Hidrocarburos Toxicologia

May 2, 2018 | Author: Anonymous | Category: Documents
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Los hidrocarburos aromáticos policiclicos (PAH) son un grupo de más de 100 sustancias químicas diferentes que se caracterizan por estar formados por átomos de carbono e hidrogeno, agrupados en anillos que contienen cinco o seis átomos de carbono. Su formación se produce durante la combustión incompleta de carbono, aceites, gases, madera y en general residuos de substancias de origen orgánico. Sin embargo se los puede encontrar de manera natural en el petróleo, el carbón, depósitos de alquitran y como productos de la utilización de combustibles, ya sean fosiles o biomasa. Dentro de los PAH mas importantes, clasificados como contaminantes prioritarios para la agencia de protección ambiental de los estados unidos EPA y la agencia de sustancias toxicas y registro de enfermedades ATSDR son el acenafteno, antraceno, benzo[a]antraceno, acenaftileno, benzo[a]pireno, benzo[e]pireno, benzo[b]fluoranteno, benzo[g,h,i]perileno, benzo[j]fluoranteno, benzo[k ]fluoranteno, criseno, dibenzol[a,h]antraceno, fluoranteno, lfuoreno, indeno[1,2,3-c,d]pireno,fenanteno y pireno.(1) Algunos de los HAPs son manufacturados. Estos HAPs puros generalmente son sólidos incoloros, blancos o amarillo-verde pálido. Los HAPs se encuentran en alquitrán, petróleo crudo, creosota y alquitrán para techado, aunque unos pocos se usan en medicamentos o para fabricar tinturas y pesticidas. Los hidrocarburos aromáticos BTX, son en general líquidos (incoloros o ligeramente amarillos) a temperatura ambiente (20ºC), poseen olor característico (aromático). El benceno solidifica a temperatura igual o inferior a 5,5 ºC como prismas romboédricos; el p-xileno se presenta en placas o prismas incoloros a temperatura mayor o igual a 13ºC. Son insolubles o ligeramente solubles en agua (benceno). Son líquidos inflamables, (categoría 3 según las Naciones Unidas (ONU), sus vapores son más densos que el aire, pueden desplazarse a ras del suelo y alcanzar sitios distantes de ignición con peligro de inflamación. Reaccionan con sustancias oxidantes y halógenos causando peligro de fuego y explosión. El benceno líquido puede emitir vapores a temperaturas tan bajas como -11°C. Por ello, si no se observan las precauciones durante el almacenamiento, la manipulación o el uso del benceno líquido, es seguro que, a las temperaturas normales de trabajo, se formarán concentraciones inflamables. Este riesgo aumentará cuando se produzcan salpicaduras o derrames accidentales. Los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs) y sus derivados están asociados al aumento en la incidencia de diversos tipos de cáncer en el hombre. Dadas las diferentes fuentes de estos compuestos y el hecho de que algunos grupos poblacionales que residen o trabajan en ambientes directamente influenciados por estas fuentes están sometidos a un riesgo mayor. Los HAPs se forman por pirólisis o combustión incompleta de materia orgánica que contiene carbono e hidrógeno. A elevadas temperaturas, la pirólisis de compuestos orgánicos produce fragmentos de moléculas y radicales que se combinan para dar lugar a los HAPs. La composición de los productos de la pirosíntesis depende del combustible, la temperatura y el tiempo de permanencia a altas temperaturas. Los combustibles que forman HAPs son metano, otros hidrocarburos, hidratos de carbono, ligninas, péptidos, etc. Sin embargo, los compuestos insaturados y las estructuras cíclicas suelen favorecer la formación de las HAPs. Evidentemente, los HAPs se liberan de la zona de combustión en forma de vapores. Debido a sus bajas presiones de vapor, la mayoría de los HAPs se condensan en el acto sobre partículas de hollín o forman ellos mismos partículas muy pequeñas. Los HAPs liberados a la atmósfera en forma de vapor son adsorbidos por las partículas presentes en ella. Por ello, se producirá una diseminación de aerosoles que contiene HAPs, que pueden ser transportados a grandes distancias por los vientos (1-2). FUENTES DE EXPOSICIÓN Las principales fuentes de hidrocarburos aromáticos son la destilación de la hulla y una serie de procesos petroquímicos, en particular la destilación catalítica, la destilación del coque, destilación de petróleo crudo y la alquilación de hidrocarburos aromáticos de las series más bajas. Como principal fuente de HAPs es el aire de las atmósferas de trabajo de alquitrán de hulla, que se forman por pirólisis de la hulla en fábricas de gas y coque, donde se producen emisiones de humos de la brea calentada. Generalmente, el contenido de BaP (Benzo-alfaPireno) es máximo en el aire situado en la parte superior de los hornos. El aire situado en la parte superior de los canales de humos y del precipitador de alquitrán es extremadamente rico en este compuesto, habiéndose medido concentraciones de hasta 500 mg/m3 de BaP. En la siguiente lista se han utilizado las mediciones de BaP en diferentes tipos de lugares de trabajo para clasificarlos según el grado de exposición (1):  Exposición muy alta a BaP (> 10 mg/m 3): Trabajos en fábricas de gas y coque; plantas de aluminio; fábricas de electrodos de grafito; manipulación de breas y alquitranes calentados.  Exposición moderada (0,1 a 10 mg/m 3): Trabajos en fábricas de gas y coque; acerías; fábricas de electrodos de grafito; plantas de aluminio; fundiciones.  Exposición baja (< 0,1 mg/m3): Fundiciones; producción de asfaltos; plantas de producción de aluminio con electrodos precocidos; talleres de reparación de automóviles y garajes; minas de hierro y construcción de túneles. Los trabajadores que permanecen cerca de los hornos están altamente expuestos a estos HAPs. Mediante técnicas de muestreo personal, se ha podido comprobar la presencia de otros HAPs como naftaleno, fenantreno, fluoranteno, pireno y antraceno en las muestras de aire tomadas. La producción de aluminio se realiza mediante un proceso electrolítico a temperaturas de 970 ºC. Existen dos tipos de ánodos: el de Soderberg y el de grafito ("precocido"). El primero de ellos, que es el más empleado, es la principal causa de exposición a los HAPs en la industria del aluminio. Este ánodo está formado por una mezcla de coque y alquitrán de hulla. Los electrodos de grafito se utilizan en las plantas de reducción de aluminio, en los hornos eléctricos de acero y en otros procesos metalúrgicos. La materia prima para la fabricación de estos electrodos suele ser coque de petróleo mezclado con alquitrán como ligante. El cocido de los mismos se realiza calentando esta mezcla a temperaturas superiores a los 1.000 ºC, proceso durante el cual se liberan grandes cantidades de HAPs. Otra fuente importante es la utilización del asfalto para pavimentar calles y carreteras que procede principalmente de los residuos de destilación del petróleo crudo. El asfalto de petróleo contiene pocos HAPs superiores. No obstante, en algunos casos este asfalto se mezcla con alquitrán de hulla, lo que aumenta el riesgo de exposición cuando se trabaja con el asfalto caliente. En otros trabajos donde se utiliza el alquitrán derretido como recubrimientos de grandes superficies (aislamiento de paredes, oleoductos, etc.), los trabajadores pueden sufrir una intensa exposición. Las fuentes de HAPs en el trabajo, además del alquitrán de hulla y el asfalto, son el negro de humo, la creosota, los aceites minerales (aceites lubricantes y aceites de corte), los humos y hollines procedentes de diferentes combustiones y los gases de escape de los vehículos (1)(4)(5) En el refino de petróleo crudo, desde la extracción y el transporte de la materia prima se está expuesto a BTX, al igual que en el proceso de refino y tratamiento de los diferentes productos intermedios y terminados. A continuación se describen los procesos de una refinería de petróleos, concretamente La Refinería Esmeraldas (Ecuador), en los cuales casi todo podemos encontrar exposición a BTX, en mayor o menor medida, no solo laboral, también exposición ambiental a personas que vivan en cercanías. EN LOS PROCESOS OPERATIVOS DE REFINERIAS: • Recepción y almacenamiento preparación de crudo y derivados • Destilación de Crudo 1 y 2 • Destilación al Vacío 1 y 2 • Viscorreductoras 1 y 2 • Cracking catalítico • Reformación Catalítica 1 Y 2 • Tratamiento de Aguas Amargas 1 y 2 • Tratamiento de gas combustible 1 y 2 • Recuperación de Azufre 1 y 2 • Hidrodesulfurización de naftas • Hidrodesulfurización de diesel • Generación de vapor • Generación eléctrica • Tratamiento de aguas; clarificación, desmineralización, agua de enfriamiento, • Tratamiento de Efluentes; aguas aceitosas, aguas saladas • Despacho y recepción de combustibles vía marítima • Despacho y recepción de combustibles vía de llenado Las refinerías son muy distintas unas de otras, según las tecnologías y los esquemas de proceso que se utilicen, así como su capacidad. Las hay para procesar petróleos suaves, petróleos pesados o mezclas de ambos. Por consiguiente, los productos que se obtienen varían de una a otra. Pero en todas las refinerías tengan unos proceso u otros, está presente la exposición laboral a BTX. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LOS BTX Lo que en la industria petroquímica se conoce como hidrocarburos aromáticos, bajo la denominación de fracción BTX, es un conjunto de moléculas que podríamos considerar como derivados básicos de benceno y formado por benceno, tolueno, orto-xileno, meta-xileno, para-xileno y etil-benceno. Durante la segunda parte del siglo XIX y hasta los años 40 del siglo XX, la industria carboquímica, asociada siempre a la siderúrgica, de donde obtenía fundamentalmente sus materias primas, experimentó en Europa y EE.UU. un desarrollo espectacular. Hacia finales de los años 40, tiene lugar en EE.UU. la primera obtención de hidrocarburos aromáticos procedentes del petróleo al inventarse el reformado catalítico de naftas; con esta tecnología se buscaba elevar el número de octano que exigían las gasolinas de aviación. Había nacido la moderna petroquímica basada en naftas del petróleo y procesos catalíticos. La progresión de la petroquímica es tan rápida que ya en los años 60 se asiste a la práctica desaparición, por conversión de materias primas, de la antes poderosa industria carboquímica. Actualmente, la petroquímica basada en naftas de petróleo aporta más del 96% de la producción mundial de B.T.X. y permite soportar una muy diversificada y en constante crecimiento industria petroquímica. El benceno debido a su efecto cancerígeno fue prohibido para uso como disolvente industrial en varios países, entre ellos Colombia, por recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). También en otros países, se ha prohibido su uso como componente de productos destinados al uso doméstico y de los líquidos de limpieza en seco. El benceno se ha utilizado ampliamente en la fabricación de estireno, fenoles, anhídrido maléico, detergentes, explosivos, productos farmacéuticos y colorantes. Se ha empleado además como combustible, reactivo químico y agente de extracción para semillas y frutos secos. Aunque la utilización del benceno como disolvente ha disminuido considerablemente, en la actualidad aún se usa en pequeñas cantidades como disolvente y reactivo en los laboratorios de control de calidad. El benceno se encuentra como impureza en combustibles como la gasolina, disolventes, pegantes y otros productos químicos. La gasolina para automóviles puede contener de 0-7% de benceno, comúnmente de 2 a 3 %. (IARC 1989, Vol 45). En derivados del petróleo el contenido de benceno generalmente es menor a 1% en solventes no hidrogenados con rangos de ebullición especiales; en otros solventes es menor al 0.1 % (IARC 1989, Vol 47). Internacionalmente, desde la década de los años 80 existen regulaciones relativas al uso del benceno. Como parte de las regulaciones para el transporte de materiales peligrosos del Departamento de Transporte de Estados Unidos (1980), los embarques de benceno están sujetos a restricciones consistentes con la categoría de material peligros (rotulado, empaque, cantidad). La EPA también ha identificado el benceno como desecho peligroso y exige que las personas que lo generan, transportan, tratan, almacenan o disponen cumplan con las regulaciones del programa federal de gestión de residuos peligrosos. La Comisión de la comunidad europea (1980) prohibió el uso del benceno en productos para uso como juguetes (balones de uso infantiles) (IARC, 1986). El tolueno es un disolvente de aceites, resinas, caucho natural (mezclado con ciclohexano) y sintético, alquitrán de hulla, asfalto, brea y acetilcelulosas (en caliente, mezclado con etanol). Se utiliza como disolvente y diluyente de pinturas y barnices de celulosa y como diluyente de tintas de fotograbado. El tolueno está presente en mezclas utilizadas como productos de limpieza en distintas industrias y en artesanía. También se emplea en la fabricación de detergentes y cuero artificial y es una importante materia prima para síntesis orgánicas, como las de cloruro de benzoilo y bencilideno, sacarina, cloramina T, trinitrotolueno y un gran número de colorantes. El tolueno en mezcla con benceno y xileno (BTX) es un componente del combustible para aviones y de la gasolina para automóviles. El Reglamento 594/91/CE del Consejo de la Unión Europea ha prohibido el uso de esta sustancia en la Unión Europea (OIT, 2001). Existen tres isómeros del xileno: orto- (o-), para- (p-) y meta- (m-). El producto comercial es una mezcla de estos isómeros, con el isómero meta- en mayor proporción (60 a 70 %) y el para- en menor proporción (hasta un 5 %). El xileno se utiliza como diluyente de pinturas y barnices, en productos farmacéuticos, como aditivo de alto octanaje en combustibles de aviones; en la síntesis de colorantes y en la producción de ácidos ftálicos. El xileno se utiliza en técnicas histológicas de laboratorio por ser un buen disolvente de la parafina, el bálsamo de Canadá y el poliestireno (OIT, 2001). En los umbrales del siglo XXI, las principales fuentes de producción de hidrocarburos BTX en la industria petroquímica son: 1. Crackers de etileno/ propileno alimentados con nafta o gases del petróleonafta pirolítica. 2. El reformado catalítico de naftas en refinerías. 3. La desproporcionación y desalquilación del tolueno. EFECTOS DE LOS BTX SOBRE LA SALUD DE LAS PERSONAS. Efectos de los disolventes orgánicos sobre el sistema nervioso La gran mayoría de los disolventes orgánicos tienen la característica de causar trastornos no específicos del sistema nervioso (SN), debido a: su liposolubilidad que los hace afín a todos los tejidos con alta cantidad de grasa como son cerebro o médula espinal, es posible deprimir al tejido nervioso en cualquier nivel (10). Lo descrito anteriormente es posible porque el sistema nervioso presenta una gran complejidad de reacciones de control que ha de llevar a cabo sobre la mayoría de las funciones del organismo correspondientes a los diferentes órganos sensoriales de los cuales recibe estímulos innumerables, que integra y devuelve una respuesta, y entre los que se cuenta la contracción muscular esquelética, la contracción de las fibras lisas de los órganos internos y la secreción de las glándulas endocrinas y exocrinas (11). Debido a esta variedad sistemas involucrados las respuestas pueden ser múltiples En las intoxicaciones cabe distinguir, las agudas y las crónicas. En la intoxicación aguda aparece un cuadro clínico patológico, dramático, tras la absorción de la sustancia y que usualmente se presenta antes de las 24 horas. Con la exposición a los disolventes, la aparición de los síntomas es precoz, debido a la rapidez con que la mayoría de estos elementos atraviesan las barreras orgánicas (12). Por otro lado la intoxicación crónica es aquella que es consecuente con la absorción repetida de un elemento tóxico (13), puede ser más sutil en su presentación y crea problemas de relación causal (NIOSH, , 14). Cabe mencionar que esta última, se presenta en forma predominante con las exposiciones de tipo ocupacional o aquellas consideradas por los consumidores adictos (12). Según variados estudios incluidos los de la NIOSH se ha concluido que la exposición prolongada a mezcla de disolventes induce cambios demenciales moderados no progresivos, con o sin disfunción del sistema nervioso periférico. Efectos agudos. En cuanto a los efectos agudos los hidrocarburos aromáticos son generalmente grandes irritantes y anestésicos, pero la sustitución del benceno por tolueno y xileno hacen esos efectos más ligeros, encontrando dentro de los más frecuentes euforia, mareo, vértigo, cefalea, somnolencia, debilidad, temblor, incoordinación, delirio, pérdida de la conciencia. Si la cantidad absorbida ha sido elevada, en un ambiente demasiado saturado se puede presentar confusión mental, alteración psicomotora, coma, edema pulmonar, paro respiratorio, muerte. Además de los mencionados previamente, los efectos agudos pueden causar un síndrome de encefalopatía tóxica (15). Clínicamente se distinguen dos fases de este síndrome que aparecen a las pocas horas de exposición. La primera fase se caracteriza por una reacción de sobreestimulación que provoca un cuadro neuropsiquiátrico de euforia, reducción del nivel de inhibición del comportamiento motor y emocional, impulsividad, inestabilidad motora y alteraciones del lenguaje (interrupción del discurso) en asociación con cefalea, y mareo (16). La segunda fase se distingue por un período donde se impone la somnolencia generalizada, la alteración de las funciones motoras e intelectuales, particularmente de la memoria. La descripción de este síndrome que se basa fundamentalmente en la evaluación clínica (neurológica y psiquiátrica) ha mostrado sustanciales correlaciones con medidas electrofisiológicas del SNC, en especial con el EEG. Efectos neurotóxicos por exposición crónica En los expuestos crónicamente se ha descrito también una constelación de signos clínicos conocidos como “síndrome orgánico cerebral” (17) que afecta básicamente las funciones de la memoria operativa y reciente, la capacidad general de atención (vigilia), la capacidad intelectual y la coordinación motora. Algunas de estas manifestaciones y el cuadro general concomitante de fatiga, disforia, depresión, trastornos del sueño, cefaleas y mareos. Muestran correlaciones sensibles con los datos electrofisiológicos descritos para el EEG. En estos pacientes se observan, con frecuencia, neuropatías periféricas (desmielinización axonal y segmentaria) y neuritis de los nervios craneales, trastornos de la sensibilidad y de las funciones motoras (18). En adictos a la inhalación de disolventes orgánicos se han identificado con técnicas de imágenes (TAC y RMN) alteraciones estructurales en cerebro y cerebelo (19). Estudios recientes, bien diseñados, sugieren que en trabajadores altamente expuestos los disolventes pueden tener efectos más sutiles en la función cognoscitiva. Los dominios cognoscitivos afectados por exposición a disolventes incluyen atención, memoria verbal y habilidades visoespaciales (20). Trabajadores expuestos a benceno en combinación con otros químicos presentaron polineuritis, algunas veces asociada con progresión neuronal (21). En la Intoxicación crónica por xileno se han señalado como síntomas, la cefalea, irritabilidad, fatiga, laxitud, somnolencia diurna e insomnio nocturno, trastornos dispépticos. Los efectos por inhalación pueden causar depresión del SNC, caracterizado por parestesias, pérdida de memoria, debilidad, vértigo, jaqueca, anorexia, nausea. (LaDou J, 2006, NIOSH, 1987, ATSDR, 1995) Para el tolueno, los trastornos crónicos más importantes están ligados a su acción narcótica en los que figuran, cefalea, pérdida de apetito, falta de coordinación y de memoria, somnolencia y nauseas (LaDou J, 2006). En abusadores de solventes, se ha observado alteraciones renales y neuronales pero especialmente distrofia cerebelosa. Se ha observado disfunción de los test psicométricos y de función muscular (ATSDR, 2000). También se han reportado cambios en el electroencefalograma mostrando disrupciones y cambios de frecuencia en la actividad de la onda teta del hipocampo. Experimentalmente se ha demostrado la disminución de la corteza cerebral y atrofia cerebral y cerebelosa, hallazgo que se han identificado con técnicas de imágenes (TAC y RMN) como alteraciones estructurales en cerebro y cerebelo (19). También se ha demostrado que el tolueno puede producir cambios sutiles en el sistema auditivo (LaDou J, 2006, ATSDR, 2000) Efectos cancerígenos, mutagénicos, y genotóxicos de los HAPs En 1775, un médico inglés, Sir Percival Pott, describió por primera vez un cáncer de origen profesional. Asoció el cáncer de escroto de los deshollinadores con su prolongada exposición a alquitrán y hollín, en condiciones deficientes de higiene personal (6). En el decenio de 1930 se describió el cáncer de pulmón en los trabajadores de la industria del acero y del coque y en 1933 se demostró que el BaP, presente en el alquitrán de hulla era cancerígeno. Los estudios epidemiológicos indican una mayor frecuencia de cáncer de pulmón en los trabajadores de las industrias de coque, aluminio y acero (1)(4)(5). No todos los HAPs han mostrado poseer efectos carcinogénicos, genotóxicos o mutágenos y muchas veces el efecto se atribuye a la presencia conjunta de más de un compuesto de la familia y de algunos de sus derivados, principalmente los nitroderivados (Tabla 1). Los efectos tóxicos de algunos HAPs sobre la piel están asociados con dermatitis aguda y crónica con síntomas de quemazón, picor y edema, que son más pronunciados en las regiones de la piel expuesta. La exposición prolongada causa pigmentación en las zonas de la piel expuesta, con cornificación de las capas superficiales y telangioectasis. También se puede observar irritación de las vías aéreas superiores con bronquitis y tos crónica. En los ojos producen lagrimeo, fotofobia, edema de párpados e hiperemia conjuntival (1). Tabla 1. Datos relativos a los efectos carcinogénicos, genotóxicos y mutagénicos de algunos HAPs Actualmente se admite que los HAPs son previamente activados en el organismo antes de ejercer su efecto como disruptor endocrino o cancerígeno/mutágeno. Tras la exposición prolongada pueden producir cáncer cutáneo (escroto y cara), cáncer broncogénico en vías respiratorias, cáncer de vejiga; en el sistema hematopoyético pueden originar leucemia y linfoma (4-3). En la especie humana la vía respiratoria es considerada la más importante, particularmente para individuos ocupacionalmente expuestos, de igual manera la vía dérmica puede ser tanto o más importante. Muchas de estas sustancias también tienen efecto negativo sobre el sistema inmunológico, característica que parece estar asociada a la capacidad carcinogénica (5). Un esquema propuesto para la carcinogenicidad considera las siguientes etapas:  Exposición,  Activación metabólica,  Formación de aductos entre HAPs y ADN,  Mutaciones en genes críticos como, por ejemplo, el p53 (gen represor de tumores)  Sucesión de mutaciones en otros genes (7-9). Es importante recalcar que la aparición del cáncer es un proceso que involucra varias etapas, siendo también influenciado por susceptibilidad individual y otros factores, tales como la edad, sexo, etnia, estado de salud, nutrición y por exposición ambiental polimorfismo genético. En general, una mayor concentración de aductos HAPs ADN se encuentra en personas ocupacionalmente expuestas. En relación al efecto de los HAPs como posibles disruptores endocrinos, muchos estudios indican que diferentes compuestos químicos presentes en el ambiente, además de los HAPs, como los pesticidas, dioxinas, furanos y bifenilos policlorados, presentan actividad estrogénica in vitro. De cualquier manera la potencia de estos compuestos es muy baja comparada con estrógenos endógenos y además no está claro si los humanos ante una mezcla química ambiental reciben un efecto estrogénico neto (9). Manifestaciones hematoinmunológicas por exposición laboral a BTX (exposición conjunta) Desde el siglo XIX se despertó el interés por comprender la toxicidad crónica que ejercen los compuestos aromáticos sobre la médula ósea debido a su poder leucemiogénico, y no obstante que desde entonces en grupos de trabajadores se ha insistido reiteradamente sobre la asociación de las manifestaciones citopénicas, dismielopoyéticas, displásicas o inmunotóxicas con la presencia de mezcla de benceno, tolueno y xileno (BTX) en atmósferas laborales, el mecanismo por medio del cual se producen no ha sido bien dilucidado. Ampliamente es conocido que la exposición crónica al benceno causa depresión de la médula ósea en apariencia por un efecto citotóxico directo sobre las líneas celulares progenitoras de la hematopoyesis, aunque también existe evidencia de daño sobre las células del estroma de la misma médula, lo que ha llevado a considerarla como una hematotoxina;(30) la importancia de destacar su mezcla con tolueno y xileno es debido a que existe evidencia para suponer que éstas sustancias interactúan y determinan la hematoinmunotoxicidad del benceno, ya que comparten el mecanismo toxicocinético del citocromo P450 CYP2E1 y de otras isoenzimas de este sistema, sin embargo, la acción conjunta de tolueno-xileno al parecer en forma independiente produce algunos efectos aditivos sobre la cuenta de linfocitos, de glóbulos rojos y de monocitos. Por ello, el estudio de los efectos tóxicos sobre médula ósea por acción del benceno, debiera ir acompañado del que se produce por su mezcla —prácticamente ineludible en el terreno laboral— con tolueno y xileno.5,6 Pese a ello, la información sobre las implicaciones toxicológicas de la mezcla de benceno, tolueno y xileno es escasa Los mecanismos toxicológicos del benceno, tolueno y xileno analizados de forma independiente y que se han identificado como responsables de efectos sobre componentes de la médula ósea podrían hacer suponer que el resultado sería un simple fenómeno aditivo, sin embargo, tampoco se cuentan con los elementos necesarios para que de manera tácita esta idea adopte ese significado, más tomando en cuenta las posibles interferencias debido a la presencia de otros disolventes aromáticos, así como los de tipo alifático, cetonas o alcoholes y de otras covariables fuera del ámbito ocupacional, como el consumo de alcohol o el tabaquismo. Los medios que comúnmente se han señalado para evaluar integralmente el riesgo hematoinmunotóxico en trabajadores expuestos de manera crónica a benceno, tolueno y xileno son la cuenta eritrocitaria, la diferencial de leucocitos y otros valores hematológicos o marcadores inmunológicos. Pese a las importantes consideraciones relacionadas con los límites permisibles de los componentes de la mezcla de referencia en el atmósfera laboral y la necesidad de modificar el estudio de sus efectos hematoinmunotóxicos, los promovidos para explorar cambios en la fórmula roja de los trabajadores expuestos a benceno, tolueno y xileno son escasos. Existe información que puntualiza sobre la disminución sutil del número de eritrocitos acompañada de decremento en la hemoglobina corpuscular media, de la concentración media de hemoglobina corpuscular y de macrocitosis, sin embargo, otra no señala cambio alguno. Los efectos sobre el número de reticulocitos y el resto de indicadores hematológicos de la fórmula roja no parecen ser relevantes. En la misma situación se encuentran los efectos sobre el número de las plaquetas. En cuanto a la fórmula blanca, se menciona que alrededor de los primeros cuatro meses de exposición, al menos a la fracción bencénica, los leucocitos declinan en aproximadamente 1000 células/mm3 y a la linfocitopenia acompañante se le debería considerar el dato más precoz de hematotoxicidad y de prolongarse la exposición por más de 55 meses, se presenta depresión cuantitativa sostenida de linfocitos T sin que se haya asociado aún con deficiencias clínicamente demostrables sobre trabajadores expuestos, lo que indica que los linfocitos T, aunque disminuidos en número, son quizás plenamente funcionales. Por otro lado, ambientes laborales con benceno detectable han mostrado depresión del nivel circulante de linfocitos B. Como puede observarse en la tabla 2, sobre estudios de exposición laboral a BTX, el interés principal parecen ser los efectos sobre subpoblaciones de linfocitos T y B, diferentes inmunoglobulinas y otros componentes solubles de la respuesta inmune, y la relación con diversos marcadores de exposición en diferentes diferentes muestras biológicas.32-36 Los resultados son contradictorios en cuanto a los efectos cuantitativos que se identificaron, sin determinarse en definitiva la integridad funcional de estos componentes, o la necesidad de analizar otros. De dichas evaluaciones ambientales de exposición de trabajadores deja en evidencia el todavía particular y mayor interés por reconocer aisladamente los efectos hematoinmunotóxicos del benceno, en proporción menor los del tolueno, mientras que los del xileno son prácticamente inexistentes, aun cuando desde 1996, el National Occupational Research Agenda (NORA) —promovido por el National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH) de Estados Unidos y que está dirigido, entre otros aspectos, a indagar sobre exposiciones múltiples a mezclas de sustancias—, señala puntualmente la necesidad de estudiar la exposición ocupacional a mezcla de benceno, tolueno y xileno, aunque ésta se haya dado de manera secuencial.


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