Manual de Homiletica Samuel Vila

June 14, 2018 | Author: Biblioteca Instituto Biblico Salvadoreño | Category: Homiletics, Sermon, Religious Behaviour And Experience, Science, Philosophical Science
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Manual de Homilética 1 Manual de Homilética 2 Manual de Homilética 3 INTRODUCCIÓN Por muchos años hemos sentido en los países de habla española la necesidad de un libro que enseñara a los jóvenes creyentes que desean tomar parte en el ministerio de la Palabra el modo de preparar y ordenar un sermón. El buen deseo de testificar de las verdades del Evangelio, la misma piedad o el fervor religioso, con ser virtudes indispensables para la predicación eficaz, no son suficientes. Es necesario presentar las verdades evang licas, sobre todo a los nuevos oyentes, de un modo claro y lógico, que persuada sin fatigar las mentes. Para ello se necesita orden, disposición y clara enunciación de la pl!tica o sermón. Es cierto que el Espíritu "anto ha usado a veces para realizar su obra de salvación sermones muy deficientes, carentes de lógica y d biles en argumentación. #al es el caso del sencillo sermón que ganó al que despu s fue famoso predicador "purgeon. Pero stos son casos e$cepcionales, en los cuales %ios ha querido llenar por una manifestación especial de su gracia lo que faltaba al instrumento humano& #ales ejemplos no son, sin embargo, motivo alguno para menospreciar el arte de la 'omil tica, pues la preparación de sermones es un verdadero arte que requiere estudio y adiestramiento, con la particularidad de que, por moverse en la m!s alta esfera de la vida humana, merece m!s que cualquier otro arte tal trabajo y esfuerzo. (a cuidadosa preparación del sermón no es, empero, suficiente sin el poder o fuego del Espíritu "anto, que no siempre es el fuego del entusiasmo humano que se e$presa con en rgicos gestos y grandes gritos, sino aquella unción de lo )lto que da al sermón ese algo ine$plicable que no se adquiere por medios humanos pero lleva a los corazones de los oyentes la impresión de que el mensaje es de %ios, porque es %ios mismo revel!ndose al corazón del que escucha la Palabra. "i ambas cosas vienen unidas en el sermón, el predicador no podr! menos que ver de su siembra espiritual abundantes frutos para vida eterna. 'ay que evitar ambos e$tremos. El predicador que descuida la preparación de sermones, confiando imprudentemente en la inspiración divina, se encontrar! frecuentemente con que no tendr! mensaje alguno para dar, y tendr! que sustituir r!pidamente la falta de inspiración por una charla sin sentido que cansar! a sus oyentes, pues el Espíritu "anto no suele otorgar premio a la holganza. * el predicador que sólo confía en su arte y en sus cuartillas bien escritas, puede hallarse falto de la unción santa y descubrir con sorpresa que su palabra no llega a los corazones. Por esto el autor, desde los días de su llamamiento al +inisterio hace ,- años, ha sentido la falta de un buen +anual de 'omil tica en lengua española, y m!s de una vez hablando con otros pastores ha e$presado su e$trañeza de que alguien bien capacitado para la tarea no lo haya dado a luz durante todo este tiempo. Manual de Homilética 4 .o podemos menos que recordar el af!n con que devor!bamos el brevísimo librito Ayuda del predicador, del %r. Enrique (und, y m!s tarde en la /evista 'omil tica la sección 01onsejos2, del mismo tutor, en aquellos días de nuestra adolescencia, cuando todavía no teníamos acceso a la literatura escrita en lengua e$tranjera. +!s tarde, vimos con gozo la publicación del libro Tratado sobre la predicación, del %r. 3roadus. Pero la mejor obra escrita para un ambiente e$tranjero no responde plenamente a las necesidades del predicador de habla hispana4 sobre todo para el que no ha tenido el privilegio de pisar las aulas de un "eminario o 1olegio 3íblico. ) la obra de 3roadus, con ser interesantísima como e$posición teórica, le faltan ejemplos pr!cticos, bosquejos, con los cuales el profesor en el "eminario suele demostrar a los alumnos sobre la pizarra la aplicación pr!ctica de los principios y reglas del libro de te$to. (o propio se puede decir de otros vol5menes que tratan de la predicación. #enemos que rendir un tributo de reconocimiento y aprecio a la labor del misionero %. .icol!s 3engston, que fue el primer profesor que inició al autor en los estudios de 'omil tica. 6arias de las reglas y bosquejos que aparecen en el presente libro fueron aprendidos de sus labios en el "eminario 3autista de 3arcelona. )simismo el reverendo pastor %. )mbrosio 1elma, que inició al autor en la 'omil tica de 6inet, y los consejos pr!cticos de "purgeon. %e todos ellos podemos decir que, 0difuntos, a5n hablan2. El pastor sudamericano +. E. +artínez ha sido, despu s del %r. (und, el primero que ha publicado reglas de 'omil tica acompañadas de ejemplos pr!cticos, en la introducción de su libro Luces para predicadores; pero es muy poca la 'omil tica que puede darse en 7- p!ginas que emplea para tal enseñanza. .o faltan en castellano vol5menes de bosquejos y sermones de buenos autores, aunque no tantos como quisi ramos ver traducidos a nuestra lengua4 sin embargo, creemos que es m!s importante para el predicador novel aprender a preparar l mismo sus bosquejos que tenerlos en abundancia de otros predicadores. 8n bosquejo propio se predica con mayor fuerza y claridad que el sermón ajeno, a menos que el predicador sepa adaptarlo y desarrollarlo muy bien, visti ndolo con su propio lenguaje e ideas. Por esto creemos ser! de verdadera utilidad la presente obra y que tendr! amplia acogida, a juzgar por la que ha tenido la revista de car!cter homil tico El Cristiano Español, en cuyas p!ginas han visto ya la luz algunos capítulos, la cual cuenta con un n5mero muy considerable de suscriptores en varias rep5blicas de "udam rica adem!s de los de España. "i con la publicación de este modesto volumen de 'omil tica podemos ayudar a los creyentes que sienten la vocación de anunciar el Evangelio, y mediante estas instrucciones dadas a los predicadores algunas almas pueden comprender m!s f!cilmente el mensaje de salvación, no dar! el autor por vano este Manual de Homilética 5 trabajo realizado con gran esfuerzo en medio de muchas otras abrumadoras tareas. "irva ello de disculpa a las deficiencias que el libro pueda tener y de estímulo a otros compañeros en el +inisterio de la predicación y enseñanza para producir alguna obra similar, m!s amplia y completa. Samuel Vila Tarrasa !arcelona", #unio de $%&' (a necesidad de un libro de 'omil tica pr!ctica a que aludíamos en la 9ntroducción a la 7.a edición de este +anual, se ha visto confirmada con el notable $ito de venta del mismo. ) pesar de tratarse de un libro destinado a un círculo de lectores necesariamente reducido, se han agotado ya tres ediciones del mismo, la 5ltima de :.;;; ejemplares4 y los numerosos pedidos pendientes nos obligan a proceder a una <.a edición sin m!s demora. (a mayor parte de la venta ha sido a 9nstitutos 3íblicos, que lo adoptaron como libro de te$to para sus cursos de 'omil tica. En esta <.a edición hemos mejorado m!s que en otras el contenido del libro, añadiendo diversos bosquejos en las secciones correspondientes, de maestros de la predicación, haci ndolos objeto de algunos comentarios pr!cticos que ayudar!n al estudiante a entender cómo pueden ampliar por sí mismos los esqueletos de sermones, de este mismo libro o de otros libros de bosquejos homil ticos. El capítulo 9, que se refiere a 0(a elección de #ema2, ha sido objeto de una ampliación especial, incluyendo citas de "purgeon y otros autores que aclaran los mismos puntos e$puestos en ediciones anteriores, lo cual hace este capítulo mucho m!s claro y de m!s valor. El capítulo 96, 0"ubdivisiones del "ermón2, viene ilustrado con un gr!fico que aclara todo el contenido teórico del libro. Para mejor comprensión de la idea gr!fica del bosquejo hemos hecho que el dibujo corresponda al ejemplo => del capítulo ?99, donde se halla el bosquejo completo. 'ubi semos querido e$tendernos m!s, presentando m!s ejemplos de cada clase de sermones4 pero, por una parte, la necesidad de no diferir la publicación del libro y, por otra, el propósito de no hacer de l un volumen demasiado grande y costoso, han puesto límite a nuestros deseos. %e todos modos, la presente ampliación lo ha hecho bastante mayor que los otros. @uiera %ios usar esta <.a edición, m!s a5n que las tres anteriores, para ayudar a los ministros del Evangelio, actuales y futuros, a 0trazar bien la Palabra de 6erdad2, para el mejor beneficio espiritual de muchas almas en las tierras de habla hispana, tanto de )m rica como en España. Tarrasa !arcelona", Septiembre de $%() Manual de Homilética 6 Manual de Homilética 7 I El tema del sermón La primera cosa para preparar un buen sermón es tener un mensa#e de*inido+ Antes de proceder a la preparación de un sermón, todo predicador debe responderse esta sencilla pre,unta./e 0ué 1oy a 2ablar3 Mientras el predicador no pueda contestar claramente tal pre,unta, no debe se,uir adelante+ Ha de tener un tema y debe saber con precisión cu4l es+ Sólo puede estar se,uro de 0ue lo sabe cuando pueda e5presarlo en palabras+ Si el tema est4 entre la bruma, también lo estar4 todo lo 0ue le pertenece- su introducción, su arre,lo, su prueba y su ob#eto+ El tema debe ser la e5presión e5acta del asunto, o la respuesta a la pre,unta- ./e 0ué 1oy a 2ablar3 6unca debe esco,erse un tema por ser bonito o sonoro como *ase, sino 0ue 2a de e5presar claramente el ob#eto 0ue el sermón persi,ue+ Todo predicador, para preparar bien su sermón, debe responder a la pre,unta- .7or 0ué 1oy a 2ablar de este tema3 .8ué *in deseo lo,rar3 El tema no sólo 2a de abarcar o incluir lo 0ue se 1a a decir, sino 0ue 2a de e5cluir todo lo 0ue no ten,a 0ue 1er con el asunto+ En toda preparación para el p9blico, las primeras palabras 0ue se escriban deben ser la e5presión e5acta del tema, o sea, la respuesta a la pre,unta- ./e 0ué 1oy a 2ablar3 COMO ENCONTRAR UN TEMA El mensa#e debe 1enir como una inspiración especial de /ios, y el predicador debe estar pidiendo mensa#es a /ios para sus oyentes+ 7ero no es de esperar 0ue 1en,a siempre como una inspiración pro*ética, sino 0ue él mismo debe a*anarse en buscarlos de di1ersas maneras+ Spur,eon dice- :Con*ieso 0ue me siento muc2as 1eces, 2ora tras 2ora, pidiendo a /ios un asunto, y esper4ndolo, y 0ue esto es la parte principal de mi estudio+ He empleado muc2o tiempo y traba#o pensando sobre tópicos, rumiando puntos doctrinales, 2aciendo es0ueletos de sermones, y después sepultando todos sus 2uesos en las catacumbas del ol1ido, continuando mi na1e,ación a ,randes distancias sobre a,uas tempestuosas 2asta 1er las luces de un *aro para poder diri,irme al puerto suspirado+ ;o creo 0ue casi todos los s4bados *ormo su*icientes es0ueletos de sermones para abastecerme por un mes, si pudiera 2acer uso de ellos; pero no me atre1o, ni suelo 2acerlo+ 6aturalmente, por0ue no da lu,ar a ello el 2alla<,o de otros me#ores+= El predicador puede recibir la inspiración de un mensa#ea) Reflexionando sobre las necesidades espirit ales de s s o!entes" Manual de Homilética 8 /ebemos ad1ertir al predicador no1el acerca del peli,ro de sermones particulares diri,idos a una *amilia o a un indi1iduo de la i,lesia+ Si tiene al,o 0ue decir a un indi1iduo, d>,aselo particularmente, pero no desde el pulpito, 0ue es la c4tedra de toda la ?,lesia, y no debe sacri*icarla a las con1eniencias particulares de unos pocos+ Adem4s, se e5pone a 0ue sus insinuaciones sean comprendidas por otros 2ermanos, como diri,idas a a0uélla u otra persona y ello producir>a murmuraciones, o podr>a ocurrir 0ue la misma persona comprendiera demasiado bien el mensa#e y se o*endiera con ra<ón por la *alta de tacto del predicador+ 7ero cuando el predicador siente 0ue la mayor>a de la i,lesia adolece de al,9n de*ecto o necesita una e52ortación especial, 24,ala sin temor, pensando en su alta responsabilidad como sier1o de /ios+ El célebre Spur,eon dice en su libro %iscursos a mis estudiantes& :Considerad bien 0ué pecados se encuentran en mayor n9mero en la i,lesia y la con,re,ación+ Ved si son la 1anidad 2umana, la codicia, la *alta de amor *raternal, la calumnia u otros de*ectos seme#antes+ Tomad en cuenta cariñosamente las pruebas 0ue la 7ro1idencia pla<ca su#etar a 1uestros oyentes, y buscad un b4lsamo 0ue pueda cicatri<ar sus 2eridas+ 6o es necesario 2acer mención detalladamente, ni en la oración ni en el sermón, de todas estas di*icultades con 0ue luc2en los miembros de 1uestra con,re,ación+= El autor 0uisiera añadir a0u>- 8ue sientan 1uestros miembros culpables, probados, a*li,idos o casti,ados por la mano del Señor, 0ue 1uestra palabra desde el pulpito es adecuada a su necesidad; 0ue es b4lsamo para sus 2eridas; pero sin empeñaros 1osotros en rascar la Ha,a para 0ue penetre m4s la medicina+ Con*iad esta tarea al Esp>ritu Santo+ /e#ad tan sólo caer 1uestro mensa#e como la nie1e 0ue se posa sua1emente sobre los secos prados, y permitid a /ios 2acer el resto+ b) En s s lect ras de#ocionales de la $iblia" El predicador no debe alimentar a otras almas manteniendo la suya a escasa dieta+ Sin embar,o, éste es el de*ecto de muc2os predicadores e5cesi1amente ocupados+ La lectura de1ocional diaria, personal o en *amilia, proporcionar4 al predicador temas y le 2ar4 descubrir *ilones de ri0ue<a espiritual en lu,ares insospec2ados+ Anote cuidadosamente las ideas 0ue sur#an en tales momentos+ c) %e!endo sermones de otros predicadores" El predicador no debe ser ins>pido ba#o la pretensión de ser ori,inal, ni debe *iar tampoco en las despensas de otros para alimentar su propia *amilia+ Ambos e5tremos son malos+ El predicador debe tener tiempo para leer sermones de buenos Manual de Homilética 9 predicadores, no sólo en el momento en 0ue necesita al,o con ur,encia para preparar su mensa#e, sino en otros momentos cuando no le interesa preparar nin,9n sermón, sino alimentar su propia alma+ Es muy posible 0ue si espera el momento de tener 0ue preparar su propio sermón no encuentre nada adecuado y ten,a 0ue emplear 2oras y m4s 2oras repasando libros de cubierta a cubierta, mientras 0ue si 2ubiera empleado un poco m4s de tiempo en el cuidado de su propia alma, los mensa#es adecuados para las de los dem4s le 2abr>an 1enido sin es*uer<o, y 0ui<4 sacri*icando para ello menos tiempo 0ue el 0ue en el momento del apuro se 2a 1isto obli,ado a emplear+ Siempre los me#ores mensa#es del predicador son a0uellos 0ue primero 2an 2ec2o bien a s> mismo+ Cual0uier sermón o idea 0ue el predicador considere 9til para sus oyentes debe anotarla cuidadosamente en su :Libreta de su,estiones=, indicando el 1olumen y p4,ina donde podr4 1ol1er a encontrar tal idea e5puesta detalladamente+ T2omas Spencer escribió as>- :;o ,uardo un librito en 0ue apunto cada te5to de la !iblia 0ue me ocurre como teniendo una *uer<a y una 2ermosura especial+ Si soñara en un pasa#e de la !iblia, lo apuntar>a; y cuando ten,o 0ue 2acer un sermón, re1iso el librito, y nunca me 2e encontrado despro1isto de un asunto+= @sando de nue1o una de las *i,uras de Spur,eon, diremos 0ue- :Cuando se 0uiere sacar a,ua con una bomba 0ue no se 2aya usado por muc2o tiempo, es necesario ec2ar primero a,ua en ella, y entonces se podr4 bombear con buen é5ito+ 7ro*undi<ad los escritos de al,uno de los maestros de la predicación, sondead a *ondo sus traba#os y pronto os encontraréis 1olando como una a1e, y mentalmente acti1os y *ecundos+= d) En s s #isitas pastorales" Muc2as 1eces la con1ersación con personas incon1ersas, o con miembros débiles de la ?,lesia, 2acen sentir al pastor al,una necesidad espiritual com9n a muc2os de sus oyentes+ A 1eces aun el te5to 0ue responde a tal necesidad es dado durante la con1ersación+ /ebe apresurarse a anotarlo en la misma calle, al salir de tal 1isita+ Si espera a 2acerlo podr>a borrarse de su memoria+ Cuando el mensa#e es su,erido en tal *orma pred>0uelo con con*ian<a y con la persuasión de 0ue es /ios 0uien le 2a dado su palabra, con la misma se,uridad 0ue lo 2ar>a un pro*eta del anti,uo tiempo+ e) En la consideración de las cosas & e le rodean" El predicador debe ser un atento obser1ador de la naturale<a y de los 2ombres+ Todo lo 0ue 1e y oye debe arc2i1arlo cuidadosamente en su memoria por si al,una 1e< pudiera serle 9til como ilustración de un sermón+ ; a 1eces una ilustración pro1ee el tema de un sermón+ Spur,eon cuenta de un predicador 0ue descubrió el tema de un ma,n>*ico sermón en un canario 0ue 1io cerca de su 1entana Manual de Homilética 10 con al,unos ,orriones 0ue lo picoteaban sin compasión con 4nimo de destro<arlo, lo 0ue le 2i<o recordar Aerem>as $B-%- :.Es mi 2eredad de muc2os colores3 .6o est4n contra ella a1es en derredor3= Meditando sobre este te5to, predicó un sermón sobre las persecuciones 0ue 2a de su*rir el pueblo de /ios+ Ctro d>a encontró un tema en el 2ec2o de un ti<ón 0ue cayó del 2o,ar al estrado un domin,o por la tarde en 0ue necesitaba un tema para sermón, lo 0ue le indu#o a predicar sobre Dacar>as E-B+ /os personas 1inieron después a decirle 0ue 2ab>an sido con1ertidas por este sermón+ Es necesario, no obstante, 0ue los sermones sur,idos de tales obser1aciones pr4cticas sean 1erdaderos sermones, lle1ando un plan y un mensa#e espiritual, y no una lar,a y detallada e5posición del incidente 0ue, no por interesar muc2o al predicador, 2a de interesar en la misma medida a los 0ue no 2an sido a*ectados por la idea o su,erencia, la cual debe ser puesta solamente como introducción, pero no ocupar el lu,ar del sermón+ f) 'idi(ndolos a Dios en oración" Spur,eon dice- :Si al,uien me pre,untara- .Cómo puedo 2acerme con el te5to m4s oportuno3 Le contestar>a- 7edidlo a /ios+= Harrin,ton E1ans, en sus /eglas para hacer sermones, nos da como la primera- :7edid a /ios la elección+= Si la di*icultad de esco,er un te5to se 2ace m4s dura, multiplicad 1uestras oraciones; ser4 esto una ,ran bendición+ Es notoria la *rase de Lutero- :Haber bien orado, es m4s de la mitad estudiado+= ; este pro1erbio merece repetirse con *recuencia+ Me<clad la oración con 1uestros estudios de la !iblia+ Cuando 1uestro te5to 1iene como señal de 0ue /ios 2a aceptado 1uestra oración, ser4 m4s precioso para 1osotros, y tendr4 un sabor y una unción enteramente desconocidos al orador *r>o y *ormalista, para 0uien un tema es i,ual a otro+ ;, citando a Furnal, declara- :Cu4nto tiempo pueden los ministros sentarse, 2o#eando sus libros y de1an4ndose los sesos, 2asta 0ue /ios 1en,a a darles au5ilio, y entonces se pone el sermón a su alcance, como ser1ido en bande#a+ Si /ios no nos presta su ayuda, escribiremos con una pluma sin tinta+ Si al,uno tiene necesidad especial de apoyarse en /ios, es el ministro del E1an,elio+= )) E#itad la repetición" El predicador, al buscar su tema, debe tener presentes sus temas anteriores+ /ice Spur,eon- :6o ser>a pro1ec2oso insistir siempre en una sola doctrina, descuidando las dem4s+ 8ui<4s al,unos de nuestros 2ermanos m4s pro*undos pueden ocuparse del mismo asunto en una serie de discursos, y puedan, 1olteando el calidoscopio, presentar nue1as *ormas de 2ermosura sin cambiar de asuntos; pero la mayor>a de nosotros, siendo menos Manual de Homilética 11 *ecundos intelectualmente, tendremos me#or é5ito si estudiamos el modo de conse,uir la 1ariedad y de tratar de muc2as clases de 1erdades+ Me parece bien y necesario re1isar con *recuencia la lista de mis sermones, para 1er si en mi ministerio 2e de#ado de presentar al,una doctrina importante, o de insistir en el culti1o de al,una ,racia cristiana+ Es pro1ec2oso pre,untarnos a nosotros mismos si 2emos tratado recientemente demasiado de la mera doctrina, o de la mera pr4ctica, o si nos 2emos ocupado e5cesi1amente de lo e5perimental+= E% TEMA * E% TE+TO A%ebe predicarse sobre temas o sobre te$tosB A%ebe elegirse primero el tema y despu s el te$to, o viceversaB Es imposible responder a estas pre,untas de un modo concreto dando re,las absolutas+ En al,unos casos, cuando el predicador tiene un tema de*inido, sintiendo 0ue debe predicar sobre a0uel asunto; el tema preceder4 a la elección de te5to+ 7ero en otros casos, cuando el tema es su,erido como resultado de meditación personal de la Sa,rada Escritura, ser4 el te5to el 0ue preceder4 y su,erir4 el tema al predicador+ .Es *4cil encontrar te5tos para predicar3 7erm>tasenos citar otra 1e< a Spur,eon, 0uien dice- :6o es 0ue *alten, sino 0ue son demasiado abundantes; es como si a un amante de las *lores se le pusiera en un ma,n>*ico #ard>n con permiso para co,er y lle1arse una sola *lor; no sabr>a cu4l co,er 0ue *uera me#or+ As> me 2a pasado a m> Gdice el ,ran predicadorG al tratar de buscar un te5to para un sermón+ He pasado 2oras y 2oras esco,iendo un te5to entre muc2os lamentando 0ue 2ubiera tan sólo un domin,o cada siete d>as+= A1ómo llegar a determinar el te$to que se debe escoger, sobre todo cuando no se tiene antes escogido el tema del sermónB Se puede establecer esta re,la, también de Spur,eon- :Cuando un pasa#e de la Escritura nos da como un cordial abra<o, no debemos buscar m4s le#os+ Cuando un te5to se apodera de nosotros, podemos decir 0ue a0uél es el mensa#e de /ios para nuestra con,re,ación+ Como un pe<, podéis picar muc2os cebos; pero, una 1e< tra,ado el an<uelo, no 1a,aréis ya m4s+ As>, cuando un te5to nos cauti1a, podemos estar ciertos de 0ue a nuestra 1e< lo 2emos con0uistado, y ya entonces podemos 2acernos el 4nimo con toda con*ian<a de predicar sobre él+ C, 2aciendo uso de otro s>mil, tom4is muc2os te5tos en la mano y os es*or<4is en romperlos- los amartill4is con toda 1uestra *uer<a, pero os a*an4is in9tilmente; al *in encontr4is uno 0ue se desmorona al primer ,olpe, y los di*erentes peda<os lan<an c2ispas al caer, y 1eis las #oyas m4s radiantes brillando en su interior+ Crece a 1uestra 1ista, a seme#an<a de la semilla de la *4bula 0ue se desarrolló en un 4rbol, mientras 0ue el obser1ador lo miraba+ Cs encanta y *ascina, u os 2ace caer de rodillas abrum4ndoos con la car,a del Señor+ Sabed, entonces, 0ue éste es el mensa#e 0ue el Señor 0uiere 0ue Manual de Homilética 12 promul,uéis, y estando ciertos de esto, os posesionaréis tanto de tal pasa#e, 0ue no podréis descansar 2asta 0ue, 2all4ndoos completamente sometidos a su in*luencia, predi0uéis sobre él como el Señor os inspire 0ue 2abléis+= ,ORMU%ACIÓN DE% TEMA @na 1e< ele,ido el te5to, es indispensable concretarlo en un tema, si no se posee ya de antemano+ El tema es el resumen del te5to y del sermón concretado en una corta sentencia+ Ha de ser, por tanto, no solamente la esencia del te5to, sino el la<o de unión de los di1ersos pensamientos 0ue entrar4n en el sermón+ Hay una ,ran 1enta#a en poseer un tema para el arre,lo del sermón+ Se 2a dic2o 0ue el tema es el sermón condensado, y el sermón es el tema desarrollado+ El tema *omenta la unidad del discurso, y si los ar,umentos, e5plicaciones y aplicaciones son adecuados, permanece el tema como nota dominante sobre la mente+ El tema ayuda para dar intensidad y *irme<a al sermón y mantener el discurso dentro de los l>mites ra<onables+ 7or esto es pre*erible tener el tema limitado y bien de*inido y no demasiado amplio+ 7redicar un sermón sin tema, es como tirar sin blanco+ E% TEMA * E% TITU%O @na 1e< esco,ido el tema, o sea, el asunto sobre el cual desea el ser1idor de /ios predicar a una con,re,ación, debe *ormular dic2o tema en un t>tulo+ Muc2os predicadores y libros de Homilética con*unden el tema con el t>tulo+ Al autor le ocurrió esto por un tiempo+ A 1eces, y 2asta cierto punto, no e5iste di*erencia entre ambas cosas, pero a 1eces el t>tulo no es m4s 0ue la puerta del tema o asunto, el cual no puede ser e5presado plenamente por el t>tulo, por dos moti1osa" 7or0ue el t>tulo del sermón 2a de ser e5a,eradamente bre1e, y por tal ra<ón no puede a 1eces contener todos los pensamientos o partes 0ue el predicador desea desarrollar en su tema+ b" 7or0ue, sobre todo en estos tiempos de abundante publicidad, 2a de ser el t>tulo del sermón especialmente c2ocante y atracti1o, para despertar la atención e intri,ar al p9blico+ Esto pone al predicador en el peli,ro de *ormular su tema en un t>tulo 0ue se aparte del asunto del cual realmente 0uiere tratar+ En otras palabras- 0ue sir1a tan sólo de e5cusa o moti1o para llamar la atención y no de 1erdadera base al mensa#e+ En tal caso se e5pone a 0ue el p9blico, sintiéndose de*raudado, pierda con*ian<a al predicador+ El /r+ A+ H+ AoHett dice- :Ten,o la con1icción de 0ue nin,9n sermón est4 en condiciones de ser escrito totalmente, y a9n menos predicado, mientras no podamos e5presar su tema en una Manual de Homilética 13 sola oración ,ramatical bre1e, 0ue sea a la 1e< 1i,orosa y tan clara como el cristal+ ;o encuentro 0ue la *ormulación de esa oración ,ramatical constituye la labor m4s di*>cil, m4s e5i,ente y m4s *ruct>*era de toda mi preparación+ El 2ec2o de obli,arse uno a *ormular esa oración desec2ando cada palabra imprecisa, 4spera o ambi,ua, disciplinando el pensamiento 2asta encontrar los términos 0ue de*inan el tema con escrupulosa e5actitud, constituye uno de los *actores m4s 1itales y esenciales de la 2ec2ura del sermón+ ; no creo 0ue nin,9n sermón pueda ser esbo<ado, ni predicado, mientras esa *rase no 2aya sur,ido en la mente del predicador con la claridad de luna llena en noc2e despe#ada=+ Es a*ortunado el predicador 0ue puede encontrar un t>tulo 0ue, al par 0ue su*icientemente interesante, bre1e y su,esti1o, para ser puesto en la pi<arra de anuncios, en el bolet>n de la i,lesia o en la prensa p9blica, sea a la 1e< tan e5presi1o y completo 0ue no necesite una se,unda *ormulación del tema para uso del predicador, sino 0ue t>tulo y tema se con*undan en una sola cosa, abriendo la puerta al predicador para una e*ica< y *ructuosa e5posición de al,una de las ,randes 1erdades del E1an,elio+ Con1iene 0ue el tema o el t>tulo 0ue se *ormule sea intri,ante, de modo 0ue despierte el deseo de conocer lo 0ue se oculta detr4s del mismo, o sea, a 1er cómo lo desarrollar4 el predicador+ Cbser1ad cuan intri,antes son los t>tulos de ciertas no1elas y pel>culas mundanas+ /ebemos imitar en ello 2asta cierto punto a los 2i#os de este si,lo, 0ue son :m4s sa,aces 0ue los 2i#os de lu<=, pero sin caer en e5a,eraciones+ En 6orteamérica, donde los temas son ,eneralmente anunciados por medio de un cartel en las a*ueras de las i,lesias, pueden obser1arse muc2os t>tulos de sermones in,enios>simos+ UN 'EN-AMIENTO CONCRETO El tema 2a de ser corto, pero claro y e5presi1o+ @n tema lar,o pierde toda su ,racia y atracti1o+ Cierto predicador anunció el si,uiente tema C(as opiniones falsas que los hombres se forman acerca de los juicios de %ios permite sobre nuestros prójimos y las opiniones rectas que se deben formar sobre tales juicios2. Con el anuncio de tal tema, el predicador casi pod>a 2aberse a2orrado el sermón+ 0El peligro de juicios erróneos2 2abr>a sido muc2o m4s acertado para este mismo asunto, por0ue este tema no detalla lo 0ue el predicador 1a a decir, sino 0ue despierta interés por saber lo 0ue dir4+ Cuando el sermón es te5tual el tema debe ser tan dependiente del te5to 0ue 2a de contener el principal pensamiento del mismo+ EAEM7LC- 7ara Iom+ $B-B- 0)listados contra lo que nos rodea2. Cuando es para un sermón e5positi1o o sea, para la e5posición de un pasa#e o 2istoria b>blica, el tema debe 2acer én*asis sobre al,9n asunto del pasa#e, 0ue sea la cla1e y base de Manual de Homilética 14 la 2istoria y su aplicación+ EAEM7LC- Sobre Auan %-B&- 0(a confesión del ciego2. 0(a historia del ciego2 ser>a un tema demasiado 1a,o+ 7oner por tema a Lucas $&-J- 0El hambre del alma2, ser>a m4s adecuado 0ue 0El hambre del 'ijo Pródigo2. .7or 0ué3 Consideremos ambos temas+ En el primer caso la palabra :con*esión= es un #uicio y comentario del predicador 0ue da base para un buen sermón acerca del deber de con*esar nosotros a Cristo+ En cambio, 0El hambre del 'ijo Pródigo2 no introduce nada nue1o+ Es cosa 2arto sabida 0ue el pródi,o ten>a 2ambre *>sica, pero al decir 0'ombre del alma2, nos permite aplicar el te5to al caso espiritual+ El tema 2a de ser una e5presión completa 0ue una las m9ltiples ideas de un te5to+ He a0u> al,unos e#emplos de temas adecuados$" Sintéticos:La d4di1a de /ios a nosotros y la nuestra la El=- Tit+ B-$'+ :El tentado pecador y el tentado Sal1ador=- Hebr+ B-$)+ B" %e frases escriturales& :Las *uentes de salud=- ?s+ $B-E+ :Traer4 el 2ombre pro1ec2o a /ios=- Aob BB-B+ :.A 0uién iremos3=- Auan (-&)+ E" Paradójicos& :/eberes 0ue resultan pri1ile,ios=- Sal+ $$%-&'+ :Ieli,ión sin 2acer la 1oluntad de /ios=- Mateo J-B$+ :La e*icacia de 1irtudes pasi1as=- Apoc+ $-%+ :Lu< el resultado de la 1ida=- Auan $-'+ :El ,o<o de la abne,ación=- B+K Crón+ B%-BJ+ :Mara1illa en sitio peli,roso=- Luc+ )-B&+ :Lo incomprensible en el testimonio cristiano=; Hec2+ '-BL+ Iecomendamos al lector leer estos te5tos y considerarlos a la lu< del tema+ Aun0ue no damos el sermón correspondiente a cada uno de estos temas, pues esto es tarea de pró5imos cap>tulos, 1er4 cómo el tema le despierta ideas sobre cada te5to+ DE-ARRO%%O DE% TEMA @na 1e< 0ue el predicador 2a concretado el asunto y el ob#eto de su sermón en una *rase 0ue se llama tema, la cuestión inmediata es cómo debe tratar el asunto para lo,rar el ob#eto 0ue se propone+ .8ué cosas tiene 0ue decir y en 0ué orden 2a de ir e5pres4ndolas3 A este e*ecto transcribimos literalmente lo 0ue dice el /r+ HerricM Ao2nson en su libro El+inistro 9deal& :El tratamiento del asunto si,ni*ica plan, plan de al,9n ,énero 0ue a,rupa todo para *ormar un or,anismo, 0ue colocar4 Manual de Homilética 15 las partes en orden 2acia un cl>ma5, y presentar4 una sucesión natural y ordenada 0ue e5cluya todo lo 0ue no sea a propósito, y 0ue 2a,a 0ue las di*erentes l>neas 1ayan creciendo en color, se,9n con1er,en al *oco ardiente, 0ue es la e52ortación *inal+ Esto es esencial para la e*icacia del sermón+ En la misma medida 0ue el plan sea claro, comprensi1o y acumulati1o, el sermón 2ar4 mayor impresión a los oyentes+= ; Spur,eon dice- :6uestros pensamientos deben ser bien ordenados se,9n las re,las propias de la ar0uitectura mental+ 6o nos es permitido 0ue pon,amos in*erencias pr4cticas como base, y doctrinas como piedras superiores; ni met4*oras como cimiento y proposiciones encima de ellas; es decir, no debemos poner primero las 1erdades de mayor importancia, y por 9ltimo las in*eriores, a seme#an<a de un anticl>ma5, sino 0ue los pensamientos deben subir y ascender de modo 0ue una escalera de enseñan<a condu<ca a otra, 0ue una puerta de raciocinio se comuni0ue con otra, y 0ue todo ele1e al oyente 2asta un cuarto, di,4moslo as>, desde cuyas 1entanas se pueda 1er la 1erdad resplandeciendo con la lu< de /ios+ Al predicar, ,uardad un lu,ar a propósito para todo pensamiento respecti1amente, y tened cuidado de 0ue todo ocupe su propio lu,ar+ 6unca de#éis 0ue los pensamientos cai,an de 1uestros labios atrabancadamente, ni 0ue se precipiten como una masa con*usa, sino 2acedlos marc2ar como una tropa de soldados+ El orden, 0ue es la primera ley celestial, no debe ser descuidado por los emba#adores del Cielo+= Esto re0uiere por lo re,ular una ,ran cantidad de traba#o+ Con al,una *recuencia un plan relampa,uea en la mente como una inspiración, y el sermón se *ormula en pocos instantes, por lo menos en *orma de bos0ue#o o es0ueleto; pero la inteli,encia de ordinario no traba#a con rapide< eléctrica, y sólo después de un traba#o duro el bos0ue#o 1a alcan<ando su *orma satis*actoria+ A 1eces 2ay una luc2a lar,a con la oscuridad y con*usión de ideas+ El pensamiento parece nadar en el caos, apareciendo una idea a0u>, otra all4, sin cone5ión, o se presentan ideas muy buenas pero 0ue no 1ienen a propósito para el tema y 2ay 0ue re2usarlas o di*erirlas para un sermón de otro tema+ Sin embar,o, el traba#o persistente y la meditación sacar4 el orden del caos y por *in un n9mero considerable de las ideas sur,idas durante la meditación ser4n aptas para entrar en un plan armónico basado en el tema y su te5to+ Tal 1e< el predicador se sienta inclinado en al,una ocasión a renunciar al uso de un plan, por ra<ón de la di*icultad en prepararlo+ 7arece tanto m4s sencillo se,uir adelante diciendo buenas cosas, *ormulando ar,umentos y lan<ando e52ortaciones 0ue no tienen muc2a relación entre s>, sino 0ue cada una en,ar<a con la otra por la *rase *inal, 0ue da ori,en a otro p4rra*o con ideas totalmente di*erentes+ Esto puede admitirse en la con1ersación, cuando nos dedicamos a :anunciar el E1an,elio= a otras personas+ 7ero en el pulpito nunca+ Los oyentes no recibir4n una impresión tan Manual de Homilética 16 pro*unda y perdurable del sermón si éste no si,ue un plan me#or 0ue un simple con#unto de buenas ideas+ Es 1erdad 0ue /ios se 2a ser1ido a 1eces de los medios m4s 2umildes para reali<ar su ,ran obra de sal1ación de almas, y sermones sin orden ló,ico no 2an sido siempre sin *ruto, pero tal modo de proceder no es aconse#able en modo al,uno cuando puede 2aber un propósito y una ordenación clara del sermón+ @na a,lomeración de pensamientos buenos puede compararse a una turba 0ue trata de apoderarse de cierta *ortale<a; puede tener é5ito en al,unas ocasiones, pero no podr4 obrar #am4s con la e*icacia de un e#ército en el 0ue cada 2ombre ocupa su lu,ar+ @n plan es necesario en todas las cosas- un ar0uitecto no principia a edi*icar sin antes 2aber tra<ado un plano; un in,eniero ci1il no lan<a sus bri,adas al a<ar sobre las montañas sin 2aber antes ideado por dónde debe pasar el camino 0ue se propone construir+ El predicador no debe lan<arse a tra<ar el camino 0ue se propone 2acer lle,ar 2asta el mismo cora<ón de sus oyentes, sin plan, e5cepto en casos especiales en 0ue tal preparación 2aya sido de todo punto imposible, y la inspiración del Esp>ritu suple la imposibilidad del predicador; pero aun en tales casos de impro1isación, los predicadores con1enientemente educados o e5perimentados suelen recibir la inspiración en *orma de un plan r4pidamente concebido y en cuyo desarrollo puede notarse el poder de lo Alto+ La misma ayuda y poder puede notarse en el desarrollo de un sermón *ormulado con m4s tiempo y oración, la cual el estudio de nin,9n modo puede ni debe suplir+ ./e 0ué maneras puede *ormularse el plan de un sermón una 1e< decidido el asunto o tema 0ue se 1a a tratar3 A continuación ponemos un ,r4*ico 0ue lo demuestra, a la 1e< 0ue ilustrar4 y aclarar4 muc2as de las instrucciones teóricas de este libro+ E+'%ICACIÓN DE% $O-.UE/O 0R1,ICO La sencilla *i,ura de un trompo dibu#ado en la pi<arra nos 2a ser1ido muc2as 1eces para ilustrar a estudiantes de Homilética el desarrollo 0ue con1iene dar a cual0uier sermón+ La cabe<a del trompo representa el tema, del cual parte la introducción; y el desarrollo consi,uiente 1a ampliando y robusteciendo el ar,umento 2asta lle,ar a la conclusión, la cual es presionada por cada pensamiento del sermón+ Todos ellos pesan sobre la punta 0ue deseamos cla1ar en las conciencias de nuestros oyentes, determinando su decisión por Cristo o su resolución de poner en pr4ctica la amonestación del predicador sobre el tema 0ue sea+ En el presente ,r4*ico, y contando con la 2abilidad de un buen dibu#ante, 2emos ampliado y completado la ilustración+ El tema o asunto lo representamos por una nube 0ue se *orma como consecuencia de la necesidad espiritual 0ue el predicador apercibe, como ensombreciendo la 1ida de sus oyentes+ Manual de Homilética 17 /ic2a nube produce un rayo 0ue ilumina la mente del predicadorEs el te5to apropiado a tal necesidad, el cual ori,ina un t>tulo adecuado e interesante+ /el mismo modo 0ue antes de la ca>da de un c2aparrón se producen muc2os rel4mpa,os innocuos, as> sur,en en la mente del predicador temas y te5tos 0ue no lle,an a satis*acerle+ Aparece, por *in, el m4s acertado de todos, el cual, rompiendo la nube, da lu,ar a una llu1ia de pensamientos+ Si la mente del predicador 2a sido bien preparada con una disciplina 2omilética, aun0ue cai,an éstos dispersos y con*usos ser4n encau<ados por los canales de un plan bien dispuesto; de este modo todos a0uellos pensamientos apro1ec2ables entrar4n, en su lu,ar y momento debido, en el cauce del r>o, 0ue es la ar,umentación del tema+ El r>o es *inalmente una corriente poderosa 0ue se lan<a por la catarata de la conclusión+ Cbsér1ese cómo en el interior de ésta aparece la recapitulación, 0ue consiste en una mención bre1e de los ar,umentos principales del sermón+ 6o todos los sermones necesitan una conclusión recapitulati1a, pero siempre tendr4 lu,ar un bre1e resumen, sea en la *orma detallada 0ue indica el ,r4*ico o de un modo m4s ,eneral+ Cbsér1ese cómo el r>o 0ue representa el caudal de pensamientos de un sermón puede 1enir de los montes de la ima,inación del predicador en dos *ormas di1ersas+ Atropelladamente, como un c2orro de *rases e ideas sin distribuir de#ando en el 4nimo de los oyentes la impresión de 2aber escuc2ado :un montón de cosas buenas=, pero sin ser capaces de de*inir el curso 0ue 2an se,uido tales pensamientos", o bien, relacionados el uno con el otro, en la *orma escalonada y ordenada 0ue aparece en la supuesta red de canales de la i<0uierda+ /el mismo modo 0ue un caudal de a,ua es muc2o m4s e*ica< cuando es bien distribuido para re,ar la tierra y 2acerla producir sus *rutos, por0ue el l>0uido elemento en 1e< de pasar in9tilmente se esparce y empapa los surcos, el sermón bien ordenado es muc2o m4s susceptible de 0uedar retenido en las memorias y cora<ones de los oyentes 0ue el sermón no 2omilético, desordenado y con*uso, por abundante 0ue sea el don de palabra del predicador, e imponente el ,riter>o y los ademanes con 0ue *uera pronunciado+ Tanto en el ,r4*ico como en todos los bos0ue#os del libro 2emos adoptado, para las di1isiones, los si,nos 0ue suelen usar la ,eneralidad de los predicadores+ As>, los puntos principales son indicados por n9meros romanos- ?, ??, ???, ?V+ Las subdi1isiones, por ci*ras- $+K, B,K, E+K, '+K, etc+ ; las subdi1isiones secundarias, por letras- a", b", c", d", etc+ II -ermones Text ales En l>neas ,enerales, el sermón b>blico puede ser catalo,ado en tres clases- Manual de Homilética 18 TENT@AL, el 0ue se limita a e5poner y e5plicar un te5to b>blico+ TEMOT?CC, el 0ue se basa sobre un tema o asunto+ EN7CS?T?VC, es el 0ue comenta un pasa#e b>blico, narración o par4bola de la Sa,rada Escritura+ Estas tres clases se subdi1iden en muc2as otras se,9n el car4cter o procedimiento 0ue se adopte para el arre,lo del sermón, como tendremos ocasión de 1er+ Empe<aremos 2ablando del sermón te5tual por ser el m4s *4cil, sobre todo en su *orma simple o ilati1a+ DI2ER-O- U-O- DE% TE+TO La costumbre de basar el sermón e1an,élico sobre un te5to b>blico es muy anti,ua y en ,ran modo recomendable+ El te5to b>blico da autoridad di1ina al sermón+ 7erm>tasenos, empero, decir 0ue los te5tos b>blicos suelen ser usados en tres *ormas por los predicadoresa" 1omo punto de partida para el sermón. Al,unos predicadores 2acen uso del te5to como de una especie de plata*orma desde la cual se lan<an a 2ablar sin acordarse del lu,ar de donde 1inieron+ Los 0ue usan as> su te5to como e5cusa y no como base del sermón muestran tener poco respeto a la 7alabra de /ios y no ser4n estimados por una con,re,ación de creyentes espirituales y *er1orosos+ b" 1omo punto de socorro o apoyo. Ctros predicadores dicen su te5to y predican sin orden pensamientos m4s o menos buenos, pero 0ue por lo ,eneral no tienen muc2a relación con su te5to+ Cuando el predicador se 1e perdido, re,resa al te5to, lo repite y 1uel1e a lan<arse al mar de su palabrer>a, en otra dirección muy di*erente 0ue la primera 1e<, usando como e5cusa de su nue1a disertación al,una otra palabra del mismo te5to, pero el oyente 0ue piensa ló,icamente no puede 1er nin,una relación ni cone5ión entre esta se,unda parte del sermón y la primera+ Las con,re,aciones sometidas a la tortura de esta clase de sermones nunca tienen una idea clara de lo 0ue se propone decirles el predicador y les es muy di*>cil recordar otra cosa 0ue sus *rases sueltas del sermón+ c" 1omo verdadero te$to y fundamento del sermón. En las *ormas 0ue 1amos a anali<ar+ I" -ermón text al ilati#o" El método m4s sencillo para preparar un sermón te5tual es el de comentar el te5to palabra por palabra+ Hay te5tos muy buenos para esta clase de sermones, pero no todos sir1en para tal desarrollo, y muc2os te5tos no pueden ser tratados de modo al,uno en esta *orma simple, pues dar>an como resultado un ,alimat>as de ideas sin orden ló,ico+ Manual de Homilética 19 E/EM'%O 34" Sobre 1.a Timoteo 1:15 /espués de *ormular un tema 0ue concrete el mensa#e del te5to, como:EL P?EL ME6SAAE= desarrollarse diciendoo :6CT?C?A S?6 ?F@AL=, puede 9ntroducción. G La necesidad de 1erdad 0ue tiene el mundo 2abiendo 2abido tantas enseñan<as de error+ A*ortunadamente 2ay un mensa#e de parte de /ios 0ue puede con ra<ón ser llamado?+ Palabra fiel. G E5pón,anse los moti1os 0ue tenemos para creer en la *idelidad de la Sa,rada Escritura, como son su enseñan<a ini,ualable, pro*ec>as cumplidas, *idelidad y pertinacia de los primeros propa,adores del Cristianismo, etc+ ??+ %igna de ser recibida de todos. D 7untual>cese la necesidad 0ue todos los 2ombres tienen de sal1ación y, por tanto, de 2acer caso del llamamiento de /ios+ Ies>stase la inclinación 0ue pueda sentir el predicador no1ato a e5plicar en este se,undo punto el plan de sal1ación, pues esto 2a de 1enir después+ Hasta a0u> no 2ay 0ue 2ablar m4s 0ue de la 1eracidad y necesidad del mensa#e+" 74sese lue,o al tercer punto diciendo- .En 0ué consiste tan ,loriosa noticia 0ue todo 2ombre necesita conocer3 ???+ @ue 1risto Ees5s vino al mundo. G Cristo si,ni*ica :un,ido=, ele,ido de /ios para una misión especial+ Aes9s si,ni*ica :Sal1ador=+ H4blese de las repetidas promesas 0ue /ios 2i<o de en1iar a un Ser de tal naturale<a a tra1és de los tiempos desde 0ue el primer 2ombre pecó+ Iesista también a0u> la tentación de e5plicar cómo Cristo nos sal1a, reser14ndolo para el punto 0ue si,ue+" ?V+ Para salvar a los pecadores. G Su 1enida 2abr>a sido de poco pro1ec2o a la Humanidad si no 2ubiera lle,ado a reali<ar el ob#eto de ella, si se 2ubiera limitado a ser un Maestro y no lle,ara a e*ectuar la sal1ación por su muerte redentora+ ?l9strese con al,una anécdota de al,uien 0ue se 2aya sacri*icado por un pró#imo+ V+ %e los cuales yo soy el primero. G Esta con*esión de parte de cada 2ombre es indispensable para poder recibir el bene*icio inmenso de este ,lorioso mensa#e de indulto+ /i,a a los oyentes, personali<ando ya el asunto- :8ui<4 no seas el m4s ,rande pecador del mundo, pero eres el primero, por cuanto nin,uno 2ay m4s cercano y 0ue te interese tanto sal1ar como tu propia alma inmortal+= 6ótese el orden ló,ico de este te5to, 0ue empie<a con un pre4mbulo acreditando la certe<a de la *e cristiana y termina con una aplicación personal+ Ctro te5to notable 0ue 1iene ló,icamente ordenado es Auan Manual de Homilética 20 $L-BJ y B), el cual, por re*erirse a una met4*ora Gla del !uen 7astorG, re0uerir4 una e5plicación y aplicación especial+ EAEM7LC BQ+ (F" P/969(EG9F" %E( /E3)HF %E 1/9"#F 9ntroducción. D Ie*erirse a la adecuada *i,ura del 7astor 0ue con *recuencia ocurre en la !iblia+ ?+ :Mis ovejas oyen mi voz2. G E5pl>0uese 0uiénes son tales o1e#as+ ??+ :;o las conozcan. G El pri1ile,io y la responsabilidad 0ue implica la omnisciencia de Cristo+ ???+ :; me siguen2. D /e*>nase lo 0ue si,ni*ica se,uir a Cristo, imitarlo, obedecerle, etc+ ?V+ :;o les doy vida eterna2. D Considérese la ,rande<a de esta promesa+ V+ :; no perecer!n para siempre2. G @na se,uridad preciosa de la 0ue no debemos abusar+ V?+ :6i nadie las arrebatar! de mi mano2. D H4,ase obser1ar la se,uridad y consuelo 0ue esta *rase del Sal1ador o*rece en 2oras de tentación+ 6o deben ser tratados en *orma e5positi1a simple sino a0uellos te5tos 0ue contienen en s> mismos un orden ló,ico y pro,resi1o, es decir, 0ue 1an de lo ,eneral a lo particular y de lo menos importante a lo m4s apremiante+ Cbsér1ese este mismo orden en Auan E-$( y Lucas $%-$L+ II" -istema text al anal5tico" 7uede añadirse *uer<a a las ideas del te5to si se concreta en una *rase 0ue las de*ina de un modo su,esti1o, es decir, *ormulando una especie de tema para cada parte del te5to+ EAEM7LC EQ+ () P/F+E") %E( ()%/I. )//EPE.#9%F (ucas =,&<, ?+ "eguridad preciosa. G 0%e cierto, de cierto te di,o2. ??+ 9nvitación admirable. G :Estar4s en el Paraíso=+ ???+ 1ompañía gratísima. D :Estar4s conmigo2. ?V+ Promesa sin dilación. G :Estar4s hoy2. En este método se da prominencia m4s bien al pensamiento 0ue a las palabras del te5to, y no 2ay tanto peli,ro de 0ue se si,a tan solamente un tratamiento 1erbal del mismo, es decir, una mera repetición de lo 0ue el te5to dice- por0ue estos ep>,ra*es anal>ticos su,ieren al predicador nue1as ideas+ EAEM7LC 'Q+ 8.) 9.69#)19I. E6).GJ(91) 9saías <:&==. Manual de Homilética 21 ?+ 8n medio f!cil. G :Mirad=+ ??+ 8n objeto divino. G :A M>=+ ???+ 8na invitación amplia. D :Todos los términos de la tierra=+ Veamos otro bos0ue#o en *orma anal>tica sobre uno de los temas e5puestos anteriormente, con un poco de desarrollo por medio de subdi1isionesEAEM7LC &+K LCS P/969(EG9F" %E( /E3)HF %E 1/9"#F Euan 7;&=K ?+ Son pueblo especial. G :Mis o1e#as=+ aL E5presa posesión- :Mis=+ Hemos sido comprados por El+ b" E5presa car4cter- :o1e#as=, no lobos+ ??+ Son pueblo atento. G :Cyen mi 1o<=+ aL Tienen o>dos espirituales+ bL /istin,uen las 1oces mundanas y las del diablo de la del !uen 7astor+ ???+ Pueblo amado. G :;o les cono<co=+ aL Aes9s los discierne+ bL Aes9s los aprueba+ cL Aes9s los 1i,ila+ ?V+ Pueblo obediente. D :Ellas me si,uen=+ aL Abiertamente reconocen a su 7astor ante el mundo+ bL 7ersonalmente le obedecen+ III" -istema anal5tico in#ertido" Al,unos te5tos pueden ser tratados pro1ec2osamente de di1ersos modos por medio de la in1ersión de términos, o sea, 1ariando el orden de las *rases 0ue entran en el te5to+ EAEM7LC (Q+ P/969(EG9F @8E E.#/)H) G/). PE(9G/F Tomando E*esios '-EL, pondr>amos por t>tulo?+ 8n gran beneficio. G :Sellados por el Esp>ritu=+ ??+ 8na gran esperanza. G :El d>a de la redención=+ ???+ 8n gran requerimiento. G :6o contristéis al Esp>ritu=+ C bien puede compararse la condición del creyente a la del escla1o 2ebreo, 0ue esperaba el Aubileo para obtener la libertad, y *ormular el bos0ue#o de esta otra *ormaEAEM7LC KM P/969(EG9F @8E E.#/)H) G/). PE(9G/F Manual de Homilética 22 ?+ 8n gran acontecimiento futuro. G :El d>a de la redención=+ Se re*iere a la liberación de todos los males en la ,loriosa Venida de Cristo+" ??+ 8n privilegio presente. G :Sellados=+ C sea, esco,idos en lista para el d>a de la ,ran libertad+ ???+ 8n gran requerimiento. G :6o contristéis al Esp>ritu=+ 6os 2ar>amos indi,nos de tan ,loriosa esperan<a si 1i1iéramos mundanalmente+ Cbsér1ese 0ue en ambos bos0ue#os 2ay un pro,reso de pensamiento 2acia el ob#eto primordial del te5to, 0ue es e52ortar a los creyentes a 1i1ir a la altura de nuestra soberana 1ocación+ I2" -istema anal5tico6expositi#o" El sistema anal>tico se emplea con ,ran pro1ec2o en te5tos lar,os, o sea, porciones *ormadas por 1arios 1ers>culos, de los cuales se toma, no cada palabra o *rase para e5ponerla a considerarla, sino las 0ue con1ienen al plan ,eneral del sermón se,9n el tema ba#o el cual se comenta+ Esta clase de sermones se llaman e5positi1os, y aun0ue trataremos de ellos ampliamente en otros cap>tulos, damos a0u> estos e#emplos para mostrar cómo se aplica a ellos el método anal>tico la in1ersión de términos+ 6o es posible la *ormulación 2omilética de sermones e5positi1os si no es por el método anal>tico, ya 0ue se trata de pensamientos diseminados en un lar,o pasa#e y no de un solo te5to 0ue se di1ide en partes+ 7or esta ra<ón, sin las *rases anal>ticas 0ue relacionan sus partes con el tema, no tendr>an sentido las *rases escriturales 0ue se esco,en para comentar+ EAEM7LC )Q+ () /E(9G9I. GE.89.) Ezequiel ,7&7NO=7 I."u autor. G :;o Ae2o14=+ II.El cambio que produce. G :Cora<ón y esp>ritu nue1os=+ III.(a obediencia que demanda. D :7ara 0ue anden y ,uarden=+ IV.(a bendición que da. G :Ser4n mi pueblo=+ EAEM7LC %Q+ %9F", E( #F%F E. () 69%) %E( 1/E*E.#E "almo K,&=<O=P I.Su guía en la vida 1ers+ B' a"+ II.Su sost n en la muerte 1ers+ B' b"+ III.Su porción para siempre 1ers+ B("+ Manual de Homilética 23 6ótese cómo en el primer bos0ue#o todo el desarrollo ,iró alrededor de la palabra reli,ión y en el se,undo en la persona de /ios+ Esta es la 1enta#a de tener un tema 0ue une y da co2esión al sermón+ En ambas porciones b>blicas 2ay muc2as m4s palabras y *rases interesantes 0ue tientan al e5positor a comentarlas, pero para 0ue el discurso si,a un plan deben tomarse solamente a0uellas 0ue tienen relación con el tema y desarrollarlas con la su*iciente e5tensión para 0ue el con#unto *orme el sermón interesante y edi*icante 0ue deseamos dar a nuestros oyentes+ En el desarrollo del e#emplo % aparece dentro del te5to b>blico el 1ers+ B&, el cual puede ser citado, y 2asta comentado, durante el desarrollo del 1ers+ B(, e5plicando 0ue a 1eces, con moti1o de las tribulaciones con las cuales /ios prueba a sus 2i#os, el creyente es tentado a sentirse solo, abandonado de la 7ro1idencia y lle1ado a pronunciar con iron>a y amar,ura la pre,unta del 1ers>culo B&; pero, basado en la ,loriosa esperan<a del 1ers+ B', se cambia la amar,ura en con*ian<a, 2asta poder lle,ar a decir en un sentido ponderati1o, no con si,nos interro,antes sino de admiración, la pre,unta :RA 0uién ten,o yo en los CielosS= Este cambio del interro,ante al admirati1o puede estar basado en el poder y sabidur>a de /ios 0ue obser1amos en la 6aturale<a, o en las promesas de la !iblia, y también en ambas cosas+ 7ara ello podemos presentar a los oyentes e#emplos cient>*icos o citas b>blicas+ 7ero en este comentario el 1ers+ B& debe entrar, no en el orden en 0ue lo 2allamos en la !iblia, sino como un desarrollo del 1ers+ B(; o sea, después de 2aber e5plicado la primera parte del te5to 0ue dice- :Mi carne y mi cora<ón des*allecen, para terminar con el cl>ma5 optimista :Mi porción es /ios para siempre=+ Esto estanto en los d>as malos como en los d>as buenos+ Si trat4ramos de e5plicar el B& antes del B(, resultar>a una re,resión de pensamiento el tener 0ue decir- :Mi carne y mi cora<ón des*allecen=, después de 2aber declarado- :Puera de Ti nada deseo en la tierra+= 7ero el es0ueleto del sermón, basado en su t>tulo :/ios, el todo en la vida del creyente2, nos ayuda a recti*icar el 1ai1én de contrastes propio de la poes>a 2ebrea, para construir un mensa#e escalonado, 0ue empie<a por la ,u>a di1ina 0ue comen<amos a recibir desde nuestra in*ancia, y termina en una preciosa se,uridad para todo tiempo y circunstancia+ Vamos a poner el e#emplo de un te5to tratado en las tres *ormas 0ue 1enimos e5plicandoEAEM7LC $LQ+ () PF3/EQ) %E 1/9"#F, .8E"#/) /9@8EQ) =R. 1orintios -&N MTTC/C ?LAT?VC?+ "iendo rico. ??+ "e hizo pobre. ???+ Para que por su pobreza fu semos enriquecidos. Manual de Homilética 24 MTTC/C A6ALUT?CC - ?+ ?+ "u incomparable riqueza original. ??+ "u e$trema pobreza a que voluntariamente se sometió. ???+ (a inmensa riqueza que con esto nos proporcionó. 6ótese cómo en ambos casos se e5presa lo mismo, pero el se,undo bos0ue#o es m4s su,esti1o para el predicador+ M7TODO ANA%8TICO6IN2ERTIDO9 I.(a incomparable riqueza original de 1risto. D :Siendo rico=+ El Cielo y el @ni1erso le pertenecen+ II.(a incomparable riqueza moral de 1risto. D :La ,racia=+ /ios no es solamente rico en poder, en ciencia, en ,loria, etc+, sino 0ue lo es en amor+ :/ios es amor=+ ?l9strese con e#emplos de la 6aturale<a y de la !iblia+ III.El gran motivo que le movió. G :7or amor de nosotros2. Compadecido de nuestra miseria+ ?l9strese con e#emplos de pecado y des,racia en este mundo+ IV.El admirable m todo que adoptó. D :Se 2i<o pobre=+ Con*>rmese e il9strese con e#emplos de los cuatro E1an,elios+ V.(a inmensa riqueza que con ello nos proporcionó. G :Puésemos enri0uecidos= con una pa< y ,o<o presentes, y las ri0ue<as del Cielo por si,los sin *in+ Cbsér1ese 0ue en los dos primeros bos0ue#os 2emos tenido 0ue omitir *rases muy importantes del te5to, como son- :la ,racia= y :por amor a nosotros=, por0ue no 1en>an en el 1ers>culo en el orden ló,ico 0ue con1en>a, mientras 0ue en éste, ,racias al método anal>tico y a la in1ersión de términos, 2emos 2allado la manera de incorporar estos buenos pensamientos al bos0ue#o, sin de#ar de *ormar un con#unto ló,ico y ordenado ba#o un plan+ Es natural 0ue en el desarrollo de los dos primeros bos0ue#os la idea de la ,racia o amor del Sal1ador 2abr4 de entrar y el predicador tendr4 ocasión de e5ponerla en sus puntos ?? y ???, pero ello ser4 en el curso de la e5plicación sin poder *ormar una di1isión especial, 0ue no corresponder>a con las otras+ Es indispensable usar el método anal>tico para poder in1ertir los términos de un te5to, pues sin la *rase 0ue anali<a y completa la idea del te5to, el predicador no podr>a dar ra<ón del por0ué de la in1ersión o cambio de orden de las *rases 0ue entran en el te5to+ Supon,amos 0ue el lector 2allar4 en al,9n libro de sermones un bos0ue#o b>blico *ormulado en esta *orma?+ Siendo rico. ??+ (a gracia. ???+ "e hizo pobre. ?V+ Para que fu semos enriquecidos. Manual de Homilética 25 Sentir>a 0ue el punto se,undo rompe la relación entre el primero y el tercero; pero la de*inición de la ,racia como :ri0ue<a moral de Cristo=, une per*ectamente el se,undo punto con el primero y prepara el terreno para el tercero+ 2" -ermón text al6sint(tico" /enominados as> a0uellos sermones basados sobre un solo te5to para el desarrollo de los cuales el predicador no si,ue las mismas palabras del te5to, ni en *orma ilati1a, ni tampoco por medio de *rases anal>ticas, pero todas deri1adas del te5to y relacionadas con éste+ EAEM7LC $$Q+ Sobre Euan P&,K y bajo el tema& "EG8/) 9.69#)19I. Como introducción puede decirse- Aes9s no puede ec2ar a nadie *uera, de los 0ue 1ienen a El, y las ra<ones ló,icas son$+ B+ E+ '+ &+ en Ser>a en contra de su promesa+ En contra de su o*icio+ En contra de su cora<ón+ Ser>a en contra de su deseo, y Anular>a la obra de ,racia iniciada por el Esp>ritu Santo el cora<ón 0ue se siente constreñido a acudir a Cristo+ /esumen& 7uedes acudir, pues, con con*ian<a+ EAEM7LC $BQ+ Sobre +ateo N&N y bajo el tema& "9GSE+E 9ntroducción. G /escribir ,r4*icamente el caso de la 1ocación de Mateo, con cierto aire de misterio, sin citar el nombre sino de#4ndolo adi1inar a los oyentes+ /ebe 2acerse notar 0ue todo el cambio *ue reali<ado por una sola palabra+ A nosotros nos cuesta a 1eces miles de palabras con1encer a personas 2asta 2acerles tomar una resolución 0ui<4 tri1ial+ En este caso una sola palabra bastó para determinar una decisión trascendental 0ue cambió toda una 1ida+ Tras esta introducción puede procederse al desarrollo del sermón *ormulando estas tres di1isiones$+ .8uién es el 0ue dice esta palabra3 B+ .8ué implica se,uir a Cristo3 E+ Iesultados de se,uir a Cristo+ EAEM7LC $EQ+ Sobre (ucas =<&,<, bajo el tema& Manual de Homilética 26 P)%/E, PE/%I.)(F" 7ueden *ormularse estas cuatro di1isiones$+ .8uién suplicó esto3 B+ .7or 0ué pide esta clemencia3 E+ La ocasión en 0ue la pide+ '+ Lo 0ue aprendemos de esta s9plica+ 7ero si se 2acen las di1isiones de tal modo 0ue *ormen proposiciones u obser1aciones resulta a9n m4s interesante y su,esti1o el bos0ue#o+ Se puede entonces decir1.Es la primera oración jam!s oída de tal índole en la tierra. Es la cru< de Cristo 0ue introduce tal oración+ 2.Es el 'ijo de %ios venido del cielo que ora así por sus verdugos. La idea de perdón 2a 1enido del Cielo+ 3.Es el reflejo de su hermoso car!cter. a" Su ternura+ b" Su clemencia+ c" !eni,na disposición+ d" Amor+ eL 6oble<a+ *" Abne,ación+ '+ Es la prueba de que es el /edentor. aL /esde la misma cru< procura el perdón para los m4s indi,nos+ bL Lo obtiene en 1irtud de su sacri*icio+ &+ Estas palabras dejan ver a 1risto en calidad de +ediador. 6ótese el ar,umento con 0ue de*iende- :6o saben=+ 1onclusión. G Esta oración proclama 0ue la 9nica manera para sal1arnos es por la clemencia di1ina, por ,racia+ Cbsér1ese 0ue en ambos bos0ue#os 2ay una ,radación de pensamiento de lo ,eneral a lo particular, dentro del te5to, pero sin su#etarse a la letra del mismo+ El sermón te5tualVsintético, m4s 0ue nin,9n otro de los 0ue 2asta a0u> 2emos estudiado, reclama subdi1isiones+ Este bos0ue#o 0ueda muy seco con sólo las cuatro di1isiones principales, mientras 0ue tratado por proposiciones resulta muy su,esti1o+ Aun0ue debemos tratar de las subdi1isiones del sermón en otro cap>tulo m4s adelante, pondremos a0u> un bos0ue#o completo con sus subdi1isiones para dar una idea m4s clara del sermón te5tualVtópico+ EAEM7LC $'Q+ )+)% ) 68E"#/F" E.E+9GF" +ateo :&<< Manual de Homilética 27 ?+ @ui n lo manda. $+ Aes9s, el 0ue tiene toda autoridad+ B+ El 0ue lo practicó en su 1ida+ E+ El 0ue lo practicó en su muerte+ '+ 6o 2ubiera podido ser su,erido por la 6aturale<a+ ??+ ) qui n lo manda. 1.A los disc>pulos, se,uidores, imitadores, 0ue tienen el deber de se,uir sus pisadas+ B+A los redimidos, los 0ue le deben el inmenso *a1or de la 1ida eterna; *a1or obli,a+ E+A los perdonados, los 0ue eran a su 1e< enemi,os+ ???+ Por qu lo manda. $+Es a,radable a /ios, 7adre de todos los 2ombres+ 2.Es una señal se,ura de ser 2i#os de /ios+ E+Es indispensable para aseme#arnos a Cristo y prepararnos para la 1ida de amor en el Cielo+ ?V+ 6entajas de cumplir este mandato. $+?mpide 0ue per#udi0uemos a otros+ B+6os libra a nosotros mismos de los peli,ros del odio+ /onde las dan, las toman+" E+Con1ierte a los enemi,os en ami,os+ 4.Ser4 el me#or medio para ,anar almas para Cristo, y si son 2ermanos, para ayudar a ele1arles a una 1ida superior+ III -ermones Tem:ticos Sermón tem4tico es la e5posición de un asunto o tema b>blico, sin se,uir las l>neas de un te5to determinado, sino el con#unto de enseñan<a o doctrina 0ue se encuentra en la !iblia sobre dic2o tema+ @na 1e< determinado el asunto sobre el cual el predicador desea 2ablar, esco,er4 una porción b>blica adecuada al mensa#e, y es pre*erible si tiene también su te5to, desde el cual proceder4 al desarrollo del sermón; pero dic2o te5to *ormar4 la base, no el es0ueleto del sermón, como en los anteriores e#emplos+ Supon,amos 0ue el predicador desea 2ablar de la necesidad de e1an,eli<ar y *ormula el su,esti1o tema de- :7or qu predicamos el Evangelio2. 7odr4 tomar como te5to Marcos $(-$(, o Iomanos $-$(, pero no se ceñir4 a dic2os 1ers>culos, aun0ue usar4 uno de ellos como te5to y lo citar4 m4s de una 1e< en apoyo de su tesis; pero podr4 *ormular el bos0ue#o tópico en esta *orma;'OR .U7 'REDICAMO- E% E2AN0E%IO< ?+ 7or0ue Cristo lo mandó+ Es, pues, un deber de todo cristiano a,radecido+ ??+ Es el bene*icio mayor 0ue se puede 2acer a indi1iduos y naciones+ 7ueden citarse a0u> muc2os e#emplos como prueba e Manual de Homilética 28 ilustración+" ???+ Es el 9nico medio para lo,rar la sal1ación eterna de las almas+ Al e5plicar el punto se,undo el predicador no 1ersado en Homilética corre muc2o peli,ro de adelantarse al desarrollo de su tema diciendo 0ue el mayor bene*icio 0ue recibe toda persona por la predicación es la sal1ación eterna de su alma+ 7ero debe e1itar cuidadosamente entrar en este terreno en el se,undo punto, en el cual debe e5plicar tan sólo los bene*icios materiales 0ue las personas reciben al aceptar a Cristo; de otro modo, no sabr>a 0ué decir al lle,ar al tercer punto o tendr>a 0ue incurrir en repeticiones *astidiosas+ El asunto de la sal1ación del alma es el m4s importante y el m4s adecuado para el llamamiento *inal- dé#ese, pues, para el *in del sermón+ -ERMÓN TEM1TICO DOCTRINA% Es el 0ue toma una idea o doctrina b>blica y la sinteti<a o resume, aportando en su apoyo di1ersos te5tos b>blicos, pero no todos los te5tos 0ue 2ablan sobre tal asunto, ni un n9mero e5cesi1o de ellos+ Hay sermones 0ue apenas son otra cosa 0ue una serie de te5tos b>blicos en,ar<ados+ A la ,ente le ,usta 1er 0ue los pensamientos del predicador est4n bien *undados en la 7alabra de /ios+ 7uede obser1arse cómo el apóstol San 7ablo cita una 1e< y otra las Escrituras del Anti,uo Testamento; por e#emplo, en apoyo de la tesis sobre la sal1ación por la *e, 0ue desarrolla en las cartas a los Iomanos y a los Calatas, pero 2ay all> pensamientos ori,inales 0ue *orman la carne de la disertación+ Al,uien 2a dic2o 0ue antes 0ue escuc2ar sermones 0ue son meros es0ueletos de te5tos pre*erir4n los oyentes comprarse un diccionario b>blico de paralelos, e1itando a un predicador 0ue no se toma la molestia de pensar y *>a su discurso en la memori<ación de te5tos b>blicos+ En nin,9n discurso, ya sea simplemente tópico como el anterior, o de estudio b>blico como el 0ue si,ue, deben emplearse m4s de dos o tres te5tos b>blicos, como m45imo, en apoyo de cada una de las partes+ 7uede usarse m4s de un te5to para cada parte o di1isión cuando el se,undo y el tercero contienen al,una idea nue1a 0ue completa la idea de los otros, pero en la mayor>a de los casos un solo te5to bien esco,ido ser4 su*iciente+ EAEM7LC $Q+ E( P/F+E#9%F +E"T)" 9ntroducción. G La promesa de un Iedentor *ue 2ec2a a nuestros primeros padres desde el momento de la ca>da; la !iblia 1a de*iniendo el car4cter de este en1iado sin i,ual 0ue 1endr>a a e*ectuar la liberación espiritual de la Humanidad+ Manual de Homilética 29 %esarrollo. D 6otemos sus caracter>sticasI.Ser>a simiente de la mu#er, lo 0ue parece predecir su nacimiento 1ir,inal- Fénesis E-$&+ II.Ser>a un descendiente de Abra2am- Fénesis BB-$)+ III.Ser>a un descendiente de /a1id- B+K Samuel J-$E+ IV.6acer>a en !elem Mi0ueas &-B+ V.Horadar>an sus manos y sus pies- Salmo BB-$(+ V?+ Ser>a contado entre mal2ec2ores- ?sa>as &E-%+ VI.7ero enterrado en rica tumba- ?sa>as &E-%+ VII.6o 0uedar>a en el sepulcro- Salmo $(-$L+ 1onclusión. G Cristo 2a demostrado ser el Mes>as prometido y como tal debe ser aceptado+ Como ad1ertimos ya, el predicador encontrar4 muc2os pasa#es en 0ue se declara 0ue el Mes>as ser>a 2i#o de Abra2am o de /a1id, pero uno solo esco,ido y e5plicado es me#or 0ue muc2os mal e5plicados+ En un sentido ,eneral todos los sermones tópicos son sintéticos por0ue sinteti<an o resumen al,una 1erdad o doctrina 0ue se 2alla distribuida en toda la !iblia, pero en el e#emplo :7or qu predicamos el Evangelio2 la s>ntesis de pasa#es b>blicos no aparece tan clara como en éste del Mes>as, por esto lo consideramos simplemente tópico, o de desarrollo de un tema+ Mientras 0ue llamamos al se,undo sermón, doctrinal, o de s>ntesis b>blica, por0ue desarrolla, no una idea, moti1o, apelación o e52ortación, sino una doctrina, la del Mes>as+ Al,unos llaman a los sermones sintéticos sobre al,una enseñan<a o doctrina espiritual, simplemente- Estudio !>blico+ Con la ayuda de un buen diccionario de paralelos, o aun con la mera ayuda de las notas mar,inales de la !iblia, es *4cil componer buenos mensa#es tópicos, de s>ntesis doctrinal+ Ctras 1eces el bos0ue#o si,ue una serie de consideraciones acerca de un tema, al,unas apoyadas con te5to y otras sacadas de la e5periencia+ VéaseEAEM7LC BQ+ () F/)19I. @8E %9F" E"181') Proverbios 7:&=N ?+ /ios no $+K ((-$)+ B+K E+K '+K B)-%+ &+K escucha las oraciones de& Los 0ue miran la ini0uidad en sus cora<ones- Salmo Los alti1os y or,ullosos- Lucas $)-$$+ Los *altos de caridad- 7ro1erbios B$-$E+ Los 0ue no atienden a la 7alabra de /ios- 7ro1erbios Los e,o>stas- Santia,o '-E+ Manual de Homilética 30 ??+ %ios escucha las oraciones de& 7M Los 2umildes- Lucas $)-$EV$'+ B+K Los rectos- Santia,o &-$(+ E+K Los 0ue permanecen en comunión con El- Auan $&-J+ '+K Los desamparados- Salmo $LB-$J+ &+K Los a*li,idos- Santia,o &-$E+ (+K Los 0ue buscan la Ciencia /i1ina- Santia,o $-$&+ U)daptado de Paul E. 'oldcraft.L He a0u> otro e#emplo de bos0ue#o para sermón doctrinal basado en enseñan<as de la !iblia y de la e5periencia con#untamente+ EAEM7LC E+K #ema& E( PE1)%F ?+ @u es el pecado. 1.Es tras,resión de la ley di1ina- $+a Auan E-'+ B+Es obediencia al enemi,o de /ios y nuestro- Iomanos (-$J, $)+ E+Es una prueba de in,ratitud y desa*ecto al 0ue merece todo amor y obediencia- Iomanos $-B$+ '+Es una tendencia natural por 2erencia- Salmo &$-&+ ??+ 1ómo se produce. $+ En el pensamiento+ Cuando es$+K Consentido- /euteronomio $B-$%+ B+K )cariciado& 7ro1erbios $(-EL+ E+K !uscado- Fénesis (-&+ B+ /e palabra$+K Contra /ios; blas*emias- Le1>tico B'-$&+ B+K ?nsultos contra los seme#antes- Mateo &-BB+ E+K Mentiras sobre todo en per#uicio del pró#imo"- Aueces $B-BB+ '+K C2ismes y murmuraciones- Le1+ $%-$(+ E+ /e obra+ Es todo acto pro2ibido por la ley di1ina, y las acciones conducentes a los mismos$+K Crimen y otras relaciones *a1orables al mismo- T5odo BL-$E+ B+K Adulterio y actos de lasci1ia- T5odo BL-$'+ E+K Violencia de obra- ?sa>as E-$B+ ???+ #r!gicas consecuencias del pecado. 1./esasosie,o en el alma; turbación de la pa< interior- ?sa>as ')-BB+ 2.Aumenta las di*icultades de la propia 1ida, ya bastante di*>cil a causa del pecado reinante+ A 1eces con la esperan<a de Manual de Homilética 31 me#orarlas E#+- el ladrón, timador, etc+"- 7ro1erbios '-$%+ E+Lle1a el pecador a una pendiente peli,rosa la bola de nie1e"+ 4.?nduce a otros a pecar- B+K Samuel $B-$'+ 5.Aparta el *a1or de /ios- ?sa>as &$-B+ (+Conduce al apartamiento de*initi1o, o sea, al in*ierno- Salmo %-$J+ ?V+ El remedio para el pecado. 1.Iemedios ine*icaces+ Todos los 0ue proceden de nosotros mismos o de in1ención 2umanaa"Arrepentimiento sin *e en el Iedentor+ b"Sacri*icios y penitencias+ c"/inero y o*rendas- Hebreos )-BL+ B+El remedio e*ica<- LA C!IA /E CI?STC+ 7or ser in*inito su Autor y el mismo Hi#o de /ios+ 3.Aplicación del remedioa"7or la *e- E*esios B-)+ b"Con arrepentimiento- Hec2os E-$%+ c)En no1edad de 1ida- B+a Corintios &-$J+ Este bos0ue#o es e5cesi1amente lar,o, lo 0ue obli,a a tratar sus partes muy someramente+ Cuando esto ocurre en temas tales como el re*erido u otros, por e#emplo- la *e, el arrepentimiento, el amor de /ios, la sal1ación, etc+, con1iene de*inir el t>tulo del sermón un poco m4s y ceñirnos al mismo para e1itar 0ue el p9blico desorientado lle,ue a ol1idar al *inal del discurso lo 0ue se 2a dic2o al principio+ 7odemos tratar el tema del pecado de un modo menos completo pero m4s e5presi1o y *4cil de recordar a los oyentes, tomando como te5to Hebreos E-$E+ /e este modo, asociando la idea de :en,año= a la de :pecado=, diremosEAEM7LC 'Q+ E( E.G)HF %E( PE1)%F I.El pecado en,aña en cuanto a su 1erdadera culpa+ 7retende 0ue /ios no le da importancia+ II.El pecado en,aña acerca de las 1enta#as 0ue por él se 2an de reco,er+ III.El pecado en,aña acerca de los malos resultados de nuestros 2ec2os+ IV.El pecado en,aña en cuanto a las posibilidades de ser librados de él cuando nos pla<ca+ V.El pecado en,aña en cuanto a su desastroso *in+ !9s0uense te5tos b>blicos y, si es posible, al,una anécdota 0ue ilustren estas a*irmaciones y se obtendr4 un sermón bre1e y su,esti1o 0ue todos los oyentes podr4n recordar con *acilidad+ Asimismo, en lu,ar de tratar en un solo discurso de :la *e= en todos los aspectos, ser>a me#or tratar un d>a de- :La *e como 9nico medio de sal1ación=, o concret4ndolo en un tema m4s Manual de Homilética 32 bre1e, 0"alvación por la fe2, y en otro discurso :ED poder de la fe2, re*iriéndonos, no al acto de *e por el cual recibimos a Cristo como Sal1ador, sino a la *e constante 0ue obtiene el cumplimiento de las promesas de /ios por medio de la oración+ Como 0uiera 0ue nuestros p9blicos son ,eneralmente mi5tos, de personas incon1ersas y de creyentes, es permitido al predicador, en un discurso sobre la sal1ación por la *e, re*erirse al *inal del sermón a la constancia de la *e 0ue nos permite 1i1ir una 1ida 1ictoriosa como creyentes, 2asta el d>a 0ue entramos en posesión de la promesa de sal1ación+ 7ero esto de un modo bre1e, sin e5tenderse en a0uellas consideraciones 0ue no son el ob#eto principal del sermón+ Asimismo, en un discurso para creyentes, re*iriéndonos a la *e 0ue obtiene 1ictorias por la oración, nos es permitido poner, 0ui<4 como primer punto de la disertación, 0ue la primera bendición de /ios 0ue alcan<amos por medio de la *e es la sal1ación del alma, lo 0ue nos permitir4 diri,ir una llamada a al,9n oyente no con1ertido 0ue pudiera 2allarse entre la concurrencia, pasando inmediatamente a re*erirnos a las otras bendiciones de la 1ida de *e, con m4s detalle y e5tensión+ 6unca 2ay 0ue ol1idar el propósito principal del sermón, 0ue es, en el primer caso, atraer a los inVcon1ersos a una *e de*inida en la obra redentora de Cristo, y en el se,undo, alentar a los creyentes a una 1ida de *e+ @n sermón 0ue abar0ue completamente los dos aspectos de la *e es imposible, pues todos los sermones deben tener un propósito principal+ Tratar de ca<ar muc2os p4#aros de un solo tiro es se,uro método para no alcan<ar nin,uno+ Asimismo, un sermón 0ue se e5tiende por i,ual en dos propósitos di1ersos no alcan<ar4 nin,uno; siempre debe tener un propósito principal, aun0ue conten,a al,una e52ortación incidental de otro car4cter, la cual debe procurarse relacionar del me#or modo posible con el propósito principal+ -ERMÓN TE+TUA%6TEMATICO @niendo lo 0ue 2emos aprendido acerca de los sermones te5tuales y los tem4ticos, encontraremos 0ue al,unos te5tos se prestan para la construcción de sermones tem4ticos con la ayuda de otros te5tos de la !iblia, pero si,uiendo un desarrollo muy similar al sermón te5tual+ En los sermones de esta clase 2ay por lo ,eneral una palabra cla1e 0ue 1iene a constituir el tema del discurso+ Ctros te5tos b>blicos en los cuales ocurre la misma palabra o idea, son preciosos au5iliares para ilustrar las subdi1isiones de tal discurso, aun0ue otras partes pueden ser ilustradas también con e#emplos o circunstancias de la e5periencia 2umana, y no por un te5to b>blico+ /ebe e1itarse cuidadosamente el uso de te5tos ilustrati1os con pro*usión e5cesi1a+ 6unca deben tomarse te5tos por la simple ra<ón de 0ue la palabra o idea cla1e concurre en ellos+ @n sermón no es una concordancia de analo,>as b>blicas+ /e acuerdo con este Manual de Homilética 33 principio, #am4s deben *ormularse subdi1isiones para poder enca#ar te5tos *a1oritos en un sermón, sino 0ue los te5tos deben buscarse después de 2aber *ormulado las subdi1isiones, con el e5clusi1o ob#eto de ilustrar el pensamiento 0ue tenemos en mente+ Cbsér1ense estas instrucciones en el si,uiente EAEM7LC &Q+ 38"1).%F )( "EHF/ 9saías ::&P ?+ @u significa buscar al "eñor. $+K Es buscar el conocimiento de El- Auan $-$), B+a Corintios '-(, Auan $J-B&VB( y Mateo $$-BJ+ B+K Es buscar su *a1or- E*esios B-E y $-(+ E+K Es buscar su ima,en- Fénesis $-BJ, E*esios '-BBVB'+ '+K Es buscar su comunión- Colosenses $-B$, B+a Corintios (-$( y Auan $'-BE+ &+K Es buscar su presencia y ,oce por la eternidad- Mateo &-), $+a Auan E-B, Apocalipsis B$-EVJ y BB-EV'+ ??+ 1ómo debe buscarse al "eñor. 7M Conscientes de nuestra absoluta necesidad de El y de los pri1ile,ios arriba mencionados+ B+K Con sinceros deseos de tenerle- Salmo 'B-$, 'E-$ e ?sa>as B(-)V%+ E+K 7or medio de la oración- Mateo J-J y (-(+ '+K Con una b9s0ueda perse1erante+ ???+ 1u!ndo debemos buscar al "eñor. 7M Mientras 1i1imos+ B+W Mientras ,o<amos de salud+ E+K En nuestra #u1entud+ '+K Mientras dura el d>a de la ,racia+ IV.Su generosa oferta. 7M Tendr4 misericordia+ B+K /ar4 abundante perdón- ?sa>as &&-J+ E+K 6os reno1ar4- Vers+ $L y $$+ U)daptado de 1harles "imeón.L Cbsér1ese 0ue al,unas de las subdi1isiones tienen te5tos ilustrati1os y otras no+ El mensa#e es tan e1an,élico 0ue *4cilmente podr>an 2allarse te5tos para cada una de sus subdi1isiones, pero los puntos ??? y ?V son tan sencillos 0ue no necesitan te5tos para su ilustración, y el aplicarlos a cada subdi1isión 2ar>a el discurso demasiado lar,o y pesado+ Hay casi demasiados en la primera parte+ 8ui<4 podr>an suprimirse te5tos en las primeras secciones y poner otros en las 9ltimas+ Como un e#ercicio pr4ctico para el estudiante, 1amos a poner citas b>blicas adecuadas a estas 9ltimas secciones, pero en desorden, para 0ue el estudiante las colo0ue en el lu,ar 0ue a su #uicio corresponden- ?sa>as &&-J+ Eclesiastés $B-$+ Manual de Homilética 34 ?sa>as (&-(+ Aob J-'V(+ Eclesiastés J-B+ Salmo $$$-B+ Lucas $$-%+ 6otemos 0ue cuando se citan 1arios te5tos para un mismo punto, éstos no est4n puestos en cual0uier orden, sino 0ue 2ay entre ellos un desarrollo de pensamiento+ 7or e#emplo, en la subdi1isión $+a :Es buscar el conocimiento de El2, podemos empe<ar diciendo, de acuerdo con Auan $-$), 0ue la b9s0ueda del /esconocido ?n1isible 2a sido la ,ran incó,nita de la Humanidad; pero no es tanto por0ue /ios se 2aya ocultado como por0ue el diablo 2a ce,ado las mentes de los 2ombres para no 1er a /ios en sus obras+ A0uellos 0ue reciben a Cristo son empero los 0ue 1erdaderamente descubren a /ios se,9n Auan $J-B&VB(, ya 0ue /ios tiene 0ue ser buscado m4s con el cora<ón 0ue con la mente+ 7or esto son las personas m4s sencillas y sinceras, y no los sabios de este mundo, 0uienes le encuentran m4s *4cilmente Mateo $$-BJ"+ 8uien bus0ue este supremo conocimiento lo 2allar4, por muy 2umilde e i,norante 0ue sea+ Ielacionando estos te5tos au5iliares, el oyente se siente sua1emente introducido en ellos por la ar,umentación ló,ica del predicador+ 6ada 2ay peor 0ue tratar de ilustrar un sermón con una reta2>la de te5tos b>blicos sin cone5ión+ Es necesario desarrollar el tema de modo 0ue los te5tos cai,an a propósito, como lla1es 0ue se aplican a sus cerraduras+ 7or otro lado, 2ay 0ue tener ,ran cuidado en no caer en el peli,ro de desarrollar los te5tos ilustrati1os demasiado e5tensamente, de modo 0ue resulten nue1os sermones+ Al desarrollar el subt>tulo antes re*erido con cuatro te5tos ilustrati1os, no debe ol1idar el predicador 0ue el tema del sermón es :!@SCA6/C AL SEXCI= y 0ue 0El conocimiento de %ios2 es sólo un punto subsidiario del ar,umento principal, 0ue es- la necesidad y con1eniencia de buscar a /ios, y 0ue para este punto subsidiario no debe emplear el predicador m4s 0ue unos bre1es minutos+ 7or consi,uiente, las *rases con las cuales una estos cuatro te5tos deben ser concisas e incisi1as+ Cuando al estudiar una subdi1isión le ocurran al predicador una superabundancia de pensamientos, 2ar4 bien en anotarlos para otro sermón, 0ue en este caso podr>a ser sobre el tema :EL MA;CI /ESC@!I?M?E6TC /E TC/CS=, o bien :@6 CC6CC?M?E6TC PEL?D=, pero de nin,9n modo debe tratar de 2acer de cada subt>tulo un nue1o sermón, 2asta 2acerse cansado al auditorio+ Con el e#emplo del punto primero el estudiante podr4 1er *4cilmente la relación 0ue e5iste entre los te5tos de los subt>tulos E+K, '+K y &+K+ Los subt>tulos del punto E+K, por ser tan bre1es y simples, con1endr>a ilustrarlos con al,una anécdota, lo 0ue dar>a 1ariedad al sermón+ Véase ese otro bos0ue#o de sermón te5tual sintético tomado de un *amoso predicador, sin te5tos ilustrati1os, lo 0ue re0uerir4 mayor n9mero de anécdotas+ EAEM7LC (+K Manual de Homilética 35 EL )//EPE.#9+9E.#F 9saías ::&K I" =Necesidad de la con#ersión>" Al,unas personas dudan de tal necesidad, pero ésta resulta e1idente teniendo en cuenta$+K La naturaleza de %ios. G .Cómo puede un /ios Santo consentir el pecado o perdonar a pecadores 0ue contin9en en su ini0uidad3 B+K La naturaleza del Evangelio. D Las !uenas 6ue1as no son una proclamación de tolerancia del pecado, sino una liberación de él+ E+K Los antecedentes del Evangelio. G Tenemos muc2os e#emplos de perdón en la Sa,rada Escritura otor,ado a personas 0ue cambiaron de 1ida, pero nin,uno de perdón concedido a 0uienes persistieron en el mal camino+ '+K El propio beneficio del pecador re0uiere 0ue abandone el pecado, ya 0ue de otro modo éste de#ar>a sentir sus e*ectos+ II" =%a nat rale?a de la con#ersión>" $+K Tiene 0ue abandonar su 0camino2. Esto si,ni*icaa" Su camino natural, en el cual corre de por s>, se,9n su propia tendencia+ b" Su camino 2abitual, al cual est4 acostumbrado+ c" Su camino pre*erido, en el cual encuentra los placeres del pecado+ d" El camino anc2o por donde 1an muc2os+ B+K /ebe dejar o abandonar tal camino+ 7ues no bastaa" Ieconocer 0ue es malo+ b" Lamentarse de se,uirlo+ c" Iesol1erse a de#arlo al,una 1e<+ d" Andar con m4s cuidado en él+ E+K El pecador debe dejar tambi n :sus pensamientos2. Esto si,ni*ica sus opiniones y nociones propias antiescrituralesa" Con respecto a /ios; su ley; su E1an,elio; su pueblo+ b" Iespecto al pecado; al casti,o; a la persona de Cristo; o a su propia persona+ c" Iespecto a su propio or,ullo, ne,li,encia, desobediencia y descon*ian<a+ El E#an)elio de la con#ersión" III" $+K @na promesa se,ura- :Tendr4 de él misericordia=+ B+K @n perdón completo- :Ser4 amplio en perdonar=+ Esta amplitud pro1iene del Cal1ario, donde todo el pecado *ue e5piado+ En 1irtud de tal obra /ios puede ser e5traordinariamente ,eneroso para con el pecador de conciencia Manual de Homilética 36 despierta, sin *altar a su #usticia+ 1onclusión. G C2, 0ue el pecador considere la necesidad de un cambio total de pensamiento en lo interior, y de conducta e5terior+ Si no es completo y radical ser>a 1ano+ Total y terrible ruina ser4 la consecuencia de se,uir en el mal+ 8ue sea ésta la 2ora crucial de tu 1ida+ /ios dice :1uél1ete=+ .8ué te impide 2acerlo3 U)daptado de 1. '. "purgeon.L I2 - bdi#isiones del sermón Concretando lo dic2o en los cap>tulos anteriores, podemos de*inir la ,estación de un sermón en la si,uiente *orma$+ El predicador recibe la inspiración del asunto sobre el cual 2a de 2ablar como un mensa#e especial de /ios para sus oyentes; como respuesta a sus continuas oraciones pidiendo a /ios la inspiración de mensa#es apropiados a las necesidades espirituales de su p9blico+ B+ Encuentra el te5to adecuado 0ue de*ine el mensa#e+ A 1eces la inspiración del mensa#e 1iene con el te5to, sobre todo si el predicador es un asiduo lector de la 7alabra de /ios+" En otros casos 0uerr4 predicar sobre una doctrina b>blica y usar4, no uno, sino muc2os te5tos en su apoyo, esco,iendo como te5to del sermón el 0ue me#or de*ina el mensa#e o doctrina 0ue desea e5poner+ E+ Concentrar4 el mensa#e en una *rase corta 0ue se llama tema+ '+ Lo de*inir4 en 1arias proposiciones o di1isiones principales, ya sea usando las palabras o *rases m4s prominentes del te5to sermón te5tual ilati1o", o si,uiendo un plan ló,ico *ormulado en su mente acerca de los pensamientos 0ue el te5to le su,iere sermón te5tualVtópico", o bien *ormar4 un plan 0ue no tiene nada 0ue 1er con las palabras del te5to sino con al,9n mensa#e o doctrina b>blica, para el cual el te5to le sir1e solamente de introducción sermón tópico"+ &+ Escribir4 una introducción 0ue despierte la atención y el deseo de los oyentes para escuc2ar el desarrollo del mensa#e+ Acerca de esta parte bre1e pero important>sima del sermón 2ablamos en un cap>tulo especial+ Hasta a0u> tiene *ormulado el plan o es0ueleto del sermón+ Aun0ue el es0ueleto es el arma<ón o apoyo del cuerpo, no constituye el cuerpo en s>, necesita la carne y los ór,anos 0ue lo completen+ As> el sermón con sólo sus di1isiones principales no conse,uir>a el ob#eto de sal1ación o edi*icación de los oyentes+ Al,unos de los mismos puntos principales no ser>an ni si0uiera comprendidos por los oyentes si no *ueran acompañados de una e5plicación+ Manual de Homilética 37 El estudiante 2abr4 notado cómo al,unos de los bos0ue#os 0ue dimos en el cap>tulo ?, 0ue se re*iere a las di1ersas *ormas de sermón te5tual, los acompañamos de subdi1isiones para 2acerlos m4s comprensi1os, mientras otros m4s claros o simples los de#amos en es0ueleto, sin dar de ellos m4s 0ue las di1isiones principales+ El ob#eto de las subdi1isiones es ampliar el sentido de las di1isiones principales para 0ue el pensamiento sea m4s claro y detallado+ 7or lo tanto, las subdi1isiones deben ser 9nicamente el desarrollo de la di1isión principal sin salirse de ella y, sobre todo, sin tratar de e5plicar lo 0ue 2a de e5ponerse m4s tarde en al,una otra di1isión+ Tomando el bos0ue#o 0ue 2emos tenido en el cap>tulo ?, p4,ina BL, podremos desarrollarlo en esta *ormaEAEM7LC $Q #ema& (()+)+9E.#F EV91)Q +ateo N&N 9ntroducción. G E5plicar la 2istoria de Mateo de un modo 1i1o y dram4tico+ Haciendo én*asis en la prontitud con 0ue Mateo si,uió a Cristo+ 7untual>cese lo 0ue di#imos en la introducción del anterior bos0ue#o- 0ue una sola palabra bastó para cambiar la 1ida de este 2ombre, pero?+ A@ui n es el que hace el llamamientoB $+ El Hi#o de /ios 1enido como 2ombre a la tierra+ B+ El amante Sal1ador 0ue desea sal1ar a todos+ E+ El /i1ino Maestro+ '+ El 0ue sabe lo 0ue 2ay en el 2ombre+ &+ El 0ue tiene toda autoridad para in1itar y aun mandar+ ??+ A) qui n dirige esta e$hortaciónB $+A un 2ombre a1aro y entrometido en ne,ocios mundanos+ 2.A uno despreciado de todo el mundo por su car4cter y conducta+ 3.A uno a 0uien el dinero no 2ab>a podido satis*acer+ )plicación& .6o 2ay muc2os as> 2oy d>a y entre los oyentes3 ???+ A@u significa seguir a 1ristoB $+ Se,uir su instrucción, sus enseñan<as+ B+ ?mitar sus pr4cticas- oración, asistencia al culto, caridad, etc+ E+ Acompañarle en sus sentimientos y propósitos+ '+ /e#ar la compañ>a 0ue no si,ue a Aes9s+ &+ /e#ar la ocupación 0ue, por no corresponder con el car4cter o métodos de Cristo, no puede e#ercerse si,uiendo a Aes9s+ )plicación& A las posibles circunstancias de los oyentes sin entrar en detalles 0ue pudieran tener un car4cter personal para al,uno de los asistentes, lo 0ue ser>a *atalmente erróneo y contraproducente+ /e#emos al Esp>ritu Santo aplicar la Manual de Homilética 38 7alabra"+ /esultados de seguir a 1risto. $+ Cambio total de 1ida+ 6o se a1er,on<ó de se,uir al Señor+ B+ 7rocuró 0ue otros tu1iesen contacto con Cristo+ E+ Fenerosidad+ :Con1idó a muc2os=+ '+ Iecibió uno de los m4s altos car,os 0ue Cristo pod>a dar a los mortales, el ser apóstol+ &+ Ha sido un medio de bendición por medio de su E1an,elio no sólo a sus contempor4neos, sino a todas las ,eneraciones de creyentes+ 1onclusión. G .6o 0uieres se,uir a Cristo 2oy y ser1irle como Mateo para ,o<ar de sus bene*icios y ser bendición a muc2os3 Las subdi1isiones de los dos primeros puntos principales tienen 0ue 1er con la 2istoria de Mateo y no re0uieren aplicación especial a los oyentes; sin embar,o, al desarrollar las subdi1isiones del primero, el predicador debe pensar en las almas 0ue necesitan un Sal1ador, al i,ual 0ue lo necesitó Mateo, y debe 2ablar con entusiasmo y con1icción, aun0ue lo 2ar4 solamente re*iriéndose a Mateo, sin 2acer in1itaciones especiales a los oyentes, pues tales in1itaciones sólo en casos e5cepcionales pueden 2acerse en el primer punto del sermón+ Sin embar,o, debe contar la 2istoria de Mateo, pensando en la impresión 0ue 2ar4 en el 4nimo de los oyentes incon1ersos lo 0ue est4 describiendo como de paso, acerca del amor y deseo del Señor Aesucristo de sal1ar a los pecadores+ Al terminar el desarrollo de las cuatro subdi1isiones del punto segundo puede 2acerse una aplicación personal, diciendo.6o te 2allas satis*ec2o y *eli<3 Cristo te in1ita, etc+ En el tercer punto casi ol1idamos a Mateo, pero no nos apartamos del tem>a, por0ue, sin duda, Mateo 2ar>a todas estas cosas, sobre todo la &+a, 0ue est4 bien declarada en la narración e1an,élica+ En las cinco subdi1isiones del punto cuarto puede obser1arse una clara ,radación 0ue nos permite terminar 2ablando de la recompensa 0ue Cristo otor,a a los 0ue le si,uen+ Las subdi1isiones deben, pues$+ E5plicar lo 0ue no sea bien claro en la di1isión principal+ B+ /emostrar y probar 0ue lo a*irmado en la di1isión principal es la 1erdad+ I2" Al,unas 1eces las subdi1isiones son respuestas a las pre,untas de las di1isiones principales, cuando el método de pre,untas 2a sido usado al 2acer el plan ,eneral del sermón+ Veamos un e#emplo de ello en este bos0ue#o sobre AudasEAEM7LC B+K #ema& () G/). #/)919I. (ucas ==&<- ?+ A@ui n comete el gran pecadoB :A@/AS=+ .8uién era3 E5pl>0uese Manual de Homilética 39 la di,nidad 0ue Aes9s le 2ab>a dado+ Lo 0ue 2ab>a e5perimentado en la compañ>a de Aes9s+ )plicación& H4blese de la di,nidad 0ue el 2ombre 2a recibido sobre todos los seres de la Creación, y sobre del pri1ile,io de 2aber conocido a Cristo por el E1an,elio, mientras millones de seres 2umanos se 2allan en la oscuridad e i,norancia espiritual+ ??+ AEn qu consiste este pecadoB :E6TIEFAS=+ $+ E5pón,ase lo 2orrendo del crimen+ Abuso de con*ian<a, rec2a<amiento del amor y ad1ertencias diri,idas durante la 9ltima cena+" B+ .Cu4l es su intento o propósito3 .El dinero3 .El rencor por la reprensión en !etania3" )plicación& Aes9s dice 0ue el 0ue no es con El es contra El+ A0uel 0ue no lo acepta, le entre,a; el 0ue no le con*iesa, le nie,a+ ???+ A1ontra qui n lo cometeB :AL H?AC /EL HCM!IE=+ $+ Al 9nico 2ombre puro 0ue 2ab>a 2abido+ B+ Al amante Sal1ador+ E+ Tu Maestro+ '+ Al 0ue conoce todas las cosas+ )plicación& Todo esto es Aes9s para cada alma+ ?V+ A1ómo lo realizaB :CC6 @6 !ESC=+ $+ @na señal de amistad+ B+ Acto de descarada 2ipocres>a+ )plicación& Muc2os ser4n condenados por sus actos de reli,iosidad 2ipócrita+ .Ser4s t9 uno de ellos3 EAEM7LC BQ #ema& )+F/ )G/)%E19%F (ucas K&,P al :; Las di1isiones principales de este tema pueden ser?+ Frigen de este amor. ??+ Su manifestación. ???+ "u resultado. /etall4ndolo por medio de subdi1isiones, ser>a?+ Frigen de este amor. 1.6o era e,o>sta ni carnal+ 6o iba a reportarle nin,9n pro1ec2o material a la pecadora, pues todo el mundo sab>a cuan santo y puro era el /i1ino Maestro y cómo condenaba el pecado Mateo (-B("+ B+ Era promo1ido por la *e 1ers+ &L"+ a)La pecadora cre>a en el amor sal1ador de Aes9s+ Hab>a perdonado los pecados del paral>tico 2ac>a poco en la misma ciudad Lucas &-BL"+ .6o 0uerr>a perdonar a ella también3 Manual de Homilética 40 b)En su poder para perdonar+ Los *ariseos lo pon>an en duda, pero ella no+ Ten>a sus ra<ones+ E5pón,anse éstas, bas4ndose en los relatos e1an,élicos+" ??+ A1ómo se manifestó este amor al "alvadorB 7. En un santo 1alor, por0uea)La casa donde entró esta pecadora no era la suya+ b)Los in1itados a la mesa eran de cate,or>a superior+ c)El caballero a 0uien se acercó era un alto persona#e a 0uien todos llamaban el Señor+ d)El papel 0ue iba a desempeñar en una *iesta era inoportuno y rid>culo+ B+ En l4,rimas de cora<ón 0uebrantado, promo1idas pora"Su pena y arrepentimiento por lo pasado+ b"@n 2umillante ser1icio personal+ a)c" E5presiones del m4s 2umilde e*ecto+ !esar los pies+ c)@na actitud paciente ante la cr>tica+ 6o se le1antó a discutir con el *ariseo+ El amor a Cristo da paciencia+ ???+ "u resultado. $. /e parte del mundo, desprecios, burlas, insultos+ 6o debemos e5trañar 0ue as> ocurra siempre+ B+ /e parte del Señora)7erdón completo+ :Tus muc2os pecados=+ 6o una parte de ellos, ni un tanto de su culpabilidad de#ando el :reato= para ser e5piado a0u> o en el pur,atorio+ b)Fratitud y elo,io de 8uien m4s 1alor tienen+ 6otemos 0ue 2ubo para la pecadora$+K @n momento de prueba ante la cr>tica+ B+K @n momento de satis*acción y esperan<a cuando oyó la de*ensa del Señor+ E+K @n momento de ,o<o supremo cuando escuc2ó la palabra de perdón 1ers+ ')"+ c" Con*irmación y adoctrinamiento 1ers>culo &L"+ $+K Aes9s 0uiso 0ue supiera la ra<ón de su perdón- la *e 0ue 2ab>a puesto en el poder sal1ador de Cristo+ 6o era ocasión para re1elar a9n la doctrina del Cal1ario; pero, sin duda, la conoció m4s tarde la pecadora y le 2i<o amar a9n m4s a su Sal1ador+ B+K 8uiso 0ue descansara en la se,uridad de su sal1ación+ :Ve en pa<=, no a cumplir penosas penitencias+ 1onclusión. D .6o 0uieres amar a Cristo, con*esarle con 1alor y su*rir el desprecio del mundo para obtener en cambio tan ,randes bene*icios3 Veamos otro bos0ue#oEAEM7LC 'Q #ema& () E(E119I. %E +F9"J" 'ebreos 77&=<O=P Manual de Homilética 41 9ntroducción.DPuede 2acerse de dos maneras$+a /e car4cter narrati1o, re*iriendo la 2istoria b>blica, o B+a Ar,umentati1a, diciendo a 1>a de 9ntroducción& En 1arias ocasiones de la 1ida se nos presenta la necesidad de 2acer elecciones 0ue deciden nuestro 7or1enir, pero la principal de todas es a0uella 0ue tiene 0ue 1er con nuestra sal1ación y el por1enir eterno de nuestra alma+ Moisés es un e#emplo de abne,ación y del poder 0ue un 2ombre puede recibir 7or la *e en /ios cuando se decide a perderlo todo 7or amor a El+ ?+ Lo que +ois s rehusó. $+ La di,nidad de pr>ncipe+ Muc2os 2an arries,ado muc2o para ,o<ar tal triun*o+ B+ Los placeres de la corte+ Se,uramente eran muy atracti1os+ E+ Las ri0ue<as+ Las 2ab>a ,o<ado y sab>a el bien material 0ue si,ni*icaban+ ??+ Lo que eligió. Su*rir con el pueblo de /ios+ Esto en un tiempo cuando estaban oprimidos por un déspota+ Compartir el desprecio 0ue su*r>a su pueblo, la burla de sus enemi,os; 0ui<4s en parte moti1ado por la esperan<a 0ue ten>a de un libertador prometido a los padres, el Mes>as, la Estrella de Aacob+ 7or esto el apóstol lo llama :el 1ituperio de Cristo=+ ???+ El principio decisivo de su elección. La *e+ 7or medio de la *e inculcada por su piadosa madre, /ios le enseñó$+ A 1alorar lo mundano+ 7or eso consideraba las ri0ue<as de E,ipto comoa" 6o satis*actorias+ .Lo son 2oy3 b" ?nciertas il9strese con al,una anécdota"+ c" 7er#udiciales en su in*luencia+ /escr>banse ima,inati1amente las luc2as de conciencia del #o1en piadoso en una corte corrompida+ El resultado *ue decidir la 2uida antes 0ue *uera co,ido demasiado *uertemente en los la<os del pecado+ B+ A mirar a la remuneración+ Esta pod>a tener dos aspectosa)La promesa de libertad y salida de E,ipto anticipada por los patriarcas Aacob y Aosé Fénesis '% y &L-B'"+ b"La ciudad con *undamentos 0ue esperaban los patriarcas Hebreos $$-%V$("+ El Cielo+ Ambas cosas parec>an le#anas e improbables y de la se,unda ten>an menos detalles y ,arant>a 0ue las 0ue tenemos nosotros después de la Venida de Cristo+ Su *e, empero, le 2i<o 1alorar estas cosas le#anas por encima de lo presente y tan,ible+ .6o lo 2ar4 con nosotros3 DI2I-IONE- AM'%IADA- O E+'%ICADA- Manual de Homilética 42 7ara predicadores no1eles o muy ancianos, cuando empie<a a *allarles la memoria, no ser4 su*iciente un bos0ue#o con escuetas di1isiones y subdi1isiones, sino 0ue necesitar4 un poco de desarrollo escrito+ Aconse#amos, empero, 0ue éste sea lo m4s conciso posible para no lle1ar al predicador a la tentación de leer el sermón palabra por palabra, lo 0ue siempre resta 1i,or a la alocución, atando al predicador a un manuscrito+ El lector encontrar4 numerosos e#emplos de bos0ue#os de esta clase en nuestro 1olumen de "ermones escogidos, donde publicamos solamente dos, sobre inau,uración de templos, transcritos palabra por palabra, y cuarenta y oc2o sobre di1ersos temas en esta *orma condensada, ocupando cada bos0ue#o a lo m4s tres p4,inas, y una, apro5imadamente, de anécdotas+ A0u> nos limitaremos a transcribir un e#emplo e5pro*esamente esco,ido de otro autor+ EAEM7LC EQ #ema& E( *8GF %E 1/9"#F +ateo 77&=NO,; 9ntroducción. D El cap>tulo del cual seleccionamos este e#emplo empie<a con el mensa#e en1iado por Auan a Cristo y la respuesta de Este 1ers+ EV("+ Cristo ensal<a el car4cter de Auan 1ers+ JV$$" y censura al pueblo por su menosprecio, tanto del ministerio de Auan como de suyo propio, mostr4ndoles los 1anos prete5tos 0ue presentan para #usti*icarse+ Pinalmente pro*eti<a la ruina de Cora<>n, !et2saida y Capernaum, y concluye con esta a*ectuosa in1itación a tales oyentes desaprensi1os, 0ue bien pueden ser tomados como tipo de la Humanidad entera+ ConsideremosI" El ! )o & e nos impone" El yu,o es un instrumento puesto sobre el cuello del buey por el cual éste 0ueda su#eto a ciertas restricciones de parte del labrador 0ue le conduce y de su compañero o compañeros de labor+ Cristo usa esta *i,ura para aplicarla a la reli,ión; e implica$" El yugo de su doctrina. G Esto si,ni*ica la su#eción de nuestra mente a su enseñan<a+ La recepción con 2umildad de las misteriosas doctrinas del Cristianismo, como la encarnación del Verbo /i1ino, la Iedención, la Iesurrección, etc+ Tales doctrinas eran trope<adero a los #ud>os y locura a los ,entiles, mas a los creyentes son sabidur>a y potencia de /ios+ B" El yugo de sus leyes. G Cristo no abolió la ley moral, sino 0ue la e5plicó, espirituali<ó y amplió+ :Amad a 1uestros enemi,os= 1éase Mateo &-J"+ 6o 2ay 1erdadero discipulado sin obediencia- :Vosotros sois mis ami,os=, etc+ :Si me am4is, ,uardad mis mandamientos+= E" El yugo de la cruz de 1risto. D :Si al,uno 0uisiere ser mi Manual de Homilética 43 disc>pulo tome cada d>a su cru<, etc+= Esto implica muc2o- p9blica pro*esión de Cristo, ne,ación de s> mismo, si es necesario abandono de ami,os, esposa, 2i#os, casas, bienes, y aun de la misma 1ida, por causa de Cristo+ II" %a lección & e nos ense@a" :Aprended de M>=+ Esto si,ni*ica tanto la doctrina 0ue enseña como las re,las 0ue nos impone y los sacri*icios 0ue demanda+ Tenemos 0ue aprender de El$" Escuchando sus palabras. G El es el 7ro*eta Supremo prometido a ?srael de 0uien se di#o- :A El o>d+= Mandato di1ino en*ati<ado nue1amente por /ios en Su bautismo+ B" 9mitando su ejemplo. D Es nuestro modelo per*ecto+ 6o nos impone nin,9n deber 0ue El mismo no 2aya cumplido en su 1ida e#emplar+ El abrió la senda y nosotros tenemos 0ue se,uir sus pasos+ E" )doptando su mente y espíritu. D :8ue soy manso y 2umilde de cora<ón=+ /ebemos compartir la mansedumbre y 2umildad de Cristo, pues- :Si al,uno no tiene el Esp>ritu de Cristo, el tal no es de El+= La 1erdadera 2umildad suprime el or,ullo e imparte un car4cter dócil y amable+ III" %a bendición & e promete" :Hallaréis descanso para 1uestras almas=+ El reposo corporal es dulce e indispensable+ RCu4nto m4s el descanso del almaS Esta promesa incluye$" %escanso de la servidumbre del pecado. G 6o e5iste labor m4s se1era o cruel, ni acompañada de mayor miseria, 0ue la del pecado+ Escla1itud de Satan4s+ Vasalla#e de su maldito imperio+ B" %escanso de la inquietud interior. D :Los imp>os son como la mar en tempestad, 0ue no puede estarse 0uieta=+ :6o 2ay pa<, dice mi /ios, para los imp>os, sino temor y constante recelo=; pero :Austi*icados, pues, por la *e, tenemos pa< para con /ios=+ 7or esto el alma puede cantarFí la voz del "alvador %ecir con tierno amor& 6en, ven a +í, descansar!s, 1argado pecador. #al como era, a mi Ees5s, 1ansado, yo acudí, ; luego dulce alivio y paz, Por fe, de El recibí. E" Eterno reposo en el 1ielo. D 8ueda un reposo para el pueblo de /ios+ /e los traba#os, con*lictos, triste<as, cruces, su*rimientos, etc+ Ieposo constante y eterno Apoc+ $'-$E"+ 7ara persuadir a los pecadores a aceptar esta in1itación obser1ad- Manual de Homilética 44 I2" El moti#o & e ad ce" :7ues mi yu,o es *4cil y li,era mi car,a=+ As>, es$" 1ontrastado con el yugo del pecado. G .8ué *ruto ten>ais de a0uellas cosas de las cuales os a1er,on<4is3 El yu,o del pecado est4 lleno de amar,ura y su pa,a es :muerte=+ B" 1omparado con las pr!cticas religiosas del paganismo. G 7or lo ,eneral est4n llenas de crueldad+ Tales sistemas reli,iosos se 2allan escritos con la san,re de sus adoradores+ 6iños inmolados, 1iudas 0uemadas, torturas de los *a0uires y santones+ El yu,o de Cristo, en cambio, est4 lleno de misericordia, bondad, pa< y pure<a+ E" 1omparado con las pr!cticas de la dispensación judía. G Aun0ue de di1ino ori,en, como /ispensación preliminar a la Cristiana, era, sin embar,o, lo 0ue 7edro llama- :;u,o 0ue ni nosotros ni nuestros padres 2emos podido lle1ar+= 7or sus numerosos ser1icios, sacri*icios, puri*icaciones, oblaciones, etcétera, y por la se1eridad de su ley moral- :C#o por o#o y diente por diente+= '" El yugo de 1risto es, en cambio, f!cil por sí mismo. D 6ada irracional, nada de,radante u opresi1o se encuentra en su doctrina+ :Sus mandamientos no son penosos=+ Amar a /ios, creer en Aes9s, obedecer las leyes di1inas y la dirección del Esp>ritu Santo; ser lleno de *rutos de bondad, etc+ &" Es f!cil por la ayuda que al aceptarlo nos es otorgada. D :;o estoy con 1osotros todos los d>as=, promete Cristo al partir+ Su presencia in*unde *ortale<a y consuelo por su Santo Esp>ritu+ C>tense e#emplos de m4rtires+" :!4state mi ,racia= *ue dic2o a un 2ombre 0ue pasó muc2as tribulaciones en el ser1icio de Cristo, el cual pudo por su parte e5clamar- :Todo lo puedo en Cristo 0ue me *ortalece+= )plicación& E52ortad al escla1o del pecado acerca de la necedad y locura de continuar en su penosa 1ida de pecado+ ?n1itadle a probar el sua1e yu,o de Cristo+ Animad a los disc>pulos de Cristo a :se,uir al Cordero por donde0uiera 0ue *uere=, imitando sus 1irtudes+ Trad+ de "Wetches and "Weletons of "ermons, por A+ 3urns, /+/+" 6ótese en este e#emplo de un ,ran maestro 1arios ras,os 0ue 2emos señalado en la parte teórica de este manual$+K El sermón es en su planteamiento de car4cter te5tual ilati1o+ B+K El e5ordio o introducción es del conte5to+ El doctor !urns tiene una pre*erencia especial por las introducciones conte5t9ales+ 7erm>tasenos decir 0ue éstas son siempre las m4s *4ciles y ricas en enseñan<a, pero no las recomendamos en todos los casos+ El predicador 0ue teniendo 0ue Vdiri,irse a un mismo Manual de Homilética 45 auditorio le diera siempre introducciones del conte5to lle,ar>a a 2acerse monótonamente pesado+ Como e5plicaremos en el cap>tulo V???, 2ay otras *ormas de introducción m4s atracti1as para despertar 1i1amente el interés del p9blico desde el mismo principio del mensa#e+ E+K Este sermón es, empero, en su desarrollo, un sermón te5tualVanal>tico, por0ue 2ay una *rase en cada di1isión principal 0ue anali<a, o presenta en otras palabras 0ue las del propio te5to, la 1erdad 0ue e5presan las *rases te5tuales una tras otra+ '+K La conclusión, o aplicación, como lo denomina el /r+ !urns, es m9ltiple, conteniendo tres puntos+ Ello es posible por tratarse de un te5to lar,o y un sermón bastante e5tenso+ @n te5to m4s bre1e, raramente permite 1arias conclusiones+ &+K /i,amos, *inalmente, 0ue este bos0ue#o, de un autor cl4sico y maestro de Homilética del si,lo pasado, resulta demasiado e5tenso para nuestra época moderna+ El predicador de nuestro tiempo 0ue 0uisiera adaptarlo literalmente podr>a dar muy poco desarrollo a cada parte+ Esto ocurre también con nuestro propio 1olumen de "ermones escogidos, preparado para predicadores no1eles en tiempos de persecución, cuando los *ieles se reun>an por las casas, llenos de *er1or espiritual, y no se sent>an muy satis*ec2os si el sermón se circunscrib>a a una sola 2ora+ Era necesario, pues, e5tender el mensa#e por toda clase de rami*icaciones en cada punto y enri0uecerlo con muc2as anécdotas+ 7ero ello da posibilidad al predicador actual a esco,er lo me#or+ Siempre es pre*erible en un bos0ue#o a#eno 0ue nos proponemos adaptar, 0ue 2aya e5ceso de material, 0ue *alta, para poder esco,er y omitir lo menos interesante, dando paso a pensamientos propios basados en a0uellos puntos o proposiciones 0ue m4s nos 2an llamado la atención+ El autor tiene 0ue con*esar 0ue 2a adaptado muc2os sermones de Spur,eon en sus '& años de predicador, pero omitiendo las nue1e décimas partes del material, conser1ando tan sólo las di1isiones principales y al,unos pensamientos cla1e+ 2 $ scando material para el sermón Muc2as 1eces, los estudiantes de Homilética 2an dic2o 0ue ocurre con los bos0ue#os como con el 2ue1o de Colón+ Son muy *4ciles cuando se 1en escritos en la pi<arra, pero lo di*>cil es 0ue a uno se le ocurra el plan a desarrollar, y una 1e< obtenido éste, 0ueda la di*icultad de llenarlo con ideas interesantes+ .Cómo lo 2aremos para 2acer sur,ir ideas acerca de un te5to en nuestras mentes3 La primera y m4s sencilla de las *ormas es sometiendo el mismo a un bombardeo de pre,untas pr4cticas+ Supon,amos 0ue el te5to es Iomanos $-$(+ Antes de proceder a nin,9n plan sobre este te5to, el estudiante puede Manual de Homilética 46 preparar copioso material sometiéndole a las si,uientes pre,untas-obre el texto en )eneral" .Cu4ndo *ueron escritas estas palabras3 .En 0ué población3 .7or 0uién3 .A 0uiénes *ueron diri,idas3 ./e 0ué estaba 2ablando el escritor3 .8ué ob#eto se propon>a al escribir este te5to3 Respecto a las palabras" .7or 0ué dice no me a1er,Yen<o3 .7or 0ué dice potencia3 .8ué si,ni*ica salud3 !9s0uense otros te5tos donde salud si,ni*ica sal1ación+ EAEM7LC- Hec2os '-$B+ Iomanos $L-$L+ Hebreos- $'+ Hebreos B-E+ $+a 7edro $-&+ Audas E+ .8uién era el #ud>o3 .8uién era el ,rie,o3 .7or 0ué nombra dos pueblos3 Respecto a las frases" .Cu4ntas 2ay en este te5to3 ./ónde 2allaré aclaración sobre la palabra salud3 ./ónde 2allaré aclaraVión de 0ue el E1an,elio es poder3 En la !iblia- Da0ueo+ La pecadora+ El carcelero e Pilipos+ En la 2istoria- Iecuérdese al,9n caso o anécdota+ .8ué otros te5tos e5tienden la in1itación a :todo a0uel=3 Auan E-$(+ Respecto a s5 mismo" .7eco yo de a1er,on<arme3 .Iecuerdo al,9n caso 0ue lo 2aya 2ec2o3 .He dudado del poder de /ios para con1ertir a al,uien3 .He de buscar primero los 0ue est4n m4s cerca los 0ue est4n m4s le#os en mis traba#os3 .Me indicaré sólo a una clase3 Respecto a los o!entes + .8ué 1erdades 2e de inculcar a los creyentes3 + Las 0ue me 2e aplicado a m>+ .; a los no creyentes3 La realidad de un E1an,elio 0ue se 2a demostrado tan poderoso+ La necesidad de creer para tener sal1ación+ La inutilidad de las obras para sal1ar+ Lo 0ue 2ac>an los #ud>os+ La inutilidad de buscar a /ios en la *iloso*>a natural sin re1elación+ ARRE0%O DE% $O-.UE/O 7uedo 2acerlo de dos modos- 7or el método te5tualVilati1o o Manual de Homilética 47 por el tem4tico+ Si lo 2a,o tem4tico, .sobre 0ué palabra lo basaré3 Hay tres *rases en el te5to 0ue su,ieren interesantes temas, los cuales son$+K 6o me a1er,Yen<o+ B+K /el E1an,elio de Cristo+ E+K 7or0ue es potencia de /ios+ ; pueden *ormularse as>$+K El deber de no a1er,on<arse+ B+K l E1an,elio, poder de /ios+ E+K Sal1ación para todo 2ombre+ Respecto a las il straciones" .8ué puntos con1iene :a1er,Yen<o= y :poder=+ Respecto a la introd cción" .Cómo 2aré el e5ordio3 /e dos maneras$+a Ielacion4ndolo con el proyecto del 1ia#e a Ioma+ B+a E5plicando el 2umilde ori,en del E1an,elio y su triun*o sobre el mundo #ud>o y ,entil+ . ( l ? ecAa el contexto sobre el texto< El 1ers+ $' ilustra la disposición de 7ablo para anunciar el E1an,elio a todo el mundo+ La absoluta depra1ación descrita en el 1ers+ B$ al EB ilustra el poder del E1an,elio para sal1ar a tan corruptos pecadores+ El 1ers+ $) declara la necesidad de la sal1ación+ La respuesta a todas estas pre,untas o*rece muc2>simo material para 2acer un buen sermón+ 7robablemente m4s 0ue el 0ue el estudiante podr4 incluir en una sola disertación y puede ya proceder arre,lo del bos0ue#o en al,una de las indicadas es *ormas+ EAEM7LC $+W E( %E3E/ /E 6C AVEIFC6DAISE /omanos 7&7P 9ntroducción. D Siempre 2a sido di*>cil con*esar a Cristo, en otros tiempos a causa de la persecución; y d>a en 0ue este moti1o de temor 2a casi desparecido, la obra de /ios es detenida por temores muc2o menos *undados- el de la opinión p9blica, posible pérdida en los ne,ocios, de presti,io o de *ama+ El apóstol ten>a en contra suya moti1os de toda >ndole; sin embar,o, est4 dispuesto a a1an<ar en 1e< de retroceder+ Consideremosilustrar3 Especialmente- Manual de Homilética 48 ?+ %e qu no se avergonzaba el apóstol. G /el E1an,elio, !uena 6ue1a del perdón de /ios+ .8ué moti1os aparentes ten>a para a1er,on<arse3 $Q+ Era una reli,ión nue1a, sin tradición+ BQ+ /espreciada de los sabios y poderosos de su tiempo+ EQ+ 7erse,uida en muc2as partes- Hec2os B)-BE+ 'Q+ 7ro*esada por los m4s pobres y 2umildes- $+a Corintios $-BJ+ &Q+ 6o siempre 2onrada por sus mismos se,uidores$+a Corintios (-(+ (Q+ Vilipendiada y calumniada de muc2as maneras+ ??+ Por qu no se avergonzaba. D A pesar de todo lo dic2o, no ten>a temor ni 1er,Yen<a de esta doctrina, por0ue era poder de %ios& $Q+ 7ara persuadir y con1encer- Hebreos '-$B+ BQ+ 7ara dar sal1ación- Iomanos )-$+ EQ+ 7ara re,enerar y trans*ormar- $+a Corintios (-$$+ 'Q+ 7ara dar 2erencia eterna- Auan $-$B+ 7or eso era el E1an,elio su mayor ,loria- F4latas (-$'+ EAEM7LC BQ ")(6)19I. P)/) #F%F 'F+3/E /omanos 7&7P 9ntroducción. G El mensa#e del E1an,elio es uni1ersal+ 6o conoce *ronteras ni ra<as+ Las reli,iones pa,anas sol>an tener un car4cter nacional, pero el Cristianismo es para el mundo entero+ 6o pod>a ser de otro modo por ser de /ios+ 6adie lo comprendió me#or 0ue el apóstol San 7ablo cuando luc2ó para desli,arlo de los pre#uicios nacionales del #uda>smo Iomanos %-EL y E$"+ Es un mensa#e uni1ersal+ I+ 7or su origen. G :/e /ios=+ $Q+ /ios es Creador de todos- Hec2os $J-B(+ BQ+ /ios es Señor de todos+ En El no cabe parcialidadHec2os $L-E(+ EQ+ 8uiere ser 7adre de todos- Auan $-$B+ II" Por su maravilloso car!cter. G :7oder de /ios=+ $+K Ctras reli,iones 2an sido impuestas por medios 2umanos+ a" 7or la espada El ?slam"+ bL 7or la in*luencia pol>tica !udismo y S2intoisismo"+ c" 7or 2umana persuasión Piloso*>a platónica, Con*ucionismo"+ =M El Cristianismo lo *ue poraL Mila,ros e1identes- Hebreos B-'+ bL Cperaciones del Esp>ritu Santo+ 6o sólo en los tiempos apostólicos, sino en nuestros d>as+ Su obra Manual de Homilética 49 re,eneradora no 2a sido estéril en nin,una ra<a ni pueblo+ ?l9strese con anécdotas misioneras+" III" Por su admirable medio de adaptación.G:A todo a0uel 0ue cree+= El método por el cual /ios 0uiere re,enerar y sal1ar a las almas est4 al alcance de todos$+K /e los indoctos como de los sabios+ B+K /e los pobres, sin 0ue los ricos se 2allen e5cluidos+ E+K /e los en*ermos e in14lidos como de los sanos, pues no re0uiere es*uer<o *>sico+ 6o pod>a 2aber medio tan adecuado como la *e+ 6o 2ay otro m4s sencillo; sin embarV ,o, no 2ay otro 0ue 2onre m4s a /ios e in*luya m4s en el propio car4cter 2umano+ I2" Por lo universal de la necesidad que suple. G :Al #ud>o primeramente y también al ,rie,o=+ $+K ?ncluye las dos clases reli,iosas en 0ue desde el punto de 1ista #ud>o se 2allaba di1idida la Humanidad+ El apóstol demuestra 0ue ambas se 2allaban deba#o de pecado Iomanos E-B$VE$"+ B+K El se consideraba deudor de todos- Iomanos $-$'+ .6o lo somos nosotros también3 E+K En nuestros d>as podemos aplicar la desi,nación dea" Eudíos, a los 0ue tienen *e y conocimiento de /ios, pero e0ui1ocados+ bL Gentiles, los ateos y pa,anos+ Los primeros se 2allan muy cerca del Ieino, pero est4n i,ualmente e5puestos a perecer si rec2a<an el di1ino mensa#e+ 1onclusión. G .7ermitir4s 0ue el E1an,elio sal1e a otros y no a ti3 Mateo )-$$"+ EAEM7LC E+K EL EVA6FEL?C, PF%E/ %E %9F" /omanos 7&7P 9ntroducción. G Hay una di*erencia esencial entre el Cristianismo y las reli,iones 2umanas+ Estas proceden de los 2ombres y necesitan apoyarse en el poder 2umano Ma2ometismo, !udismo, Catolicismo", pero el E1an,elio 2a triun*ado a tra1és de todos los poderes 2umanos+ 6i cadenas, ni potros, ni circos, ni 2o,ueras 2an podido detener ni impedir el anuncio de la !uena 6ue1a+ 7or0ue?+ El Evangelio es poder de %ios. $+ 6o es de car4cter *>sico+ /ios 2a inter1enido raramente con poder *>sico en la era cristiana para 0ue la prueba de la *e *uese per*ecta+ Manual de Homilética 50 B+ 7ero en su triun*o el E1an,elio 2a demostrado poder espiritual, pues muy pronto 2abr>a desaparecido de la tierra de no ser un poder sobre2umano+ a" A causa de su 2umilde ori,en- @n carpintero de 6a<aret, doce pescadores y y artesanos+ b" 7or tener a tantos poderes en contra+ Sin embar,oa" Triun*ó r4pidamente en los primeros si,los+ /ic2o de Tertuliano- :Somos de ayer y llenamos el mundo=+" b" 7or los admirables *rutos 0ue 2a producido en todos los tiempos+ II" Es un poder ben fico. G :/ar salud=+ $+ Hay en el mundo poderes 0ue tienden a la destrucciónlos 1ientos, el *ue,o, el rayo+ /e#ados los elementos de la 6aturale<a a su arbitrio, al acaso, sin ser ordenados y controlados por un 7oder Supremo, dar>an como resultado ine1itable el caos+ Este 7oder se 2a 2ec2o tan e1idente como bené*ico en el orden *>sico+ .6o lo ser4 en el orden moral3 .Ha de triun*ar el mal moral en el @ni1erso3 B+ El E1an,elio es este poder moral 0ue el mundo necesitaba+ a" 7ara persuadir y redar,Yir de pecado+ b" 7ara trans*ormar los indi1iduos- B+a Corintios (-$$+ c" 7ara sostener y dar 1alor en las pruebas y en la muerte- Pilipenses '-$E+ III" Es un poder que debe ser recibido y asimilado. Los 1ientos, la electricidad, son poderes latentes en la 6aturale<a, pero 0ue deben ser asimilados por medio de aparatos adaptados a sus leyes molino de 1iento, d>namo"+ El medio o conducto para obtener toda bendición di1ina es la *e+ $+ Pe en Cristo como Hi#o de /ios+ B+ Pe en la e*icacia de su Cbra Iedentora+ E+ Pe en su disposición para sal1ar inmediatamente y de un modo completo+ '+ Pe en sus in*antiles promesas para el tiempo y la Eternidad+ Se 2a comparado la *e al conmutador eléctrico 0ue trae la poderosa corriente de todos sus bienes y bene*icios al 0ue 2ace uso de ella+ I2" Es un poder suficiente para alcanzar a los m!s alejados como a los m!s cercanos. $+ Al #ud>o+ B+ Al ,rie,o+ Véase apartado E+K del punto ?V del E#emplo B+K+" Manual de Homilética 51 En estos tres bos0ue#os sobre un mismo te5to 2ay muc2o material 0ue puede ser intercalado con pro1ec2o del uno y al otro+ 7or e#emplo- En la e5posición 0ue se 2ace del E1an,elio como poder en el punto ?? del E#emplo B+K 2ay al,o 0ue puede ser dic2o en el apartado B+K del E#emplo E+K, y 1ice1ersa; pero el sermón debe ser preparado con al,9n plan, 2aciendo én*asis sobre un asunto especial, y no debe pretenderse decirlo todo en un solo sermón+ Con traba#o y es*uer<o puede ampliarse cual0uier bos0ue#o de modo 0ue llene todo el tiempo del sermón, y con *recuencia m4s del 0ue disponemos, sin necesidad de salirse del plan del sermón+ Se 2a dic2o 0ue los dos elementos indispensables 7ara la composición de un sermón son- material y plan. A 1eces puede tenerse muc2o material sin plan, otras 1eces se tiene un ma,n>*ico plan sin 0ue de momento apare<ca todo el material 0ue podemos y debemos usar, pero éste 1a 1iniendo poco a poco, ando lu,ar a los puntos subsidiarios si tenemos un buen bos0ue#o de puntos principales y deseos de traba#ar sin cansarnos 2asta obtener un adecuado mensa#e para las almas, *4cil de comprender y retener por su ló,ica ordenación+ -ermones Expositi#os Se llama sermón e5positi1o al 0ue toma como te5to un lar,o pasa#e b>blico+ Los anti,uos padres de la ?,lesia llamaban a tales sermones :Homil>as=; de a2> la palabra :Homilética=, 0ue se aplica al arte de preparar sermones reli,iosos+ Los sermones e5positi1os pueden estar basados sobre@n cap>tulo de la !iblia+ @na 2istoria o par4bola+ @na serie de 1ers>culos 0ue desarrollan un pensamiento especial+ Tomar todo un cap>tulo de la !iblia para un sermón, meramente por se,uir la di1isión de cap>tulos, no es recomendable+ Hay cap>tulos 0ue sir1en para tal ob#eto por0ue contienen un solo mensa#e, pero 2ay otros 0ue contienen materias tan di1ersas 0ue, al 0uerer comentar todo el cap>tulo, adem4s de e5ponerse el predicador a predicar un sermón demasiado lar,o, corre el ries,o de 0ue por la di1ersidad de materias borre con las 9ltimas la impresión de las primeras sobre la mente de los oyentes+ Solamente en una serie de estudios b>blicos en los cuales 1en,a coment4ndose al,9n libro de la !iblia es admisible predicar sobre cap>tulos, y aun en tales casos es necesario no su#etarse a tal di1isión, sino a los asuntos 0ue se tratan en cada cap>tulo, predicando un sermón sobre a0uel ,rupo de te5tos 0ue desarrollan un asunto+ Esto es bastante di*>cil, especialmente en las ep>stolas de San 7edro y de San Auan y también en al,unas porciones de las cartas de San 7ablo+ En todo caso debe procurarse a,rupar 2I Manual de Homilética 52 a0uellos te5tos 0ue presentan un la<o de relación entre s> por al,una palabra o idea com9n, como tendremos ocasión de 1er+ 6o obstante, se encuentran bastantes cap>tulos en la !iblia 0ue o*recen material para un solo sermón+ -ERMONE- NARRATI2OLa mayor parte de los sermones e5positi1os suelen basarse sobre 2istorias b>blicas o par4bolas+ Lo primero 0ue tiene 0ue 2acer el predicador para preparar un sermón de esta clase es leer el relato con suma atención, anotando los 2ec2os 0ue m4s le interesen o conten,an al,una aplicación pr4ctica+ $+ Pormule pre,untas relacionadas con el 2ec2o, como, por e#emplo- .7or 0ué pronunció Aes9s esta par4bola3 7robablemente 2allar4 la contestación en el conte5to+ .8ué enseñan<as 2ay para los creyentes3 Trate de aplicar en los detalles o en la totalidad del pasa#e+ .8ué enseñan<as 2ay para los creyentes3 Trate de aplicar el pasa#e a su propio cora<ón y piense en las necesidades espirituales de su con,re,ación a la 1e< del pasa#e le>do+ B+ Anote las palabras principales de la narración bus0ue su si,ni*icado espiritual+ 7or e#emplo- Si se trata de la par4bola del sembrador, las palabras cla1e ser4n- sembrador, semilla, terreno, espinas, pedre,ales, a1es, enemi,o+ 7re,9ntese y responda 0ué si,ni*icado puede tener cada una de ellas en el terreno espiritual+ Si se trata de una 2istoria del Anti,uo Testamento como, por e#emplo, la de 6aam4n, las palabras cla1e ser4n- lepra, pro*eta, criados, rey, Aord4n, limpio, etc+ ;, aplicando el sistema de pre,untas, tendremos.8ué es la lepra3 .8ué representa la lepra3 .8uién era el pro*eta3 .A 0uién puede representar3 ; as> a cada uno de los persona#es+ Adem4s puede pre,untarse- .8ué aprendemos de la conducta del pro*eta3 .; de la del rey3 .; de los criados3 .; de la sir1ienta3 Con las respuestas a todas estas pre,untas tendremos bastante material acumulado para un sermón, pero estar4 desordenado+ Antes de entrar en las aplicaciones del sermón, se procura re*erir la 2istoria en un len,ua#e 1i1o y dram4tico, sobre todo si 2ay en la con,re,ación personas 0ue nunca la 2an o>do+ Al e5plicar la 2istoria puntualice los detalles sobre los cuales 0uiere basar aplicaciones espirituales, por e#emplo- Lo incurable de la lepra, pues después tendr4 0ue decir 0ue el pecado es una en*ermedad incurable; el error de 6aam4n acudiendo a una alta recomendación, pues ello le ser1ir4 para combatir la mediación de los santos; la sencille< del método de curación recomendado, pues lue,o tendr4 0ue 2ablar de lo sencilla 0ue es la sal1ación por la *e, etcétera+ 7ero resista la tentación de e5plicar la aplicación mientras cuenta la 2istoria+ /espués podr4 *ormular la aplicación en la si,uiente *orma Manual de Homilética 53 o parecidaEAEM7LC $Q #ema& E( E//F/ %E .))+). =R /eyes & ?+ (a terrible enfermedad del pecado. aL Apl>0uese a ,randes y pe0ueños+ bL Es in2erente al 2ombre ca>do+ cL Trae in*aliblemente un desastroso *in+ ??+ El remedio infalible& El sacri*icio de Cristo+ a" Ad1ertido por el testimonio personal+ bL /e*inido por los ser1idores de /ios+ ???+ + todos erróneos para conseguirlo, !L 6o por dinero+ Véanse Mateo $L-); Hec2os )-BL; $Z 7edro $-$)+ bL 6o por in*luencia- Auan B-'; $+a Timoteo B-&+ cL Considerar otras cosas tan buenas o me#ores 0ue lo 0ue /ios 2a re1elado+ Abana, 72arp2ar G reli,iones 2umanas, moralidad+ ?V+ El m todo indispensable. !L Escuc2ar el mensa#e con 2umildad+ bL Creerlo de cora<ón+ cL Cbedecer sin e5cusas y de un modo completo+ Se pueden 2acer también sermones e5positi1os yendo directamente a las aplicaciones del 2ec2o sin re*erir la 2istoria+ /ic2o método es recomendable cuando el tiempo es muy limitado y se est4 2ablando e5clusi1amente a creyentes 0ue conocen la 2istoria sobradamente, pero el primer método es m4s recomendable si el predicador es un buen narrador y sabe poner colorido a la 2istoria, re*iriendo detalles 0ue no est4n en la narración b>blica, pero 0ue pudieron ocurrir con toda probabilidad+ El autor tu1o el pri1ile,io de o>r al /r+ !illy Fra2am predicar en [inona LaMe ante unas BL+LLL personas, la mayor>a de las cuales eran cristianas, sobre la conocid>sima 2istoria de /aniel en el *oso de los leones+ El ,ran orador pintó con tan 1i1os colores el desespero del rey, accionando con las dos manos, co,iéndose con ellas la cabe<a, en contraste con la tran0uilidad de /aniel 0ue supon>a esco,iendo al león m4s ,ordo y 2aciéndolo acostar para reclinar su cabe<a sobre el mismo como almo2ada, 0ue todos nos deleitamos escuc2ando una 2istoria conocid>sima como si *uera nue1a+ Lo m4s admirable del caso es 0ue supo componer el sermón de tal *orma 0ue, sin *or<ar las aplicaciones de la 2istoria, conten>a un claro mensa#e e1an,el>stico, y cuando 2i<o un llamamiento *inal, unas ELL personas acudieron a la plata*orma, muc2as de ellas llorando, para testi*icar su aceptación de Cristo como Sal1ador personal+ Sin embar,o, el predicador debe tener muc2o cuidado, sobre todo si es #o1en y no1el en el arte de predicar, de no *or<ar su ima,inación de tal modo 0ue pinte la 2istoria con colores Manual de Homilética 54 e5traños, añadiendo detalles in1eros>miles+ Hay 0ue e1itar describir a 6oé, como 2i<o cierto predicador, a la puerta del Arca leyendo la !iblia+ He a0u> otro bos0ue#o sintético de un sermón narrati1o sobre una 2istoria bien conocida del 6ue1o Testamento+ EAEM7LC BQ E( ')(()QGF %E( /91F P83(71).F %E EE/91F. (ucas 7N&N ?+ 9mpedimentos. $+ @na di*icultad popular- 7ublicano+ B+ @na di*icultad moral- 7ecador+ E+ @na di*icultad *inanciera- Iico+ ??+ 6entajas. $+ Ten>a un ,ran deseo de 1er a Aes9s+ B+ Hi<o un ,ran es*uer<o para 1erle+ E+ Ten>a 1oluntad de obedecer a Aes9s+ ???+ /esultados. $+ @na ,ran con*esión+ B+ @na ,ran restitución+ E+ @na ,rande 1erdad proclamada 1ers+ BL"+ U1. (. #raXinL Este es0ueleto re0uerir4 una introducción adecuada, se,9n se e5plica en el cap>tulo V??? de este libro, y 0ue se redondee cada punto, e5plicando lo 0ue era el publicano; as> como, usando un poco la ima,inación, con1iene re*erirse a los pecados de Da0ueo, 24,ase notar la parado#a de 0ue en los asuntos 2umanos la mayor di*icultad es la pobre<a, pero en los espirituales suele ser la ri0ue<a+ La parte de aplicación e1an,élica a los oyentes debe basarse muy bien en el 9ltimo subt>tulo y en te5to en 0ue se apoya+ /e esta manera el sermón terminar4 del modo propio y ló,ico de los sermones a1an,el>sticos, con una in1itación a los pecadores y la llamada al cora<ón+ EAEM7LC EQ (93E/)19I. %E( ()GF 1E.)GF"F "almo <;&7OP ?. El lago cenagoso es el mundo. aL El pecado 2a atascado nuestros pies desde nuestra misma in*ancia+ 6os 2undimos en acciones y palabras malas y la muerte *>sica y espiritual nos amena<a+ .8ué podemos 2acer3 bL Tratar de sal1arnos a nosotros mismos- Tarea in9til+ cL Clamar al 0ue puede sal1arnos- :Cyó mi clamor=+ ??+ 1risto es el "alvador poderoso que levanta al caído. La encarnación del Verbo, es /ios :inclin4ndose=, Manual de Homilética 55 ba#4ndose para acercarse al pecador+ ???+ "u salvación es firme y segura. G :7uso mis pies sobre peña=+ Vers+ B+ ?V+ El "alvador se complace en guiar a los salvados por el camino que El anduvo. :Endere<ó mis pasos=+ V+ Pone en sus labios una canción nueva. La 1ie#a era- :RAyS RAyS RSocorroS= La nue1a es:Alaban<a a nuestro /ios= Apocalipsis &-%"+ V?+ /esultados del proceso de salvación. aL Ver4n esto muc2os+ bL Temer4n+ cL Esperar4n en Ae2o14+ La ima,inaria 2istoria de un 2ombre 2undiéndose en el cieno 2a de ser solamente una ilustración, y ser>a un pecado contra el respeto 0ue nos merece la !iblia decir 0ue ocurrió literalmente al rey /a1id+ E1identemente, el autor no tiene en 1ista nada m4s 0ue su e5periencia moral+ Siempre al añadir detalles a las 2istorias b>blicas debemos proceder con sumo cuidado para distin,uir lo 0ue est4 re*erido en la !iblia y lo 0ue es ima,inación del predicador+ 6unca deben darse tales ideas como si *uesen de la !iblia, sino 0ue debemos distin,uirlas con un :probablemente+++=, :podemos suponer+++=, :es posible 0ue+++=, :pod>a ocurrir 0ue+++=, y nunca 2acer una a*irmación concreta 0ue no se 2alle contenida en las Sa,radas Escrituras+ La primera cualidad del predicador es ser 1era<+ M7TODO ANA%8TICO El sistema mayormente empleado en la clase de armones llamados e5positi1os es el método simple, 0ue consiste en comentar 1ers>culo por 1ers>culo, este sistema, ,eneralmente usado por los predicadores sin estudios, es también empleado por los ,randes e5positores de la 7alabra de /ios+ .La ra<ón3 pues 0ue es el método 0ue permite sacar m4s pro1ec2o de la porción 0ue se estudia, ya 0ue con él se anali<a cada *rase, cada sentencia, cada palabra, sin de#ar nada por e5primir en consideraciones y comentarios+ El predicador sencillo lo encuentra mara1illoso+ 6o 2ay 0ue preparar sermón al,uno, ni bos0ue#o, con este sistema, sino tan sólo meditar cada 1ers>culo+ Cuando se 2an terminado los pensamientos re*erentes a una *rase se procede a la si,uiente; sin embar,o, este sistema puede 2acerse muy pesado a los oyentes, sobre todo si éstos no son personas muy *er1orosas, y el predicador es pobre de e5presión y de conocimientos+ 7ero puede resultar mara1illoso si el predicador sabe ir de un te5to a otro del modo debido, pues también este método m4s sencillo tiene su arte y sus re,las+ Al e5poner as> la Sa,rada Escritura es necesario no pasar bruscamente de un te5to al si,uiente o de una *rase a otra del Manual de Homilética 56 mismo te5to, sino 0ue con1iene relacionarlos+ a" Por contraste. 7or e#emplo, si estamos comentando del E1an,elio diremos- :El Señor nos declara en la *rase anterior tal o cual cosa; a2ora nos dice esto=, 2aciendo notar la relación, di*erencia o a1ance de pensamiento 0ue 2ay entre ambas *rases+ b" Por inferencia de lo no e$presado, pero 0ue se adi1ina o trasluce en el pasa#e entre l>neas+ Las *rases m4s di1ersas pueden ser relacionadas de esta *orma si el predicador es un pensador 4,il+ Io,amos al lector 0ue lea el pasa#e Auan &-EJ al '&+ A primera 1ista le parecer4 0ue el discurso de Cristo cambia completamente de sentido en cada te5to de la porción le>da+ 7uede, naturalmente, comentarlo as>, separadamente, 2aciendo como un pe0ueño sermón para cada te5to+ Sin embar,o, por buenos 0ue sean tales sermoncitos resulta desorientador para la mente de los oyentes o>rlos #untos uno tras otro sin cone5ión al,una entre s>+ 7ero puede darse co2esión a estos pensamientos, al parecer tan di1ersos, preparando un sermón e5positi1o ba#o un tema en la si,uiente *ormaEAEM7LC EQ ()" 1/E%E.19)(E" %E 1/9"#F Euan :&,P al <: 6ers. ,P. G El Señor est4 2ablando del testimonio de Auan, a 0uien los #ud>os en1iaron a pre,untar si era él el Mes>as 1éase Cap+ $; $%"+ 7ero éste, en lu,ar de testi*icar de s> mismo, 2abló en *a1or de Cristo Cap+ $, 1ers+ B%"+ Los #ud>os or,ullosos no lo creyeron, sino tan sólo al,unos pocos disc>pulos; por esto Aesucristo les señala en cuanto a s> mismo un testimonio superior, el de /ios+ 6ers. ,K. G A2ora bien, la pre,unta 0ue ellos y cual0uiera se 2ar>a es- : .7ero 0ué ,arant>a tenemos de 0ue /ios 2a señalado a un 2umilde artesano de 6a<aret como el Mes>as3= Si pudiéramos 1er a /ios, o>r su 1o< 2aciéndonos tal declaración, bien, pero no 2ay tal cosa como esto+ A este escepticismo alude la se,unda parte del 1ers>culo+ 6ers. ,-. G /ado el modo en 0ue /ios se re1ela al mundo, el 0ue no tiene el Esp>ritu de /ios en el cora<ón no sabe percibir el mensa#e de /ios en boca de sus mensa#eros+ Esto obser1amos cada d>a en nuestros ser1icios reli,iosos y ocurr>a i,ualmente en los d>as de Cristo+ Sólo los 0ue 1i1en m4s cerca de /ios descubren y entienden por intuición espiritual lo 0ue /ios 0uiere re1elar a sus almas, por medio de sus sier1os+ 6ers. ,N. G 7ero las pro*ec>as de la Sa,rada Escritura son un testimonio e1idente, aun para el 0ue no tiene la intuición espiritual, con tal 0ue ten,a buena 1oluntad+ 7or eso Cristo les in1ita a escudriñarla, para 0ue se persuadan de 0ue lo 0ue las Sa,radas Escrituras dicen acerca del Mes>as 0ue 2ab>a de 1enir, estaba cumpliéndose en su persona+ 6ers. <;. G El resultado de tal estudio ser>a la 1ida eterna, Manual de Homilética 57 pero no por el mero 2ec2o de leer la !iblia como un libro m4,ico, sino solamente en el caso; 0ue como resultado de tal estudio naciera en ellos la *e sincera 0ue les 2iciera aceptar a Cristo de un modo libre y espont4neo+ 6ers. <7. G Este reconocimiento no apro1ec2a al mismo Cristo, ya 0ue a0uel a 0uien adoran las criaturas celestes no necesita la poca ,loria 0ue podemos darle+ 6ers. <=. G 7ero El se ,o<a de 1er el amor de /ios re*le#ado en el cora<ón de los 2ombres 2ec2os a su ima,en+ Cuando *alta este amor todo est4 perdido+ 6ers. <,. G La locura 2umana consiste, empero, esto precisamentea" Ie29sa ,lori*icar a /ios y da la ,loria a criaturas 2umanas santos, papa, 2éroes, >dolos nacionales, etc+"+ 6ers. <<. G b" Este ,ran error es *omentado por el 2umano or,ullo, 0ue procura obtener el 2onor para s> o para su ,rupo+ Muc2o del 2onor 0ue se da a los santos canoni<ados en cada época es *omentado por el or,ullo patriótico, de orden reli,ioso, etcétera+ E#emploAuana de Arco y muc2os otros+" 6ers. <:O<K. G La 7alabra de /ios ser4, empero, el #ue< in*alible 0ue #u<,ar4 a los 0ue se 2an e5tra1iado de tal modo+ R8ué desen,año para los #ud>os cuando se den cuenta de 0ue les condena a0uel a 0uien ellos idolatraban como su ,ran le,islador y CaudilloS R8ué desen,año para muc2os católicos cuando la bendita Vir,en Mar>a pueda 2ablarles, no se,9n la ilusión de los 0ue 2oy pretenden tener 1isiones, sino se,9n ella es y piensa en 1erdad, lo cual conocemos por las enseñan<as del E1an,elioS 1onclusión. D 6adie sino Cristo tiene credenciales di1inas+ Aceptémosle y de#émonos ,uiar sólo por El+ Cual0uier predicador inteli,ente sabr4 desarrollar estos puntos muc2o m4s all4 de lo a0u> su,erido; pero el bre1e comentario 0ue damos o*rece la cla1e para unir y relacionar estos 1ers>culos entre s>, 2aciéndolos la base de un sermón compacto+ 6ótese, empero, 0ue para 2acerlo as> es indispensable tener un tema, y el de (as credenciales de 1risto es el me#or 0ue corresponde a este pasa#e+ Supon,amos 0ue el cap>tulo a comentar es $+a 7edro $+ También all> 2ay materiales di1ersos+ .Cómo 1amos a unirlos3 En al,unos casos es casi imposible, 2ay una brec2a insal1able entre 1ers>culo y 1ers>culo; entonces con1endr4 a,rupar el te5to, o el ,rupo de te5tos 0ue si,ue, ba#o otro t>tulo, y as> sucesi1amente, *ormando tantos sermones como pasos in*ran0ueables encontramos entre 1ers>culo y 1ers>culo+ El an4lisis de $+a 7edro $, nos da cuatro temas+ ?+ La esperan<a de los pere,rinos- Vers+ del $ al %+ ??+ El misterio escondido a los pro*etas- Vers+ $L y $B+ ???+ E52ortación a la santi*icación- Vers+ $E al BB+ Manual de Homilética 58 ?V+ 7ermanencia de la !iblia- Vers+ BE al B&+ Tratemos a2ora de desarrollar al,unos de estos mas+ EAEM7LC 'Q () E"PE/).Q) %E (F" PE/EG/9.F" 7>. Pedro 7, del 7 al N 6ers. 7. D El apóstol 7edro parece diri,irse a sus propios disc>pulos 0ue creyeron a la palabra en el d>a de 7entecostés+ Los comentadores di*ieren si el cali*icati1o de e5tran#eros se re*er>a a su calidad tales, como #ud>os de la dispersión en el mundo ,entil, o a la condición de e5tran#eros en 0ue nos 2allamos situados todos los cristianos en un mundo 0ue no conoce al Señor ni obedece sus leyes+ 6ers. =. G Si somos e5tran#eros entre el mundo por 2aber sido ele,idos por la presencia de /ios para ser sus 2i#os+ Sin embar,o, tal presciencia implica nuestra 1oluntad de obedecer a su 7alabra+ Es por tal obediencia 0ue nos es aplicada la 1irtud de san,re de Cristo, y cuando crecemos en la 1ida cristiana la ,racia y la pa< nos es multiplicada+ 6ers. ,. G Cu4ntos moti1os tenemos, por lo tanto, para alabar al Señor por su ,rande misericordia 0ue nos 2a 2ec2o nacer de nue1o, 2aciendo brotar en nuestros cora<ones una esperan<a 0ue es 1i1a por0ue se asienta sobre un 2ec2o comprobado- la Iesurrección de Aesucristo+ 6ers. <. G Esta esperan<a es la de 0ue somos 2erederos de una 2erencia 0ue tiene estas dos preciosas condiciones, imposibles de 2allar en este mundoaL 6o se pasa ni marc2ita como todo lo 0ue 1emos+ bL 6o puede ser dañado ni contaminado por el pecado+ Si 2ubiera la menor posibilidad de 0ue el pecado pudiera entrar en el Cielo al,una 1e<, ser>a desde a2ora un moti1o de pesar para los creyentes+ 6ers. &+ G Esta 2erencia est4 reser1ada en los cielos para a0uellos 0ue somos ,uardados en la 1irtud de /ios a0u> en la tierra+ Es decir, el 0ue ,uarda la 2erencia en los Cielos, ,uarda a los 2erederos sobre la tierra para 0ue no perdamos nuestra posesión celestial, sino 0ue obten,amos a0uella salud, o sea, liberación, de todos los males 0ue tendr4 lu,ar en el postrimero tiempo+ 6ers. P. G Es tan ,loriosa esta esperan<a 0ue produce ,o<o aun en la a*licción, como 2a sido el caso de muc2os m4rtires y piadosos cristianos a*li,idos+ C>tese al,9n e#emplo+" 7ues ante su ,rande<a y duración toda a*licción a0u> resulta sin importancia y bre1e+ Es un ,ran consuelo en las a*licciones saberaL 8ue ser4n por poco tiempo+ bL Si son necesarias+ 6o nos ,usta padecer in9tilmente, y ésta es la tra,edia de los mundanos 0ue no conocen la promesa de B+a Corintios '-$J+ Manual de Homilética 59 6ers. K. G El apóstol nos de*ine la principal ra<ón 7or la cual la tribulación puede 2acerse necesaria en esta 1ida- 7ara 0ue nuestra *e probada, como el oro, sea puri*icada de tal modo 0ue, en el d>a de Cristo, el Supremo Aue< no encuentre en nosotros sino moti1os de alaban<a, ,loria y 2onra+ Es decir, todo oro puro y nin,una escoria+ 6ers. -. G El apóstol recuerda 0ue este Señor Aesucristo, cuya mani*estación esperan sus lectores e 2i#os en la *e, nunca 2ab>a sido 1isto por ellos; sin embar,o, su *e es *irme en El+ Con tal moti1o les admira+ 7odemos *i,urarnos a los creyentes diciendo ,ran apóstol- :.8ué pri1ile,io tu1iste t9 de con1i1ir con El, de andar en su compañ>a y o>r las paladas de su boca3= ; el apóstol responder>a- :R8ué pri1ile,io tenéis 1osotros 0ue sin 2aberle 1isto le am4isS Mi *e no tiene importancia ni mérito al,uno, la 1uestra tiene muc2o m4s 1alor en su presencia+= 1éase Auan BL-B%+ 7or esto el ,o<o espiritual de los creyentes en el Señor tiene esta doble cualidadaL Es ine*able+ Es decir, no se puede e5presar con palabras+ bL Flori*icado+ 7ropio de la ,loria+ /e la misma clase 0ue el 0ue dis*rutaremos en la Floria, con la sola di*erencia 0ue a0u> lo e5perimentamos a ,otas, en momentos de especial emoción reli,iosa, y all> lo tendremos a torrentes+ 6ers. N. D .Cu4ndo ser4 esto3 Cuando lle,aremos al ob#eti1o o meta de nuestra carrera+ Vale, pues, la pena pasar tribulaciones durante el pere,rina#e o prueba a 0ue nos 2allamos al presente sometidos+ EAEM7LC &Q EL +9"#E/9F E"1F.%9%F ) (F" P/FVE#)" 7.a Pedro 7&7;O7= 6ers. 7;. G La palabra :salud=, o sal1ación, en el 1ers>culo anterior, su,iere al apóstol una serie de consideraciones sobre el tema de la sal1ación pro*esada en el Anti,uo Testamento+ Tenemos a0u> una re1elación de lo interesante 0ue era para los mismos pro*etas el anuncio de los su*rimientos del Mes>as, como en ?sa>as &E+ 6ers. 77. G Era una cosa e5traordinaria para ellos como #ud>os 0ue a0uel :Sier1o de Ae2o14=, 0ue ten>a 0ue :rociar a muc2as ,entes y delante del cual los reyes cerrar>an sus bocas=, 2ubiera de padecer todo lo 0ue se dice a continuación+ Sin embar,o, as> 2a sido+ 6ers. 7=. D El E1an,elio es una dispensación peculiar de nuestro tiempo+ Este te5to y otros de la Sa,rada Escritura nos muestran 0ue una cosa es el pri1ile,io de los cristianos y otra el de los 2ombres *ieles del Anti,uo Testamento, aun0ue *ormar4n una misma compañ>a con los creyentes, pero probablemente a0uéllos como :ami,os del esposo=+ Véase también Hebreos $$-'L+ La presente época de la Fracia, aun0ue m4s di*>cil 0ui<4 0ue nin,una para el e#ercicio de la *e, es la m4s biena1enturada para los *ieles Manual de Homilética 60 de /ios+ Todo en el Anti,uo Testamento es una preparación de los propósitos de sal1ación re1elados en el 6ue1o+ 6ers. 7=. D Esta sal1ación, con la mara1illa de la encarnación del /i1ino Verbo, y los *rutos de ella, como son los mila,ros de la ,racia en la trans*ormación de pecadores, y el amor, 2ero>smo y consa,ración de los creyentes, son cosas tan admirables, por lo 0ue ,lori*ican a /ios y con*unden a Satan4s, 0ue los mismos 4n,eles *ieles lo miran d>a tras d>a alboro<ados y ,o<osos+ Véase Lucas $&-$L+ .6o nos sentimos pri1ile,iados de ser prota,onistas de /ios en este sublime espect4culo3 .6o procuraremos esmerarnos para actuar con la m45ima per*ección3 M7TODO -INT7TICO Cuando el comentario abarca un cap>tulo *ecundo, de las ep>stolas o de los salmos, por e#emplo, ser4 con1eniente para a,ruparlos ba#o un tema omitir los te5tos 0ue no se a1ienen al plan propuesto, 2aciendo la selección solamente de los 0ue entran en el plan ló,ico del sermón+ Este método es a9n m4s su,esti1o 0ue el e5plicar un 1ers>culo tras otro, y el p9blico lo aprecia m4s, por0ue le permite recordar el mensa#e muc2>simo me#or+ Supon,amos 0ue se trata de e5poner el cap>tulo ' de Pilipenses+ El predicador puede a,rupar los pensamientos principales de dic2o ri0u>simo cap>tulo ba#o un tema ,eneral, del si,uiente modoEAEM7LC (Q "9E#E P/969(EG9F" %E( 1/E*E.#E $+ B+ E+ '+ &+ (+ J+ Fo<o constante- Vers+ '+ Liberación absoluta de cuidados- Vers+ (+ 7a< abundante- Vers+ J+ Ami,o siempre presente- Vers+ %+ Contentamiento 0ue nunca *racasa- Vers+ $$+ 7oder todo su*iciente- Vers+ $&+ @na ina,otable pro1isión para cada necesidad- Vers+ $%+ /el mismo modo puede tra<arse el conocido Salmo BE ba#o el temaEAEM7LC $K P/969(EG9F" %E )@8E( 18*F P)"#F/ E" EE'F6) $+ Toda necesidad suplida- Vers+ $VE+ B+ Todo temor e5pulsado- Vers+ '+ E+ Todo deseo satis*ec2o- Vers+ &V(+ Manual de Homilética 61 El mismo pasa#e 0ue comentamos antes por el sistema anal>tico, 1ers>culo tras 1ers>culo, puede ser tratado por el sistema sintético desde el punto de 1ista de los pri1ile,ios, usando solamente a0uellos te5tos 0ue corresponden al tema, en la si,uiente *ormaEAEM7LC )Q (F @8E G).)+F" PF/ () VE E. 1/9"#F 7.a Pedro 7&,O$+ 6ue1o nacimiento- Vers+ E+ B+ @na esperan<a 1i1a ,aranti<ada por un 2ec2o inne,ableVers+ E+ E+ @na 2erencia ,loriosa Vers+ '", cuyas caracter>sticas sona" ?ncorruptible+ bL ?ncontaminable+ cL Ieser1ada en los cielos+ '+ Se,uridad de los 2erederos- :Fuardados por la 1irtud de /ios=- Vers+ &+ &+ Fo<o ine*able y ,lori*icado- Vers+ )+ (+ Iecompensa y 2onores en la aparición de Cristo- Vers+ J+ El pasa#e de Hec2os ', 0ue re*iere la actitud de los apóstoles cuando salieron de la c4rcel, puede ser usado pro1ec2osamente para una reunión de oración, ba#o el temaEAEM7LC %Q E( PF%E/ %E () F/)19I. ?+ 1alidad de esta oración apostólica. $+ Ten>a un moti1o especial- Vers+ B'+ B+ Pue 2ec2a con *e en el poder y pro1idencia de /ios+ E+ Pue un4nime- Vers+ B' y B)+ '+ Se apoya en palabras de la Sa,rada EscrituraVers+ B&VB(+ ?+ /esultado de dicha oración. $+ Los disc>pulos llenos del Esp>ritu Santo- Vers>culo E$+ B+ /ios le1antó un de*ensor entre sus mismos enemi,os- Cap+ &-E'+ E+ Iecibieron 1alor para testi*icar, se,9n pidieronCap+ '-EE+ '+ /esarrolló la acti1idad y los *rutos de la mismaCap+ &-'B+ Cbsér1ese cómo las di1isiones de este bos0ue#e abarcan m4s all4 de la porción principal 0ue señalamos como te5to, Manual de Homilética 62 entrando en el cap>tulo &, 0ue con en materias muy di1ersas 0ue deben omitirse como la mentira de Anan>as y Sa*ira; pero leyendo ambos cap>tulos puede obser1arse 0ue el *inal del la continuación de la misma 2istoria del ', y $o 0ue importa es presentar a los oyentes todos a0uellos datos 0ue pueden apoyar la tesis del tema, o sea, el poder de la creación+ 7ara 2acer buenos sermones e5positi1os de cual0uier pasa#e de las Sa,radas Escrituras es necesario buscar una l>nea de pensamiento 0ue en,arce los principales te5tos como en una especie de collar d perlas+ Ser4 la manera de 0ue la ,ente las reten,a todas y no pierda nin,una+ Si se las o*recéis sueltas no recibir4n tanta edi*icación espiritual, ni podr4n recordar tan bien el sermón+ Supon,amos 0ue el comentario 0ue 0ueremos 2acer es sobre el B+K cap>tulo de $+a Auan+ Este es un cap>tulo di*>cil de unir en una sola l>nea de pensamiento, pues el estilo de San Auan no si,ue un ar,umento continuo, como al,unos cap>tulos de las ep>stolas de San 7ablo, sino 0ue 1ar>a constantemente sin embar,o, puede 2allarse a0u> un la<o de cone5ión en la persona de Aes9s, y podremos decir 0ue el cap>tulo nos presentaEAEM7LC $LQ "9E#E )"PE1#F" 1F."F()%F/E" %E 1/9"#F $+ B+ E+ '+ &+ (+ J+ Aes9s, abo,ado con el 7adre- Vers+ $+ Aes9s, la propiciación por nuestro pecado- Ver+ B+ Aes9s, nuestra lu<- Vers+ )+ Aes9s, dador del Esp>ritu Santo- Vers+ BL, BJ+ Aes9s, el Hi#o de /ios- Vers+ BL, BE+ Aes9s, el prometido- Vers+ B&+ Aes9s, el 0ue 2a de 1enir- Vers+ B)+ Cada uno de estos puntos puede desarrollarse con preciosas enseñan<as acerca de la persona de Cristo+ Claro est4 0ue este método no nos permite comentar otras enseñan<as muy importantes 0ue el mismo cap>tulo nos o*rece acerca de los #ó1enes y de la necesidad de 1i1ir separados del mundo+ 7ara esto debiéramos tratar los 1ers>culos $B al $J ba#o otros temas como 0(a victoria contra el pecado2 o 06anidad de las cosas presentes2. 7ero no pueden me<clarse estos temas con el estudio de la persona de Cristo 0ue nos o*recen los otros te5tos esco,idos, y el mensa#e 0ueda as> m4s compacto y es m4s *4cil de recordar+ Si el cap>tulo ob#eto de nuestro estudio *uera el E+K de la misma ep>stola de Auan, el me#or la<o de @nión para relacionar muc2os te5tos ser>a la persona del creyente+ As> podr>amos decir 0ue el cap>tulo nos 7resentaEAEM7LC $$Q "9E#E G/).%E" 'E1'F" /E"PE1#F ) (F" 1/E*E.#E" $+ Los creyentes son 2i#os de /ios- Vers+ $, B+ Manual de Homilética 63 B+ B+ Los creyentes ser4n como Cristo cuando El 1en,a- Vers+ E+ Los creyentes no practican el pecado 1oluntariamenteVers+ &, (, % y $L+ '+ Los creyentes 2an pasado de muerte a 1ida- Vers+ $'+ &+ Los creyentes tienen con*ian<a ante /ios- Vers>culos $% al B$+ (+ Los creyentes tienen el pri1ile,io de recibir respuesta a la oración- Vers+ BB+ J+ Los creyentes tienen el don del Esp>ritu Santo- Vers+ B'+ El orden en 0ue presentamos estos puntos es tal como se 2allan en el cap>tulo+ Al,unos predicadores pre*ieren presentarlos as>, trat4ndose de sermones e5positi1os de lar,o te5to, para *acilitar a los oyentes la recomposición del sermón con una mera lectura del te5to b>blico, sin tomar notas; pero otros pre*ieren presentarlos en un orden ló,ico+ Arre,lado en esta se,unda *orma, el bos0ue#o deber>a ser as>$+ Los creyentes son 2i#os de /ios- Vers+ $ y B+ B+ Los creyentes 2an pasado de muerte a 1ida- Vers+ $'+ E+ Los creyentes tienen el don del Esp>ritu Santo- Vers+ B'+ '+ Los creyentes no practican pecados 1oluntarios- Vers+ &, (, % y $L+ &+ Los creyentes tienen con*ian<a en /ios- Vers>culos $%, B$+ (+ Los creyentes tienen el pri1ile,io de recibir respuesta a la oración- Vers+ BB+ J+ Los creyentes ser4n como Cristo cuando El 1uel1a- Vers+ B+ Este se,undo método *acilita la comprensión y buen recuerdo del sermón por0ue lle1a a los oyentes por la mano con el mismo orden en 0ue tienen lu,ar los pri1ile,ios del cristiano en la 1ida real+ 2II Ordenación del sermón El orden es la base y secreto del sermón, como indicamos en el cap>tulo ??+ El arre,lo del es0ueleto ser4 la base de dic2o orden+ 6o podemos clasi*icar un montón de cartas si no tenemos a mano un arc2i1ador, y los me#ores pensamientos de un sermón no podr>an ser ordenados si carecemos de un bos0ue#o ba#o cuyas di1isiones principales podemos a,rupar los pensamientos 0ue la meditación del tema y las di1ersas lecturas 0ue 2emos 2ec2o relacionadas con el mismo 2an tra>do a nuestra mente+ Es necesario 0ue dic2os puntos principales 1ayan Manual de Homilética 64 sucediéndose en 1alor creciente e interés+ C sea, dic2o ne,ati1amente- 8ue no se pon,a lo 0ue es de m4s peso primero, y 0ue lo mismo las *rases 0ue los ar,umentos 1ayan disminuyendo en *uer<a de modo 0ue los m4s débiles 1en,an al *in+ /e esta manera no se puede mantener el interés de la ,ente ni 2acer impresión sobre los oyentes+ El lector atento 2abr4 podido obser1ar un orden e1idente en los bos0ue#os 0ue 2emos dado en otros cap>tulos, y lo 2abr4 notado también en otros bos0ue#os y en los sermones 0ue 2aya o>do de buenos predicadores+ Esta lección tiene, empero, por ob#eto 2acer resaltar este car4cter esencial del sermón, para lo cual daremos estas sencillas re,las1.Lo ,eneral tiene 0ue preceder a lo particular personal+ 7or e#emplo- Si tratamos de describir la uni1ersalidad del pecado, nunca diremos- :T9 y yo somos pecadores, todos los 2ombres del mundo lo son=, sino al contrario- :Todos los 2ombres son pecadores, t9 yo lo somos también+= 2.Si 2ay 0ue relacionar al,o presente con lo ausente, se toma lo ausente primero+ 7or e#emplo- El Señor, en Lucas $E, 2abla de :a0uellos ,alileos=, pero después dice- :Si 1osotros no os arrepintiereis, pereceréis i,ualmente=, aplicando el e#emplo de los ausentes a los presentes+ 3.Si se trata de un asunto donde entra el elemento tiempo, no se debe in1ertir el orden, sino tomarlo en el de pasado, presente y *uturo+ Tenemos el e#emplo en Hebreos $E-)+ 6o tendr>a la misma *uer<a y belle<a este pasa#e si di#era:Aesucristo es el mismo por los si,los, 2oy y ayer+= 7arece 0ue esta re,la cae por su propio peso; sin embar,o, al,unos predicadores *altan a ella con *recuencia+ '+Si 2ay tales elementos como mani*estación, causa y resultado, es natural 0ue para tener orden ló,ico principie por causa, lue,o mani*estación y por 9ltimo resultado+ &+Siempre debemos poner como en el 9ltimo lu,ar a0uel punto 0ue lle1e a la decisión importante 0ue se desea producir por medio de un sermón+ Estas re,las ,enerales para las di1isiones principales se aplican i,ualmente a las subdi1isiones, y al,unas de ellas aun a las mismas *rases del sermón+ por e#emplo, si tomamos como temaEAEM7LC $Q+ 8. 1F/)QI. @8E3/).#)%F "almo :7&7K 7oniendo las subdi1isiones en esta *orma?+ Cómo se produce el 0uebrantamiento de cora<ón+ ??+ 7or 0ué se recomienda un cora<ón 0uebrantado+ ???+ En 0ué consiste un cora<ón 0uebrantado+ Manual de Homilética 65 Se obser1ar4 una *alta de orden 0ue impide asimilar y retener la 1erdad+ 7ero si colocamos los puntos en este orden?+ En 0ué consiste un cora<ón 0uebrantado+ ??+ 7or 0ué es indispensable y se recomienda un cora<ón 0uebrantado+ ???+ Cómo se produce el 0uebrantamiento de cora<ón+ 6otaremos 0ue este se,undo bos0ue#o nos permite e5plicar el asunto de un modo ló,ico y se,uido, pasando de un punto a otro y terminando con aplicaciones pr4cticas+ Ser>a una insensate< tratar de e5plicar cómo se produce o se reali<a una cosa sin antes saber lo 0ue tal cosa es; por esto el orden con1eniente es el se,undo+ El orden del bos0ue#o debe abarcar no solamente los puntos principales sino e5tenderse del modo m4s escrupuloso y per*ecto posible en las subdi1isiones, pues traer>a la con*usión i,ualmente a las mentes de los oyentes si se *altara a esta re,la al e5plicar los detalles m4s >n*imos del sermón+ Veamos éste+ EAEM7LC BQ () P8E/#) E"#/E1') +ateo K&7,O7< 9ntroducción. G E5plicar la costumbre 0ue 2ab>a anti,uamente de 2acer puertas estrec2as en ciertas ciudades o *ortale<as para *acilitar su de*ensa, y puntuali<ar el incon1eniente 0ue ello o*rec>a a los 2ombres de re,ular estatura y a ciertos animales de car,a como el camello Mateo $%-B'"+ También las calles y caminos eran m4s estrec2os en a0uellos tiempos, especialmente los 0ue conduc>an a ciertas *ortale<as+ En todos los casos el camino anc2o era el m4s transitado+ Aes9s nos e52orta a por*iar, a entrar por el lu,ar m4s di*>cil y a andar por el camino menos atracti1o+ ?+ @u significa porfiar. $Q Empeñarse en un propósito+ BQ Apartar los obst4culos como se 2ac>a 0uitando la car,a al camello cuando ésta sub>a a la altura de la cabe<a"+ EQ A,ac2arse y aun doble,ar la rodilla+ 'Q /eso>r los conse#os de los 0ue pretenden 0ue la entrada es imposible, o ar,uyen 0ue no 2ay peli,ro *uera+ ??+ Por qu hemos de porfiar a entrar por la puerta estrecha. $Q 7or causa del insidioso peli,ro 0ue el camino anc2o tiene en s>+ aL Es atracti1o a la carne y popular, mientras 0ue el estrec2o parece solitario+ bL 7or la naturale<a estamos acostumbrados al Manual de Homilética 66 camino anc2o+ cL Lle1a a la perdición+ BQ 7or0ue el camino estrec2o es el 9nico de *elicidad y 1ida+ aL Es imposible encontrar *elicidad en el camino del mal+ bL Sólo la re,eneración concede parte en el Ieino de /ios San Auan E-E"+ E+ 7or0ue la 1ida eterna, 0ue es la meta del camino estrec2o, merece todo es*uer<o+ E#emplo- ?l9strese con el e#emplo de 0ue todo lo 0ue es di,no de ser alcan<ado cuesta es*uer<o+ 7or e#emploM9sica, pintura, ciencias, etc+ aL Esta 1ida si,ni*ica liberación de la condenación+ bL /ulce comunión con /ios+ cL Eterna *elicidad y ,loria+ 'Q 7or0ue 2abr4 un d>a cuando no ser4 posible entrar aun0ue se 0uiera Luc+ $E-B'VB&"+ Este bos0ue#o es bastante completo aun0ue no tiene m4s 0ue dos di1isiones, por0ue éstas contienen bastantes subdi1isiones, con abundante material+ 7odr>a 2acerse el bos0ue#o en otra *orma trans*ormando en t>tulo el punto primero:7CI 8@T HEMCS /E 7CIP?AI A E6TIAI 7CI LA 7@EITA ESTIECHA= ; en di1isiones de primer orden los cuatro puntos principales de esta di1isión+ 7ero esto de#ar>a *uera del sermón a0uella descripción de la palabra por*iar 0ue nos es una buena preparación para 0ue los oyentes entiendan me#or las consideraciones m4s importantes y pr4cticas del se,undo punto+ Siempre los puntos principales deben ser una preparación del 0ue le si,ue+ Veamos a2ora lo 0ue ocurre con las subdi1isiones cuando se 2allan desordenadas+ Supon,a el estudiante 0ue 2allara este mismo bos0ue#o redactado en la si,uiente *orma?+ @u significa porfiar. 'Q /eso>r los conse#os de los 0ue pretenden 0ue la entrada es imposible o ar,uyen 0ue no 2ay peli,ro a*uera+ EQ A,ac2arse o doble,ar la rodilla+ $Q Empeñarse en un propósito+ BQ Apartar los obst4culos+ El punto 'Q parece ser tan bueno para empe<ar como el $Q, pero si empe<amos por éste no podremos poner el $Q y se nota 0ue la entrada es demasiado brusca+ 7or otra parte, el punto 'Q nos permite 2acer aplicaciones Manual de Homilética 67 pr4cticas re*erentes a los 0ue tratan de persuadirnos de 0ue no 2ay peli,ro para nuestras almas, permaneciendo *uera del E1an,elio de la ,racia de /ios, y siempre con1iene 0ue las e52ortaciones pr4cticas 1en,an al *inal, ya sea del sermón o en sus di1isiones principales+ La *alta de orden se obser1a de un modo muy especial entre el se,undo y tercer punto y se nota también 0ue el EQ no puede ir detr4s del 'Q El 9nico lu,ar 0ue le con1iene es el $Q Supon,amos 0ue las subdi1isiones del BQ punto las encontramos en el si,uiente orden?+ Por qu hemos de porfiar para entrar por la puerta estrecha. EQ 7or0ue la 1ida eterna, 0ue es la meta del camino estrec2o, merece todo es*uer<o+ 'Q 7or0ue 2abr4 un d>a cuando no ser4 posible entrar aun0ue se 0uiera+ BQ 7or0ue el camino estrec2o es el 9nico de *elicidad y 1ida+ $Q 7or causa del insidioso peli,ro 0ue el camino anc2o tiene en s>+ También a0u> el punto EQ parece tan bueno como el $Q para empe<ar, pero debemos tener en cuenta 0ue el camino anc2o es el 0ue est4 si,uiendo actualmente el pecador y, por lo tanto, es antes 0ue todo lo dem4s+ El punto 'Q salta a la 1ista 0ue tiene 0ue ser 9ltimo por0ue se re*iere a una cosa *inal, la condenación y desespero del pecador+ El BQ tiene 0ue ir inmediatamente después del $Q por0ue se re*iere a al,o presente- la pa< y *elicidad de la 1ida cristiana, mientras 0ue los puntos EQ y 'Q tienen 0ue 1er con la 1ida 1enidera; por lo tanto, es natural 0ue se e5pon,an después+ Veamos a2ora las subdi1isiones de se,undo orden+ Si ba#o la subdi1isióntiene+ $Q 7or causa del insidioso peli,ro 0ue el camino anc2o 7onemosb" 7or la naturale<a estamos acostumbrados a andar por camino anc2o+ c" Lle1a a la perdición+ a" Es atracti1o y popular, mientras el estrec2o parece solitario+ Encontramos desorden, aun0ue también a0u> el punto bL parece tan bueno como el o" para empe<ar; pero obser1emos 0ue el punto a" se re*iere a al,o ,eneral, mientras 0ue el bL tiene 0ue 1er con lo particular y personal, y tal ordenación contradecir>a la primera de las cinco re,las 0ue 2emos dado al principio de este cap>tulo+ El punto c" debe ir en 9ltimo lu,ar por0ue es lo *inal y Manual de Homilética 68 patético+ Si ba#o la se,unda subdi1isiónBQ 7or0ue el camino estrec2o es el 9nico de *elicidad y 1ida, decimosbL Sólo la re,eneración concede parte en el Ieino de /ios+ aL Es imposible encontrar *elicidad en el camino del mal+ 6otaremos la misma *alta de orden por0ue primero es el camino del mal y la *alta de *elicidad 0ue en él encontramos y después la re,eneración y su *ruto, el acceso a /ios+ Si ba#o la subdi1isión terceraEQ 7or0ue la 1ida eterna, 0ue es la meta del camino estrec2o, merece todo es*uer<o, decimoscL Esta 1ida si,ni*ica eterna *elicidad y y ,loria+ bL /ulce comunión con /ios, a" Liberación de la condenación+ Habremos *altado a las re,las tercera y cuarta, pues es e1idente 0ue lo primero 0ue encuentra la ,racia de /ios en nosotros es pecado y condenación; 0ue produce, ya en esta 1ida y se perpetuar4 en la 1enidera, es- dulce comunión con /ios; y lo 9ltimo permanente ser4 la *elicidad eterna+ En todo bos0ue#o debe notarse un a1ance en los puntos como un escalón 0ue lle1a a otro+ Cual0uier predicador puede notar 0ue un sermón desordenado no mantiene en el auditorio el mismo ,rado de interés 0ue un sermón cuyos puntos lle1an del uno al otro de un modo ló,ico, claro y racional+ 7or esto es important>simo aprender de memoria y tener en cuenta las cinco re,las dadas al principio de este cap>tulo+ 2III %a introd cción al sermón Se 2a dic2o 0ue las dos partes m4s importantes del sermón son la introducción y la conclusión+ En la introducción obtenemos la atención de los oyentes+ En la conclusión lle1amos al auditorio al punto decisi1o, 0ue es el ob#eti1o de todo sermón, y :lo 0ue bien empie<a, bien acaba=, por lo menos con cierta probabilidad+ @n auditorio bien dispuesto desde el principio escuc2ar4 con mayor atención al predicador y sacar4 mayor pro1ec2o de todo el contenido del sermón+ .Cómo empe<ar de modo 0ue se ,ane el interés y la simpat>a de los oyentes3 2ENTA/A- * 'E%I0RO- DE% BUMORI-MO Muc2os predicadores modernos, sobre todo en Manual de Homilética 69 6orteamérica, 2an tomado la costumbre de contar un c2ascarrillo 0ue despierta la 2ilaridad+ Como ser>a di*>cil 2allar c2ascarrillos 0ue se a#ustaran al tema del sermón, la mayor parte de las 1eces tales introducciones no son sino una especie de bu*onada con la cual el predicador trata de 2acerse simp4tico a los oyentes, procediendo después a la parte seria y espiritual+ Aun ,randes predicadores usan este método, el cual no es de censurar cuando el predicador sabe 2acerlo con mesura y 1erdadera ,racia+ Lo malo son las burdas imitaciones de seme#ante proceder+ Hay predicadores 0ue poseen un car4cter tan simp4tico 0ue no les :cae mal= este modo de despertar la atención de sus oyentes; sus maneras y su sonrisa natural son el marco adecuado de tales c2ascarrillos inocentes+ 7ero RayS del predicador 0ue trate de 2acerse :,racioso= sin serlo por naturale<a+ Se 2ar4 soberanamente rid>culo y despreciable a la concurrencia a la cual trata de interesar o cauti1ar con sus ridiculeces+ 7or esto los predicadores no1eles deben comprender 0ue lo 0ue es permisible en un ,ran predicador, no lo es siempre a los 0ue no poseen la *ama, la autoridad o las dotes personales le a0uel a 0uien 1anamente tratan de parodiar+ El predicador 0ue trate de ensayar este método, por el a*4n de 2acerse ,racioso, sino por el decidido y serio propósito de ,anar la atención de los oyentes, debe andar con muc2a cautela sobre ese terreno resbaladi<o y no e5a,erar al principio sus *rases ,raciosas, sino procurando, discretamente, conocer la opinión 0ue ellas 2an merecido a las personas m4s sensatas de su auditorio+ Las opiniones pueden di*erir a este respecto, pues 2ay personas e5cesi1amente serias o pesimistas 0ue siempre #u<,ar4n mal una broma desde el pulpito, y otras 0ue 0uisieran 2allar en el pulpito casi tanta di1ersión como en un circo+ El predicador sensato no tardar4 en comprender cu4l es el 1erdadero sentir de la ,eneralidad de sus oyentes, pero el 0ue se cree a s> mismo ,racioso, puede pasar muc2o tiempo sin darse cuenta de 0ue en lu,ar de atraer repele y se 2ace rid>culo por sus sandeces+ Aun0ue consideramos estas ad1ertencias e5traordinariamente importantes, no es de esta clase de introducción 0ue tenemos 0ue 2ablar en esta lección, sino de la introducción del sermón propiamente dic2a+ DE-'ERTANDO E% INTER7Se 2a dic2o con ra<ón 0ue nunca debemos empe<ar a ser1ir la mesa de la predicación sin despertar el apetito de los oyentes+ 6unca debemos empe<ar a e5poner enseñan<a, doctrina o e52ortación sin 2aber antes 2ec2o pensar a nuestros oyentes:Hoy s> 0ue 1amos a tener un buen sermón+= :7arece 0ue 1a a ser ,randemente interesante lo 0ue el predicador 1a a decirnos 2oy+= 7ara esto, no basta con anunciar desde el principio 0ue 1amos a predicar sobre un tema muy importante, pues cuando Manual de Homilética 70 2abremos usado esta e5presión media docena de 1eces como introducción a nuestros sermones los oyentes ya no encontrar4n interesante 0ue lo di,amos otra 1e<+ El 9nico medio para despertar el interés es 2acer una introducción tan interesante 0ue pon,a a los oyentes en *a1orable disposición para escuc2ar el resto del sermón+ ?+ @na de las me#ores *ormas de introducción, siempre 0ue e5ista tal posibilidad, es la re*erencia a un 2ec2o actual, a un incidente 0ue se 2a publicado en los periódicos+ Sin embar,o, esta clase de introducción o*rece dos peli,ros$Q 8ue la introducción ten,a poca o nin,una relación con el tema y apare<ca *or<ada y *uera de lu,ar+ BQ 8ue el predicador, sobre todo si es m4s intelectual 0ue un 1erdadero ser1idor de /ios, predi0ue, no la 7alabra, sino sus propios comentarios a los sucesos del d>a+ Tal introducción debe ser siempre solamente una e5cusa para entrar en materia, un medio para llamar la atención de los oyentes, pero no el 1erdadero tema del sermón, el cual 2a de ser siempre Aesucristo, su obra y sus enseñan<as+ 6o tenemos otro tema los predicadores cristianos; de otro modo, el predicador tendr>a 2onradamente 0ue dimitir de su car,o de predicador cristiano y 2acerse con*erenciante de club+ Al,unos predicadores 2ar>an un ,ran ser1icio a la obra de /ios si tomaran tal decisión+ ??+ Ctro método de introducción es e$plicar el origen del propio sermón. Esta es una introducción e5traordinaria, de la 0ue no se debe abusar+ El p9blico tolerar4 0ue el predicador le cuente sus e5periencias >ntimas de 1e< en cuando, sobre todo si nota en el mismo un sentimiento de sinceridad+ 7ero se 2ace rid>culo y petulante el 0ue est4 contando con *recuencia cómo /ios le inspiró el sermón+ El auditorio se apercibir4 muy pronto de si el predicador est4 2aciendo una sincera con*esión o est4 #actanciosamente present4ndose como una especie de pro*eta+ ???+ 7uede empe<arse al,unas 1eces con una ponderación de la verdad o doctrina que nos proponemos e$poner. Como todas las dem4s clases de introducciones, ésta es buena cuando no se abusa de ella, o 0ue se alterna con muc2as otras+ ?V+ A 1eces resulta necesario empe<ar el discurrir con una introducción sacada del conte$to. La ocasión en 0ue *ueron dic2as las palabras del te5to, las circunstancias 0ue rodeaban a la persona 0ue las pronunció o escribió, etc+ Supon,amos a2ora 0ue el tema a desarrollar sea Mateo $$-B)- :Venid a M> todos los 0ue est4is traba#ados y car,ados y ;o os 2aré descansar+= El predicador puede *ormular la introducción de las si,uientes maneras$+ %el conte$to. Leyendo atentamente los 1ers>culos BL a BJ de este cap>tulo, encontrar4 0ue Aes9s 2i<o en a0uella ocasión una se1era amonestación a las ciudades de Cora<>n y !et2saida, y asimismo una oración de alaban<a al 7adre por 2aber escondido las cosas del Ieino de los Cielos a los sabios y entendidos y 2aberlas re1elado a los 2umildes, terminando con las solemnes Manual de Homilética 71 palabras- :Todas las cosas me son entre,adas de Mi 7adre, y nadie conoció al Hi#o sino el 7adre, y nadie conoció al 7adre sino el Hi#o y a0uel a 0uien el Hi#o lo 0uisiere re1elar+= El predicador puede empe<ar e5plicando en 1i,orosas *rases los sentimientos del cora<ón de Cristo ante la incredulidad y dure<a de cora<ón de a0uellos pri1ile,iados 2abitantes de Falilea, del ,o<o de Cristo mismo al 1er 0ue al,unos 2ab>an comprendido las doctrinas del Ieino y Su misión di1ina, como *ue con el apóstol 7edro y otros+ Cristo se 1e a s> mismo como el 9nico recurso para las almas entenebrecidas y perdidas en sus pecados y ardorosamente parece e5clamar- :7uesto 0ue es as>, puesto 0ue est4is en el pro*undo abismo de las tinieblas y del dolor 2umano y puesto 0ue /ios 2a en1iado un Mediador Cmnipotente para le1antaros de 1uestra condición ca>da y re1elaros los sublimes misterios del Ieino de /ios- 6o desapro1ec2éis tan precioso pri1ile,io+ Venid a M>, etc+= B+ %el autor del libro. El predicador puede también *ormular una buena introducción a este ,ran te5to diciendo- :Hab>a una 1e< un 2ombre 0ue estaba terriblemente *ati,ado por el peso de sus pecados=, pasando a contar muy bre1emente la con1ersión de Mateo, y añadir- :A este publicano debemos el 2aberse conser1ado las palabras 0ue mayor consuelo 2an producido a la Humanidad=- :Venid a M>, etcétera+= E+ Por un incidente personal. El predicador podr>a despertar interés para la enseñan<a de este precioso te5to si pudiera contar, por e#emplo, de un modo ,r4*ico y 1i1o, de un 2ombre o mu#er a 0uienes ido 1enir muy car,ados, supon,amos con un ,ran 2a< de leña, y lo *eli< 0ue *ue tal persona cuando supo poner su car,a sobre otro, 0ui<4s el marido o un 2i#o 0ue salió en su au5ilio+ 7ero tal ilustración carece de interés si el predicador no puede decir 0ue es un incidente de su propia e5periencia, y por su 2onrade< como ser1idor de /ios y como cristiano no puede permitirse 2acer tal a*irmación si no *uera cierta+ '+ Haciendo re*erencia a un hecho de actualidad4 por e#emplo, el descubrimiento de la bomba atómica+ !ien podr>amos empe<ar diciendo 0ue :desde 0ue se descubrió tal arte*acto la Humanidad est4 1i1iendo con una pesada car,a de temor sobre su cora<ón= de a2> empe<ar a desarrollar la doctrina del te5to+ &+ Por una ponderación del propio te$to. En tal caso, dir>amos- :He a0u> unas palabras misteriosas 0ue nadie se 2a atre1ido a pronunciar+ 7alabras 0ue ser>an una terrible blas*emia en labios de un simple mortal; ni Sócrates, ni 7latón, ni !uda, ni Con*ucio, ni nin,uno de los ,randes maestros de la Humanidad 2a soñado si0uiera en arro,arse la *acultad de au5iliar personalmente a todo el mundo+ Todos ellos se tan limitado a dar conse#os para el buen 1i1ir; pero 2e a0u> @no 0ue se le1anta en medio de los si,los y e5clama- :Venid a M>, etc+= .8uién era el 0ue tales palabras pronunció3 .Ten>a autoridad para 2ablar de esta *orma3, etc+ %IMITE- DE %A INTRODUCCIÓN Manual de Homilética 72 La introducción no debe ser e5cesi1amente lar,a, se trata de preparar solamente el interés del auditorio, y es un peli,ro decir en el e5ordio lo 0ue tiene 0ue ser e5puesto en el sermón+ ?,ualmente lo es el di1a,ar tanto con *rases ampulosas y 2uecas en esta primera parte del sermón 0ue, en lu,ar de despertar interésV el p9blico lo pierda por cansancio+ Spur,eon cuenta de una señora 0ue dec>a de su predicador- :Cuando nuestro pastor prepara la mesa est4 tanto tiempo 2aciendo ruido con los cuc2illos y tenedores 0ue cuando lle,an las 1iandas ya se 2a perdido el apetito+= A 1eces sir1e bien, a modo de introducción, una re*erencia al asunto tratado el domin,o anterior; no una repetición o resumen del sermón anterior, sino una mera re*erencia, 0ui<4 por contraste+ 7or e#emplo- :El domin,o pasado 2ablamos de la *e, 2oy tenemos otro asunto no menos importante, el de las obras+= :El domin,o pasado se 2abló del Auicio, 2oy de lo 0ue si,ue al Auicio, o sea, el Ieino Eterno de los redimidos=, etc+ 7ero esta introducción no es de las m4s interesantes y ser>a pueril 2acerla si no e5iste una 1erdadera relación de continuación o de contraste con el tema del domin,o anterior+ Entre las ilustraciones de car4cter personal est4 la de re*erir al,o de interés 0ue el predicador 2a 1isto y 0ue sus oyentes desconocen, como un monumento, una obra de arte, una costumbre ind>,ena+ 7ues ello sir1e muy bien para cauti1ar la atención+ El doctor Torrey dice 0ue 2a usado como introducción de un sermón 0ue 2a predicado un sin *in de 1eces, y con el cual 2a ,anado millares de almas, la descripción de un cuadro 0ue 1io en una ,aler>a de pinturas de Europa; de modo 0ue acostumbraba decir 0ue su 1ia#e a Europa 2ab>a 0uedado bien pa,ado por el interés despertado por ese medio+ Al p9blico siempre le ,usta aprender, y por esto el predicador 0ue 1ia#a o lee muc2o se 2ar4 cada 1e< m4s interesante, si es un buen obser1ador y sabe almacenar en su mente, aa0uellos incidentes 0ue pueden ser1irle como introducción o ilustración de sus sermones+ 7ara el uso de tal clase de material el predicador debe, empero, 2acerse car,o de 0ue sus oyentes no 2an estado con él y la narración debe ser clara y detallada, pero omitiendo cuidadosamente a0uellos detalles 0ue no tienen re*erencia al tema u ob#eto 0ue se propone+ Cierto predicador empe<aba con *recuencia sus sermones sobre di1ersos temas re*iriéndose al monumento a Colón en Valladolid, donde aparece el león de Castilla arrancando del escudo español la palabra :6on= y de#ando el :plus ultra=+ El predicador re*er>a en tonos muy patéticos el sentir de los anti,uos 0ue cre>an 0ue el Estrec2o de Fibraltar era el *in del mundo, y as> escribieron en el escudo de Castilla la *rase :6on plus ultra= :6o m4s all4=", 2asta 0ue por la ayuda de la reina de Castilla, Colón descubrió 0ue e5ist>a un m4s all4, el 6ue1o Mundo+ Esta ilustración puede ser usada pro1ec2osamente como introducción, a causa del interés 0ue despierta; pero es necesario Manual de Homilética 73 recordar 0ue su car4cter es naturalmente introducti1o y, por consi,uiente, una 1e< presentada la ilustración, no se puede acompañar de consideraciones concluyentes tales como- del mismo modo, Cristo, el 0ue es llamado el León de Aud4, nos 2a 2ec2o e1idente la e5istencia de un mundo m4s all4 y nos o*rece una ,loriosa esperan<a de la :1ida eterna=, pues tales *rases son m4s adecuadas para el *inal 0ue para el principio del sermón+ 7or eso, si 0ueremos usar una ilustración como ésta para introducir el sermón, no podemos a,otar desde el principio las consideraciones naturales a 0ue se presta, sino decir- :Los 2ombres piensan 0ue no e5iste nada m4s all4 de la muerte+ Como los anti,uos, 2an puesto sobre el escudo de sus 1idas la marca del león plus ultra=+ .7ero puede con*ormarse el cora<ón con tan triste esperan<a3 .Ser4 1erdad 0ue no e5iste nada m4s all4 de la tumba3= Si el predicador trae sus a*irmaciones conclusi1as al principio del sermón, la ,ente considerar4 ocioso se,uir el curso del mismo, pero si *ormula pre,untas de capital interés, poniéndose en el terreno del escéptico, se despertar4 el interés para saber cómo 1a a responder el predicador a tales pre,untas y cauti1ar4 la atención 2asta el *inal+ Entonces, en muc2as me#ores condiciones de mente y esp>ritu de parte de los oyentes, podr4 de#ar caer la conclusión- :Ciertamente, Cristo 2a 1enido a darnos una ,loriosa esperan<a y la tenemos ase,urada por tales y tales pruebas=, las 0ue 2abr4n sido e5puestas antes en el curso del sermón+ Hay predicadores 0ue empie<an a lan<ar e52ortaciones al arrepentimiento y a la con1ersión desde la introducción misma+ 6o puede 2acerse mayor e0ui1ocación 0ue ésta+ Aun cuando muc2os de los oyentes 2ayan asistido mil 1eces a los cultos y cono<can el E1an,elio tanto como el mismo predicador, éste 2a de desconocerlo al preparar el sermón y 2ablarles como si *uera la primera 1e< 0ue lo oyeran+ En primer lu,ar, por0ue es posible 0ue entre los oyentes 2aya uno o muc2os 0ue se 2allen en seme#ante situación, y en estas personas 2ay 0ue pensar sobre todo+ En se,undo lu,ar, por0ue a los mismos oyentes anti,uos no les ,usta o>r un sermón desordenado, en el cual se dicen las 9ltimas cosas al principio, sino 0ue escuc2an con muc2o mayor deleite un discurso 0ue empie<a y si,ue en un orden ló,ico+ I+ %a concl sión del sermón Si empe<ar bien es importante, no lo es menos terminar bien y terminar a tiempo+ Hay predicadores 0ue no encuentran la manera de terminar y di1a,an repitiendo e52ortaciones de car4cter m4s o menos seme#ante, 2asta 0ue el p9blico, en lu,ar de sentirse conmo1ido por tales llamamientos, sólo desea an,ustiosamente 0ue el predicador pon,a *in a su perorata+ :/i lo 0ue ten,as 0ue decir y termina cuando lo 2ayas Manual de Homilética 74 dic2o=, es el conse#o de todos los maestros en la predicación+ .7ero cómo se tiene 0ue terminar3 M7TODO RECA'ITU%ATI2O @na de las me#ores *ormas y m4s comunes es 2aciendo una recapitulación de los puntos principales del sermón+ Esto no si,ni*ica 1ol1er a e5plicar dic2os puntos, sino simplemente mencionarlos para dar lu,ar con én*asis a un pensamiento *inal 0ue ser4 el llamamiento o e52ortación+ Esta clase de recapitulaciones suelen iniciarse con un:7uesto 0ue+++= Supon,amos 0ue el sermón 2a sido sobre- :Los pri1ile,ios del rebaño de Cristo=, 0ue tenemos en la p4,ina 33+ @na mención de tales pri1ile,ios, se,uida de una e52ortación de poner la *e en Cristo para poder ,o<ar de los mismos, ser4 una buena conclusión+ Lo propio diremos sobre el bos0ue#o del Salmo BE del 0ue le si,ue, 0ue lle1a por t>tulo 0(o que ganaos por la fe en 1risto2. En cambio, el bos0ue#o 0El poder de la oración2, basado en Hec2os ' y &, no permite una conclusión basada en los puntos principales, 0ue son- :Calidad; la oración apostólica y resultados de la misma=, 2abr4 0ue buscar otra *órmula de recapitulación basada en los subt>tulos y no en los puntos principales+ 7or e#emplo- :Si nuestras oraciones son de*inidas, tienen un moti1o especial, si son un4nimes con nuestros 2ermanos y 2ec2as con *e apoy4ndonos sobre las promesas de la Sa,rada Escritura, recibiremos, sin duda, los mismos pri1ile,ios y recompensas 0ue obtu1ieron a0uellos disc>pulos- ,o<o y 1alor y, por encima de todo, el don del Esp>ritu Santo+= La *orma recapitulati1a no es indispensable en todos los sermones+ 7odemos terminar también el comentario de Pilipenses ' diciendo- :En 1ista de los ,randes pri1ile,ios del creyente y ante la realidad de las cosas 0ue /ios nos 2a prometido, .0uién no 0uerr4 ser como el apóstol San 7ablo3 .7or 0ué 2emos de serlo3 .8ué nos 2ar4 desistir de tal propósito3 .Ser4 el temor a la pobre<a o al menosprecio3 Lo 2ab>a su*rido el apóstol 1ers+ $B"+ 7ero las ri0ue<as de Cristo superan a cual0uier pérdida y la compensan mil 1eces+ 6o dudemos, pues, en entrar y marc2ar con paso *irme por el camino de *e+= En el bos0ue#o del ,r4*ico la recapitulación se ciñe a las subdi1isiones del punto ?? por0ue son las de car4cter acti1o, o sea, las 0ue dependen de la 1oluntad del oyente; dic2a mención puede ser corroborada por una bre1e alusión a los resultados 0ue se describen en las subdi1isiones del punto ???+ 7ero en otros bos0ue#os la recapitulación puede ser una bre1e mención de todas las di1isiones principales del sermón+ Aam4s debe ser una mención de todas las di1isiones y subdi1isiones, pues resultar>a e5cesi1amente lar,o y perder>a por ello toda *uer<a y 1i,or, 1iniendo a resultar m4s bien una repetición del sermón, lo cual debe e1itarse a toda costa+ Manual de Homilética 75 2ARIEDAD * 2I2ACIDAD La conclusión no debe ser estereotipada y monótona+ 6o 2ay nada 0ue produ<ca peor e*ecto a los oyentes 0ue 1er 0ue el predicador se inclina a leer las palabras *inales del sermón+ Se le dispensar4 al predicador la necesidad de mirar al bos0ue#o en otras partes del sermón, pero la conclusión es el punto culminante de su mensa#e, y es en este momento cuando el predicador 2a de 2ablar con la mayor solemnidad o el mayor ardor, se,9n la naturale<a o car4cter del sermón+ Es entonces cuando su cora<ón 2a de desbordarse de tal modo 0ue el auditorio sienta 0ue el predicador est4, no leyendo unos pensamientos escritos en su o*icina, sino, ba#o el impulso del Esp>ritu Santo, tratando de 2acer penetrar la palabra en los cora<ones+ 7or esto 2ay 0ue e1itar, en este momento m4s 0ue nunca, el pronunciar *rases 1a,as y de poco sentido+ Todo predicador 2a notado 0ue ,eneralmente 2ay m4s *acilidad de e5presión al terminar el sermón, pero de nin,9n modo 2a de con*iarse a su *acilidad de palabra en ese momento solemne y decisi1o+ Tiene 0ue lle1ar al,unas *rases bien estudiadas, 0ue concreten el mensa#e y lo 2a,an incisi1o en el cora<ón de los oyentes; sin embar,o, no debe imitarse a éstas+ Si el Esp>ritu Santo le inspira nue1os pensamientos e5pón,alos sin temor, pero cuidando de 0ue no sean simples repeticiones de lo ya dic2o, sino pensamientos ta#antes, m4s *uertes 0ue todos los usados en el curso del sermón y penetrantes 2asta partir el alma+ E1>tese la e5cesi1a e5tensión+ La conclusión nunca debe e5ceder de unos pocos minutos+ Es di*>cil *i#ar cu4ntos de un modo e5acto, pues depende del car4cter del propio sermón; pero lo 0ue debe e1itarse es 0ue sea la conclusión en s> misma un nue1o sermón en miniatura+ Tampoco debe ser una repetición de lo dic2o en otros sermones+ Hay predicadores 0ue en cada conclusión usan ar,umentos muy similares como el de- mañana podr>a ser demasiado tarde para aceptar Cristo=+ Est4 bien 0ue en cada sermón se 2a,a én*asis sobre la necesidad de tomar una decisión inmediata, pero si las *rases son estereotipadas e idénticas para todos los sermones, el predicador se 2ar4 muy pesado y el p9blico temer4 1erle lle,ar al *inal, por el *astidio de escuc2ar lo 0ue ya se sabe e memoria+ %O- %%AMAMIENTO6o 0ueremos terminar sin decir una palabra sobre la cuestión de los llamamientos+ 6o estamos en contra del sistema cuando el ambiente es propicio el predicador tiene la con1icción de 0ue 2ay entre el auditorio :oyentes maduros=, es decir, con bastante conocimiento del E1an,elio para comprender en el paso 0ue 1an a dar, *alt4ndoles solamente la decisión+ En tales casos el llamamiento puede ser una 1erdadera bendición del Cielo para Manual de Homilética 76 tales almas, pero insistir e insistir 2asta pro1ocar decisiones inmaturas de personas 0ue i,noran los principios esenciales del E1an,elio, adem4s de ser insensato para el predicador, puede resultar en per#uicio de tales almas, ya 0ue tales personas pueden 1enir a considerarse con1ertidas por medio de un acto mec4nico 0ue no a*ectó su cora<ón y 0ue nada tiene 0ue 1er con el nue1o nacimiento+ Es 1erdad 0ue al,unas 1eces estos oyentes, acudiendo a los cultos, lle,an a comprender m4s tarde a0uella *e 0ue pro*esaron inconscientemente, pero también puede ser moti1o a al,unos para 0ue de#en de asistir a los cultos, a1er,on<ados por las burlas de sus compañeros no con1ertidos, ya 0ue no e5iste en ellos *undamento sólido para saber de*ender su *e y lle1ar el oprobio de Cristo+ ; en otros casos pueden dar lu,ar al enV durecimiento, en un *also concepto de con1ersión, siendo causa de 0ue se introdu<can en la i,lesia miembros no re,enerados+ Iecuerdo el caso de una persona a la cual *elicitaban los creyentes por 2aberse le1antado mani*estando aceptar a Cristo, la cual respondió- :6o, yo no entiendo de estas cosas, pero me daba l4stima a0uel pobre señor 0ue nos ped>a 0ue nos le1ant4semos con tanta insistencia+= E1itemos tanto la *rialdad como los e5cesos en este momento solemne del sermón; pues ni la e5cesi1a insistencia ni la ,riter>a e5tremada son señales e1identes de la inspiración del Esp>ritu Santo+ Es al *inal, m4s 0ue en otro momento del sermón, cuando debemos mo1ernos enteramente ba#o su santa in*luencia; de#émonos, pues, conducir por El, pero recordando 0ue el Esp>ritu Santo #am4s 2a inducido a nadie a empala,ar a la ,ente, sino 0ue es su ,ran propósito y ob#eto lle1ar las almas a Cristo, o, por lo menos, de#ar en ellas tan *a1orable impresión 0ue 1en,an a ser ine5cusables si no se con1ierten+ Se 2a dic2o con 1erdad 0ue una conclusión *astidiosa puede si,ni*icar una piedra de tropie<o para el cora<ón me#or impresionado por el mismo sermón+ Es pre*erible 0ue 0ueden los oyentes con deseos de o>r m4s, cuando el sermón 2a sido bueno, 0ue no 0ue las buenas impresiones recibidas se borren por una inclusión desa*ortunada y desastrosa+ 7odr>amos resumir lo dic2o en los si,uientes CON-E/O- 'R1CTICO$+K Sea cual0uiera la *orma de conclusión 0ue uses, 2a<la adecuada al con#unto del mensa#e+ 8ue no a un nue1o sermón, sino la aplicación pr4ctica de las 1erdades e5puestas anteriormente+ B+K 6o uses *rases estereotipadas en la conclusión; de cada sermón+ E+K Sé bre1e+ 6o describas c>rculos y m4s c>rculos, como un aeroplano en descenso, repitiendo las me#ores *rases del mismo sermón y añadiendo nue1os materiales+ /esciende en l>nea recta, en picado, desde las alturas de tu disertación al mismo cora<ón de Manual de Homilética 77 los oyentes+ 8ue nadie ten,a 0ue decir lo 0ue aclaró cierta labradora escocesa acerca de un buen sermón de conclusión interminable- :El pastor lle,ó casa en un 1ia#e ma,n>*ico, pero ten>a los caballos desbocados y no los pudo parar+= '+K Acent9a el lado positi1o m4s 0ue el ne,ati1o, la conclusión+ /urante el curso del sermón puedes tener 0ue tratar con el lado ne,ati1o, pero no termines con imprecaciones, lamentaciones ni e5presiones desalentadoras+ El mensa#e del E1an,elio es siempre mensa#e de esperan<a+ Le1anta los cora<ones a lo positi1o, a lo bueno, a lo sublime de las promesas de /ios, por ,ra1e o solemne 0ue 2aya sido el sermón+ @na conclusión neurasténica es la peor conclusión de un sermón+ &+K Ha< la conclusión personal, pero no e5cesi1amente personal+ (+K 6unca distrai,as la atención ni debilites la *uer<a de la conclusión con una apolo,>a+ En la introducción puede al,una 1e< el predicador pedir e5cusas por su di*icultad en 2ablar el idioma, su *alta de tiempo para preparar el mensa#e o su incapacidad para tratar el asunto; pero esto #am4s es permisible en la conclusión+ Si el sermón 2a sido bueno, tal apolo,>a demuestra pedanter>a y or,ullo por parte del predicador+ Si 2a sido mediocre, sólo ser1ir4 para recalcar los de*ectos del propio sermón y des1alori<ar lo bueno 0ue en él 2aya podido 2aber+ La conclusión del se,undo libro de los Macabeos produce una impresión penosa y es la me#or prueba de la no inspiración de tal apócri*o+ 7ero muc2o m4s 0ue en un escrito, es contraproducente toda apolo,>a al *inal de un discurso 2ablado+ Termina el mensa#e con la mayor di,nidad, y encomienda al Santo Esp>ritu de /ios lo 0ue t9 no 2as podido o sabido 2acer, aun en a0uellas ocasiones en 0ue, por el moti1o 0ue sea, sientas en tu conciencia 0ue *ue un *racaso el sermón, comparado con otros tuyos o con lo 0ue 2ubieses 0uerido 0ue *uera+ Ten presente 0ue esta e5periencia ocurre no sólo a los predicadores mediocres éstos ,eneralmente 0uedan m4s satis*ec2os de sus propios sermones 0ue lo 0ue debieran 0uedar", sino a los m4s ,randes predicadores+ Iesuel1e en tu cora<ón en tales casos prepararte me#or otra 1e<+ Tal resolución, 2ec2a en el mismo pulpito al terminar un sermón de*iciente, 2a sido la ,énesis de otro sermón poderoso, en muc2os casos, y en la propia e5periencia del autor de estas p4,inas+ J+K E1ita las e5presiones 2umor>sticas en la conclusión+ ;a 2emos indicado con 0ué limitaciones y prudencia debe 2acerse uso de tales e5presiones al principio o en el curso del sermón, pero no es permitido de nin,9n modo al *inal+ Como dice Ieinold 6iebu2r en un art>culo titulado :Humor y Pe=- :7uede 2aber risa en el 1est>bulo del templo, y el eco de la risa en el templo mismo; pero solamente *e y oración, y no risa, en el lu,ar sant>simo=, 0ue es la conclusión del mensa#e+ )+K Abstente de cual0uier acto 0ue distrai,a la atención+ @n ,esto e5a,erado- 0uitarse y ponerse las ,a*as, le1antar un Manual de Homilética 78 2imnario, o el accidente de caerse una 2o#a de los apuntes, no son incidentes tan ,ra1es en el curso de un sermón; pero debe 2acerse todo lo posible para e1itarlos al *inal+ Al,o seme#ante debe decirse del 24bito de mirar al relo# de bolsillo o pulsera 0ue tienen al,unos predicadores+ @nos por0ue, no sabiendo 0ué decir, les con1ienen cerciorarse de 0ue el sermón no 2a sido demasiado corto, y otros por0ue, teniendo demasiado material, temen e5cederse del tiempo+ Huel,a decir 0ue la impresión 0ue producen estos 9ltimos en el auditorio el cual suele darse per*ecta cuenta de la situación en ambos casos" no es tan desastrosa como la 0ue causan los primeros, pero aun en este 9ltimo caso, m4s perdonable, esta sencilla acción puede ser per#udicial para muc2os esp>ritus super*iciales+ Es con1eniente 0ue 2aya en las capillas un relo#, bastante ,rande, colocado en la parte posterior, #am4s de cara al p9blico, para 0ue el predicador pueda se,uir el curso del tiempo sin 0ue el auditorio se aperciba+ A *alta de tal relo#, es buena precaución por parte del predicador poner su propio relo# sobre el pulpito en el momento de empe<ar, e1itando 2acerlo durante el curso del sermón, y menos al *inal+ %A I0%E-IA EN %A CONC%U-IÓN Los di4conos y miembros de cada ?,lesia deber>an ser educados acerca de la solemnidad de la conclusión+ A 1eces son estos mismos los 0ue contribuyen a distraer la atención sin darse cuenta de ello, 2aciendo preparati1os para la terminación, tales como abrir las puertas, repartir 2imnarios para el 2imno *inal, preparar las bolsas para la o*renda a la 1ista del p9blico, etc+ Ctras 1eces, miembros m4s entusiastas 0ue discretos intentan corroborar el :é5ito= del sermón susurrando e52ortaciones o alaban<as acerca del mismo a personas incon1ertidas, o lo 0ue es toda1>a peor, incit4ndolas a le1antarse+ 6ada m4s e0ui1ocado+ Tales momentos 2an de ser solamente de atención y oración silenciosa por parte de los *ieles de la i,lesia+ Al,unas 1eces el autor se 2a sentido tentado a detener el sermón y pedir misericordia a las personas 0ue en a0uellos solemnes momentos se les 2a ocurrido le1antarse para ir al patio o salir del templo, a pesar de 1er 0ue el sermón estaba terminando y no corr>an peli,ro de perder nin,9n tren+ ; no diremos nada del desastre 0ue si,ni*ica un bebé 0ue rompe a llorar o se in0uieta durante los cinco minutos *inales del sermón+ Al,unos predicadores tienen la costumbre de pararse y a,uardar en silencio 2asta 2aber pasado tal interrupción+ Siempre es desa,radable tener 0ue 2acer esto, por lo 0ue cuesta reco,er de nue1o la atención del auditorio+ Ello es posible cuando se dispone toda1>a de muc2os minutos, pero es casi imposible al *inal+ En ese per>odo del sermón, atención distra>da es atención perdida+ 7or esto los miembros debieran con#urarse en ayudar al pastor- Los di4conos, ata#ando del modo m4s discreto y r4pido cual0uier perturbación+ Los creyentes en ,eneral, ba#ando sus cabe<as para Manual de Homilética 79 orar, sin 1ol1erlas de un lado para otro para 1er si se le1anta al,uien+ 6ada puede per#udicar tanto las decisiones como esta curiosidad imprudente+ Sabemos cuan ,rato es para el creyente *er1oroso, 0ue est4 oando por un despertamiento, :1er= decisiones; pero Rm4s sensato limitarse a 0oírlas2 de labios del testi*icante o en la respuesta del pastor, y ser4 siempre muc2o m4s ,o<oso para su propia conciencia 2aber mudado a tales decisiones con oración 0ue estorbarlas con actitudes incon1enientes+ Es necesario 2acer én*asis sobre estos detalles en las reuniones de i,lesia, para el me#or orden y pro1ec2o en los cultos, sobre todo en los e1an,el>sticos+ + Clases de est dio $5blico Hemos dic2o 0ue para la preparación de un sermón desde el pulpito no con1iene tomar todo un cap>tulo, sino un 2ec2o, par4bola o porción 0ue pueda ser conectada con al,una l>nea de pensamiento+ La ra<ón es 0ue cuando el predicador 2abla él solo desde el pulpito le con1iene presentar un mensa#e compacto y no e5cesi1amente e5tenso+ 7ero 2ay otro método de instrucción, llamado Clase !>blica, en la cual no sólo el predicador, sino los oyentes, pueden tomar parte, y aun0ue ello e5cede los l>mites de la Homilética, por lo importante 0ue es para los pastores e instructores cristianos, no 0ueremos de#ar de o*recer al,unas su,estiones sobre dic2os estudios+ Se recomienda para la Clase !>blica 0ue todos los oyentes ten,an su !iblia en la mano y, si el n9mero de asistentes lo permite, estén sentados *ormando c>rculo+ En las clases b>blicas no deben usarse los sermones te5tuales, sino e5positi1os o tópicos, desarrollando estos 9ltimos a base de te5tos b>blicos+ E-TUDIO DE %A $I$%IA 'OR %I$RO7ero es también recomendable en esta clase de reuniones el estudio de la !iblia por libros y cap>tulos+ En tal caso cada asistente debiera conocer de antemano el cap>tulo o porción 0ue se 1a a estudiar, a9n es me#or si se 2an distribuido pre,untas escritas 0ue despierten interés en el estudio+ /ic2as pre,untas o su,estiones pueden ser *ormuladas particularmente por el instructor para cada cap>tulo o libro, o bien utili<ar las si,uientes su,estiones de car4cter ,eneralaL .8uién escribió el libro3 bL .A 0uién *ue escrito3 cL .Cu4ndo *ue escrito3 dL Moti1o por el cual lo *ue+ Manual de Homilética 80 eL Circunstancias de a0uellos para los cuales *ue escrito+ fL .8ué re*erencias nos da el libro de la 1ida y car4cter del autor3 gL .Cu4les son las principales ideas del libro o enseñan<as"3 hL .Cu4l es la 1erdad central del libro3 iL .Cu4les son las caracter>sticas del libro3 jL 8ue cada alumno 2a,a una di1isión anal>tica del libro compar4ndola con la di1isión 0ue trai,a el /irector+ WL 7untual>cense las enseñan<as o aplicaciones espirituales 0ue ocurren en cada sección+ El estudio ser4 toda1>a m4s pro1ec2oso si en lu,ar de pre,untas ,enerales puede usarse un bos0ue#o *ormulado por al,9n buen e5positor de la !iblia+ Hay libros interesantes y también cursos b>blicos 0ue pueden ser1ir de ayuda al respecto+ Como e#emplo o*recemos a continuación uno de los estudios b>blicos por libros 0ue se publicaron en nuestra re1ista El 1ristiano Español. /e una *orma similar a la indicada, y usando los mismos ep>,ra*es 0ue ponemos en may9sculas, pueden estudiarse, no solamente los otros libros del 7entateuco, sino casi todos los libros de la !iblia+ 7xodo" EL 6CM!IE :T5odo= nos indica el contenido de este libro, la salida de ?srael de E,ipto+ ?srael 1uel1e a su tierra prometida+ T5odo contiene la mara1illosa e importante 2istoria, empe<ada en Fénesis, asumiendo una *orma nacional, m4s bien 0ue personal o *amiliar, y narrando los pasos 0ue condu#eron al establecimiento de la teocracia 2ebrea+ En este 2ec2o 2istórico 1emos la *i,ura de las 1erdades *undamentales de toda sal1ación+ 7odemos llamar a T5odo :el libro de la sal1ación=+ Empie<a con la oscuridad del yu,o e,ipcio y termina con la nube de la ,loria de /ios en el tabern4culo+ TNC/C ; LCS CI?ST?A6CS+ G El 1ia#e de los israelitas de E,ipto a Cana4n es un s>mbolo de la pere,rinación del cristiano+ $+ E,ipto \ el reino de Satan4s, el mundo del cual tenemos 0ue salir+ B+ /esierto \ La condición del creyente 0ue 2a de#ado la 1ida anti,ua, pero 0ue toda1>a no 2a encontrado la plenitud de la 1ida nue1a en Cristo+ E+ Cana4n \ La 1ida del creyente 0ue encontró en Cristo la 1ida abundante y 1ictoriosa+ LLAVES /EL L?!IC llamamos a los 1ers>culos de cada libro, 0ue nos dan el con#unto del contenido del mismo, p+ e#+E-JV)+++ a*licción en E,ipto+++ librado+++ sacado a buena tierra+ $B-$E+++ la san,re os ser4 por señal+++ Lo *undamental de la sal1ación+ Manual de Homilética 81 $%-'V(+++ os 2e tra>do a M>+++ para ser un especial tesoro sobre todos los pueblos+ T?EM7C+ G Entre Fénesis y T5odo 2ay un espacio de tres si,los y medio, sobre el cual no leemos nada en la !iblia+ En este tiempo creció la *amilia Aacob JL personas, T5odo $-&" y se 2i<o nación numerosa $-J"+ LA 7I?6C?7AL P?F@IA de T5odo es la de Moisés+ El nos es presentado como representante de la ley y del anti,uo pacto Auan $-$J"+ Mirando su 2istoria podemos di1idirla en tres partes de 'L años cada una+ 'L años de alta educación 2umana+ Se 2i<o un 1arón poderoso+ 'L años de educación di1ina en la 0uietud del desierto+ All> se 2i<o 1arón 2umilde y sencillo+ 'L años e#erciendo su alta pro*esión y e5perimentando cómo /ios puede utili<ar poderosamente a un 2ombre 2umillado+ 6ótese la importancia de la primera educación 0ue recibió en su m4s tierna #u1entud en la casa paterna+ /espués de muc2os años de estar en el palacio e,ipcio, se recordó de su /ios y de su pueblo Hec2os $$-B'VB("+ El *ue 2ec2o sal1ador, ,u>a y mediador de ?srael+ /?V?S?]6 /EL L?!IC+ G 7odemos di1idirlo en tres partes$+ 9srael en Egipto& Cap+ $V$&-B$+ a" Cpresión por los e,ipcios+ 7or medio de ella, /ios preparó al pueblo para salir de la tierra rica de Fosén+ b" 6acimiento y educación de Moisés+ /ios preparó al sal1ador y ,u>a+ c" 7la,as en E,ipto, 7ascua y salida+ /ios preparó al enemi,o para de#ar ir al pueblo+ B+ E$periencias en el camino del desierto& Cap>tulo $&-BB, cap+ $)+ Mar4, Elim, codornices, man4, a,ua de la peña, 1ictoria sobre Amalec+ El Señor, 0ue sacó a ?srael de E,ipto, también los manten>a, prote,>a y ,uiaba+ E+ 9srael al pie del monte "inaí& Cap+ $%V'L+ Mandamientos de /ios, Alian<a entre /ios y el pueblo, plan del tabern4culo, becerro de oro, construcción del tabern4culo+ Los sal1ados, para permanecer con el Señor, necesitana" la ley, 0ue es la norma de la 1oluntad de /ios; y bL el sacri*icio, cuya san,re limpia simbólicamente de las trans,resiones de la ley+ CI?STC E6 EL TNC/C+G Toda sal1ación de /ios es 2ec2a por Aesucristo+ 7or lo tanto, es todo este :libro de la sal1ación= un s>mbolo de Cristo+ 1.El cordero de la pascua- Cristo el cordero de /ios- Auan $-B%, $+a Cor+ &-(V), $+a 7ed+ $-$)V$%+ 2.Aarón- Cristo nuestro sumo sacerdote- Hebreos &-& y %, J-$$+ E+El mar !erme#o- La muerte de Cristo nos libra de la 1ida Manual de Homilética 82 anti,ua- $Cor+ $L-B+ 4.El man4- Cristo es el pan 1i1o 0ue descendió del Cielo- Auan (-E$, E&+ 5.El tabern4culo- Cristo 2abitó entre nosotros- Auan $-$', Hebr+ %-BEVB'+ E5teriormente no o*rece nin,9n atracti1o- Pilip+ B-(V)+ 7ero por dentro todo es precioso, de oro *ino con los colores de la ,loria- Col+ B-E y %+ 6o sólo el tabern4culo entero, sino también los ob#etos en él nos 2ablan de CristoLa puerta 9nica"- Auan $L-J+ Altar del 2olocausto- El lu,ar de la e5piación- Hebr+ %-$EV$', $L-$B; Apoc+ $E-)+ Puente de metal- El la1acro de la re,eneración- Tito E-&+ Mesa de los panes- :;o soy el pan de 1ida=- Auan (-E&, '), &L, &$+ Candelero- :;o soy la lu< del mundo=- Auan )-$B, $-%+ Altar de per*umes- La oración sacerdotal de Cristo- Auan $J+ El arca conteniendo la ley de /ios, y la cubierta con los 0uerubines, ten>an 0ue ser rociadas con la san,re del sacri*icio+ Cristo, con su propia san,re, entró una 1e< a la presencia de /ios- Hebr+ %-$BV$'+ El cumplió la ley y la cubrió con su san,re+ La ley 0ue pidió la muerte del peV cador est4 satis*ec2a por el sacri*icio e5piatorio de Cristo+ EL ME6SAAE /E TNC/C es doble+ Habla del minio del Señor y de la redención+ Su dominio se nota en sus palabras, órdenes, mandamientos, #uicios, su santidad, y también en su bondad y cuidado todas las necesidades de su pueblo+ 7or todo el libro pasa el 2ilo ne,ro del pecado del pueblo y de personas indi1iduales+ 7ero /ios, en su inmensa ,racia, presenta un recurso de sal1ación por la san,re del sustituto y abre a su pueblo pecador el camino a su trono de ,racia+ Todos los libros de la !iblia pueden ser estudiados de una *orma similar, buscando en ellos, por encima de sus datos 2istóricos, pro*undas enseñan<as morales y espirituales+ ERRORE- A E2ITAR /os errores 0ue el director de un Frupo de Estudio !>blico debe e1itar con ,ran cuidado son- 7or un lado, darlo como un sermón de predicación monopoli<ado, y por el otro, con1ertirlo en una clase de Seminario, limit4ndolo a los datos 2istóricos, cronoló,icos o anal>ticos sin especial mención de la enseñan<a espiritual+ Aam4s 2ay 0ue ol1idar 0ue ésta tiene primordial importancia en la ?,lesia, trat4ndose de libros de la Sa,rada Escritura, cuyas mismas narraciones 2istóricas *ueron escritas0para nuestra enseñanza y admonición2 $+a Cor+ $L-$$"; pero 0uedar4 me#or *i#ada la 1erdad en la mente y resultar4 muc2o m4s interesante y e*ecti1a si, en lu,ar de ser administrada en dosis Manual de Homilética 83 concentradas de incesante e52ortación, 1a acompañada del estudio 2istórico, y anal>tico y aun ,eo,r4*ico, 0ue permita al estudiante conocer bien la procedencia y moti1o de tales enseñan<as 0ue sur,en del te5to, ora por e#emplo 2istórico, o por simbolismo+ En este 9ltimo caso 2ay otros e5tremos 0ue con1iene e1itar+ @no es el de *or<ar la ima,inación para encontrar en todo detalle del Anti,uo Testamento s>mbolos y *i,uras de las doctrinas del 6ue1o+ Hallamos esta tendencia de un modo e5a,erado en los escritos patr>sticos+ Cr>,enes, por e#emplo, 1e>a un s>mbolo de la cru< 2asta en la *orma de cortar el cordero pascual+ @n simbolismo in,enuo y sin base no resultar>a edi*icante a un p9blico de nuestro si,lo+ El e5tremo opuesto es prescindir de toda aplicación simbólica, con lo 0ue el Anti,uo Testamento se con1ierte en una simple y 4rida narración 2istórica con li,eros matices éticos+ El predicador moderno 0ue asume tal actitud despreciando todo simbolismo, deber>a empe<ar por suprimir del 6ue1o Testamento 1arias ep>stolas como Iomanos, Corintios y Hebreos, me#or 0ue todo deber>a de#ar el ministerio cristiano de su i,lesia en manos de al,uien 0ue crea en la !iblia desde el principio al *in+ Ctro error *unesto es el de introducir en los estudios, para 2acer ,ala de erudición, discusiones 2ec2as de car4cter cr>tico acerca de los documentos ori,inales de la Sa,rada Escritura, códices y 1ariantes, pseudoVautores, etc+ Spur,eon dec>a con muc2a ra<ón:6unca di1ul,uéis el error tratando de combatirlo+= El pastor necesita estar bien orientado sobre tales asuntos, pero no para lle1arlos al p9blico, sino para poder responder a cual0uier pre,unta al respecto+ Si una de tales cuestiones sur,iera en la clase de estudio !>blico o en la Escuela /ominical, lo m4s con1eniente es responderla de un modo ,eneral y bre1e e in1itar al interpelante a una con1ersación m4s e5tensa en particular+ Tal in1itación debe ser 2ec2a, si es en la clase, ale,ando *alta de tiempo, a9n me#or si puede soslayarse y 2acerla m4s tarde en pri1ado, a *in de no le1antar sospec2as en a0uellas a 0uienes no interesan o no con1ienen tales tesis, ora por su limitada cultura o por su delicada condición espiritual+ Iecordamos el caso de un #o1en pastor de un pueblo rural, recién salido del Seminario, 0ue, con prete5to de :instruir a la #u1entud de la ?,lesia=, empe<ó una serie de clases de estudio b>blico en las cuales trataba de deslumbrar a sus oyentes llenando pi<arra con te5tos ,rie,os y 2ebreos, y acabó por arruinar la *e de muc2os con sus discusiones cr>ticas, totalmente impropias e inadecuadas a la condición intelectual y espiritual de los sencillos *ieles a 0uienes se diri,>a+ Per1orosamente e52ortamos a los estudiantes b>blicos y predicadores en cuyas manos 1en,a a parar el presente +anual de 'omil tica, a e1itar y aun a 2uir de tales peli,ros, procurando la edi*icación espiritual de sus oyentes por encima de todo otro Manual de Homilética 84 moti1o+ E-TUDIO DE %A $I$%IA 'OR CA'8TU%OTanto o m4s su,esti1o 0ue el estudio por libros es el estudio por cap>tulos, ya^ 0ue de este modo se puede entrar con m4s detalle en cada asunto+ Como 0uiera 0ue éstos puedan repetirse en el curso del libro, debe 2acerse én*asis sobre 1erdades nue1as cuando se repita un mismo asunto+ Esta recomendación es especialmente importante para los libros doctrinales, o sea, las ep>stolas y los libros pro*éticos del Anti,uo Testamento+ He a0u> una serie de su,estiones de aplicación ,enerala) /e*>nase el tema del cap>tulo o asunto principal de 0ue trata, en una sola *rase+ b) 7rincipales persona#es del cap>tulo+ c) La 1erdad o doctrina m4s destacada del cap>tulo+ d) La me#or lección del cap>tulo+ e) El me#or 1ers>culo del cap>tulo+ Su,iérase 0ue cada uno aprenda de memoria el 1ers>culo ele,ido+" El predicador puede terminar 2aciendo én*asis sobre las principales lecciones del cap>tulo, y lo 2ar4 con muc2o m4s pro1ec2o si los asistentes 2an tenido ya 0ue estudiarlo para responder a las anteriores pre,untas+ Estas pre,untas pueden ser usadas para clases elementales, incluso de niños+ 7ara clases entre personas m4s adelantadas en conocimientos b>blicos y e5periencia espiritual, puede usarse la si,uiente serie de pre,untas o su,estionesa) C>tense uno por uno los principales 2ec2os del cap>tulo y las enseñan<as 0ue contiene cada uno de ellos+ b) Señ4lense los errores a e1itar con re*erencia a la conducta de persona#es 0ue aparecen en el cap>tulo o amonestaciones 0ue contiene"+ c) 6ótense las cosas di,nas de imitación+ d) 7rincipales enseñan<as+ 6o de 2ec2o como se señala en el apartado a", sino por precepto+" eL .Cu4l de estas enseñan<as puede considerarse interesante discusión3 f) 7reséntense copiados cada uno de los 1ers>culos principales por su enseñan<a espiritual+ g) /ecl4rese cu4l es la 1erdad o doctrina 0ue se destaca en el cap>tulo+ 7ara clases toda1>a m4s adelantadas pueden usarlas si,uientes su,estionesa) Léase el cap>tulo en dos o tres 1ersiones di*erentes de Valera, Moderna, Católica, etc+" y c>tense por escrito las Manual de Homilética 85 principales 1ariantes y declarando cada uno cu4l pre*iere, teniendo en cuenta no sólo la ele,ancia del len,ua#e sino la 1erdad doctrinal, se,9n se desprende del con#unto de la !iblia+ !9s0uense los pasa#es paralelos de la re*erencia y c>tese la di*erencia entre ellos+ /éle la *ec2a apro5imada de los 2ec2os a 0ue se re*iere el cap>tulo+ Ha,a cada alumno un bos0ue#o o an4lisis del cap>tulo+ Cite cada uno los te5tos aptos para un sermón te5tual y *ormule sus principales di1isiones+ Señ4lense las *rases o palabras m4s importantes+ 7untual>cense las lecciones m4s importantes e ind>0uese de ellas cu4l es, en el concepto del alumno, la principal+ C>tense los lu,ares o ciudades 0ue se nombran en el cap>tulo, y dese una bre1e 2istoria de ellos se,9n aparece en otras partes de la !iblia+ /i*icultades en el cap>tulo, si las encuentra+ b) c) d) e) f) g) h) i) El principal peli,ro en las clases de estudio b>blico es 0ue, con el prete5to de 2acer pre,untas sobre el te5to o e5poner 1erdades aprendidas en el mismo, al,unos de los concurrentes se aparten del tema y 2a,an perder el tiempo con *ri1olidades+ El predicador o director necesita muc2a t4ctica y *irme<a para obli,ar a concretar y ceñirse al asunto+ 7or esto un método recomendable es 2acer 0ue los participantes trai,an sus su,estiones por escrito y usar el director, en la clase pró5ima, un resumen de las me#ores y m4s su,esti1as respuestas de cada uno+ Los concurrentes se sienten interesados y 2ala,ados al obser1ar 0ue se 2a 2ec2o caso de sus pensamientos, los cuales son e5puestos por el director muc2o m4s concretamente 0ue si cada uno tomara la palabra por s>+ 7ara aportar m4s interés a la reunión, puede, empero, el predicador su,erir una e5posición 1erbal de a0uellas su,estiones 0ue 2aya notado como de m4s 1alor, limit4ndose a citar él mismo las menos interesantes, pero 0ue mere<can ser citadas+ 7ara completar el estudio puede aportar al,unos pensamientos propios o sacados de al,9n buen comentador como Meyer, Carroll, Iyle, etc+, sobre el cap>tulo citado+ Se 2a dic2o con ra<ón 0ue el buen predicador no sólo debe saber estudiar él mismo la !iblia sino 2acer 0ue otros la estudien, y éste es el ob#eto de las clases de estudio b>blico+ Los ,randes discursos desde el pulpito aportan muc2a lu< y dan me#or comprensión a los oyentes acerca de las 1erdades b>blicas, pero no estimulan su*icientemente el estudio personal+ /eslumbrados por su arte y elocuencia, se sienten, por lo ,eneral, los oyentes incapaces de estudiar la !iblia como lo 2a 2ec2o el predicador, y ello con1ierte a los miembros de la ?,lesia en oyentes de in*erencias reli,iosas, m4s bien 0ue estudiantes; la 7alabra de /ios+ Aun0ue la predicación desde pulpito ser4 siempre el medio Manual de Homilética 86 indispensable de enseñan<a y el m4s e*ica< para ,anar a los incon1ersos, las clases de estudio b>blico estimulan m4s el don de cada uno y *omentan de un modo e5traordinario la 1ida espiritual+ 7or esto son muy recomendables para los creyentes o miembros de i,lesias an,élicas+ El so de il straciones +I Las im4,enes son para el discurso lo 0ue las 1entanas para una casa- 2acen entrar la lu< del ar,umento en las mentes m4s obtusas, a 0uienes las ideas abstractas resultan pesadas y a 1eces incomprensibles+ El e#emplo de Aes9s nos autori<a y estimula para el empleo de ilustraciones en la predicación+ Hasta la cara de los pe0ueños se ilumina cuando el predicador empie<a a contar al,una anécdota para ilustración de su sermón+ 7ero, aun cuando las ilustraciones son de tan ,rande utilidad, no se debe abusar de su uso+ Hay sermones 0ue resultan en*la0uecidos por un e5ceso de met4*oras o anécdotas+ /ic2o uso e5cesi1o puede 2acer 0ue la ,ente preste demasiada atención a las anécdotas y ol1ide los ar,umentos y e52ortaciones del sermón+ /ebemos recordar 0ue nuestro ob#eto no es entretener o di1ertir a las personas sino 2acerles sentir las 1erdades espirituales+ Vol1er el esp>ritu de nuestros oyentes del ob#eto principal del sermón para *i#arlo en im4,enes complacientes puede resultar per#udicial+ Las anécdotas 2an de ser usadas 9nicamente en los lu,ares apropiados y deben ser ellas mismas adecuada ilustración del ar,umento 0ue se 1iene e5poniendo+ 6o 2ay nada peor en un sermón 0ue una anécdota colocada *or<adamente en al,9n lu,ar 0ue no le corresponde+ Si no tenemos nin,una anécdota bien adecuada e ilustrati1a no usemos nin,una+ Es mil 1eces pre*erible un sermón con pocas o nin,una anécdota 0ue un sermón repleto de ilustraciones 0ue o enca#an con el ar,umento+ AN7CDOTA- BUMOR8-TICA6o est4 proscrito el uso de anécdotas 2umor>sticas; al contrario, éstas son las m4s ,ratas y me#or recordadas; pero debe tenerse sumo cuidado en 0ue no traspasen el l>mite del 2umor; 0ue no sean c2abacanas o tri1iales+ El pulpito es un lu,ar sa,rado a los oyentes 0ue acuden a escuc2ar la 7alabra de /ios esperan recibir pensamientos di,nos y de acuerdo con el propósito a 0ue est4 destinado+ @n e#emplo de anécdota 2umor>stica, pero adecuada, es la del sal1a#e 0ue acudió acon,o#ado al misionero por0ue su perro 2ab>a de1orado al,unas 2o#as de la !iblia, y al decirle éste 0ue la pérdida no era tan considerable por0ue pod>a o*recerle otra !iblia por poco dinero, el sal1a#e replicó 0ue lo 0ue sent>a no era la pérdida del libro, sino del perro, ya le 2ab>a obser1ado 0ue este Manual de Homilética 87 libro tiene la 1irtud de 2acer 1ol1er mansas a las personas, y tem>a 0ue dic2o e*ecto se produ#era en su ma,n>*ico perro ca<ador+ COMO RE,ERIR AN7CDOTALo m4s esencial en las anécdotas es el modo en 0ue son contadas+ @na anécdota e5celente puede producir muy poca impresión a los oyentes si es contada con indi*erencia+ El buen narrador de anécdotas debe mostrarse él mismo interesado en lo 0ue cuenta y mantener el interés del auditorio contando los incidentes de la anécdota por orden sin adelantarse a re1elar el :*inal= del caso, para 0ue se manten,a latente el esp>ritu de sorpresa+ Adelantar un solo detalle de una anécdota puede estropearla completamente, pues la ,ente ya no escuc2a con interés cuando conoce el desenlace+ E1>tese, por lo tanto, el anunciar desde el principio el *inal de la 2istoria; por e#emploHay una anécdota muy ilustrati1a acerca de la *e+ Se trata de un niño 0ue es in1itado a lan<arse en los bra<os de su padre desde el balcón de una casa 0ue est4 ardiendo+ El niño, a<orado, no distin,ue al padre en la oscuridad de la estrec2a calle, pero el padre puede 1er al niño a la lu< de las llamas 0ue salen de las 1entanas altas del edi*icio, y por *in éste se decide a dar un salto en el espacio 1ac>o con*iando en la palabra del padre, para encontrarse pronto a sal1o en los *uertes bra<os de éste+ Al e5plicar esta anécdota 2ay 0ue 2acer 1ibrante el caso, poniendo al,unas pinceladas 0ue 2a,an a los oyentes 1er en su ima,inación la casa ardiendo y el an,ustioso mo1imiento del 1ecindario+ Es indispensable, asimismo, re*erir en *orma de di4lo,o la con1ersación 0ue tendr>a lu,ar entre padre e 2i#o, 2asta 0ue el p9blico dé un suspiro de ali1io al o>r cómo el niño cayó sano y sal1o en los bra<os de este 9ltimo+ E1>tese absolutamente decir- :Lo 0ue estoy diciendo acerca de la *e tiene muc2o parecido con el caso de un niño 0ue *ue salvado por su padre, el cual le in1itaba a lan<arse a sus bra<os desde el balcón de una casa 0ue estaba ardiendo+= Este modo indi*erente de e5plicar la anécdota no da una impresión 1i1a del caso y suprime totalmente el elemento de sorpresa al anunciar desde el principio 0ue el niño *ue :sal1ado= por su padre+ 7roc9rese 0ue la ,ente no sepa si el niño *ue sal1ado o pereció entre las llamas 2asta 0ue oi,an el *inal+ Sin embar,o, la anécdota no debe ser contada con tantos detalles 2asta el punto de con1ertirla en una lar,a 2istoria 0ue 2a,a ol1idar a los oyentes la parte ar,umentati1a del sermón+ /ense solamente a0uellos detalles 0ue puedan aumentar el interés de la narración, y nin,uno m4s+ COMO INTRODUCIR %A- AN7CDOTA7arece de poco interés, y sin embar,o es muy importante, Manual de Homilética 88 la *orma de empe<ar a re*erir la anécdota+ Hay predicadores 0ue tienen siempre una misma *orma- :Iecuerdo 2aber le>do+++= A la ,ente no le interesa si el predicador 2a le>do la anécdota o la o>do contar+ ; toda1>a es peor cuando el predicador dice- :Iecuerdo 2aber le>do en un libro+++=, es toda1>a menos importante para el p9blico si lo 2a le>do en un libro o en una re1ista+ E1>tense cuidadosamente en los sermones estas *rases ociosas el sermón resultar4 m4s corto e interesante+ Es muc2o me#or empe<ar diciendo- :En cierta ocasión ocurrió tal o cual cosa=, o bien:E5ist>a en el pa>s tal o cual+= Este detalle no es ocioso, pues la ,ente le ,usta 0ue le cuenten 2istorias 1erdaderas y la re*erencia de donde tu1o lu,ar el incidente, cuando es posible darla, aumenta el interés del caso+ AN7CDOTA- 'ER-ONA%EEn mayor medida se acrecienta el interés del p9blico cuando el predicador puede contar al,9n caso 1i1ido por él mismo+ Los ,randes predicadores tienen ,eneralmente un arsenal de incidentes de su 1ida 0ue usan como ilustraciones de sus sermones+ Sin embar,o, debe e1itarse cuidadosamente la pedanter>a al re*erir tales casos y el uso e5cesi1o del pronombre personal+ 7roc9rese sustituirlo tanto como se pueda por el plural, si en el 2ec2o 2an inter1enido 1arias personas, pues ello dir4 muc2o en *a1or de la modestia del predicador+ Ctro peli,ro al contar anécdotas personales es el de re*erir casos tri1iales o poco ilustrati1os, por el prurito de 2ablar el predicador de s> mismo+ @n incidente 0ue al 0ue lo 2a 1i1ido puede parecerle muy c2ocante e interesante, puede resultar intrascendente y aburrido para el 0ue lo oye contar+ 7ero nunca lo ser4 para un auditorio inteli,ente, si el caso ilustra 1erdaderamente el ar,umento o contiene una e1idente lección moral o espiritual+ DI-TRI$UCIÓN DE %A- AN7CDOTALas anécdotas deben ser bien distribuidas+ Es ma,n>*ico el sermón 0ue puede tener una anécdota para ilustrar cada uno de sus puntos principales+ Es muc2o me#or si la anécdota puede ser puesta al *inal del punto; pero no siempre es posible+ Muc2as 1eces se nos ocurren anécdotas 0ue ilustran un punto secundario o una *rase del sermón+ E1>tese, empero, poner una anécdota para ilustrar una simple *rase, si ésta no es muy importante y contiene la esencia de un punto del sermón+ En tal caso parece puesta solamente para dar lu,ar a la anécdota+ Tiene 0ue ser la anécdota para el sermón, y no 1ice1ersa+ .7ueden usarse dos anécdotas para ilustrar un mismo pensamiento3 S>, pero de nin,9n modo deben ser contadas una tras de Manual de Homilética 89 otra+ El poder del E1an,elio para trans*ormar las almas puede ser bien ilustrado por la antes re*erida anécdota del sal1a#e y su perro, y también por al,9n caso de con1ersión, por e#emplo el de :El borrac2o de nacimiento=, 0uien después de con1ertirse, 1endiendo periódicos en una taberna, *ue in1itado por sus anti,uos compañeros, y al ne,arse a beber le arro#aron la cer1e<a en la cara diciéndole- :Si no por dentro, por *uera+= El 2ombre, arreman,ando un bra<o, les mostró sus *uertes m9sculos y di#o 0ue en otro tiempo 2abr>a empe<ado una pelea, pero a2ora no 2ac>a sino perdonarles y as> se limitaba a en#u,arse la cara, encomend4ndoles a la ,racia y misericordia del Señor+ Si cont4semos la se,unda anécdota inmediatamente después de la primera mientras a9n se conser1a el sentimiento de 2ilaridad en el auditorio, se perder>a totalmente el sentido de importancia de esta se,unda+ 7ero si después de contar la primera decimos- ten>a ra<ón el pobre sal1a#e, pues ciertamente /ios es todopoderoso para trans*ormar a las almas 2aciendo de los leones corderos, pues como dice el apóstol, si al,uno est4 en Cristo, nue1a criatura es, etc;=, el p9blico estar4 preparado por estas sencillas *rases para o>r la 2istoria del bebedor con1ertido, luc2o m4s 0ue si pas4semos de la primera anécdota a la se,unda con un simple- :También recuerdo el caso de un 2ombre totalmente entre,ado a la bebida, etc+= Spur,eon dice- :Es *eli< el predicador 0ue encuentra una anécdota para el *inal de su sermón, una 2istorieta o e#emplo 0ue 2a,a 1i1a y patente la enseñan<a del mismo+= Este es el 2ermoso e#emplo 0ue 2allamos al *inal del Sermón del Monte, sin la par4bola del 2ombre 0ue edi*icó su casa sobre la peña+ COMO ARCBI2AR AN7CDOTA7ara disponer de anécdotas ilustrati1as y adecuadas es necesario tenerlas arc2i1adas de antemano, ora en el cerebro, 0uien posea tan pri1ile,iada memoria, o en un >ndice+ Iebuscar libros y re1istas en busca de anécdotas en el mismo momento de preparar el sermón es una pérdida de tiempo 0ue nin,9n predicador ocupado puede permitirse, y en la ,ran mayor>a de los casos no da resultados satis*actorios+ 7or esto es aconse#able tener un >ndice bien clasi*icado+ La clasi*icación de anécdotas no es tarea sencilla y no puede darse acerca de ello una norma *i#a, ya 0ue cada predicador suele tener sus peculiaridades de pensamiento, pero puede ser1ir de pauta la clasi*icación si,uienteCI?STC+ G 9lustraciones sobre su& Amor+ Sacri*icio+ Sustitución+ 7erdón+ 7ECA/CI+ G Ejemplos de& /e,radación moral+ ?,norancia+ Iesultado del pecado+ SALVAC?]6+ G +edio o condiciones para obtenerla& Arrepentimiento+ Pe+ Abandono de impedimentos+ 7eli,ros de la Manual de Homilética 90 indi*erencia y tardan<a+ Su 1alor+ Su alcance+ !E6EP?C?CS /EL CI?ST?A6C+ V Se,uridad de la sal1ación+ Cuidado y protección di1ina+ El Cielo+ Lec2os de muerte de creyentes+ PI@TCS /EL CI?ST?A6?SMC+ G Pasivos& Humildad+ Verdad+ 7aciencia+ Fratitud+ Cbediencia+ Etc+ )ctivos& Testimonio+ Mayordom>a cristiana+ Pilantrop>a+ CIAC?]6+ G 1ondiciones& Pe+ Santidad+ Sinceridad+ G /espuestas& ?nmediatas+ /i*eridas+ !?!L?A+ G Su in*luencia sobre indi1iduos+ Sobre naciones+ E#emplos de amor a la Sa,rada Escritura+ ?n*ormes acerca de la !iblia+ ATEUSMC+ G 9lustraciones sobre lo ra<onable de la *e+ Iesultados del ate>smo+ ICMA6?SMC+ G 7apas+ ?ntolerancia+ ?m4,enes, pur,atorio+ ?ndul,encias+ Etc+ 7uede reser1arse una o 1arias p4,inas de una libreta para cada t>tulo se,9n las probabilidades 0ue e5istan de 2allar anécdotas sobre cada clasi*icación, nótese el t>tulo, y si éste no es bastante de*inido, añ4dase una *rase 0ue sintetice o recuerde la anécdota y a continuación el libro o re1ista y p4,ina donde se encuentra+ UEl libro Enciclopedia de )n cdotas e 9lustraciones, recientemente publicado por Editorial 1(9E, contiene un plan clasificación de an cdotas que puede ser seguido o imitado, al archivo de nuevas an cdotas, adem!s de las 7.,7< que tiene el referido volumenL. A menos de sernos muy *amiliar una anécdota y 2aberla contado muc2as 1eces lo 0ue debe e1itarse cuando se 2abla a un mismo p9blico", es con1eniente tenerla cada 1e< de nue1o, a *in de poder re*erirla con la necesaria se,uridad de detalle y 1i1acidad de estilo+ El estilo de la predicación Hay muy di1ersas *ormas de tratar un te5to o pasa#e b>blico como 2emos 1isto, y cada predicador suele aplicar a su estudio y desarrollo su estilo personal+ Al decir estilo, no nos re*erimos a0u> al estilo oratorio propiamente dic2o, o sea- las *rases y *i,uras retóricas peculiares de cada uno, sino a la *orma de tratar el te5to o el pasa#e al componer el sermón+ E-TI%O NARRATI2O Es decir, saben narrar 2istorias y 2acer 1i1ir ante las mentes de sus oyentes las ideas 0ue e5isten en su cerebro+ Son poetas y artistas por naturale<a+ Ie,ularmente los poetas en el pulpito lo son también en su estudio y a ellos debemos muc2as de las buenas poes>as e1an,élicas+ Todo predicador debiera poseer este arte en cierta medida, +II Manual de Homilética 91 aun cuando #am4s lle,ue a escribir un 1erso+ El esp>ritu poético y una ima,inación e5uberante son cualidades casi imprescindibles en el predicador+ Sin embar,o, un buen predicador, y sobre todo los 0ue son poetas, deben procurar no de#arse lle1ar demasiado le#os por este estilo, de modo 0ue, pintando y *loreando el sermón, se ol1iden de 0ue el ob#eto esencial del mismo es enseñar, con1encer y edi*icar+ /eben también 1elar para 0ue sus *i,uras retóricas no sean tan e5a,eradas 0ue se 2allen *uera el alcance de la mente y conocimiento de sus oyentes, y éstos sal,an sin saber lo 0ue 2a dic2o el predicador; o 0ue, aun siendo comprensible, resulte, por ocupar demasiado tiempo en *lorida retórica, muy pobre el sermón en contenido espiritual+ La narración a,radable y las altas *i,uras poéticas son como la sal y el colorido del sermón, pero del mismo modo 0ue nuestro paladar repudia un man#ar salado y nuestros o#os su*ren a la 1isión de colores demasiado subidos, las mentes de los oyentes, sobre todo si se trata de personas sencillas, su*ren literalmente por lo 0ue puede llamarse :deslumbramiento intelectual=, al 1erse obli,ados a escuc2ar continuamente *rases de alto contenido poético en un sermón+ Ctros predicadores tienen una *acultad e5traordinaria para el E-TI%O CON-IDERATI2O Saben 1er inmediatamente los di1ersos aspectos; una 1erdad, las aplicaciones 0ue pueden sacar de una palabra o *rase de la Sa,rada Escritura, de modo 0ue las di1isiones y subdi1isiones de un te5to salen *4cilmente de su mente y de su pluma+ Es ésta también una *acultad preciosa en el predicador+ Spur,eon la pose>a en ,rado sumo, no careciendo tampoco el don narrati1o y 2asta cierto punto poético+ La *acultad considerati1a sabe ca1ar 2ondo en el te5to o pasa#e le>do como tema, y desentraña sus tesoros con *acilidad+ Lo obser1a todo, lo 1e todo, en la *orma de una palabra, el orden con 0ue 1iene detr4s de otra, cual0uier detalle, cual0uier mati< del te5to le o*rece materia para un sermón+ El conocimiento de las len,uas ori,inales Hebreo y Frie,o *a1orece la *acultad considerati1a en el predicador+ 7ero muc2os la poseen de un modo innato, sin 2aber estudiado #am4s en un Seminario, como ocurrió con el propio Spur,eon, 0ue careció de tal oportunidad+ El estilo considerati1o es el m4s propio para la edi*icación de los creyentes+ 7ero este estilo e5pone, no demuestra, no ra<ona; dando por sentada la 1erdad, la desen1uel1e, y se acerca al cora<ón a o*recerla, retir4ndose triste si la mente la rec2a<a+ Tal *ue el estilo de Cristo al 2ablar a las multitudes i,norantes por medio de par4bolas y por las ,randes a*irmaciones de sus admirables discursos+ Este suele ser asimismo el estilo de muc2os creyentes sencillos, 0ue 2an recibido la 1erdad de /ios sin pre,untarse el por0ué, y apenas son capaces de comprender 0ue Manual de Homilética 92 otras personas ten,an necesidad de ra<onar+ 7ero el uso constante de este estilo, en toda clase de sermón y en todo per>odo de cada sermón, es un de*ecto en un buen predicador+ Cristo usó los estilos narrati1os y considerati1os cuando 2ablaba con cierta clase de oyentes, pero con sus astutos enemi,os 0ue 1inieron a acec2arle con pre,untas capciosas en el templo, no de#ó de emplear admirablemente la ar,umentación y la ló,ica+ E-TI%O AR0UMENTATI2O Al,unos predicadores son especialistas en este estilo+ Tienen en cuenta la mente de sus oyentes al *ormular su mensa#e+ Saben 0ue la apelación 9ltima 2a de ser al cora<ón, pues :nin,9n pecador se con1ierte por la cabe<a, sino por el cora<ón= como se 2a dic2o con 1erdad; pero la mente puede o*recer obst4culos al cora<ón 0ue debieran ser remo1idos para 0ue éste no 2alle e5cusa al recibir el llamamiento *inal+ El estilo ar,umentati1o es el m4s propio para reuniones de e1an,eli<ación en el presente si,lo escéptico+ Este estilo no si,ni*ica siempre la presentación de pruebas o e1idencias de la reli,ión cristiana, aun0ue éstas tienen una parte muy notable en tal clase de estilo, sino 0ue el estilo ar,umentati1o se 2alla también en la predicación diri,ida a los creyentes, cada 1e< 0ue apelamos a un ar,umento ló,ico, a un moti1o por el cual debiera 2acerse tal o cual cosa+ La *acultad de ra<onar y 2acer ra<onar es el don m4s precioso de todo predicador+ /ebemos tener en cuenta 0ue no solamente ra<onan los sabios, sino también las personas m4s sencillas+ :Con1encer es 1encer=, se 2a dic2o con ra<ón, y aun cuando no siempre los :1encidos= por la *uer<a del ar,umento se rinden a la 1erdad para aceptar a Cristo, o para ser1irle como ellos mismos comprenden 0ue debieran, es una ,ran cosa 0uitar los obst4culos a la mente; y abrir a los oyentes el camino de su deber de modo 0ue se 2allen :sin e5cusa= si no 2an andado por el mismo+ Los predicadores amantes de este estilo debieran tener, empero, en cuenta al 2ablar en tonos ar,umentati1os, no sus propias mentes, sino las de sus oyentes+ Muc2os predicadores *allan en el camino del é5ito por causa de este ,ran de*ectoCl1idan su auditorio cuando ra<onan+ 6o tienen en cuenta 0ue el mo<o tendero, la criada y el barbero 0ue se sientan en los bancos y no 2an pisado nunca las aulas de un Seminario o @ni1ersidad no tienen las mismas dudas 0ue los sabios y eruditos; sin embar,o, tienen sus dudas propias+ !uscar cu4les son éstas, y responderlas, es el ,ran deber del predicador e1an,élico, y a esto debe dedicar sus es*uer<os y los conocimientos de su cultura un tanto superior a la de sus oyentes+ 7or otra parte, debe abstenerse cuidadosamente de despertar, 2aciendo ,ala de su sabidur>a, otras dudas 0ue a0uellos Manual de Homilética 93 oyentes nunca 2an tenido+ Spur,eon dec>a- :6o se4is el instrumento del error esparciéndolo al tratar de combatirlo= El predicador 0ue sabe ponerse al ni1el de las mentes de sus oyentes cuando predica, ser4 estimado y popular+ Ser>a muy buena cosa para todo predicador entablar con1ersación durante la semana con oyentes de di1ersos ni1eles de cultura de su i,lesia y 2acerles e5plicar lo 0ue recuerdan acerca del sermón del domin,o+ Al,unos tendr>an ,randes sorpresas al 2acer esto, pero aprender>an muc2o acerca de cómo deben predicar en ocasiones pró5imas+ El estilo ar,umentati1o no se aplica solamente a los discursos propiamente apolo,éticos, sino 0ue puede ser empleado en cual0uier clase de predicación o e52ortación+ El apóstol San 7ablo emplea abundantemente este estilo, con di1ersidad de moti1os+ Tanto cuando 2abla a los eruditos de Atenas como cuando de*iende su propio apostolado, o al e5poner la sal1ación por ,racia en la carta a los Iomanos, el estilo del apóstol es ar,umentati1o, di*erenci4ndose con esto notablemente de los dem4s escritores del 6ue1o Testamento+ A *in de dar una idea de lo e5puesto acerca de la di1ersidad de estilos, 1amos a insertar tres bos0ue#os concebidos en las tres indicadas modalidades basadas sobre un mismo te5to+ Supon,amos 0ue éste es 01reced en la gracia y conocimiento de nuestro "eñor Eesucristo2, B+a 7edro E-$)+ EAEM7LC $Q Estilo narrativo, metafórico o po tico E( +)*F/ VE.I+E.F %E () E"P9/9#8)( 1/E)19I.. =.a Pedro ,&79ntroducción. G El predicador describir4 con *rases poéticas el crecimiento de una planta, mencionando el sol, la luna, los 1ientos, el roc>o; con e5presiones meta*óricas, llamar4, 0ui<4s, al sol :el astro rey= o :el rubicundo Apolo=, si es un poco pedante, y al roc>o :perlas de la mañana=+ Se re*erir4 a la seda de los pétalos y al embria,ador per*ume de los capullos en *lor+ Lue,o dir4$+K El creyente es una planta espiritual. aL Ha recibido la 1ida de /ios; no puede d4rsela a s> mismo+ bL Es re,ado por los arroyos de la 7alabra /i1ina+ cL Iecibe los 1i1i*icantes in*lu#os del Esp>ritu Santo+ dL Es a<otado por los 1ientos de la ad1ersidad para 0ue sea *ortalecido+ B+K El creyente debe crecer. aL 7ara desarrollarse y subir a un ni1el moral m4s alto 0ue las personas 0ue le rodean, a *in de ser distin,uido como testi,o de Cristo+ bL /ebe dar *rutos de traba#o acti1o+ cL /ebe de#ar tras de s> per*ume de santidad+ dL /ebe cobi#ar ba#o la sombra de su car4cter Manual de Homilética 94 bené*ico a los car,ados y sedientos 0ue andan por el camino de la 1ida+ 1onclusión. G Sólo as> compensar4 los a*anes del ,ran Hortelano de la 1ida 0ue le 2a colmado de bene*icios, y ser4 una bendición en el 4rido desierto de ese mundo de pecado+ .Lo eres t93 .6o 0uieres crecer m4s3 EAEM7LC BQ Estilo considerativo .E1E"9%)% %E P/FG/E"F E. () 69%) E"P9/9#8)(. =.a Pedro ,&77?FMECS C F?FA6TES E6 LA PE 9ntroducción. D /ios 2a dado a todos los seres el poder de la 1ida, pero por ra<ones di1ersas de alimentación, e#ercicio o mal estado de cierta ,l4ndula interna unas personas alcan<an estatura y *ortale<a *>sica muy superior a otras+ /el mismo modo 2ay di1ersidad de ni1eles espirituales en los 2i#os de /ios+ 7or ser esta 1ida una escuela de prueba para la eternidad, 2a de ser nuestro mayor deseo alcan<ar el ,rado m45imo dentro de las circunstancias en 0ue /ios nos 2a puesto+ 7or consi,uiente, nos con1iene considerar a la lu< de nuestro te5to?+ .8@E ES CIECEI E6 LA FIAC?A3 $+K Es crecer en fe y amor a %ios. Los disc>pulos di#eron- :Auméntanos la *e=, 0ue no es credulidad, sino con*ian<a en las promesas de /ios, ello 2ace sentirnos m4s cerca de El, en una intimidad amorosa y a,radecida+ B+K Es aumentar nuestro conocimiento de su Palabra4 de sus propósitos y deseos+ 6o un mero conocimiento intelectual de 2istorias o *rases b>blicas, sino de e5periencias personales con /ios andando a la lu< de su palabra+ E+K Es un aumento en sentimientos similares a los de nuestro modelo, 1risto, 0uien nos e52orta a ser per*ectos como nuestro 7adre 0ue est4 en los Cielos, a ren,lón se,uido de ordenarnos amar a9n a nuestros enemi,os+ '+K Es, resumiendo los tres puntos anteriores, un aumento en santidad, de aborrecimiento al mal y acercamiento a todo lo bueno y a todo lo ,rato y a,radable a la 1oluntad de /ios+ ??+ MC/CS /E CIECEI+ $+K Por la meditación de la Palabra de %ios. El salmo $$% es un e5ponente de la e*icacia de la palabra di1ina para el crecimiento espiritual+ C>tense los 1ers>culos $$, $L&, $B), $(& u otros no un n9mero Manual de Homilética 95 e5cesi1o"+ =M Por la oración. Las personas m4s ele1adas espiritualmente 2an sido 2ombres y mu#eres de oración 0ue 1i1ieron en la presencia de /ios+ C>tense e#emplos+ E+K Por la actividad. Como el e#ercicio desarrolla y *ortalece nuestros m9sculos, el tomar parte acti1a en la obra de /ios desarrolla nuestra 1ida espiritual+ '+K Por la abnegación. Es el aspecto doloroso de la acti1idad o de la inacti1idad *or<ada por en*ermedades o pruebas 0ue /ios nos permite, las cuales 0ueman la escoria y desarrollan nuestras 1irtudes espirituales, si sabemos interpretarlas y aceptarlas como corresponde a 2i#os de /ios+ ???+ IADC6ES 7AIA CIECEI+ $+K 6in,9n padre se con*orma con tener 2i#os enanos+ Su desarrollo en todos los aspectos es su ,o<o; as> nuestro 7adre 0ue est4 en los Cielos se complace en nuestra superación moral, 0ue 2a de 2abilitarnos para las ,lorias y deberes celestiales de nuestro eterno por1enir+ B+K En tanto estamos, empero, en el mundo, donde Cristo tiene su i,lesia militante+ Como los cristianos *ieles eran el ,o<o y ,loria de 7ablo, lo somos nosotros de Cristo, cuando andamos se,9n su 1oluntad+ Cada acto de abne,ación y de *e es una bo*etada al rostro de Satan4s y una demostración de 0ue el Hi#o de /ios no 2a *racasado en su propósito de atraer las almas por su sacri*icio Auan $B-EB"+ aL La 2onra de Cristo en la i,lesia local, donde otros aprenden de su e#emplo+ bLEn el mundo, por la atracción 0ue e#erce sobre los incon1ersos+ C>tense e#emplos+ E+K La 1ida de un cristiano *iel no es en modo al,uno una 1ida triste, pesarosa o llena de temor+ Las personas m4s consa,radas a Cristo se caracteri<an por una sonrisa celestial 0ue brilla en sus rostros, y sus d>as no transcurren en 1ano+ Sienten en lo m4s >ntimo de su alma la satis*acción de 1i1ir una 1ida 0ue 1ale la pena y esto mismo les da *elicidad+ '+K Tanto los e1an,elios como las ep>stolas est4n llenos de la doctrina de un m4s all4 0ue 2a de ser la contrapartida de la 1ida presente, empe<ando en las !iena1enturan<as y terminando en las ,lorias del Apocalipsis+ 7or esto el apóstol 7edro, tras una enumeración de las 1irtudes cristianas 0ue 2a sido llamada- la ,rader>a de la santidad, concluye con la a*irmación- :7or0ue 2aciendo estas cosas no caeréis #am4s; y as> os ser4 otor,ada una entrada amplia y Manual de Homilética 96 abundante en el Ieino eterno de nuestro Señor Aesucristo= B+a 7edro $-$LV$$"+ 1onclusión. G Si mantenéis latente en 1uestros cora<ones el propósito de crecer en la ,racia, o sea, superar 1uestro ni1el espiritual, y con oración us4is as métodos indicados- Meditación de la Escritura, ración, acti1idad y abne,ación, sometiendo 1uestra ida a la 1oluntad de /ios, creceréis 1erdaderamente en la ,racia, para ,o<o de 1uestra propia alma, para el bien de los 0ue os rodean y para la ,loria e /ios, obteniendo, no una admisión 1er,on<ante en $ Cielo, como ti<ones arrebatados del incendio, sino na :abundante entrada en el Ieino eterno=+ EAEM7LC EQ Estilo argumentativo E( "E1/E#F %E( 1/E19+9E.#F 1/9"#9).F =.a Pedro ,&79ntroducción. G El crecimiento es un imperati1o en el orden de la 6aturale<a+ Va unido a la 1ida en del mundo 1e,etal, animal y mental; asimismo en el reino de la Fracia+ ?+ El crecimiento de la gracia es un deber cristiano. $+K 7or0ue es mandado por /ios+ aL /ios tiene autoridad para mandarnos crecer, por0ue es autor de la 1ida+ bL /ios no *uer<a nuestro crecimiento en ,racia, caridad o bondad, por0ue somos libres; nuestras acciones buenas no tendr>an 1alor al,uno si *ueran *or<adas+ cL 7ero nos rodea de condiciones 0ue *a1orecen nuestro crecimiento+ $" /e car4cter positi1o- La Sa,rada Escritura, los cultos, el e#emplo de personas m4s santas, sus bene*icios y *a1ores, respuestas a la oración, etcétera+ B" de car4cter ne,ati1o- Las contrariedades 0ue sir1en para re*or<ar nuestro car4cter y 2acer nuestra *e de me#or calidad+ @na *e sin prueba no ser>a *e, sino credulidad interesada+ ??+ El crecimiento es ley en toda vida sana. aL En la 6aturale<a, como en la ,racia, o ,anamos o perdemos+ La planta 0ue no crece se mustia+ bL Si *altamos a las leyes de la 6aturale<a poniendo una planta *uera de los rayos del sol, en*ermar4+ Asimismo si nos ale#amos de los medios de ,racia+ ???+ La *alta de crecimiento en ,racia es el mayor per#uicio para nosotros mismos+ Manual de Homilética 97 aL El a,ua 0ue no corre se corrompe+ As> el creyente estancado e inacti1o+ bL La planta 0ue se mustia produce *rutos 4cidos+ Si no 1i1imos en la plenitud de la 1ida los *rutos ser4n a,rios y displicentes, 2aciéndose desa,radables a los 0ue nos roV dean+ cL La *alta de *rutos sanos a ,loria y 2onor de /ios nos acarrear4 pobre<a en el d>a de la recompensa B+a 7edro $-$$"+ 1onclusión. D 7ara 1osotros, cristianos, 0ue lle14is el nombre de Cristo, es éste un pri1ile,io 0ue no puede ser recibido o re2usado se,9n pla<ca, sino un deber 1ital+ La palabra de /ios lo presenta como una prueba de ser disc>pulos de Cristo+ E5aminémonos a nosotros mismos para 1er si estamos a1an<ando o retrocediendo, creciendo para la ,loria de /ios o perdiendo nuestro primer amor y entibi4ndonos 2asta tener 0ue ser rec2a<ados de su boca+ Aam4s /ios lo permita+ Creemos 0ue el estudiante 2abr4 encontrado pensamientos 9tiles en cada uno de los tres métodos, a la 1e< 0ue 2abr4 descubierto cu4nta ri0ue<a puede desentrañarse de un mismo te5to+ Cbsér1ese cómo el primer método es pintoresco, pero sin carecer de enseñan<a; el se,undo es e5planatorio y edi*icante, y el tercero es autoritario y conminatorio+ Hemos presentado los tres bos0ue#os bien distintos por0ue estamos tratando del estudio del estilo en este cap>tulo; pero no 0ueremos si,ni*icar 0ue todo sermón 2abr4 de 2acerse en un estilo determinado y se,uir el mismo estilo en todo su desarrollo, sino 0ue el me#or predicador ser4 el 0ue sepa mane#ar y sacar partido de los di1ersos estilos 0ue a 1eces pueden basarse alternadamente en un mismo sermón+ U7L Este bosquejo fue modificado y considerablemente ampliado en la cuarta edición, para adaptarlo al gr!fico que ilustra la construcción esquem!tica de sermones. +III %a preparación del sermón El 1alor espiritual del mensa#e e1an,élico consiste en el contenido del sermón, pero a los o#os de muc2a ,ente ni el plan 2omilético, ni el 1alor de los ar,umentos importa tanto como la 2abilidad del predicador en pronunciarlo+ Se dice 0ue [2ite*ield era m4s popular 0ue pro*undo, mientras 0ue [esley era m4s pro*undo 0ue popular+ .7or 0ué3 [2ite*ield se destacaba en la elocución de sus mensa#es+ 6o se e5plica de otro modo el 2ec2o de 0ue conmo1iera a ,randes multitudes, 0ue se des2ac>an en l4,rimas, ante sermones 0ue, al leerlos 2oy d>a, nos parecen muy 1ul,ares y sencillos+ Manual de Homilética 98 CONTENIDO * E+'RE-IÓN Muc2a ,ente, si tu1iera 0ue ele,ir entre un predicador 0ue 2abla bien y uno 0ue presenta ma,n>*icos sermones 2omiléticos, ele,ir>a el primero y le conceptuar>a como ,ran predicador, por m4s 0ue su e5posición 2omilética de#ara muc2o 0ue desear+ 7or tal moti1o, el predicador 0ue 0uiere tener é5ito y ser 9til en la Cbra, tiene 0ue preparar muy bien sus mensa#es, no solamente desde el punto de 1ista 2omilético, sino también en el de su e5presión+ /ebemos 2acer notar 0ue un sermón sin preparación 2omilética es muc2o m4s *4cil de ser presentado con aires de ,rande oratoria 0ue un sermón 2omilético+ La ordenación del sermón- sus di1isiones subdi1isiones son una ,ran ayuda para preparar un mensa#e sustancioso y capa< de permanecer en la memoria de los oyentes durante muc2o tiempo; pero el orden impuesto en la preparación del sermón resulta una restricción insoportable para ciertos oradores en el momento de ser pronunciado+ /e a2> 0ue al,unos 0ue ,o<an del inapreciable don de la *acilidad de palabra, cai,an en el lamentable e5ceso de con*iar a ella todo el é5ito y suban al pulpito sin la reparación adecuada, o con una preparación insu*iciente+ @n rato de meditar sobre un te5to o pasa#e e la !iblia les parece bastante para pronunciar un sermón, el cual consiste en un con#unto de *rases altisonantes, en un constante ir y 1enir sobre las contadas ideas su,eridas durante la bre1e meditación y en repeticiones di1ersas del mismo concepto, un resumen, un discurso de altos 1uelos y 0ui<4s en al,unos casos ma,n>*ica e5presión, pero sin contenido+ El p9blico recuerda durante la semana 0ue pasaron un rato muy a,radable el domin,o, oyendo W*rases bien redondeadas, dic2as con ,alas de oratoria y *acilidad de e5presión, pero no puede recordar 0ué mensa#e dio el predicador, ni en 0ué consistió el sermón, aparte de al,9n pensamiento suelto 0ue se pe,ó a la memoria+ Sin embar,o, este orador 2uero puede ser muc2o m4s apreciado 0ue el 0ue acude al pulpito con un mensa#e sustancioso y bien preparado, contenido dentro de un 1oluminoso plie,o de notas, a las cuales tiene 0ue atenerse a cada momento; 0ue se 1e obli,ado a 2acer pausas para reanudar la lectura del bos0ue#o, o se detiene para buscar te5tos en la !iblia 0ue no lle1a preparados de antemano+ 7or bueno 0ue sea el mensa#e de tal predicador nunca ser4 popular como el 0ue posee *acilidad de e5presión+ 7ero ni uno ni otro ser4n 1erdaderamente e*icaces+ El predicador ideal es el 0ue puede unir el contenido con la e5presión, el *ondo con la *orma, lo 0ue llamar>amos el alma del sermón con su cuerpo, 0ue es la *orma de ser pronunciado+ 7ero .cómo conse,uirlo3 Aparte de los dones naturales, la respuesta es solamente una- Traba#o, traba#o y traba#o+ E% MA*OR 'E%I0RO9 %A INDO%ENCIA Manual de Homilética 99 La tendencia dominante en nuestros d>as es no dar su*iciente tiempo a la preparación de sermones+ El predicador es ,eneralmente un 2ombre e5cesi1amente ocupado+ Si se trata de un predicador laico, ser4, naturalmente, una persona m4s inteli,ente 0ue sus oyentes, y lo m4s probable es 0ue por la misma ra<ón muc2as acti1idades necesarias de la 1ida reclaman su tiempo y le 0uedan pocas 2oras para la Cbra de /ios; sin embar,o, la ama y 0uiere ocuparse de ella; sus 2ermanos menos pri1ile,iados en cultura o inteli,encia se lo reclaman y él no 0uiere eludir su deber; pero el resultado es 0ue prepara sus mensa#es con e5cesi1a prisa; tiene 0ue repetir una y otra 1e< sus ideas *a1oritas, por0ue carece de otras, y no reali<a la labor e*ica< para su Maestro, 0ue por sus dones naturales podr>a lle1ar a cabo, y siempre est4 en su cora<ón 2acer, 2asta 0ue el curso de su edad le incapacita para las acti1idades de su pro*esión y tiene m4s tiempo, en su senectud; pero+++, RayS, tampoco posee la lucide< de mente y los 4nimos de sus años 1iriles+ 7or esto, y a pesar de la contro1ersia 0ue e5iste entre di1ersos sectores cristianos sobre este punto, es toda1>a oportuna la recomendación apostólica a :desembara<arse de los ne,ocios de la 1ida= B+a Timoteo B-'" a0uel 0ue siente una 1ocación especial para el ministerio+ Es 1erdad 0ue ello impone una car,a al pueblo de /ios y esto es siempre sensible para la conciencia delicada y consa,rada al Señor 0ue tiene 0ue recibir tal ayuda, pero es la me#or manera para 0ue el ser1idor de /ios pueda 2acer una obra totalmente e*ica<+ Con tal pri1ile,io entra, empero, el predicador en una ,ran responsabilidad+ ./edicar4 a su obra real y e*ecti1amente el mismo tiempo 0ue empleaba para sus ne,ocios u o*icio manual antes de entrar en el Ministerio3 Hay predicadores, lo sabemos, 0ue dedican muc2o m4s tiempo a la Cbra de /ios 0ue el 0ue dedicar>an a un traba#o secular, pero el peli,ro es ,rande para al,unos otros+ 6in,9n obrero 2ay m4s libre 0ue el predicador del E1an,elio+ 6in,9n sobrestante o encar,ado 1iene a controlar su traba#o+ E5cepto las cuatro o cinco 2oras a la semana 0ue aparece ante sus oyentes en la i,lesia, apenas nadie sabe en 0ué ocupa las dem4s+ 7ero es terriblemente responsable delante del Señor por ello+ El peli,ro de la indolencia, en lo 0ue se re*iere a la preparación del sermón, e5iste tanto en los predicadores e5cesi1amente ocupados como en a0uellos 0ue, por ministrar en i,lesias muy pe0ueñas a personas de cultura limitada, les parece innecesario preparar sus sermones con ,ran esmero+ .7ara 0ué3 G se dice el predicador, entristecidoG, si tampoco apreciar4n mi es*uer<o estos pobres oyentes m>os+ Con ello ol1ida la ad1ertencia del Señor- :El 0ue es *iel en lo muy poco, también en lo dem4s es *iel= Lucas $(-$L"+ El predicador rural 0ue estudia y predica bien sus mensa#es, sin descuidar, naturalmente, la obra personal, no solamente ser4 m4s apreciado por su con,re,ación, por ruda 0ue Manual de Homilética 100 sea, sino 0ue se est4 2aciendo a s> mismo apto para superiores deberes 0ue el Señor puede con*iarle después de 2aberse mostrado *iel en lo poco+ El /r+ Andrés [+ !lacMHood, pro*esor de Homilética del Seminario Teoló,ico de 7rinceton, dice- :7or lo menos durante los cinco primeros años un predicador #o1en debe dedicar de $& a BL 2oras a la preparación de su sermón principal del domin,o, y un n9mero poco in*erior a los mensa#es de edi*icación para creyentes+= @no de los m4s ,randes predicadores de nuestra época declara 0ue durante años 2a 1enido empleando apro5imadamente una 2ora de preparación por cada minuto de duración de su sermón+ 7ocos predicadores se entre,an 2oy d>a a una preparación tan cuidadosa de sus mensa#es, pero estos e#emplos son di,nos de ser tenidos en cuenta+ CUATRO M7TODO- DE 'REDICACIÓN Hay cuatro maneras de predicar un sermón, cada una de las cuales tiene sus 1enta#as y des1enta#as$+a Predicación sin notas. G A esta clase de predicación nos 2emos re*erido al describir el predicador 0ue se prepara insu*icientemente+ 7ero nadie crea 0ue éste sea el caso de todos los predicadores 0ue suben al pulpito sin notas+ Al,unos predicadores de pri1ile,iada memoria pueden predicar sin notas sermones 2omiléticos y sustanciosos, debido a la esmerada preparación 0ue 2an 2ec2o del tema por d>as y semanas+ 6o impro1isan de nin,9n modo, aun0ue lo pare<ca; sino 0ue lle1an en la mente el plan del sermón con todos sus puntos y sus *rases m4s importantes+ 6o obstante, est4n libres para ampliar y añadir cual0uier idea oportuna 0ue se les ocurra en el momento de la elocución+ Ale5ander Maclaren nos dice 0ue acostumbraba tener *i#a en la memoria la primera y las 9ltimas cuatro *rases del sermón, as> como sus di1isiones principales+ Con muc2as 2oras de estudio, llenaba su mente de a0uellas 1erdades 0ue deseaba comunicar a sus oyentes y de#aba a la inspiración del momento la *orma de e5presarlas+ 7ero, como puede 1erse, el *amos>simo predicador y escritor no sub>a en modo al,uno al pulpito sin la debida preparación+ Este es el procedimiento ideal para predicar, pero pocos predicadores son capaces de adoptarlo, por la e5traordinaria capacidad mental 0ue re0uiere+ B+a +emorización del discurso. G Al,unos predicadores dotados de buena memoria pero *altos del 1alor y 2abilidad 0ue re0uiere el método anterior, 2an adoptado el sistema de aprender el sermón de memoria+ En Prancia, durante el si,lo 51ii, ,randes oradores católicos romanos alcan<aron *ama por sus sermones dic2os de memoria+ 7ero pocos oradores son capaces de tal 2a<aña memor>stica+ 7or lo dem4s, aun cuando el predicador, por poseer buena memoria y *acilidad de palabra, pueda dar con este sistema una impresión bastante parecida a la predicción sin notas, Manual de Homilética 101 el p9blico se apercibir4 0ue no 2abla con entera libertad, sino encadenado a un manuscrito, 0ue no por0ue no aparece en el pulpito se 2ace menos e1idente+ @n tropie<o en la dicción, el error de una palabra 0ue es necesario recti*icar, etcétera, bastan para ponerle en e1idencia ante la con,re,ación, y cuando ésta se apercibe de 0ue no est4 in1entando el sermón sino recit4ndolo, por bueno 0ue este sea, menospreciar4 al predicador y sospec2ar4, aun0ue no sea cierto, 0ue la lección aprendida de memoria no es suya, sino de otro+ E+a (ectura del sermón. G 7arece bastante raro, pero es cierto 0ue al,unos predicadores 2an alcan<ado *ama predicando sermones le>dos+ Este procedimiento es, naturalmente, el m4s e*ica< para pronunciar sermones ,ramaticalmente per*ectos y ricos en contenido, pues el manuscrito puede ser pulido a la per*ección, e1itando pérdida de tiempo en repeticiones eno#osas, a lo 0ue tan e5puesto se 2alla el predicador 0ue 2abla sin notas y con poca preparación+ 7redicadores como HooMer, Taylor, 6eHman, Liddon, Parrar, Aonat2an, EdHards, S2annin,, !us2nell, Aor,e A+ !ordón y otros se 2an ,anado la estima de multitudes leyendo sus sermones, pero R0ué modo de leerS El presidente de la @ni1ersidad de HarHard sol>a en1iar a sus estudiantes a la capilla donde predicaba Van /yMe para 0ue aprendieran el arte de 2ablar en p9blico+ Ciertamente, Van /yMe ten>a un manuscrito con el sermón escrito palabra por palabra, pero todo el mundo sent>a 0ue, adem4s de en el papel, estaba el sermón escrito sobre su mente y su cora<ón+ /e 1e< en cuando, este maestro de multitudes ba#aba la cabe<a, 0ui<4s al principio de un p4rra*o, pero la mayor parte del tiempo se manten>a mirando a sus oyentes *rente a *rente+ Se adi1inaba 0ue 2abr>a podido predicar el mismo sermón de 2aber tra>do al pulpito sólo sus puntos principales o principios de p4rra*o y 0ue sólo una e5tremada precaución le induc>a a tomar el sermón entero+ En cambio, el lector ordinario de sermones se 2ace siempre monótono, por buenos 0ue sean los pensamientos 0ue e5pone, y Rno di,amos nada del mal lector, el cual resulta insoportableS El método de lle1ar todo el sermón escrito al pulpito no es recomendable en todas las ocasiones por las ra<ones si,uientesEn primer lu,ar, por0ue el predicador con*iado en su manuscrito puede descuidar a0uella asimilación del sermón 0ue permit>a a Van /yMe leerlo sin leer+ En se,undo lu,ar, el temor de apartarse de la per*ección ,ramatical del escrito le impide lan<arse a e5presar ideas su,eridas en el mismo momento de la predicación+ Estas son, sin embar,o, las me#ores, muc2as 1eces, y en todos los casos las 0ue pueden e5presarse con mayor *acilidad y elocuencia+ 6o ar,Yiremos nada en contra del método desde el punto de 1ista de impedir la acción del Esp>ritu Santo, por0ue éste puede inspirar al predicador tanto en el pulpito como en el ,abinete de estudio, pero lo cierto es 0ue no parecer4 a los oyentes tan inspirado por /ios lo 0ue 1en leer, como lo 0ue oyen de labios de Manual de Homilética 102 un predicador 0ue, con la 1ista *i#a en el auditorio, pronuncia las palabras con la actitud de un 1erdadero pro*eta del Señor+ Se,9n el anti,uo dic2o :la mu#er del César no sólo debe ser 2onrada, sino también parecerlo=, el ser1idor del Señor no solamente debe ser real y 1erdaderamente inspirado por el Esp>ritu Santo, sino 0ue debe dar la sensación de 0ue lo es en todas sus acti1idades+ @n sermón realmente ba#ado del Cielo, obtenido con muc2a oración, puede perder ,ran parte e su e*icacia al ser pronunciado por su predicador monótono, o e5altado con e5ceso, 0ui<4 por correr pare#as su corto #uicio con su sincero *er1or espiritual+ Tanto el sermón recitado de memoria como el sermón le>do, por bueno 0ue sea, pierde muc2o cuando el p9blico se da cuenta de 0ue no son espont4neos+ '+a Predicación por bosquejo. G La mayor>a de los predicadores usan este método por0ue re9ne las 1enta#as de los tres anteriores sin caer en sus incon1enientes+ Este sistema e5i,e menos 2oras de preparación y no re0uiere tanto es*uer<o ner1ioso y mental en el pulpito como los dos primeros sistemas mencionados, ni corre tanto peli,ro de monoton>a como el del método tercero+ Las notas bre1es, al par de ser un ,ran au5ilio para la memoria, no imponen nin,una barrera al predicador, como ocurre con el sermón escrito palabra por palabra+ Si el predicador sabe cómo 2acer las notas y cómo usarlas, podr4 mirarlas tan discretamente 0ue el p9blico apenas se dé cuenta de ello+ 7r4cticamente, empero, pocos predicadores saben 2acerlo sin delatarse ante el p9blico+ @n predicador e5perimentado puede usar notas e5tensas, especialmente cuando por su edad empie<a a *allarle la memoria+ Su e5periencia en la predicación le permitir4 usar sus notas con bastante libertad, por amplias 0ue sean, y añadir o 0uitar de ellas del modo m4s natural, sin 0ue el p9blico lo note+ 7ero un predicador no1icio di*>cilmente puede 2acer esto, y es un triste espect4culo 1erle tembloroso y atado a notas e5tensas, obli,ado a mirarlas a cada momento y arrastr4ndose, por as> decirlo, sobre un e5tenso manuscrito, cuando se 2alla en la edad de 1olar+ El uso de notas e5tensas, 0ue un e5cesi1o temor induce a considerar como necesarias en los primeros tiempos a al,unos predicadores, puede con1ertirse en 24bito 1icioso cuando ya no las necesite realmente+ El pro*esor !lacMHood, antes citado, a*irma 0ue la e5tensión ideal de las notas para un buen sermón de E& a 'L minutos no debiera e5ceder de dos cuartillas de letra ,rande y clara+ Ser>a una e0ui1ocación tratar de ceñirse a tal espacio escribiendo en letra pe0ueña, por0ue su lectura se 2ar>a entonces m4s di*>cil y llamar>a toda1>a m4s la atención de los oyentes, siendo en tal caso pre*erible usar m4s cuartillas+ Las notas no deber>an contener sino palabras cla1e, 0ue sean como señales para el predicador en un camino 0ue debe 2aber recorrido ya 1arias 1eces dentro de su mente, de suerte 0ue una palabra o una corta *rase sea su*iciente para recordarle todo un Manual de Homilética 103 ar,umento+ COMO 'RE'ARAR UN $UEN -ERMÓN @n predicador al cual se pre,untó cu4l de los cuatro métodos anteriormente descritos usaba para su predicación, respondió con aplomo- :@so los cuatro la 1e<=, y e5plicó:7rimero *ormulo un plan de sermón con su tema, te5to, introducción, puntos principales y aplicación conclusión, lo 0ue me ocupa ,eneralmente una sola cuartilla=+ =Lue,o escribo el sermón palabra por palabra en unas BL ó EL cuartillas; lo re1iso cuidadosamente, tanto como el tiempo me lo permite, 0uitando de a0u> añadiendo all4+ A menudo cambio ideas de lu,ar, usando ti#eras y ,oma+ =Cuando la obra me parece completa y bastante per*ecta, trato de memori<arla, predicando el sermón mentalmente muc2as 1eces en mis 2oras de des1elo y al,una 0ue otra 1e< a las sillas de mi escritorio+ Ha,o esto, primeramente, con el sermón entero a la 1ista, subrayando sus *rases cla1e+ =Lue,o 1uel1o a condensar el sermón en un nue1o bos0ue#o de una o dos cuartillas+ =A la 1ista de este se,undo bos0ue#o, trato de traer a la memoria el sermón entero; pero a *in de recordar te5tualmente sus me#ores *rases, repito la lectura del sermón escrito un par de 1eces, poco antes de subir al pulpito+ =Trai,o al pulpito el bos0ue#o 9ltimamente *ormulado y procuro prescindir de él tanto como puedo, sin re2uir los pensamientos 0ue el Esp>ritu Santo suele inspirarme a la 1ista de los oyentes, siempre 0ue ellos no me lle1en demasiado le#os del plan primiti1o del sermón; en tal caso los considerar>a pensamientos del diablo y no del Esp>ritu Santo, para destruir el sermón 0ue /ios me dio en mi estudio en respuesta a la oración+= Esta es la manera ideal de preparar un sermón+ El predicador 0ue practi0ue este plan no estar4 muc2o tiempo ocioso, pero ser4 un predicador cada 1e< m4s elocuente y e*ica<+ +I2 Eloc encia ! retórica Se llama retórica, en un sentido ,eneral, al arte de componer y pronunciar una buena pie<a oratoria+ En este aspecto todo lo 0ue 2emos 1enido diciendo es una ayuda a seme#ante arte, el cual incluye tanto el contenido como la e5presión de un mensa#e oral+ 7ero en un sentido m4s particular se llama retórica o elocuencia a la *orma e5terna del sermón, 0ue se obtiene mediante la selección de adecuadas im4,enes, y de *rases reiteradas en *ormas di1ersas, 0ue dan amenidad y *uer<a a las ideas+ En el sermón elocuente las ideas se ,raban en la memoria Manual de Homilética 104 por el embeleso 0ue causa a la mente la 1ariedad de im4,enes con 0ue el predicador las presenta+ La 2omilética, o sea, la buena ordenación del sermón, es 9til y necesaria para la buena comprensión, retención y e*ecti1idad del mensa#e+ 7ero la 2omilética, por re*erirse tan sólo al contenido b4sico, al es0ueleto del sermón, es seca de s> misma+ Lo mismo ocurre con su 2ermana ,emela, la ló,ica, 0ue es ,rata a las mentes pro*undas, a los buenos pensadores, pero 0ue no todos los oyentes saben apreciar del modo debido+ 7odr>amos decir 0ue, si la 2omilética es el es0ueleto del sermón y la apolo,ética los ner1ios y la san,re del cuerpo oratorio, la retórica es la carne y los m9sculos+ Es decir, lo 0ue o redondea y lo llena, prest4ndole estética, color y amenidad+ @na de las caracter>sticas o 1irtudes de la oratoria es la de *i#ar los conceptos en la mente de los oyentes, por una reiteración de adecuados sinónimos 0ue prestan a las ideas nue1os y 1ariados matices+ Esta 1ariedad de im4,enes y de *rases bien redondeadas a,rada al intelecto y entona el esp>ritu, del mismo modo 0ue una m9sica de armónicos y 1ariados tonos recrea el sentido ac9stico+ Todos los predicadores debieran someter su mente a la pro1ec2osa pr4ctica de leer tro<os selectos de literatura; no para imitar al pie de la letra, a0uellas celebridades literarias, anti,uas o modernas+ 6ada ridiculi<a m4s al predicador no1ato 0ue el de*ecto de la pedanter>a, del 0ue pronto se dar4n cuenta sus ,entes cultos, por m4s 0ue ello pare<ca acreditarle de sabio a los o#os de unos cuantos admiradores i,norantes, como a0uella oyente 0ue dec>a de su pastor- :/ebe 2aber dic2o cosas muy pro*undas por0ue no 2e entendido ni una palabra del sermón+= El aumento de la cultura en estos 9ltimos tiempos 2ace, y 2ar4 cada 1e< m4s, 0ue en todas las con,re,aciones cristianas se encuentren oyentes capaces de darse cuenta de si el predicador est4 usando un estilo superior a sus posibilidades oratorias, y 2asta de identi*icar al autor a 0uien éste est4 remendando, 0ui<4 sin darse cuenta+ Sin embar,o, el #o1en predicador debe leer literatura selecta, para ir enri0ueciendo poco a poco su propio 1ocabulario y 2abilitar su mente para poder emplear *rases propias, bien redondeadas, 0ue den e5presión a sus propias ideas con una rica 1ariedad de im4,enes+ Todo predicador debe *amiliari<arse con tro<os de oratoria e#emplar, como el *amoso discurso de /onoso Cortés en las Cortes Españolas, acerca de la Santa !iblia; as> como obras cl4sicas de los maestros del Si,lo de Cro de nuestras letras+ Cbras dram4ticas como El condenado por desconfiado, o (a vida es sueño, de Lope de Ve,a, son especialmente 9tiles a tal ob#eto por su car4cter teoló,ico+ 6o recomendamos a los predicadores emplear muc2o tiempo en la lectura de no1elas pro*anas, aun cuando pueden ser 9tiles también para enri0uecer su 1ocabulario y su sinta5is, ya 0ue las 2oras de un ser1idor de /ios son demasiado preciosas para ser empleadas de este modo; pero el predicador del E1an,elio Manual de Homilética 105 necesita aumentar su cultura por los medios m4s e*icaces y 0ue le roben menos tiempo U/ecomendamos como ejercicio de oratoria la lectura de un pequeño libro del doctor E. V. /odríguez titulado El !ngel de la bondad, consistente en quince mensajes radiofónicos, todos ellos e$presados en un lenguaje altilocuente. Es com5n y propio entre los predicadores utilizar dicho estilo en alg5n p!rrafo selecto del sermón4 pero el doctor /odríguez lo emplea en esta obrita casi desde la primera línea hasta la 5ltima. Por esto puede ser un ejercicio muy 5til a los estudiantes de homil tica leer en alta voz esta serie de breves sermones, una y otra vez, hasta que consigan hacerlo de un modo corrido y con la m!s perfecta entonaciónL. Vamos a e5poner de modo muy bre1e los di1ersos recursos oratorios y *i,uras de len,ua#e m4s comunes+ 3"C %a met:fora" La !iblia es el me#or modelo de este estilo retórico por ser propio de los pueblos orientales y particularmente del 2ebreo+ Las ,entes primiti1as se 1e>an obli,adas a este recurso a causa de la pobre<a de su len,ua#e+ As>, por e#emplo, la palabra :cuerno= era usada para denotar *uer<a; :monte= si,ni*icaba soberbia; :carne=, los sentimientos ruines y pecaminosos del ser 2umano; :lla1e=, control o acceso, etc+ /e este modo las ideas abstractas o desconocidas eran e5presadas o aclaradas mediante otras deas *amiliares al oyente, aplicando las cualidades de lo conocido a lo desconocido+ Esto se obser1a no solamente en las met4*oras directas como las antes citadas, sino también a las comparati1as, de las 0ue nos ocuparemos a continuación+ Cbsér1ese un bello uso de met4*oras en pasa#es b>blicos como el de ?sa>as $L-$VBL; $$-$V%; $)-$VJ y muc2os otros+ El libro de Aob est4 saturado de bellas im4,enes 0ue 2ablan a la mente con m4s elocuencia 0ue todos los ra<onamientos+ Es, esencialmente, un di4lo,o ra<onado con im4,enes+ Aesucristo usó abundantemente este len,ua#e, no lamente en sus ,randes par4bolas, sino también en sus discursos, como puede obser1arse en Mateo &-$EVB(; J-JVBL; etc+ El uso de la met4*ora, aun0ue no con tanta abundancia como en los tiempos b>blicos, se practica toda1>a en el estilo oratorio+ En ella encuentran *uer<a y belle<a de e5presión los me#ores autores modernos+ Es de admirar el si,uiente p4rra*o de estilo meta*órico 0ue nos o*rece /onoso Cortés en su discurso sobre la !iblia+++ :El Fénesis es bello como la primera brisa 0ue re*resco a los mundos, como la primera aurora 0ue se le1antó en el cielo, como la primera *lor 0ue brotó los campos, como la primera palabra amorosa 0ue pronunciaron los 2ombres, como el primer sol 0ue apareció en Criente+ El Apocalipsis de San Auan es triste como la 9ltima palpitación de la naturale<a, como el 9ltimo rayo de lu<, como la 9ltima mirada de un moribundo+ ; entre este 2imno *9nebre y a0uel idilio, se 1en pasar unas en pos de otras las Manual de Homilética 106 ,eneraciones, etc+= El autor de este Manual no est4 completamente de acuerdo con el #uicio 0ue le merece el Apocalipsis al e5imio autor, ya 0ue en el Apocalipsis 1emos, particularmente en sus 9ltimos cap>tulos, el albor de un nue1o d>a para la Humanidad redimida; pero prescindiendo del *ondo no podemos menos 0ue admirar la bella y apasionada oratoria del *amos>simo discurso del ,ran literato español, 0ue cantó como nadie las e5celencias de la !iblia+ D"C %a met:fora comparati#a" Es la *orma retórica m4s abundante en el te5to b>blico, sobre todo en la poes>a 2ebrea, en la cual aparecen dos términos@no principal 0ue se 0uiere real<ar, ilustrado por otro secundario, m4s *amiliar y m4s *4cil de comprender+ Cbsér1ese la 1i1acidad de e5presión y de si,ni*icado en las si,uientes met4*oras b>blicas comparati1as:Como el a,ua *r>a al alma sedienta, as> son las buenas nue1as de le#anas tierras= 7ro1+ BL-B&"+ :Como <ar<illo de oro en nari< de puerco, as> es la mu#er 2ermosa y *altada de ra<ón= :7ro1+ $$-BB"+ :La esperan<a 0ue se prolon,a es tormento del cora<ón, mas 4rbol de 1ida el deseo cumplido= 7ro1erbios $E-$B"+ En 1e< de muc2as met4*oras para un solo concepto, puede a 1eces usarse una misma met4*ora para di1ersos casos+ @n e#emplo de ello lo 2allamos en los primeros p4rra*os de un mensa#e radio*ónico del doctor A+ P+ Iodr>,ue< sobre la paternidad+ Helo a0u>:6o solamente es padre el 0ue transmite su san,re a otra persona 0ue se llama su 2i#o+ Todo el 0ue promue1e una empresa se considera padre de la misma+ As>, Step2en /ou,las es el padre de la doctrina llamada :soberan>a popular=, en los Estados @nidos+ Hipócrates es padre de la Medicina; Homero, de la épica; Es0uilo, de la tra,edia; Herodoto, de la 2istoria; Iabelais, del rid>culo; Aristó*anes, de la comedia; Ae**erson, de la democracia; Abra2am, de la *e; Atanasio, de la ortodo5ia, y Satan4s, de la mentira=+ E+K %a ant5tesis" Esta *orma literaria consiste en poner en comparación dos cosas enteramente opuestas para 2acer resaltar a0uello 0ue se propone e5altar+ Este estilo es muy adecuado para aplicarlo a sucesos tales como el nacimiento de Cristo, su resurrección o su ascensión+ Véase, por e#emplo, este tro<o de Pray Lu>s de Franada, 0ue pone en contraste la ,loriosa pree5istencia de Cristo con su encarnación+ :RC2 1enerable misterio, m4s para sentir 0ue para decir; no para e5plicarlo con palabras, sino para adorarlo con admiración y silencioS 8ué cosa m4s admirable 0ue 1er a0uel Señor a 0uien alababan las estrellas de la mañana, a0uel 0ue est4 sentado sobre los 8uerubines y 0ue 1uela sobre las plumas de los 1ientos, 0ue tiene col,ada de tres dedos la redonde< de la tierra, cuya silla es el cielo y estrado de sus pies la tierra, R0ue 2aya 0uerido ba#ar a Manual de Homilética 107 tanto e5tremo de pobre<a, naciese, le pariese su madre en un establo y le acostase en un pesebreS=+ Cbsér1ese en este tro<o cómo la met4*ora es usada a cual ant>tesis+ Lo mismo 0ue en el pasa#e b>blico si,uiente:Al 0ue no conoció pecado, 2i<o pecado por nosotros; para 0ue nosotros *uésemos 2ec2os #usticia de /ios en El= B+a Cor+ &-B$"+ E"C %a interro)ación ! la admiración" Hallamos en la !iblia abundantes e#emplos de estas *ormas de e5presión como puede obser1arse particularmente en libro de Aob, los Salmos y la carta a los Iomanos+ Véanse Aob J-$JVB$; $&-$V$( y E); Salmos BB y J' y Iomanos E, ), % y $$+" El predicador moderno 0ue predica con én*asis, deseando 0ue el mensa#e lle,ue al cora<ón de sus oyentes, no podr4 menos 0ue 2acer uso de tales *ormas incisi1as de e5presión, de las cuales no debe abusar 2asta parecer un c2arlat4n calle#ero, pero 0ue no debe re2usar en lu,ares apropiados de su mensa#e+ Los predicadores *r>os, o pa,ados de s> mismos, parecen a1er,on<arse de a0uellas *ormas de len,ua#e 0ue en*ati<an las ideas+ Tal es su a*4n de no salirse de tono+ &+K ,i) ras de reiteración" Estas son muy *recuentes en la !iblia y suelen ser usadas también por los predicadores modernos m4s elocuentes, como 2emos tenido ocasión de 1er en el *amoso discurso de /onoso Cortés+ /ebe procurarse, empero, 0ue la reiteración ten,a al,9n moti1o y sentido, no una simple repetición+ Es necesaria 0ue la reiteración sea *ormulada mediante un sinónimo adecuado 0ue añada nue1a lu< y color a la inicial e5presión de la idea+ Esto es lo 0ue obser1ar4n nuestros lectores en el antedic2o *amos>simo discurso sobre la !iblia, desde el principio 2asta el *in+ Véase otro e#emplo de Mi,uel de @namuno en su libro %el sentimiento tr!gico de la vida& :@na y otra 1e<, durante mi 1ida, 2eme 1isto en trance de suspensión ante el abismo; una y otra 1e< 2eme encontrado sobre encruci#adas en 0ue se me abr>a un 2a< de senderos, tomando uno de los cuales renunciaba a los dem4s, pues 0ue los caminos de la 1ida son irre1ersibles, y una y otra 1e< en tales 9nicos momentos 2e sentido el empu#e de una *uer<a consciente, soberana y amorosa+ ; 4bresele a uno lue,o la senda del Señor=+ Vemos cómo la reiterada e5presión :una y otra 1e<= embellece este p4rra*o poniéndole én*asis, y cómo su belle<a oratoria es aumentada por al,unas oportunas 2ipérboles+ 6ótese 0ue pod>a el autor usar esta e5presión al principio y lue,o enumerar todas sus e5periencias+ Se 2ubiera entendido lo mismo y 2asta 2ubiera ,anado en bre1edad; pero carecer>a el poder 0ue le daba insistencia de la palabra :una otra 1e<= al principio de cada una de las *rases+ Consideremos este otro p4rra*o del mismo libro del *amoso catedr4tico de Salamanca:Hay 0ue creer en la otra 1ida; en la 1ida eterna; el m4s Manual de Homilética 108 all4 de la tumba, y en una 1ida indi1idual y personal; en una 1ida en la 0ue cada uno de nosotros sienta su conciencia, y la sienta unirse, sin con*undirse con las dem4s conciencias, en la Conciencia suprema, en /ios+ Hay 0ue creer en esa otra 1ida para poder 1i1ir ésta y soportarla y darle sentido y *inalidad=+ F4 ,i) ras de reiteración al comien?o de las partes de la cl: s la" @n e#emplo de esta oratoria lo tenemos en el discurso de Anatole Prance ante los estudiantes de !uenos Aires:Creo en el amor; creo en la belle<a; creo en la #usticia; creo, a pesar de todo, 0ue en esta tierra el bien triun*ar4 del mal y los 2ombres creer4n en /ios+++ RSoñadS Si en el sueño no 2ay ciencia, no 2ay sabidur>a+ RSoñadS Vuestros sueños no ser4n 1anos+ La Humanidad, tarde o temprano, reali<a los sueños de los sabios+ RSoñadS 6o tem4is la #usticia, amad la 1erdad=+ Como puede 1erse, todo el bell>simo e*ecto de este p4rra*o se debe a la repetición de la palabra creo, cuatro 1eces en el primer p4rra*o, y de la palabra YsoñadZ, tres 1eces en el se,undo+ Cbser1amos un bre1e p4rra*o de este estilo en el antes citado libro del doctor A+ P+ Iodr>,ue<:Hablemos de al,o 0ue parece irse de la tierra; 2ablemos de al,o 0ue parece morir ba#o el peor odio constante de los e,o>smos, las 1iolencias y el materialismo 0ue impera en esta edad del si,lo 55+ Hablemos de la bondad=+ C este otro p4rra*o de su sermón radio*ónico :El pri1ile,io de llorar=:/ios nos 2a dado emoción por0ue en El mismo debe e5istir un caudal de ésta+ 6os dio l4,rimas por0ue El también llora; nos dio ale,r>a por0ue El se ale,ra; e 2i<o posible la triste<a en nosotros por0ue su cora<ón se entristece+= :Abra2am lloró por Sara; lloró Aosé cuando se arrepintieron sus 2ermanos, lloró Aerem>as la condición apóstata de su patria, lloró /a1id la ruina de Absalón, lloró 7edro su dolorosa ca>da, lloró la pecadora a los pies del Señor, lloraron reyes la pérdida de sus tronos+ ; lloró nuestro Sal1ador, consa,rando las l4,rimas como un pri1ile,iado cristiano=+ He a0u> un bello p4rra*o, también del doctor Iodr>,ue<, con una reiteración basada en di1ersos aspectos de una misma persona, Cristo- :6ue1amente nos 2allamos ante el Maestro+ Ante Maestro con letra may9scula+ 6os 2allamos ante el di1ino Iab> y Sal1ador Aesucristo+= GC" Reiteración al final de los per5odos" A 1eces, la palabra 0ue se repite puede ser colocada al *inal de cada per>odo, produciendo también un interesante e*ecto de reiteración+ He a0u> un e#emplo de un autor cubano:7ercibimos por 24bito, ima,inamos por 24bito, sentimos por 24bito, decidimos por 24bito, y nuestro car4cter es el con#unto de nuestros 24bitos=+ Manual de Homilética 109 Cbsér1ese en este e#emplo cómo la *rase *inal redondea y concluye el p4rra*o; e5presando la aplicación ,eneral de las a*irmaciones anteriores 0ue concluyen todas con la palabra 24bito+ H4" Al principio ! al fin de los per5odos" Esta *orma es m4s rara, pero puede obser1arse e#emplo 0ue se 2ace incisi1o por medio de pre,untas:.8uién 0uitó la 1ida a su propia madre3 .6o *ue 6eron3 .8uién 2i<o e5pirar con 1eneno a su maestro3 El mismo 6erón+ .8uién 2i<o llorar a la Humanidad3 Sólo 6erón=+ En este p4rra*o la cla1e del én*asis es el propio nombre+ 7ero la palabra 6erón es presentada de *ormas di1ersas, mediante :*ue=, :el mismo= y :sólo=+ Es esta 1ariedad de *ormas, al par 0ue las pre,untas, lo 0ue da belle<a al p4rra*o+ I"C Comen?ar na frase con la palabra o idea con & e terminó la anterior" He a0u> un e#emplo de esta *orma retórica en la se,unda ep>stola de San 7edro, cap+ $, 1ers+ &VJ:+++ 1osotros también, poniendo toda dili,encia por esto mismo, mostrad en 1uestra *e 1irtud, en la 1irtud ciencia, en la ciencia templan<a, en la templan<a paciencia, en la paciencia temor de /ios y en el temor de /ios amor *raternal y en el amor *raternal caridad+++= C este otro del apóstol San 7ablo:As> también es la resurrección de los muertos+ Se siembra en corrupción, se resucitar4 en incorrupción+ =Se siembra en des2onra, se resucitar4 en ,loria; se siembra en debilidad, resucitar4 en poder; se siembra cuerpo animal, resucitar4 en cuerpo espiritual; 2ay cuerpo animal y cuerpo espiritual+++ Cual el terrenal, tales también los terrenales, y cual el celestial, tales también los celestiales; y as> como 2emos tra>do la ima,en del terrenal, traeremos la ima,en del celestial= $+a Cor+ $&-'BV'' y ')V'%"+ 7odemos obser1ar en todos estos e#emplos cómo la retórica, cuando es *ruto de una con1icción sincera como ocurre en el caso de los escritores apostólicos", no es una simple m9sica de palabras, sino una reiteración 0ue sale de dentro del cora<ón y en*ati<a las 1erdades 0ue se procura e5presar+ 3J4" Relación de la Aomil(tica con la eloc encia" Como 2emos dic2o al principio, la 2omilética parece ser enemi,a de la elocuencia, ya 0ue la ciencia 2omilética *rena, detiene, marca senderos al predicador y le obli,a a 1ol1er al camino cuando éste 2a alcan<ado *o,osamente su ima,inación tras un bello p4rra*o oratorio+ 7ero la 1erdad es 0ue la 2omilética representa el me#or apoyo de la oratoria+ Vol1iendo a la comparación 0ue e5pres4bamos al principio, diremos 0ue la 2omilética es tan 9til y esencial a la oratoria como Manual de Homilética 110 el es0ueleto lo es del cuerpo+ .8ué ser>a, en e*ecto, nuestro cuerpo, sin el es0ueleto 0ue lo sostiene3 @n montón in*orme de carne sin belle<a ni estética al,una+ As> son los sermones 0ue el autor 2a tenido a 1eces 0ue su*rir, escuc24ndolos de labios de predicadores *o,osos y bien intencionados, pero *altos de los necesarios cocimientos de 2omilética+ Hablaban, ,ritaban, ,esticulaban y se entusiasmaban diciendo :cosas buenas=; pero la ,ente dec>a después, en nuestro e5presi1o catal4n- :Saps lo matei5 0uan 2a comencat com uan 2a acabat= Sabes lo mismo cuando empie<a 0ue cuando acaba"+ 7or0ue lo cierto es 0ue el mismo predicador no sab>a por dónde andaba+ Lo curioso del caso es 0ue tales predicadores escriben a 1eces sus bos0ue#os y los traen al pulpito+ 7ero son bos0ue#os disparatados, sin orden ló,ico al,uno, no *orman un es0ueleto ordenado, si,uiendo un plan; sino 0ue son un con#unto de *rases de las 0ue ellos mismos se 2an enamorado y las escriben como punto ?, punto ??, punto ??? del bos0ue#o, aun ando no ten,an relación ló,ica entre s>+ Solamente les sir1en para alar,ar el sermón, saltando de una *rase a otra; no para dar al mensa#e un sentido plani*icado+ Al,unas 1eces 2emos recomendado a al,unos predicadores enamorados de la retórica, pero *altos de 2omilética- :7on,a una cinta ma,neto*ónica en operación y esc9c2ese a s> mismo, después, a solas, procure se,uir el 2ilo de su propio sermón y 1er4 0ue no puede+ Se dar4 cuenta de los saltos de pensamiento 0ue se 2a 1isto obli,ado a 2acer por *alta de plan+= Sin embar,o, 2emos tenido 0ue decir a otros- :6o se limite a presentar un es0ueleto en el pulpito, pues la ,ente espera y necesita al,o m4s+= Hay predicadores 24biles para escribir un buen bos0ue#o, pero 0ue son incapaces de re1estirlo con la carne y los m9sculos necesarios para darle cuerpo+ /ebemos decir 0ue abundan m4s los predicadores del primer e#emplo 0ue del se,undo, sobre todo entre la ra<a latina, ya 0ue nuestra idiosincrasia es de ,ente 2abladora+ Al *amoso orador Emilio Castelar daba placer o>rlo, pero se dice 0ue la C4mara de los /iputados temblaba cuando se pon>a en pie, pues nadie sab>a cu4ndo iba a terminar+ Es muc2o peor con los malos :Castelares= 0ue conocemos+ El discurso oratorio es un arte de buena proporción+ Es necesario re1estir de carne el es0ueleto en cada una de sus partes; pero no con e5ceso en nin,una de ellas ni tampoco en su totalidad+ En el cuerpo oratorio, como en el cuerpo 2umano, es peor cuando el e5ceso es parcial 0ue cuando es total+ Iecordamos a un predicador 0ue a 1eces no siempre" tra>a al pulpito bos0ue#os bastante aceptables, y cuando anunciaba su plan, o nosotros lo pre1e>amos, esper4bamos o>r un buen mensa#e+ 7ero ocurr>a, por lo ,eneral, 0ue pon>a tanta carne en el primer punto o en los dos primeros; es decir, 2ablaba tanto, e5tendiéndose en *rases retóricas 0ue muc2as 1eces poco ten>an 0ue 1er con el mensa#e", 0ue al lle,ar a los 9ltimos puntos, los me#ores y 0ue m4s se prestaban a una enseñan<a espiritual, ten>a Manual de Homilética 111 0ue apresurarse por el imperati1o del relo#, a *in de e1itar 0ue al,9n di4cono impaciente apretara desde el 1est>bulo el botón eléctrico 0ue iluminaba el letrerito del pulpito 0ue dec>a- :Su tiempo 2a terminado=; y as> nos de#aba contristados y 1ac>os+ En cambio, 2emos o>do de otro predicador #o1en y de tendencia modernista, 0uien se limitaba a leer muy lentamente, con muy poco comentario y pasaba un martirio, 2aciéndolo pasar también a sus oyentes, con su 24bito de mirar a cada momento su relo# de pulsera para cerciorarse de 0ue ya *altaban pocos minutos para la 2ora de terminar+ R; las manecillas se mo1>an tan lentamente+++S 6o 2ay 0ue decir 0ue, aun0ue no le *altaba inteli,encia, sus de*ectos eran la pere<a y su *alta de *ue,o espiritual+ El predicador debe culti1ar el arte de la retórica y mantener un 1erdadero arsenal de *rases bellas en el arc2i1o de su mente; pero, sobre todo, debe lle1ar un plan bien estudiado, sobre el cual aplicar a0uellas *rases 2ermosas 0ue 2a tenido ocasión de pensar durante el estudio del sermón+ E/ERCICIO 'R1CTICO V>stanse con *rases retóricas adecuadas los si,uientes bos0ue#os 2omiléticosEAEM7LC $Q () +).F %E %9F" "almo 7N&7 y Euan 7;&=KO=N 9ntroducción. G Hacer notar el ,ran n9mero de 1eces 0ue la e5presión :mano= aparece en la !iblia, y 0ue en su mayor>a se re*ieren a /ios+ La *i,ura es adecuada, por0ue cual0uier idea de nuestra mente la reali<amos con nuestras manos+ La e5presión 2iperbólica :mano= si,ni*ica *acultad de poder+ 6o podemos ima,inarnos a /ios como un 2ombre, pero nos ayudar4 a comprender a /ios es decir, lo 0ue El es, lo 0ue 2ace y se propone" el estudio de esta ,r4*ica e5presión en la !iblia+ ?+ (as manos de %ios son FIA6/ES+ :Los cielos cuentan la gloria de %ios y la e$pansión denuncia la obra de sus manos2 Salmo $%-$"+ Hay billones de estrellas en el @ni1erso, pero no circulan sin ton ni son+ El +@ni1erso se 2abr>a destruido a s> mismo si la *uer<a 0ue mue1e los astros *uera un impulso cie,o e ininteli,ente+ Lo 0ue llamamos leyes de la 6aturale<a, demuestra un Le,islador+ 7or esta ra<ón los astrónomos pueden predecir el eclipse, o el paso de un cometa dentro de un centenar de años, con la precisión de d>a, 2ora y minuto+ En cada uno de los puntos de este bre1e comentario 2ay lu,ar para bellas *rases oratorias+" Manual de Homilética 112 ??+ (a mano de %ios es SA!?A+ 0(a diestra de Eehov! hace maravillas2 Salmo $$)-$("+ Considérese el :computador electrónico= del cerebro 2umano, compar4ndolo con el complicad>simo instrumento in1entado por la ciencia del 2ombre+ Cbsér1eseaL Su pe0ueño tamaño comparati1o+ bL Su material- células de carne, en 1e< de 1oluminosos aparatos de metal, pl4sticos, cristal, cartón, etc+ cL Sus 1ariad>simas disposiciones y los numerosos ór,anos del cuerpo 0ue controla+ /e nada podemos decir- :Es imposible, contando con el poder y sabidur>a de /ios+= 6ue1a oportunidad para poner p4rra*os 0ue realcen y aclaren los pensamientos esenciales de este apartado+" ???+ (a mano de %ios es 7C/EICSA+ 01on mano fuerte y con brazo e$tendido2 /euteronomio &-$E"+ Lo 0ue para el 2ombre es completa imposibilidad es sencill>simo para los recursos de /ios+ ?l9strese comparando los recursos de un tro,lodita y los del 2ombre ci1ili<ado, 2aciendo obser1ar cómo los a1ances de la ci1ili<ación tienen como base las leyes sabias de la 6aturale<a+ El poder del 2ombre no es sino una débil consecuencia y re*le#o del poder y sabidur>a de /ios+ Apl>0uese a esta ló,ica, seca por s> misma, los recursos de la elocuencia para re1estir también esta parte del mensa#e con belle<a oratoria+" ?V+ (a mano de %ios puede ser IES?ST?/A+ Los 4tomos y moléculas del @ni1erso entero obedecen dócilmente a la 1oluntad del Todopoderoso; pero no es as> con los seres espirituales+ /ios tiene ser1idores con1encidos de su sabidur>a y amor los 4n,eles", no robots. Comp4rese ?sa>as &E-$VB con el 1ers+ E+ La mano 0ue nos creó con imponderable sabidur>a y poder y nos redime del poder de Satan4s no 2a anulado nuestra 1oluntad+ 7odr>a aplastarnos, pero nos respeta; respeta nuestro yo malo, lo redime y colabora con nosotros en la *ormación de un nue1o car4cter apto para el Ieino de los Cielos+ Esto nos lle1a a declarar 0ueV+ (a mano de %ios es /EL?CA/A+ .Habéis 1isto la mano de un escultor3 7odr>a sacar Milo,ramos de piedra de un solo ,olpe y saca mili,ramos+ .Habéis 1isto la de un ciru#ano3 6osotros cortar>amos ner1ios y tendones, 1enas y arter>as; él sabe por dónde tiene 0ue 2acer pasar su bistur> y 2asta dónde tiene 0ue lle,ar+ En el terreno espiritual leemos- 0Viel es %ios que no os dejar! ser tentados m!s de lo que pod is llevar...2 $+a Cor+ $L-$E"+ Su obra en nosotros si,ue por toda la 1ida y prose,uir4 2asta el Manual de Homilética 113 m4s all4+ 0* conoceremos y proseguiremos en conocer a Eehov!2 Cseas (-E"+ 0...)hora conozco en parte, entonces conocer como soy conocido...2 $+a Cor+ $-$E"+ 7or esto, imitando a nuestro 7adre, Señor y Modelo, nuestra mano debe ser delicada con nuestros 2ermanos+ @n pastor sabio 0ue tiene 0ue reprender procurar4 no o*ender al culpable, pero tampoco 0uiere de#ar :pus de pecado=+ Se siente obli,ado a implorar- :RSoy un ministro tuyo, Señor, dame sabidur>aS= V?+ (a mano de %ios debe ser ACE7TA/A+ 6os ponemos en las manos del médico+ As> debemos 2acerlo en el terreno espiritual Santia,o '-$L y Aob E'-EB"+ Sólo as> daremos a /ios la ocasión de mani*estar su ,loria en nosotros+ Ie1>stase también esta parte con bellos y sinceros p4rra*os oratorios+" V??+ (a mano de %ios es 7ICTECTCIA+ La diestra 0ue nos 2a creado, nos cuida y nos moldea, también nos guarda Auan $L-BJVEL"+ Cbsér1ense en este pasa#e dos manos unidas en el mismo- unas in1isibles, las otras tan,ibles; si bien *orman parte de un cuerpo ,lori*icado Auan BL-BJ"+ @na ra<ón por0ue /ios no puede abandonar a los suyos se 2alla en ?sa>as '%-$(+ Lo 0ue era mera 2ipérbole en cuanto a ?srael es realidad en nuestro caso, sus manos 2oradadas son testimonio perenne de su amor+ .Cómo podr>a ol1idarnos si le costamos tanto3 V???+ 8na 5ltima hip rbole FLCI?CSA- ?s+ (B-BVE+ Es una re*erencia a los ,ruesos anillos de los monarcas orientales+ El pueblo redimido del Señor ser4 un d>a como :diadema de Ieino= en la mano de /ios+ Véase E*esios $-$B+" 1onclusión o recapitulación. Somos moldeados 2oy por la mano *uerte, sabia, poderosa y delicada de nuestro Creador y Iedentor para 0ue podamos 1enir a ser un d>a e#emplo y moti1o de alaban<a, cuando seremos presentados :a principados y potestades en los cielos=; :a los %% #ustos= de la par4bola+ Es decir, a multitudes de millones de millones de seres inteli,entes 0ue no 2an necesitado redención ni trans*ormación por ,racia, las cuales pueblan, indudablemente, el insondable @ni1erso de /ios+ /emos ,racias por estas sabias manos y somet4monos a ellas, para 0ue podamos un d>a ser por ellas ele1ados a las alturas de su propia ,lor>a Auan $J-B'"+ EAEM7LC BQ (F" %F" P)/)T"F" G nesis =&-O7- y )pocalipsis =7&7 a ==&P La !iblia empie<a con un para>so y acaba con otro+ Ambos son Manual de Homilética 114 lu,ares de *elicidad+ El primero *ue preparado para el 2ombre natural; el se,undo, para un 2ombre redimido+ Los escépticos se burlan del relato del Edén+ /icen 0ue es un mito 2ebreo+ 7ensémoslo serenamente+ Hay un Ser en ,ran manera inteli,ente, se,9n se obser1a en la 6aturale<a, el cual estu1o durante si,los preparando las condiciones de la tierra para poner en ella toda clase de seres 1i1os y, por *in, el 2ombre, el 9nico 0ue puede comprender, admirar y a,radecer las obras de su Creador+ Si el 2ombre era la obra c9spide de la Creación, si el mundo 2ab>a sido preparado para él, .no es natural 0ue *uera introducido en al,una especie de museo donde pudiera aprender m4s pronto y *4cilmente lo 0ue le con1en>a acerca del 2o,ar 0ue iba a 2abitar3 Fen+ B-%"+ @n 2i#o de /ios, por su inteli,encia y esp>ritu, no pod>a ser tratado como un irracional+ Las pinturas rupestres prueban 0ue el 2ombre tro,lodita era muc2o m4s 0ue un bruto+ 7or otra parte, la 2istoria anti,ua est4 llena de tradiciones del 7ara>so- la :Edad de Cro= de los poetas cl4sicos, el :Aard>n de las Hespérides=, etc+ Todas coinciden en 0ue se perdió+ 7ero la !iblia termina con otro para>so recobrado para el 2ombre, muy superior en todos sus aspectos+ Es muy interesante considerar sus contrastes?+ EL 7I?MEIC EIA TEIIE6AL+ Se detalla su empla<amiento en el Asia Cccidental+ Estaba, por lo tanto, e5puesto a las 1icisitudes de la tierra y *ue destruido, se,9n parece, por el /ilu1io+ EL SEF@6/C 7AIAUSC ES CELEST?AL+ Se detalla su empla<amiento en el Asia Cccidental+ Se detalla también su situación, nada menos 0ue :el Cielo de /ios=; el lu,ar m4s ele1ado del @ni1erso Apoc+ B$-B"+ /e all> desciende 2acia la tierra+ 7osiblemente la ele1a, arranc4ndola de la órbita solar para lle1ar consi,o al ,lobo terr40ueo reno1ado por *ue,o+" Comp4rese B+a 7edro E-$BV$E y Apocalipsis B$-B(+" ??+ HA!UA 6CCHE+ Esta es necesaria a causa de la *ra,ilidad de nuestros cuerpos, 0ue re0uieren descanso; pero si,ni*ica casi media 1ida perdida+ En el se,undo no hay noche, por0ue no 2ay sol; /ios mismo es su lumbrera Apoc+ BB-&"+ La acti1idad es, sin descanso y sin cansancio+ El ,o<o, las alaban<as y las recepciones de los 0ue traen a este bendito lu,ar :la ,loria y 2onor de todas las naciones= del @ni1erso es incesante Apocalipsis B$-B("+ ???+ E6TIC SATA6OS Fénesis E-$"+ El ,ran enemi,o de /ios, en1idioso de la *elicidad de nuestros padres, introdu#o en su alma pura la descon*ian<a y la ambición, los dos ,randes males del mundo+ .7or 0ué se pelean los 2ombres3 Satan4s 2a mane#ado siempre la Humanidad tirando a Manual de Homilética 115 su placer estas dos riendas+ En el se,undo, "atan!s es e$cluido Apoc+ BL-$L"+ Ello si,ni*ica 0ue no 2abr4 m4s pensamientos de descon*ian<a 2acia /ios y 2acia el pró#imo, ni m4s ambición, pues no 2abr4 pecado+ ?V+ E6TIC EL /CLCI Fénesis E-$J"+ La condición del mundo parece 0ue *ue 1ariada después de la ca>da y a causa de ella Iom+ )-BLVBB"+ :Espinas y cardos= en la tierra, instintos *eroces en los animales, bacterias 0ue producen en*ermedades de las 0ue parece se 1an produciendo nue1as *ormas+ El dolor aumenta a medida 0ue pro,resa el pecado+ 6o somos m4s *elices 0ue los patriarcas, a pesar de 0ue les a1enta#amos en tantas cosas+ En el se,undo, el dolor ser! quitado. Todos los moti1os de dolor moral y *>sico desaparecer4n- A la muerte, la en*ermedad, la pobre<a y el pecado se les llama :las primeras cosas=, consider4ndolas sólo como un triste recuerdo del pasado Apoc+ B$-'"+ V+ E6TIC LA MAL/?C?]6 Fénesis E-$'"+ El 9nico 0ue tiene poder para con1ertir su palabra en realidad, tu1o 0ue pronunciar sentencia de mal+ 6adie m4s 0ue El puede 2acerlo Salmo $L%-B)"+ Es una osad>a para simples 2umanos el pretender lan<ar maldiciones, y m4s en la Era cristiana San Mateo (-'' y Iomanos $B-$'"+ En muc2os aspectos permanecen toda1>a los resultados de la maldición di1ina en el mundo+ En el se,undo no habr! maldición, pues no e5istir4 nin,9n moti1o para ella entre seres per*ectos+ La 9ltima maldición 2abr4 sido pronunciada contra los réprobos y ser4 la *inal en el @ni1erso+ V?+ H@!C VEIF_E6DA Fénesis E-$L"+ El 2ombre no puede su*rir a /ios ni a su palabra cuando 2ace el mal+ C>tense los e#emplos de Ca>n 2uyendo de la presencia de Ae2o14, y de Aoac>n 0uemando el libro de la Ley+" 7or esto el cristiano debe e1itar el pecado, por ser templo de /ios mediante el Esp>ritu Santo+ En el se,undo 7ara>so habr! confianza Apocalipsis BB-'"+ A pesar de 1i1ir en la presencia de /ios no tendr4 temor de su omnisciencia, por0ue nada podr4 ser 2allado reproc2able en sus *elices 2abitantes+ /ebemos empe<ar a0u> a 1i1ir esta clase de 1ida+ V??+ SE CEIIC LA E6TIA/A+ /ios no 0uitó inmediatamente el para>so de la tierra, pero lo cerró Fen+ E-BBVB'"+ Era para los primeros pecadores un testimonio de la *elicidad perdida+ El se,undo para>so est! siempre abierto Apocalipsis B$-B&"+ Esto mara1illó a Auan, acostumbrado i 1er ciudades anti,uas cuidadosamente amur4llalas y cerradas+ 7ero no 2ay Manual de Homilética 116 peli,ro de 0ue entren enemi,os en la ciudad celestial+ Sus puertas abiertas son s>mbolo de libertad+ V???+ T@VC P?6 Fénesis E-B'"+ 6o sabemos cu4nto duró la *elicidad del primer para>so, pero es de suponer 0ue *ue muy bre1e, ya 0ue el primer 2i#o de Ad4n nació ya *uera del Edén+ El se,undo no tendr! fin Apoc+ BB-&"+ Se 2a dic2o *ue sólo lo eterno de la *elicidad es *elicidad+ Cuanto m4s preciosa y ,rata es una cosa, peor resulta el perderla+ Lo me#or del cielo es 0ue ser4 nuestro 2o,ar por la eternidad+ .Tenemos lu,ar en el se,undo para>so3 Est4 all> nuestro tesoro y nuestra esperan<a+ Cual0uier clase e bien *uera de éste es un en,año y 2a de 1enir ser pronto una desilusión+ 1onclusión. El cielo, para muc2os, ilusión m>stica, es la 9nica realidad 1erdadera por ser eterna+ Cristo a*irmó su e5istencia con su autoridad sin i,ual Auan $'-B"+ 7ens4ndolo racionalmente, no 2ay ?mperio sin capital, como no 2ay cuerpo sin cabe<a+ El @ni1erso no puede estar sin un centro+ Cristo nos ase,ura 0ue tan ele1ado y bendito lu,ar ser4 nuestra 2abitación eterna si nos unimos a El por la *e+ Vino a abrirnos las puertas del 7ara>so superior con su muerte e5piatoria; es el se,undo Ad4n Iom+ &-$)V$%"+ Su mayor satis*acción en la misma cru< *ue o*recer al ladrón moribundo inmediata entrada al nue1o Edén+ .Est4 el Cielo abierto para ti3 Estos dos bos0ue#os se prestan en su desarrollo a altos 1uelos oratorios; y son sólo dos e#emplos de una in*inidad 0ue pueden ser encontrados por los predicadores mediante un estudio atento de las Sa,radas Escrituras+ 6uestro conse#o es 0ue se lle1e al pulpito un bos0ue#o similar a éstos; es decir, el ar,umento del sermón, con una s>ntesis de las consideraciones principales de sus di1ersas partes; pero no un escrito completo conteniendo las lucubraciones oratorias a 0ue pueden dar lu,ar estos pensamientos en el transcurso de la e5posición del mensa#e+ Iesultar4 muc2o m4s espont4neo si se de#an las bellas *rases retóricas a la inspiración y emoción del momento+ Sin embar,o, el predicador no debe esperar 0ue la inspiración se produ<ca en el pulpito de un modo m4,ico+ Esto no es con*iar en 0ue :el Señor dar4 el mensa#e=, sino simplemente un mal conse#o de la pere<a+ Adem4s de con*eccionar el bos0ue#o ar,umentati1o, el orador debe predicar el mensa#e mentalmente o en 1o< alta como 2acen al,unos en su despac2o", y all> e5tenderse en *rases oratorias, 0ue no lle1ar4 en el papel, pero s> en la mente+ /ebe pensar o pronunciar estas *rases de todo cora<ón en la presencia del Señor antes de presentarse a decirlas a la con,re,ación, y de#ar a la emoción del momento esco,er las m4s adecuadas entre las di1ersas 0ue, como oraciones de alaban<a, de reconocimiento, de admiración y de ,ratitud y *e, 2aya pronunciado en su mente o con sus labios en la soledad, 0ui<4s en la misma cama, pensando Manual de Homilética 117 en su sermón o sermones de a semana+ Solamente entonces podr4 estar se,uro, al subir al pulpito, de 0ue tiene al,o 0ue decir a su con,re,ación, y 0ue el Esp>ritu del Señor, 0ue le acompaña, le :recordar4 las cosas= 0ue el Señor le 2a dic2o en su despac2o en meditación y oración+ ; las *rases oratorias saldr4n, no de un modo arti*icial por0ue est4n en el papel, sino real y, e*ecti1amente, de su cora<ón+ %a eloc ción del sermón +uletillas. G El predicador 0ue no se ciñe estrictamente a un manuscrito, sino 0ue predica con un simple bos0ue#o o sin él, se 1e obli,ado a construir en el mismo pulpito muc2as *rases del sermón+ Muc2as de ellas 2abr4n sido pensadas de antemano durante el estudio y 1ol1er4n a la mente del predicador por asociación de ideas, pero muc2as tendr4n 0ue ser impro1isadas en el mismo momento de la predicación, y si el predicador no 1iene muy bien preparado, encontrar4 di*icultad en *ormular las *rases con la rapide< re0uerida+ En tal caso corre ,ran peli,ro de introducir palabras de si,ni*icado 1a,o, 0ue se a1ienen a toda clase de conceptos y se llaman :muletillas=, o sea, apoyos 0ue permitan al predicador descansar un instante para buscar las palabras 0ue le con1iene 2allar+ Hay personas 0ue se 2acen insoportables por el ,ran abuso de muletillas 0ue usan en la misma con1ersación, y no menos pesado se 2ace el orador 0ue cae en el 24bito de usar al,una de tales muletillas con e5cesi1a *recuencia durante la predicación+ He a0u> una lista de las MU%ETI%%A- M1- U-UA%E:7recisamente=, :1erdaderamente=, :ciertamente=, :sencillamente=, :de cierto=, :ami,os m>os=, :en 1erdad=, :,randemente=, :oportunamente=, :mara1illosamente=, :0ueridas almas=, :0ueridos 2ermanos=, :en 1ista de esto=, :en ra<ón de lo dic2o=, :.entendéis a2ora3=, :sabemos, pues=, :compréndelos=, :podemos pensar=, :podemos estar se,uros=, podemos :a*irmar=, :podemos creer=, :es necesario suponer=, :en conciencia=, :con toda 1erdad=, :con toda certe<a=, :es inne,able=, :lo cual=+ A 1eces se con1ierte en muletilla la repetición *recuente de un te5to b>blico o de la l>nea de un 2imno+ Hay predicadores 0ue no pueden terminar un sermón sin tratar de demostrar la absoluta perdición de la insu*iciencia 2umana por medio de la *rase de ?sa>as- :Todas nuestras in#usticias son como trapos de inmundicia=, o bien- :7asóse la sie,a, acabóse el 1erano y nosotros no 2emos sido sal1os+= Prases 0ue a causa de su alto simbolismo resultan incomprensibles para el oyente nue1o y, por lo tanto, debieran e1itarse, si no 2ay la oportunidad de e5plicar la *i,ura+ +2 Manual de Homilética 118 Spur,eon *ue ad1ertido por un cr>tico, 0uien cada domin,o de#aba sus obser1aciones escritas sobre su p9lpito, del ,ran abuso 0ue 2ac>a de las si,uientes l>neas del 2imno.ing5n precio traigo a ti, +as tu cruz es para mí. Spur,eon reconoció la 1erdad de la cr>tica y nos dice 0ue se es*or<ó en no abusar de una estro*a tan apropiada y de ,ran si,ni*icado, pero 0ue al ser repetida en tantos de sus sermones 2ab>a lle,ado a perder ,ran parte de su 1alor para sus 2abituales oyentes+ En las oraciones, las muletillas m4s corrientes y la propia mención del nombre del Señor, 0ue al,unas 1eces se repite de un modo realmente abusi1o, resultando, sin darse cuenta, un 0uebrantamiento del tercer mandato del dec4lo,o+ Ctros recurren a una muletilla m4s lar,a añadiendo al,9n ad#eti1o al nombre del Señor como :7adre de misericordia=, :7adre amant>simo=, :Señor todopoderoso=, e5presiones 0ue repiten docenas de 1eces en unos minutos+ Todas las palabras y *rases 0ue 2emos citado, y muc2as m4s 0ue podr>amos añadir, son correctas y 9tiles usadas al,una 1e< en el lu,ar 0ue les corresponde, pero se con1ierten en *astidiosas muletillas tan pronto como se 2ace de ellas un uso abusi1o+ El predicador debe 1elar sobre s> mismo para e1itar tales 24bitos 1iciosos, y debe aun enseñar a sus miembros a e1itarlos si es posible+ 'RONUNCIACIÓN * ENTONACIÓN A la corrección de estilo si,ue en importancia la buena elocución, o sea, la correcta pronunciación y entonación del sermón+ Spur,eon dice al respecto:Empie<a a 2ablar con calma y sin le1antar e5cesi1amente la 1o< desde el principio+ ;a 1endr4 la ocasión de 2ablar con calor en el curso del sermón+ Sin embar,o, principia con aire decidido, como el 0ue est4 se,uro de 0ue tiene al,o importante 0ue comunicar, y ase,9rate de 0ue el 1olumen de 1o< es su*iciente para 0ue los 0ue est4n sentados en los 9ltimos bancos puedan o>r desde la primera palabra+= Aspira pro*undamente en las pausas, para 0ue la *alta de aire no te obli,ue en los p4rra*os lar,os a apresurarte y ba#ar la 1o<+ Articula las palabras distintamente+ 7rocura corre,ir los de*ectos de pronunciación re,ional+ Los in,leses tienen sus propios de*ectos re,ionales+ En cuanto a nosotros, podemos notar- las 1ocales abiertas, en los predicadores catalanes; la < en lu,ar le s y la *alta de terminación de muc2as palabras, entre los de ori,en andalu<+ Tanto unos como otros pueden, con perse1erancia y es*uer<o, Manual de Homilética 119 lo,rar 2ablar buen español+ 6o es e5cusa el ori,en re,ional del predicador para no es*or<arse a tal respecto+ Todos deben es*or<arse en conse,uir la pronunciación correcta y completa+ Acost9mbrate Gdice el /r+ !lacMHoodG a poner las pausas en el lu,ar 0ue les corresponde+ Tanto en te5tos b>blicos como los propios p4rra*os del sermón resultan muc2o m4s comprensibles para los oyentes si el predicador los pronuncia con las pausas adecuadas+ Ha< la prueba con los si,uientes te5tos, pronunci4ndolos, primero de corrido o como tienes por costumbre, y lue,o poniendo atención a las pausas se,9n se indica+ +ateo 77&=:Venid a M> UpausaL todos los 0ue est4is trabados y car,ados UpausaL y ;o os 2aré Uligera pausaL descansar= Euan <&:/ios es UpausaL amor+= 6ótese la di*erencia en el te5to tan bre1e si se pronuncian las tres palabras de corrido sin 2acer la pausa 0ue se indica, si se pone antes del 1erbo :es=+ En tal caso la solemne *rase perder4 sentido, por0ue, sobre todo los oyentes de los 9ltimos asientos, la percibir4n como :dioses amor=, e5presión sin si,ni*icado al,uno+ Euan :&=< :/e cierto, de cierto os di,o UpausaL& El 0ue cree en M> U.pausa ligeraL tiene UpausaL Vida Eterna +" y no 1endr4 Upausa ligeraL a condenación UpausaL, mas pasó Upausa ligeraL de muerte a 1ida= +"+ 9saías 7&7:Venid lue,o Upausa ligeraL, dir4 Ae2o14 UpausaL, y estemos Upausa ligeraL a cuentas UpausaL. Si 1uestros pecados *ueren Upausa ligeraL como la ,rana UpausaL, como la nie1e Upausa ligeraL ser4n emblan0uecidos UpausaL4 si *ueren ro#os Upausa ligeraL como el carmes> UpausaL, 1endr4n a ser Upausaj como blanca lana+= H4,ase la prueba de alterar las pausas a0u> señaladas y se 1er4 cómo se empeora la dicción y, por ende, la buena comprensión del oyente+ En las pausas marcadas como li,eras la 1o< debe mantenerse pronunciando la 9ltima s>laba m4s lar,a 0ue las dem4s, mientras 0ue en las pausas normales debe detenerse la 1o< en la *orma acostumbrada cuando 2allamos una coma en el escrito+ Al pronunciar *rases muy solemnes y de amonestación y en todas las de alaban<a a /ios, citas de la Sa,rada Escritura, etc+, la atención a las pausas es de ,ran importancia+ En el calor del discurso y de la ar,umentación el predicador no podr4 prestar tanta atención a las pausas; pero si est4 2abituado a obser1arlas de un modo correcto al 2ablar despacio y con solemnidad, lo 2ar4 instinti1amente al 2ablar aprisa+ El sentido com9n, m4s 0ue las re,las, 2a de ser su ,u>a al respecto+ Si no se detiene sino en las puntuaciones propias de la peroración, puede pri1ar a su p9blico de parar atención a ciertas palabras principales y producir la Manual de Homilética 120 desa,radable sensación de 0ue est4 recitando su discurso como aprendido de memoria+ Si, por el contrario, 2ace sus *rases demasiado cortas o pone las pausas en lu,ar indebido, corre el peli,ro de 2acerse pesado a los oyentes, dando la impresión de un niño 0ue empie<a leer+ 7redicadores bastante cultos producen a 1eces esta impresión cuando, pretendiendo 2acerse solemnes, en el al,9n per>odo del sermón apelan al curso de las *rases cortas+ El p9blico inteli,ente- se da cuenta a la le,ua de cuando las *recuentes pausas y *rases cortas son naturales y tienen como ra<ón la solemnidad del mensa#e, o cuando obedecen simplemente a la *alta, de palabras o a la 1anidad del predicador+ 2E%OCIDAD EN %A DICCIÓN DE% DI-CUR-O .8ué es pre*erible en el predicador, la predicación r4pida, o la dicción lenta y pausada3 6o puede darse re,la *i#a al respecto, por0ue su con1eniencia depende de muc2os *actores+ En primer lu,ar el temperamento del predicador+ Hay predicares a 0uienes por su car4cter les caer>a mal la predicación pausada+ 7arecer>a un *in,imiento, para los 0ue conocen al predicador en la intimidad+ Ctro *actor determinante de la 1elocidad es la clase de sermón y los di1ersos per>odos del mismo, nin,9n predicador sensato pronunciar4 su sermón desde la primera *rase 2asta la 9ltima a la misma 1elocidad, ya 0ue con ello dar>a la sensación de 0ue est4 recitando+ Como indicamos en la cita de Spur,eon, es necesario empe<ar a paso moderado y aumentar naturalmente la 1elocidad al 2ablar con mayor 1e2emencia+ Cuando lle,uéis a al,una *rase 0ue se4is 0ue el oyente recuerde bien, parad el ritmo del discurso y pronunciad a0uella *rase con calma, o da una sensación de ali1io a la mente de los oyentes, sobre todo si el predicador es *o,oso y ya 2a 2ablado lar,o rato a ,ran 1elocidad+ Spur,eon acostumbraba 2ablar a ra<ón de $'L palabras por minuto se,9n su ta0u>,ra*o+ La predicación por la radio suele 2acerse a ra<ón de $BL+ Estos datos se re*ieren a palabras de len,ua in,lesa+ Las palabras españolas suelen ser m4s lar,as, y el n9mero de ellas es in*erior, e5cepto en predicadores muy *o,osos+ La predicación por la radio suele ser m4s re,ular 0ue la del pulpito, debido a 0ue la ausencia del auditorio pri1a al orador del entusiasmo 0ue produce un p9blico atento+ NV? %a actit d ! el )esto Spur,eon dedica dos cap>tulos de su obra m4s popular sobre la predicación, al estudio y cr>tica del ,esto en los predicadores+ 7ero creemos 0ue no es necesario 2acerlo con tanta e5tensión en este libro+ Con decir 0ue debe suprimirse todo ,esto raro o rid>culo y culti1ar la naturalidad, est4 dic2o todo lo esencial+ El ,esto rid>culo suele producirse por las si,uientes causas- Manual de Homilética 121 $+a El temor+ El predicador se siente ob#eto de todas las miradas y busca ali1io en al,una acción, lle1ado por su ner1iosismo+ B+a La di*icultad para encontrar la palabra adecuada+ @n predicador le1antaba la cabe<a e introduc>a dos dedos en el cuello de la camisa, pase4ndolos alrededor, cada 1e< 0ue sent>a di*icultad para 2allar una palabra+ Ctros practican la *ea costumbre de rascarse la cabe<a, dando la *alsa sensación de 2allarse atormentados por par4sitos+ A los m4s les sobre1iene una tos seca, *or<ada, arti*icial, 0ue, al ser repetida constantemente por un predicador 0ue no padece catarro ni tuberculosis, denuncia a la 1ista de todos 0ue el moti1o est4 en la mente y no en los bron0uios del orador+ E+a El simple 24bito, sin ra<ón determinante al,una, es muc2as 1eces su*iciente para crear y perpetuar un ,esto rid>culo en ciertos predicadores+ He a0u> al,unos de los principalesFESTCS ; ACT?T@/ES ?M7IC7?AS aL !alancear el cuerpo de un lado a otro del p9lpito en un mo1imiento 0ue Spur,eon llama de péndulo+ bL Le1antar las 2o#as de una punta de la !iblia, ro<4ndolas con el dedo, como si estu1iera buscando el n9mero de una p4,ina 0ue no encuentra+ cL Iomper la !iblia a puñeta<os a cada pensamiento pronunciado con én*asis+ Lutero ten>a tal 24bito de ,olpear el pulpito, 0ue se muestra toda1>a en Eisenac2 una ,ruesa planc2a de madera 0ue rompió :,olpeando un te5to=+ dL 7onerse una mano en el bolsillo y para ali1iar la tensión ner1iosa mo1er al,9n ob#eto escondido en el mismo, una lla1e, calderilla, etc+ Lo m4s desastroso de este 24bito es cuando el predicador produce ruido con dic2os ob#etos, distrayendo la atención de los oyentes+ Hace medio si,lo 2ab>a un pastor en !arcelona 0ue era notable por esta perniciosa costumbre, 0ue todos sus buenos miembros lamentaban, pues con ello distra>a la atención y produc>a una impresión muy desa,radable a los nue1os oyentes, como si 0uisiera 2acer ostentación del dinero 0ue lle1aba en el bolsillo+ L Colocar ambas manos en la cintura, en la actitud 0ue en el len,ua#e 1ul,ar se denomina :en #arras=, parece un ,esto demasiado 1ul,ar y e5cesi1amente rid>culo; sin embar,o, al,unos oradores 2an lle,ado a adoptarlo en ciertos momentos de ner1iosismo+ fL Le1antar la palma de la mano i<0uierda y mirarla *i#amente como si en ella estu1iese escrito el sermón, es un ,esto rid>culo en el 0ue 2an incurrido 1arios predicadores+ Spur,eon cuenta de uno 0ue ten>a adem4s la costumbre de tocar el centro de la mano con el >ndice de la derec2a como si tratara de 2oradarla+ gL 7asar el dedo meñi0ue sobre las pestañas cuando *alla la memoria 2a sido costumbre de muc2os predicadores importantes, Manual de Homilética 122 pero debe e1itarse si se con1ierte en 24bito+ hL Le1antar ambas manos a un tiempo es una actitud 0ue no tiene nada de ,rotesco si no es e5a,erada+ Ia*ael pintó a San 7ablo en esta actitud, predicando en Atenas, pero puede resultar rid>cula si se repite con e5ceso+ Es m4s natural le1antar una sola mano con el >ndice en alto y mo1erla al comp4s de la *rase+ 7ero aun esta acción tan natural, si se repite constantemente y no sólo en los momentos adecuados, 0ue son al pronunciar consideraciones sentenciosas, resulta petulante+ Este mismo ,esto, tan com9n en los buenos predicadores y el m4s adecuado para muc2os per>odos del sermón, resulta empero inadecuado en una e52ortación muy 1e2emente, para la cual es m4s propio le1antar las dos manos+ iL @na acción no permisible en nin,9n caso, pero en la cual 2an ca>do al,unos predicadores, es la de cerrar el puño o a 1eces ambos puños y le1antarlos en alto como si amena<aran con ellos a la concurrencia+ jL Apoyarse sobre la !iblia, e5tendiendo el cuerpo 2acia adelante como para lan<arse sobre los oyentes, era una actitud caracter>stica y com9n de Auan `no5, 0ue resultaba natural y adecuada para el 1e2ement>simo re*ormador 1éase el 9ltimo ,rabado sacado de un dibu#o de la época", pero 0ue de nin,9n modo con1iene a un predicador moderno si no es en un momento de ,ran emoción, 0ue no en todos los sermones 2a de producirse+ %A RI0IDEK Hay muc2os predicadores 0ue por temor a caer en ,estos rid>culos apenas ,esticulan al predicar, ateniéndose en una pose r>,ida, calculada y *r>a, 0ue en nada ayuda a la comprensión del sermón, ni 2abla muc2o en *a1or de la misma sinceridad del predicador+ Se cuenta a este propósito de un predicador an,licano, el cual pre,untó a un popular dramatur,oG.Cómo es 0ue diciéndoles la 1erdad de /ios el pueblo no acude a escuc2arme y concurre en masa o>r a usted 0ue sólo representa *arsas ima,inarias3 A lo 0ue respondió, muy acertado, el actor teatralGEs muy sencillo- @sted 2abla de la 1erdad como si *uese mentira, y yo presento la mentira como si *uese 1erdad+ La ,esticulación es muy 9til en el sermón para dar én*asis y comprensión al mismo, siempre 0ue se practica acertadamente y con moderación+ 0E-TO- INO'ORTUNO@na de las peores calamidades ,esticulatorias del predicador es el ,esto inoportuno+ 7arece imposible, pero al,unos predicadores 2an adolecido de este de*ecto+ El ,esto no corresponde con la *rase o pensamiento en el mismo momento 0ue se pronuncia+ Spur,eon re*iere de un e1an,elista 0ue pronunciaba las palabras Manual de Homilética 123 :Venid a M> todos los 0ue est4is traba#ados, etc+= con el puño le1antado, y pon>a én*asis en la 9ltima *rase del te5to :yo os 2aré descansar=, con una enér,ica e1olución del puño en alto+ Es *4cil comprender el e*ecto contraproducente de este ,esto tan poco adecuado a la *rase 0ue pretend>a subrayar+ El predicador debe estar alerta sobre s> mismo para desarrai,ar cual0uier 24bito impropio, tanto de *raseolo,>a como de acción+ Como todos los 24bitos, es muy *4cil suprimir un ,esto rid>culo al principio, pero cuesta muc2o si se 2ace 1ie#o+ Cada predicador debe tener ad1ertidos a sus >ntimos de 0ue le a1isen si obser1an en él al,9n 24bito anormal, y procurar corre,irlo inmediatamente+ 8ue nin,9n predicador se de#e empero intimidar por el temor de incurrir en ,estos inadecuados, 0ue sea natural, 0ue e5prese las cosas como las siente, accionando se,9n sea su costumbre en la con1ersación, e5cepto en *rases de e52ortación sentenciosa 0ue raramente ocurren en la con1ersación 1ul,ar+ El predicador es un ser1idor y un pro*eta de /ios y no un actor; por lo tanto, no debe, como éste, e5a,erar el ,esto+ 6in,9n ,esto es malo si es suyo, es decir, al,o natural de su persona en el 2ablar com9n+ Solamente en el caso de un ,esto muy desacertado, cuando corre el peli,ro de repetirlo para toda clase de *rases con1irtiéndose en 24bito, es 0ue debe mirar de corre,irlo+ 7ero como esto ocurre a los predicadores con e5cesi1a *recuencia, por esto son necesarios estas ad1ertencias y el estudio del ,esto en los seminarios y escuelas b>blicas+ COMO CORRE0IR E% 0E-TO * %A DICCIÓN En ciertos cole,ios de predicadores se corri,en los de*ectos del orador sometiéndole a la cr>tica de sus compañeros, en la si,uiente *ormaEl pro*esor distribuye 2o#as 0ue contienen una descripción de todos los #uicios posibles 0ue puede merecer el predicador a sus oyentes, y cada estudiante subraya de la lista lo 0ue le parece aplicable al compañero predicador, el cual puede 1er la impresión 0ue 2a causado a la mayor>a de sus oyentes por medio de las 2o#as re*eridas+ / icio cr5tico del predicador +" )ctitud general& ./escuidada3 .Tiesa3 .Cabe<a atr4s3 .?nclinado adelante3 .Manos en los bolsillos3 /e puntillas3 .Mo1imiento oscilante del cuerpo3 )ctitud con respecto a los oyentes& .7retenciosa3 /e superioridad3 .?ndi*erente3 .E,o>sta3 .Absorbido en el sermón3 E$presión facial& ./ura3 ./e estatua3 .Cru<a el entrece#o3 .Muecas con la boca3 .Enseña los dientes3 (os ojos& .Pi#os en el espacio3 .Mira a menudo el tec2o3 .Al suelo3 .Los *i#a en al,una puerta, 1entana u otro ob#eto del local3 Manual de Homilética 124 Primeras palabras del sermón& ./emasiado altas de tono3 ./emasiado *uertes3 ./emasiado débiles3 /emasiado r4pidas3 .?ndistin,uibles3 .Con e5presión de en*ado3 ./e timide<3 6oz& ./e ,ar,anta3 .6asal3 .C2illona3 .Monona3 .6ormal3 )lientos& .Iespira poco3 .?ncluye demasiadas palabras entre respiración y respiración3 .8ueda sin aliento3 .Iompe la *rase para respirar3 6olumen& .?nsu*iciente para la sala3 .?nsu*iciente al principio3 .E5cesi1o al *inal3 ./emasiado débil al *inal3 .!a#a la 1o< al *inal de p4rra*o3 #ono& ./emasiado alto al empe<ar3 .Monótono3 .Sopor>*ico3 .Cl1ida los cambios de tono3 6elocidad& ./emasiado aprisa al principio3 ./emasiado despacio en ,eneral3 .7oca 1ariación de 1elocidad en el curso del sermón3 .7oca 1ariación entre discurso y discurso3 Vraseología& .Prases demasiado lar,as3 .Udem cortas3 .7ausas impropias3 Pronunciación& .Correcta3 .Erres demasiado *uertes3 .Udem débiles3 .Con sonido de F3 .Paltas entre ! y V3 .Vocales abiertas3 .L demasiado pronunciadas con la len,ua apretada al paladar3 .Cmite por pro1incialismo consonantes al *inal de palabras3 e#emplo- Madr> por Madrid"+ .Las sustituye por otra letra3 e#emplos- Madri< por Madrid; I por L, en curto por culto, arto por alto; A o N por ;, en cuyo, cayado, coyuntura cu5o, ca5ado, co#untura o co5untura"+ Jnfasis& .Lo pone e0ui1ocadamente en palabras 0ue no lo re0uieren3 ./e#a de ponerlo en palabras 0ue lo necesitan3 ./emasiado én*asis para ,anar tiempo3 ./emasiado poco, a estilo de recitación3 Gestos& .7oco mo1imiento3 .E5cesi1o3 .Empie<a a ,esticular demasiado pronto3 ./emasiados ,estos i,uales3 ./emasiado mo1er la mano de arriba a aba#o3 .Festos espasmódicos impropios3 ./emasiado >ndice doctoral3 .@so normal y correcto del >ndice3 .7uño apretado3 .Mo1imientos de c2arlat4n con ambas manos3 El estudio de las obser1aciones de los oyentes sobre una lista seme#ante es muy 9til al predicador, por lo 0ue recomendamos a los 0ue nunca 2an pasado por esta prueba en un Seminario se sometan a ella poniendo esta lista en manos de la esposa o de ami,os >ntimos, de percepción a,uda y buena comprensión+ Sin embar,o, 0ueremos repetir con Spur,eon- :6o se de#e el lector intimidar por estos detalles temiendo a cada paso el rid>culo+ Corr>#ase de al,9n de*ecto ,ra1e si tiene de ello necesidad; pero ol1ide los #uicios del p9blico al dar el mensa#e de /ios+ WLa 1ida es m4s 0ue el alimento y el cuerpo m4s 0ue el 1estidoW, dice Aes9s+ /el mismo modo, la parte espiritual del mensa#e es m4s 0ue estos detalles+ 7redicadores correctos en sus maneras pueden ser muy pobres espiritualmente o en contenido del sermón, y predicadores car,ados de de*ectos de e5presión 2an Manual de Homilética 125 sido ,randes pro*etas de /ios+ 7ero si es posible alcan<ar ambas cosas, mayor ser4 nuestra e*icacia y m4s alto el crédito de la ,loriosa causa 0ue de*endemos+= Tratemos de ser1ir a nuestro adorable Señor con los me#ores dotes 0ue El mismo nos 2a concedido y usémoslas del modo m4s adecuado y e*ica< posible+ Manual de Homilética 126 aaa 8NDICE INTRODUCCIÓN 7I]LCFC A LA C@AITA E/?C?]6 ?+ El tema del sermón ??+ Sermones te5tuales ???+ Sermones tem4ticos ?V+ Subdi1isiones del sermón V+ !uscando material para el sermón V?+ Sermones e5positi1os V??+ Crdenación del sermón V???+ La introducción del sermón ?N+ La conclusión del sermón N+ Clases de estudio b>blico N?+ El uso de ilustraciones N??+ El estilo de la predicación N???+ La preparación del sermón N?V+ Elocuencia y retórica NV+ La elocución del sermón NV?+ La actitud y el ,esto 0R1,ICO U6/?CE $O-.UE/O DE 'O-ICIONE- INCORRECTA- 0R1,ICO DE UN -ERMÓN Manual de Homilética 127


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