El esoterismo "es todo lo oculto'. Es la verdad m¿ís trascendental envuelta en símbolos, parábolas, alegorías, ritos y ceremonias. Las enseñanzas esotéricas se comunican única y exclusivamente a los que demuestran ser dignos de poseerlas. Las enseñanzas esotéricas, por tanto, tienen un carácter estrictamente reservado. Es decir, todas las enseñanzas que se reciben mediante una Iniciación, como por ejemplo, las de la Masonería, son esotéricas. En realidad, fue Pitágoras quien acuííó el término 'esoterismo' y por lo tanto 'esotérico'. Por consiguiente, son artes o ciencias esotéricas todas las que se refieren al ocultismo, como la Kábala, el espiritismo, la pluralidad de mundos, visible e invisible, la Masonería, el Temple y, apurando la definición, también el cristianismo, juntamente con el taoísmo, el budismo y la religión hindú de los Vedas. El esoterismo, como es fácil, pues, de comprender' trata constantemente, sin desmayo, de todo cuanto se relaciona con el ser humano en su conexión con el Todo Universal, físico, psíquico o astral, y lo espiritual. No existe, por lo tanto, una ciencia esotérica, sino una gran cantidad de ellas, todas de carácter más o menos oculto, más o menos secreto, más o menos misterioso. Cabe afirmar que el esoterismo es 'el corazón y el espíritu de las religiones'. Demuestra que todas ellas son hijas de una idéntica tradición. La bendición de Abraham siempre desciende sobre sus hijos subdivididos. Los budistas y los maoístas surgieron de la misma tierra india, y con diversos nombres, todas las religiones reconocen una misma verdad: la que en el silencio de los misterios, grandes y pequeños, imbuía de sabiduría a los antiguos iniciados y que, hoy día, todavía inscribe su más hermoso nombre, en el umbral de los monasterios cristianos, budistas o sintoístas: el glorioso nombre de la Paz. Todas las religiones son esotéricas hasta cierto grado, y todas ellas han surgido de un fondo común, perdido entre las sombras de los mílenios, tal vez conservados como una reminiscencia de un Universo que precedió al actual, dentro de la eterna rueda de las sucesiones y transmutacíones que toda la materia visible e invisible sufrió, sufre y sufrirá por los siglos de los SIGLOS. * EXTRAIDO