán: Los chicos de edad escolar. Su estudiotene una santidad comparable a la construcción del Bet Ha Mikdash.Tizcú lemitzvot: (“Que ameriten las mitzvot, lit). Forma deagradecimiento que lleva implícita una bendición.Tosfot: (lit. “agregados”). Comentario sobre el Talmud de losnietos (principalmente) de Rash”í.Torá: La ley dada por H”.Tzaddik: Justo.Tzitzit: Flecos que se usan en los talitot para cumplir con la mitzváde recordar a H”.UVVort: (lit. “palabra”) Un comentario breve sobre una idea de Torá.ZZeide: Abuelito.Z”id: Nombre despectivo con el que los rusos denominan a losiehudim.251 252. ÍNDICEIntroducciónSensibilidad y respeto por los ancianos¿Mi Shabat¡? ¡El tuyo!La bendición de la bondadUn niño y un relato emocionanteTodo leshem shamaimRespeto por el sufrimientoUna gran pregunta¡Una mitzvá con leche! (y no en shavuot)Hasta en los peores momentos¡A eso se llama estudiar!Solo un cliente más… ¿solo un cliente más?Mil luces, ¿una luz?... ¡miles de luces!¿Sabés con quién me encontré?¡Perdón, perdón!¿Qué me diferencia a mí de él?¿Man en el siglo XX?Por favor, ¡recuérdenme!Tu dolor es el míoKi em jaieinu¿Dónde es el examen hoy? ¡En el correo!El secreto del Jajam¿En qué cuenta lo deposito?¿Necesita compañía?¡¿Cambio de casa?!¿Un simple geffilte fisch o algo más?¡La cena está servida!¿Quién molesta cuando estudiamos un “Tosfot”?Usted, ¿qué elige?Fabricando alegrías¿La tuberculosis tiene poder?¿Un simple huevo frito?¿Visitas? ¡Qué visitas!¿Tanto lío por una libretita?¿Qué vino toma usted?La apertura del Arón Hakodesh,… en la kombiEl regalito del zeideEsa lluvia que no moja¡Por favor, no me hagan llorar!Hola, ¿línea aérea: tiene pasaje para caminar por la calle?252 253. Hay humo en tus ojos¿Se atreverá a tanto?¿Telegrama de renuncia a la ieshivá?¿Acá vive el rab? ¿o el plomero? … 253