El cardenal Mindszenty, primado de Hungría, es sin duda una de las figuras más dramáticas del siglo XX, un símbolo involuntario de las tensiones que agitaron al mundo político contemporáneo desde los años de la expansión hitleriana hasta la distensión ruso-americana y el final de la Guerra Fría. Nacido en 1892, figura destacada de la Iglesia, defensor constante de la independencia de Hungría, se vio enfrentado sucesivamente al régimen de Horthy, a la ocupación alemana y al dominio comunista.