1. el aula cerrada

April 25, 2018 | Author: Anonymous | Category: Education
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1. tran los materiales para el arreglo del salón, para el perió- dico mural o para la presentación de una clase. Las foto- grafías y los artículos recortados de revistas y periódicos, las láminas o gráficas proporcionadas sin costo por empre- sas y otro tipo de organizaciones, constituyen la fuente principal de esta clase de material, pero es común también que los maestros compren los materiales de este tipo 0 aporten los que ya poseen... Los libros constituyen otra herramienta que a menudo proporciona el docente. Estos pueden ser libros pedidos en calidad de préstamo a la bi- blioteca, comprados por el maestro o aportados de su propia casa... La tercera y última clase de útiles frecuen- temente proporcionados por el docente es el material necesario para los eventos o celebraciones especiales. Entre estas contribuciones se incluyen los regalos baratos de Navidad, las decoraciones con motivo de alguna fiesta, dulces y otras cosas de este tipo, mismos que el maestro paga de su bolsillo... Aunque los bienes materiales obtenidos por esta vía de abastecimiento informal son importantes, nada es más significativo que el libro improvisado. Aunque no se usan ni se destinan únicamente a este propósito, el rotafolio de 1,3 escuela primaria y el mimeógrafo se utilizan ampliamen- por estos maestros para elaborar sustitutos de los libros :exto... El aula cerrada M A R T Y N D E S C O M B E 2 2 (INGLATERRA) El aula cerrada es una característica de la enseñanza con- vencional. Es el escenario físico en el que se imparte la mayor parte de la enseñanza escolar y consiste típicamente picamente en unidades independientes, de forma rectangular, separa- das unas de otras por paredes y corredores, y conteniendo un maestro y un cierto número de alumnos. Es un escena- rio con el que la mayoría de maestros y alumnos están familiarizados. Esta familiaridad, sin embargo, puede hacer que pasen desapercibidos los efectos particulares de dichas unidades y el aula puede considerarse algo tan común y natural que se tome como una característica inevitable de la organiza4 ción escolar. A pesar de que esta creencia puede ser razonable para el personal escolar, y para los alumnos, para quienes los prospectos de cambiar la situación son muy remotos, se debe reconocer que las aulas cerradas no han 22 En: Martyn Descombe, "'Keeping'em Quiet': The Significante of Noise for the Practica, Activity of Teaching", , en: Teacher Strategies: Exploratioi c in the Sociology of the School, Peter Woods, (ed.), Londres, Croom Heln 1980, pp. 62-70. gil? Z!"1, ,,o,nw mrnGl 1:1 1,11 uI1,2 J11111 102 103 2. ~ 1 - NEFP—VV11T 1 ~~11 111,1 1 1 IIIIII II , 11111 !1 Í 1 1 sido siempre la norma y que implican supuestos específicos aprobados socialmente, sobre aspectos pedagógicos y prácticas escolares... El grado en el que el aula cerrada refleja y refuerza la responsabilidad individual del maestro ha sido tema de considerable investigación. El aula cerrada ha sido conside- rada un "santuario" del maestro, contra la interferencia de administradores, padres y colegas en los asuntos pro- pios del salón de clase, y como un "margen estructural" en la organización burocrática de la escuela que intensifica las aspiraciones del maestro a una autonomía profesional. El aula cerrada, bajo esta visión, protege al maestro de incur- siones a su autonomía y proporciona un mayor grado de libertad, de lo que sería posible con otros arreglos, permi- tiendo mayor elección y discreción profesional dentro del proceso de la enseñanza... Sin embargo, debido a la naturaleza "discreta" y "so- cial" del escenario, naturaleza que ha sido enfatizada bajo estos enfoques, existe la tendencia de concebir el aula cerrada como una unidad totalmente separada del medio ambiente y libre de las presiones externas. Esta sobresim- plificación se debe evitar. Mientras que el aula cerrada ciertamente proporciona cierta protección frente a las demandas externas, no proporciona un aislamiento com- pleto: las presiones de los padres, de la comunidad, de los administradores y colegas se filtran hacia dentro del «santuario"_ Las formas en que las presiones externas interfieren en el aula cerrada son de dos tipos. La primera se refiere a lo que esperan los miembros del grupo, la otra se refiere a las fuentes de información que trascienden el aislamiento del escenario. Así, mientras el aula cerrada es una unidad social que está sujeta a expectativas particulares de com- portamiento, no está completamente aislada de las cir- custancias sociales en las que se encuentra situada; influ- yen en el orden del salón también las actitudes de los participantes, provenientes de sus experiencias en otras esferas de la vida social. Como los participantes de la situación social no separan totalmente su experiencia en el aula de todas las demás influencias de su vida, el aula cerrada no puede ser, en este sentido, un sistema social completamente separado... En segundo lugar, la naturaleza "discreta" del aula cerrada se ve puesta constantemente a prueba por factores que proporcionan información, aunque sea vaga o impreci- sa, sobre lo que sucede dentro del salón, a aquéllos que no están involucrados directamente en las actividades a su interior. Estas fuentes de "información al público" existen a pesar del aislamiento visual de los eventos que suceden dentro de la clase y no están basadas en la observación directa. Son fuentes indirectas de información, claves que le permiten a las personas ajenas deducir lo que sucede detrás de la puerta cerrada. Ejemplos de esta información al público pueden ser los resultados de los exámenes, los chismes, los comentarios de los alumnos; pero, el ruido que proviene del salón de clases constituye la fuente de información más inmediata y, bajo ciertas circunstancias, la más importante. El ruido es un medio a través del cual los maestros se dan cuenta de lo que sucede en otros salones a pesar del II 'lpullY IIIIIIIff 11114111 ,y II IIIIIIIIIIgr~~ 1 I 1 i? 104 105 al 3. hecho de que no pueden observar (visualmente) los eventos y es precisamente debido a que el ruido trasciende el aisla- miento del aula cerrada que se convierte en un factor altamente significativo en la práctica docente... El problema del ruido Decir que el ruido es un problema para el maestro no es, de ninguna manera, un punto de vista nuevo o debatido. Muy al contrario, la vasta mayoría de maestros recibirá esta afirmación más como una obviedad que como un descu- brimiento sorprendente de la naturaleza de la enseñanza. Los maestros hábiles ya saben que el ruido plantea un problema para su actividad rutinaria y adoptan medidas para mantener el ruido dentro de lo que ellos consideran un límite aceptable... Sin embargo, al observar esta situación, es necesario preguntarse por qué el ruido debe considerarse bajo una luz tan adversa y por qué "mantenerlos callados" es algo tan crucial en la actividad rutinaria del maestro. La res- puesta podría parecer simple. El ruido entorpece la ense- ñanza por parte del maestro y la concentración del alumno y, por lo tanto, obstaculiza el proceso de aprendizaje. Esta explicación ofrece definitivamente una razón del problema en la cual coinciden la mayoría de los maestros, y debe algo a la creencia de que un trabajo metódico y silencioso en clase es un requisito para aprender, y que una caracte- rística fundamental de la tarea rutinaria del maestro es procurar las condiciones adecuadas para el aprendizaje. Esta es, no obstante, una razón parcial del problema del ruido y no nos proporciona la respuesta completa... 106 Existe, de hecho, un número de formas en (1 tic el i i i 1 (1, o plantea un problema para el maestro, cada una i1c las cuales tiene una importancia muy particular. Los maestros podrían intentar reducir al mínimo los niveles de ruido en la clase simplemente, por ejemplo, porque el ruido les es desagradable. En una sociedad en la que el ruido es fácil- mente asociado con la agresión, no nos debe sorprender que se valore en alto grado que el grupo trabaje en silencio, como un escenario agradable para el trabajo docente, más que como un requisito necesario para el proceso de apren- dizaje. Los intentos de controlar el ruido podrían derivarse también del deseo de evitar el efecto fatigante de trabajar con un constante nivel alto de ruido. Los maestros, des- pués de todo, son empleados que, así como los trabajado- res industriales, sufren los mismos efectos nocivos de estar sujetos al ruido por un periodo de tiempo prolongado; al establecer activamente un ambiente de silencio, pueden reducir uno de los muchos aspectos fatigantes de su trabajo... Sin embargo, una característica crucial del problema del ruido es precisamente que tiene implicaciones dentro de una comunidad de maestros (que se generan dentro de la situación escolar) porque proporciona una fuente analí- ticamente distinta de la predisposición del maestro a controlar el ruido dentro de su aula. Muy aparte de los niveles individuales de tolerancia o de sentimientos perso- nales del maestro respecto al ruido, la situación social de la escuela y las presiones sociales percibidas como resulta- do directo de trabajar en el ambiente escolar influyen en la actitud de los maestros respecto al ruido en su grupo... 107 I I GIIIIIIII„ 1011,11. 14m llu plll un 1IIII MILI 4. En particular, el ruido que proviene de los salones de clase se entiende como falta de control del grupo y como cierta falta de capacidad por parte del maestro que está a cargo y este significado del ruido, informalmente com- partido, refuerza la estrategia de "mantenerlos callados" como un medio de protección y de proyección de una impresión de competencia dentro de una comunidad de maestros; contrarresta la posibilidad de que el ruido del salón de clases se considere evidencia de falta de control del grupo... EL MAESTRO COMO SUJETO a 108 nunullYN IIIxIIIXYyII x11111 11 III 1,114,11U In II IIIIII xl'. x411 1 , 1 1 1 1 10 VIII iII" 109 1


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