INDICEINTRODUCCION .................................................................................................................... 3 CAPITULO I ............................................................................................................................ 4 SEGURIDAD CUIDADANA ...................................................................................................... 4 1. 2. 3. 4. HISTORIA DEL CONCEPTO ............................................................................................. 5 ORIGEN: ......................................................................................................................... 7 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA SEGURIDAD CIUDADANA EN EL PERÚ ................. 7 ESTRUCTURA CONCEPTUAL DE LA SEGURIDAD CIUDADANA. PROBLEMAS QUE AFECTAN LA SEGURIDAD CIUDADANA ................................................................................. 8 5. 6. 7. 8. 9. CONCEPTO:.................................................................................................................. 12 ORDEN INTERNO ......................................................................................................... 13 ORDEN PÚBLICO .......................................................................................................... 14 CAUSAS: ....................................................................................................................... 15 ETIOLOGÍA DE LA SEGURIDAD CIUDADANA................................................................ 16 CAPITULO II ......................................................................................................................... 18 PLAN NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA 2013-2018 ................................................ 18 Aproximación al concepto de seguridad ciudadana....................................................... 18 2. EL DIAGNÓSTICO DE LA INSEGURIDAD, LA VIOLENCIA Y EL DELITO EN EL PERÚ ....... 20 Principales indicadores: ...................................................................................................... 20 A. Homicidios ............................................................................................................... 20 B. C. Victimización ........................................................................................................... 22 Percepción de inseguridad ...................................................................................... 25 D. Confianza en las instituciones ................................................................................. 28 3. PLAN NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA 2013-2018 ......................................... 30 1 Factores críticos de éxito .................................................................................................... 30 Liderazgo político ............................................................................................................... 31 Recursos ............................................................................................................................. 31 Compromiso ....................................................................................................................... 31 Institucionalización ............................................................................................................. 32 Visión al 2018 ..................................................................................................................... 32 Misión ................................................................................................................................. 32 Objetivos estratégicos ........................................................................................................ 33 CONCLUSIONES .................................................................................................................. 35 BIBLIOGRAFIA ..................................................................................................................... 36 2 INTRODUCCION La seguridad en estos últimos años ha cobrado vital importancia en las políticas de estado, pues se está viendo afectada uno de las principales derechos del hombre "el derecho de vivir en paz" en condiciones adecuadas para su desarrollo. Pero quizá la problemática específica en este tema de Seguridad Ciudadana está en lo urbano más que en lo rural, vinculado principalmente con el aumento de la delincuencia, alarmantes cifras de homicidios, robos, afectando el normal desarrollo del Capital Humano. Por esta razón nos parece interesante plantear un tema de esta magnitud, realizando así un análisis de la Seguridad Ciudadana, su origen, problemas, su concepto, y sus causas. El presente Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018 es producto de los aportes de varios actores sociales. Ellos convergen en el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC) como máximo organismo encargado de la formulación, conducción y evaluación de las políticas de seguridad ciudadana. Finalmente, cabe asegurar que este Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018 señala un norte programático que permitirá, a través de su aplicación en un proceso de corto y mediano plazo, una acción intersectorial e intergubernamental efectiva. Permitirá reducir, de forma significativa y sostenible, los niveles de violencia en nuestro país. Con el presente trabajo pretendemos contribuir al mejor conocimiento de la situación delincuencial en el Perú, a pesar de las limitaciones y posibles errores de este proyecto de investigación. Al final presentaremos las conclusiones a las que hemos arribado luego de la investigación. Sin más preámbulos pasaremos a desarrollar nuestro tema. 3 CAPITULO I SEGURIDAD CUIDADANA La falta de seguridad ciudadana ha pasado a ser en los últimos tiempos uno de los temas centrales de preocupación de los ciudadanos y, por lo tanto, una de las Cuestiones a resolver por los responsables políticos de principios de este siglo. De este modo, Kris Bonner dice: El interés de la población que hace referencia a la delincuencia ha aumentado enormemente en los últimos años. La seguridad es una condición necesaria para el funcionamiento de la sociedad y uno de los principales criterios para asegurar la calidad de vida. En efecto, la crisis de la seguridad y su correlativa necesidad de reforma (a pesar de su importancia y de la necesidad de un debate en profundidad) han conducido a que, en ocasiones, desde los ámbitos de gobierno se formulen recetas simplistas para actuar sobre los síntomas y no sobre las causas. Sin embargo, la bestia inmortal, tiene un talón de Aquiles, se puede acabar con ella con sólo un disparo con una bala de plata al corazón. De este modo, por ejemplo, hemos asistido impávidos a la equiparación entre inmigración y delincuencia. Es evidente que los problemas de la emigración no pueden ser resueltos mediante la criminalización o el rechazo a la diversidad. Es más, esta canalización solamente ha conseguido aumentar la confusión y la preocupación de los ciudadanos. Si reflexionamos, lo que tendremos que aducir es que detrás de la inmigración lo que hay es el respeto a la diversidad: resulta evidente, que lo que es diferente ha de ser tratado de manera diferente. Muy acertadas son las palabras de Albert Buitenhuis que afirma: La gente piensa, siente y actúa de manera diferente, y eso significa que no todo el mundo tiene las mismas habilidades. De hecho, siempre han habido diferencias entre la gente: es un fenómeno común. A lo sumo, nosotros podemos concluir que nuestra sociedad está convirtiéndose progresivamente en diversa. Esta realidad, no obstante, de ninguna manera es el resultado de la corriente constante de inmigrantes. El hecho de que la gente es diferente también tiene un efecto en las organizaciones y, por lo tanto, la cuestión de si 4 tuviésemos que trabajar o no con la diversidad dentro de las organizaciones es, en consecuencia, irrelevante, porque lo hemos estado haciendo durante siglos. Sin embargo, nuestra cultura no apoya a la diversidad. No nos gusta la gente que se desvía de los demás, no por que tengamos mentalidades estrechas, sino porque este hecho comporta problemas y las organizaciones encuentran difícil tratar con problemas de esta naturaleza. Y, de la misma manera que no podemos resolver el problema de la diversidad con soluciones sencillas, por la propia naturaleza del problema, hemos de asumir que por mucho que nos suponga problemas, el hecho de la seguridad, de acuerdo con la concepción que defendemos, es un problema complejo, que afecta a la sensación de las personas, de influencia fundamentalmente urbana, de clase transversal (institucional, económica y social), que por lo tanto, exige un debate complejo con la participación de los ciudadanos de donde se deriven soluciones, también, complejas. SEGURIDAD: Es la necesidad básica de la persona, grupos humanos y un derecho inalcanzable, inalienable del hombre, de la sociedad y del Estado. Denota: Confianza. Tranquilidad. Prevención. Protección. Preservación. Previsión. Defensa. Control. Estabilidad. Garantía.Es pensar que no debe pasar nada No debe tener amenaza. Estar prevenido a todo riesgo. Tomar medidas preventivas. protegerse, cubrirse de algún riesgo. Anticiparse, adelantarse a un hecho. Resguardarse y estar a la defensiva. Dominar todo tipo de mala reacción. Firmeza antes, durante y después de algún riesgo. cosa que asegura y ampara alguna necesidad- 1. HISTORIA DEL CONCEPTO La seguridad ciudadana garantiza que se puedan ejercer los derechos individuales sin impedir a los demás disfrutar de los suyos. 5 El origen moderno del concepto seguridad ciudadana es consecuencia directa de otro concepto del siglo XVIII al inicio de la Edad Contemporánea: el orden público.4 Este es un concepto liberal que aparece en el artículo 9 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, documento fundamental de la Revolución francesa: Nadie puede ser inquietado por sus opiniones, incluso las religiosas, siempre y cuando su manifestación no altere el orden público establecido por la ley. Además el artículo 4 del mismo documento relaciona la libertad individual con este concepto: La libertad consiste en poder hacer todo lo que no sea perjudicial al otro. Así, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tienen otro límite que aquellos que aseguren a los otros miembros de la sociedad el disfrute de estos mismos derechos; estos límites sólo pueden estar determinados por la ley. En este sentido, si extendemos el concepto de orden público como limitación a la libertad ideológica del artículo noveno, a la definición de libertad individual del artículo cuarto, aparece el concepto de orden público: El orden público se establece como garantía y límite de la libertad y, como ésta, consiste en que nadie puede hacer nada que sea perjudicial a los demás. Con el tiempo este concepto de orden público evolucionó hacia el de seguridad ciudadana, mucho más amplio, y que incorpora los valores del Estado social y democrático de Derecho; hasta el punto que el concepto va más allá de forzar a los ciudadanos a la obediencia de la norma, sino garantizar la calidad de vida de los mismos. Esta pregunta es bien interesante, porque al colocar en el mismo plano los conceptos de democracia y seguridad, percibimos con mayor claridad el riesgo que se corre cuando frente a las demandas de seguridad, la democracia aparece asociada a sentimientos de peligro, miedo y urgencia. Se trata, entonces, de dejar de lado el paradigma del orden, para ubicarnos en el de la seguridad urbana, entendiendo seguridad de las personas y no seguridad del Estado. En el contexto de España e Hispanoamérica el uso de distintos términos por los diferentes regímenes dictatoriales de la segunda mitad del siglo XX como eufemismos de 'represión' hacen que no siempre se asocie términos como los expuestos a valores 6 asociados a la libertad. Así en el cono sur se prefiere el término seguridad de los habitantes ya que el término 'seguridad ciudadana' fue usado por las fuerzas armadas en los años 60 como aplicación de doctrinas represivas como la de 'seguridad nacional' impartida en la Escuela de las Américas. En contraposición, en España la expresión 'seguridad ciudadana' se prefiere sobre 'orden público', usada como medio represivo en la dictadura de Francisco Franco. 2. ORIGEN: El Termino "Seguridad Ciudadana", ha sido muy extraño en la doctrina cristiana y legislación política, hasta la última Constitución Política del año 1999. Esta expresión de Seguridad Ciudadana es originaria de España. Donde existen normas y leyes como la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana que tiene por objetivo la protección, prevención, garantía que se tenga que dar a los ciudadanos para que puedan intervenir libremente, y con las garantías correspondientes a fin de tener una tranquilidad, paz y seguridad tanto de los bienes, como de las personas que representa la vida en la comunidad. En este País la policía tiene a su cargo la seguridad pública y la seguridad ciudadana es parte de ella, donde tiene la responsabilidad, el control de diversos problemas sociales. 3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA SEGURIDAD CIUDADANA EN EL PERÚ En la década del 90 y específicamente a partir del año 1991, en el distrito de San Isidro se organizó y puso en funcionamiento el servicio de Serenazgo patrocinado por el Dr. Carlos Neuhaus Rizo Patrón, Alcalde del mencionado distrito, con el propósito de combatir la prostitución, el Homosexualismo y la drogadicción, así como apoyar a la Policía Nacional en su función de prevención, orientando su esfuerzo a dar tranquilidad y bienestar al vecino de san Isidro. Ante tal problemática los legisladores en el año 1993 consideraron de vital importancia consignar en la Carta Magna, dispositivos específicos Sobre la Defensa Nacional, el Orden Interno y la Seguridad Ciudadana. 7 4. ESTRUCTURA CONCEPTUAL DE LA SEGURIDAD CIUDADANA. PROBLEMAS QUE AFECTAN LA SEGURIDAD CIUDADANA Concepto: se entiende por seguridad a la exención de peligro o daño, que consiste en contrarrestar el peligro mediante un equilibrio entre fiabilidad y riesgo aceptable. La seguridad es la base principal para el desarrollo de los pueblos, sociedades y naciones, la nueva concepción del neoliberalismo con su teoría de la globalización, ha sido acompañado con un crecimiento de una cultura del delito. En la actual situación en la que vive el mundo y en cualquier otra parte no puede haber civilización sin seguridad, así como no puede existir un Estado-nación sin seguridad, por tanto, no puede existir desarrollo sin seguridad. La seguridad es un término que estuvo unido siempre a la concepción de Estado-nación, emergiendo sobre todos los conceptos, la seguridad de Estado por encima de la seguridad individual de las personas. Desde que surgen los Estados en el contexto político universal, a la seguridad se le asignar la disposición de todos los medios con los que cuenta una sociedad o Estado-nación, para brindar protección a la comunidad. Ciudadano (a) habitante de una ciudad, de una comunidad a quien se le otorga derechos y libertades y recíprocamente se encuentra obligado a cumplir deberes establecidos para con la comunidad. Las sociedad, organizaciones tanto públicas como privadas, el individuo y la población en general, inclusive la misma Policía Nacional ha conceptualizado de manera poco precisa la seguridad ciudadana, entendiéndola como si se tratara de una función y obligación del Estado con sus fuerzas y medios de seguridad permanente a la ciudadanía. Sin embargo esta no es la concepción actual de la seguridad ciudadana. Se ha usado a la seguridad ciudadana como bandera de campaña política en las elecciones que acabamos de tener en el país, con ofertas orientadas en esa obligación estatal de brindar seguridad permanente y estrecha a los ciudadanos, ofertas de incremento en el número de agentes policiales, otros en municipalizar la policía, dotación de medios motorizados y equipos a la institución policial, incremento de patrulleros, como manera de garantizar la seguridad ciudadana, no solo los candidatos presidenciales en sus planes de gobiernos hacían estas 8 ofertas eleccionarias, también lo harán los candidatos municipales en sus planes de gobiernos en las próximas elecciones municipales han llegado incluso a involucrar al ejército en la seguridad ciudadana, este error ha sido incrementado por la mala información sobre el concepto de seguridad ciudadana proporcionada por los mismos medios de comunicación. Según los estudios en criminología administrativa" la lucha contra el crimen o delincuencia debe basarse en la reducción del riesgo y la redistribución del mismo, es decir a la reducción de las oportunidades que expone el mismo ciudadano para la comisión de los delitos y faltas por parte de los delincuentes. En esta reducción de los riesgos, la población local juega un papel importante, como por ejemplo tomar medidas preventivas en sus domicilios en trayecto a su centro de labor o en los lugares donde asiste como responsabilidad individual de cada ciudadano, la policía solo puede combatir el crimen con mayor eficiencia, si existe una cooperación estrecha y abierta con la población, esta repartición de las responsabilidades entre los individuos, la población y la policía, permite una estrechez del riesgo y la fiabilidad, lo que lleva a determinar que el riesgo pueda reducirse en la medida que se alcanza una cohesión y confianza de la población en su institución policial. La policía, constituye el pilar fundamental para la represión, en la medida que mantenga una relación estrecha y un trabajo coordinado con las instituciones del Estado por medios de sus instituciones públicas comprometidas de acuerdo a ley con los ciudadanos que conforman la población. Si la policía como "sistema experto estatal" falla las consecuencias serán mayores que las que tenemos en este momento. Este vendría a ser el resultado o finalidad de la seguridad ciudadana, pero no podemos entenderlo como el concepto. La seguridad ciudadana debe ser presentadas como acciones "democráticas" vale decir con participación de la sociedad esto implica necesariamente cambios en la relación Estado-Sociedad Civil, impulsando el primero la participación activa de la comunidad, propiciando la conciencia de seguridad como una necesidad en cada ser humano los Comités de Seguridad deberán priorizar acciones de prevención del delito y la violencia. Desde ellos motivar e incentivar la participación activa y comprometida de los vecinos en sus respectivas jurisdicciones, a los empresarios privados a las Compañías de Seguridad 9 Privada la gestión de estrategias de prevención del delito, asignando funciones obligatorias a los gobiernos municipales, a la PNP Y fundamentalmente capacitar y organizar a los vecinos, empresariado privado, instituciones educativas, cívicas, vecinales, u otras con capacidades de responsabilidad en seguridad ciudadana. La seguridad ciudadana no es un tema reciente, sino data de mucho tiempo atrás, se ha tocado el tema en foros en el marco de organismos internacionales y en citas bilaterales y multilaterales presidenciales de diferentes países, buscando la unificación de mecanismos y métodos de la lucha contra la delincuencia que ha venido en aumento progresiva y sostenidamente. La población ha perdido en un gran porcentaje la credibilidad hacia la policía, y lo preocupante es que no existe la clara voluntad de cambiar esta cultura de extorsión policial. Se puede comprobar, que en los Comités de seguridad ciudadana existe poca participación activa de organizaciones ciudadanas, privadas, instituciones vivas y representativas del pueblo o ciudadanía. La poca claridad en la concepción por el Estado sobre seguridad ciudadana así como de sus organizaciones públicas encargadas de organizar y poner en marcha la seguridad ciudadana se debe a la poca difusión y estudio que se ha realizado, debemos estar conscientes que hoy por hoy , "el Estado no está en capacidad de satisfacer eficientemente las necesidades de seguridad de la población", por lo que es necesario integrar a la ciudadanía a que sea participe activa de su nuevo rol que le corresponde cumplir en su auto seguridad y con conciencia de responsabilidad. Falta de capacitación profesional del organismo experto en seguridad ciudadana (la policía) que permita una verdadera integración de la ciudadanía a la seguridad ciudadana. La seguridad ciudadana es participación activa de la ciudadanía. Para que se pueda concretar una verdadera integración del ciudadano a su auto seguridad, se debe integrar a los Comités de Seguridad Ciudadana a los tres poderes del Estado y todas las instituciones públicas y privadas que hemos mencionado anteriormente, más la Iglesia Católica, las instituciones cívicas, vecinales, empresariado privado, asociaciones 10 de profesionales, organizaciones laborales, sistema universitario público y privado, sistema de educación escolar públicos y privados, medios de comunicación de masas televisivos, impresos y radiodifusión organizaciones deportivas, asociaciones y fraternidades culturales, científicas, productivas, campesinas y de pueblos originarios. Solamente con una integración total de la sociedad civil y su responsabilidad consciente en su auto seguridad puede cumplirse con la seguridad ciudadana: lo más importante de esta nueva concepción de seguridad, es que no se requiere necesariamente de recursos, ni públicos menos privados, es simplemente comprometer a la población con su participación activa en forma personal, coparticipativa y organizada, a integrarse al sistema de seguridad, que bajo la responsabilidad de los Gobiernos locales y la dirección técnica de la policial, se organice a los vecinos a través de la doctrina policíacomunidad, juntas vecinales, y la seguridad privada, empresarial, industrial, de los servicios de transporte público, con sistemas de comunicación que integre a los vecinos con la fuerza policial. Todo este sistema de seguridad ciudadana bajo la coordinación, el apoyo, asesoramiento, integración y auxilio permanente de la Policía Nacional como institución experto y especializado, se logrará una verdadera seguridad ciudadana Mientras las discusiones académicas y de funcionarios interestatales prosigue en diversos foros de las tres Américas por más de una década, en la Asamblea de la OEA llevada a cabo en Canadá a inicios del año 2000, ha surgido una nueva propuesta que se añade a la discusión sobre la seguridad hemisférica, se trata esta vez de la propuesta canadiense denominada seguridad humana. La seguridad humana constituye un cambio de perspectiva que coloca a las personas como el centro de referencia en los asuntos internacionales, trata de afrontar las numerosas amenazas contra la seguridad de las personas. Se trata principalmente de colocar a las personas en primer lugar y mejorar nuestra pericia y capacidades colectivas para proteger los derechos y garantizar la paz indispensable y la estabilidad, como un pre-requisito clave para el desarrollo humano sostenible. La seguridad humana como una respuesta necesaria a los grandes cambios producidos en los entornos políticos económicos y sociales internacionales; sin embargo estos cambios han creado oportunidades para los delincuentes internacionales y las personas 11 sin escrúpulos. Reiteran que hoy en día el crimen organizado tiene una visión global, pero actúa a nivel local, y todos los pueblos sufren las consecuencias. Este tema está asociado al problema de las drogas, conexos como la corrupción y el tráfico de armas pequeñas, sigue sirviendo como catalizador para aumentar la violencia y el crimen, en este contexto debe preocupar la protección de la niñez por ser el segmento poblacional más vulnerable. La seguridad humana debe sensibilizarse ante el hecho de que los niños y jóvenes del hemisferio sufren de manera desproporcionada los efectos de los conflictos y de la violencia origina traumas físicos y psicológicos, esto ya constituye una tragedia, sino se corrige pueden ser permanentes en futuras generaciones 5. CONCEPTO: El concepto de la seguridad ciudadana domina el debate sobre la lucha contra violencia y delincuencia en América Latina. La expresión está conectada con un enfoque preventivo y, hasta cierto grado, liberal a los problemas de violencia y delincuencia. El término pone énfasis en la protección de los ciudadanos y contrasta con el concepto de la seguridad nacional que dominaba el discurso público en décadas pasadas y que enfocaba más en la protección y la defensa del Estado. Existen múltiples conceptos y nociones del término "seguridad ciudadana" y su contenido concreto puede variar considerablemente dependiendo del actor o autor quien lo utilice. Por ejemplo, no hay un consenso si la seguridad ciudadana se refiere también a riesgos o amenazas de tipo no intencional (accidentes de tránsito, desastres naturales) o de tipo económico y social. Un punto en que sí concuerdan la gran mayoría de autores es que el término referencia a dos niveles de la realidad: Primero, se refiere a una condición o un estado de un conjunto de seres humanos: a la ausencia de amenazas que ponen en peligro la seguridad de un conjunto de individuos. En ese sentido, el término tiene un significado normativo. Describe una situación ideal que probablemente es inexistente en cualquier lugar del mundo pero que funciona "como un objetivo a perseguir"[4] por ejemplo, define la seguridad ciudadana como "la 12 condición personal, objetiva y subjetiva, de encontrarse libre de violencia o amenaza de violencia o despojo intencional por parte de otros." Segundo, se refiere a políticas públicas encaminadas a acercar la situación real a la situación ideal, es decir, se refiere a políticas que apuntan hacia la eliminación de las amenazas de seguridad o hacia la protección de la población ante esas amenazas. En ese sentido, el término se refiere a prácticas sociales empíricamente existentes. 6. ORDEN INTERNO Uno de los conceptos sobre orden interno desarrollado por el Instituto de Altos Estudios Policiales (INAEP), señala que “es una situación de paz en el territorio nacional y de equilibrio en las estructuras socio-jurídicos políticas del Estado, regulado por el Derecho Público y el poder político, orientado a mantener el Estado de Derecho a fin de lograr el desarrollo nacional. De lo expuesto podemos deducir que el resquebrajamiento del orden interno afecta básicamente a las estructuras del Estado y a toda la nación en su conjunto, así como al sistema de gobierno legalmente constituido y por su naturaleza estas acciones son eventuales. Las movilizaciones de cocaleros a la ciudad de Lima en abril del 2004 exigiendo entre otras reclamaciones de legalización de cultivo de la hoja de coca y los sucesos de IlavePuno donde se produjo el asesinato “linchamiento” de un alcalde provincial, ambos hechos fueron casos típicos de acciones que empezaron con alteraciones del orden público en sus respectivas demarcaciones territoriales, mediante bloqueo de carreteras y otras acciones que perjudicaron e normal desarrollo de las actividades ciudadanas. Al persistir dichas acciones y hacerse cada vez más violentas, estas ingresaron al ámbito del orden interno, porque afectaron a la política de gobierno, a su desarrollo y a la imagen del Perú en el contexto internacional. En estos casos, el control y restablecimiento de orden interno continuaron bajo la responsabilidad de la Policía Nacional pero si la gravedad de los hechos hubiera subsistido, el Gobierno tenía en esas circunstancias la potestad de decretar el estado de emergencia, pudiendo asumir el control 13 restablecimiento del orden interno las Fuerzas Armadas, con autorización del Presidente de la República. En resumen, el orden interno se resquebraja por la presencia en el escenario nacional de una serie de factores de tipo político, jurídico y socio-económico que perjudican al Estado y a la gobernabilidad. 7. ORDEN PÚBLICO Pero si tratamos al orden público dentro de un concepto restringido, nos estamos refiriendo a la tranquilidad, seguridad, salubridad y moralidad públicas, como garantías contra alteraciones y desórdenes en las calles y recintos públicos. Las alteraciones de orden público dentro de estos conceptos son de naturaleza social y afectan a la población en general sin distinción de estratos socioeconómico. Sus implicancias atentan contra las buenas costumbres, contra el patrimonio público y privado la tranquilidad, es decir afectan la paz social. Como factor de perturbación social son permanentes y ocurren en forma continua particularmente en las calles, plazas, carreteras y recintos abiertos al público. Para lograr su restablecimiento la Policía Nacional previene, planifica y ejecuta acciones en un régimen de policía ordinario en el marco de la Constitución y de las leyes. En este contexto el orden público es, “una situación de equilibrio social, condicionado por el respeto al orden jurídico y acompañado de una voluntad formal en función a las costumbres, convicciones y sentimientos de una comunidad Si el control y el restablecimiento del orden público rebasa la capacidad operativa del accionar cotidiano de la Policía Nacional y su persistencia empieza a afectar al Estado, entonces estas alteraciones ingresan al campo del orden interno y tienen que ser, en sus inicios, normalizadas con el empleo de unidades especializadas de la Policía Nacional en cualquier parte del país que se produzcan Todas las alteraciones sociales que ocurren diariamente en las calles, plazas y recintos públicos de las ciudades y carreteras del país, son acciones que afectan al orden público y 14 su control y restablecimiento corresponden a la Policía Nacional dentro de un régimen de policía ordinario de la Constitución, las leyes y el respeto a los derechos humanos. Las acciones contra la criminalidad y delincuencia en el ordenamiento constitucional peruano siempre estuvieron ubicadas en el ámbito del orden público. En la actual Constitución aparece una nueva categoría conceptual con el nombre de seguridad ciudadana, referida básicamente al estado de tranquilidad y seguridad que debe tener una colectividad local, para que pueda desarrollar sus actividades cotidianas y usar sus bienes exento de riesgos y amenazas que significa el incremento de la criminalidad y delincuencia. En consecuencia, la seguridad ciudadana aparece en nuestra Constitución en defensa del ciudadano contra la creciente diversidad de formas de criminalidad y violencia urbana que se producen particularmente en las ciudades. 8. CAUSAS: "La causa por la cual se origina la seguridad ciudadana es por la INSEGURIDAD CIUDADANA, La inseguridad ciudadana se define como el temor a posibles agresiones, asaltos, secuestros, violaciones, de los cuales podemos ser víctimas"[6]. Hoy en día, es una de las principales características de todas las sociedades modernas, y es que vivimos en un mundo en el que la extensión de la violencia se ha desbordado en un clima generalizado de criminalidad. A continuación, presentamos la vertiginosa transición de la delincuencia en el país y las causas que originan esta incertidumbre en la sociedad. Entre las causas de inseguridad que se detectan, está el desempleo que vive una gran cantidad de personas; las personas que atentan contra los bienes y la integridad física de los ciudadanos lo hacen, frecuentemente, por no tener un empleo estable que les garantice ingresos suficientes para mantener a su familia. También, se identificó a la pobreza como otra causa que puede generar agresividad y que causa, además, altos índices de delincuencia que, generalmente, se ubican en las zonas marginales de la ciudad. 15 La falta de educación es otra causa. La escasa (y, muchas veces, inexistente) educación de los ciudadanos genera delincuencia, agresividad y, por supuesto, inseguridad en aquellas personas que se mantienen al margen, pero que son los que sufren las consecuencias de esta situación. Asimismo, la cultura tan pobre de nuestra población genera altos índices delictivos y de agresividad contra las personas. Puede afirmarse que, cuanta menos educación y cultura tengan las personas, más propensas a la delincuencia y al crimen serán En conclusión, la inseguridad ciudadana puede ser superada si el Estado crea un sistema educativo que disminuya las cifras de deserción escolar que inciden en la criminalidad, y que, además, ofrezca oportunidades laborales a todos los sectores de la sociedad. 9. ETIOLOGÍA DE LA SEGURIDAD CIUDADANA ETIOLOGIA.- Estudio de las causas de algo. La Problemática de la Seguridad Ciudadana en el Perú y especialmente en Lima, se hace cada vez más preocupante por el alarmante incremento de delitos, faltas, y otras infracciones que afectan gravemente a la comunidad, la vida, salud e integridad física y mental de las personas, sino también de la propiedad pública y privada. Las acciones de mayor incidencia que provocan una inseguridad permanente en todos los estratos sociales de la comunidad, se traducen en los siguientes hechos: El crimen organizado. Los delitos, faltas y otras infracciones aisladas, pero concurrentes. La Drogadicción y el Tráfico Ilícito de Drogas. Rezagos del terrorismo. Los delitos económicos (El contrabando, la especulación y el acaparamiento. Derivándose estos en: (1). Asaltos perpetrados en diferentes horas del día, tanto en agravio de personas como de instituciones u organizaciones, como resultado de los cuales pueden devenir daños a la vida y la salud e integridad física y cívica de los agraviados. 16 (2). Secuestro de personas en sus diferentes modalidades. (3). Atentados contra la propiedad (robos, hurtos, apropiaciones). (4). Delitos contra el honor sexual (violaciones contra mujeres y menores). (5). Atentados contra la libertad en otras modalidades (rehenes). (6). Atentados Terroristas. (7). Tráfico Ilícito de Drogas (producción y comercialización). (8). Delitos que atentan contra la economía individual o colectiva y/o del Estado. (9). Accidentes de tránsito con daños personales y/o materiales. (10). Desastres, sismos, catástrofes, incendios, explosiones y otros siniestros. (11). Disturbios callejeros que alteran el Orden Público y la Paz Social, poniendo en riesgo la seguridad de las personas. (12). La drogadicción, consumo de estupefacientes por adolescentes y otros. (13). Comercio ambulatorio ilícito en detrimento de la vida, la salud y la economía de las personas. (14). La contaminación ambiental, la destrucción de la flora y fauna. (15). La violencia Individual y colectiva. (16). El absentismo escolar para dedicarse a actividades irregulares que a veces deriva en el delito. (17). La proliferación indiscriminada de publicaciones (revistas, periódicos, volantes y etc.) que atentan contra la dignidad y el pudor, distorsionando la formación moral de los niños y adolescentes. (18). Homosexualidad y prostitución callejera. 17 CAPITULO II PLAN NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA 2013-2018 1. MARCO CONCEPTUAL En este capítulo, se presentan los conceptos más importantes para entender la problemática que atañe a la seguridad ciudadana. Aproximación al concepto de seguridad ciudadana Según la Organización de las Naciones Unidas, el desarrollo humano es un proceso de expansión de las libertades efectivamente disfrutadas por las personas. El proceso no resulta, en modo alguno, inevitable. Por el contrario, está plagado de amenazas. Precisamente por ello, el desarrollo humano debe estar indisolublemente ligado a la seguridad humana, que tiene como propósito proteger al individuo frente a amenazas de distinta naturaleza: desastres naturales, criminalidad, enfermedades y epidemias, hambre, pobreza extrema, dictaduras y totalitarismo. La seguridad ciudadana es solo uno de varios componentes de la seguridad humana, aquel responsable de enfrentar las amenazas violentas y delictivas contra las personas y sus bienes. Tiene dos acepciones. La primera la define como la condición —objetiva y subjetiva— de encontrarse el individuo libre de violencia o amenaza de violencia, o despojo intencional por parte de otros. El concepto de violencia denota el uso o amenaza de uso de la fuerza física o psicológica con el fin de causar daño o doblegar la voluntad. La noción de despojo remite al acto de privar ilegítimamente de su patrimonio a una persona física o jurídica. Aunque esta definición parecería restrictiva, en realidad incluye a todos los delitos contra las personas, como el homicidio, la agresión, la violación, el secuestro y la trata de personas, así como los delitos contra el patrimonio, tanto privado (robo, hurto y estafa) como público (soborno y cohecho). Incluye, además, modalidades delictivas propias del crimen organizado, como el narcotráfico, el tráfico de armas, el lavado de activos o el 18 comercio de bienes ilegales, que “están muy estrechamente relacionados con la violencia y el despojo, aunque no dañen directamente a las personas o a su patrimonio”. La segunda acepción es la acción destinada a proteger a los ciudadanos frente a los hechos de violencia o despojo, lo que se persigue con una política pública, entendida como los lineamientos o cursos de acción que definen las autoridades estatales. Esto constituye una obligación positiva del Estado derivada de sus compromisos internacionales para garantizar los derechos fundamentales. La Comisión Andina de Juristas precisa un conjunto de cinco elementos que los países deben considerar en la implementación de sus políticas de seguridad ciudadana. Uno, que la protección de los ciudadanos debe darse en el marco de la Constitución y las leyes. Dos, que no debe limitarse exclusivamente a la lucha contra la delincuencia, sino en crear un ambiente propicio y adecuado para la convivencia pacífica de las personas. Tres, que sobrepasa la acción policial y, por tanto, demanda la participación coordinada de todas las instituciones públicas y privadas. Cuatro, que la Policía, como uno de los actores fundamentales, debe definir un nuevo perfil, orientado a la comunidad antes que hacia el Estado. Cinco, que debe ponerse mayor énfasis en el desarrollo de acciones preventivas. Dicho esto, cabe precisar que, desde una perspectiva de derechos humanos, el concepto de seguridad ciudadana es el más adecuado para el tratamiento de los problemas de criminalidad y violencia, en lugar de los conceptos de seguridad pública, seguridad interior u orden público, por cuanto tiene un enfoque centrado en la construcción de mayores niveles de ciudadanía democrática, con la persona humana y los grupos sociales como objetivo central de las políticas, a diferencia de la seguridad del Estado o el de determinado orden político. Carrión agrega que la seguridad ciudadana se diferencia de la pública, en tanto estas últimas se constituyen desde una concepción Estado-céntrica y la primera desde una ciudadana. En los últimos años el concepto de convivencia social ha sido ligado al de seguridad ciudadana, en la medida que está referido a la promoción de la adhesión de los ciudadanos a una cultura ciudadana basada en el respeto a la ley, a los demás y a unas normas básicas de comportamiento. 19 En este contexto, la Ley 27933 que crea el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana considera que la seguridad ciudadana es la acción integrada que desarrolla el Estado, con la colaboración de la ciudadanía, para asegurar la convivencia pacífica, la erradicación de la violencia y la utilización pacífica de las vías y espacios públicos, así como contribuir a la prevención de la comisión de delitos y faltas. Con mayor detalle, su reglamento aprobado mediante Decreto Supremo 012-2003-IN, precisa que su orientación final es la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades, así como garantizar la seguridad, la paz, la tranquilidad y el cumplimiento y respeto de las garantías individuales y sociales a nivel nacional. 2. EL DIAGNÓSTICO DE LA INSEGURIDAD, LA VIOLENCIA Y EL DELITO EN EL PERÚ A continuación revisaremos los principales indicadores sobre la situación de inseguridad, violencia y delito en el Perú: los homicidios, la victimización, la percepción de inseguridad, la confianza en las instituciones y las causas relacionadas al problema. A partir de allí, podremos desarrollar un diagnóstico. Principales indicadores: A. Homicidios La tasa de homicidios por 100 mil habitantes en el Perú no es muy alta si se compara con la de otros países de las Américas, la segunda más violenta del mundo después del África.32 En efecto, se ubica entre las más bajas de la región, solo por encima de Haití, Uruguay, Argentina, Estados Unidos, Chile y Canadá; muy lejos de los países del triángulo norte centroamericano América Central (Honduras, El Salvador y Guatemala) y Venezuela, los más violentos. Entre los años 2006 y 2012 la tasa de homicidios en el Perú se mantiene relativamente estable, por encima de las tasas promedios de los quinquenios 2001-2006 (6.1) y 19962000 (8.0), aunque inferior del 12.1 de los primeros años de los noventa. 20 El 2012 el ranking de violencia homicida en el Perú fue encabezado por Tacna (35.6), Tumbes (25.4), Ucayali (23.0) y Arequipa (21.4). En el otro extremo se ubicaron Huancavelica (1.4), Loreto (1.4) y Moquegua (1.7). 21 B. Victimización Veamos el comportamiento de las denuncias de delitos presentadas por el público ante la Policía en el Perú. A efectos de tomar en consideración la evolución demográfica, se establece una tasa de delitos por 100 mil habitantes. Los primeros años de los noventa (1990-1995) tuvieron la tasa de denuncias de delitos por 100 mil habitantes más alta de los últimos veintitrés años (902.2), con picos que llegaron a los 1170 y 1255 los años 1992 y 1993. Desde entonces la tasa fue cayendo significativamente hasta llegar a 506 el 2007, la más baja de todo el período, para volver a subir de manera sostenida y llegar a los 846 el 2012, la cuarta más alta. 22 El 2012 el ranking de denuncias de delitos en el Perú fue encabezado por las regiones de Tumbes (1737), Callao (1450), Lima (1346), Moquegua (1091), Tacna (1053) y Arequipa (1021). En el otro extremo se ubican Puno (99), Pasco (169), Huancavelica (199), Huánuco (294) y Cajamarca (298). 23 El Barómetro de las Américas da cuenta que el 2012 el Perú y Ecuador fueron los países con mayor victimización personal en la región, con un 28.1% de personas que afirmaron haber sido víctimas de un delito durante los últimos doce meses, seguidos muy de cerca por Bolivia (27.6%). Entre los menos victimizados se encuentran Panamá, Guyana y Jamaica, con menos del 10% de victimizados. Cabe precisar que los años 2006 y 2010 el Perú también se ubicó como el país más victimizado, y el 2008 como el segundo, solo superado por Argentina. 24 C. Percepción de inseguridad Una de las formas de medir la percepción de inseguridad es consultando a las personas sobre el temor que sienten frente a la posibilidad de ser víctimas de un delito en el futuro. Al respecto, el Barómetro de las Américas da cuenta que en esta materia el Perú ha expresado una mejoría en los últimos años, pasando de un 60.0% el 2006 al 48.6% el 2012. 25 No obstante lo anterior, el 2012 Perú también encabeza el ranking de temor del Barómetro de las Américas, seguido muy de cerca por Venezuela (47.6%). Esta misma posición la tuvimos los años 2006 y 2010, salvo el 2008 que solo fue superado por Argentina. Mientras que los países americanos con menos temor fueron Canadá, Estados Unidos, Jamaica y Paraguay. 26 Otra forma de medir la percepción de inseguridad es indagando por la importancia relativa de la delincuencia entre los problemas nacionales. El Perú fue uno de los once países latinoamericanos que el 2011 consideraban la delincuencia como su principal problema. Las percepciones ciudadanas también dan cuenta de una creciente preocupación respecto a la delincuencia. Según Proética, en el 2002 ésta constituía el tercer problema más importante del país, por debajo del desempleo y la pobreza, mientras que el 2012 era, de lejos, el primero. 27 D. Confianza en las instituciones La última encuesta de Ciudad Nuestra realizada el 2012 dio cuenta de una importante mejora de la confianza ciudadana en los serenazgos y, en menor medida, en la Policía en relación con el año anterior. En efecto, la opinión favorable de los primeros pasó del 29.5% al 34.4%, mientras que buena evaluación del trabajo policial pasó del 28.1% al 30.8%. No obstante, más del 60.0% de los encuestados aún no confía en las instituciones encargadas de su seguridad. Una institución policial sin respaldo ciudadano tendrá mayores dificultades para cumplir con su labor. Aunque los niveles de confianza en las Policías latinoamericanas son, en general, bajos, el 2011 el Latinobarómetro ubicó al Perú (30.0%) tres puntos porcentuales por debajo del promedio en América Latina (33.0%), lejos de las mejor evaluadas, como las de Uruguay, Chile, Nicaragua y Colombia. Las peor evaluadas fueron Guatemala, República Dominicana, México y Honduras. 28 La corrupción es percibida como el principal problema que enfrentan la Policía y el Poder Judicial. Las encuestas nacionales sobre percepciones de la corrupción en el Perú llevadas a cabo cada por Proética corroboran la gravedad del problema. Aunque la corrupción alcanza a todas las instituciones públicas, el Poder Judicial, la Policía y el Congreso aparecen como las más vulnerables a ésta y, a su vez, como las menos confiables para combatirla. El sistema de justicia penal en general también tiene una responsabilidad fundamental en las políticas de seguridad ciudadana, pues le corresponde investigar y condenar a quienes han cometido un delito. Si no cumple, habrá impunidad, que a su vez alienta la actividad delictiva. De acuerdo con el Latinobarómetro, la satisfacción con el sistema judicial peruano fue, en el 2011, la más baja de toda América Latina. 29 Las bajas tasas de aprobación de la Policía, los serenazgos y el sistema de justicia ayuda a explicar la inseguridad que siente la población frente a la posibilidad de un delito, por cuanto la mayoría de los ciudadanos desconfían de que tal ocurrencia sea prevenida, o investigada y sancionada en caso de que sucediera. 3. PLAN NACIONAL DE SEGURIDAD CIUDADANA 2013-2018 A continuación, se explica, de forma detallada, el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018. Factores críticos de éxito 30 Los factores críticos de éxito constituyen los aspectos imprescindibles para el logro de los objetivos estratégicos del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana. Con estos factores, se podrán alcanzar mejores niveles de seguridad como garantía del desarrollo económicosocial del ciudadano. Liderazgo político Consiste en la participación activa y la conducción de la política de seguridad ciudadana por parte de las principales autoridades: el Presidente de la República, a través de su respaldo directo al Plan Nacional de Seguridad Ciudadana; el Congreso de la Republica y los Organismos Autónomos, mediante iniciativas en sus respectivas áreas; así como los Presidentes Regionales y Alcaldes de los Gobiernos Locales, a través del trabajo coordinado con las autoridades de su sector y organizaciones sociales. Recursos Consiste en garantizar los recursos necesarios para la sustentación en el tiempo del presente plan. En tal sentido, las entidades de la administración pública deberán considerar, en sus respectivos presupuestos y planes operativos institucionales, los medios y acciones pertinentes destinados a la seguridad ciudadana en el ámbito de su competencia. Esos medios y acciones deberán alinearse al Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, constituir un apoyo a la labor de la Policía Nacional del Perú y evitar la duplicidad de gastos en los recursos estatales. Compromiso Consiste en que todas las organizaciones públicas y privadas, así como la sociedad en su conjunto, deben asumir el compromiso de apoyar y participar activamente el desarrollo de las estrategias y acciones para concretar las metas establecidas. Para ello, son necesarias la concertación y la articulación de los diversos actores, a fin de lograr que el tema de la inseguridad ciudadana sea aceptado como una responsabilidad compartida. 31 Institucionalización Consiste en garantizar la ejecución, el monitoreo, la evaluación y la actualización del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana mediante la institucionalización del mismo. Para ello, se precisa la asignación de la implementación del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana como sistema funcional, la actuación intersectorial e intergubernamental para su ejecución, y la creación de la Dirección Nacional de Seguridad Ciudadana en el Ministerio del Interior como ente rector del sistema. El Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018 propone una visión, una misión y seis (6) objetivos estratégicos. Visión al 2018 «País seguro, inclusivo, moderno, al servicio de las personas, donde los peruanos desarrollan sus máximas potencialidades». Misión El Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana es el conjunto interrelacionado de organismos del sector público y la sociedad civil que establece las políticas, estrategias y acciones orientadas a garantizar la seguridad, paz y tranquilidad a nivel nacional. Para ello, coordina eficientemente la acción del Estado y promueve la participación ciudadana. 32 Objetivos estratégicos Los objetivos estratégicos representan el agrupamiento en positivo del árbol de causas inscrito en el árbol de problemas. De este modo, se han identificado seis objetivos estratégicos: OBJETIVOS ESTRATÉGICOS OE 1: Disponer de un Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana articulado y fortalecido. OE 2: Promover la participación de los ciudadanos, la sociedad civil, el sector privado y los medios de comunicación para enfrentar la inseguridad ciudadana. OE 3: Fortalecer a la Policía Nacional del Perú como una institución moderna, con una gestión eficaz, eficiente y con altos niveles de confianza ciudadana. OE 4: Implementar espacios públicos seguros como lugares de encuentro ciudadano. OE 5: Mejorar el sistema de administración de justicia para la reducción de la delincuencia. OE 6: Reducir los factores de riesgo social que propician comportamientos delictivos. A continuación, se presenta el alineamiento estratégico del Plan y el alineamiento de los objetivos estratégicos con los servicios esenciales y de apoyo de la Política Pública de Seguridad Ciudadana: 33 34 CONCLUSIONES PRIMERA: La seguridad es la base principal para el desarrollo de la sociedad, la seguridad ciudadana, entendiéndola como si se tratara de una función y obligación del Estado con sus fuerzas y medios de seguridad permanente a la ciudadanía. SEGUNDA: En conclusión, la inseguridad ciudadana puede ser superada si el Estado crea un sistema educativo que disminuya las cifras de deserción escolar que inciden en la criminalidad, y que, además, ofrezca oportunidades laborales a todos los sectores de la sociedad. TERCERA: La seguridad ciudadana es parte de la seguridad humana, ya que en este se incluye tanto enfermedades, plagas, asaltos, dictaduras, etc. Esta trata de luchar en contra de situaciones que amenacen tanto su seguridad personal como la seguridad de sus bienes. En el Perú la principal amenaza que va en contra de la seguridad ciudadana son la delincuencia, incluyendo en esta misma asesinatos, robos y asaltos; por eso es que las personas sienten temor por este tipo de amenazas y de alguna manera tratan de luchar contra esto. ¡LA SEGURIDAD CIUDADANA ES TAREA DE TODOS! CUARTA: La Seguridad Ciudadana requiere de la participación de todos los vecinos, municipios, con la policía nacional y autoridades políticas. La lucha contra la delincuencia exige la participación de la ciudadanía organizada con sus autoridades ediles, seguridad ciudadana somos todos. 35 BIBLIOGRAFIA Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018 - Acuerdo Nacional por la Seguridad Ciudadana - Abril, 2013 (Ministerio del Interior - Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana) Brotat i Jubert, Ricard (2002) (en español). Un concepto de seguridad ciudadana http://www.emagister.com/curso-seguridad-inseguridad-ciudadana/inseguridadciudadana http://www.mininter.gob.pe/pdfs/Plan.Nacional.Seguridad.Ciudadana.20132018.pdf http://www.monografias.com/trabajos82/seguridad-ciudadana-peru/seguridadciudadana-peru2.shtml - Autor: Pérez Cayo Walter Martin Alfredo. http://www.monografias.com - Seguridad ciudadana - Autor: José Javier Manosalva Salvador -
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