Ilegalmente tuyaPatricia se estiró con pereza en su cómoda y tibia cama; eran aproximadamente las seis de la mañana y se sentía genial, había dormido como una bebe y se sentía relajada y tranquila; era un lunes bastante frio del mes de enero, lo cual no era raro en Puebla, pensó Patricia minutos después, mientras enrollada en su bata predilecta disfrutaba su café frente a la ventana de su moderno apartamento, ubicado en la zona residencial de La Paz; disfrutó de la vista de los hermosos volcanes Popocatépetl e Ixtaccihuatl o Mujer Dormida, que completamente nevados y majestuosos, parecían custodiar la ciudad; vio el reloj y decidió poner manos a la obra, así que se dio un rápido duchazo, se puso un moderno traje sastre de pantalón y saco en color chocolate, su abrigo, su bufada y unas cómodas botas a juego, aplicó un ligero maquillaje y cepilló su cabello castaño, dejándolo suelto. Antes de salir de su departamento, dio un poco de comida a sus peces Max y Pet, reguló la temperatura del agua y se dio un último vistazo en el espejo del vestíbulo; éste le devolvió la imagen de una elegante mujer de 28 años, 1.70 mts de estatura, cabello castaño claro al hombro; su piel blanca tenía un ligero tono sonrosado y lozano, fondo perfecto para sus grandes ojos aceitunados, una nariz respingona que le daba un toque de niña caprichosa y una boca con labios carnosos, demasiado grande para su gusto, pero que muchos encontraban deliciosa; Paty, como le decían sus mas allegados, pensó que tenía un aspecto común, y aún cuando la naturaleza había sido pródiga con ella regalándole un cuerpo espigado, adornado con un par de senos 34C y un trasero que hacía que muchos se detuvieran, era una mujer con un estilo mas bien clásico, usaba pocos escotes y muy rara vez, utilizaba ropa entallada o que revelara sus bien distribuidas curvas; tenía mucho que ver su profesión, pues era abogada y laboraba para uno de los despachos más importantes de la ciudad, a cuyo cargo se encontraban las cuentas de algunos bancos y empresas, así que tenia que ser cuidadosa de su aspecto; con una sonrisa, recordó lo que uno de sus maestros decía: si bien el hábito no hace al monje, si quieres ejercer como abogado, empieza por parecerte a uno. Una hora después, a bordo de su potente auto deportivo, llegaba a la hermosa casa antigua donde se encontraban las oficinas del despacho Montes de la Yglesia y Asociados, bufete donde laboraba desde su época de estudiante, por lo que ya tenía poco mas de ocho años ahí; recordó que cuando llegó como una simple becaria, sus funciones eran de lo mas simple: sacar copias, archivar documentos, auxiliar a los demás abogados titulares de cartera con sus asuntos, algo de cobranza telefónica, etc., y como poco a poco, conforme avanzó en experiencia y conocimiento, desde dos años antes, era ya titular de su propia cartera. Esto le daba ciertos privilegios dentro del despacho, pues contaba con su propio privado, una secretaria personal y tenía a su cargo a cuatro o cinco pasantes que la auxiliaban en sus asuntos, esto sin contar con los fabulosos ingresos de mas de seis ceros al año, que le permitían darse ciertos lujos y una que otra extravagancia como su hermoso BMW Z4 Roadster recién adquirido; ella era la mas joven entre el grupo de 10 abogados titulares, capitaneados todos por el temible Doctor en Derecho Pedro Alfonso Montes de la Yglesia y Labastida; no pudo evitar sonreír cuando recordó que la primera vez que oyó el nombre de su actual jefe, pensó que tenia nombre de personaje de telenovela, aunque debía reconocer que el nombre pegaba perfecto con el muy conservador abogado. Cuando llego a su trabajo, con cierto fastidio, se dio cuenta que el lugar donde habitualmente se estacionaba, ahora se encontraba ocupado por un pequeño V.W sedán un tanto exótico: era de un tono verde pistache impresionante y aún cuando se encontraba en perfectas condiciones era obvio que sus mejores épocas ya habían pasado; algo irritada por tener que dejar su auto mas lejos de lo habitual, por fin encontró acomodo al fondo del estacionamiento y se dirigió a paso firme hacía sus oficinas: • Buenos Días Blanca –saludó a su secretaria con gesto adusto; • Hola licenciada, Buenos Días • Podrías averiguar por favor quien se metió en mi lugar en el estacionamiento, le dices que mueva su auto y ponga el mío de inmediato? – respondió entregándole las llaves del deportivo; • Ahh!, quizá haya sido la chica nueva que se integró hoy • Nueva?, que chica nueva? A quién se la asignaron?? • No sabría decirle licenciada, llegó muy temprano y está con el Dr. Pedro, pero en cuanto salga veo que mueva su vehículo y le pido a Guicho que acomode el de Usted? • Guicho maneja?, que no se dedica nada mas a la limpieza y los mandados? • Si, si maneja, en ocasiones lleva el auto del jefe, y supongo que no lo hace tan mal, pues ya para que le confíe su adorado Mercedes… - dijo Blanca • Ok, ok, pásame mis recados y los expedientes de las audiencias de esta semana. Una vez en su privado, puso su cafetera, se quitó el abrigo y la bufanda, y empezó a revisar expedientes; su espacio laboral era muy pequeño, pero funcional y cómodo, contaba con un escritorio, una credenza, un librero repleto de libros y un archivero, todos en nogal obscuro, que le daban un toque sobrio al lugar; un pequeño sofá de dos plazas en piel, dos sillas de visita en cuero y nogal completaban el mobiliario del sitio; un amplio ventanal con una vista hacía un jardín interior, proporcionaba una gran fuente de luz natural, una de las paredes se encontraba adornada con el cuadro de un búho resaltado en bronce que parecía observar todo lo que sucedía en el lugar, pero que a ella en lo personal, le encantaba; la pared que se encontraba a su derecha, la había bautizado como "la egoteca" pues ahí se encontraban su título y un montón de diplomas y reconocimientos que avalaban sus estudios y algunos logros profesionales; sobre su escritorio, dos pequeñas estatuillas de bronce, una representando a la justicia y otra a la libertad, completaban la decoración en tanto que un pequeño bonsái descansaba sobre el archivero, un tanto solitario. El repentino timbre del teléfono la sacó de su concentración, por lo que dejó de lado el grueso expediente en el que se encontraba trabajando y tomó la llamada: • Licenciada, vaya por favor a la oficina del Dr. Pedro, quiere verla de inmediato. • Si?, te dijo para qué Blanca? • No, solo me pidió que fuera de inmediato • Gracias, ya voy. Seguramente quiere saber como voy con este asunto –pensó Patricia para sus adentros, por lo que tomó unos documentos y se dirigió donde su jefe. Al entrar al privado de éste, lo primero que vio fue una delgada espalda con una melena negra castaña, lacia, a los hombros y a la imponente figura del titular del despacho: • Dr. Buenos Días!, me llamó? • Buen día abogada, tome asiento –respondió su jefe muy serio –le quiero presentar a Carolina, a partir de hoy se integra al despacho; queda a cargo de Usted, dele tareas y me reporta cada mes como va, alguna pregunta? –indicó con su acostumbrada parquedad; • Eh? Pues… si… Carolina es abogada o pasante –preguntó Patricia ignorando momentáneamente a la chica que sentada a su izquierda la veía con atención; • Estudiante, pero va a hacer sus prácticas aquí, si funciona, se queda a hacer su servicio y mas adelante veremos, le entrego sus documentos y asígnele algo – concluyó su jefe poniéndose de pie; regla dos: la única que grita aquí soy yo y regla tres: no te quiero chacoteando por todo el despacho. vaya con mi jefa! Está guapísima… y es más atractiva de lo que se puede pensar… Carolina! Concéntrate en caminar o irás a dar al piso. al primer indicio de que vayas a causar uno. • Bueno. trataba de seguirle el paso a Patricia. si? –dijo Carolina conciliadora. pero… • Permíteme dejarte claras las reglas Carolina –interrumpió Patricia • Si. una vez que lo logró.por supuesto que no darás problema. estamos? • Si claro. ésta le indicó que tomara asiento y parándose de pie frente a ella. Carolina Ríos Moreno y Usted? –respondió la chica con un acento que a Patricia le sonó un tanto extraño. . Carolina mientras tanto.. te vas. los altos tacones que traía le impedían caminar tan a prisa como su nueva jefa. estamos? – remató Patricia con dureza. pues mucho gusto –dijo Carolina extendiendo la mano y brindándole su mejor sonrisa... la pica una mapanare y seguro se envenena! Una vez en el privado de Patricia. pero prometo dar mi mejor esfuerzo y no darle problemas. Caminó con rapidez rumbo a su privado conteniendo su irritación. • Una última pregunta Doctor. respiró intentando controlarse. • No importa. jejeje! Que locuras se te ocurren… pero… con ese genio. entonces… no se hable más… Carolina… sígueme por favor… . bah! –pensó para sus adentros. • Mmm… Patricia Corral Fuentes –respondió Patricia observándola fijamente. y no me lo tome a mal pero… ya tengo a varios pasantes conmigo y estamos… eh… digamos… completos –dijo Patricia esperando que su jefe no explotara como lo hacía a menudo. con los brazos cruzados. bonita cosa! Ahora me pone de niñera de esta… estudiante!.dijo ya resignada. • Mucho gusto –dijo Patricia estrechando la pequeña mano que amablemente se extendía. pero… • Sin peros!. • Si claro que la puedo cumplir. puede o no puede cumplirla? –dijo su jefe en tono impaciente. le di una orden. • Lic… creo que no está Usted muy contenta. aunque el cadencioso movimiento de ésta le pareció de lo mas delicioso. • Vaya! Eres perspicaz eh! –dijo Patricia con sarcasmo. le dijo: • Veamos… Carolina? • Si. regla uno: las órdenes las dos yo. que se encontraba estudiando en una de las mas prestigiosas universidades de Puebla. • En la caballeriza??? –cuestionó la sorprendida Carolina. guárdate tu ironía para otro lugar… • Irónica? Esto es el colmo. eso explicaba el acento y tal vez. que mala suerte la mía. pedante. me toca está tipa que está de camisa de fuerza y un sedante urgente carajo! que horror!!!. algo mas? –dijo con cierta ironía Carolina -lo que te faltó fue pegarme hija de tu madre! que humor! –pensó para sus adentros • Si. sus ojos eran por demás expresivos. dile también que te asigne un cubículo en la caballeriza. antipática y egocéntrica . • Si. a ella no le . • Ah! Quién es Blanca –preguntó la joven • Ufff! –digo Patricia con impaciencia. así que has lo que te dije y no molestes ok? • Que ácida es esta mujer! Pero de aquí no me voy así de fácil! No me asusta! – pensó la joven estudiante mientras se retiraba. • Basta! A ti que te importa si es bonita o fea??? –pensó Patricia un tanto sorprendida por el rumbo que habían tomado sus pensamientos. grosera. haciéndole honor a lo que se decía de las mujeres venezolanas: que eran hermosas y sexis. intentó continuar con su trabajo. una nariz pequeña y una boca pequeña con unos sonrosados labios un poco gruesos.es mi secretaria. no sabía porque le había irritado tanto que le asignaran a esa chica. el que fuera tan bella. ve eso por favor y regresa. así le llaman al área de los pasantes. tenía un cabello castaño y sedoso. Patricia mientras tanto. es insoportable. Carolina iba pensando que lo que su nueva jefa tenía de linda físicamente. me traga me vomita y dice que la irónica soy yo! que bolas!! –pensó Carolina empezando a irritarse • Ahora… ve con Blanca y dile que te pase la cartera de bancos que esté rezagada. que lucía excelente en esa corta melena al hombro. una vez que tengas todo regresas para que te de instrucciones. pudo ver en el expediente personal que le entregaron que tenía 23 años. • Si licenciada. la chica que está allá afuera. un cuerpo delgado y atlético en el que se marcaban algunas interesantes curvas. enmarcados por unas pestañas obscuras y tupidas. estoy ocupada con un asunto. lo tenía de pesada. venezolana para ser precisa. hacían que todo el conjunto. resultara muy atractivo. Mientras se dirigía a buscar a Blanca. que justo mi primer trabajo en un despacho. que estaba en el último año de la licenciatura en derecho y que era extranjera.que mujer tan linda? No seas ridícula!!!. odiosa. con una beca de excelencia académica. De nueva cuenta intentó concentrarse en su trabajo.. o sea. domicilio. pero no hay plata para algo mejor. un V. además… que rayos era esa… Guía Roji?. le habían entrado unas ganas enormes de llevarle un café con cianuro!!!. ya lo vio? Está lindo no? –respondió la joven con una alegre sonrisa. pues justo cuando estaba tomando el hilo de nuevo. si tengo auto. no me parece lindo… me parece de muy mal gusto que una abogada traiga semejante… cosa… -respondió Patricia con desagrado. etc. ahora toma todos esos expedientes y realiza llamadas. pero con un mapa. trabajo. sin demanda.. por lo que no veía porque le importaba si su nueva pupila era bella o no. • Jajaja! No. quién sin previo aviso apareció frente a ella: • Hola. • Pues lamento que no le guste. • Que??? De casualidad es uno verde chillón????–dijo Patricia sin contener su enojo • Siii.respondió Carolina un tanto apenada. sin mucho éxito. además. tu te estacionarás donde puedas y basta ya de tanto bla bla. no soy abogada. recuerda? –respondió Carolina sin poder contener un cierto tono irónico. referencias. en cuanto me asignen uno…. trata de negociar pues será recuperación extrajudicial. antes de entrar toca la puerta ok? Carolina salió del privado de su nueva jefa bastante enojada. conoces la ciudad? –preguntó Patricia sin despegar la vista de sus documentos. estamos? –dijo Patricia con tono amenazador. llego al fin del mundo –respondió Carol. me darás un reporte semanario. no sabía que cada quien tenía su lugar para estacionarse. no… los cajones "exclusivos" son para los abogados titulares.W modelo 69 que funciona de maravilla! –dijo Carolina un tanto sorprendida. • Consíguete una guía Roji… tienes auto? – cuestionó de nuevo Patricia • Guía Roji?? Que es eso pues?? Y si. • No. aún soy estudiante. • Mmm… ok. . • Si. anotas en tu bitácora el resultado de tu gestión y agenda tus pagos para el seguimiento. como iba ella a saber que no se podía estacionar en cualquier lugar?. todos deben diversas cantidades de tarjetas de crédito. en cada uno vienen los datos de los deudores. ya sea a celular. ponte a trabajar por favor! –dijo Patricia dando por terminada la plática –Ah! Y una última cosa. me dio Blanca todo esto y ya me acomodó y presentó con los muchachos –dijo Carolina alegremente. • No muy bien. atraían las chicas. ya estoy de regreso. • Que sea la última vez que lo pones en mi cajón de estacionamiento. hizo su aparición Carolina. sabes donde están? • No. Patricia se quedó pensando que tenía la chica que la irritaba tanto. Paty –dijo Carolina. suelo ser muy propia para vestirme –dijo la joven mujer. remarcando el diminutivo. entendido –concluyó la joven mientras pensaba si siempre era así de desagradable.donde podría conseguirla???. • Hey! Hey!! No me digas jefa. • Patricia! No Paty. no me gustan los diminutivos –dijo Patricia lanzándole una fulminante mirada. no se te vaya a ocurrir llegar con jeans o algo peor.. como cree. • Está bien. El resto del día. desde que llegué no he probado bocado • Comer? –preguntó Patricia como si le hubiera preguntado la fórmula del Teorema de Pitágoras. • Si. –pensó mientras se retiraba a sus labores.. • Está bien. me retiro entonces. debía reconocer que enojada se veía divina – ganas me dieron de plantarle un beso a lo arrecho para que dejara su enojo y se relaje. trataría de soportar a la loca de manicomio que le había tocado por jefa. acaso es de piedra esta tipa??. hasta mañana. • Ohh! Ok. nos vemos entonces. almorzar… -dijo Carolina sin poder ocultar el sarcasmo. licenciada o por mi nombre es suficiente –agregó Patricia. hasta mañana. • No licenciada. pero ahora mismo averiguo –respondió Carolina de inmediato. por favor. estamos? –preguntó Patricia. necesito que mañana estés a las 9 de la mañana en los juzgados civiles. ingerir alimentos. Patricia sacó algunos pendientes que tenía en la oficina. definitivamente. Una vez que Carolina salió. ya te puedes retirar. • Si? Dime? • A qué hora sale uno a comer?. • Ok. cada una se dedicó a sus actividades.. que descanse –dijo Carolina mientras se dirigía hacía la puerta. lástima que fuera una mujer capaz de parar el trafico en plena autopista Caracas-La Guaira. arregló sus documentos para las audiencias del día siguiente y llamó a su nueva pupila: • Abogada. se consideraba una persona tranquila y por lo general amable. • Oiga. así que busca el modo de hacerte un espacio en el día. esto no es una pandilla! Con que me digas abogada.. aunque . • Ahh… pues… en realidad cada quien come a la hora que puede. puedo preguntarle algo –dijo Carolina con cierto recelo. estamos? • Estamos jefa. solo porque sabía que ese despacho era una buena oportunidad y que no a cualquiera admitían ahí. con sus pupilos solía ser paciente. • No seas cínico! Si no tocaste. Paco. si no me queda de otra. así que fuimos a festejar la noticia con otros compas. • Ok. son cosas de hombres y . yo se que estás sentida. la invitamos para que estuviera molestando a Paco. hasta que un chispazo de lucidez la hizo separarse con firmeza de los brazos que la aprisionaban: • Sebastián. no te pongas así – respondió un risueño Sebastián. Patricia decidió no contestar la llamada. y cuando vio la pantalla. pero necesitaba besarte. Patricia se dejó llevar por los besos de su novio. pero… ya sabes. ya me besaste. se sintió aún mas irritada: era Sebastián. a donde más –respondió Patricia con cara de pocos amigos. • A casa. no tocamos caray! –soltó Sebastián algo divertido. mi amigote. • Ya estás! Te sigo amor –dijo Sebastián retirándose de inmediato sin darle tiempo a decir nada. confesaré mi culpa: como te dije. donde vas tan a prisa? –preguntó Sebastián inclinándose sobre la ventanilla para saludarla. explícame entonces como es que traías tremendo chupetón en el cuello? –dijo Patricia sintiéndose cada vez más irritada. así que tomó sus cosas y abandonó el lugar. pues ella misma había sufrido los malos tratos de algunos colegas mayores y con mas experiencia cuando recién iniciaba como litigante. Después de unos minutos de trayecto. ambos llegaron al departamento de Patricia. • Veamos abogada. su novio. y ya entrados en gastos decidimos irnos al table… pero solo vimos. • Preciosa. • Ah eso! Una de las chicas se acercó a nuestra mesa. así que no trates de evadirlo –dijo muy seria. el trato déspota y grosero de un superior… el sonido de su celular. no creas que se me ha olvidado lo que hiciste. ahora espero una explicación –respondió Patricia separándose de su novio. sabía lo terrible que eso podía ser para la autoestima de cualquiera y lo frustrante que resultaba para alguien recién egresado y con ganas de aprender. el susto se convirtió en enojo cuando vio descender de él una alta figura masculina bien conocida por ella: Sebastián: • Hola preciosa. Sebastián la abrazó y besó apasionadamente. la sacó de sus reflexiones.si bien tenía un carácter fuerte. una vez que estaba saliendo del estacionamiento se sobresaltó ante la súbita aparición de un vehículo que le bloqueaba el paso. se casa. y una vez ahí. mirándolo con frialdad. por un breve instante. Mientras Sebastián intentaba seducirla besándola con pasión en el cuello (sabía que era su punto débil). pensaba que su novio era un magnifico tipo salvo por un "pequeño" detalle: era demasiado mujeriego. uff! Me enferma! –dijo Patricia empezando a levantar la voz. Usted me corrió –respondió Sebastián mientras tomaba a Patricia por el trasero y la apretaba contra su cuerpo. realmente lo amaba o simplemente había caído en un sitio de confort y le era más fácil continuar en él? • Sebastián. pero te juro que eso hice… porque no cosita rica. • Ah! O sea que prefieres que me acueste con una tipa y te lo diga y no me puedes creer que esto fue una inocente broma? –dijo Sebastián mirándola directamente a los ojos • No. puedo ser mas tolerante. • No!! Ya te dije que no! Porque no te creo eh? –respondió Patricia intentando librarse de los fuertes brazos que la atrapaban • No se porque no me creas. anda – dijo Sebastián mientras lamía las orejas y el cuello de su novia.. en tanto sus manos apretaban sus pezones – mira como me pones condenada. acaso era tonta? O lo amaba tanto que por eso le perdonaba todas las que le había hecho durante los casi tres años de noviazgo?. frotándose contra ella. • Ahh… ps… me fui a curar la crudita que me cargaba preciosa. Patricia intentaba contener su enojo. por eso me pescó descuidado y me mordió! • Ahh y yo soy estúpida eh? Sabes qué? Me fastidia que me quieras tomar el pelo. mira… no tengo ganas de discutir si?. • Dime algo: porque te desapareciste el fin de semana? Donde estabas? No se nada de ti desde el sábado por la mañana. quiero comerte. si? . y luego me fui a visitar a mi hermano y ahí me quedé… además. pero… Sebastián. pero que insistas en que no pasó nada y que quien sabe porque te mordió. pensaron que sería buena broma que me mordiera. mejor así déjalo –respondió Patricia con tono cansado • Yo tampoco… más bien tengo ganas de… esto –dijo Sebastián besándola de nueva cuenta. • Te deseo y me encantan tus tetas –insistió Sebastián mientras tomaba uno de sus delicados pezones entre sus dedos. claro que no. un verdadero galán que además tenía la gracia de hacer de las suyas y conseguir que ella invariablemente se las pasara. no! –dijo Patricia cuando sintió las manos de éste recorriendo sus senos. si me dices que te acostaste con ella.. pero… mañana quien sabe. pues generalmente le costaba trabajo llegar al orgasmo y muchas veces había tenido que fingirlo para no herir a Sebastián. sentía que era una mujer bastante receptiva y que de buena gana aceptaba muchas cosas que a Sebastián le gustaban en la cama y que a ella no tanto: una buena sesión de sexo oral en el auto o inclusive. tengo una audiencia temprano y aún no termino de prepararla –dijo Patricia apartando las manos de sus traidores pezones que ya empezaban a reaccionar. era tan fugaz que en muchas ocasiones se llegó a preguntar si esos orgasmos explosivos de los que algunas amigas suyas hablaban. no porque ella fuera una mojigata. Patricia recargó su cuerpo contra la puerta. . no… al contrario. Una vez que Sebastián se retiró. mientras sus manos buscaban de nueva cuenta los senos de su novia. • Ok. pero sabía que a su novio lo enloquecía. • No será que quieres castigarme? –dijo Sebastián sin dejar de acariciar a sus cómplices. recordó que en muchas ocasiones había recurrido a la masturbación y los orgasmos logrados habían sido un poco más satisfactorios. • No. no serían solo una mera fantasía. quizá su temperamento no era todo lo caliente que pudiera esperarse en una mujer de su edad. hacía tiempo había aceptado practicar el sexo anal. no era lo que pudiera llamarse fabulosa. se dirigió a su recámara y mientras se ponía su pijama. te invito a comer va? – dijo Sebastián ya resignado. no digas tonterías. • Mmmm… deja de hacer eso… no te vas a salir con la tuya… anda. aunque tenía claro que mucho de eso se debía a su carácter un tanto… frio?. los últimos meses se había sentido un tanto… aburrida. su relación con su novio no le estaba resultando satisfactoria. mientras llevaba sus manos a sus senos. • Uhhh… yaa ni modos! Te me escapaste por hoy nena. y cuando lo lograba. no soy difícil • No??? Si no lo eres no quiero imaginarme como sería si lo fueras preciosa – respondió dándole un ligero beso. recordó cuantas veces Sebastián le había dicho que sentía que al sexo entre ambos le faltaba pimienta. su vida sexual. • Claro que no!. se quedó pensando que quizá el tiempo que llevaban juntos los había hecho caer en la rutina. sintió sus pezones un tanto duros y un escalofrío la recorrió. te parece si nos vemos mañana? –dijo Patricia soltándose de sus brazos y dirigiéndose hacía la puerta • Sabes? Por eso me gustas… por difícil –dijo Sebastián un tanto divertido mientras seguía a su novia rumbo a la salida del departamento. ya dije que no. que le sucedía?. va. • Estás loco!. ya vete – dijo Patricia escapando de nuevo. que no era muy de su gusto. háblame a eso de las dos para ver por donde ando y ponernos de acuerdo –respondió Patricia despidiéndolo en la puerta. se uniera a su compañero en su descarada exhibición. Al dirigirse ya hacía su cama. acariciarlos en círculos. cubrió con toda su mano el hermoso globo que a duras penas era contenido por el ligero encaje del escote. tenía una sonrisa pícara y unos agradables ojos ámbar. debajo solo tenía un pequeño camisón que apenas le llegaba a medio muslo. algo grueso le gustaba mucho. metió su mano por el escote y atrapó uno de sus deliciosos botones. sintió su sexo humedecerse ante una de sus caricias favoritas. apretándolo. haciéndolo un macho muy atractivo y deseable. quién orgulloso y lleno. liberó su pecho. la pequeña cintura se definía perfectamente para dar lugar a unas caderas rotundas. aunque a ella en ese momento. apretándolos entre su dedo pulgar e índice. rozándolos. para finalizar con un par de piernas llenas y torneadas. mordiendo sus labios en un vano intento de acallar sus gemidos. éstos. era tenerlo. unirlos.cómo que tienes mejores orgasmos masturbándote que con tu novio?? – Será que soy frígida? … no!!… las frígidas ni siquiera se calientan… o si?. generó que su sexo palpitara. acariciándolo. desafiando a la gravedad. liberándolo para que goloso.Este pensamiento la sobresaltó –en que carambas piensas mujer!. un poco velludo sin parecer un oso. Echó la cabeza hacía atrás. le resultó mas que satisfactoria: su cuerpo delgado. le gustó como se veían sus pezones a través de la tela. pasó frente al amplio espejo de su vestidor y no pudo evitar plantarse frente a él y abrir la corta bata que la cubría. por lo que Patricia no lo hizo esperar. continúo acariciándolo mientras fijaba su mirada en la sexi figura que desde el espejo compartía con ella ese íntimo momento. brindándoles un masaje que la hizo suspirar con fuerza. atlético. plenos. los acarició delicadamente. con los pezones duros y erguidos. verlos a ambos así. logrando que se humedeciera aún mas al tomarlos con ambas manos y apretarlos. Será que Sebastián… mmm… no me estimula lo suficiente? O el problema soy yo? Recordó el físico de su novio: éste era un tipo alto. ya que no soportaba la ropa interior para dormir. que seguramente era el sueño de muchas mujeres. celoso. lo último que se le antojaba. quién sin poder contenerse. mientras sus uñas . aún duros por las caricias recibidas y no pudo evitar sentir un estremecimiento cuando pasó sus dedos por encima de ellos. exhibió el hermoso y redondo pezón. pues la naturaleza lo había dotado con un hermoso pene de unos 18 cms. se podía adivinar debajo de la delicada tela semitransparente que poco podía hacer para cubrir sus senos redondos y firmes. su otro seno clamaba su atención. le gustaba sentir su firmeza y al mismo tiempo. grueso y apetitoso. sus grandes testículos completaban el atuendo del equipo de Sebastián. el corto cabello negro. que ya había tomado un ligero tono obscuro debido a la excitación. con músculos no voluminosos pero si marcado. la suavidad de la sonrosada piel que lo cubría. respondieron de inmediato al llamado de su dueña. una amplia espalda y abdomen casi tipo lavadero. sintió su piel erizada y sin poder contenerse. la imagen que le devolvió. sexualmente le parecía atractivo. los labios rosados y llenos. húmedos y ansiosos. sintió como un estremecimiento la recorría desde la cabeza hasta los pies. una. posó una de sus manos en su desnudo sexo. quizá extrañando el anterior recorrido. dándole un ligero masaje circular que hizo que el pequeño habitante de la apetitosa cueva. introdujo su dedo índice mientras el pulgar continuaba su delicioso coqueteo con su mojado clítoris. se detenían en sus pezones. una de sus manos. así. se sentía desfallecer. tres veces. de pie. sus senos hinchados coronados por los botones enrojecidos que clamaban por caricias. Patricia no tuvo mas remedio que acariciarlo un poco. sintiendo en su vientre pequeñas contracciones que le hacían desear sentir ocupada su vagina. le revelaba sus más íntimos secretos. para volver a reiniciar su recorrido. buscando como primer destino sus hermosos pechos que no cesaban de clamar atención. sintiendo que en cualquier momento sus piernas se doblarían ante el cúmulo de . dieron un pequeño paseo por su cintura y el contorno de sus caderas. con las piernas un poco separadas. hipnotizada por la mirada que denotaba lujuria y que le era devuelta desde el indiscreto espejo incapaz de guardar nada. por lo que incontenible. por lo que retirándose de su acogedora funda. mientras frotaba de nuevo su caliente capullo. Patricia pudo ver un hermoso cuerpo femenino semidesnudo. regocijándose con su suavidad y tamaño. La respuesta a sus deliciosos estímulos no se hizo esperar. cubierto por una delgada capa de transpiración. se desviaban hacía sus hombros ya desnudos y subían ávidos por la columna húmeda y palpitante de su cuello.iniciaban un interesante periplo: viajaban a lo largo de su cuello. arañándolos suavemente primero por los costados. regocijándose en la humedad que cubría una delicada y bien recortada mata de vello castaño. protestara clamando atención. sus manos bajaron por su vientre. clavando su mirada en la hermosa mujer que a través del espejo. imparables. por lo que atenta a las demandas de su ardiente cavidad. palpitante. dejándola completamente bañada con sus jugos. el cabello castaño un poco revuelto. por la suave piel de la parte interior. húmedo y caliente. llegaron al borde del pequeño y blanco camisón. después por el frente y al final. pasó uno de sus dedos humedeciéndolo y llevándolo después a su boca. dos. una y otra vez. hasta que su dueña se detuvo. su cuerpo respondía gustoso. ante semejante requerimiento. le fascinaba el sabor de su sexo. acariciando sus muslos. Patricia se sintió observada por la sensual figura del espejo. gozando del viaje. llegó al punto en que su solitario invasor resultó insuficiente. sintiéndose cada vez mas excitada ante la hambrienta mirada. regresó a sus senos y su cuello. apretándolo entre sus dedos con sutileza. retomó el asalto acompañado por su dedo medio. arañándolos suavemente. calentándose cada vez mas. subiéndolo. se desplazaban imparables hacía el sur. que apenas se sostenía en pie. apenas rozándolo. mientras un rico cosquilleo recorría toda su vagina. dulzón y ese olor que la dejaba jadeante de excitación. . separó sus piernas y dejó totalmente expuesta a su ávida mirada.. un gemido ahogado y un efluvio de jugos calientes y abundantes. brotaron de Patricia. se dejó caer de espaldas en su amplia cama. dándole así. recibiendo placer. ver como ésta se abría gustosa recibiendo al nuevo par de conquistadores que implacables la tomaban. su vulva sonrosada.. Patricia tomó asiento en la orilla de su cama.. detonó un delicioso orgasmo. su textura y en cambio. ubicada frente a su vestidor. Vía Atlixcáyotl?. el olor del sexo de Sebastián le resultaba un tanto desagradable? Envuelta en estos pensamientos poco a poco fue entregándose al sueño reparador.. invadido por completo. así que había llegado justo a tiempo a la cita. San Bernardino Tlaxcalancingo. le había costado mucho trabajo llegar a Ciudad Judicial. porque prefería una masturbación en solitario y no gozar con él una rica sesión de caliente sexo?¿Qué le pasaba? ¿Por qué hacía eso? Y lo peor… algo que la venía inquietando desde tiempo atrás… porque se excitaba tanto con el olor de su sexo. abierto. Después de algunos minutos y una vez recuperado el ritmo de su respiración. la habían dejado un tanto malhumorada. pasó sus dedos por el borde de sus labios vaginales. húmeda y palpitante. quién desmadejada. saboreándolo.. pero no entendía porque carajo le había mentido a Sebastián diciéndole que aún tenía trabajo pendiente.???. motivándola a continuar un mete y saca frenético que la llevó a un nuevo orgasmo que la dejó totalmente agotada.. Patricia fijó su mirada en el techo. . que cadencioso acompañaba la danza de sus dedos entrando y saliendo profundamente de su interior. degustándolo como al mejor manjar. sintió la viscosidad de su néctar y lo llevó a su boca. ufff! Primero aprenderse los benditos nombrecitos estos!. Carolina buscaba desesperadamente donde estacionar su pequeño y llamativo auto. mojando sus labios con ellos mientras el rico aroma a hembra caliente llenaba su olfato. mientras su protuberante clítoris crecía hasta sobresalir entre la celosa mata de vello que lo resguardaba. juzgados y demás dependencias relacionadas. que se encontraban hinchados y húmedos después de ese rico orgasmo. odiaba sentirse culpable. una tregua a su atormentada mente. Vio su reloj y con satisfacción comprobó que aún faltaban 10 minutos para las nueve. tanta vuelta buscando lugar para estacionar. luego dar con el lugar y para colmo. la calentaba de manera especial. intentando recuperar la cordura y la respiración después del éxtasis experimentado. esos nombres tan raros que hay en México –pensó mientas por fin lograba acomodar su auto. el lugar donde se concentraban oficinas. Ver su sexo así.sensaciones que la invadía.vaya vaina que me costó! . dedicaron toda la mañana a sus labores. Carolina no pudo evitar preguntarse porque su jefa era así con ella. el aire helado que golpeó su rostro. tomó su portafolios y bajó del auto. la presentó con todos como su nueva pupila. por un momento. • Veo que vienes de muy buen humor abogada –le sorprendió la voz de su jefa a sus espaldas. acomodó un rebelde mechón que caía sobre su frente.Antes de bajar. recibiendo el mismo trato por parte del personal. se dio cuenta que con el resto de las personas era amable y a todos saludaba con cordialidad. la chaqueta negra de lana a juego con sus pantalones del mismo color. se imaginó a la estirada abogada comandando a una parvada de malandros y haciendo fechorías peor que la Lina Ron y no pudo evitar soltar una alegre carcajada ante la jocosa imagen que se formó en su mente. se colocó su abrigo y avanzó hacía donde suponía se encontraban los juzgados civiles donde la había citado su neurótica jefa el día anterior. lograron diluir su mal humor. fue bien recibida. seguramente si. quién al ser mas alta daba larguísimas zancadas. la vista del imponente edificio blanco con rojo que orgulloso lucía sus mas de 10 pisos y el volcán Popocatépetl con su infaltable fumarola. • Ay!!! Me asustó! –dijo Carolina -esta mujer parece Druppy!!! Casi me mata del susto! • Si? Así tendrás la conciencia… apúrate. así que sin poder contenerse soltó la pregunta: . checó su imagen en el espejo retrovisor y le agradó lo que vio: su lozano cutis lucía radiante y el labial rosa le daba a sus labios un toque sexi. aunque sus modales para con ella dejaban mucho que desear. Río divertida al recordar que le dijo que no le llamara jefa porque no eran pandilla. Una vez en los tribunales. haciéndolos ver llenos y apetitosos. Patricia le indicó que se retiraba y que la esperaba en el despacho a las cinco. Carolina no pudo evitar sentirse maravillada ante la eficiencia de su jefa. acaso le caía mal?.si quieres me pones el collar antipulgas y la correa y me paseas! Aughhh!!! –pensó un poco irritada mientras maldecía haberse puesto esos tacones altísimos que no la dejaban emparejar el paso con su superior. así que acomodando la elegante blusa blanca de lino.pensó Carolina para sus adentros… Carolina casi corría detrás de ella –vaya con la tipa!. me pega un susto de infarto y ahora voy detrás suyo como su mascota! . y en general. vamos con el tiempo justo –respondió Patricia apurando el paso. alrededor de las dos de la tarde. con un cielo azul de fondo en esa fría pero espléndida mañana. • Más pícara que la tuya. jejeje!. veamos: te explicaré con manzanitas: la Guía Roji es un librito. • Ah. aunque debía reconocer . Carolina salió del estacionamiento y se dirigió a buscar la famosa guía. en cada una viene un mapa. me alegra mucho enterarme ehh! –dijo Patricia mientras se encaminaba hacía su auto. o también en unos edificios donde hay muchos libros y que se llaman librerías. bah! Carolina arrancó su auto con cierta ira. hacía poco tiempo que había llegado a Puebla y apenas estaba habituándose a la comida un tanto condimentada y picante. – decía mientras se miraba por el espejo de su retrovisor. pensando que de paso aprovecharía para comer algo. y la que tu ocupas es una que sea de Puebla. • Púdrete! que le caiga un rayo. que se le pinche un caucho y de paso que la orine un perro!! –pensó Carolina mientras la veía alejarse –que rayos le pasa a esta idiota? Quién se cree?.. ya conseguiste tu guía Rojí? –preguntó repentinamente Patricia cambiando de tema • Guía?.. normalmente está en unas cosas que se llaman estantes en unas tiendas grandes. • Ah es que la mato!!!! . Era increíble que tuviera menos de 24 horas trabajando con esa histérica y estuviera con ganas de montarse al primer avión y regresar a su país. no tienes que caerme de ningún modo –respondió Patricia un tanto cortante...Si.. entiendes? –remató con sarcasmo. si entiendo. apostaba su cabeza que le daba mal sexo. pero. Tratando de controlar su enojo. neurótica pero que culpa tengo yo de que a esta loca se le vayan los tornillos!… vamos Caro respira… vamos respira corazón. se sentía muy enojada y ofendida por el trato de su jefa. ahhh! No… aún no.. • Patricia • Si? • Le caigo mal? – preguntó Carolina con cautela • Mal? No.. la voy a ahorcar un día de estos. ese librito. ehh… podría decirme que es eso? Y donde puedo conseguir una? –dijo Carolina un tanto titubeante –vaya! No me pudiste preguntar la hora? • Cómo? Aun no lo averiguas????.. pero no… por supuesto que no se dejaría intimidar por una… histérica que seguramente estaba así porque no tenía novio y si lo tenía. grandes que se llaman Samborns o Vips. por eso estaba neurasténica. no soy tarada licenciada –dijo Carolina sin ocultar su molestia por el tono sarcástico • Bravooo! Que bueno linda. con muchas hojitas.. ni bien ni mal. pues ya su estómago empezaba a protestar. ese mapa es de una colonia o zona de la ciudad. la tipa era una amargosa. estás lenta chica! A ese paso no vas a durar mucho conmigo…-respondió Patricia con cierta ironía. por supuesto que no voy a durar con ella. menos mal… nos vemos entonces en la tarde… • Si… y por cierto. donde comemos? • Mmm… tu escoge nena –dijo Sebastián • Te veo en la Fonda. recordó sus expresivos ojos y su atlética figura. Minutos antes. Preguntó a alguien que pasaba. sale? • Sale. el atuendo que llevaba hoy le había resultado por . Una vez que llegó al enorme centro comercial. y decidió buscar que comer. no quiero discutir. además… era muy bonita. donde podía encontrar un Samborns o Vips y éste le informó que en el centro comercial Angelópolis. era Sebastián: • Hola. porque la irritaba tanto? En realidad debía reconocer que su nueva pupila era bastante amable y tenía toda la disposición del mundo para hacer su trabajo. pidió un agua mineral y se dedicó a checar el menú. por supuesto. por lo que le pareció una excelente opción. había varios restaurantes. hasta en tanto no empezara a generar ingresos en su nuevo trabajo. era el lugar mas cercano donde podía encontrar uno. así que tenía que ser cuidadosa con su dinero. recordó a Carolina y se sintió un poco avergonzada con su comportamiento hacía la chica. donde andas? • Saliendo del banco. Patricia abordaba su auto justo en el momento en que su celular sonaba. por lo que decidió dirigirse hacía el lugar. aún se perdía un poco en la ciudad. como amaneció la abogada mas buenota de Puebla? –dijo Sebastián con tono jocoso • Mmmm… tienes siempre que ser tan… soez? –preguntó Patricia cortante. que es otra cosa y bueno… ya. • O sea que decirle a mi mujer que está buenota es ser soez? • No soy tu mujer Sebastián. pero sus finanzas no eran muy boyantes. sin saber porque.que le gustaba mucho. compró su guía. se malpasaba y eso a largo plazo seguro le cobraría una buena factura a su estómago. que pasó? –respondió Patricia • Hola muñeca. checó el mapa de la planta alta y vio que frente a los cines. encontrándose una de las franquicias de hamburguesas mas conocidas. así que no empieces va? • No?? Ah chingaos! Entonces que eres?? • Tu novia. éstas no eran muy sanas para la dieta. pero últimamente había abusado un poco. voy para allá preciosa. comemos? tu donde estas? • Voy saliendo del estacionamiento de Ciudad Judicial • Te late si nos vemos en la Angelópolis? • Ok. aprovecharía para comprar la famosa guía y comer algo. así que hacía allá dirigió sus pasos. Una vez que Patricia se instaló en el lugar acordado. aún cuando sexualmente podía definir a Patricia como un tanto… convencional. ok. ordenemos –concluyó Patricia.dijo alegremente • Hola.de cuando acá ves si una mujer es sensual o no al caminar? No tuvo tiempo de dar respuesta a su pregunta. Una vez que les llevaron su comida. me tienes loco y lo sabes verdad? –dijo Sebastián tomando una de sus manos • Si? Pues no se nota eh! Donde te vas con tus cuates a ver mujeres…. le gustaba esa parte de su relación. me parece mejor. tenía muchas ganas de verte preciosa • Si? Porque? –dijo Patricia con cierta suspicacia • Mmmm… será porque me encanta verte? • No se. ya! Vamos a ordenar. si bien no era tan ardiente como él hubiera querido y por lo tanto. quisiera comer en paz. • Uff! Vas a seguir con lo mismo?? Hasta cuando? –dijo Sebastián un tanto irritado • Pues seguiré mientras tu sigas haciendo de las tuyas • Ok. vine volado. . eso era algo que lo arrebataba de Patricia. recordó la primera vez que fue con ella a la cama. quién dándole un ligero beso en los labios. sorprendiéndola gratamente. me fascinas Patricia. • Hola de nuevo. Sebastián a veces no entendía a su novia. no tardaste nada • Nop. tu dime • Ahh… ps creo que es eso. los altos tacones le daban una cadencia muy… sensual a su caminar. la visualizaba como su esposa y futura madre de sus hijos.demás atractivo. podía ser una mujer encantadora en un momento y al siguiente. sus relaciones sexuales no eran tan frecuentes. eso lo tenía muy claro. pues lo llevaba con garbo haciéndola lucir espectacular. te parece –respondió su novio muy serio • Si. mientras la penetraba con fuerza. recordó lo delicioso que era tenerla desnuda debajo de él. pues justo en ese momento apareció Sebastián. sus gemidos al llevarla al orgasmo y la mirada brillante que tenía después de hacer el amor. iniciaron una charla intrascendente. las muchas noches a su lado y como lo calentaba con esa carita angelical y su cuerpo incitante. tomó asiento frente a ella. se mostraba receptiva a sus gustos y accedía de buena gana a ciertas cositas que a él lo ponían a mil. tratando ambos de pasarla lo mejor posible. ser una verdadera bruja. lo enloquecía su cuerpo. la amaba. • Que te pasa Patricia!!! –pensó sobresaltada al darse cuenta el giro que tomaban sus pensamientos. además. se escondiera un cuerpo tan exquisito. • Ah si? Pues no parece. tienes la misma cara que debió tener el lobo feroz cuando se comió a la Caperucita –respondió Patricia con suspicacia • Jajajaja! Y que cara es esa ah? –preguntó Sebastián divertido.viéndola tan seria y tan estirada. como lo apretaba mientras gemía y sobre todo. quien sabe que estás pensando o de que te estarás acordando • Te digo de que me acordé? Jejeje! –respondió éste levantando y bajando las cejas mientras la recorría con la mirada. a que te refieres –preguntó Patricia • Ps… a eso… que no seas tan… estirada! –soltó Sebastián • Estirada? O sea que así me ves? Como una estirada??? –dijo Patricia con enojo • Ups! No… solo… no se… mejor sigamos comiendo –dijo Sebastián mostrándose mas interesado en el contenido de su plato que en la charla Una vez que concluyeron la comida.. pagó y en lo que le llevaban su cambio. su mirada empezó a vagar por el lugar. con unos ojazos y un cuerpo riquísimo pasaba por el lugar. • Soltarme el pelo?. no empieces por favor –cortó en seco Patricia • Ufff! Porque eres así ehhh?? • Así como? • No se. • Nooo!!! estamos comiendo Sebastián. Sebastián pidió la cuenta. como parecía exprimirlo hasta dejarlo seco cuando en medio de deliciosos jadeos. separar sus bellas piernas y penetrarla con fuerza. esa es la cara que tienes ahora • Ah jijos! Tengo cara de lujurioso??? • Si. no pudo evitar sonreír y sentir su pene un tanto morcillón al recordar los ricos senos de su novia. • De lujurioso!. cabello castaño al hombro. • De que te ríes condenado? –dijo Patricia mirándolo fijamente • Yo? De nada –respondió Sebastián con una pícara sonrisa. pocos podían imaginar que debajo de toda esa ropa tan conservadora. unos hermosos globos firmes y duros. tirarla sobre la mesa. muy… seria… todo lo tomas tan a pecho. como buen hombre. le embriagaba esa sensación de su sexo atrapado por el de ella. con ese estilo tan clásico. clavándose en una espigada figura. una chica de unos veintitantos años. derramaba sus jugos a la par que él la llenaba de semen caliente y abundante. en ese momento le dieron ganas de despojarla de su ropa. Patricia le comentaba algunas cosas de su trabajo. coronados por un par de pezones rosas que al contacto con su lengua y sus labios. crecían y se volvían como un par de cerezas anhelantes de ser devoradas.. no pudo evitar clavar su mirada en el . deberías… no se… soltarte un poco el pelo no? –dijo Sebastián tratando de no herirla. • Sabes que? Me estás cansando… siempre es lo mismo contigo… no puedes ver carne porque te quedas con la boca abierta y te importa un pito si estoy yo presente –dijo Patricia belicosa. ya… tranquila! • Tranquilos los locos!!! Me pudre que me digas así –dijo Patricia cada vez mas enojada • Bueno. cosa que logró al quedarse la pareja discutiendo a medio pasillo. sin mucho éxito. Patricia sintió a su novio un tanto distraído. por lo que siguió la mirada de éste y descubrió el motivo de su distracción: el trasero de una mujer…. se había detenido buscando algo en su bolso. ya. sin poderlo evitar sintió como la invadía el enojo: • Sebastian! –llamó Patricia alzando la voz • Eh? Que?? –dijo éste sorprendido • Podrías ponerme atención y dejar de verle el trasero a las… mujeres???? • Yo? Cual? –respondió éste • No te hagas! Te estoy viendo! –dijo Patricia poniéndose de pie • Uhhhh… ps… si ni estoy haciendo nada –dijo Sebastián tomando su cambio y siguiendo a su enojada novia.delicioso trasero que se adivinaba debajo de los ajustados pantalones de lana que lo cubrían. discúlpame. ya resignado. buenas tardes –dijo Carolina alegremente. vaya con la araña patona! –pensó Carolina. desaparece entonces. • Ahh! Pues vine por la Guía Rojí. su nueva pupila?. perdóname si nena? –dijo Sebastián conciliador mientras intentaba abrazarla • No me toques. • Tu que haces aquí? –respondió Patricia fulminándola con la mirada.ya está atacando de nuevo! No pudo evitar sentirse malvada.. ni se te ocurra eh! –respondió Patricia alejándose mientras Sebastián la seguía. Una mujer?? Vaya! Que no era esa Carolina. bastante atractivo que intentaba. cuando alzó la vista lo primero que vio fue a su "querida" jefa enfrascada en tremenda discusión con un tipo alto. ya la conseguí –agregó con una inocente mirada y mostrándole el famoso librito. • Ok. • Hola jefa. Carolina mientras tanto. acercarse. así que apresuró el paso para alcanzarlos. solo me distraje. estoy ocupada y ya te dije que no me digas jefa! – contestó Patricia sin poder ocultar su enojo . • Ay amor! A ver. • Hola –dijo Sebastián viendo con curiosidad a Carolina.. nos vemos! Mientras Carolina veía a Sebastián prácticamente correr detrás de Patricia. ella no sería la primera en caer bajo mis encantos -pensó Caro con cierta malicia… porque realmente era muy guapa. definitivamente extrañaba la comida. trabajas con ella verdad? –dijo mientras se despedía con un ademán • Si. además. y si. si no. me llamo Sebastián –dijo éste. trabajo con ella –respondió Carolina. sexi sobre todo. añoraba a su familia. extendiendo la mano hacía la joven. salía poco con sus compañeros. y lástima que fuera hetero. no era muy dada a hacer amigos. • Mucho gusto. ufff! 24 horas al día los siete días de la semana y la haría la mujer mas feliz del mundo. era obvio que estaba furiosa. si bien no era un ratón de biblioteca. le gustó mucho como brillaban sus ojos por la ira y el balanceo de su rico trasero mientras caminaba aprisa alejándose de ahí. ella se encargaba de quitarle el mal humor. había llegado a Puebla ocho meses atrás a estudiar el último año de la licenciatura en derecho. y disfrutaba tanto como cualquier mujer de su edad ir a bailar. pasaba mucho tiempo leyendo o estudiando. la mayoría eran muy dados a beber cerveza en exceso. que acudir a los estruendosos lugares donde acostumbraban reunirse sus condiscípulos. la gran ventaja de su horario era que solamente acudía a clases por las tardes. los dejo platicando –dijo Patricia dando la media vuelta y retirándose rápidamente del lugar. y a ella le decían que era medio snob ya que prefería tomar vino tinto o blanco. Carolina –respondió con una alegre sonrisa. Pensó con cierta nostalgia que hacía casi un año que no estaba con alguien. te dejo porque mi novia ahora si que se ha enojado. igualmente. Sebastián y Carolina se quedaron parados viendo la espalda de Patricia mientras se alejaba a gran velocidad. becada por una prestigiosa universidad. En ocasiones no podía evitar sentir nostalgia por su país. debía reconocer que prefería una buena charla en algún lugar tranquilo degustando una rica tabla de quesos acompañada por su adorado vino. • Bueno. Carolina se consideraba una chica un tanto reservada. • Mucho gusto. . pues si bien no podía quejarse del trato que los mexicanos en general le daban. nos vemos ah? Espero verte pronto. no pudo evitar pensar con cierta malicia. que al pobre hombre le toco la reina de las cuaimas!!. así que Sebastián reaccionó primero: • Mucho gusto Carolina. por lo que contaba con las mañanas para trabajar. que definitivamente su jefa era una histérica. vivía sola en un pequeño departamento en la zona cercana a su centro de estudios. anhelaba comer unas deliciosas arepas y por supuesto. Más tranquila por haber llegado a esa conclusión vio su reloj y se dio cuenta que apenas eran las cuatro y media de la tarde. primero al obtener su beca completa y luego por haber conseguido trabajo en el despacho del Dr. pensó que algo le estaba pasando. y le daba mucho gusto formar parte del equipo de trabajo de ese lugar. pensó que mas afortunada sería si la bruja de Patricia la tratara de otra forma. pues sabía que ese era uno de los despachos con mas prestigio en la ciudad. con quien tenía una excelente relación. cepilló su cabello y después de quedar satisfecha con su imagen.especialmente a su madre. si… eso es! – reflexionó intentando convencerse que por esa razón se había sentido tan enojada.. uno de sus maestros la había recomendado con éste.a ti que diablos te importa quien ve o quien no ve a Carolina???. hoy por la tarde.. se puso un poco de perfume. está bueno –pensó algo divertida. Patricia ya había llegado al despacho. aprovecharía para preguntarle al resto de sus compañeros pasantes si con ellos también se portaba igual de grosera y prepotente. Montes de la Yglesia. salió rumbo al privado de su . se sentía un tanto somnolienta..que cosas se te ocurren Carolina.. pues tenía clases a partir de las 4 de la tarde. no quiso ni imaginarse que le hubiera dicho. Cómo???? Patricia!! Que te está pasando??? –pensó asustada por el rumbo inesperado que tomaron sus pensamientos. se encontraba profundamente dormida. Por qué estaba tan irritable? Por qué Sebastián la sacaba de quicio por cualquier cosa? Sería que se le había acabado el amor por él? Acabado?. mmm…. con cierta preocupación recordó que no le había dicho aún a su horrible jefa que solo podía acudir al despacho por las mañanas. Carolina llegó diez minutos antes de la hora esperada. así que acudió a su cubículo a dejar su bolsa. y Carolina… mmm… realmente se veía muy linda hoy… no pudo evitar molestarse cuando se percató de la mirada lasciva de Sebastián sobre ella… hombre tenía que ser!. Mientras caminaba hacía donde había dejado estacionado su pequeño auto. se retocó el maquillaje.. tal como lo hizo con el tipo con el que discutía… vaya con el tipito. pero por Sebastián claro!. En realidad si me importa. jijiji! –yo si se lo trato de quitar yo con una buena cogida? –jajaja. pensó que debió decirle cuando la citó a las cinco pero así como se puso de pesada por la famosa guía. la bruja era muy capaz de gritonearle a medio estacionamiento. Se sentía muy afortunada por la gran oportunidad que se le había presentado. se encerró en su privado y se recostó en el cómodo sillón. así que pensó que quizá era buena idea tomarse una pequeña siesta… minutos después.pero lástima porque se ve que no le quita el mal humor a esa frígida. aún no podía creer que la hubiera aceptado. esa mujer es seguro que te da un coñazo al primer intento que hagas de besarla. Alguna vez lo sintió?. así que tocó. su sueño se vio invadido por la imagen de una bella mujer de hermosos ojos. pensando en lo rico que debían saber esos labios. pero en un destello de inspiración atinó a responderle: • Perdón licenciada. . de verdad no fue mi intención incomodarla! • Que te pasa?. los 1. tenía los labios entreabiertos y una expresión tan sexi que sin poderse contener. en lugar de retirarse y regresar mas tarde. podía sentir su aliento tibio y perfumado bañando su rostro. decidió abrir la puerta y asomarse. recordando la última vez que entró y terminó regañada. pasó a la oficina. mientras un estremecimiento la recorría. como se te ocurre semejante estupidez eh! –dijo Patricia no muy convencida. solo quería ver si estaba respirando –Ay dios me va a matar esta loca! es la excusa mas estúpida que has podido inventarte! • Desmayada??. era tan real la imagen de su hermoso rostro casi pegado al suyo. sin poderlo evitar dejó que su mirada recorriera el espigado cuerpo de Patricia. le sorprendió verla apaciblemente dormida. las delgadas y bien delineadas cejas. se inclinó sobre la hermosa mujer. por lo que Carolina pudo admirar el nacimiento de los hermosos senos y apreciar su tamaño en todo su esplendor.superior. abrió los ojos deseando llenarlos con esa visión que la prendía tanto. –dijo una tartamudeante y sorprendida Carolina- yo… lo siento.70 metros de altura de Patricia se cernían sobre ella amenazadoramente. excitándola y haciéndola desear comerse esa boca. pensé que estaba desmayada pues le hablé y no reaccionaba. pensó que la golpearía. justo antes de que éstos entraran en contacto. por lo que sin apenas darse cuenta. Yo…. saludó a Blanca. era increíble lo bella que se veía dormida. se quedó profundamente dormida. Patricia abrió los ojos. y fue hasta ese momento que un destello de lucidez la golpeó con fuerza: no estaba soñando! • Que demonios crees que estás haciendo. al no recibir respuesta. la boca carnosa la invitaba a besarla así que en un acto irreflexivo. observándola con atención. que no pudo evitar pensar qué sentiría al besar esos carnosos y húmedos labios. sus pómulos parecían de modelo y tenía una piel que se antojaba acariciar.. anheló sentir esa suavidad viajando por sus labios. estás loca??? –dijo Patricia poniéndose de pie violentamente Carolina sintió que las piernas se le doblaban. se acercó al sofá donde plácidamente descansaba su jefa. le gustaba su cabello. ésta había desabrochado los botones superiores de su blusa y se había quitado el elegante saco. Patricia fue vencida por el cansancio. quién le dijo que Patricia estaba dentro. carajo! • Ahh… Patricia…. Eso es….. déjame sola. • Mira. Basta!!!!!. cubrió su rostro con las manos intentando recuperar la calma.. basta!.. • Ahh..o que cree Usted que sucedió entonces? Creyó que tenía otras intenciones? • No se!. sabes que. Me incliné a ver si respiraba y en eso abrió los ojos y empezó a gritarme! – Dios… que me crea! • Sabes que Carolina. anda. de verdad. ya…. así fuera mi salvación! eso me gano por preocuparme por Usted. • Basta Patricia!. pero insisto. se sentía en medio de un torbellino de emociones. por un lado. que rayos había intentado esa… niña??? y por otro. le hablé y nada. • Largo!!!!! –gritó Patricia Una vez a solas. no quería que éstos estuvieran expuestos a la nerviosa mirada de su pupila. así que ya me voy!. vete. así que me asusté… • Aja! Y luego? –cuestionó Patricia cruzando los brazos al sentir sus pezones duros. si…. así que por ese lado puede sentirse tranquila. y luego parecía que no respiraba. que pretendías… acaso… ufff! Que te pasa ah??? – insistió Patricia sintiéndose cada vez mas enojada • Yo???. o si?. se sentía absolutamente confundida por la humedad que sentía en su palpitante vagina. me acerqué. pues….. que te está pasando. me gusta Carolina!!!!.que creyó? Que la besaría??? Por favor!!! Jamás haría semejante cosa! –remató. Vete. y pensé que dormía.. vete!!!! Luego hablamos. así que desaparece de aquí inmediatamente!– indicó Patricia • Licenciada. que se la ha pasado gritándome desde que llegué. y sus senos llenos. estaba furiosa con Carolina. Patricia ocupó su lugar detrás del amplio escritorio.. ni bisexual!. tu dime. tu no eres lesbiana. como Blanca dijo que estaba aquí dentro me asomé y la vi ahí. los pezones duros. recalcándolo. no te creo nada. cuando se percató que el que le dijera que jamás le daría un beso.dijo Carolina con tono indignado mientras se retiraba.. había hecho que se sintiera mas indignada aún. aterrada se dio cuenta que había deseado que su pupila la besara y se aterró aun mas. JAMAS LE DARIA UN BESO. no se sulfure. eso fue lo que pasó –respondió Carolina recuperando un poco el aplomo. porque se había excitado así??.. lárgate!... fuera! –concluyó Patricia alzando la voz • Ok. la desconcertaban. ya me voy. . ok.. por supuesto que nada! Como se le ocurre!!!! No me pasa nada Patricia! –dijo Carolina.por eso me pongo así…. • Pues es que toqué varias veces. Nooo! Claro que no… ya se! Me hace falta sexo. mmm…. Mientras tanto. Carolina había llegado a su cubículo. solo quiero… mmm… ya sabes –dijo intentando sonar coqueta • Que quieres bella? • TE NECESITO.. levantó el auricular del teléfono y le marcó a Sebastián: • Que pasó nena. Blanca. está la lic? • No… tiene rato que se fue… necesitas algo –preguntó cordialmente la aludida que se encontraba ya recogiendo sus cosas. por lo que decidió retirarse. intentando distraerse un poco.. hola. Con esa histérica!.La verdad no entiendo su reacción. • Ahh! Pues… no… solo preguntarle mañana a que hora quiere que esté aquí la verdad es que no se me ocurrió preguntarle y a eso regresé • Si gustas te doy su número de celular. aun sigues enojada? • No. que bruta eres!!!! No pudo evitar sentirse un poco temerosa ante las consecuencias de sus actos. podrías venir por mí? • Si claro. decidió ponerse a trabajar. una pregunta –dijo dudosa Carolina • Dime • La lic siempre tiene ese genio tan… particular? • Tan particular? • Aja. gracias amor. pero… y si Patricia la acusaba con su muy estirado jefe? Que haría ella entonces?.Sin pensarlo dos veces. quizá no pasaría a mayores lo sucedido. como si siempre estuviera de muy mal humor . mejor vengo temprano • Si? • Si….ufff! Por un pelo Caro. se sentía terriblemente nerviosa y algo irritada con ella misma. Sebastián. llama y pregúntale directamente. ahora voy llego en unos veinte minutos vale? –respondió Sebastián alegremente • Si. en que diablos estaba pensando cuando se acercó tanto a su jefa??. • Mmm… no.. mmm) – pensó maliciosamente.. carajo Carolina! Estás con las hormonas desatadas! Y justo se te ocurre…. no sin antes pasar a ver a su jefa: • Blanca.. vio que ya eran casi las ocho. Unas horas después. puedes venir por favor? • Si. que pasó? • Nada. que coño es lo que te pasa no llevas ni tres días aquí y ya estas cometiendo errores!!! podía ponerla de patitas en la calle si eso quería y la única perjudicada sería ella. aunque… es una mujer muy hermosa… NO Carolina! No puedes arriesgarte de esa forma!. si solo no hubiera despertado. por lo que cuando sintió que le abría los botones de la camisa con desesperación.. • De malas? Para nada… tiene un carácter muy agradable. mañana me vengo en taxi • Ok. que rico! Patricia rara vez tomaba la iniciativa. que traes? Te veo alterada • No tengo nada. pero en general. pero ya luego se relaja. claro no me considero monedita de oro para caerle bien a las personas pero tampoco soy tan pedante. a mi me gusta trabajar para ella • Ahhh! Pues… espero poder opinar pronto lo mismo… a mi me trae a raya • Bueno. hasta mañana. hummm…. respondiéndole de igual forma. suele ser un poco explosiva. con casi todos los pasantes. Este… nada… solo no me tiene paciencia –dijo Carolina enrojeciendo. para nada.. pero sinceramente. así que no te dejes asustar… por cierto… hace rato la oí que gritaba y te vi salir casi corriendo… que pasó si se puede saber? –preguntó Blanca con curiosidad • Eh??. . nos vemos mañana sale? –dijo Blanca despidiéndose de ella. quién la esperaba a la entrada de éstas a bordo de su enorme camioneta. se sintió mas que satisfecho. Patricia había salido apresuradamente de la oficina. buscando su boca. a donde quieres ir? • Podríamos ir a mi departamento? Tengo ganas de… estar contigo –dijo Patricia mientras besaba el cuello de Sebastián • Wow! Vamos entonces! –dijo éste algo sorprendido de la reacción de Patricia Una vez en el departamento. • Si??.. es muy agradable en su trato. éste se sentía un poco desconcertado ante el comportamiento poco usual de su novia. los primeros días los trae como soldados. la despojó de su ropa con rapidez. hummm… pues yo no conozco esa faceta de ella… creo que no le caigo muy bien. tiene mucho trabajo y como le turnaron un asunto muy fuerte. • Jajaja! Está bien. que descanses. • Si. • Hola preciosa. bueno… si así era. alcanzando a Sebastián... mientras devoraba su boca. sería acaso que se sentía culpable por haber peleado en la tarde por una tontería?. creo que ha estado algo presionada. vámonos si? • Y tu auto? • Ahí que se quede. arañando su pecho y pegando su cuerpo al suyo. Patricia abrazó con fuerza a Sebastián. quizá por eso está así. te dejo ya chica porque me espera mi marido. como para que mi presencia la disguste tanto • Jajaja! No. Horas antes. la Lic Patricia es muy agradable. es normal. continúo su viaje hacía el sur. separando sus piernas . lamiendo. su hermosa boca tan cerca de la suya. Patricia mientras tanto. intentando alejar a Carolina de su mente. le calentó mucho su olor y sobre todo. y sin poderse contener. sabía que eso le gustaba. chupando. ambos completamente desnudos. por favor! La tomó por el trasero y la cargó. chupó y gozó del olor a hembra que exudaba el sexo caliente de su novia. gritando sin poder controlar esa lujuria que la invadía. cerraba los ojos y no pudo evitar ver la figura de Carolina. mientras jalaba sus pezones. apretaba su trasero contra él. mientras continuaba chupándola con fuerza. frotándose impúdicamente y gimiendo. frotando su masculinidad contra el vientre de su novia. pero cuando recordó la manera en que movía sus caderas al caminar y su rico trasero. sintiendo en su vientre una oleada caliente que la arrastraba. por lo que en un rápido movimiento. Sebastián se dirigió hacia la habitación y una vez ahí. movía furiosamente su cadera. lo puso aún mas caliente. detonó un estremecimiento que la recorrió toda. se imaginó que la boca que la devoraba era la de ella. metió sus dedos en la rica y apretada cueva. sus senos. quién gemía excitada al contacto de su lengua en los pezones duros e hinchados. • Cógeme Sebastian. explotó en un escandaloso orgasmo en la boca de su novio. estoy muy caliente! –dijo Patricia mientras desabrochaba los jeans de Sebastián buscando su sexo ya duro por la excitación • Si nena? Que rica! Te voy a comer primero mamacita –respondió despojándose del resto de su ropa • Siii. cuando su boca golosa alcanzó el palpitante botón de Patricia. su cuello y sus orejas. sentía como la recorría una especie de choque eléctrico. que la calentaba de una forma desconocida. y mientras lo hacía. lamio. cógeme ya por favor. el haber sentido su aliento mezclándose con el suyo. frotándose con salvajismo contra la boca de Sebastián. • Ahhhh! Siiii…. bebió los ricos y dulzones jugos que imparables manaban a cada estímulo de su lengua. se excitó aún mas. mordisqueando el vientre y el pubis de la hermosa hembra que ya sin control retorcía su cuerpo bajo el suyo.besándola y mordisqueando sus labios. haciendo que Sebastián se sintiera cada vez mas excitado. enredando Patricia sus piernas contra él. hazlo. tomó los tobillos de su novia. oír a Patricia gritar mientras su orgasmo la dominaba. necesito sentir a mi macho cogiéndome. esos labios carnosos comiéndose su vagina eran una visión demasiado excitante. devoró el cuerpo húmedo y caliente de su novia. Que ricoooooo… ahhhhhhhhh!! Sebastián se vio súbitamente bañado por un torrente de jugos tibios y abundantes. no hicieron sino calentarlo mas.y la visión de esa vagina roja y mojada. prácticamente le había saltado encima y aunque eso halagaba su ego masculino. caía al descuido sobre sus mejillas. pero había sentido que Patricia lo utilizó. Bueno. pero la neta se me hizo raro • La neta? Uy contigo y tu lenguaje de camionero • Uff! Ya vas a empezar???. por lo que penetrándola una y otra vez con fuerza. Patricia intentaba recuperar la respiración después de la intensidad de lo vivido. mezclándose con los jugos tibios que brotaban imparables ante un nuevo orgasmo. tenía las mejillas sonrojadas y los labios se veían turgentes y apetitosos después de tanto beso. siempre te quejas de que soy fría. había sentido que…. no salía de su asombro ante el comportamiento poco usual de su novia. darse cuenta que se había excitado de una manera que nunca había sentido. estaba en completo shock. • Ps… no se… ahora que te pasó? • Que me pasó de que? • Casi me violas! • Mmm… quién te entiende Sebastián. le costaba mucho entender porque Carolina había aparecido en sus pensamientos en los momentos previos a su orgasmo y más aún. ambos se quedaron inmóviles. era una locura. con poderosos chorros de leche caliente y espesa que bañaron la vagina palpitante. fijó su mirada en esos ojos que lo embrujaban y preguntó: • Que tienes preciosa? • Eh? –respondió Patricia distraída • Te siento… no se… rara • Rara? Por qué? –dijo poniéndose a la defensiva. la sintió físicamente con él. las uñas de Patricia clavándose en su espalda y sus nalgas. volteó hacía ella y vio su expresión. sorprendiéndose ante la confusión que reflejaban sus bellos ojos aceitunados. lo llevó a clavar de un solo golpe su hombría en ella. Sudorosos. retirando un mecho castaño. Sebastián mientras tanto. una ligera capa de sudor cubría el hermoso rostro y el cabello revuelto. mejor dame un besito anda –dijo Sebastián intentando besarla . sintió su verga dura y caliente abrazada por completo por esa rica cavidad que parecía quererlo exprimir. arrancándole nuevos gemidos que lo llevaron a explotar. pero emocionalmente totalmente lejana. pero en un momento dado. buscando con ello ahuyentar sus dudas y sobre todo.. bla bla y hoy me dices que te quiero violar! • Me encantó que lo hicieras. no sabía bien a bien que era. buscando una paz que últimamente se negaba a llegar. se acurrucó junto a Sebastián. mordisqueaba su garganta. había logrado enterrar en lo mas profundo de su mente. maldita la hora que su jefe se la había asignado. a ver… veamos… somos amigos recuerdas?. no eres tu… es solo que… me he estado replanteando algunas cosas desde hace un tiempo y… • Quieres terminar conmigo? –dijo Sebastián interrumpiéndola abruptamente • Noo… yo… solo… dame espacio si? Por favor… solo eso –respondió Patricia intentando sonar conciliadora. estaba aterrada ante lo que sentía con su simple cercanía. reconoció que eso era lo que hacía que fuera grosera con ella. sobresaltándola.. como sintió el aliento tibio de la hermosa venezolana acariciando sus labios… cerró los ojos y pasó sus dedos apenas rozando su boca. • No. vas a entrar al baño? • No. sentía el cuerpo helado... por lo que terminó de lavarse las manos y salió a la habitación. voy al baño –dijo Patricia zafándose de los fuertes brazos de su novio y casi corriendo. • Dame un minuto. se sentía culpable. no. Patricia vio su rostro sonrojado y sus ojos brillantes. recordó la impresión que se llevó en la tarde cuando abrió los ojos y vio la carnosa boca casi tocando la suya. Carolina había detonado su reaparición. un demonio que hacía muchos años había aparecido en su vida y que a base de negar su existencia. Una vez en el sanitario. se sentía fatal. solo vi que tardabas mucho y pensé que tal ves necesitabas ayuda • Ayuda? No. era impresionante la química que sentía hacía Carolina. • Seguimos jugando preciosa? Tengo ganas de ti –dijo Sebastián abrazándola • No… perdón… me empezó a doler la cabeza…Sebastián… • Dime • Podrías… dejarme sola… no me siento bien –dijo Patricia • Por qué chiquita?. la había lanzado a una vorágine de sentimientos encontrados que no sabía como manejar. pero que hoy surgía con mas fuerza que nunca. pensó que era increíble que unos días antes ni siquiera sabía de su existencia y ahora. buscó refugio en el baño. que te está pasando nena? –respondió Sebastián mientras la atraía hacía su cuerpo. . para nada –respondió Patricia acomodándose en su tibia pijama. • No se… sabes? Me siento… confundida… -dijo Patricia con cautela • Confundida? Cómo está eso?. es conmigo? Ya no te sientes bien conmigo – preguntó Sebastián un tanto alarmado. sintiendo un delicioso cosquilleo ante la sola idea de recibir un beso de ella… los toquidos de Sebastián la sacaron de sus reflexiones. gracias. pues debía reconocer que había utilizado a Sebastián en un desesperado intento de sacudirse ese demonio que la perseguía. porque rayos tenía que haber aparecido esa jovencita en su vida?.. • Estás bien nena? • Si. su última novia. no te voy a rogar. • Mira. por mas que intentaba alejar a Carolina de su mente. el sueño la fue venciendo. mejor me voy. no te pongas asi… son cosas… de mujeres… no se… tal vez mis hormonas o que se yo… no te enojes! –respondió Patricia alzando un poco el tono.. has lo que gustes. amándose sin tregua. al diablo contigo carajo! Cuando se te pasen las confusiones. la había conocido al ingresar a la universidad y se había enamorado hasta las orejas de ella. me hablas a ver si tengo ganas y tiempo ah! –remató Sebastián abandonando la habitación El fuerte portazo que dio su novio al salir del departamento. en lo que decides que hacen tus hormonas y piensas que quieres. estas zafada o que?.Que horror cuando abrió los ojos!!! Sentí que el estómago se me pegaba a la cabeza!!!. porque se indignó tanto si ni le hice nada? Mientras daba vueltas en la cama intentando conciliar el sueño. atormentándola. sabes que?. no tengo ganas de discutir contigo –concluyó Patricia yéndose a encerrar al baño. le indicó a Patricia que se encontraba sola. había llegado ya a su pequeño departamento. por lo que abandonó el helado sanitario y se acurrucó bajo sus sábanas y la tibia cobija de lana que cubría su cuerpo y su cama como un amante protector. por favor. siempre que se dejaba llevar por sus impulsos. su corazón se encogió un poco al recordar el momento en que supo que tendría que transportarse a Puebla y la . • Carajo Carolina. ese desasosiego. óyelo bien: ME ENCABRONA tu actitud! –respondió Sebastián vistiéndose apresuradamente- así que me largó va? • Ok. sintió su piel erizarse al recordar los apasionados fines de semana que pasaban juntas. • Sabes que? No te entiendo! Quien entiende a las mujeres chingaos! –dijo Sebastián alterándose • Sebastián. no sabía porque sentía esa… inquietud. todo el camino a casa había ido pensando en las consecuencias que tendría su acción. y ese pretexto!! Ufff! Dudo que me haya creído nada… aunque… pensándolo bien. apenas dándose un poco de tiempo para medio comer algo.. lentamente. como se te ocurrió pegártele al ogro malo que tienes por jefa? a esa bruja sin escoba casi la besas! -Pensó preocupada. ésta irremediablemente regresaba. • Si.. se metía en líos. Carolina no pudo menos que recordar un poco de su vida en su tierra natal. recordó con un poco de tristeza a Romina. realmente se sentía tan confundida. había sido una locura acercarse tanto a Patricia. se sentía terriblemente inquieta y preocupada. Carolina mientras tanto. me encabrona. casi podía apostar que eso le había sucedido con Patricia. estaba en un país extraño. Era obvio que Romina no esperaría. era olvidarse del asunto. el momento aquel. era hora que no tenía noticias de Romina y descubrió con cierta sorpresa. inexplicablemente. pero a pesar de todo eso. sentía que el corazón le palpitaba a mil por hora y que se perdía observándola. pero… no podía negar que había cierta química. después de todo.pésima reacción de Romina. no era un proceso fácil. la nostalgia la invadió cuando evocó a su primera novia a los 15 años y no pudo evitar sentirse un tanto pícara cuando vino a su memoria esa primera vez en la cama con una chica a los 18 años. cuando apenas era una cría de 12 años. Inesperadamente. Pensó que todo lo que estaba pasándole se debía a que se sentía un poco sola. pero aún era joven y ya habría tiempo para todo eso. pues sabía que estaba pisando un hilo muy delgado que en cualquier momento podía romperse y que definitivamente. después de algunas semanas se pondría en contacto con ella. evitar por completo cualquier contacto físico con su jefa. lejos de sus amigos y su familia. pero se equivocó. propiedad de una de sus vecinitas. Hacía mucho tiempo que había pasado por la etapa de la auto aceptación. le fascinaba físicamente. fue clarísima al decirle que ella no estaba para esperar a nadie y dio por terminada su relación. sabía muy bien que no era algo que se aceptara muy fácilmente y si bien ya había pasado por esa primera fase de reconocimiento pleno y aceptación hacía sus preferencias. aún veía lejano el día de llegar a la etapa de salir del clóset ante su familia. cuando estaba en su presencia. concentrarse en sus labores como pasante en el despacho y sobre todo. no le importaría gritarlo a los cuatro vientos y que el mundo rodara si quería. pero si creyera. recordó con cierto dejo divertido. y así era mejor pues consideraba que no tenía sentido inquietar a su madre sobre todo. ni hablar de salir ante el resto de la gente. pero Carolina había tenido la esperanza de que al no verla. la mas afectada sería ella. lo único que si tenía claro era que el día que se enamorara y fuera correspondida al cien. en un principio le había caído fatal por grosera y prepotente. le había tocado por jefa. sin darle la menor oportunidad de nada. le gustaba mucho físicamente y aún cuando solo la había tratado un día algo tenía que la atraía como la araña a la mosca. Ella jamás había creído en esa vaina del amor a primera vista. sabía perfecto que aceptar que te gustan las chicas cuando tu misma eres una. su familia aún no sabía nada sobre sus preferencias. y que por primera vez sus labios habían tocado una boca femenina. y de pilón. . Patricia volvió a su mente. que ya no le dolía tanto como al principio recordarla. era increíble que unos días antes ni siquiera sabía de su existencia y hoy. simple y llanamente era incapaz de pensar con claridad. concluyó que lo mejor que podía hacer. ya que a ocho meses de su salida de Venezuela. no se podía sacudir su presencia. pidiéndole a Blanca que los reuniera de inmediato en la sala de juntas pues . últimamente discutían a cada rato y tenía serias dudas sobre sus sentimientos hacía él. se le quitaría la modorra que sentía. lo ocurrido el día anterior la había sacudido un poco. No… eso no definía esa sensación que la invadía cuando tenía cerca a Carolina. pero al ver quién ocupaba el vehículo. ese día amaneció especialmente frio. es linda. cuando recordó lo descompuesta que se había puesto Patricia. que la acusara con el titular porque entonces si. después de un baño con agua tibia que la medio despabiló. pensó un tanto divertida. ahora que vas a hacer? –pensó con cierta tristeza mientras era vencida por el sueño. igual era voluble. pues definitivamente era una locura esa extraña… atracción?. Como para pegarle tremendo beso y bajarle la arrechera –pensó mientras buscaba donde dejar su vehículo. No pudo evitar una sonrisa a pesar de su preocupación. quién enfundada en un elegante abrigo color arena. preguntó por Carolina y algunos de los otros pasantes. con ganas de quedarse debajo de ellas toda la mañana. la realidad la estaba golpeando: su relación tenía graves problemas y ni ella ni él se habían dado cuenta o bien. así que si la conocía más. lo botó de un manotazo. se dirigió con paso firme hacía sus oficinas. su molestia desapareció como por arte de magia. No permitiría que una locura la inquietara. por lo que cuando el estruendoso timbre del despertador sonó a las seis de la mañana. pensó que era una lástima que el café no le gustara. no cabía duda que la que es linda. Después de mucho pensarlo llegó a la conclusión de que quizá lo único que sentía era un poco de curiosidad por la hermosa pupila. pedante e insoportable. y rogándole a Dios que no la corriera o peor aún. por lo que haciendo un gran esfuerzo decidió levantarse.. pero ella no era de las que se amilanaban por cualquier cosa. podía ir despidiéndose de su recién estrenado trabajo. seguramente con uno bien caliente y cargado. Carolina durmió poco y mal. descendiendo de él Patricia.una completa chiflada que si bien estaba buenísima. pues ahora tendría que dar algunas vueltas. esa curiosidad se le quitaría y asunto solucionado. El taxi se detuvo frente a la entrada de la antigua casa. justo en el momento en que un taxi se detuvo en donde pensaba estacionar –Mierda con este tipo! –pensó Carolina algo molesta.. Una vez instalada en sus oficinas. acomodándose entre sus tibias cobijas. debía reconocer que también se encontraba un poco inquieta por el rumbo que había tomado su relación con Sebastián. además. iba pensando algo preocupada en como la trataría su histérica jefa. al recordar lo hermosa que se veía toda sonrojada y furiosa. mientras se dirigía hacía su trabajo. no habían querido aceptar lo que estaba pasando. • El Apocalípsis se te adelantó Caro. . • Si Lic. pues… chévere. de verdad que no tenía ninguna mala intención. que se traerá?.ahora si estoy lucida con ésta. no me puedo quejar. verá… -respondió atropelladamente Carolina. • No me interrumpas si?. • Carolina. Vaya! –pensó Carolina. • Si? De que? –preguntó Carolina • No lo se. pero ahí voy –respondió con seriedad • Muy bien. y no sea que me regañe por llegar tarde. Carolina mientras tanto. y se dio cuenta que con todos era bastante cordial en su trato y si bien con ella no se portó grosera. para darles instrucciones –dijo Blanca apresurando el paso • Ok. si se portó un tanto indiferente y fría. necesito hablar contigo –dijo Patricia repentinamente cuando ésta abandonaba ya la sala. todos salieron con instrucciones y se dirigieron a sus actividades. • Ya te acomodaste con tus compañeros?. • Ah. aunque aún no conozco a todos. espera. vete a la sala de juntas. mientras la observaba fueron llegando el resto de sus compañeros. siéntate de nuevo y escúchame –dijo Patricia en tono imperativo . espero que tengas una buena relación con todos –dijo Patricia regresando a la lectura de sus documentos. voy para allá.necesitaba dar instrucciones. solo dijo que los reuniera ahí de inmediato. gracias. por eso el apuro • Pues ni corras tanto a tu lugar.. por fin había logrado acomodar su auto y se dirigía hacía su cubículo cuando prácticamente tropezó con Blanca: • Chica! Porque tan apurada? –preguntó Blanca • Ya vi a la ogra mala. después de una hora. como te recibieron? –preguntó Patricia mirando fijamente a Carolina. quiere hablar con todos. dígame –respondió Carolina un tanto nerviosa • Respecto a lo de ayer… • Perdón. Patricia se encontraba ya sentada en la cabecera de la enorme mesa de juntas revisando unos documentos cuando Carolina hizo su aparición: • Buenos días licenciada–saludó Carolina con cautela • Buenos días Carolina –respondió cordialmente Patricia • Mmm… ahora ésta que se trae?? –pensó Carolina un tanto sorprendida ante la amable sonrisa de su jefa. Soy toda suya por la mañana –dijo Carolina • Ah!.. me llamó la atención tu… blusa –uff! Patricia pareces tonta se dijo a sí misma. • Pasa algo Lic. mientras tanto. • Ah! Si claro! • Ok. • Ok. entonces olvidemos el asunto y tratemos de llevar la fiesta en paz.Que te pasa? Porque te pones así mujer!? • Mmm… bien.. se había propuesto no .. a qué hora vas a clases? • Ahh… que bueno que toca el tema. está bien – dijo Patricia sonrojándose de nuevo.. esto es una locura chica! –se dijo.. Carolina se desplomaba en su cubículo. bueno me voy! –dijo Carolina súbitamente sonrojada. saliendo rápidamente del lugar. vale? – dijo Patricia sintiéndose un tanto irritada sin saber porque • Si claro! –dijo Carolina con su mejor sonrisa • Respecto a tu horario. • Uh… no Lic. veamos: creo que hemos empezado muy mal nuestra…. si no hay mas que tratar. perdón. entro a las cuatro de la tarde • Perfecto. • Ah.? –preguntó Carolina al sentirse observada • Eh?. yo jamás haría algo semejante… -respondió Carolina sorprendida ante el rubor que cubrió el hermoso rostro de su jefa. pensando que la mirada que su jefa le había lanzado. Toda esa semana transcurrió sin incidentes entre ambas. aunque Patricia no podía evitar cierto nerviosismo cuando tenía enfrente a su pupila. • Si? Le gusta? • Mucho –respondió con cierta malicia sin pensarlo.déjate de tonteras y ponte a trabajar que buena falta te hace la plata que te pagaran y si sigues soñando con tu jefa. mas que denotar curiosidad por su blusa había sido una caricia sobre su cuerpo. pues casi pudo sentir como si la tocara. Relación laboral… y no es posible trabajar en esas condiciones… así que… empezamos de cero si?. te pondrán de patitas en la calle. uff! Que horror conmigo!! -pensó un tanto confundida.Se preguntó. yo tengo un carácter difícil y últimamente he estado presionada… ayer quizá exageré un poco mi reacción pero… pensé que me besarías –dijo Patricia sonrojándose –Dios! Que acabo de decir? . solo trata de no ser tan… no se… atolondrada. no. Patricia la observó salir y lo último que vio fue la esbelta espalda de Carolina y el lugar donde ésta perdía su nombre mientras abandonaba la sala. entonces cuento contigo en las mañanas? • Si lic. no. te parece?. me puedo ir? –preguntó Carolina sintiendo un súbito calor recorrerla • Si –respondió Patricia recorriendo con la mirada a su hermosa auxiliar. cómodamente acurrucada debajo de sus cobijas. se veía un tanto demacrada y pensó que tal vez debía dormir mas horas y dejar de pensar tanto. digo… mujer!. a pesar de que luchaba por mantenerlos así. . pero era innegable que ésta le provocaba ciertas reacciones que no le gustaban. pensó un tanto divertida en qué diría su elegante y estirado jefe o su séquito de colaboradores o peor aun. • Ah! Mucho gusto. el olor de su perfume la excitaba. abrazó su cojín predilecto. al llegar a su departamento. cerca de Ciudad Universitaria. sus demonios interiores se despertaban. –medio atinó a responder Patricia sonrojándose • Jajajaj! Vaya hombre!. una vez que se acomodó en su cama. Una de tantas noches. éstos insistían en surgir con mayor fuerza cada vez. no podía evitar sentirse inquieta. si la vieran abrazando un cojín amarillo chillón con la figura de Bob Esponja… bueno… dicen que todos llevamos un niño dentro –se dijo a modo de justificación. hacía ya una semana que había discutido con Sebastián y éste ni por error le había marcado o enviado un mensaje. sus colegas. no podía dormir. no pudo evitar sonreír cuando recordó la forma tan accidentada como se conocieron: un domingo cualquiera ella sacaba la basura en una pequeña bolsa y él hacía lo propio. solo que su indiscreta bolsa tuvo el mal tino de desfondarse y dejar desparramado su contenido. ella aún era una joven estudiante de la carrera de derecho.irritarse ni gritarle. no hay problema… me llamo Sebastián y tu? –dijo el guapo vecino mientras extendía cordialmente la mano. dormidos y lejos de su vida. y lo peor: un empaque de condones que quedó despaturrado descaradamente encima del resto de la basura: • Vaya! Usamos la misma marca –dijo Sebastián recogiendo la caja vacía – salen buenos eh? • Ahhh! Psss… yo…. sus indiscretos ojos recorrían sus curvas cuando pensaba que no se daba cuenta y lo peor de todo era que por mas que lo intentaba. Patricia se sentía inquieta. con 21 años y él un recién egresado de la carrera de ingeniería que llegó a vivir en el pequeño edifico de departamentos ubicado en San Manuel. exhibiendo ante los divertidos ojos de su actual novio.sin poderlo evitar. servilletas. sus inquietos ojos le devolvieron la mirada a través del indiscreto espejo de su vestidor. la intimidad de su basura: algunos empaques de comida. se dio cuenta que era mas fácil tener la intención que hacerlo. acostada de lado. su indisciplinada mente empezó a divagar. sentía su piel erizarse cuando Carolina se le acercaba. después de desmaquillar su rostro. este… me llamo Patricia –respondió ésta sintiendo el firme pero amable apretón en su mano derecha. Recordó cuando conoció a Sebastián hacía casi siete años. pañuelos faciales. así que empezó a intentar llevársela a la cama. A Sebastián le encantaba su muy seria y recatada vecinita. sin apenas darse cuenta empezaron a ser amigos. Patricia se despidió rápidamente de Sebastián.hoy quieren una cosa y mañana otra. aunado a su comportamiento de días anteriores donde prácticamente le saltó encima. • No te preocupes. a Sebastián no le quedó más remedio que hacer . Reflexionó que quizá a sus 33 años ya era el momento de sentar cabeza. insistió una y otra vez durante meses. se daría cuenta que lo amaba y se compondrían las cosas entre ellos. dejaría sola a Patricia. no… como crees! Deja eso! –dijo Patricia sintiéndose cada vez mas apenada al ver al vecino levantando su basura. acaso había otro hombre en su vida? Por eso su novia estaba así? Estaba viviendo una aventura?. después de… Patricia ahuyentó de inmediato los demonios que amenazaban su tranquilidad. Pasados casi diez días desde el pleito y ante el hecho de que por lo visto Patricia no tenía la menor intención de llamarlo. por lo que desistió de sus intentos y se conformó con ser su amigo durante casi cuatro años hasta que un día. no sabía ni que pensar. y al final. llegaron a coincidir en la azotea a la hora de lavar su ropa y así. Patricia era la mujer con la que él quería lanzarse a esa aventura. decidió que esa semana. ya te dije –dijo Sebastián sonriéndole Una vez que ambos terminaron de poner un poco de orden. si se daba cuenta que Patricia se encontraba fría y distante con él. y definitivamente. se sentía aún muy apenada por el incidente. en los días subsecuentes se saludaban al encontrarse en la entrada del edificio. había decidido darle a Patricia el "espacio" que le había pedido. hasta que finalmente ésta le puso un ultimátum: o dejaba de fastidiarla con llevarla a la cama o terminaban la creciente amistad que había surgido entre ambos. sentía que en las últimas semanas algo estaba sucediendo con su relación. decidió que lo mejor era dejar de pensar tonterías y revivir cosas que no le ayudaban en nada para mejor intentar dormir que buena falta le hacia. definitivamente las mujeres son tan raras –pensaba. Sebastián se sentía muy inquieto pero a pesar de eso. quizá después de ese tiempo sin verse. pero no podía olvidar el empaque de condones que de algún modo le decían que la chica quizá no fuera tan pura y casta como se veía. casarse y formar un hogar. ya casi termino –mientras metía todo a su propia bolsa de basura • Ay que pena! • No hay problema. nunca que les das gusto. con el tiempo. • Te ayudo –dijo Sebastián inclinándose a recoger los restos cuando vio que ella lo hacía • No. Sebastián mientras tanto. aunque no sabía bien a bien que era. pensó cuando la espigada figura de Carolina apareció ante su vista. decidió que ya era hora de ponerle remedio a esa situación que se estaba prolongado demasiado por una tontería. la amaba. me dio gusto saludarte.. eres… humm… jjejeje! –dijo Sebastián tratando de recordar su nombre. nos vemos. Sebastián tomó una de las tantas revistas que había sobre la mesa de centro de la sala.. eh!! –saludó con su habitual encanto • Hola ingeniero. • Eres un mentiroso chamo! No tienes idea de quien soy! – dijo Carolina soltando una alegre carcajada • Ok. extrañaba a su gruñona novia pues a pesar de todo. así que voy a esperar un rato. está con un cliente. vine por Patricia pero me dice que está atendiendo a un cliente. • Perdón por la pregunta pero… eres su novio? – preguntó sin poder contener su curiosidad. . ok. Usted tan guapa como siempre. • Hola Blanca. hojeaba algo aburrido las páginas cuando el ruido de un taconeo lo hizo alzar la vista –wow! Que mango!. gracias. dispuesto a armarse de paciencia y esperar. así fue… como te va? Ya te atendieron? –preguntó Carolina amablemente • Si. me dio gusto verte de nuevo –se despidió Sebastián dándole un beso en la mejilla a la sorprendida Carolina. hola! –respondió Sebastián poniéndose de pie • No sabes quien soy eh? – preguntó la hermosa chica • Si claro que si!. • Pues se supone. • Hola pana! –saludó alegremente • Ahh!. tengo algo de trabajo • Si. me rindo! Me has caído en la maroma.su aparición en las oficinas de ésta. ahora le aviso que Usted está aquí. jejeje! –respondió Sebastián • Se supone? Ohh! Ok. ya Blanca me atendió. tome asiento por favor –dijo invitándolo a ocupar uno de los cómodos sillones de la sala de espera. que cosas dice! –respondió Blanca sonrojándose • Se encuentra Patricia? • Si. no recuerdo tu nombre – respondió Sebastián dándose por vencido • Carolina! • Anda! Ya! Nos presentó Patricia en Angelópolis cierto? • Si... te dejo entonces. era un hombre muy atractivo –Para!!!. • Mmm… ok… dame un minuto en lo que voy por mi bolsa…. le había caído en la punta del hígado ver a Carolina y Sebastián en tan amena charla. cierto? –respondió Patricia sin levantar la mirada de los documentos. Carolina. sobre todo porque aparentemente a su colaboradora le había gustado Sebastián. conocía a su novio. después de todo. no tengo tu tiempo –dijo Patricia girado en redondo y dirigiéndose hacía su privado. Patricia ocupó su lugar detrás del escritorio.pensó sobresaltada –en que rayos piensas? Qué te importa quien le gusta o deja de gustarle a Carolina? Una vez en el privado. le molestaba mas de lo debido. según ella no era celosa. ya vi que estás muuy "entretenida". tal y como me indicó que lo hiciera –dijo Carolina fijando su mirada en la cara sonrojada de Patricia mientras le entregaba un expediente • Ok. vamos. jejeje! Patricia no sabía ni porque se sentía tan irritada. vamos a revisarlo… creo que te dije que no te quería ver chacoteando por el despacho. solo que me entretuve… • Si. la tenía bastante desconcertada. pero ese malestar que sentía en el estómago y que apareció en el momento justo en que los vio. terminaste lo que te encargue? –dijo dirigiéndole una mirada fulminante a su pupila • Eh?? Si claro! De hecho iba a verla… • Ibas o vas?? • Voy. • Vine a buscarte preciosa..seguro se puso celosa porque me vio charlando con el noviecillo. sorprendiéndose ante la escena que tenía frente a ella: que hace Sebastián besando a Carolina? –pensó un tanto desconcertada. que haces aquí? – cuestionó sin poder evitar la irritación en su tono de voz. te late? –dijo Sebastián acercándose a besarla. una vez que se despidió de su cliente se acercó a ambos: • Sebastián. si supiera que los chamos no me van. pensé que sería buena idea si te invito a comer. . espérame si? • Vaya con la deschavetada esta! –pensó Carolina mientras la seguía.Justo en ese momento salió Patricia. termino de revisarle sus documentos a esta… señorita y nos vamos. aquí está mi reporte del trabajo de esta semana.Sebastián. sabía que éste corría tras las primeras faldas que se encontrara y el solo pensar que seguramente había coqueteado con Carolina. en tanto Carolina ocupaba una de las sillas frente a él: • Lic. • Ahh… pues… no estaba… mmm… chacoteando como Usted dice… solo saludé a Sebastián • Órale! Ya son íntimos? –preguntó sin poder evitar sentirse cada vez mas irritada • Íntimos? Noo… de donde saca eso? –preguntó Carolina un poco desconcertada. • Pues como ya tan confianzudamente le llamas por su nombre es porque seguro son grandes cuates no? • Cuates? Como? – • Amigos pues!. un ajustado suéter que marcaba perfectamente su figura y altas zapatillas que estilizaban aún mas sus piernas. tiene plano el abdomen –continúo Patricia mientras recorría con la mirada el torso de la joven. . dejando vagar su mirada por todo el lugar. sintió una especie de chispazo que hizo que sus pezones se endurecieran. • Le gusta lo que ve licenciada? –preguntó Carolina con un toque de malicia en la voz. Cómo?? –respondió Patricia totalmente descolocada y sintiéndose enrojecer hasta la raíz del cabello.. llevaba una falda a la rodilla. • Vaya que ha estudiado!. Justo en ese momento. ese día. medias obscuras. Carolina volteó a ver a su jefa. • Ufff! Que senos! se ven firmes y duros. sorprendiéndose al darse cuenta que tenía la mirada perdida en sus senos. levantando la vista y encontrándose con los oscuros ojos de Carolina fijos en los suyos. está acogedor el lugarcito –pensó Carolina mientras veía el imponente búho resaltado en bronce. • Que??. cruzando las piernas. Carolina se acomodó en la silla. Patricia se dio cuenta del súbito cambio y hasta ese momento reaccionó. quizá por estar con la nariz en los libros es que se puso amarga la mujercita –reflexionó Carolina mientras su vista recorría los muchos diplomas que se encontraban sobre la pared. mmm… que se sentirá tocarlos? – pensó su jefa mientras sentía un extraño cosquilleo recorrer su vientre. Patricia la veía de reojo • Por Dios! Que piernas tan hermosas tiene –pensó Patricia • Mmm… después de todo esta lunática tiene buen gusto. mira… olvídalo mejor si? Vamos a revisar esto –dijo Patricia dando por terminada la charla y dedicándose a checar los papeles que Carolina le había entregado. En lo que Patricia revisaba los documentos. • Se ve que hace ejercicio.. necesitamos hablar • Si?. Patricia se encontraba demasiado nerviosa y un tanto desconcertada por su reacción ante Carolina.que cosas eh! Jajaja! Quizá si tenga una oportunidad con ella.apuesto mi cabeza que se estaba dando vida viéndome las tetas y todo lo demás! Jajaja! Pareciera que el diablo la va correteando –sonrió divertida. • Patricia. no entiendo de que necesitamos hablar • Si sabes. creo que para que sigas enojada porque me fui de farra con mis amigotes ya estuvo bueno no? • No estoy enojada por eso • Entonces porque? . pues él no tenía ni las ganas ni la paciencia para estar adivinando lo que su impredecible novia sentía o quería. pero era preferible eso a la incertidumbre en la que estaba desde hacía algunos días. solo tengo hambre. tu auto o el mío? • El tuyo. Vaya con la desquiciada! Al parecer si que le gustan las niñas o será que le gusto yo? –penso Carolina sumamente divertida. vamos! • Ok. de que? • Cómo que de que? • Pues si. Patricia salió a toda prisa. • Me refiero a que si está bien mi informe –recalcó Carolina mientras una sonrisa pícara asomaba a su rostro. después de un corto trayecto y una tensa comida. decidió que ya era hora de que Patricia hablara y le dijera que estaba pasando por su loca cabecita. su novia actuaba de un modo tan raro que no atinaba a comprender que pasaba. está muy buena y yo tengo mucho tiempo sola… tal vez… solo necesite un pequeño empujón –pensó cada vez mas divertida. que te pasa? • Nada. ante el desconcierto de Sebastián que se limitó a seguirla: • Ey!! Es carrera o que pasa? • Cómo? –preguntó Patricia deteniéndose • Vas como alma que lleva el diablo.quién quita y con un poco de suerte. tal vez le diría algo que no quería oír. Sebastián no sabía ni que pensar. ok. me retiro a comer –dijo Patricia levantándose abruptamente –nos vemos mañana. • Err…humm… mira… lo veo mas tarde. tenga yo el privilegio de probar a mi jefa en la cama… humm… que delicia!.concluyó abandonando rápidamente el lugar. no me entiendas. si… claro! –dijo Patricia no muy segura • Ya ves nena… a esto me refiero.. me refiero a tu actitud distante. iban al departamento de ella. en unos días verás que no nos acordaremos de esta mala racha por la que estoy pasando. • Eh?. pues a veces la sorprendía observándola. hace unos días ya ves lo que pasó. que la devoraba y lo peor del asunto era que esas miradas no hacían mas que disparar su libido y aumentar su inquietud y sin apenas darse cuenta. a tus reacciones ilógicas. simplemente compartían su tiempo. esa mirada era mas que inquietante. Carolina mientras tanto continuaba con sus estudios y acudiendo a su trabajo. • Mmm… dime algo: me amas? –preguntó Sebastián mirándola a los ojos. las cosas entre Sebastián y Patricia retomaron su rutina habitual. conforme pasaban los días y sentía fría y distante a su jefa. tengo miedo… no se que me pasa –confesó Patricia con un hilo de voz. solo quiéreme si? –dijo Patricia refugiándose en su pecho. no me hagas caso si?.claro que no! –respondió rápidamente desechando la idea que se formaba con rapidez en su cabeza • Segura? • Si claro. • Sabes que te amo. se encontraba al pendiente de cualquier . lo haremos así y veremos que pasa vale? Después de esta charla.. existe alguien mas? –volvió a cuestionarla • Alguien? –la imagen de Carolina apareció como un destello en la mente de Patricia. creo que no sabes que sientes. no te hagas ideas raras por favor. simplemente he estado algo presionada con el trabajo. creo que son etapas nada mas. luego sales corriendo y casi me dejas ahí parado. simplemente no estoy enojada –dijo Patricia con cierta impaciencia • Ok. • Ni yo. pero no se que te está pasando –respondió Sebastián abrazándola con fuerza. solo te pido un poquito de paciencia –dijo Patricia mientras pegaba su cuerpo al de Sebastián • Ok nena. en ocasiones hacían el amor y en otras más. y hoy primero como que te molestó que estuviera con tu abogada. a tu falta de interés en nosotros y un largo etcétera… • No tengo nada Sebastián. explícame tu actitud de estos últimos días porque ya no se que pensar ni que sentir. él acudía una o dos veces por semana a alcanzarla a sus oficinas. te parece? • Qué actitud? • Ufff! Por lo visto estás en un plan en el que no se puede. sentía que la acariciaba. a tu irritabilidad. más curiosidad le daba su actitud. no te entiendo eh! • Sabes qué?. • Por nada. • Segura? Porque de verdad que estás rarísima. preguntándose que sentiría al besarla. y en ocasiones. las sandalias descubiertas de tacón no muy alto. por el solo gusto de hacerla rabiar. sabía que estaba pisando un terreno peligroso. cuando la joven llegó. era algo que por supuesto no se encontraba entre sus planes. por las mañanas cuando llegaba. su aliento. Por más que se resistía. mostrándose veladamente como un par de deliciosas redondeces. con cierta vena maliciosa. su alegre sonrisa llegaba a sus oídos cuando ésta compartía con sus compañeros o cuando saludaba a Blanca y sentía unos extraños celos por no ser ella la destinataria de esa risa fresca y jovial. sus senos resaltaban de una manera escandalosa. perderse en ese cuerpo que la hacía arder. quería tocarla. un deseo que la avasallaba y la hacía vibrar. como no le había sucedido desde… hacía muchos años atrás.movimiento que hiciera su jefa. le gustaba todo de Patricia. Por su lado. llevaba un vestido con escote halter. enredarse en una relación fuera de la laboral con su jefa. sentir el olor de su perfume invadiendo la recepción mientras cortésmente saludaba. pero ésta no solo no protestaba. no muy ceñido al cuerpo pero si lo suficiente para revelar las apetitosas curvas. A veces perdía los estribos y le gritaba o era dura sin ninguna justificación con la joven. quizá porque ya estaban en plena primavera. Le gustaba ese aspecto fresco que Patricia tenía. en un tono naranja que resaltaba su piel blanca. inclusive. cada día le resultaba mas difícil controlar sus indiscretas miradas. llegó a pensar que Carolina a propósito hacía cosas que la alteraban. la encontraba mas fascinante. Patricia intentaba mantener su relación con Carolina dentro de un plano estrictamente laboral. como sabrían sus labios. como sería la textura de su piel. era algo más fuerte que ella. firmes y desafiantes que hicieron que momentáneamente Patricia perdiera el hilo de sus pensamientos. empezaba a encontrar divertido su mal humor y sus malos modos para con ella. muchas veces se sorprendió a sí misma divagando cuando la tenía frente a ella. disfrutaba recorriendo la figura espigada y joven que parecía invitarla a pecar. terminó rindiéndose ante lo evidete: deseaba a Carolina como a nadie. Una mañana cualquiera. mostraban un par de bellos y cuidados pies como perfecto remate de unas . no pudo menos que admirar su hermosa figura. sino que en ocasiones esbozaba cierta sonrisilla maliciosa que la irritaba aún más y la hacía desear besarla. pero una cosa era lo que su mente decidiera y otra muy diferente lo que sus deseos hacían. Patricia pidió a Carolina que le llevara a su privado la información actualizada de todos sus asuntos. pero conforme pasaban los días y convivía con ella. a propósito la hacía rabiar pues le encantaba ver los destellos de esos ojos que la desnudaban una y otra vez y que la hacían sentir un mariposeo en el estómago y como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo. buscaba el menor pretexto para estar cerca de la recepción para poder verla. cuando su pupila se acercaba no podía evitar devorarla con los ojos. . tratando de concentrarse en lo que leía.. el discreto maquillaje resultaba perfecto para enmarcar la hermosa cara de Carolina. que en uno de tantos movimientos que ésta hacía con las piernas. Corral estaba especialmente bella. provocándole un estremecimiento que hizo que su piel se erizara. sobresaltando a la aludida • Ahora que hice?? –preguntó algo desconcertada. viendo fijamente hacía el escote de Patricia. caía con gracia sobre sus desnudos hombros. como amaneció? • Bien. sentía la mirada de su pupila recorriéndola. gracias –respondió Patricia cortante • Uh que la! Ya se le volvió a botar algo a esta loca de manicomio –pensó Carolina. pero continúo con su tarea. echó el cuerpo hacía atrás. no… esto… esto está fatal! Que te pasa ah? Ya llevas varios meses aquí y aun no has aprendido nada por lo visto • Pero que es lo que está mal? . después de uno o dos minutos. • Carolina! –dijo con un volumen mas alto de lo habitual. Carolina se dejó dominar por su lado travieso –veremos si a esta deschavetada se le quita el mal humor. se sintió impactada ante la avidez con que su mirada recorrió su cuerpo de arriba abajo y no pudo evitar sonreírle con coquetería al saludarla: • Hola Lic. exponiendo una vista mas que tentadora de sus senos que se marcaban perfectamente a través de la tela de lino de su vestido.le traje lo que pidió –dijo entregándole los expedientes que llevaba en las manos • Toma asiento Mientras Patricia leía la información. Carolina sintió como la acariciante mirada de Patricia la recorría de arriba abajo.. sin quitar la vista de encima de su jefa. enderezándose de inmediato. ésta no se dio por aludida y solo de reojo alcanzaba a ver esos muslos perfectos que se mostraban descaradamente frente a ella. sin mucho éxito ante la vista del panty de su pupila. terminando el juego de movimientos que tenía tan nerviosa a Patricia • Eh!. indiscretamente se asomó entre ellas.blancas y bien formadas pantorrillas. esa mañana la Lic.pensó divertida mientras cruzaba las piernas e inclinaba el cuerpo sobre el escritorio. Buen día. sus labios llenos se encontraban ligeramente húmedos haciendo un juego perfecto con su cabellera que libre y coqueta. llevaba el cabello suelto y eso la hacía verse mas joven aunado al atuendo en rosa que le sentaba a las mil maravillas. cruzando y descruzando alternadamente las piernas. así que se levantó de su lugar y se acercó a Carolina: • Veamos chica. Montes para que me asigne con alguien mas porque de plano no hay como complacerla y ya me fastidié de intentarlo una y otra vez –dijo Carolina. Usted misma me dijo que no la llenara de papeles –replicó Carolina sintiéndose cada vez mas irritada. • Si pero cuando menos agrega una columna a esto para que tenga una referencia de lo que haces • Y como si ocupo los formatos que ocupan todos y ahí no hay ninguna columnita para poner lo que pide ah? • Y que no te da el cerebro para modificarlo? • De que me da. era lo que la hacía sentir. ya vi que haga lo que haga no es suficiente. tomemos esto con calma – • Calma? Que calma? Mejor hablaré con el Dr. perdón! Mejor dígame que quiere que haga? Yo de plano no veo como complacerla. no te pongas así • Y como quiere que me ponga si se la pasa gritoneándome y echándome bronca por todo. no se porque me odia o porque le caigo tan mal. como rayos crees que voy a saber que estás haciendo así? • Pues no los anexe porque eso es solo el concentrado y el mes pasado que los presenté junto a las bitácoras me puso pinta y parada. que rayos le hice? –dijo Carolina ya totalmente fastidiada mientras se ponía de pie • Vamos Carolina. ni menos aún los convenios. y sabe que? No se vale. claro que me da pero con eso de que aquí todos son cuadraditos y si cambio un solo punto o coma de sus dichosos formatitos uhhh! La que se arma! • Cuadraditos?? Me estás diciendo cuadrada??? –preguntó Patricia • Noo como cree? –dijo Carolina sin poder ocultar el sarcasmo • Deja tus sarcasmos para otra ocasión – • Bueno. Patricia se sintió miserable ante la expresión tristona de su pupila. solo falta que me plante un coñazo o me saque a patadas de aquí • Calma. lo que la irritaba en si. en realidad no podía quejarse de su trabajo.me puedo retirar Licenciada? . pensó que se había excedido. después de todo. todo lo hago mal y por lo visto me odia! –dijo Carolina un tanto compungida. calma – intentó conciliar Patricia • Aparte. compromisos hechos. • Todo! Absolutamente todo! No anexas pagos realizados. nunca le atino. • Que te pasa? Estas loca chica! –reclamó Carolina elevando el tono de voz. • Lo siento… se me salió –fue la respuesta irónica de Carolina • Pues que no se te salga –dijo Patricia amenazante • O que? –respondió Carolina retadora • O esto! –fue la respuesta de Patricia mientras jalaba con fuerza a Carolina hacía ella. una sensación de calidez la embargaba. la miraba con expresión asustada. mientras sentía que su cuerpo flotaba. se volvió partícipe del dulce abordaje. actuando por cuenta propia. mudos cómplices del inesperado asalto.. mientras Carolina. como atraídos por un imán se buscaron uno al otro. sellando así el apretado abrazo que compartían. abofeteó a Patricia. abrieron paso a la ávida lengua de Patricia. sintió entonces que la ira la dominaba y sin poderse contener. dejó sus dedos enredarse en la castaña cabellera. dígame Usted "jefa" –dijo Carolina remarcando la última palabra. invadió la húmeda y tibia cavidad encontrándose a una indefensa ocupante. el golpe fue tan inesperado que ésta no alcanzó a reaccionar. Patricia se sintió sumamente incómoda. cerró los ojos dejándose llevar por el momento. que sin control alguno. sorprendida por su propia reacción. que empezaba a arder. retumbó con fuerza en medio del silencio que imperaba en el lugar. estaba en shock –Dios mío! Que hice??? – pensó mientras llevaba su mano al lado izquierdo de su cara. gozando las suaves caricias que esa boca sensual regalaba a la suya. frotándose suavemente. por lo que sin pensarlo tomó a la joven por el brazo: • Epa! a donde vas? • A mi cubículo –respondió un tanto sorprendida ante el contacto con su jefa • No te vayas – dijo Patricia • Y para que me quiere aquí? Para seguirme fastidiando –respondió Carolina mientras la ira hacía destellar sus hermosos ojos. • Te pedí que no me dijeras jefa –replicó Patricia irritada. los brazos de Carolina. que al igual que sus compañeros. enredándose ambas en una deliciosa danza. el ruido de la palma de su mano chocando contra la mejilla de la abogada. estampando sus labios contra los de su sorprendida pupila.Carolina se encaminó hacía la puerta del privado. tuteándola por primera vez . los cuerpos de ambas mujeres. disfrutando de su suavidad hasta que un destello de lucidez llegó tan repentinamente como el beso – Dios chica! Que demonios haces! – pensó alarmada. Los labios de Carolina. separándose de inmediato de su sexi jefa. decidieron rodear el cuello de su invasora. • Crees que disfruto fastidiándote –preguntó Patricia acercándose peligrosamente • No se. así que se dirigió al pequeño sanitario que tenía a su disposición. hicieron que Carolina perdiera un poco la razón y sin poderse contener. Perdón!. las atrevidas manos de Carolina volaron al encuentro de los senos que se aplastaban contra los suyos. totalmente deschavetada. • No! – • No???.. ambas mujeres se enredaron entonces en un furioso y apasionado beso. mientras sus cuerpos fuera ya de control se frotaban lujuriosamente. perdió el equilibrio. por lo que al ser soltada por su jefa. Se llevó la mano a la mejilla. su cabello ligeramente revuelto. • Yo….acaso había enloquecido?. • Ok –dijo Patricia soltándola súbitamente Carolina no esperaba ser liberada con tanta facilidad. lamento mucho esto. sus miradas chocaron y en una muda guerra. la respiración agitada de ambas era el único sonido perceptible en la pequeña oficina. intentaban dominarse la una a la otra. por lo que buscó mirarse al espejo. Patricia intentó sostenerla y lo único que consiguió fue abrazarla con fuerza contra la puerta del privado. quien coños te crees que eres para besarme ah??? • Yo… lo lamento. las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes. el pecho agitado. los labios entreabiertos de Patricia. el gemido que salió de labios de Patricia las volvió a la realidad. mientras Patricia se quedaba de pie con la mirada perdida. – replicó una descolocada Patricia • Yo más… me largo… estás para el manicomio chica! –dijo Carolina dirigiéndose decididamente hacía la puerta. sentía que le ardía y pensó que tal vez tendría marcado el golpe. no te vayas! – la voz de su jefa tomaba de nuevo su habitual tono autoritario • Claro que me voy! –dijo con decisión la joven mientras intentaba sin mucho éxito rescatar su brazo. se lanzó sobre esa boca carnosa que le excitaba y le había demostrado ya su sabor. … como de que no?? Por supuesto que SI me largo de aquí ahora mismo!! • Dije que no! –respondió Patricia tomándola por el brazo de nueva cuenta • Quita tus manos de encima o no respondo –replicó Carolina intentando zafarse • No. haciendo que se separaran de inmediato. no atinaba a reaccionar y tenía una confusión tremenda. quedó sorprendida ante su expresión: sus . Carolina abandonó rápidamente las oficinas. cuando se vio al espejo. no se que me pasó –respondió una contrita Patricia • Que te pasó?? Que estás loca. porque había hecho eso? –se preguntó asombrada. ojos brillaban de una manera especial, tenía la cara sonrojada y una ligera marca de los dedos de Carolina sobre su mejilla, los labios algo hinchados y húmedos, su respiración agitada y el cabello revuelto; humedeció su cara con un poco de agua fría, buscando con ello recuperar la compostura; retocó su maquillaje y cepilló su cabello, mientras su mente no dejaba de pensar en lo que había sucedido. Se había dejado llevar por un impulso, y desgraciadamente para su tranquilidad mental, ese impulso había abierto la puerta para que algo que según ella estaba enterrado y muerto. Se desplomó sobre su sillón sin poder contener la angustia que le atenazaba el pecho; los recuerdos que tanto se había esforzado por dejar atrás, la golpeaban hoy con fuerza; cerró los ojos e inclinó hacía atrás la cabeza, intentando ahuyentar, sin éxito, el cúmulo de recuerdos que la invadían; sin darse cuenta, viajó en el tiempo hasta esa noche lluviosa de un viernes cualquiera de hacía casi cuatro años, en que estaba en su departamento, disfrutando una de las viejas películas que tanto le gustaban; los fuertes golpes en la entrada, la tomaron por sorpresa pues ya pasaba de la media noche; acudió a abrir la puerta del cálido nido y se encontró con su amiga, Laura, empapada, llorosa y totalmente fuera de si; el ligero aroma de su perfume afrutado y un toque de alcohol llenaron el olfato de Patricia, quién solo atinó a dejar pasar a la descompuesta mujer que lloraba desconsoladamente: • Laura, que rayos…. • Pato! Esa desgraciada! La acabo de encontrar en la casa con una tipa – interrumpió Laura arrojándose a sus brazos • Pero como, de quien me hablas???? –preguntó sorprendida • De esa… golfa!, es una golfa!, me ha estado viendo la cara quien sabe desde cuando con su secretaria… la muy perra! –respondió su amiga golpeando con el puño cerrado la pared • A ver Laura, tranquilízate y pasa, vienes empapada y estás helada, te vas a enfermar! • Ayy me quiero morir!!! –gimoteó Laura sin control mientras se balanceaba hacía adelante • Estás ebria acaso??? –preguntó Patricia • Yes!!! Pedísimaaaa! Pero esaa maldecida!!!! La voy a matar!!! Y a su golfa también!!! –respondió Laura • Ya, ya, vamos –dijo Patricia sin poder evitar sonreír ante el florido vocabulario de su amiga Recordó como con gran esfuerzo logró meter a su amiga a la sala, donde se desplomó sobre un sillón al perder el equilibrio; Patricia decidió que lo mejor era darle un buen baño con agua caliente, así que le quitó las botas de piel, las calcetas y los jeans; continuó con el grueso suéter de lana y no pudo evitar sentirse un poco nerviosa ante la vista de las rotundas curvas de Laura: ésta era una morena cobriza que no rebasaba el 1.60 de estatura, su rizado cabello negro llegaba un poco mas debajo de sus hombros; sus expresivos ojos oscuros resultaban muy atractivos bajo el marco de las cejas rectas; una boca amplia de labios ligeramente gruesos, le daban un toque muy sexi a la hermosa cara; los altos pómulos la hacían parecer una modelo y lograban que muchos (y muchas) girarán la cara al verla pasar; sus hermosos senos estaban coronados por un par de pezones oscuros que en ese momento se encontraban completamente duros por el frio y que amenazaban con romper la delgada tela del bra que a duras penas podía contenerlos; su hermoso y redondo trasero apenas se encontraba cubierto por un pequeño bikini color negro a juego; sobreponiéndose al extraño calor que la invadía, Patricia logró llevarla hasta el baño, poniéndola debajo de la ducha, mientras Laura apenas atinaba a reaccionar; le costaba trabajo mantenerla de pie, por lo que inevitablemente, acabó debajo del chorro de agua caliente, abrazándola contra su cuerpo que reaccionaba de manera inesperada ante el contacto con la piel suave y fría de su amiga, separada de la suya por la delgada tela de su pijama de franela: • Qué cabrona eres! Porque me encuerashh??? –preguntó Laura mientras una sonrisilla se dibujaba en su cara; • Porque estás toda mojada y fría, te dará una pulmonía, termina de bañarte mientras te preparo algo caliente –dijo Patricia soltándola súbitamente • Ouch! Jajajaj! –rió Laura mientras caía sentada en la ducha • Por Dios Laura! Si no te mueres de pulmonía te morirás de un golpe, trata de controlarte caramba! –dijo Patricia mientras intentaba ponerla de pie; • Yaaa!! Acá me quedo! En el suelo! Todo por culpa de esa maldecida, hija e’puta! –lloriqueó Laura. Ante la reticencia de su amiga para ponerse de pie, Patricia decidió salir de la regadera; rápidamente se quitó su pijama mojada y se puso una gruesa bata; acudió a la cocina y preparó un café –espero que con esto entre en calor y se le baje la borrachera a esta loca- pensó mientras la oía canturrear. Una vez preparada la bebida, la dejó en la sala y acudió al baño a rescatar a su ebria amiga; tomó una de las gruesas toallas del armario y una bata de baño y con ellas en mano, trató de cubrir el semidesnudo cuerpo; Laura se limitó a pasar los brazos por su cuello, colgándose de ella, mientras continuaba su canturreo desafinado: • Vende caro tu amor aventurera… desgraciadaaa!!! • Laura por favor, compórtate, a ver, deja te quito esto que está empapado –dijo Patricia mientras intentaba quitarle la ropa interior • Epa! Quieta vieja! Que me quieres hacer eh?? Sushiaaaaa! Jijij! –manoteó Laura • Basta Laura! Te estás en paz o te pongo en paz –gritó Patricia mientras la tomaba por los hombros y la sacudía con fuerza • Ayy! Me lastimas, salvaje! –dijo Laura dejándose hacer mientras sonreía tontamente. La vista del cuerpo completamente desnudo de Laura, dejó a Patricia sin aliento; sus hermosos senos se sostenían desafiando a la gravedad, mientras los oscuros pezones no habían perdido su dureza; la delgada línea de rizado y negro vello que adornaba el pubis de Laura, la hizo tragar en seco, pero sobreponiéndose a las extrañas sensaciones que semejante vista le provocaba, logró ponerle la bata y secarle el largo y rizado cabello; después, la llevó de nuevo hacía la sala; ahí la acomodó en uno de los cómodos sillones, le cubrió los pies con una ligera frazada y le dio el café: • Ahh no! Quiero tequila, mushoo tequila! –protestó Laura rechazando la bebida; • No, olvídalo, nada de tequila, estás borrachísima; te tomas el café y punto – dijo Patricia casi obligando a Laura a beber de la humeante taza; • Nooo, no quiero! –mientras volteaba la cara con asco • Caramba contigo! Estás insoportable!, te tomas el café o te las ves conmigo! – amenazó Patricia acercando de nuevo la taza • Ta gueno! Ya me la tomo, ya no te enojes! –dijo Laura dando pequeños sorbos mientras trataba de enfocar la vista. Una media hora después, Laura había recuperado un poco de cordura, y en medio de hipidos, intentaba hilar sus ideas: • Veamos Laura, ya estás mas tranquila? • Si amiwis, perdón por el show… -respondió Laura un tanto avergonzada • No te preocupes, ahora dime que te pasó y porque venías en ese estado?, porque se te ocurrió venir aquí? –preguntó con curiosidad Patricia • Pato, se que hace mas de un año que no nos vemos, pero no se me ocurrió a donde mas ir, y pues… pasó que me han roto el corazón… bueno… no es para tanto… pero si me han lastimado el orgullo y feo! –replicó Laura intentando contener las lágrimas • Ah! Quién hizo tal cosa, me quieres contar? –cuestionó Patricia mientras retiraba algunos cabellos del bello rostro de su amiga carcajeándose en el camino de su travesura. pero creo que se me pasaron las cucharadas. pues no pudo evitar recordar cuando recién la conoció y el click que había surgido entre ambas. les había tocado el mismo grupo en la facultad de leyes. una . ya es tarde –respondió Patricia dirigiéndose rápidamente hacía el estudio. no quise manejar. • Por cuidarme y por escucharme –contestó Laura mientras se ponía de pie y se acercaba peligrosamente • Ahh! No es nada! Vamos. hoy llegué de improviso porque andaba por mi tierra. así que te sugiero que descanses. así que según yo caminé esperando un taxi. las divertidas noches bailando en cualquiera de los antros de la Recta a Cholula y de cómo la atractiva morena siempre se las ingeniaba para que algún incauto pagara la cuenta y luego emprendieran ambas la graciosa huída. bueno. dio muchas vueltas antes de poder conciliar el sueño. pues invariablemente la llevaba cuando iba a su terruño. • Ok. • Pues no hay mucho que contar. alejándose de Laura como si fuera el mismo diablo. los fines de semana en que ella iba a visitar a su familia a la pequeña ciudad cercana a Puebla de donde era oriunda y como Laura fue acogida con cariño en el seno familiar. y luego? • Ah! Ps…. sobria y a salvo. pues ya estas seca. Mmmm… ah si! Cerraron el bar a las 12 y como no me daba la gana regresar a casa y me sentía muy jarra. pero cuando vi ya estaba aquí y pensé en pasar a saludarte –respondió Laura mirándola fijamente. dejando pasar el tiempo entre clase y clase. desde hace tres meses empecé a vivir con ella. en MI casa –soltó Laura a rajatabla • Ouch! Y que hiciste?? • Le pegué un par de cachetadas y luego me fui a un pequeño bar a tomar un trago para tranquilizarme. Patricia regresó a su habitación. Una vez que Laura quedó instalada. lo mucho que su amiga la hacía reír con sus picardías y su manera tan abierta y campechana de tratar a todo y a todos. solo que conocí a una fulanita. recordó las interminables tardes haciendo tareas en la biblioteca o los ratos de ocio sentadas en cualquier lugar de Ciudad Universitaria. jijiji! – dijo Laura divertida • Crees?? Uff! Venías hasta atrás Laura. y simplemente me la encontré revolcándose con su secretaria en MI cama. te acomodaré el sofá-cama del estudio si? –respondió Patricia incorporándose buscando evitar esa mirada que tan nerviosa la ponía • Pato –dijo Laura jalándola de una mano • Dime • Gracias • Gracias? Porque? –respondió Patricia intentando zafarse de esa mano que le provocaba un inesperado calorcillo. sonrisa se dibujó en su rostro cuando las imágenes del imponente Cañón del Sumidero en Chiapas llegaron a su mente. se removió inquieta en su cama al recordar como su piel se erizó cuando sintió los dedos de Laura recorriendo su sexo por encima de la delgada tela de su panty y no pudo evitar estremecerse ante lo vívido del recuerdo de esa sensación. Laura y ella habían decidido quedarse en unas pequeñas cabañas y esa noche. por lo que decidieron darse un duchazo y quedarse a descansar. la morena le habló abiertamente sobre sus preferencias. acabó rendida ante esa boca que la seducía y la hacía olvidarse de todo. Pasó sus dedos por su boca evocando la sensación de los suaves y tibios labios de Laura recorriéndolos. cuando Laura la invitó a conocer su tierra. recostadas en una estrecha cama y apenas iluminadas por la luz de las velas. que como latigazo recorrió su cuerpo al sentir el encuentro entre esos dedos curiosos que sin pudor apartaron la inoportuna barrera y volaron en búsqueda de su pequeño botón . solo te digo lo que siento –fue la respuesta de Laura mientras jugueteaba con su cabello • Ah! Pues creo que estás loca de remate! . las tímidas caricias que inicialmente ésta depositó en sus senos y sus labios recorriendo su garganta habían despertado su lujuria mas allá de lo que jamás había experimentado.intentó responder Patricia antes de sentir su boca asaltada por los ansiosos labios de su amiga. cerro los ojos recordando las sensaciones que le había despertado el sentir su boca devorada por una boca femenina y como había deseado dejarse ir en esa espiral de deseo que le despertaba su amiga. • Si? Que? –preguntó Patricia sintiendo una extraña agitación mientras sentía los oscuros ojos de su amiga clavados en los suyos. no pudo evitar sentir cierta nostalgia al recordar que todo eso se había terminado precisamente en medio de la exuberante selva chiapaneca. recordó como en un principio se había resistido a ese beso que la había sacudido hasta la raíz del cabello y como sin apenas darse cuenta. recordó como fue el recorrido a lo largo de éste en esas vacaciones del año anterior. el peso del cuerpo de Laura sobre el suyo. • Me gustas y siento algo por ti… – respondió Laura pasando sus dedos por la sonrojada mejilla de Patricia • Cómo? Acaso enloqueciste??? Yo no soy lesbiana! – contestó Patricia sintiéndose indignada • No digo que lo seas. que Patricia de algún modo intuía. en medio de la oscuridad. ahí. después del largo recorrido se encontraban agotadas. lo que nunca imaginó fue escuchar lo que tenía que decir acerca de sus sentimientos hacía ella: • Pato… hay algo mas que quiero decirte –dijo Laura acercándose. quién recibió gustoso la suave caricia. tratando de disimular el desasosiego que le causaba la vista del profundo escote que revelaba los senos de Laura • Ya chica! Relájate. que no la sintió llegar. no te oí –respondió Patricia • Ay Pato! Si siempre has estado media sorda. mientras se duchaba pensó que quizá Laura aún sufría los estragos de la borrachera del día anterior. se dirigió hacía la cocina y estaba tan distraída en sus labores. se había sentido contenta de verla de nuevo. con solo una ligera bata. gracias por la bata aunque creo que me queda un poco chica ves? –respondió mientras intentaba infructuosamente cerrarla por el frente. aunque lo atribuyó al nerviosismo que le había provocado tener frente a sí a Laura. descubrió que después del desconcierto inicial al tenerla frente a su puerta.palpitante y duro. metí tu ropa a la secadora así que en un rato mas podrás vestirte e irte – contestó Patricia cortante. la salida de su amiga de la pequeña cabaña y el viaje interminable al día siguiente hasta Puebla. en un mudo acuerdo. la inquietaba y no sabía no porque. hasta esa noche. como empujó a Laura y le gritó que la dejara en paz. no mas llamadas. pero ambas se evitaban. rompiendo el silencio de la noche. por lo que decidió prepararle algo picoso para que desayunara. A la mañana siguiente. se dio cuenta que durante ese año la había extrañado. no había vuelto a saber de ella y tenerla en su departamento. se alejaron la una de la otra. no te tomas nada en serio y todo es broma! – replicó Patricia impaciente • Te molesta mucho mi presencia aquí? –preguntó Laura muy seria . no mas sonrisas cómplices y por supuesto. después de eso. • Ohhh… ahh! Hola. y con sorpresa. jajaja! –dijo Laura • Hummm! Tienes hambre? • Siii y por cierto. • Ahh! No te apures. La tristeza la invadió al recordar como ese momento mágico se interrumpió de manera abrupta al llegar ese destello de lucidez a ella. ni siquiera cruzaban una mirada o un simple saludo. de charlar con ella aunque solo hubieran sido unos minutos. durmiendo en la habitación contigua. La humedad y el calor en medio de sus piernas la hicieron gemir y ese gemido. esporádicamente veía a Laura por los juzgados. fue lo que la hizo reaccionar. en medio de un pesado silencio entre ambas. sentía su corazón latir acelerado. por lo que se sobresaltó cuando Laura estampó un sonoro beso en su mejilla: • Hola hola! Buen día! –dijo alegremente mientras se acomodaba ante la pequeña barra del desayunador. no te saltaré encima va? –dijo ésta divertida –quita esa cara de susto! • Laura! Porque siempre eres así. no mas besos ni caricias. • No… eh…. Yo… -balbuceaba Patricia • Tu que preciosa? – dijo Laura mientras sus labios ansiosos recorrían la boca de Patricia. simplemente se dejó besar. entonces a comer se ha dicho! Una vez mas relajadas después de la errática charla. Laura decidió marcharse: • Pato. correspondiendo con desesperación a la ansiada caricia. rieron de las ocurrencias de Laura y lo que pensaba hacerle a la infiel novia. • Siii –respondió la temblorosa Patricia. intentando alejarse. • Porque? Me tienes miedo? – cuestionó la morena mientras sus labios apenas rozaban los de Patricia y sus brazos rodeaban su cintura. que no atinaba a reaccionar. pero no te apures. de verdad no me molesta que estés aquí –dijo Patricia en tono conciliador • Está bien. Ese inesperado contacto detonó los sentidos de Patricia. creo que fui muy clara contigo la última vez… y deja de decirme Pato! • Si?. porque lo dices? –respondió apenada • No se. • Yo… no sabía lo que hacía. quién sin saber ni como ni porque. acabó confesando que en realidad tenía mas dolido el ego que el corazón pues la chica en cuestión no era significativa en su vida y si habían decidido vivir juntas era mas por una cuestión sexual que por la existencia de un sentimiento mas allá de la química en la cama. –dijo Laura acercándose • No! No! Laura. como dijo uno por ahí. suéltame por favor – dijo Patricia con un hilo de voz. ambas mujeres disfrutaron su desayuno. sabes que puedes contar conmigo • Si? –preguntó Laura mirándola fijamente • Si –respondió Patricia algo nerviosa • Pato…. por favor! – dijo Patricia algo sofocada. • Quieres que te suelte realmente? –preguntó Laura mientras pegaba su cuerpo al suyo. • No. • No que Pato? –preguntó la morena mientras se acercaba a ella • Vete ya!. gracias por todo • No te preocupes. creo que ya te di mucha lata. Se actualizaron en lo que habían hecho ese último año de distanciamiento y alrededor del medio día. entreabrió los labios y saboreó a su vez los carnosos bordes de la boca de . desayuno y me voy • No es necesario que corras. solo que no puedo olvidar como reaccionaste –replicó Laura mientras tomaba a Patricia por la cintura. me da esa impresión. fue como si éstas por su propia voluntad actuaran. logrando un delicioso roce con su sexo. poco a poco. cuando sintió la inminencia del orgasmo de Patricia. la suavidad del contacto de uno contra otro. quién violentamente se sintió invadida por el fuerte orgasmo que la hizo gemir y apretar la cabeza de Laura contra ella. solo se dejaba llevar por la vorágine de sensaciones que la ahogaban. piernas enredándose. como si fueran dueños de su propia voluntad. se frotaron golosamente el uno contra el otro. se dejaban guiar por la sabiduría de esa lengua y esos dedos que la llevaban . piel contra piel. quién triunfante y golosa. por lo que al abrirse. Ambos cuerpos cayeron en un estrecho abrazo. gemidos. el muslo de Laura. mezclando saliva y alientos. saboreó cada rincón del cuerpo de ésta. se rendía a la traviesa lengua que lo torturaba. Laura. mientras sus caderas. posicionándose en los hombros de su amante. chupo. toco. dando paso a los lujuriosos senos que pugnaban por salir de su apretado encierro. apenas cubierto por un ligero bikini. era lo único que se podía percibir en esa habitación. lo que hizo que Patricia sintiera como una corriente eléctrica viajaba por todo su cuerpo. las manos de ésta recorrían una y otra vez la espigada espalda. los traidores brazos de ésta apretaron aun mas el abrazo que compartían y sus manos se enredaron en la oscura cabellera. disfrutaba del apetitoso banquete. furtivamente se coló entre sus piernas. introdujo uno de sus dedos en la apretada cavidad. las compuertas de su deseo se habían abierto y éste corría salvaje y sin control por las venas de ambas. lamió. sin saber como. Laura tomó entre sus manos la cara de Patricia mientras continuaba devorando su boca. cuando sintió la boca de Laura entre sus piernas. acarició. la ligera bata de Patricia no resistió el asalto de las manos ansiosas que intentaban explorar su interior. ofreciéndole el tesoro caliente y húmedo que aguardaba ansioso ser poseído.Laura. sentir como Laura comía con avidez sus jugos. mientras sus labios continuaban torturando la perla sonrosada que formaba el ansioso clítoris. Los espasmos en su vientre fueron un aviso previo para Patricia. quién gimiendo sin control solo atinaba a empujar con frenesí las caderas. en una cadencia tan vieja como el tiempo. experta como lo era. sudor mezclándose. ofreciéndose a su invasora sin pudor. que totalmente entregado. en una lujuriosa lucha donde solo importaba el roce de cada pezón. detonó una corriente de placer en Patricia. llegaron a la habitación de Patricia. la sedujo de esa forma que solo una mujer sabe seducir a otra. dejó expuesto el semidesnudo cuerpo de ésta. mas experta que Patricia. los senos de ambas mujeres. sus lenguas se enredaron en un cadencioso ritmo. bocas devorándose y la respiración agitada de ambas. sabía deliciosa y se sentía embriagada con ese sabor dulzón y con un ligero sabor a jugo de naranja. quién totalmente entregada. beso. ansia y deseo. en tanto la ajustada bata se abría por completo. cuando no hubo una gota mas que beber. inflamado y caliente. quien buscaba un alivio que no llegaba a pesar de los candentes besos y lametones que se depositaban en sus pezones. no digas nada bella. la excitación invadía a la morena. . creyó que en los brazos de otras la olvidaría.a un viaje de placer nunca antes experimentado. solo que había tenido que alejarse de ella. somos dos mujeres y? –replicó Laura • Esto no está bien! Date cuenta! Yo no soy lesbiana! Porque me haces esto? – preguntó Patricia mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas. su clítoris. reanudó su recorrido hacía el norte de ese cuerpo que aún temblaba entre sus brazos. suspirando cada vez mas alto. hasta llegar al clímax tan esperado. Laura abrazó contra su pecho a Patricia. no está nada bien –respondió Patricia escondiendo en rostro entre esos brazos que amorosamente la recibieron • Shhh! Entonces no pienses. la mandíbula. Laura mientras tanto. simplemente me siento confundida. el cuello y las orejas de Patricia. Una vez saciados sus sentidos. Laura comía con avidez la boca. compartiendo la sensual mezcla de sabores con la boca de Patricia. somos dos mujeres carajo! – respondió Patricia algo descompuesta • Si. igual no eres lesbiana pero pues que se yo… lo has disfrutado no? –dijo Laura acariciándole el cabello. gozaba el efluvio de néctares que manaban imparables de esa fuente de placer. quién no hacía mas que gemir y aferrarse a ella. lanzando un largo gemido que sonó como lo que era: el canto de una hembra en celo llamando a su compañera. te amo nena – fue la respuesta de Laura mientras acariciaba su espalda. respondía alegremente a las tímidas caricias que le eran dadas con cierta torpeza pero que no por ello resultaban menos placenteras. tenía muy claro que no era así y que seguía tan enamorada como desde el primer día que la vio entrar al salón de clases en la facultad de derecho: • Laura –dijo Patricia incorporándose • Que pasa bella? –preguntó mientras sentía perderse en los hermosos ojos castaños que la miraban con cierta confusión • Yo… me siento… no se… • Mal? Te sientes mal? –cuestionó con cautela • No lo se. haciendo que ésta redoblara sus caricias. las mejillas. no te sientas mal. lo he disfrutado como una loca y no está bien Laura. sintió la curiosa mano de Patricia recorrer su mojada raja y un profundo gemido salió de su garganta. lo he gozado. ven conmigo. adorándolos. realmente amaba a esa bella mujer. pero en ese momento. para no causarle daño y durante todo ese largo año. rodeándolos. • Yo… si! Eso es lo que me tiene así. había intentado infructuosamente sacarla de su corazón. • Espera bella. no me da la gana. • Que??? Oye! Espera… eso que significa? –dijo Laura ya completamente despierta mientras se incorporaba. La mañana del lunes. se entrego a esa pasión desmedida que jamás había experimentado. Se incorporó rápidamente. mientras Patricia bebía su café mirando al vacío por la ventana. dirigiéndose a la ducha. no quiero.Los cuerpos desnudos. reconociéndose. esto es una locura –pensó. trajo consigo la lucidez a su confundido cerebro.y tengo que acabar con esto ya!. Patricia decidió dejar de pensar. te quiero fuera de mi casa y de mi vida – dijo Patricia señalando la puerta. ni debo… es mas NO QUIERO! Tener una relación contigo ni con ninguna otra mujer. Unos minutos después. • Pato… por favor! Yo te amo. vete ya! –replicó Patricia saliendo de la recámara. entregándose el uno al otro sin medida. dame la oportunidad… -suplicó . eso es una locura! –replicó Patricia lanzándole la ropa encima. por favor. profundamente herida. • No. que te pasa? –replicó Laura sin poder dar crédito a lo que oía. entiéndeme caramba! No puedo. al despertar y ver el rosto apacible de Laura. estar con una mujer y ser tachada de… lesbiana! –respondió con desprecio • Estás segura Patricia? – preguntó Laura endureciendo su expresión. húmedos y tibios pasaron el resto de la noche y el fin de semana amándose. no es suficiente para ti? Ambas disfrutamos lo que ha pasado aquí. por favor. no te voy a rogar. dejar de analizar lo que estaba sucediéndole y simplemente. una pesadilla y da la casualidad que ya me desperté. jamás le he rogado a nadie y no voy a empezar hoy!. al demonio contigo entonces! –gritó Laura mientras recogía su ropa y se vestía apresuradamente • Vete. no es suficiente. no pudo sino sentir un profundo dolor en el pecho. • Si • Ok. • Significa exactamente lo que escuchaste Laura. vienes o vas? –preguntó Laura • Voy! Y tu también Laura –respondió con dureza • Que pasa? –cuestionó la sorprendida morena • Pasa que esto es una locura. vio el hermoso cuerpo desnudo de Laura. su expresión somnolienta mientras se estiraba y le regalaba una alegre sonrisa: • Hola bella. ya te dije. y una vez que salió. Laura. Laura se dirigió a ella: • Nena. Fue hasta ese momento que comprendió que esos momentos que tanto disfrutaba con Laura. Ver salir a Laura por esa puerta. Patricia volvió a la realidad en ese momento. sentirla junto a ella. se aferró a él. que era eso? Amor? Porque se sentía tan mal?. dándose cuenta que ahora. no quiero volverte a ver jamás en mi vida. llorando amargamente. uno de sus antiguos compañeros le comentó que Laura había entrado al servicio diplomático y que había sido trasladada a Japón. las sonrisas por cualquier tontería que le dijera. ella no podía. y sin pensarlo dos veces. lo había enterrado en lo mas profundo de su corazón y de sus recuerdos. Justo entonces. olvídate de esto que pasó porque yo haré lo mismo –respondió sin verla • Está bien Pato.. las alegres caminatas. no era por amistad como tanto se había empeñado en creer. Con el paso de los años. incitándola. • No Laura. amada. los pasó como en trance. imposible. recordó cuando un año antes. protegida. en su presente. • Si. como iría con su familia a decirles que amaba a una mujer? Que era lesbiana? Cómo enfrentaría el escarnio público al que se vería sometida si alguien sabía de esa pasión que la consumía?. había aparecido Carolina. estaba sentada en el piso. . lloraba constantemente y sentía un dolor en el estómago que la ahogaba. se sentía profundamente deprimida. fue mas de lo que Patricia podía soportar. recordó el dolor que sintió al saberla tan lejos. la habían educado de una manera tradicional y no podía permitirse semejante aberración. vete por favor. me voy y te dejo en paz. quién simplemente sacudía su mundo y a ella misma. cuando reaccionó. Sebastián volvió a insistir en que fueran novios. había despertado a ese monstruo contra el que tanto había luchado: su homosexualidad no aceptada. vete ya! – dijo Patricia apoyando la frente en el frío cristal de la ventana. Ese y muchos días más. puso todo su esfuerzo para matar ese amor. se sentía libre para ser ella misma. • Hasta nunca entonces –respondió Laura abandonando el departamento. no debía amar a una mujer. el verla. pero también tenía claro que era un amor prohibido. y lo peor. entiende. aceptó iniciar una relación a pesar de tener muy claro algo: amaba a Laura. sentía que se ahogaba y un profundo dolor en el pecho. las charlas. ojalá nunca te arrepientas y algún día encuentres a alguien que te pueda amar tanto como te he amado yo durante todo este tiempo –dijo Laura mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. eso quiero.. y sobre todo. aunque también la invadió la tranquilidad por saber que no se la encontraría en cualquier lugar de manera inesperada. llevándola a sentir deseos que pensó que estaban enterrados y muertos. te animas? • Si. acaso era curiosidad?. el desasosiego se había apoderado de ella y no pudo evitar cuestionarse: qué sentía por Patricia?..El espejo devolvió a Carolina una imagen nada atractiva. vamos –dijo Caro recogiendo su bolso. Carolina le cedió el paso. saldrás a comer –preguntó Martha. pasó a toda prisa por el área de recepción. vio su reloj y con sorpresa se dio cuenta que pasaban de las 4 de la tarde. ah! Si. muero de hambre. eso no impedía que fuera una chica muy simpática. deseo?. • Hola Caro. sobresaltándola • Eh??. • Vaya chica! Llevas horas trabajando sin parar –pensó. Carolina entraba a las elegantes oficinas donde trabajaba. Ambas salieron charlando animadamente sobre algunos asuntos laborales. déjate de tonteras y pon atención a tu trabajo. pasó los dedos por sus labios. Una hora después. claro • Gustas ir conmigo? Iré a comer algo cerca pero no quiero hacerlo sola. la sacó de su concentración. el espejo le devolvía la imagen de un rostro inquieto. justo al atravesar la puerta principal. se encontraba ojerosa y demacrada como resultado de la mala noche que había pasado. de lo último que tenía ganas era de toparse con su impredecible jefa. –intentó replicar la sorprendida joven • Sin peros! –remató Patricia alejándose rápidamente . solo que la inesperada aparición de su jefa la tomó por sorpresa: • Buenas tardes licenciada –saludó Martha cordialmente • Buenas tardes –contestó Patricia fijando la mirada en Carolina • Hola –dijo ésta algo cortada • Carolina. se estaba enamorando? Diablos!!! Chica te has vuelto loca? –pensó para si. Se sentía exactamente como se veía: fatal. vamos! –dijo Patricia sin detenerse • Pero…. el trabajo la absorbió y solo el inesperado sonido de su estómago protestando por la falta de alimento.. recordando la suavidad de la boca de su jefa y no pudo contener un indiscreto suspiro. Mientras cepillaba vigorosamente su oscura cabellera continuaba dándole vueltas a lo que le había impedido dormir: el par de besos robados entre Patricia y ella. necesito hablar contigo. así que medio saludó a algunos compañeros y se refugió en su cubículo. Martha era otra de las pasantes de Derecho que trabajaba a las órdenes de Patricia y aunque físicamente no era muy agraciada.claro que no estás enamorándote de nadie. que le estaba pasando?. pero al verla tan alegre en compañía de Martha. • Yo… ehh… no me tutees –replicó una desconcertada Patricia • Ok. esa mañana había salido de su departamento con la firme intención de llegar a las oficinas y pedirle su renuncia a Carolina. tan confundida y peor aún. se justificó pensando que tal vez había reaccionado de esa manera por la falta de sueño.. Lo peor había venido después cuando soltó su incoherente discurso. los sentimientos que le había provocado y como había terminado todo. una vez en el privado de ésta. se cuestionó sin rehuir el tema si realmente era tan heterosexual como pretendía. me voy a comer. primero. dejemos establecido que yo SI soy lesbiana. su afirmación se volviera una realidad. luchaba contra ella misma repitiéndose una y otra vez que no era lesbiana. con un gesto le indicó que tomara asiento • Necesitamos dejar en claro algunas cosas Carolina –empezó Patricia • Si? Cuales? –preguntó con cierta ironía la aludida • Cuales!!!. hasta mañana –dijo Carolina mientras cerraba con suavidad la puerta tras de si. que te quede claro que NO soy lesbiana y segundo. es todo entonces licenciada? O quiere algo mas? –cuestionó con cierto fastidio Carolina • No… puedes retirarte • Gracias. No pudo evitar que un par de lágrimas asomaran a sus ojos y también por primera vez se cuestionó que habría pasado si . Se recostó sobre su sillón y recordó ese lejano fin de semana al lado de Laura. Por primera vez en su vida.. ya que estamos aclarando cosas. ya que había pasado una noche de perros y el amanecer la había sorprendido removiéndose inquieta en su cama. simplemente no pudo pensar en mas nada y como si su boca tuviera voluntad propia se sorprendió a sí misma ordenándole a su pupila ir con ella. en su caso. ok. como si a fuerza de repetirlo. buenas tardes. estamos? –concluyó Patricia en su habitual tono cortante • Uff! Ok. que JAMAS! Se te ocurra volver a besarme y por último. no quiero que lo sucedido al rato sea el chisme del día. que a mi no se me ocurrió besarte. la que me besó primero fuiste tu y por último que no soy una chismosa bocafloja. Patricia escondió el rostro entre sus manos. compartir la cama con una mujer era solo una fantasía sexual? O era un anhelo firmemente reprimido durante todos esos años a fuerza de repetir la letanía de "no soy lesbiana"?. vale? –respondió Carolina poniéndose de pie intentando controlar la ira que la invadía.Vaya con la loca! Pensó Carolina mientras se despedía de su compañera e intentaba alcanzar a su impredecible superior. odiaba sentirse así. decidió que ya era hora de hablar con ella. El resto de la semana y las subsecuentes se desarrollo con la constante tensión entre ambas mujeres. ya había sobrepasado los límites de su tolerancia y comprensión.mejor ponte a trabajar y deja de quemar pólvora en infiernitos.. sino que inclusive había llegado al punto donde explotaba ante el menor acercamiento físico que intentara. pero últimamente. Sebastián. limpió su rostro húmedo y pensó que no tenía caso continuar con lo mismo. Se me ocurre… algún truene? • Truene? . • Algo como que? –Cuestionó Patricia pensativa • Mmmm…. suspirando con tristeza. como te trató el día? –preguntó cordialmente mientras abría la puerta de su auto para darle paso a una enfurruñada Patricia • Fatal!. Era un hombre joven. todo mundo flojea..se dijo a sí misma. simplemente puede ser que haya algo que esté empañando el ambiente laboral no? –respondió Sebastián en tono conciliador. las dos se evitaban en la medida que sus respectivas actividades se los permitían. con deseos normales y el que su novia sistemáticamente se negara a ir a la cama con él.hubiera continuado explorando esa nueva relación con Laura y lo que la hacía sentir. al ir por ella a sus oficinas decidió abordar el tema: • Hola amor. cada vez se encontraba mas desconcertado. no solo se negaba a intimar con él. de una manera que no alcanzaba a comprender. Patricia nunca había demostrado demasiado entusiasmo por la parte sexual de su relación. quizá algún pleito entre los miembros del equipo. el hubiera no existe Patricia. su perfume la enervaba y oírla sonreír y bromear con el resto de sus compañeros. se encontraba demasiado sensible al contacto de Carolina y sin poderlo evitar. su humor empeoraba día a día. no entregan a tiempo lo que se les pide y hacen lo que les da la gana –respondió esta francamente molesta • Ah si?. la sacaba de sus casillas. Pues que se yo!. Patricia no podía evitar la creciente irritación que surgía en ella cada vez que se encontraba cerca de su pupila. pues la situación se estaba volviendo francamente desagradable. así que una noche de viernes cualquiera. algún conflicto no resuelto entre ellos o tal vez…. Después de algunas semanas. y porque no hablas con el equipo de trabajo? Tal vez haya algo que los esté molestando a todos –dijo Sebastián mientras encendía el auto • Molestando? Insinúas que yo los molesto??? –preguntó Patricia alzando el tono de voz • Claro que no amor! Jamás insinúe algo así!. sano. sin saber la causa del terrible carácter de su novia. sin embargo. muchas presiones y la gente que no hace lo que se supone que debe hacer – farfulló Patricia • Segura que es eso?. sabía también que su novio la amaba y no era justo lo que le estaba haciendo. no pudo evitar pensar en Carolina. se dio cuenta que su situación se había vuelto insostenible. habían pasado ya mas de tres meses desde aquél desafortunado beso robado y aún cuando ambas mantenían su distancia. Patricia intentaba contener su irritación.. moría de deseo por ella. La súbita . por Dios! El resto del camino lo hicieron en medio de un incómodo silencio. pues tu "pregunta directa" salió de algún lado. o fue una simple ocurrencia tuya hacer esa "pregunta directa" en este momento –replicó Patricia sin poder contener el sarcasmo. • Eso piensas de mi? • A ver… no me voltees la tortilla Patricia… yo no pienso nada… solo estoy haciendo una pregunta directa • Si?. Patricia podía sentir claramente como un chispazo la recorría de pies a cabeza.. francamente he llegado a pensar que tal vez… existe alguien mas –dijo Sebastián con cautela • Como??? Alguien más? A quién te refieres? –cuestionó alarmada • Pues… a alguien en especial no… de hecho de la pasas metida en el trabajo y fuera de tu jefe o alguno de tus achichincles solo queda alguno de tus compañeros… es así? Estás teniendo una aventura? – preguntó Sebastián endureciendo la voz. pero le resultaba imposible y hasta cierto punto odiaba la sola idea de ir a la cama con él. y… espero no te enojes eh! Pero últimamente estás de un humor que uff! –dijo Sebastián con cautela • Humor? Que humor? Explícate –demandó Patricia impaciente • Pues… mira corazón… te enojas por todo..esta charla ya la hemos tenido antes. era inevitable que sus miradas chocaran y cuando eso sucedía. no en este momento. ya no podía seguirse negando a sí misma lo evidente: sentía una atracción irremediable por la joven estudiante. pero no se sentía con el valor de decírselo.. sabía que Sebastián tenía razón. no te puedo dar ni un beso sin que me veas como si fuera un violador y pues… ni hablar de intimidad –respondió Sebastián mientras se detenía ante un semáforo en rojo • Es lógico. • No seas sarcástica! – • Pues no hagas preguntas incoherentes –respondió Patricia de mala gana. tengo demasiado trabajo. • Aja. estoy agotada. me refiero a que tal vez entre algunos de tus colaboradores hubo una relación amorosa y el truene estuvo feo… • Como crees! –interrumpió Patricia • Oh bueno. con tristeza. se sentía presionada y lo peor es que ni siquiera sabía porque. pero no podía evitar sentirse culpable. pues es que pueden ser muchas cosas. al menos. cuando recién conoció a Patricia. así que se conformó con cultivar una creciente amistad con su adorable vecina. preguntándose que le estaba pasando a su novia. y lo feliz que se sintió cuando lo aceptó. como coqueteaba con ella una y otra vez cuando coincidían en la azotea. ella no era una mujer que con facilidad derramara una lágrima. no podemos seguir así • Sebastián. empecemos de nuevo. así que intentó abrazarla. de manera inesperada había accedido a ser su novia. sigo con eso. no se que siento. le encantaba su sentido del humor.sacudida provocada por Sebastián al detenerse frente al elegante edificio donde vivía.y con ella se sentía cómodo. una vez a solas. sin decirle agua va. lo escuchaba con atención y muchas veces. sigues con eso??? • Si… confundida. me siento… confundida –dijo Patricia con cansancio en la voz • Confundida?. El llanto de Patricia tomó completamente desprevenido a Sebastián. los muchos y vanos intentos que hizo por llevarla a la cama. pero ésta lo rechazó. mismo que hacía mucho había desaparecido –reflexionó. conforme iba conociendo mas a fondo a Patricia. • Patricia por favor!. bajó del auto y corrió hacía la entrada del edificio. Durante el trayecto. Por más que intentó. no pudo evitar sonreír al recordar cuando le puso un ultimátum: o la dejaba en paz o dejarían de ser amigos. no se que tengo carajo! –dijo Patricia echándose a llorar intempestivamente. sería que tenía una relación con alguien mas? Estaba enferma? O simplemente se había dado cuenta que no lo amaba? Una amarga sonrisa se dibujó en su rostro mientras arrancaba el auto y partía rumbo a su casa. no supo que hacer ni que decir. te parece? –dijo Sebastián • No tengo ganas de discutir… estoy cansada… nos vemos mañana si? – respondió Patricia mientras bajaba apresuradamente del auto. para! De verdad… dame tiempo. ok. recordó cuando ésta. no pudo evitar que su mente retrocediera unos años atrás. volteo a ver a su novio. un amor que fue creciendo poco a poco. te prometo que en unos días mas charlamos de esto si?. no pudo recordar en que momento el simple deseo por poseer ese escultural cuerpo. se volvió amistad y luego. necesitamos hablar. lo alentó a hacer muchas cosas . como si hubiera sido ayer. al menos no delante de él. encontrándose con la mirada ceñuda de éste: • Ok. podía hacer y decir lo que fuera. sin que Sebastián atinara a reaccionar. recordó el día que la vio por primera vez y como se había sentido impactado por el hermoso cuerpo de su vecina. no se que me pasa. éste quedó mirando al vacío. la sacó de sus cavilaciones y algo desconcertada. ya iba siendo hora de fajarse los pantalones. todo el tiempo había grava. Mientras guardaba su vehículo en el interior del garaje de su casa. estable económicamente y que gozaba de cierto atractivo entre el sexo femenino. trabajadores y vehículos obstruyendo el paso. siempre había estado ahí. decidió que lo más pronto posible. durante un largo viaje que habían realizado por carretera. Pensó que ya era hora de tomar decisiones. hasta ese momento se dio cuenta que ese "misterio" por llamarlo de algún modo. ella reservaba algo de si para ella misma. por dolorosas que éstas fueran. se encontraba en el momento idóneo para sentar cabeza y formar una familia. . haciendo un recuento de las veces que toco el tema y la reacción negativa de Patricia en todos los casos. tal y como ya lo había analizado en otras muchas ocasiones. así que seguramente no sería tan complicado encontrar a una mujer que realmente lo amara. Recordó como años atrás. Horas mas tarde. golpeó el volante un tanto frustrado al darse cuenta que siempre supo algo: Patricia no lo amaba. y cuando él hizo la misma pregunta. pero definitivamente. Carolina esperaba con impaciencia que la larga fila de autos avanzara. si señor! –pensó satisfecho. para lo que Patricia era la mujer con la que él deseaba emprender ese nuevo proyecto. durante todo el tiempo que llevaban juntos. lo hacía cuestionarse seriamente si tenía algún sentido continuar su proyecto de vida a su lado o si lo mejor era terminar la relación y buscar otras opciones. no en las actuales condiciones. y a unos kilómetros de ahí. ya había sido demasiado paciente y consecuente con ella. "eso" había estado presente entre ambos. pero definitivamente. se prolongara hasta 40 o mas minutos. estar en un segundo plano.que lo hicieron crecer profesionalmente. le quedaba claro que había sido algo que ella prefería dejar en el pasado. era un hombre joven. y después se encerró en un mutismo del que solo salió cuando se detuvieron a comer. así ésta llorara y pataleara. pondría todo en claro con Patricia. donde el impredecible comportamiento de su novia. no podía continuar con esa incertidumbre y él no era hombre que acostumbrara rogar ni menos aún. había una parte de su novia que invariablemente era territorio prohibido para él. lo que hacía que el trayecto a su casa. ella le preguntó cuantas veces se había enamorado. quién sería el hombre que la había lastimado tanto? Porque era obvio que esa relación había sido un episodio doloroso en la vida de su novia. manteniendo una barrera infranqueable para él. ya que hasta ese momento. que en circunstancias normales no le llevaba arriba de 25 minutos. estaba harta de las eternas composturas de la recta a Cholula. no podía determinar con precisión que era. finalmente. Patricia había titubeado al decir que solo un vez. con la esperanza de dejar de oírlo. Patricia abandonó su confortable cama. El inesperado sonido del teléfono tomó por sorpresa a Patricia. al día siguiente era sábado y dormiría hasta hartarse. pues ya le dolía la cabeza. para ser interrumpido en pocos segundos por una nueva sucesión de llamadas que resultaba imposible ignorar. pasaban de las 9 pm y en ese momento. seguido de un agudo dolor en su pierna izquierda. eterno compañero de la inconsciencia. por fin llegó el silencio. tenía un buen rato intentando dormir. mientras su cuerpo bañado en sangre yacía desmadejado en el interior del pequeño auto. inició totalmente desvelada por haber pasado la noche terminando un ensayo que representaba una calificación final. totalmente destrozado. pensó que dentro de todo. El silencio. arropó entre sus brazos a Carolina. pensó con alegría que cuando menos. quién perdió noción de todo. Ese día podía haberlo calificarlo como pesadísimo. como el moderno equipo de sonido para su pequeño auto. cuando sintió un fuerte golpe en el torso. dentro de todo lo malo. durmiendo y reposando. los juzgados eran una locura pues hubo una manifestación de sabe que asociación de deudores de la banca. su adorada jefa había estado especialmente insoportable y exigente. Después de varios timbrazos. el inoportuno timbrazo de su celular la sacó del sopor en el que estaba. se puso una almohada en la cabeza. • Al diablo contigo Sebastián –pensó mientras el molesto sonido le taladraba los oídos. así que sumamente irritada. que en ese momento se encontraba apagado. su reloj marcaba casi la medianoche: • Quien habla? –preguntó después de ver el número desconocido en la pantalla • Hola? –dijo una voz femenina • Si? – respondió a su vez un tanto desconcertada . y para colmo. después…. lo que mas deseaba era estar en su cama. Vio la hora. En eso estaba cuando el súbito reflejo de unas luces que la deslumbraron. y cuando por fin estaba a punto de lograrlo. decidida a ignorarlo. pues estaba ganando lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas y darse uno que otro gusto. • Vaya! La cereza del pastel –pensó con fastidio mientras avanzaba a paso de tortuga. el rechinido de un vehículo frenando y el ensordecedor estruendo de vidrios rompiéndose. valía la pena su esfuerzo. la desconcertaron y mas aún. así que se inclinó para colocar su memoria usb y alegrarse un poco el trayecto. le ardían los ojos y se sentía demasiado cansada. por lo que buscó con desesperación entre los rostros sangrantes con sentimientos encontrados. pero… es una emergencia. ante un semáforo en rojo. • Perdón por llamar tan tarde. voy para allá de inmediato! –dijo Patricia colgando sin mayor preámbulo. familiares y demás. Después de cruzar entre algunos heridos. donde se encontró con una gran cantidad de heridos. tenía pánico de lo que podía encontrar y por otro.. mil cosas pasaron por su cabeza. deseaba fervientemente ver a Carolina. así que es necesario que venga por favor… • Si. la mujer por fin colgó y dijo: . la vista de gente sangrando y quejándose la dejó atónita. sentía una desesperación desconocida. pensó que tal vez Carolina se encontraba igual que todos ellos. por un lado. quería volar y ver a su joven pupila. donde angustiada buscó quien le diera informes. aterrada. la señorita sufrió un accidente y está aquí. el trayecto se le hizo eterno aún cuando estaba relativamente cerca del hospital. le estoy hablando del hospital universitario. unos interminables minutos después. se percató que gruesas lágrimas corrían imparables por sus mejillas. vaya al grano caramba! – volvió a interrumpir Patricia • Si deja de interrumpirme sería mejor… conoce a Carolina Ríos Moreno? –dijo la voz desconocida • Carolina? Que le pasó? –cuestionó Patricia sintiendo un vuelco en el estómago • La conoce? Podría por favor venir al hospital. • Como? Que pasó?? –interrumpió Patricia sintiendo como un nudo se empezaba a formar en su garganta • Mire. le pido que mantenga la calma y…. sentía que se ahogaba y que un nudo le atenazaba el corazón. Una vez que logró estacionarse. encontrándose con una atareada mujer que por un lado atendía el teléfono y por otro hacía anotaciones en una lista. mientras se dirigía a toda velocidad rumbo al hospital. ella está… un poco lastimada y es necesario que venga –replicó de nueva cuenta la mujer • Si claro. Patricia se sentía pasmada. la posibilidad de que Carolina estuviera muerta o malherida le dolía de una manera que no podía explicarse. con un seña le pidió a Patricia que esperara. mientras otros mas se quejaban sin que nadie les prestara atención. dígame que le paso? Es grave? • No puedo darle mucha información por este medio. • Calma??? Como quiere que mantenga la calma. llegó por fin al mostrador. soy trabajadora social. llegó al área de urgencias. personal médico. algunos en camillas. aparentemente no había sufrido ninguna fractura y solo tenía golpes y algunas cortaduras. algunos pequeños cortes distribuidos por su rostro mortalmente pálido. Los hermosos ojos de su pupila se encontraban cerrados y Patricia no pudo menos que sentir que su estómago daba un vuelco. por lo que se preparó para lo peor. que no entendió?? • Si carajo! Pero por donde me voy o que??. mientras un profundo dolor le atenazaba . • T R A U M A T O L O G I A señorita. saliendo de inmediato del lugar. si no lo estuviera no la traen aquí! –dijo la mujer con franca impaciencia • Ah! • Ya! Está en traumatología. solo dígame como está. está… viva? • Si claro. Solicitó verla. un tubo le suministraba suero. • Como? Por donde?? –dijo Patricia sintiéndose a punto de explotar. por fin la dejaron pasar al pequeño cubículo donde se encontraba Carolina. le informaron que estaban suturándole algunas lesiones en la cabeza y que ya le habían hecho algunas placas. • Uff! Veamos… -dijo la mujer dándole una serie de explicaciones que Patricia anotó mentalmente. ok. cuando por fin la vio. por fin dio con el sitio donde tenían a Carolina. el bip bip del aparto era lo único que se escuchaba en la habitación. Minutos después. mientras en el otro tenía conectado el equipo que detectaba sus signos vitales. Patricia no pudo evitar preguntar como era que habían dado con ella y la respuesta fue simple: en el pequeño auto encontraron la agenda de Carolina y en ella. Ríos Moreno… hummm…! –dijo la mujer mientras checaba la pantalla de su pc • Que pasó señorita? –preguntó Patricia mientras la angustia crecía en su pecho. • Pasó que hubo una carambola en la recta a Cholula y hay muchos heridos. vaya por el pasillo y pregunté ahí por favor. ésta había anotado como números de emergencia el suyo y el del despacho. y esa era la razón por la que la habían llamado. pero que aún tenían que esperar los resultados de los exámenes que le habían realizado para poder saber con precisión que tan graves resultaban sus lesiones. y después de casi 20 minutos de interminable espera. sintió que el corazón se le encogía: Carolina se encontraba con un vendaje en la cabeza. • A quién busca? • Vengo por Carolina Ríos Moreno –respondió Patricia • Veamos…. cubierto por una mascarilla de oxígeno y en un brazo. así que permítame y no me distraiga –dijo la mujer lanzándole una gélida mirada • Ok. El médico le advirtió que no sería agradable. no pudo contenerse y se acercó lentamente a ella. ignoraba si su auxiliar contaba o no con seguro de gastos médicos. cada minuto que pasaba crecía su nerviosismo pues no sabía que tan grave estaba Carolina. puede haber algo mas. Cuando por fin un amable médico se acercó y le indicó que Carolina solo tenía algunas contusiones en el cuerpo. • Ok. retirándose y dejándola a solas con Carolina. tendría que estar de pie junto a la paciente. así que optó por poner una de sus manos en la de su pupila y esperar.. al verla así. me está diciendo que no tienen el aparato ese??? – • Así es señorita. veré que se hagan los trámites pertinentes… Mientras le hacían diferentes estudios a Carolina. decidió que no la dejaría sola ni un minuto. pero habría que trasladar a la señorita y…. doctor. pero eso solo con una tomografía lo sabremos • Y cuando harán ese estudio? Porque está inconsciente? Porque tiene la cabeza vendada? –cuestionó de nuevo Patricia • Pues en cuanto haya un tomógrafo disponible. al menos no aquí. Patricia daba vueltas impaciente en la sala de espera del moderno hospital donde había sido trasladada. y aparentemente no existen fracturas… • Aparentemente? Eso que quiere decir? Que es probable que si exista alguna o que? –preguntó Patricia • Así es. pero eso era lo de menos. prepárela. donde hay un tomógrafo? • Pues solo en algún hospital privado. depositando un suave beso en la fría mejilla de Carolina. la señorita está sedada y los vendajes los tiene porque fue necesario suturarle algunos cortes que traía en el cuero cabelludo –explicó pacientemente el médico • A ver. • Descompuesto??? Que les pasa??? Como es eso posible??? –interrumpió Patricia sintiéndose cada vez mas alarmada • Señorita. • Ok. y que si quería quedarse. mas los cortes en la cabeza que no resultaban . le recuerdo que esto no es un hospital privado. Dos horas después. ok. diciéndole que no había sitio.la garganta. me la llevo a donde sea necesario. un médico se acercó a revisar a Carolina: • Ya checamos todas las placas. no hay. un par de lágrimas rodaron por sus mejillas cuando pensó en que tal vez no despertaría mas. Preguntó si podía quedarse y la enfermera solo se encogió de hombros. tan indefensa. puede moverse verdad? • Pues… si… no veo mayor inconveniente. el único que existe está descompuesto y…. • No te muevas. tienes algunos golpecillos –dijo Patricia en un tono hasta entonces desconocido para Carolina • Que paso? .dijo ella intentando calmarse un poco. el sueño la venció mientras una de sus manos tomaba la helada mano de Carolina. por Dios!…. tranquilízate si? –dijo Patricia ayudándola a incorporarse – tienes un esguince y algunos golpes como ya te dije. Tomó una silla y se sentó junto a la cama de su pupila. su rostro aún pálido le parecía tan hermoso a pesar de los pequeños cortes que lo surcaban. acarició las mejillas de la joven sintiendo su cuerpo estremecerse ante el contacto. que pasó con mi auto y porque me siento como si una maldita góndola me hubiera atropellado.donde estoy y que hace esta loca aquí?? porque me toma de la mano? Ayy! no entiendo nada!!! Trató de incorporarse. entró a la habitación donde ésta aún dormía. y peor aún. buscando transmitirle su calor. pero el fuerte dolor en la cabeza y un súbito mareo se lo impidieron. nada grave. • Vale chica. y sin apenas darse cuenta. por lo que decidió quedarse a cuidarla. pues el suero se lo impidió –que si necesito algo??. Patricia sintió que el alma le volvía al cuerpo. te darán de alta mas tarde • Si? Segura? – preguntó Carolina haciendo pucheros mientras a duras penas contenía el llanto . vio la rubia cabellera de su insoportable jefa cubriendo su antebrazo derecho. no pudo evitar sentir una infinita ternura cuando la vio tan vulnerable. quien de inmediato preguntó: • Necesitas algo? • Ouch! –respondió Carolina intentando tocar su cabeza sin éxito. se encontraba totalmente desorientada. sentía como si tuviera una plancha encima de ella y un agudo dolor en su pierna izquierda. donde se encontraba? El sitio le resultaba absolutamente desconocido. cuando al girar el rostro. sus movimientos despertaron a Patricia. así como un esguince en el tobillo izquierdo. mientras ésta dormía apoyada en la cama. por lo que al día siguiente sin mayor problema podría ser dada de alta. que me pasó? Dios mío que me paso? mi carro? –se cuestionó para si Carolina. ouch! Mi pierna! Que le paso? Porque no me puedo mover y me duele? –preguntó Carolina al borde del llanto • A ver pequeña. Carolina abrió los ojos un tanto desconcertada. y sin poder evitarlo. pues cada vez se sentía más alterada • Pasó que quedaste en medio de una carambola. y saliste con algunos golpes • Ahh! Y….graves. no se donde estoy. se limitaba a abrazar a la hermosa joven. tengo que trabajar doctor –protestó Carolina –y mi escuela?. todo estará bien. . no conozco a nadie. aquí estoy contigo –dijo Patricia estrechándola contra su pecho Carolina ya no pudo contenerse y empezó a llorar desconsoladamente. coño! –dijo Carolina intentando controlar el llanto • Entonces? • Que voy a hacer para pagar esto. ok. no conocía a nadie mas que a la ogra mala de su jefa y no tenía ni idea de que era lo que en realidad tenía. sus lesiones no son de cuidado pero si no guarda reposo. doctor no estoy en momento de darme de vaga! • Pues… dudo que pueda hacerlo en sus actuales condiciones y bueno. Patricia mientras tanto no sabía que decir. mientras tomaba su cara por la barbilla • Pequeña. si no quiere agravar la situación más vale que me haga caso. que pasaría ahora con ella? –se preguntó. se encontraba adolorida. no llores si?. lo del esguince llevará mas tiempo. • Antes de que Patricia pudiera responder. no tienes nada grave. sentía como se estremecía por el llanto y sin poderse contener. así que con que no forcé la pierna y evite caminar. • Segura. así que no discuta y a su casa a descansar –concluyó el médico saliendo del lugar. será suficiente hasta que venga a que le retiren la férula… • Que?? Como que reposo absoluto. en unos días podrás caminar normal… • No lloro por eso. no te apures por la cuenta. estoy lejos de mi país. de su familia. no tengo seguro médico. desconcertada y se sentía terriblemente sola. solo tendrá que guardar absoluto reposo unos cuatro o cinco días y bueno. asustada.. fueron interrumpidas por el médico que había atendido antes a Carolina: • Buenos días! Que dice mi paciente? • Hola? –dijo Carolina sintiéndose cada vez mas desconcertada • Veamos señorita –dijo el médico revisando las pupilas de Carolina – Humm!. eso lo vemos luego y pues me tienes a mi.estaba lejos de su país. o no? –dijo Patricia intentando calmarla • A Usted?? Ufff! – replicó Carolina mientras cerraba los ojos y lloraba desconsoladamente. depositó un tierno beso en la cabeza de Carolina. puede caer y lastimarse peor. yo creo que en la tarde se va a su casa señorita. estoy sola como un dedo! Completamente sola! • Ah! Ok.. no te asustes si?. los espejos que le daban un toque de amplitud al lugar. El baño. una pequeña chimenea simulada y el tapete de lana de coloridos tonos que daba un toque alegre a la sobria habitación. dijo el médico que podías comer algo ligero • No. a juego con la habitación. quisiera… pues… darme un baño. una vez que Carolina fue dada de alta. • Ah si? Irás a tu casa y que más? –dijo Patricia sonriendo irónicamente ante la palidez de Carolina Por la tarde. Carolina se dirigió hacía la habitación de su jefa. repentinamente le pareció a Carolina demasiado pequeño para que ambas estuvieran en él. pero un súbito mareo se lo impidió. el armario antiguo al fondo. ya había recuperado su habitual expresión y pregunto sin mayor preámbulo: • Hay alguien que pueda cuidarte en tu casa? • Mmmm. vivo sola desde que llegue y no tengo a alguien como para pedirle que me cuide.dijo Carolina pensativa – la verdad es que no. las lámparas que daban una tenue luz indirecta. se sentó a su lado y preguntó: • Tienes hambre?. ésta solo se limitó a darle una bata de baño. te ayudará a relajarte –dijo Patricia • Creo que si… me duele todo –respondió Carolina esbozando una tibia sonrisa Minutos después. le sorprendió la calidez que ésta reflejaba: la cama con algunos cojines. sin mayores miramientos la instaló en la habitación de visitas y luego de cerciorarse que estuviera cómoda. te vas conmigo. me duele mucho la cabeza y me siento… sucia –dijo Carolina • Sucia? • Si. ayudada por Patricia. no se hable mas entonces. creo que es buena idea que te metas un rato al jacuzzi. ok. • Bueno. por lo que un poco nerviosa le pidió a Patricia que la dejara a solas.Patricia lo siguió y minutos después. la cabecera de madera que resaltaba sobre la pared de tabique pulido. La joven no pudo evitar . hacían un conjunto interesante y muy acogedor. la llevó a su confortable departamento. me haré cargo de cuidarte estos días –respondió Patricia • Que???? Por supuesto que no! Yo me voy a mi casa chica! Ya hizo suficiente con venir hasta aca–dijo Carolina intentando incorporarse. regresó a la habitación. algunas toallas y después de preguntarle si no necesitaba algo mas. Patricia acudió por ella y sin darle la menor oportunidad de que protestara. hay agua caliente. me pica el cuerpo • Ahh!. salió dejándola sentada en la orilla del jacuzzi que invitaba a sumergirse en él. y a pesar de su palidez. quién despertó sobresaltada al sentir una mano tibia sobre su hombro.. sentía que la cabeza le punzaba al igual que la pierna. decidió entrar. la breve cintura y el plano abdomen adornado por una pequeña joya. apenas entré… no te apures. perdón!. se entregó a los brazos de Morfeo sin mayor preámbulo Patricia checó su reloj hacía poco mas de 20 minutos que había dejado sola a Carolina y no había escuchado un solo ruido. Sintiéndose un poco culpable por sus pensamientos. deseo besar como nunca. le dolía todo. llevas mucho tiempo allí parada? - pregunto Carolina mirándola de reojo…. dejó que el agua caliente la cubriera hasta el cuello y se acomodó para disfrutar del lugar. • Este…. sobresalían sus turgentes labios. en el relajado rostro de Carolina. Ehh!. sin apenas darse cuenta empezó a sentirse adormilada y en unos minutos. no estaba preparada para lo que encontró: la bella joven yacía semisentada.suspirar cuando por fin logró sentarse. vamos toma la toalla – respondió nerviosamente Patricia • Si. Patricia decidió salir de allí inmediatamente. Patricia tomó una de las gruesas toallas que había dejado y se acercó lentamente a Carolina. gracias –respondió Carolina cogiendo la toalla que Patricia le tendía. por lo que preocupada. quizá el frio los había endurecido un poco y los sonrojados pezones asomaban indiscretos e indiferentes al sueño profundo en que su dueña se encontraba sumergida. los sonrosados labios perfectamente depilados de su sexo alcanzaban a vislumbrarse a través de la semitransparente superficie. no. pensando que tal vez Carolina se había desmayado. y al reparar en donde y en que condiciones se encontraba. trató de incorporarse mientras sus manos cubrían sus desnudos senos • Ooopsss! Creo que me dormí. no pudo evitar quedarse de pie observando el tentador cuerpo de rotundas caderas y hermosas piernas. hacían que todo el conjunto fuera delicioso. momentáneamente se sintió descontrolada. haciendo que a Patricia se le secara la garganta. que en ese momento. . pero recordó las condiciones en que se encontraba la joven y consideró que no era buena idea dejarla sola en esas circunstancias. mientras sus hermosos senos sobresalían por encima del agua. se dirigió al baño y tocó la puerta: • Estás bien Carolina? –preguntó • Volvió a tocar la puerta y al no obtener respuesta. se sentía fatal. girando en redondo para salir. con la cabeza echada hacía atrás y apoyada en el borde el jacuzzi.. Al hacerlo, inevitablemente sus manos se rozaron, provocando que ambas se estremecieran; Patricia intentó ayudarla a incorporarse, en tanto Carolina se tambaleaba, provocando que su cuerpo quedara pegado al de su jefa; por interminables segundos, ambas se quedaron petrificadas; los senos de Carolina se encontraban completamente desnudos y atrapados contra los de Patricia, quién sentía el enloquecedor latir de su corazón retumbar en sus oídos, mientras los obscuros ojos de Carolina se clavaban en los suyos, haciendo que una muda corriente las recorriera, erizándoles la piel. Por breves instantes, sus labios se fueron acercando, buscándose anhelantes… solo que Carolina paró en seco: • Estee! Ehh!... mejor me llevas a la cama la verdad no me siento bien - dijo en un tono algo cortante; • Ok vamos, es necesario que descanses… lo necesitas - respondió una desconcertada Patricia. Una vez que instaló a Carolina en su habitación, Patricia decidió tomar algo caliente, y mientras lo hacía, dejó que su mirada vagara a través de los ventanales de su departamento; estaba anocheciendo y algunas sombras se dibujaban en el horizonte; suspiró cuando recordó a su inesperada huésped y no pudo evitar saborear sus labios al venir a su mente la imagen de Carolina y ella a punto de besarse en el baño, el cuerpo desnudo de la joven y sobre todo, lo que había sentido; la piel se le erizo de nuevo y con determinación movió la cabeza de un lado a otro, intentando sacudirse esa sensación. • No, no, no, solo vas a cuidarla unos días Patricia, así que ni te emociones, ni estés pensando tonterías –se dijo para si misma. Satisfecha por haber sacudido las inquietantes ideas que la rondaban, decidió trabajar un rato, pues aún era temprano; se sumergió en algunos expedientes que había llegado cuando un tenue quejido llegó a ella, por lo que de inmediato se dirigió a la habitación de Carolina. Esta se encontraba dormida, pero por lo visto sufría de alguna pesadilla porque gruesas lágrimas se filtraban a través de sus ojos cerrados, mientras gemía; Patricia se acercó a despertarla y después de dos o tres intentos, por fin lo logró; cuando Carolina abrió completamente los ojos, continuaba llorando desconsoladamente y se refugió en los cálidos brazos de su jefa, quien no pudo evitar abrazarla con ternura • Ya pequeña, tranquila –dijo intentando calmarla, pasando una de sus manos en la cabeza de Carolina • Como quieres que me calme… me siento mal… -respondió entre hipidos la joven • Si, lo supongo, pero mira, en unos días vas a estar bien si?, ya no llores pequeña –respondió Patricia mientras levantaba el suave mentón y limpiaba las lágrimas de sus mejillas. La vulnerabilidad de Carolina y la inesperada ternura de Patricia, fueron el detonante para que sus labios, sin poderlo evitar, volaran al encuentro el uno del otro; primero con timidez las bocas de ambas se frotaron con suavidad; una buscando consuelo, la otra otorgándolo; el reducido espacio que existía entre sus cuerpos fue desapareciendo, hasta quedar fundidas en un apretado abrazo, mientras el tímido roce fue subiendo de intensidad, hasta convertirse en un franco y apasionado beso. Carolina entreabrió los labios y con ello, dio paso a la ansiosa lengua de Patricia, que tal y como si hubiera sido la dueña y señora de la majestuosa hacienda que representaba la tibia boca de la joven, se apoderó de ella, mientras su indefensa inquilina intentaba combatirla sin éxito, enredándose la lengua de una con la otra, iniciando una lenta danza que hizo a sus dueñas olvidarse del tiempo, del lugar y de quienes eran. Patricia fue quien reaccionó primero; a pesar de que sus emociones la estaban dominando, un destello de lucidez la hizo separarse apresuradamente de Carolina; ésta, al sentir sus labios abandonados, abrió los ojos, reflejándose en ellos la gran confusión que sentía; esperó con resignación el habitual estallido de Patricia, quedándose sorprendida cuando la rubia acomodó un mechón de su cabello. • Creo que alguien necesita dormir –dijo Patricia mirándola con ternura • Si, yo también eso creo • Ok, nos vemos mañana entonces, si necesitas algo avísame por favor – respondió Patricia mientras se retiraba de la habitación. Una vez a solas, la desconcertada Carolina pasó sus dedos por sus labios; aún sentía palpitar en ellos la presencia de la húmeda y tibia boca de Patricia –que le pasa a esta loca? – se preguntó- no chica! Que te pasa a ti??? Acaso el golpe te ha dejado tocada o que?. Estaba un poco mareada, entre lo de su accidente y la extraña reacción de su jefa, sumado a lo que había sentido cuando la beso, no sabía ni que pensar ni que hacer; poco a poco, el sueño fue venciéndola y en unos minutos, dormía profundamente. Una ligera sonrisa bailaba por el rostro de Patricia; no pudo evitar suspirar y recargar su espalda contra la puerta de su habitación; cerró los ojos y recordó las sensaciones que la embargaron cuando besó a Carolina; sentía su corazón latir desbocado y un súbito calor recorrió su cuerpo; pasó sus dedos por los labios y al igual que Carolina, sintió en ellos la suavidad de la joven pero no inexperta boca que hacía tan solo unos segundos, había danzado sobre ellos. Se había dejado llevar sin pensar, tal como ya lo había hecho años atrás con Laura, e inexplicablemente, en esta ocasión no se sentía confundida; tenía claro algo: Carolina le atraía como la miel a la mosca, y estaba segura que todo era producto de alguna rara fantasía sexual; claro! –pensó- no soy lesbiana, solo he caído en la rutina con Sebastián y esta chica me atrae, pero solo es una fantasía, así que si me relajo y simplemente disfruto lo que está sucediendo, se me pasará –concluyó mas tranquila; unos minutos mas tarde, también se entregaba a un sueño reparador. El punzante dolor de su pierna izquierda despertó a Carolina a la mañana siguiente; se sentía fatal, le dolía todo el cuerpo y lo peor de todo era el martilleo de su cabeza, pues parecía que alguien taladraba sus sienes; trató de enderezarse pero estaba mareada y exhausta, así que optó por apoyar la cabeza en la almohada; quizá si intentaba relajarse se sentiría menos mal –acaso será eso posible- pensó desanimada- quería ir a casa, pues no estaba nada cómoda con su abominable e impredecible jefa; como un flechazo vino a su mente el recuerdo de los besos robados unos días atrás y el inesperado contacto de la noche anterior; no pudo evitar sonreír, pues debía reconocer que Patricia besaba riquísimo y que su boca era una delicia. Definitivamente su jefa le encantaba, pero estaba muy consciente de que sería una locura intentar cualquier cosa con ella, pues era claro que la mujercita chiflada ni siquiera sabia que quería, y Carolina no estaba dispuesta a ser un experimento ni mucho menos, la satisfacción de una buga aburrida de su relación con el novio. En esas estaba, cuando la súbita aparición de Patricia la sacó de sus reflexiones: • Buen día, como amanecimos? • Eh??... hummm… la verdad es que…. Me siento fatal –respondió Carolina; • Si? Que te duele? • Uff! Mejor sería preguntar que NO me duele –dijo Carolina con sarcasmo • Uyyy! Alguien pasó mala noche eh!, no te preocupes, el médico te envió unas pastillas para el dolor, están ahí, junto al buró, ya las tomaste? • No, me siento demasiado débil y francamente no tengo cabeza para nada; • Ok, ok, veamos, toma, con dos de estas te sentirás como nueva –dijo Patricia alargándole el vaso y el medicamento. con uñas no muy largas.Mientras Carolina las tomaba. me encanta. yo… no estaba examinándote. un poco de yogourth. en el sitio donde empezaba el escote. te parece bien un poco de fruta y cereal o prefieres algo mas fuerte? • Eso está perfecto. cereal. Patricia no pudo evitar observarla con atención: pese a la palidez del joven rostro y a las ligeras cortaduras. No pudo evitar enrojecer cuando se vio sorprendida en su exploración por su pupila. aunque reconoció que los días pasados se había portado insoportable y que merecido se tenía que la joven estuviera a la defensiva y le contestara como lo hizo. en ese caso. las manos.. ésta dejaría de estar a la defensiva y contestando con el sarcasmo con el que lo hacía. de esto que has traído lo único que no me gusta es el café –dijo Carolina mientras mordisqueaba una tostada • Ah!. me lo cedes? • Si Patricia tomó la taza y mientras tomaba algunos sorbos del humeante líquido. gracias –dijo Carolina sintiéndose un poco avergonzada del tono que usó. realmente Carolina le alegraba el momento. para nada –respondió Patricia divertida. quién no pudo evitar el sarcasmo al preguntarle: • Lic. decidió que ya era hora de que modificara su actitud. su belleza era innegable. por eso pregunté. jugo. mientras picaba un poco de fruta y ponía la cafetera. café y leche.. Preparó una pequeña charola en la que colocó la fruta. • Ah! Pues como me ve como insecto bajo el microscopio. Ya terminó de examinarme?? –preguntó Carolina con sarcasmo • Ups!.. sintió la penetrante mirada de Carolina sobre ella: • Que pasa? . Patricia se dirigió a la cocina sonriendo.. unas crujientes tostadas con mantequilla. haré el desayuno.. • Espero te guste la fruta –dijo Patricia observándola • Si claro. • Jajaja! Noo.mejor me voy. tal vez si le mostraba su lado amable. los carnosos labios le daban un toque sexi y las largas pestañas hacían que la mirada de Carolina fuera mas profunda. ehh!. eran delicadas y pequeñas. recorrió con la mirada la columna del cuello de la joven y no pudo menos que preguntarse que se sentiría posar sus labios en la suave piel de éste y mas abajo aún. Carolina no pudo contener su asombro cuando su jefa puso frente a ella su desayuno: • Wow! Esto se ve muy bien y con el hambre que tengo –dijo mientras picaba un trozo de melón. bueno. no. creo que sería bueno para que platiquemos bien y …..huele a café? –preguntó mientras olfateaba • Si. en pijama. • Eso veo. es horriblemente amargo –preguntó Carolina • Vaya!. acabo de hacerlo. sin maquillaje y con el rubio cabello cayendo suelto y libre sobre sus hombros. te relames los bigotes como aquel gato que se ha comido el ratón. mismo que fue roto por el timbre de la puerta • Quien será? –preguntó Carolina • Uff! Creo que ya se quien es. jejeje! –dijo Carolina divertida • Uhhh! Ya me dijiste bigotona!!! –respondió Patricia muy seria • Ohh!. me agrada el saborcito –respondió Patricia pasando sus lengua por sus labios. se encontró de frente con un enorme ramo de rosas. debía reconocer que de algún modo inexplicable se veía mejor como estaba ahora. se hizo un silencio un tanto incómodo entre ambas. no puedo ir a ningún lado –interrumpió Patricia . a robarte para irnos a desayunar por ahí y ver que hacemos el fin de semana. aparte. ya desayunaste? –dijo Patricia entregándole la bebida • Nop. le sentaba excelente la sonrisa en la cara y no el habitual gesto adusto que casi siempre la acompañaba. mientras se dirigía a atender el llamado. permíteme voy a abrir –dijo Patricia sin ocultar su molestia. Después de la sonora carcajada de Patricia. Al abrir la puerta. no. • Hummm… siempre me he preguntado… porque a las personas les gusta tanto el café?. pues… no se… buena pregunta… aunque tienes razón en decir que es amargo.. así que la mujercita sabía bromear y carcajearse? Vaya que era como una caja de Pandora. inclusive se veía mas joven y definitivamente. detrás del cual se encontraba Sebastián • Hola preciosa. • Espera. como amaneció mi güera consentida? –saludó alegremente • Güera consentida? Pues cuantas tienes? –dijo Patricia sin poder evitar un dejo de molestia en su tono • Uuuuuhhh! Estás de mal humor? Que raro ehh! –respondió Sebastián. por eso vine. yo… quise decir –balbuceó la joven también muy seria • Jajajaj! Caíste! Carolina quedó totalmente desconcertada al oír la franca carcajada de su cada vez mas impredecible jefa. quieres una taza? • Yep! • Toma. sigue descansando. ok. • Ay por favor!. no me hagas reír! • Mmmm…. no será que tu pasante es él y no ella? –preguntó Sebastián con suspicacia • Él?. perdona por la intromisión –respondió el sorprendido Sebastián mientras salía con rapidez. y la traje aquí porque lo consideré mas cómodo • Ahh! Y de cuando acá tu eres taaan amable con tu gente eh?. te veo nerviosa – dijo Sebastián • Estás celoso o que te pasa? • Celoso? Claro que no! Solo que últimamente estás muy rarita. y hace rato como que titubeaste cuando dijiste que estas cuidando a sabe quien. -dijo Sebastián mientras intentaba abrazarla • Eh??. mira a quien tenemos aquí! • Hum? Que pasa? –respondió la somnolienta joven • Nada Caro. quiero verla. algo te traes. así que… veamos que encontramos en el otro cuarto. pues. en tu habitación? –dijo Sebastián mientras se dirigía al cuarto de Patricia • Estás loco o que?? –dijo Patricia mientras prácticamente corría detrás de él • Vaya! Aquí no hay nadie. Segura? Donde está. lo que pasa es que estoy cuidando a… a una de mis pasantes –dijo Patricia titubeando • Como?? Ahora eres nana o que??? • No soy nana de nadie. donde tienes a tu "enferma". Antes de que Patricia pudiera hacer algo. seguido por la cada vez mas enojada Patricia. vamos a verla entonces. la chica está toda golpeada y creo que lo último que quiere es que alguien la vea en ese estado • Si? Pues que raro que no quieras que la vea. le conseguimos una enfermera y tu yo nos perdemos por ahí si. no seas impertinente.. • Porque no?. estás loco Sebastián. Sebastián entró como bólido a la habitación donde se encontraba Carolina • Epa!. así que me tocó hacerlo • Ok.. verás… el punto es que la chica está aquí –respondió Patricia mientras se escabullía de los brazos de su novio • Ah si?? Orale! Y eso porque?? Que tampoco tiene casa o que pex?? • Si tiene. no me salgas con que tienes un término o un asunto o que se yo! – dijo Sebastián empezando a sentirse molesto • Nooo.. • . solo que no puede moverse. sucede que la chica tuvo un accidente y no hay quien la cuide. se dio cuenta que ya su situación con Sebastián se estaba volviendo insostenible. no había alguien mas en México que se preocupara por ella. aunque tal vez eso se debiera al estado de vulnerabilidad en el que se encontraba. quizá pudo haber muerto y ella ni por enterada. no es necesario que me sientes en la taza… • Eh?. acababan discutiendo y ya no encontraba la forma de tratarlo sin llegar al punto donde perdía la paciencia. yo te ayudo.Una vez en la sala. no pretendía semejante cosa señorita. pensó en su madre a miles de kilómetros. fuera de Patricia. ya me largo y sabes? Tu también me tienes harto! –respondió Sebastián mientras daba un portazo. ahh! Perdón. sin mucho éxito por lo visto • Vamos niña! Que haces??? –preguntó mientras sostenía por un brazo a la joven • Intento ir al baño –dijo la avergonzada Carolina intentando mantener el equilibrio con un solo pie • Bien. mira nena… • Largo! Ya te dije que te vayas. se sentía protegida a su lado. la joven se quedó pensando que su jefa le hacía sentir cosas muy extrañas. las últimas veces que habían estado en el mismo sitio.. vamos –respondió Patricia mientras pasaba un brazo por su espalda y cuidadosamente la llevaba hacía el sanitario • Gracias. quien diablos te crees que eres para andar revisando mi casa eh??? –dijo Patricia alzando la voz • Ohh bueno… pues es que pensé que me ocultabas algo –respondió Sebastián • Pues ya viste que no oculto nada. sin apenas darse cuenta un par de lágrimas rodaron por . en eso estaba cuando un ruido apagado la hizo reaccionar. vale Algunos minutos después. así que hazme el favor de irte ahora mismo • Pero no te enojes. encontrándose con la joven intentando ponerse de pie. así que rápidamente se dirigió hacía allá. Sabes? Me tienes harta! –dijo Patricia dirigiéndose a abrir la puerta • Me carga la madre! Por lo visto contigo no se puede. Carolina había vuelto a su cama y Patricia se había retirado. Patricia suspiró con fastidio. pasa y te espero aquí afuera si? • Ok. • Oye! Tampoco es para que te pongas en ese plan! • Me pongo como quiero…. éste provenía del cuarto donde se encontraba Carolina. no pudo evitar entristecerse al darse cuenta que en realidad. la rubia no pudo ocultar su enojo: • Ya estarás contento no?. yo puedo entrar sola. mientras sentía las manos tibias de la rubia recorrer sus hombros y su espalda por encima de la delgada bata que la cubría. Sin apenas darse cuenta. justo en ese momento entró Patricia. acariciando el delgado y suave cabello. escuchaba los acelerados latidos de su corazón y sentir su mano acariciando sus cabellos. en la posición en la que estaba podía sentir claramente los senos de ésta en sus mejillas. al hacerlo. te duele algo –dijo mientras acariciaba el cabello de la joven • Si! Me duele todo. cuando Carolina alzó la vista y Patricia vio esos ojos anegados en lágrimas. se mezclaba sin pudor alguno. el aliento húmedo y tibio de las dos mujeres. la intensidad del beso subía a cada segundo. hay que avisarle… • Nooo… si le aviso se asustará y querrá venir… • Y luego? Que hay de malo? • No es buena idea. • Que pasa pequeña?. Los labios de Patricia acariciaban ligeramente los de Carolina. desconocida hasta ahora. que sin fuerza. en una clara invitación a su atrevida visitante. haciendo que su piel se erizara y su corazón latiera un poco mas aprisa. colocó a un lado la charola que llevaba y se sentó a su lado. quién solo atinó a recibir la inesperada caricia. haciendo que su excitación creciera aún mas. quién no pudo evitar entreabrir la boca. no pudo evitar que sus labios corrieran al encuentro de los de la joven. segundos mas tarde. abrazándola tiernamente. un estremecimiento recorrió a Carolina de pies a cabeza. hasta volverse una invitación absoluta a abandonarse al deseo contenido. . pasó sus manos por el cuello de su impredecible jefa. quién al verla llorar. Patricia mientras tanto. llenó sus fosas nasales. inició como un simple roce para después convertirse en un delicioso frotar entre los labios de ambas. El beso llegó sin previo aviso para ninguna de las dos. y además… mi mamá –respondió entre hipidos la chica • Tu mamá! Cierto. hizo que un estremecimiento la recorriera. A la joven le agradó el aroma fresco de su jefa. sentía el cálido aliento de Carolina en su pecho y no pudo evitar que su piel se erizara mientras pasaba su mano lentamente acariciando su cabello. se entregaron a él.sus mejillas. Patricia pasó la punta de su lengua en la unión de los labios de la joven. una dulce fragancia femenina. así como el puchero que se formaba en su boca. es mucha la plata que hay que ocupar para el viaje y en realidad no tengo nada grave –respondió Carolina mientras pegaba su cara al pecho de su jefa y lloraba desconsoladamente. que en ese momento. Eres… hermosa Caro –dijo Patricia mientras continuaba con la enloquecedora caricia . depositando pequeños besos hasta alcanzar el nacimiento de sus senos. cuando finalmente. Mucho. Carolina echó la cabeza hacía atrás.Patricia abandonó la boca que devoraba con avidez. Dueños de su propia voluntad. hasta dejarlos mojados y brillantes. luego otro. Carolina sentía sus pezones completamente erguidos. Delicioso lo que me haces… -respondió Carolina sintiendo la oleada de calor que la invadía . mientras sus manos acariciaban sus laterales. alternadamente. cayendo ésta sobre las almohadas que como mudos cómplices. Hummmm…. disfrutando la suave caricia. quién sin poder contener su deseo. primero uno. posó su mano en el escote. Te gusto? . para recorrer la blanca columna que formaba el cuello de la joven. fue la ocasión idónea para que los pulgares de la rubia entraran en acción. ya anhelantes. deseaban desesperadamente la atención de su asaltante. quedando indefensa ante los avances cada vez mas atrevidos de la rubia. Este fungió como una abierta invitación a tomar del todo los senos que alegremente se rendían a sus caricias. al abrirla. Te gusta nena? . . la boca húmeda y caliente de su bandolera jefa rodeo sus pezones. su aliento cálido y húmedo inició un torturante descenso. se incrementaba a cada segundo. apartando con premura la molesta barrera que significaba la delicada bata. los labios de Patricia corrieron al encuentro de las bellas tetas. . pudo contemplar por primera vez. es…. la humedad de los pequeños y sonrosados botones. un fogonazo recorrió todo su ser. la plenitud de los turgentes senos: dos hermosos globos desafiantes de la gravedad. una y otra vez. acariciándolos en un movimiento circular que la excitaba cada vez mas.. lentamente. mientras el hormigueo que recorría su cuerpo. se exhibían en toda su plenitud descaradamente. haciendo que un indiscreto gemido brotara de entre sus labios. éstos. recibieron el suave cuerpo. Siiii…. Patricia empujó suavemente a su hermosa pupila. Inesperadamente. como si se tratara de una tortura de refinada crueldad. me fascinas… -respondió Patricia lamiendo el cuello de la joven mientras sus dedos continuaban con su agradable tarea. cubiertos por una suave piel blanca y coronados por un par de sonrosados pezones. provocativos y palpitantes que la retaban a sustraerse a su encanto. por lo que la lengua de Patricia los rodeó lentamente.! . mientras sus senos se frotaban lujuriosamente. Bien… hasta mañana entonces. Acomodó su adolorido cuerpo mientras trataba.será que el choque me dejó las neuronas flameadas???. las manos de la bella joven decidieron por cuenta propia darle solución al asunto: apartó con cierta violencia la delicada fina tela que escondía el tesoro cuya aparición hizo que el aliento de Carolina se detuviera: dos hermosos pezones ligeramente rojizos y obscuros completamente duros y desafiantes. primero con delicadeza. logrando arrancar un gemido de su dueña: . buscaron unir sus labios en un nuevo y apasionado beso. te lastimé? . logrando que el sexo de ambas mujeres palpitara sin control. con mayor vigor. lentamente. . dejándola a solas con su confusión: que le pasó a mi querida jefa? Acaso ya está mas que lista para el manicomio?. sin éxito. Patricia solo atinó a clavar su mirada en el rostro de la hermosa joven: . Perdón!. Patricia abandonó la habitación. aunque era innegable que había disfrutado las caricias que de manera inesperada habían llegado. Si… creo que mejor descanso –replicó Carolina cubriendo su desnudez sintiéndose un tanto avergonzada . se presentaron ante ella coronando el par de tetas mas grandes de lo que los sobrios atuendos de Patricia dejaban ver. y después.Ante la desigualdad de las condiciones. –gimoteo Patricia mientras a su vez continuaba acariciando los pechos de su pupila. que descanses –se despidió Patricia depositando un suave beso en los labios de la desconcertada Carolina. por su propia cuenta iniciaron una danza frenética unos contra otros. Creo que… mejor me retiro y te dejo descansar si? –respondió Patricia mientras apartaba un mechón de cabello de la frente de la joven. El peso de Patricia sobre el lastimado cuerpo de Carolina fue lo que hizo que ésta gimiera con dolor. En perfecta sincronización. humedeciéndose y haciéndolas estremecer. porque le permití llegar tan lejos? O que la loca soy yo? –se cuestionaba Carolina. Ahhhh… siiii…. rompiendo el mágico momento entre las dos. Hummm… un poco… me aplastas –dijo Carolina intentando recuperar el aliento . su tamaño y suavidad la invitaron a acariciarlos. dado que Patricia aún se encontraba cubierta. La joven se sentí totalmente confundida. de entender el . los duros botones. tenía muy claro que la atracción que ésta ejercía sobre ella era muy fuerte. Satisfechas de sus planes. Pues bien chica. la hacían pensar que tenía razón en lo que ya sospechaba: que solo era la curiosidad de saber que se sentía estar en la intimidad con una mujer lo que impulsaba a la rubia a besarla y acariciarla. búscate otra para hacer tus experimentos! –penso Carolina. se sentía absolutamente fuera de si: que había hecho? Porque se había dejado llevar de esa forma tan irresponsable y había besado y acariciado de esa manera a Carolina.porque conmigo. y en sus pezones. tenía la certeza de que una vez que se sacara ese deseo de encima. Sumida en sus reflexiones. tal vez por saber que se sentía tener una relación lésbica o tal vez era una fantasía sexual el irse a la cama con una mujer. pues ese sería el único remedio a su malestar. era mas que obvio que Patricia solo tenía curiosidad. se dirigió hacía la habitación de la joven. En la habitación de junto. La actitud un tanto distante de Patricia al abandonar la habitación. el sueño la invadió. el capricho de una loca que no sabía ni que quería. A Carolina. y una vez que lo lograra. para tener a Carolina en su cama. ambas mujeres se saludaron alegremente al entrar Patricia a la habitación: . nada de nada. Sentía aún en sus labios el sabor dulce de la joven. aún palpitaban las caricias robadas. contenta por tener ya un plan claro y simple. el deseo que sentía por ese hermoso cuerpo la había llevado a perder el control de sus acciones.porque de ese cúmulo de sentimientos que la embargaban: su corazón latía alocado. Patricia se estiró perezosa y sin pensarlo dos veces. poseer ese cuerpo que la enloquecía y la inquietaba. a fin de llevarla poco a poco al sitio donde quería tenerla. Patricia daba vueltas de un lado a otro. poco a poco. tenía muy claro algo: ella no tenía las ganas ni la disposición de ser un experimento ni mucho menos. algunos minutos después. tanto que iba más allá de lo que podía resistir. estaría curada de esa imposible atracción. canturreaba alegremente. saltó de su cama y se dirigió hacía la ducha. le había servido para confirmar algo: necesitaba tenerla. mientras rondaba por la cocina preparando un ligero desayuno. el nuevo día había traído consigo una decisión: haría lo posible y hasta lo imposible si era necesario. también el nuevo día la había despertado con una conclusión: después de mucho pensarlo la noche anterior. lo de anoche fue solo una tontera de mi parte que por supuesto no se volverá a repetir!!. A la mañana siguiente. y un inexplicable nudo atenazaba su estómago y su garganta. dispuesta a atenderla y consentirla. pero por otro lado. podría continuar con su vida al lado de Sebastián. vaya que me ve con ganas esta loca! –pensó para sus adentros. espero tengas hambre y te guste . Muy bien. gracias! Algo adolorida aún –respondió alegremente Carolina .ah que bien que te gustaron. Ok. mientras Patricia no le quitaba la vista de encima: . Esta me ve como el gato que está a punto de devorar al ratón –pensó Carolina .pero menuda sorpresa se va a llevar porque este cuerpecito. No tanto como tu –pensó para si la rubia. Que delicia será hacerle el amor… . Hummm…. Te gusta? –preguntó súbitamente Patricia . con esto es suficiente –dijo la joven.. Si. te preparo la ducha si? . ya lo creo que tengo hambre –dijo la joven mientras inspeccionaba la charola con atención Carolina mordisqueaba con satisfacción una tostada con mermelada. Vaya que es hermosa esta mujer! –pensó Patricia . Quieres darte un baño? . Si claro!. Quién sabe que se imagina que se sonríe así –reflexionó la joven . Si. No gracias. me siento un poco incómoda . quieres mas? –preguntó . nada que lo tendrá!! . Sii. te traje algo. Esa voz me agrada. Buenos Días! Como amanecimos? –dijo Patricia mientras acomodaba la charola con el desayuno . . están muy ricas . solo por favor consígueme una silla porque no creo poderme tener en pie mucho tiempo. el trabajo y necesito ir a mi casita por ropa o ver que haré. Ohhh! Perdón. como te sientes? . pasa . fue hasta que pudo colocarse en el pequeño banco. Pues… aún me duele todo y la pierna me está fastidiando un buen… aparte me preocupa la escuela. Carolina cayó en cuenta que ya era lunes y que no tenía ni idea de que haría con la escuela. Ups! Perdón! –respondió Patricia mientras abandonaba rápidamente la habitación. vale? . Mirona! Fuera de aquí!!! –dijo un tanto divertida . Ya estás lista? Puedo pasar? –interrumpió Patricia . pues el dolor en sus costillas le estaba molestando seriamente. así que iré en un rato al hospital a solicitarla . Jajaja! Tranquila… vamos por partes. Ah!! Moriré de tedio seguramente –respondió Carolina con resignación . Que eficiente! –dijo la joven con sarcasmo cruzando los brazos . lo que sucede es que no se por donde empezar.Minutos después. ok? . igual ya hablé a control escolar. yo iré por la tarde a la oficina y tu te quedarás en cama . Con la universidad. Si. me piden únicamente la constancia de que estás incapacitada. el trabajo y su departamento . que se percató que Patricia continuaba de pie a un lado de la ducha. ésta se desvistió lentamente. Patricia ayudaba a Carolina a trasladarse al baño. tengo que avisar a la universidad y ver que pasará con el despacho –pensó mientras se ponía la pijama que Patricia había dejado en la cama . Mmmm…. respecto al trabajo. Rayos! Es lunes!. y trataba de moverse lo menos posible. su mirada devoraba el hermoso cuerpo desnudo y la joven no pudo evitar sonrojarse: . Ok. ya avisé lo que te pasó. Por lo primero. no me puedo quedar aquí todo el tiempo –soltó Carolina de corrido . Mientras se bañaba. adelante! –respondió Patricia sin poder evitar esbozar una sonrisa . Si tienes una mejor opción. pero el médico dijo que no era conveniente que las usaras por el problema de las costillas. tenía horas sola. Gracias por el tono. Bah! Yo no se de que te ríes!!! No me haces gracia! . o que pretendes? Ir a la universidad y al despacho saltando? . pero ni modo pequeña. Ya que me queda!!! –respondió una no muy convencida Carolina . regresaré en un rato –dijo Patricia mientras salía de la habitación contoneándose. Tan fea estoy? –cuestionó Patricia con coquetería . como invocada por su pensamiento apareció repentinamente en la puerta de la habitación . Vaya que se deschavetó esta mujer! –pensó Carolina. No mucho. Vete resignando. y ésta. en lugar de estar renegando. Carolina sentía que explotaba de desesperación. así que… . no te queda de otra. Hola! . sale? . iré a tu departamento a traer ropa y lo que ocupes. pero que haré? Cuanto tiempo estaré así? . Horas después. . ya la televisión le había hartado. Ay! Me espantas! –dijo Carolina sobresaltándose . así que resígnate y trata de pasarla lo mejor posible. estarás algunas semanas incapacitada . tenía hambre y para colmo.. Ufff! Y todo este tiempo estaré aquí??. No se trata de que te haga gracia. así que vamos. Así es. mejor dime que necesitas. Semanas????????? . pretendes que me quede en tu casa?? . No. te podrás mover con muletas. ponte cómoda. con cierta ironía pensó que era el colmo que anhelara la llegada de Patricia. el persistente dolor de sus costillas le había estado molestando. claro que no. pero en fin. deja de renegar.. ambas mujeres empezaron a charlar. Mmmm…. que voluntad sería mas fuerte?. . la de Patricia con sus años y su experiencia? O la de Carolina con el ímpetu que su juventud le daba? TRES SEMANAS DESPUES: . para nada. me duele todo y estoy harta! –respondió Carolina . quienes como mudos testigos. . ya era hora de que llegaras. regresaba con la comida alrededor de las tres de la tarde. surgieron temas más personales y cada una de ellas supo un poco mas de la otra. empezaron a caer en una agradable rutina: Patricia salía a trabajar por la mañana. charlaban y luego cada una se enfrascaba en sus labores en el pequeño y acogedor estudio de la anfitriona. No. lentamente se colaba entre esas paredes. pero después. en un inicio. inesperado y silencioso. mientras un tercer visitante. guardaban el secreto de ese sentimiento que poco a poco se empezaba a fraguar: el amor surgía en los corazones de ambas. ojalá que con eso mejore tu humor pequeña –dijo Patricia mientras se retiraba Mientras comían. ya sea leyendo o escribiendo algo. Siempre tienes ese carácter? –preguntó Patricia un tanto divertida . me asustaste! . ya. de verdad no me oíste llegar? . conforme fueron pasando los días. iré por la comida. se volvió un hábito para ambas platicar mientras comían. y sin darse apenas cuenta. Patricia checaba alguno de sus expedientes. Buenas tardes. pues abrí la puerta del departamento. No hice ruido? Creo que el golpe te dejó media sorda. Jajaja! Ahora si me has hecho reír…. comían. Ok. No. solo tocaron temas muy generales. puse unas cosas en la cocina y luego vine hacía acá. que tal pasaste el día? –saludó Patricia. No es eso… porque no hiciste ruido. tengo hambre. solo cuando tengo las costillas fracturadas y estoy en una casa ajena abandonada a mi suerte! . ok. esos momentos. un tanto ahogado por la idea de una de tomar a la otra y de aquella de resistirse a ceder. mientras Carolina estudiaba o avanzaba con alguna tarea de la universidad. les permitían observarse mutuamente. Bah! No le veo lo gracioso chica! . Carolina observaba a su adorada jefa. pero contéstame –dijo Patricia de mala gana . Mmmm…. en términos generales le parecía una mujer encantadora. Uyyyy! Ya salió la ogra mala ah! . Mala! No te burles de mi . si bien tenía un carácter fuerte. porque el interés? . No mucho. Jajaja! Para nada pequeña… vamos a comer. Y esa pregunta? A qué viene? . en esas semanas que había pasado a su lado. aunque un tanto reservada. te gusta? . pero tengo un hambre feroz . Si. Sebastián no había hecho su aparición en esos último días y Carolina sentía que tal vez ella era la causa de su ausencia. Ok. bastante tranquila. Deja tus sarcasmos pequeña y responde. si me enseñaron. . dime . aunque quizá ya era hora de hacerlo: . solo que no se había atrevido a preguntar directamente por él. traje comida china. Uff! Olvídalo. Y Sebastián? Has terminado con él? Hace mucho que no lo veo por aquí . le causaba mucha curiosidad que a pesar de que habían tocado mil temas tanto personales como profesionales. Que no te han enseñado que es de mala educación responder una pregunta con otra? –respondió Carolina . Si claro. Patricia siempre mantuvo un total silencio acerca de su vida amorosa. Vaya! Eres toda una experta eh? . Hola. prometo no volver a traerla va? –dijo Patricia con seriedad Mientas comían. aprendió a conocerla y supo que no era tan difícil como aparentaba.. solo quise hacer plática pero veo que estas como mapanare a punto de picarme! . cuando menos ya me puedo mover mas –respondió Carolina mientras giraba con las muletas. Te puedo preguntar algo? . lo que provocó que se fundieran en un accidental y apretado abrazo. por lo visto hoy no estás de humor – replicó Carolina mientras intentaba incorporarse rápidamente. cual es tu interés? . Nooo! Ohhh Dios! Porque eres tan susceptible??? Solo hice una preguntita inocente! . Ninguno. intentó de nuevo escapar y giró esperando poder empujar a la rubia. solo que Patricia reaccionó con rapidez. Lastimada te vas a quedar tu si no me sueltas ya! –contestó la joven blandiendo su pequeño puño de forma amenazadora . ya que apretó el cinturón que representaba su brazo: . El brusco movimiento de la joven. Que te importa!!! –respondió Carolina intentando zafarse sin éxito. Esto? –preguntó Patricia mientras sus labios recorrían el lóbulo de la oreja de Carolina. sabes que chica??. . pero la rubia fue más rápida. Un estremecimiento la recorrió por toda la espalda mientras sentía las manos de su jefa sujetándola con firmeza por la cintura. Si pero porqué preguntas por Sebastián. A donde vas pequeña? –dijo Patricia pegando sus labios al oído de Carolina. . mientras uno de los brazos de ésta rodeaba su fina cintura. la joven intentó separarse. . el tibio aliento en sus oídos y cuello la estaba excitando mas de lo que ella misma hubiera esperado. solo que le falló el cálculo y en . Mapanare? Que rayos es eso??? . Me estás diciendo víbora –reclamó Patricia sintiéndose irritada . la espalda de Carolina quedó completamente pegada a los pechos de Patricia. sosteniéndola por la cintura. déjalo. hizo que perdiera el equilibrio. Ah si??? Vamos… con que esas tenemos –dijo divertida mientras su nariz olfateaba el dulce aroma del cuello de su prisionera.. .. Una víbora muy venenosa de mi país . Ouch!!!! No hagas eso!!!! .. Upa!! Quieta! Te vas a lastimar. era en tomar a la hermosa chica que cada vez mas furiosa se retorcía entre sus brazos. sin previo aviso. los senos de ambas se frotaban descaradamente unos contra otros. atacar los húmedos labios que entreabiertos. tu solita te pusiste así –respondió Patricia mientras sus manos bajaban peligrosamente hasta el trasero de la joven. habían hecho estragos en sus hormonas y lo único en lo que podía pensar en ese momento. Patricia fue quien rompió el contacto después de . al ser mas alta y de complexión mas grande. Jajaja! Ah si? Y como lo harás eh? . . . inclinó la cara hacía el incitante cuello. todos esos días de largas charlas. su olor la embriagaba. respondió al beso robado. solo lograba frotar su cuerpo contra el de Patricia. inmovilizándolo por unos segundos. Abusadora??? Para nada. enredándose en una deliciosa danza con sus atacantes. deseaba a Carolina como nunca.lugar de quedar libre. su lengua. para después. pero la inesperada invasión de su boca por los labios ansiosos de la rubia. estos se enredaron formando un delicioso lazo alrededor del cuello de su adorable jefa. Ayyy!!! Que me dejes te digo!!! Ya me estoy enojando… si no me sueltas te daré un coñazo!! . Al sentir que Patricia aflojaba el nudo de sus brazos. el primer impulso de Carolina fue golpearla. por lo que sin pensarlo. sintiendo como su cuerpo se estremecía ante el contacto. la disuadieron y sin poderlo evitar. solo logró que sus senos quedaran aplastados contra los de Patricia. sentía los pezones completamente duros. Ya verás!!! Suelta!!! Malaaaa!! Mientras Carolina se retorcía. conviviendo con ella día y noche. deseaba ir mas allá. Mmmm… mira que bien que te has girado –dijo Patricia mirándola maliciosamente. una de sus manos voló al encuentro del hermoso rostro. Suéltame!!!! Abusadora!!!! -atacó Carolina intentando golpearla. haciendo que un agradable calor se esparciera por sus cuerpos. . totalmente sorda a su voluntad. voló al encuentro de los labios de Patricia. ligeramente por debajo de éstos: . parecían invitarla a invadirlos sin piedad. lamiéndolo en toda su extensión. a ésta se le facilitaba inmovilizar a su furiosa pupila. mientras su sexo se humedecía sin control. haciendo que la excitación de ambas creciera. Una vez liberados sus brazos. inmovilizando sus brazos en los costados. después. recorrió con la lengua sus contornos y se deleitó con su sabor. Patricia no podía parar. deleitándose también con los sugerentes contornos de la rubia. Los duros pezones de la joven. disfrutando de su tersura. Carolina sentía como un delicioso hormigueo recorría todo su cuerpo. enroscó sus brazos alrededor del cuello de su atacante. el recorrido continúo hasta la mandíbula y el cuello de la joven mujer que sin poderlo evitar. arrancando pequeños gemidos de placer a su dueña. ambas mujeres quedaron recostadas sobre la desordenada mesa del comedor. sus uñas arañaban . la rubia no pudo sustraerse a su encanto. el resto de los turgentes senos recibieron el mismo tratamiento. se entregó al mar de placer que le estaba siendo proporcionado. y sin pensarlo mas. regocijándose ante la suavidad de la piel que los cubría. se deshizo de golpe de las inoportunas prendas que los cubrían. totalmente avasallado por la pasión que la invadía. y su traviesa boca se lanzó al ataque sin freno. dejaba escapar pequeños gemidos de placer ante el goloso abordaje. de no perder la cordura. pero ante el delicioso estímulo. Sus manos recorrían golosamente el cuerpo de Patricia. y por mas que había intentado resistirse a las sensaciones que le provocaban las deliciosas caricias de su jefa. había pasado mucho tiempo desde la última vez que había estado con alguna chica. beso uno y otro.uno o dos minutos. poco a poco. Te deseo Caro Como un cerillo arrojado a la pólvora. concentrándose en sus pezones y en su húmeda vagina. en una muda rendición y sin apenas darse cuenta. quien sin pensarlo. se dio cuenta que era imposible. chuparon. Carolina trataba sin mucho éxito. cuya dueña nada pudo o quiso hacer para evitar que fueran invadidos por los voraces labios que sin piedad. tomó el rostro de Carolina entre sus manos. la declaración de Patricia no hizo sino avivar aún más la llama de esa pasión contenida entre ambas. fueron intempestivamente descubiertos por las ávidas manos de Patricia. Las manos de Patricia recorrían con avaricia los costados del delicado cuerpo. besaba todo el hermoso rostro. la claridad de su pensamiento se difuminaba. a pesar de que por unos segundos un ligero destello de lucidez iluminó su acalenturada mente diciéndole que no era buena idea continuar con ese peligroso juego. Carolina retomó el beso interrumpido con mayor intensidad. la hambrienta boca buscó el nacimiento de los turgentes senos. comiendo los labios de su jefa con avidez. besaron y gozaron de su plenitud. ante la vista de los delicados botones. su textura la hacía perder la razón. mientras se deshacía del nudo que formaban los brazos de Carolina alrededor de su nuca. admirando el tono sonrojado que éste tenía: . besando la blanca columna del cuello que se le ofrecía sin freno alguno. el olor y la textura de los jugos de Carolina. se abría gustosa entregándose sin reservas. mientras seguía el compás de las caderas que en un movimiento circular. vaciándose en la sedienta boca que bebió sin parar el delicioso elíxir que brotaba abundante y caliente. explotando imparable ante los deliciosos embates que la llenaban. guiándola así hacía su mayor centro de placer. que abierta y anhelante. mientras piernas y brazos se enredaban unos con otros. invitación que fue aceptada de inmediato. recibió la cálida humedad de la lengua de Patricia. y continúo su viaje hacía el sur. iniciando un frenético movimiento de caderas. por lo que se acomodó encima de la joven. Carolina sintió como un fogonazo recorría todo su cuerpo. Carolina sintió como un potente orgasmo se formaba en su vientre. besaba y recorría con lengua y labios la joven y húmeda flor. En el momento en que la rubia introdujo la punta de la lengua en la obscura y caliente cueva. Ninguna supo en que momento sus cuerpos quedaron totalmente desnudos. que goloso. acariciaba y apretaba sus pechos. solo eran capaces de sentir el roce de piel contra piel. ésta se regocijó lamiendo los costados de la hermosa y palpitante vagina. sin apenas darse cuenta. jugando durante algunos minutos en el vientre y cintura de la hermosa mujer que solo atinaba a enredar la rubia cabellera entre sus dedos. la habían hecho perder la cordura. invitando a su nueva dueña a recorrerla. regalando a su vez abundantes jugos que Patricia paladeaba con avidez. cada una recorrió la piel de la otra sin dejar un tramo inexplorado. chupaba. se agitaban inquietas. la rubia inició un enloquecedor recorrido por el cuello y hombros de la joven. formando una deliciosa tijera: sexo contra sexo. Cuando los labios de Patricia envolvieron el palpitante botón. regó besos a todo lo largo y ancho de la línea del escote de Carolina. sentía su sexo arder y clamaba alivio. Patricia se sentía a punto de explotar. que como flor en primavera.con suavidad la piel que se erizaba ante el contacto. dándole a la joven una panorámica espectacular: una hermosa rubia montándola cual salvaje amazona. y la amplia cama servía como escenario de la erótica danza iniciada en el comedor. los besos se sucedían imparables. acariciándose ella misma los deliciosos pezones duros y sonrosados que coronaban . habían llegado hasta la habitación de Patricia. mientras su palpitante clítoris era atormentado por el duro y caliente botón de Carolina. sintiendo como sus húmedos e hinchados labios se frotaban contra los de la joven. cada beso. con su lengua recorriendo los turgentes labios. haciendo que incitantes gemidos llenaran el silencio de la habitación. mientras su invasora lamía. recibía cada caricia. acariciaba sus pezones en un vano intento de calmar esa fiebre que la llenaba. lanzándola en una ola de placer como hacía mucho no sentía. Eh?. no puedo pensar vale? –dijo Carolina mientras tomaba entre sus manos el serio rostro y depositaba un tierno beso en sus labios. sin poderse contener. dejando su brazo sobre los pechos de la chica que en ese momento no atinaba a decir nada.. - El tierno beso. explotaron en un ruidoso orgasmo que las lanzó en una vorágine de placer. ávidos.los dos hermosos globos que saltaban gustosos al ritmo de las caderas de ambas mujeres. recorrió con sus dedos el hermoso rostro y sin poderse contener. Sip. Ah! Ps… no me preguntes nada ahora chica. Ps…. descubrió a un horrorizado Sebastián parado en la . pasaron el resto de la tarde amándose. mientras sus sexos se frotaban salvajes. la primera en despertar fue Carolina. como muda cómplice envolvió sus cuerpos desnudos.. Ouch!!! . Te arrepientes de lo que pasó Caro? . la noche. una y otra vez hasta dejarlas exhaustas y vacías. Te lastimo pequeña?. Minutos después. Crees?. No…. calientes y mojados.. se entregaron a un profundo sueño que se vio interrumpido a la mañana siguiente ante el ruido de un fuerte portazo. hasta que ambas. cuando Patricia alcanzó a abrir los ojos y girarse. depositó algunos pequeños besos en la comisura de sus labios: . solo marcó la pauta para que la pasión brotara de nuevo entre ambas. creo que te estoy aplastando eh? . como es eso? –cuestionó Patricia . descubriéndose mutuamente. creo que si –respondió tímidamente la joven - Patricia se giró hacía un costado. pues una pierna y un brazo de la rubia descansaban sobre ella.. que entrelazados. quién sobresaltada intentó incorporarse sin éxito. que intentaba recuperar el ritmo de su respiración: . mmmm…. dándose placer una a la otra hasta que el cansancio las venció. Creo que no –respondió la joven un tanto insegura .. Carolina se removía inquieta ante el peso de la rubia. puerta de la habitación. contemplando los dos cuerpos desnudos. eran los protagonistas de una escena que no necesitaba explicaciones. - . que como delincuentes descubiertos infraganti.