El historiador cartagenero Alfonso Muñera Cavadia parece decidido en su reciente publicación, a ubicarse en el centro del debate sobre las dificultades para crear nación en los inicios del siglo XIX y a desafiar la idea, perezosamente aceptada, de la existencia de una comunidad imaginada hacia el siglo XIX. Muñera parte de considerar poco ajustados a una seria revisión histórica, los mitos que dieron origen a la nación y que fueron presentados en los años veinte del siglo XIX por José Manuel Restrepo: `que la Nueva Granada era, al momento de la independencia, una unidad política cuya autoridad central gobernaba el virreinato desde Santa Fe ... que la élite criolla dirigente de la Nueva Granada se levanta el 20 de julio de 1810 en contra del gobierno de España impulsada por los ideales de crear una nación independiente` y `que la independencia de la Nueva Granada fue obra exclusiva de los criollos. Los indios, los negros y las <> se aliaron con el imperio o jugaron un papel pasivo bajo el mando de la élite dirigente`). A juicio de Muñera, Restrepo creo unas `ficciones` sobre el origen de la nación que no han sido refutadas en la posterior historiografía colombiana, ni entre los extranjeros que se han ocupado de esos problemas de nuestra historia. Múnera le apuesta entonces a una revisión fundamental de esa historiografía, a partir, principalmente, de la historia de Cartagena, como cabeza de lo que el autor denomina un centro en el que `se configura una visión temprana, embrionaria si se quiere, de conciencia regionalista`. En este enfoque uno encontraría reminiscencias de la idea de Eduardo Lemaitre según la cual `la historia de Cartagena es, en cierto modo, la de Colombia... Hay largas épocas durante las cuales Colombia no tiene más historia que la de Cartagena`. La hipótesis central de Múnera señala `que la construcción de la nación fracasó porque la Nueva Granada como unidad política no existió nunca. Que al estallar la independencia no hubo una elite criolla con un proyecto nacional, sino varias elites regionales con proyectos diferentes` y `que las clases subordinadas tuvieron una participación decisiva, con sus propios proyectos e intereses, desde los orígenes de la revolución de independencia`. Entre los sectores subordinados, Múnera destaca el rol jugado por los mulatos durante la primera independencia de Cartagena (1811-1815), como fue el caso de Pedro Romero y Pedro Medrano