Cierto rey ordenó a sus 2 hijos construir dos grandes acueductos que llevaran agua a los maltrechos campos reales

May 6, 2018 | Author: Anonymous | Category: Documents
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Las obras del reino Cierto rey ordenó a sus 2 hijos construir dos grandes acueductos que llevaran agua a los maltrechos campos reales, muy castigados por una gran sequía. El primero tomó parte de las riquezas y ejércitos del padre y con ellos fue al Norte, donde ordenó a los habitantes de aquellas tierras trabajar duro en la construcción de la gran obra. El hijo del rey dirigió la obra diligentemente, pagando justamente a los aldeanos y terminándola en el tiempo previsto de dos años. Orgulloso de su trabajo, se presentó en palacio, donde se encontró con las celebraciones por la próxima coronación de su hermano como rey. Le contaron que había tardado sólo un año en construir el acueducto del Sur, y que lo había hecho sin apenas soldados ni dinero. Aquello le pareció tan extraño que comenzó a investigar la obra del Sur, llegando a descubrir no pocas irregularidades. Volvió entonces alarmado a informar a su padre para evitar la locura de la coronación de su hermano - ¿Por qué dices eso? ¿hay algo que deba saber? - respondió el rey - Sabes cuánto quiero a mi hermano, pero debe haberse vuelto loco, pues ha manchado nuestro nombre mil veces. Construyó el acueducto desviándose de los planos. Creó salidas de agua que llegan a otros campos antes del tuyo, al que apenas llega la mitad del agua. Desafió al primer ministro en presencia de los aldeanos, se fue sin pagar nada a quienes trabajaron, y hasta utilizó a tus soldados como obreros. Y quién sabe si esto es sólo el principio... El rey, mirando a su hijo con cariño, respondió. - Hijo mío, lo que dices es cierto. Tu hermano tuvo la iniciativa de modificar la obra para mejorarla; la sabiduría para proponer algo que mejoraría las vidas de todos y así convencer a los aldeanos de trabajar rápido y gratis; la valentía para enfrentarse al primer ministro por defender la justicia; y el carisma para poner a sus soldados a trabajar en la obra más horas que los aldeanos. Su compromiso fue tan grande, que él mismo fue quien más tiempo dedicó a trabajar, olvidando su condición de príncipe. ¿Sabes, hijo? Es por estas cosas que todo el mundo adora a tu hermano y harían lo que él les pidiera. Más que su rey, ahora es su líder. El príncipe se marchó pensativo, reconociendo en las palabras de su padre la grandeza de su hermano. Y sin dudarlo, corrió a felicitarle. A HISTORIA DE JERRY Jerry era el tipo de persona que te encantaría odiar. Siempre estaba de buen humor y siempre tenia algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, el respondía: ³No puedo estar mejor´. Él era un gerente único porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las meseras seguían a Jerry era por su actitud. El era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Jerry estaba ahí para decirle al empleado como ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Jerry y le pregunté: ³No lo entiendo« no es posible ser una persona positiva todo el tiempo« como lo haces...´ -Jerry respondió: Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, Jerry, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una victima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida. -³Si claro« pero no es tan fácil´ (proteste) ± ³Sí, lo es´ dijo Jerry. ³Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges como reaccionas a cada situación. Tú eliges como la gente afectará tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen: ³TU ELIGES COMO VIVIR LA VIDA´. Reflexioné en lo que Jerry me dijo. Poco tiempo después, dejé la industria hostelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Jerry cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar a ella. Varios años más tarde, me enteré que Jerry hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante. Dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por 3 ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Jerry fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de 18 horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Jerry fue dado de alta aun con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Jerry seis meses después del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondió: ³No puedo estar mejor´. Le pregunté que pasó por su mente en el momento del asalto. ± Contesto: ³Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso recordé que tenía 2 opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir.´ -³No sentiste miedo´, le pregunté. -Jerry continuó: ³Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de médicos y enfermeras, realmente me asusté« podía leer en sus ojos: Es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar acción«´ -³¿Qué hiciste?´ pregunté. -³Bueno« uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité SI, a las balas« Mientras reían les dije: Estoy escogiendo vivir« opérenme como si estuviera vivo, no muerto´. «Jerry vivió por la maestría de los médicos pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendí que cada día tenemos la elección de vivir plenamente. LA ACTITUD, AL FINAL, LO ES TODO.» EL ELEFANTE ENCADENADO Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante que, como más tarde supe, era también el animal preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacia gala de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales« Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba una de sus patas. Sin embargo la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir. El misterio sigue pareciéndome evidente. ¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca, y solo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna vez. Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mi, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño. Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él. Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro« Hasta que, un día, un día terrible, para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede. Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo. Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza« «Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos pensando que no podemos hacer miles de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, lo intentamos y no lo conseguimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: No puedo, no puedo y nunca lo podré. Hemos crecido llevando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso ya nunca más lo volvimos a intentar. Tu única manera de saber si puedes conseguirlo es intentarlo de nuevo poniendo en ello todo tu corazón« ¡todo tu corazón!» nunca mejor dicho, en el cuento del carnicero y el perro: Cierto día un carnicero que estaba atendiendo a sus clientes vio que un perro se metía en la carnicería. Empezó a gritarle para que saliese de la tienda. El perro salió pero a los pocos minutos volvió a entrar y despues de entrar y salir unas cuantas veces más el carnicero se dio cuenta que traía algo en la boca. Saliendo de detras del mostrador, se acerco hasta el perro y vio que lo que traía en la boca era una nota envuelta en un plástico. Cogió la nota y la leyo: ³Podría usted enviarme medio kilo de chuletas y cinco salchichas?´. Envuelto en el plástico venía también un billete de 50 euros. El carnicero preparó el pedido y una vez listo metió en una bolsa las chuletas y las salchichas junto con el cambio. Mostro las asas de la bolsa al perro, que las puso en su boca y abandonó la carnicería. El carnicero estaba asombradísimo y decidio salir detras del perro para ver qué hacía. El perro camino por la calle hasta llegar a un semáforo donde se paró, depositó la bolsa en el suelo, se alzó sobre sus patas traseras y pulsó el botón para que el semáforo cambiara a verde para los peatones. Esperó sentado con la bolsa de nuevo en su boca hasta que el semáforo le dejó pasar, cruzó tranquilamente y caminó hasta la parada de autobus. Al llegar, observo las señales que indicaban los diferentes autobuses y sus rutas, se sentó y esperó. Al poco rato para un autobús pero el perro no se movió, un poco más tarde llego otro y el perro subió rapidamente por la parte de atras para que el conductor no lo viese. El carnicero no daba credito a lo que estaba viendo y subió también al autobús. Tres paradas después el perro se alzo sobre sus patas, toco el timbre y cuando el autobús paró se bajo. El carnicero bajó tras él. Los dos caminaron unos minutos más hasta llegar frente a la puerta de una casa. El perro dejó la bolsa en el suelo y comenzó a golpear la puerta con sus patas delanteras mientras ladraba, como nadie le habría dio un salto a una tapia y de allí salto al alféizar de una ventana consiguiendo golpear varias veces el cristal. Salto otra vez a la calle y volvió a coloarse frente a la puerta. A los pocos segundos la puerta se habrió y salión un hombre que sin mediar palabra empezó a golpear al perro mientras le gritaba lo inútil que era. Al ver aquello, el carnicero se fue hacia aquel hombre le sujeto para que no pegara más al perro y le dijo: ¡Por favor, deje de pegar al perro! ¿No se da cuenta que está cometiendo una injusticia?. Este perro es un genio. ³¿Un genio?´ grito el hombre, ¡este imbecil de perro es la segunda vez esta semana que se olvida las llaves!.


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