Galilea Segundo La Amistad de Dios

June 1, 2018 | Author: Cristian Morales | Category: Prayer, Jesus, Christ (Title), Love, Faith
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Uilii h1fi!i|iJii]lit El Cristianismo como amist Segundo Galilea SEGUNDO GALILEA LA AMISTAD DE DIOS El cristianismo como amistad EDICIONES PAULINAS Prefacio Este ensayo es el resultado de una experiencia personal. Siempre fui sensible a la amistad; tuve y tengo muchos amigos y amigas, que no siempre he podido cultivar, dada la naturaleza de mi trabajo misionero. Tal vez eso mismo ha aumentado mi sensibilidad por el tema. En los santos que me han atraído desde mi juventud, busqué siempre su vida de amistad. Pensaba que una amistad tan grande con Jesús llevaría a grandes amistades humanas; y, efectivamente, encontré que era así. Entre los modernos cultivé a Carlos de Foucauld, sobre todo por esa razón; más adelante recuperé a Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, a los que nunca había entendido realmente durante mi formación, y me di cuenta que las escuelas de espiritualidad moderna, incluido Foucauld, eran discípulas de ellos. En santa Teresa, especialmente, encontré una santa rica en amistad, a la que podía hacer mi amiga, y cuya vida giró toda ella en torno a su relación de amistad con la humanidad de Jesús. No hace mucho tiempo, una 5 e Ediciones Paulinas 1987 (Prolasio Gome/, 11-15. 28027 Madrid) ® Segundo Galilea Diez 1987 Fotcx'omposición: Marasán, S. A. San Enrique, 4. 28020 Madrid Impreso en Arles Gráficas Gar.Vi. Humanes (Madrid) ISBN: 84-285-1157-8 Depósito legal: M. 421-1987 Impreso en España. Printed in Spain amiga teresiana me hizo notar cómo la oración de santa Teresa se basaba en esa misma amistad, y que su itinerario contemplativo era una historia de amistad con Dios. Por ese camino llegué a la convicción de que si Teresa puede ser interpretada en clave de amistad, entonces todo el cristianismo puede ser interpretado en esa perspectiva. Así se desprende tanto de la teología mística que yo conocía como de mi propia experiencia personal. El significado pastoral de esta intuición me pareció igualmente muy útil. Uno siempre tiene problemas para presentar la sustancia del cristianismo a los pobres y sencillos. El desafío para un pastor no es sólo cómo hacer llegar al corazón de la gente la fe de la Iglesia y la teología, sino también la mística cristiana. No es cosa fácil. Se tiene entonces la tentación de reservar la mística para los cultos, y de entregar a los pobres sólo los temas de la liberación y la justicia. La mística de la amistad me pareció) un buen camino para traducir la espiritualidad en términos comprensibles para todos. Últimamente, en los retiros en que he sido invitado a predicar, decidí articular los temas fundamentales de la espiritualidad cristiana en torno a la amistad. Las personas participantes me ayudaron a corregir y enriquecer ciertas ideas y a afinar otras, hasta lograr una síntesis mejor. Muchos de ellos me animaron a escribir los temas de esos retiros. Este ensayo es el resultado 6 de haber aceptado la idea. Quisiera dedicarlo a muchos de mis amigos y amigas, nuevos y antiguos, cercanos o lejanos, sobre todo a cuantos me han ayudado a hacer de la amistad de Jesucristo el centro de mi vida. 7 1 La amistad como símbolo del amor de Dios Dios es un misterio. Es un misterio para nosotros, que vivimos en la penumbra de la condición humana. En sí mismo, es luz y pura claridad (Jn 1,8). Dios es un misterio para nosotros porque sabemos que existe, pero no sabemos cómo es. "De Dios sabemos más lo que no es que lo que es", enseña santo Tomás. Dios ha tenido entonces que revelarse a nosotros, mostrándonos algo de lo que es; la revelación del misterio de Dios a nosotros es Jesucristo. Jesucristo es Dios accesible a nosotros; en su humanidad y en su enseñanza nos muestra cómo es Dios, haciéndonos aceptar su misterio por la parte de luz que vemos en él. Jesús nos ha revelado que Dios es amor. Eso sí lo sabemos de Dios; y es decisivo para que nosotros lo amemos e imitemos. El amor es lo más real de Dios, en sí mismo y en su relación con nosotros. Pero que Dios sea amor no significa que deje 9 prender. Jesús. q u e conozcáis el a m o r de Cristo. capaz de simbolizar su a m o r y de conducirnos a su fuente. absurda. El a m o r q u e Dios nos tiene permanece siempre un misterio. " l o visible nos lleva al conocimiento de lo Invisible" (prefacio de navidad). la longitud. en su práctica del a m o r y en los símbolos con q u e lo quiere hacer comprender. La manera en q u e explicó ese amor nos ofrece las mejores comparaciones y símbolos h u m a n o s para penetrar el misterio del a m o r que viene de Dios.de ser. Particularmente. una experiencia intensa de felicidad nos ayuda a entrever la felicidad en la vida eterna. con el noviazgo (Isaías). q u e supera todo c o n o c i m i e n t o " (Ef 3. a u n q u e sabemos q u e está ahí. a u n en las formas más profundas. L o supera más allá de todo lo imaginable. asumiéndolas de tal manera q u e dejaron de ser un absurdo y se trocaron para quienes lo siguen en fuente de esperanza. Así.18-19). la altura y la profundidad: en una palabra.7). Este se hace revelación de Dios. c o m o se nos escapa la verdad q u e se esconde en el misterio. con todos los creyentes. Su m i s m o amor nos resulta misterioso. la superación de servidumbres h u m a n a s nos ayuda a entender la liberación total q u e Cristo trajo al hombre. San J u a n nos recuerda q u e "el a m o r viene de Dios" (1 J n 4. En la fe de la Iglesia. San Pablo pedía para los cristianos "ser capaces de com10 Jesús vino para hacernos comprender el a m o r q u e Dios nos tiene. La forma en que él a m ó es el c a m i n o privilegiado para comprenderlo. La analogía es lógica. Es verdad q u e ya el Antiguo T e s t a m e n t o nos explica el amor de Dios por los símbolos del amor h u m a n o . va a privilegiar el amor de amistad. el misterio del a m o r de Dios hacia nosotros lo vislumbramos a través de la experiencia del a m o r h u m a n o . Esta nos parece a veces arbitraria. se nos escapa. para nosotros. por su parte. con el desposorio (Cantar de los Cantares). a u n q u e accesible a través de la experiencia h u m a n a del amor. pues n o siempre sabemos descifrarlo en el correr de la vida. la anchura. L o compara con el amor materno (Jeremías). injusta. Lo humano nos encamina a lo divino El símbolo de la amistad Los teólogos nos dicen q u e lo q u e Dios nos ha revelado de sí m i s m o lo entendemos por analogía con las cosas y experiencias h u m a n a s . u n misterio. intensas y fieles de amor entre dos seres. y el a m o r de Dios. y siendo esto así. Por eso Dios nos reveló su a m o r en Jesús de u n a forma indubitable: compartió con nosotros las miserias de la vida. M . hay siempre a m o r de Dios en todo auténtico a m o r h u m a n o . con la amistad (Abrahán). N o es q u e el a m o r de Dios sea c o m o el a m o r h u m a n o . Nadie tiene mayor amor q u e el q u e da la vida por el a m i g o . como Jesús m i s m o la experimentó. El noviazgo y desposorio. .. En esta m u t u a elección. La fidelidad en cualquier a m o r se hace m a d u r a c u a n d o es libre. Dios siempre toma la iniciativa ("no me elegisteis vosotros. m u c h o s hombres y 12 mujeres. n o h a n experimentado ni el noviazgo ni el m a t r i m o n i o (Cristo m i s m o n o los experimentó). pero suficiente. dice a sus discípulos: " O s llamo amigos. El cristiano es el q u e hace u n a opción consciente por Jesús como amigo. duran lo q u e dura el e n a m o r a m i e n t o . Las personas célibes n u n c a experimentarán el a m o r paternal o maternal. nos 13 . sin amistad. Al n o estar i m p u l s a d o por la pasión o por la relación de sangre. . " (Jn 15. cualquier persona puede experimentar la amistad. " N o me elegisteis vosotros a mí. M a t r i m o n i o s sin amistad. apoyándonos en el símbolo de la amistad. la q u e todos pueden tener. y esta libertad se da en la medida en q u e ese amor se ha integrado con la amistad.12-16). los hijos únicos n o conocen el a m o r fraterno. u n a vez más. a u n q u e . libremente. H a y u n a analogía entre la naturaleza y los rasgos de la amistad h u m a n a y el a m o r q u e Cristo nos ofrece. la experiencia h u m a n a nos enseña q u e la amistad debe ser u n componente necesario de todas las demás formas de amor. los huérfanos n u n c a experimentaron el a m o r filial. sino yo a vosotros"). es significativo para todos. la amistad expresa mejor la libertad del amor. La amistad es la única experiencia universal del amor. Para Jesús. Pero nosotros debemos igualmente elegirlo a él. Así sucede también con la relación entre Cristo y nosotros. Aun más. como símbolo. hijos o hermanos sin amistad. se van debilitando con el tiempo y las pruebas de la vida.16). no tiene su persistencia y e s t a b i l i d a d .. sino yo a vosotros" (Jn 15.Así. El nos a m ó primero. c o m o a partir de éste podemos entender mejor el misterio de la amistad h u m a n a . igual q u e lo es el amor q u e Dios ofrece en Jesús. por vocación o circunstancia.. necesaria para q u e éste llegue a su madurez. como el desposorio o el a m o r maternal? Quizá. La vocación al a m o r de amistad es universal.. Por u n a parte. a m o r de padres. ¿Pudo haber elegido otro símbolo igualmente significativo. a u n q u e en sí es más intenso y total q u e la amistad. La amistad supone u n a elección m u t u a . que. con todas sus consecuencias. como a m i g o personal. desde siempre.. si éstas h a n de perdurar. el " m a y o r a m o r " es el a m o r de amistad. y por eso. para toda la vida. En cambio. n o se i m p o n e n . A partir de ella podemos asomarnos al misterio del a m o r de Dios. Los amigos se eligen libremente. la analogía de los amores h u m a n o s nos ayuda a comprender la elección de Jesús. Los rasgos reveladores de la amistad Podemos penetrar el misterio de Dios y de su a m o r en u n a medida limitada. El nos eligió como sus amigos. con nuestros fallos y pecados. n i n g u n a . este proceso de amistad es coherente m u nuestra condición h u m a n a y frágil: una historia de fidelidades e infidelidades.. Y eslá igualmente en consonancia con las exigen( ias puestas por el evangelio en nuestra relación i o n Dios.. etcétera. En este proceso. q u e es la historia de nuestra vida. fidelidad. el extrañamiento. hasta la felicidad inextinguible de la vida futura. el proceso de la amistad se va realizando desde el don que nos hace de la vida y del Espíritu. ¿Por qué Dios ofrece su amistad a cada hombre?. Cada amistad es u n misterio. ni n i n g ú n otro— eme obligue a ella. Durante él. que la verdadera amistad requiere personas virtuosas. De alejamiento y reconversiones.. Gozosamente o en el desconcierto del misterio o de la cruz. la amistad se va purificando y m a d u r a n d o . q u e no puede explicarse sólo por afinidades y cercanía h u m a na. retrocesos y reconciliaciones. Cada amistad h u m a n a tiene una historia. Cicerón. y para siempre. de tensiones. ni de promesa. en su célebre escrito Sobre la amistad (De amicitia). de alejamientos. Esta tiene una historia. N o hay n i n g ú n c o m p r o m i s o previo —ni de sangre. En esto también la amistad h u m a n a es un símbolo de la relación de amistad de Dios con cada uncí de nosotros. confianza. las exigencias desmesuradas. de acepta( ion y rechazo del amor. Sinceridad. el amor de Dios se nos ofrece en amistad sin conche iones previas. ni de asociación. La elección de amistad es gratuita. las decepciones. El surgimiento de la amistad tiene m u c h o de misterioso... pasando por la cadena de gracias por las q u e nos conduce. Así. N o hay n i n g u n a circunstancia q u e la i m p o n g a ..buscó. Corresponde a un proceso de crisis. ¿Por q u é "necesita" la amistad de cada hombre en particular?. Así lo confirma la experiencia h u m a n a .. sin mérito a l g u n o de nuestra parte. afirma ya. A s i m i s m o . Dios nos quiere como sus amigos tal cual somos. P o r el lado nuestro... la amistad requiere también la determinación de superar amenazas 14 constantes: el deterioro. desde la ética pagana. Nos deja libres para aceptar o no su amistad. q u e no siempre se dan? Este misterio de la amistad nos sugiere el misterio del a m o r de Dios a cada u n o de nosotros. de reconciliaciones. grandeza para perdonar. la amis15 . ¿Por q u é se produjo con esta persona y n o con otra? ¿Por q u é la profunda empatia. de quiebras. Las "virtudes cristianas" n o son otra (osa q u e la manera como permanecemos y c retemos en la amistad con Dios. Dios va desarrollando o revelando el a m o r q u e nos tiene. A través de ese proceso. delicadeza. ni el trabajo c o m ú n ni los ideales c o m p a r t i d o s . Dios n o se impone. y de alguna manera los amigos se van compenetrando y asemejando en muchas cosas. La amistad crea una m u t u a influencia. nos atrajo a él —a través de las circunstancias de nuestra vida— hasta llevarnos a descubrirlo y elegirlo. Por el lado de Dios. lealtad.. podemos al i miar: "Cristo me a m ó y se entregó por m í " . Esto nos ayuda a entender nuestra relación con Dios. De la misma manera. y n o nos sentimos rivales o celosos de los demás. existen y existirán no disminuyen en nada la intensidad y la peculiaridad de la relación de Dios con cada u n o de nosotros. Podemos tener m u c h o s amigos verdaderos. esta amistad puede dar sentido a toda nuestra vida y ser fuente inextinguible de alegría. paz y felicidad. Pero. progresivamente y casi sin darnos cuenta. al relacionarnos con Dios en la amistad lo hacemos c o m o si Dios sólo existiera para nosotros. como él m i s m o lo afirma en otro lugar: "Nos a m ó y se entregó por nosotros". y n o debemos reducir su amistad a resultados. nos va asemejando al Señor. Para ello debemos conocernos a nosotros mismos. y el hecho de a u m e n t a r los amigos no disminuye la intensidad de las amistacies anteriores. liberadora. Dios quiere a cada ser h u m a n o como si éste fuera la única persona sobre la tierra. es mejor c a m i n o de santidad conocer y a m a r a Jesús. C o m o san Pablo. la experiencia de Dios. Podemos decir " m i Dios". 17 . La realización de la amistad encuentra la lelicidad en sí misma y crece por sí misma. v. sin buscar intereses ni esperar q u e el olio "devuelva" algo o haga lo m i s m o con nosotros. 1 . al igual 16 q u e "nuestro Dios". trabajar en superar defectos y adquirir virtudes y valores cristianos. y con ello al ideal del hombre. El q u e pone amistad. Se está con el a m i g o por estar. Los millones de seres q u e existieron. Una característica de la amistad es q u e cada a m i g o es único. Por u n a parte. Se ayuda o se sacrifica u n o por el a m i g o por pura amistad. y la experiencia nos dice q u e la relación con cada u n o de ellos es especial. santificadora. El ideal h u m a n o es vivir y actuar como Cristo. L o especial y único de cada amistad n o disminuye con su número. la amistad con Dios. realizando la amistad con él. sin descuidar esto. se le quiere p o r q u e se le quiere. saca más amistad. q u e es la h u m a n i d a d plena. La relación con el a m i g o es en sí misma enriquecedora y liberadora. En la amistad n o hay rivalidad o celos entre amigos comunes (salvo c u a n d o la amistad deja de ser sana). parece q u e fuera el ú n i c o a m i g o . Por otra parte. Cada persona concentra todo su amor. vale por sí misma. A m a m o s a Dios porque es Dios. Es en sí h u m a n i z a n le. Podemos ser amigos de Dios. y su utilidad o productividad no inleresan en primer lugar.tad con Jesús nos asemeja e identifica con él. Este camino de amistad. ni siquiera a cambios morales.a amistad tiene un valor en sí. a beneficios. C o m o siempre. su amistad I tatema. seguidamente.2 La amistad en la vida de Jesús Kl misterio del a m o r de Dios se nos revela en la amistad. es otro valor esen( lal en la vida y enseñanza de Jesús. Este homhic de Dios ha sido también llamado "el homlue para los demás".15-17). El amor de Jesús al Padre es la clave. El a m ó a todos con misericordia y 19 . los evangelios son el mejor testimonio para estudiar la amistad en la vida de Jesús. su total identificación con él. " p o r Cristo Jesús llegó el a m o r y la lidclidad" (Jn 1. En él estaba "la plenitud del amor y de la fidelidad" (que constituye la amistad). El primer valor fundamental de la personalidad de Jesús es su c o m u n i ó n con el Padre. La amistad q u e practicó Jesús nos enseña tanto el ideal de la amistad humana como el m o d o de a m a r a Dios. Este símbolo se hace pleno en la humanidad de Cristo. el "secreto" para entender los demás valores de su vida y la fidelidad y amor (|uc puso en ella. Y. q u e ofreció a todos. H a servido de fundamento para la espiritualidad cristiana. de sus hermanas Marta y María. se hace a c o m p a ñ a r por sus apóstoles más amigos. Cristo necesita de nuestro amor y amistad. el dirigente judío q u e se hizo cargo del cadáver de Jesús y le proveyó de u n a sepultura digna. con los ciegos y leprosos. Jesús buscó en los m o m e n t o s críticos el apoyo y la amistad de sus discípulos. El vivió en la condición h u m a n a y en ella practicó la amistad. con sus seguidores y discípulos. q u e Jesús vivió hasta el sacrificio de la cruz. En ella se dan los rasgos más fuertes de la amistad: el conocimiento y comprensión m u t u a ("yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí").11-16) es la parábola de Jesús-amigo. así como por el hecho de la soledad de Jesús. Jesús n o podía ser amigo. por lo q u e Jesús se relaciona con cada u n o como único. (iristo nos espera.m a n t u v o u n a relación de amistad con todas las personas q u e encontró. T r a t ó a cada persona como única y especial. ellas me siguen").. de los q u e ni a J u d a s excluyó. C u a n d o se prepara a la agonía de su pasión en el huerto de Getsemaní. Esto forma parte del misterio del a m o r de Dios. por lo que Jesús va asemejando a sus discípulos a él en el m o d o de actuar y de vivir. i g n o r a n d o todos los prejuicios culturales que excluían de la amistad de u n Maestro j u d í o a ciertas categorías de personas. en espera de q u e nosotros igualmente nos sacrifiquemos por él. en todo ser h u m a n o . Los evangelios nos dicen q u e era particularmente a m i g o del apóstol J u a n ("el discípulo a q u i e n Jesús quería"). la fidelidad y lealtad hasta entregar la vida por el a m i g o ("el buen pastor da su vida por sus ovejas"). q u e es u n componente. q u e requiere oportunidades y condiciones q u e sólo se dan de hecho con algunas personas. les reproc ha q u e no hayan p o d i d o mostrar su amistad en 21 . Jesús. y les pide q u e lo conforten o r a n d o por él. de Lázaro (sobre cuya t u m b a Jesús lloró). y en su " p a s t o r e o " se adapta a él. con los militares romanos q u e se le acercaron.. trabó u n a amistad fuerte sólo con algunos de sus discípulos. con la mujer adúltera. Jesús. Jesús se portó como u n a m i g o con la samaritana del pozo de Jacob. de José de Arimatea. con su actitud. etc. En su perfección h u m a n a . el Hijo de Dios no sólo se daba en amistad. de todos sus seguidores y discípulos. está en la experiencia de los santos: Cristo nos busca. la imitación e identificación a q u e lleva la amistad ("yo voy delante de mis ovejas. La parábola del buen pastor (Jn 10. Mt 26. Está sugerido por los evangelios. entregando lo q u e en nuestra vida se o p o n e a su evangelio. de la necesidad de amistad. sobre todo.. en el sentido fuerte 20 de la palabra. desde su soledad. Jesús ofreció su amistad a todos. A lo menos potencialmente. sino que lo trató como a m i g o hasta el ú l t i m o m o m e n t o ("Amigo. Es u n o de los rasgos impresionantes de la personalidad de Jesús. C u a n d o los discípulos se duermen. c o m o todo h o m b r e normal.50). con los anfitriones de las bodas de Cana y. también necesitaba amistad. haz lo que vienes a hacer". El inicio de la relación de amistad entre Jesús y los apóstoles fue u n encuentro í n t i m o y prolongado. El Bautista les presenta a Jesús. Su llamada a la amistad La llamada de Jesús a sus discípulos —que es igualmente nuestra vocación cristiana— es u n a llamada a la amistad. N o se absorbió en nadie.?" (Jn 6. decepcionados en su mesianismo terreno. tan sen22 sible a la amistad y tan necesitado de ella. el Dios encarnado. Jesús lo confirmará en su oficio de cabeza de la Iglesia ("Apacienta mis ovejas"). La experiencia fue inolvidable. ¿dónde habitas?. L o relata san J u a n al comienzo de su evangelio (1.40). ¿me amas más q u e éstos?") (Jn 21. y se alejó triste. Jesús sufrió la decepción de una amistad abortada. después de la resurrección. En la crisis de Cafarnaún. el p a r a d i g m a de la amistad. Y pasan toda la tarde con él. su llamada a la amistad es progresiva. su amistad especial ("Pedro. q u e marcó a los apóstoles y los predispuso a hacerse más adelante seguidores de Cristo. le interesa por encima de todo que Pedro le asegure u n a vez más. son u n a petición de q u e ellos le confirmen la lealtad de su amistad. más que u n desafío. se va renovando más y más intensamente d u r a n t e el transcurso de su relación con los apóstoles. Jesús. m u c h o s no lo aceptan y se alejan de él. Jesús toma la iniciativa. la vida eterna y el valor de la fe. Jesús busca el apoyo y la amistad de los apóstoles: "¿También vosotros queréis dejarme?" Estas palabras. el evange23 .67). Y seguramente Jesús se quedó a u n más triste. Con dos características: primero. él quiere hacerse nuestro a m i g o y seducirnos con su amistad ("Yo os elegí a vosotros"). frustrado en su amistad. da el dinero a los pobres y sigúeme"). el h o m b r e para los demás. P o r q u e tenía muchos bienes. ¿a q u i é n iríamos. Muchos años más tarde. Y le ofreció una amistad especial ("vende lo q u e tienes.. rezando u n a hora con él (Mt 26.. se mostró totalmente libre en sus relaciones h u m a nas. el Señor se encariñó con él. n o se i m p u s o a nadie y dejó a todos en libertad. En ese m o m e n t o de soledad y aparente fracaso. Paradójicamente. n o se dejó acaparar por nadie. "Maestro.ese m o m e n t o difícil. c u a n d o a n u n c i a a las gentes la eucaristía. es también el modelo del h o m b r e auténticamente libre. Dice el evangelista que. como el comienzo de una historia de amistad. Con el joven rico (Me 10. Venid y lo veréis".. Al p r o p i o Pedro. Segundo.15). lo cual es igualmente u n símbolo de nuestra propia vida cristiana. después de las negaciones de la noche de la pasión. y ellos quieren conocerlo mejor. al interesarse el joven en seguir a Jesús y al mostrar su buena disposición en c u m p l i r la ley de Dios. Y Pedro resp o n d i ó bien en nombre de los demás: "Señor. el joven no tuvo valor para aceptar ese grado de amistad. donde la amistad con Dios se hace progresivamente exigente.38-39). Para ello.21).. Igual sucede con m u c h o s discípulos. (daos unos a otros. Y los futuros apóstoles dejan muchas cosas para seguirlo. más que a mí. yo me avergonzaré de él" (no lo reconoceré como mi amigo) (Mt 10.15ss). El relato lo hace san Lucas (5.14ss) y la del administrador: al que. " N o hay amor más grande q u e éste: dar la vida por sus amigos". a la orilla del lago. "El ciue se avergüenza de mí v de mis palabras (el q u e se avergüenza de mi amistad). y el trabajo c o m ú n será u n paso más en el proceso de la amistad. pues el siervo n o sabe lo que hace su señor.10ss).37). En las palabras del misnro Jesús: "El que ama.9).lss): después de haberlos guiado a u n a pesca milagrosa ("hemos trabajado toda la noche sin pescar nada. (a otros). .lista a ú n recordaba la hora de aquel encuentro: "Eran las cuatro de la tarde". poner amistad saca amistad. Las llamadas de Jesús a la amistad son las 24 del q u e desde siempre se presentó y actuó c o m o amigo: " M i m a n d a m i e n t o es éste: q u e os améis los unos a los otros c o m o yo os he a m a d o " . A más fidelidad en esta amistad.. la amistad se hace más exigente y profunda cuando se hacen los primeros sacrificios por Cristo.13-14).. Jesús neos da más amistad si somos fieles a la q u e ya nos ha dado. (sed amigos como yo soy vuestro amigo). n o es digno de m í " (Mt 10.. a estos "amigos-simpatizantes" Jesús los invita a trabajar con él y para él. permanece en mi . Os he llamado amigos. según la parábola de los talentos (Mt 25. Ya no os llamo siervos. "Vosotros sois mis amigos si hacéis lo q u e os m a n d o . se le confiarán cosas mayóles (Le 16. tú sabes q u e te a m o " .11). c o m o yo daré mi vida por vosotros) (Jn 15. después de la resurrección (Jn 21. La destrucción de la amistad con Dios es lo q u e la Biblia llama "pecado". Jesús les llama "a pescar hombres". "El q u e observa mis mandamientos. el mayor mal es q u e el hombre destruya esta amistad... Señor. porque os manifesté todo lo q u e oí de mi P a d r e " ( | n 15. Estos dos rasgos de la relación con Jesús van a aparecer en el diálogo de Jesús con Pedro.33). Jesús los llamó " p a r a q u e estuvieran con él" (el cultivo de la amistad como primera condición) "y para q u e a n u n c i a r a n con él el reino de Dios" (el apostolado como inseparable de la amistad). 25 .14-15). Si para Cristo el " m a y o r a m o r " y mayor bien d(l hombre es su amistad. Este diálogo es u n a llamada a reiterar la fidelidad de u n a amistad y de un apostolado q u e se habían deteriorado en los acontecimientos de la pasión: "Pedro ¿me amas nrás que éstos?" (como si preguntara: ¿eres mi a m i g o especial?). La elección de los discípulos como apóstoles es la llamada decisiva a la amistad (Me 3... los hará discípulos. . Más adelante. pero confiados en tu palabra echaremos las redes").. "A vosotros se os ha dado conocer los misterios del reino de Dios" (Mt 13. como en el a m o r h u m a n o . se mostró digno de conI lanza en lo pequeño.12-13).mistad" (Jn 15. más crecemos en ella.. Y a esta reiteración de la amistad sigue la reiteración del apostolado: "Entonces apacienta mis ovejas"... "Sí. o lo que es lo mismo. por lo más original de la experiencia cristiana. la novedad de Jesús es que 27 . Ello equivale a preguntarnos qué es lo que Cristo nos trajo como novedad salvadora. sino relacionarnos con Dios como amigo. que la novedad cristiana es una nueva y liberadora relación con Dios y con los demás.3 La espiritualidad como amistad con Jesús Preguntémonos por lo que es lo más radical de la espiritualidad cristiana. lo que está en la raíz de su mensaje evangélico. o un ser distante. La experiencia cristiana de Dios es la experiencia del amor de amistad. Jesús nos reveló que Dios es padre y amigo. Seguidamente. sino que es un amigo que nos llama a la amistad sin límites. legítimamente. en el sentido más fuerte de la palabra. y ambos símbolos se completan. Podemos respondernos. o un creador y juez. y el mejor amigo de un hijo debería ser el padre. La experiencia cristiana no es creer en Dios. pues el padre es significativo si es amigo. Dios ya no es una idea. La segunda experiencia cristiana fundamental es la fraternidad universal.9ss). y esta fraternidad.16). El Padre es la fuente de la vida y del amor. L o reconocemos en la fe. En su h u m a n i d a d se nos ofrece la amistad del Hijo. pero sí podemos tratar a todos fraternalmente. A causa de la paternidad amistosa de un Dios universal. Aun antes de descubrir q u e era Dios. El Padre es el destino final de nuestra amistad. en nuestra condición h u m a n a . de suyo amistosa (la fraternidad es ya u n principio de amistad). N o son personas q u e se las pueda usar. Pero ¿es esto suficiente para crear con él u n a amistad q u e englobe 29 . Esta amistad los llevó al conocimiento de la divinidad de Jesús y al descubrimiento del a m o r de Dios Padre. q u e constituye aparentemente u n obstáculo insalvable: nosotros n u n c a hemos visto a Jesús. u n a gracia. lo seguían con confianza y estaban dispuestos a dar la vida por él. Q u i e n ve a Jesús ve al Padre. y donde está el H i j o está el Padre. Jesús es h o m b r e c o m o nosotros. Sin fraternidad n o hay amistades auténticas. y nos 28 destinó a la plenitud de la amistad en el reino de los cielos. Este es también el c a m i n o de nuestra experiencia cristiana. Experimentó toda nuestra condición menos el pecado."los otros" ya n o son seres indiferentes o distantes. De Jesús a la Trinidad Q u e la espiritualidad cristiana se concentre en la amistad con Jesús es coherente con otra afirmación central del cristianismo: q u e el h o m bre está llamado a la amistad con Dios. estos discípulos lo aceptaban enteramente. pues n o podemos ni estamos llamados a ser amigos de todos aquellos con los q u e nos relacionamos. La amistad es un don. "los otros" están llamados a ser mis hermanos y hermanas. Seamos fraternos. ¿Cómo relacionarnos. N o podemos ser amigos de todos. nos comprende a nosotros y nosotros a él. Dios viene a nosotros para hacernos accesible y comprensible esta amistad. del H i j o Jesucristo y del Espíritu Santo. con el misterio de Dios? E n Jesucristo. La espiritualidad es básicamente crecer en la amistad con Jesús y en la fraternidad con los demás. su relación d o m i n a n t e con Cristo era la amistad. Con u n a diferencia importante. q u e es T r i n i d a d . Esta fue la experiencia de los apóstoles. a relacionarse con el a m o r del Padre. y esta amistad puede dar sentido a toda nuestra vida. de las q u e se deba abusar y tampoco ignorar. al q u e n o vemos y q u e "habita en u n a luz inaccesible"? (Jn 1. Pero ¿cómo ser amigos del Padre. Desde el comienzo. q u e supone condiciones naturales y oportunidad. nos a m ó primero con a m o r de amistad. y tendremos amigos. explotar u odiar. y q u i e n se relaciona con su h u m a n i d a d se relaciona también con el Padre (Jn 14. en muchos casos hará surgir amistades. Podemos ser realmente sus amigos. N o en la " a m i s t a d " con los demás. "Si guardáis mis m a n d a m i e n t o s . lo cual implica la amistad con el Señor. T a l vez el caso más claro y notable de la mística como amistad sea el de santa Teresa de Je31 . por amistad de alguien a q u i e n nunca hemos visto? Y. y es amistad personal con Dios p o r q u e es trinitaria. miles de hombres lo h a n realizado en grado heroico. amistad hecha persona.10). o a la experiencia del Espíritu. el Hijo Jesús es su " l u g a r " de acceso y síntesis: el c a m i n o de la amistad trinitaria se humaniza y se nos hace asequible en Cristo. la espiritualidad cristiana es trinitaria. como c a m i n o que lleva a la relación con el amor de Dios Padre. estar dispuesto a renunciar a todo. sin embargo. el Espíritu es la relación misma de la amistad. El Espíritu Santo. Los místicos varían también en su devoción (o énfasis de relación) a u n a u otra persona de la T r i n i d a d . algunos hablan simplemente de "amistad". o a veces a la devoción a la T r i n i d a d como tal. otros de " u n i ó n " o "desposorio". y q u e esta relación es u n a persona. pues es bien sabido q u e la amistad con Jesús n o crece tanto con el conocimiento o la relación afectiva. Otros hablan de " i m i t a c i ó n " o " s e g u i m i e n t o " de Cristo. y que. Habitaba en plenitud la h u m a n i d a d de Jesús. a través de la historia. creando la relación de su identidad con el Padre y de su amistad con todos los hombres. A Jesús se le "conoce" (con el corazón y la amistad) en la medida q u e se le sigue. p o r q u e es amistad personal c on Dios. Pero todos llegan a esta relación a través de Jesucristo. El Espíritu conducía a Jesús. y en fraternidad los unos con los otros.(oda la vida? ¿Cómo ser a m i g o de alguien q u e es para nosotros invisible? ¿Cómo seguir. imitar. se identificaba con su espiritualidad. permaneceréis en mi a m o r " (Jn 15. sino con la imitación y seguimiento en la vida práctica. Con todo. q u e es u n a expresión más poética de la amistad radicalizada. Dios como el Padre y el Hijo. El Espíritu es el a m o r —la amistad— personificado. La referenc ia a Jesús c o m o la " p u e r t a " de Dios T r i n i d a d es unánime. hace posible q u e nuestra fe en Jesús se haga experiencia viva de amistad. la devoción a la h u m a n i d a d de Cristo está siempre presente (sin ella no hay identidad cristiana). Este m i s m o Espíritu nos ha sido dado y habita en nosotros para realizar lo q u e es p r o p i o de él: relacionarnos en amistad con el Cristo a quien n o vemos. en mi o p i n i ó n . En m u c h o s de sus escritos lo expresan así. Varían en su enfoque y lenguaje. El Padre es el término de la amistad. en su amistad encarnada entramos en amistad con tcxia la T r i n i d a d . ¿Cómo es posible este " m i l a g r o moral"? Es posible por el Espíritu Santo. Los teólogos enseñan que el Espíritu Santo es la relación de amor en la T r i nidad. 30 La experiencia de los místicos Muchos grandes místicos cristianos experimentaron la espiritualidad como amistad con Dios. los místicos más asequibles y " p o p u l a r e s " son los más cristológicos. la experiencia nos dice q u e esto puede realizarse. Así. Por experiencia propia y ajena estaba convencida de q u e la práctica de la oración. q u e describen progresivamente la experiencia con Dios en la oración.) Es bien sabido q u e el hilo conductor de la espiritualidad teresiana es la oración. en las propias palabras de Teresa. las siete " m o r a d a s " . ya sea como contexto. q u e necesita de nuestra amistad.sus. q u e nos ofrece su amistad. ésta era su gran cualidad. es la gran motivación de la oración teresiana. por lo mismo. es su p u n t o de concentración y verificación. la amistad se concentra en la h u m a n i d a d de Jesús. por ejemplo. (En el libro de su Vida nos cuenta cómo el " a p e g o a amistades" le impedía entregarse a Dios más radicalmente. Es que sin la h u m a n i d a d de Jesús. La oración es u n a experiencia de amistad. Ahora bien. sería el motor de su admirable actividad reformadora. Para la santa de Avila. y ocasionalmente. Es bien conocida la devoción de Teresa de Jesús a la h u m a n i d a d de Cristo. es otro elemen- to esencial en su síntesis espiritual. la experiencia de la amistad al m o d o h u m a n o se desvanece. Ello. Jesús. ciertamente. la gran inspiración de su amistad fraterna con los demás. a u n q u e n o fuera lo más importante de la espiritualidad cristiana (que es la caridad). como condición o c o m o fruto de ella. son igualmente siete niveles progresivos de amistad con Jesús y de fraternidad con los demás. El tema clave para leer e interpretar sus escritos es el de la amistad. coincide con el carácter de la santa (lo cual es p r o p i o de todas las "espiritualidades" cristianas) y con el hecho de ser mujer: Teresa era muy sensible a la amistad h u m a n a . su gran debilidad. Más tarde. y las etapas de su progreso son las etapas q u e profundizan tanto la amistad divina como la caridad fraterna. J u n t o con la oración. 32 33 . Así. La santa va integrando en la oración los otros valores de la vida cristiana. orar es "tratar de amistad" con Dios. Nuestra oración nos incorpora a la oración de Cristo. la oración es en sí misma un modo eminente de imitación de Jesús. En eso consiste el amor de amistad. es decir. Por una parte. Por otra parte. siempre que la oración sea verdaderamente "cristiana". 35 . la síntesis y la plenitud de la amistad con Dios se da en el seguimiento (la imitación) de Cristo. Por eso la oración es camino de amistad. la oración ocupa un lugar privilegiado. En ella lo imitamos en lo más importante de su personalidad: su íntima unión con el Padre. y nos hace participar en su propia intimidad y amistad con el Padre. En este camino de imitación. es el alimento del espíritu.4 El camino de la amistad: la oración En realidad. que es la unión de nuestra voluntad con la suya. que da vigor y persistencia a esta imitación. y así lo ha entendido siempre la espiritualidad cristiana y lo ha corroborado la experiencia de los santos. que esté unida al seguimiento de Cristo y busque su imitación. la caridad cris37 . y n o es despreciable). "pues n o todos saben razonar o reflexionar." Para meditar en la oración como amistad. o con u n a fuerza superior. igualmente. La oración es experiencia de Dios. El amor. el a m o r q u e yo p o n g o . en ú l t i m o término.. en la q u e el valor p r e d o m i n a n t e se da en la sabiduría: en el conocimiento y d o m i n i o de u n o mismo. La oración expresa nuestra amistad con Jesús. la referencia a Dios es esencial. q u e no carece de importancia en la oración cristiana. T a m p o c o es u n a relación con u n principio divino abstracto. sino u n principio supremo. con quien sabemos nos a m a " . en ella. Así. El p r i m a d o del a m o r en la oración es el criterio de su calidad y de su progreso. nos da la sustancia de toda forma y escuela de oración cristiana. como recapacitación. o con u n a divinidad imprecisa. q u e actúa en mi vida y en la vida del m u n d o . en la penetración de los valores absolutos. lo cual es p r o p i o de la amistad. En esto. o en conocerse mejor. nada mejor q u e meditar en la definición de santa Teresa de Jesús: " P o r q u e oración es tratar de amistad. sin embargo. Analicémosla brevemente. o como introspección. ¿Qué es amar en la oración? ¿Qué es. Amar a Dios en la oración. o en saber más religión (lo cual también sucede. q u e a su vez es experiencia de mutua amistad."Tratar de amistad. tiene un valor en sí. en un saber superior q u e relativiza las cosas y las vanidades h u m a n a s . q u e lleva poco a poco a "estar con Dios a m á n d o l o " . donde el interlocutor del h o m b r e no es u n a divinidad personal. La oración n o es u n diálogo interior con u n o mismo.. histórico. amar a Dios? En esto todos los místicos son unánimes. etc. sino a m a r m u c h o " . está d o m i n a d a por la experiencia central del amor. estando muchas veces a solas. lo m i s m o q u e la amistad es u n a relación entre dos personas. Esta sabiduría mística. La oración progresa como progreso cié la experiencia del amor. un término divino de fusión. " T r a t a r de amistad". pero todos pueden a m a r " . la mística cristiana es diversa de la mística oriental. Segundo: la experiencia esencial y original de la oración cristiana es el amor. sino en a m a r a Dios. cuyo constitutivo es igualmente el amor. etc. L o cual es p r o p i o de la amistad. En esto la mística cristiana es diversa de la mística oriental no cristiana. De ahí se generan los rasgos propios de toda oración. o como revisión. Primero: la oración es u n a relación. sin razonamientos ni "sabiduría". escribe santa Teresa. El a m o r q u e 36 Dios me tiene. Esta "definición" es clásica. Pero queda pendiente u n a cuestión fundamental. es la cumbre de la amistad. " O r a r n o es pensar m u c h o . Es también la raíz de su d i n a m i s m o contemplativo y de su gratuidad. la cultiva y acrecienta. es u n a relación con u n Dios personal. u n trato entre dos personas: la persona de Dios y u n o mismo. el valor primordial de la oración n o está en descubrir ideas. cuestión de cantidad de tiempo (tiene primacía la actitud y la calidad).. La calidad de la oración se mide por la determinación a q u e conduce de practicar la voluntad de Dios. De m o d o semejante.ni. no buscamos tiempo para tratar de nuestras cosas con él a solas? ¿Cómo podemos pensar q u e lo a m a m o s y q u e queremos imitarlo si no intentamos estar con él para decírselo y pedir su gracia? En la amistad. Es la orientación profunda del ser hacia el seg u i m i e n t o eficaz de Cristo. es imposible profundizar en su intimidad y amistad.. Sin fidelidad periódica y habitual a tiempos fuertes y suficientemente prolongados de oración. n o es posible mantener la actitud orante en la vida ni cam i n a r en la amistad con Jesús. Paradójicamente. Y es más importante la calidad del encuentro y del trato q u e su cantidad. sino que se da en la experiencia misma del a m o r de amistad.estando muchas veces a solas. Si no hacemos tiempo para estar a solas con Dios (eso es la práctica de la oración). de nuestra responsabilidad. Es el q u e más revela. lo esencial es la actitud permanente hacia el amigo.con quien sabemos nos ama" La tercera constatación de la definición teresiana es de extrema importancia... prácticamente. es más importante el espíritu de oración. La oración es 39 .. ¿Cómo podemos decir q u e somos sus amigos si 38 ". L o p r o p i o del a m o r de amistad con Dios es la determinación de la voluntad de hacer lo q u e Dios quiere en la vida práctica. en primer lugar. la amistad decae y puede llegar a extinguirse. De m o d o semejante. o en la fuerza del afecto. puede ser una ayuda. Si no se da tiempo al amigo. ". q u e es c a m i n o cié amistad. más q u e el n ú m e r o de veces q u e nos encontramos con él. la oración. la actitud de orantes a través de la vida. Este aspecto de la oración es el q u e más depende de nosotros.11. requiere compartir momentos exclusivos con el a m i g o . pero es igualmente cuestión de tiempo. la oración cristiana no es.. la seriedad y fidelidad de nuestra amistad con Jesucristo. no csiá en primer lugar en la sensibilidad y en el sentimiento. Esta determinación no siempre es explícita o a m o d o de propósito consciente." La amistad se practica y crece compartiendo tiempo y m o m e n t o s con el amigo. puede hacerse o n o presente en la oración.i. la determinación de entregarse a la voluntad de Dios. q u e el mero " c u m p l i m i e n t o " de tiempos de oración. lOdo ello no es malo. pero no es lo esencial. Y es más i m p o r t a n t e la calidad de los tiempos de oración q u e su mera cantidad. q u e las prácticas de oración ( a u n q u e éstas sean necesarias para mantener lo primero). Dios nos "trabaja" y transforma lentamente. L o primordial aquí es la fidelidad a las mociones del Espíritu. Esta afirmación es original del cristianismo: la oración la conduce el Espíritu Santo. siempre es u n encuentro con la amistad eficaz de Dios. donde el protagonista es Dios. la lectura y escucha de la palabra. La oración se motiva por la fe y es u n a actividad de la fe amorosa. nos busca y nos llama. De esto podemos sacar a l g u n a s consecuencias. Aquí también su mística difiere de la oriental. sino el vigor de la fe. en cambio. el fervor o la aridez son dos modos de experimentar esta amistad. La contemplación cristiana. Orar es dejarse a m a r por Dios. los métodos de interiorización y desasimiento. u n a relación de amor. Espirita y método Es u n a convicción constante en la fe de la Iglesia q u e el autor y perfeccionador de la ora40 ción es el Espíritu Santo. sino antes q u e nada la actividad de la fe de amistad guiada por el Espíritu de Jesús. Pero. creer en su amistad incondicional. en la contemplación ciertamente. El primer efecto de la oración no es tanto lo que nosotros entregamos. o descubrimos. pues la amistad de Dios es siempre transformante y liberadora. Esta suele ser a m e n u d o frustrante. La gran experiencia de la oración es el a m o r que Dios nos tiene. constante. Esta característica de la amistad de Dios es la esencia de la oración. sin despreciar los métodos de oración. incondicional y nos acepta tal cual somos.un trato de amistad. La oración cristiana no es una actividad psicológica altamente entrenada (lo cual n o significa despreciar el concurso de la psicología en la oración). y no tanto el pobre amor que nosotros ponemos. Es el Espíritu de Cristo q u i e n nos relaciona en amistad con Jesús. Primero. o experimentamos. Esta verdad es coherente con la perspectiva q u e hemos adoptado para meditar sobre la oración: el Espíritu Santo es el amor. el primer efecto de la oración es lo que Dios hace en nosotros en el transcurso de ella. diaria. así y todo. 41 . En la oración Dios ama. en coherencia con la identidad del cristianismo. en la tradición cristiana. los relativiza. y éstos van y vienen según la forma en q u e Dios nos trabaja para q u e crezcamos en ella. ha sido siempre la mejor preparación de la oración. La condición primordial para la oración no es u n cierto método o técnica psicológica. según el cual es Dios el q u e nos a m ó primero. y si la oración es experienc ia de amistad con Dios. la relación de amistad de Dios hecha persona. La contemplación del Oriente resalta la concentración h u m a n a . De ahí q u e la eficacia profunda de la oración sea siempre mayor q u e la experiencia sentida q u e tenemos de ella. pero también en la vida q u e la precede. ésta es obra del Espíritu y se da en él. distraída o árida. Y la fe se aviva y alimenta por la palabra de Dios. y este a m o r es para siempre. N i n g ú n método puede sustituirla. ya leyendo en el evangelio m i s m o (o en nuestros libros preferidos) los pasajes q u e más nos atraen. La oración es inseparable de la búsqueda de la voluntad de Dios. cosas y honra propia). esta transición se hace ardua. Segundo. Si la oración va mal. la orientación profunda de nuestro corazón. en cualquier 42 caso. Sin olvidar la enseñanza de los grandes místicos: el método hay q u e usarlo en la medida q u e es necesario. En ese caso. q u é postura. requiere u n a opción. la fe se debilita. la h u m i l d a d (dejar q u e Dios conduzca nuestra vida). ya repitiendo. y q u e provienen de la naturaleza misma de la oración como amistad con Jesús. santa Teresa señala tres exigencias fundamentales: la caridad fraterna (especialmente el perdón a los demás y la reconciliación). Sin el contarlo permanente con la palabra de Dios. los métodos y ayudas psicológicas c o m o preparación inmediata a la oración no h a n de ser menospreciados. En la oración.21). Cada u n o sabe q u é libro. En este p u n t o . el primer paso a dar es el hábito de leer o escuchar la palabra. a manera de letanía. En cualquier caso. y hay q u e dejarlo c u a n d o n o lo es. Sin embargo. 43 . Supuesto lo anterior. sino en reavivar el a m o r de amistad con Jesús. "violenta". para facilitar la transición entre nuestras actividades corrientes (en que prima el uso de los sentidos) y la oración (en q u e p r i m a la fe y la entrega de la voluntad). F u n d a m e n t a l m e n t e . sobre todo en la larga etapa del "aprender a rezar" y. De ahí q u e si u n a persona quiere iniciarse en la oración. El método es muy personal. la pobreza (sobre todo c o m o libertad interior ante personas. lo primero a examinar es la coherencia de la vida. q u e va penetrando en nuestro corazón y nos va absorbiendo en Dios. el método n o es otra cosa que la manera de ayudarnos para concentrarnos en Dios. El método lo facilita.. " D o n d e está tu tesoro está tu corazón" (Mt 6. etc. y muy personal. insistir en el método y apegarse a él estorba la acción del Espíritu y daña el progreso de la oración. Tercero. q u e es c o m ú n en los habituados a la oración. q u é oraciones vocales. todos los métodos clásicos pretenden facilitar la relación íntima con la hum a n i d a d de Jesús. le ayudan a rezar.. q u é ambiente o lugar. c u a n d o la acción del Espíritu no lo requiere.. u n a frase bíblica o inventada. En ciertos momentos. en general. q u é ideas. la eficacia de cualquier método n o está en generar ideas o en ayudar la introspección. ya sea representándolo dentro o fuera de nosotros con ayuda de alguna escena del evangelio. Incluso es necesario. hay ciertas tendencias q u e son constantes en la espiritualidad. en períodos de dificultad de concentración. u n esfuerzo de nuestra parte. la fidelidad a esta voluntad en la vida diaria es igualmente condición insustituible para la calidad de la oración. y u n a fe débil n o es capaz de motivar la oración de amistad. El método de la oración ha de ser sencillo. a cortar con esta amistad. Esta es la única garantía de futura superación. el cam i n o de la amistad con Jesús en la oración es frágil y vulnerable. la oración. por parte nuestra. tanto más queremos tratarlo y conversar con él. De ahí la enseñanza de los místicos: lo más importante en la oración es no abandonarla nunca. de lugar o de relaciones. c u a n t o más oramos. es fácilmente vulnerable a nuestras crisis personales. Igual q u e sucede con la amistad. conflicto o separación. En fin. como debemos cuidar y cultivar la fe misma y el a m o r de amistad q u e genera. tanto más necesitamos orar y tanto más le encontramos sentido a la oración. cuanto menos oramos. por el estado de á n i m o o por nuestra infidelidad moral. tanto menos sentimos su necesidad. q u e es vulnerable a cualquier crisis. nuestras miserias y pecados. lo sabemos por experiencia. dejar la oración equivale. n o hay q u e ceder a la tentación (pues se trata ciertamente de u n a tentación del demonio) de dejar la oración. Debemos cuidar y cultivar la oración. En la oración. menos le hallamos sentido y más difícil se nos hace orar. más surgen temas de conversación. c u a n t o menos tratamos con él. L o llevamos en "vasos de barro"."En nasos de barro" C o m o el c a m i n o de la amistad h u m a n a . C u a n t o más tratamos al a m i g o y conversamos con él. tanto menos lo echamos de menos y tanto menos tene44 mos de q u é conversar. la amistad liberadora de Jesús no nos a b a n d o n a jamás. con la oración sucede lo q u e con la amistad. Por mal q u e nos encontremos. al decir de san Pablo. Persistir en ella. a nuestros momentos de decadencia o a u n a nuestros cambios exteriores de trabajo. 45 . sin dejarse condicionar por la sensibilidad. el servicio. etc. q u e constituyen su tejido h u m a n o . tenemos también la dimensión más difícil del proceso de la amistad: la purificación de los egoísmos que inconscientemente la guían. de su m i s m o desarrollo. el perdón. la constancia. N o hay 47 . En fin. a través de los malos entendidos.5 La purificación de la amistad En el proceso de la amistad h u m a n a existen algunas etapas cruciales necesarias para su crecimiento. La amistad se purifica a través de su misma práctica. de los engaños q u e la sostienen. tensiones. L u e g o viene la etapa o los momentos en q u e debemos " p a g a r el precio" de la fidelidad a la amistad: el sacrificio. etc. incomprensiones y conflictos. de segundas intenciones inconfesadas. es el m o m e n t o en q u e u n a persona con la q u e teníamos una relación de " a m i s t a d " en el sentido más a m p l i o del término pasa a ser a m i g o en el sentido fuerte de la palabra. Ese paso implica una elección. u n a voluntad de relación especial. y en la medida en q u e se van superando. La primera de ellas es decisiva. luchar contra las tentaciones. C o m o toda perspectiva englobante de la espiritualidad. (Los espirituales llaman a esto la "conversión pasiva".purificación y maduración de la amistad sin pasar por estas crisis. en este sentido. trabajar sobre nuestras formas de egoísmo y defectos de carácter a fin de ser más libres y fraternos. a m e n u d o a pesar nuestro. Conversión significa también el proceso de seguimiento de Jesús con las exigencias de cambio q u e él nos va pidiendo. J e s ú s . Este c a m i n o corresponde.) Pero nuestro esfuerzo personal y la decisión de nuestra voluntad —lo sabemos por experiencia— no llega muy lejos. ni m u c h o menos. La "conversión p e r m a n e n t e " a Jesús es el c a m i n o en q u e esta amistad se va profundizando y purificando por la " m u e r t e " progresiva a todo lo que en nosotros se o p o n e a ella. inconstancia o fragilidad. no podemos superar por debilidad. Pero esta conversión permanente no depende toda.33). En la mística cristiana. Significa la primera decisión de seguir a Jesús y de cambiar de vida. q u e da sentido pleno a nuestra vida y al cure queremos amar y seguir. tomar su cruz cada día (Mt 16. la conversión es u n a tarea permanente. etapas de muerte al mal a fin de crecer en la vida nueva q u e nos trae la relación con Jesús: la experiencia de la amistad divina y de la fraternidad u n i versal. Nuestra amistad con Jesús se desarrolla y crece por un c a m i n o de purificación semejante. más o menos. En parte. La amistad con Cristo implica para nosotros experimentar estas dos dimensiones cié la conversión. miserias y vicios que.24). En el lenguaje de san J u a n de 49 . (Es lo q u e los espirituales llaman la "conversión activa". m i s m o nos ha advertido q u e si queremos seguirlo por amistad hay q u e negarse a sí mismo. q u e nos va trabajando y desarraigando las raíces del mal. el c a m i n o de la amistad con Jesús es pascual: se crece en ella pasando por las " m u e r t e s " de su purificación progresiva. es el inicio del discip u l a d o . morir como el g r a n o de trigo (Jn 12. ante la cual somos prácticamente impotentes. La conversión permanente El proceso de nuestra amistad con Jesús es u n proceso de conversión. si bien los vemos. T o d a esta dimensión oscura de nuestra amistad con Dios. requiere ser purificada por la intervención del Espíritu Santo. podemos esforzarnos. dejar vicios y malos hábitos. Hay defectos y egoísmos q u e no vemos. todo discípulo es un convertido. sí. En este sentido. y es descubierto c o m o a m i g o verdadero. "conversión" tiene dos significados complementarios. La "primera conversión" es el momento en q u e Jesús deja de ser u n a relación religio48 sa ocasional y distante (un "conocido").24) y estar dispuesto a renunciar a todo aquello incompatible con las exigencias de su amistad (Le 14. de nosotros. Se puede decir igualmente q u e n i n g ú n discípulo está totalmente convertido. a las grandes etapas de la conversión cristiana. Ello crea. a q u e Jesús es Dios y nosotros no lo somos. El hecho de la purificación. personal y social. llegó a ser amigo de Dios" (Jdt 8. Pues. a u n q u e las "muertes" sean para vivir más. contiene esta dimensión ardua y dolorosa. q u e es el aspecto anterior. San J u a n de la Cruz explica esto con el ejemplo del fuego y la leña. el proceso de la conversión a Jesús tiene un factor c o m ú n : implica la renuncia interior y exterior. al contacto con el fuego. ya seca. q u e nos atrae y querríamos mantener. Esa idea de Dios no sería cristiana: Dios es p u r o amor y giatuidad. una desproporción entre los dos polos de la amistad (él y nosotros). q u e esta 51 . Y sucede. la conversión tiene un precio: el sufrimiento. siempre nos producen dolor. q u e quiere hacer de la religión algo difícil o pretende poner u n precio a su amistad. esencialmente. C o m o toda renuncia. necesariamente. o a corrientes antropológicas extrañas al evangelio q u e se hubieran ido infiltrando en su espiritualidad. q u e termina por comunicarse a la leña completamente. ésta prende. la crisis. por parte nuestra. relativa a la "noche activa". y busca sólo nuestra felicidad. la aceptación de la cruz. la leña n o prende. dada la condición h u m a n a inclinada al mal. se consume en el fuego. a la amistad q u e Jesús nos ofrece. La leña y el fuego son " a m i g o s " . Están hechos el u n o para el otro. nuestro padre. " n o c h e pasiva". " R e c o r d e m o s —nos dice la palabra de Dios— cómo fue probado Abrahán. hasta el p u n t o de que muchísimos no emprenden este c a m i n o o lo abandonan? En una palabra.) Activa o pasiva. Sucede también q u e este mismo contacto tiene la virtud de purificar la leña: el fuego y su calor van derritiendo la suciedad de la leña y van expulsando su h u m e d a d hasta que la leña.la Cruz. a todo aquello q u e hay de mal en nosotros. y purificado por muchas tribulaciones.22). atractivo y amable. siendo tan necesaria y liberadora. La verdad paradójica es cure la purificación dolorosa es un efecto inevitable de nuestro progreso m i s m o en la a m i s t a d d i v i n a . q u e se traduce en una esencial inadecuación. "El amor que mata" ¿Por qué es esto así? ¿Por qué el c a m i n o de la amistad y del seguimiento de Jesús. p o r q u e está h ú m e d a o sucia? Sucede que. vacío aparente y ardua dificultad (las " n o c h e s " de J u a n de la Cruz). en fin. se debe a la naturaleza de la condición h u m a n a . es al mismo tiempo dolorosa? Ciertamente sería un error pensar que esto se debe a una decisión de Dios. él es el santo y nosotros no. al m i s m o tiempo necesaria y dolorosa. El contacto m u t u o los funde e identifica: al echar leña al fuego. se transforma en llama y se confunde con el fuego. T a m p o c o el hecho se debe a un pesimismo de la Iglesia y de sus mís50 ticos. sin lo cual no hay " m u e r t e " . ¿por qué toda forma de purificación cicla amistad de Chisto. ¿Pero qué sucede si la leña no está apta para el fuego. inc identalmente. el ú n i c o modo de evitar la crisis dolorosa de la leña sería separándola del fuego. de un pasatiempo.purificación y expulsión de la humedad se realiza con crepitar y con h u m o . y no quiere apenarla. q u e al irnos penetrando nos va convirtiendo y purificando.. por la q u e el Espíritu de Jesús nos da aquello que no podemos adquirir por nuestro p r o p i o esfuerzo o nos quita aquello a lo que no somos capaces de renunciar. El encuentro con el a m o r de Dios después de la muerte. pero en la medida en q u e estamos llenos de las falsas alegrías y plenitudes. podemos hacer ídolos a u n de valores: del trabajo. q u e por diversas razones. la amistad q u e Dios nos ofrece es plenitud y alegría para nosotros. La misma parábola. Es lo anterior. esta purificación no se ha producido o n o se ha completado. C u a n d o ésta se hace insuficiente. L o que nos purifica n o son las renuncias a las que la vida (Dios) nos obliga. Pero el deshacernos de ellas n o es obra nuestra. sin llegar a ser ídolos para nosotros. 52 La iluminación de la amistad La "conversión pasiva". El fuego es su " a m i g o " . del sexo. sino su aceptación de nuestra parte a causa de Jesús y nuestro deseo de llenar con su amistad el aparente vacío de la renuncia. El purgatorio no es u n "castig o " impuesto por Dios. q u e es la u n i ó n con el fuego. de una persona.) Las renuncias relativas se refieren también a valores que. esta amistad n o puede comunicarse como quisiera hasta q u e no nos deshagamos de ellas. interviene además la purificación del Espíritu. actuando a través de los hechos o circunstancias de la vida. se hace de hecho purificante. sino de la amistad misma de Jesús. La purificación es el despojo que la m a n o de Dios. pues estamos hechos para él. Sucede. la pena viene por causa de la impureza e inadecuación de la leña. con pena de nuestra parte. es el m i s m o a m o r de Dios q u e nos purifica. pero p r o l o n g a d o más allá de la muerte. De suyo. Debemos renunciar o despojarnos totalmente del pecado y del mal (incompatibles con su amistad). con lo que quedaría sucia y h ú m e d a para siempre y no alcanzaría el destino para el que está hecha. impidiéndonos u n a amistad fiel. Las renuncias a q u e nos lleva el seguimiento de Cristo por a m o r a veces son totales y a veces son relativas. nos lleva a entender mejor qué es el purgatorio. sin embargo. la purificación del h o m b r e debería realizarse en el transcurso de su vida. para q u e lo gocemos plenamente. nos p r o p o n e o nos i m p o n e . al ofrecerse para siempre. para pasar al cielo c o m o plenitud. (Por la condición h u m a n a .. toma la forma de purificación o de iluminación. Así. y ocasionalmente de un bien o valor q u e para nosotros se ha transformado en ídolo. 53 . Por otra parte. q u e es " p e n a y dolor" para la leña. obstaculizan nuestra libertad interior y requieren ser controlados e integrados en la amistad de Cristo. Es lo que tradicionalmente se llama ascética cristiana. de modo semejante Jesús a m i g o nos ilumina por su palabra interiorizada en la oración para q u e " v e a m o s " lo q u e anda mal en nuestra relación con él." (Mt 18. Dios lo hace por nosotros. c o m o también sucede con la amistad h u m a n a . todo hecho de conversión o de purificación incluye u n a iluminación. T o d o s somos ciegos en diverso grado. córtatela y arrójala lejos de ti.Debemos despojarnos de lo malo (por ejemplo. 55 . En fin. Es necesario cambiar de actitud y de práctica conforme a la luz recibida. una amistad q u e se hace nociva). La i l u m i n a c i ó n se o p o n e a la ceguera de espíritu. para q u e haya luz se requiere ser iluminados por el Espíritu.. Si no lo hacemos nosotros. Pues n o basta la sinceridad de conciencia para seguir a Jesús. Si no atinamos a ello. la bondad de Dios lo hace por nosotros: nos coloca en una circunstancia q u e nos obliga a modificar esa relación. Una forma habitual y esencial de la purificación es la iluminación.. q u e ya se nos hace imposible controlarlo. la cruz es el ú l t i m o recurso q u e utiliza el a m o r de Dios para liberarnos. y si no nos decidimos a hacerlo. En el fondo. podemos fallar a su amistad no sólo por infidelidades conscientes. sino de recuperar la libertad y el p r i m a d o de la amistad con Jesús. por cuanto sus obras eran m a l a s " (Jn 3. pero q u e por nuestra fragilidad las hemos transformado en ídolos (por ejemplo. "Yo soy la luz del m u n d o . Desde la perspectiva de la mística.8). para tomar conciencia se requiere luz. T o dos tenemos áreas ciegas en la conciencia. y los hombres a m a r o n más las tinieblas q u e la luz. sino también por errores. a veces debemos renunciar totalmente aun a algo q u e es en sí bueno. " E n tu luz veremos la luz". el Espíritu nos purifica a través de u n a circunstancia q u e nos obliga a no poder seguir ejerciendo ese vicio. "si tu m a n o (que es algo bueno) te sirve de escándalo. debemos renunciar a ese trato en tanto en cuanto sea necesario. sutiles servidumbres q u e no nos permiten ser enteramente libres para esta amistad. recibir la luz de Cristo que nos i l u m i n a (ya sea interiormente. Debemos también purificarnos.19). ya sea por la palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia) para ser purificados. lo contrario es pecar contra la luz. el q u e me sigue no anda en tinieblas" (Jn 8. N o basta. pero pollo cual estamos tan esclavizados. y seremos juzgados por ella. "Este juicio consiste en que la luz vino al m u n d o . En esos casos. q u e es la forma q u e toma para nosotros la purificación impuesta. ése es el valor purificador de la cruz. es necesario también "ver" el camino. eme nos i m p i d e n ver exigencias concretas de la amistad de Jesús. Aquí n o se trata de destruir lo q u e hay de valor. a veces dramáticamente. de cosas y situaciones de suyo buenas.12). devolviéndonos la libertad. ocasionalmente. un vicio inmoral). dice el salmo. Y así como en ésta la palabra del a m i g o nos advierte de las molestias y equívocos que le causamos por un error inadvertido. [jara cambiar hay q u e tomar con54 ciencia de lo q u e requiere cambio. sin embargo. purificación siempre incompleta. de riqueza especial (aunque siempre envueltos en la fe y en la limitación de la condición humana). De modo semejante. conversión siempre provisoria. la purificación y lo implícito. No puede realizarse bien solamente en la búsqueda. Esta afirmación se basa en los evangelios. El valor particular de los encuentros densos con la humanidad de Cristo está también en la fuerza transformante que ellos tienen. es decir. contiene momentos de encuentro. transformaban a esas personas según la gracia que Jesús les ofrecía. Con 57 . La amistad de Cristo.6 La amistad como encuentro: los sacramentos La amistad humana verdadera requiere momentos de encuentros íntimos. gratificantes. ya en la tierra. de densidad. Estos nos relatan numerosos encuentros de Jesús con los que se acercaban a él en busca de una gracia y de una liberación. nuestra amistad con Jesús. Estos encuentros eran "sacramentales 1 '. ricos. no es ni puede ser sólo búsqueda. que es la espiritualidad cristiana. se reitera en dos sacramentos fundamentales. q u e sintetizan la virtud transformante de la h u m a n i dad de Jesús: la penitencia y la eucaristía. las actitudes. purifican y renuevan al m i s m o tiempo. el sacramento de la penitencia es un encuentro con Jesús misericordioso.las debidas actitudes de fe y de corazón de parte del hombre. C o m o signo y gesto de Cristo viviente en la Iglesia. Muerte y purificación del mal para vivir la experiencia de la amistad de Dios y de la fraternidad. Es el sacramento de la purificación de la amistad. la experiencia de la caridad. Es un encuentro destinado a recrear u n a amistad rota o a dar vigor a u n a amistad debilitada. el encuentro con la h u m a n i d a d de Dios es siempre transformante. cada una (como acon58 tece con todos los sacramentos). la penitencia acentúa la muerte del mal. el miedo se disipaba. pero no siempre basta para darle todo su sentido. La Iglesia es la h u m a n i d a d de Jesús sacramentalmente presente entre nosotros. En la práctica de la vida cristiana. Esta virtud se ofrece como encuentro personal en cada sacramento de la Iglesia. consolidando por vía sacramental lo q u e en la vida se va realizando por el camino de la ascesis y la purificación pasiva. los sacramentos son la amistad de Jesús. En m u c h o s cristianos. Eucaristía y penitencia. es 59 . las raíces —tanto más profundas cnanto más inconscientes— q u e están en el trasfondo de los pecados perdonados. C u a n d o Jesús decía: "tus pecados te son perdonados". pues hay también otras formas de perdonar aquellos pecados que n o r o m p e n con la amistad de Jesús. Cuando decía: "vete en paz". Por lo mismo. La penitencia es el sacramento q u e confirma. en la Iglesia se contiene la virtud transformante que habita la h u m a n i dad de Cristo. la purificación de las tendencias. hecha encuentro personal durante el transcurso de nuestra vida. en el c a m i n o de la vida. estos dos sacramentos condensan también la naturaleza pascual de la transformación q u e comunica todo encuentro con Jesús: pasar por una muerte para resucitar a una vida nueva. del paralítico y de la mujer adúltera. la persona quedaba en paz. q u e perdona y purifica. Recibir la penitencia no es sólo ser perdonado por Jesús. con la certeza del encuentro. Pero c o m o gesto eficaz de la h u m a n i d a d de Jesús. Es el encuentro de la Magdalena. Es verdad q u e lo más esencial de la penitencia está en el perdón de los pecados. la persona quedaba purificada de sus pecados. Este encuentro. y la eucaristía. ¿Cómo es posible tener hoy día esos encuentros con Jesús en circunstancias en q u e su hum a n i d a d ya no está físicamente entre nosotros? Es posible gracias a la Iglesia. este hecho puede llevar a una desvalorización del sacramento. El sacramento de la penitencia purifica las raíces del mal y de lo no convertido en nosotros. es decir. Es necesario también revalorizar la penitencia como purificación y como iluminación. c u a n d o decía: " n o tengas miedo". Y como en la amistad h u m a n a . La eucaristía es más q u e u n encuentro sacramental con Jesús a m i g o .igualmente ser purificado desde la raíz. la oscurece. Es luz para la conciencia. Su a b a n d o n o la debilita. Entre sacramento y sacramento está la búsqueda. y este don es Cristo mismo. los sacramentos n o los recibimos a cada m o m e n t o . El sacramento del perdón purifica la conciencia. la penitencia ilumina. más sensible al mal a m b i g u o u oculto. 61 . la conversión ardua. la fidelidad. más apta para discernir. el encuentro con la h u m a n i d a d de Jesús alcanza su m á x i m a plenitud en la tierra: su amistad se hace c o m u n i ó n . Los sacramentos no son sólo p u n t o s de llegada y de "descanso" en el c a m i n o de la amistad. La hace más delicada. y toma las características del a m o r de desposorio. la pone en c a m i n o cié endurecerse. El sacramento de la eucaristía es el encuentro privilegiado con Cristo como amistad y como fuente de fraternidad. es ser reforzado en la capacidad de superar la tentación. es d i s m i n u i r la fuerza de nuestras malas tendencias. su inspiración y fuerza transformante irán a c o m p a ñ a n d o ese camino. q u e no son continuos. y nos transforma en él. sino igualmente p u n t o s de partida renovada. y nos la comunica a l i m e n t á n d o n o s con su cuerpo y con su sangre. y el tiempo que d u r a n como encuentro es muy breve en 60 relación al resto de nuestro c a m i n a r cristiano. C o m o sucede con los encuentros más íntimos de la amistad h u m a n a . En él la amistad y fraternidad se nos entrega como don. C o m o todo encuentro pleno con Cristo misericordioso. fusión. pero inspiran todas las demás relaciones de la amistad en su c a m i n a r habitual. como promesa de la consumación de su amistad en la vida eterna. q u e es la fuente de la vida nueva. Cristo renueva su sacrificio. En la eucaristía el a m i g o se hace vida de nuestra vida. En la eucaristía. por otra parte. Algo a n á l o g o sucede con la amistad con Jesús. la relación de cada u n o con Jesús es única y especial. para cualquier discípulo esta amistad ha de ser. irrepetible y única en su tipo de relación. por u n a parte. Las hay q u e toman toda u n a vida. en toda circunstancia. Hay amistades más d o m i n a n t e s q u e otras. Si. Si es verdad q u e Dios ama a cada persona como si ésta fuera la única sobre la tierra. por la fuerza de circunstancias. pero el radicalismo de la amistad divina puede expresarse en diversas formas y con mediaciones hu63 . cada amistad es especial. con acentos y exigencias diversas de fidelidad o con grados diferentes de radicalismo y exclusividad. De hecho. el " a m o r mayor". las hay de encuentros más habituales y corrientes. T o d o h o m b r e está llamado a u n a amistad radical con Cristo (como " a m o r mayor"). puede ofrecerse en diversas formas. Las hay hechas de encuentros ocasionales y fuertes.7 El radicalismo de la amistad La amistad toma m u c h a s formas. y las hay q u e abarcan sólo períodos importantes. esta amistad se nos ofrece de forma tan exclusiva y c o m o experiencia tan totalizante. en la expresión del Nuevo Testamento. su exc lusividad (como es siempre fiel la amistad de Jesús). purificaciones y maduración propias de toda forma de amor de amistad. Entre ellas. como su contenido más profundo. q u e basta por sí sola para llenar la vida 65 . Por eso. el radicalismo de la amistad divina se expresa sin la mediación del e n a m o r a m i e n t o y sin sacramentalizarse en la relación m a t r i m o n i a l . La m u t u a fidelidad en estos procesos. a q u i e n simboliza y encarna) y. los esposos expresan la fidelidad radical de su amor a Dios. q u e van tejiendo la historia del a m o r conyugal.manas diferentes. c o n t i n ú a n llamados al a m o r de amistad con Dios por encima de todas las cosas. Así. los esposos han de amarse " c o m o Cristo a m ó a su Iglesia" (Ef 5. La experiencia de Cristo toma u n a forma tan exclusiva. el celibato consagrado y la pobreza voluntaria.29). El m a t r i m o n i o está llamado a pasar por las crisis. al m i s m o tiempo. En el celibato. Los dos enamorados. sino igualmente. q u e llega a excluir toda otra forma de a m o r totalizante y exclusivo c o m o es el conyugal. La experiencia del m a t r i m o n i o c o m o a m o r radical es u n a experiencia del a m o r de Dios. fiel en 64 El radicalismo del celibato El celibato consagrado es la modalidad más radical de la amistad con Jesús. Por ello tiene las exigencias de lo exclusivo y de lo permanente. En el celibato. En la fideliciad de su amor. este amor a Dios se encarna y se expresa por la mediación del a m o r radical del u n o por el otro. es n o sólo muestra de la m u c h a lealtad a ese amor. El matrimonio como amistad radical El m a t r i m o n i o es la síntesis entre la amistad y el a m o r sexual de un hombre y u n a mujer. lo cual hace al m a t r i m o n i o u n a forma de a m o r radical. De a l g u n a manera. La espiritualidad del m a t r i m o n i o es fundamentalmente ésta: expresar con su m u t u a y probada fidelidad el a m o r q u e los cónyuges tienen por Jesús. igualmente. cada esposo es u n sacramento de su amistad con Dios para el otro esposo. sin embargo. q u e significa y simboliza el amor de amistad de Cristo por su Iglesia y por cada u n o de nosotros. y el amor q u e Jesús tiene por ellos. las más típicas y cargadas de simbolismo son el m a t r i m o n i o . Por eso el m a t r i m o n i o es u n o de los sacramentos cristianos: es u n a experiencia de a m o r radical de amistad. el m a t r i m o n i o es por su naturaleza permanente (como es permanente el a m o r de Dios. u n camino para a h o n d a r la amistad de cada u n o de ellos con Jesús. ni en todas las culturas es u n testimonio tan claro. en el sentido q u e es su m o d o personal de seguir a Jesús. antes de cualquier consideración disciplinaria o legal. El a m o r matrimonial es un recuerdo de lo encarnado y h u m a n o con que debe 67 . cuyo a m o r toma tal matiz q u e lleva a optar libremente por una vida célibe. De hecho. pero ello n u n c a i m p i d i ó la realización del celibato en aquellos q u e lo experimentaron como vocación personal. Por eso las dos formas de amar están relacionadas y se inspiran y enriquecen m u t u a m e n t e . el celibato se asume p o r q u e a u n o "le gusta". institucionalizada o no. El celibato consagrado y el sacramento del m a t r i m o n i o son dos formas permanentes de a m o r exclusivo q u e simbolizan. Se puede a h o n d a r en sus consecuencias de liberación personal y apostólica. el celibato es una experiencia religiosa personal. La motivación surge de una experiencia personal de amor. Esta experiencia espiritual. Pues el celibato consagrado n o siempre es comprendido. ya en la vida de Jesús. El célibe recuerda al casado el contenido ú l t i m o de su a m o r conyugal. cada u n o de manera diferente. Así como no se contrae m a t r i m o n i o para verificar una teología o dar un testimonio. sino para realizarse como discípulo. la amistad radical de Jesús. Se puede valorar lo q u e tiene el celibato de testim o n i o del evangelio en la Iglesia y en el m u n d o . q u e n o tienen sentido sin lo anterior. Se puede hacer una teología muy rica del celibato consagrado. Por su parte. Así c o m o alguien se casa con esta persona. y n o con otra. Pero por encima de todo. q u e se hace proyecto personal y liberador para toda la vida. En el celibato lo sustancial es u n m o d o de a m o r de amistad con Jesús. dicen los teólogos) de amistad con Jesús. él ofreció su amistad a algunos discípulos con tal calidad de radicalismo q u e ellos lo siguieron en el celibato. en cada caso concreto. el casado ayuda al célibe a vivir la consagración de su castidad a m o d o de amistad con Jesús: lo afectivo. El testimonio q u e se dé con el celibato n o es lo decisivo. p o r q u e le atrae y p o r q u e "le gusta". q u e es el a m o r absoluto de Dios. ha sido permanente en el cristianismo: el celibato como forma de amistad con Jesús. P o r q u e el celibato es antes q u e nada u n a experiencia especial (carismática. igual q u e sucede en la decisión de casarse con tal persona y no con otra.del célibe de la plenitud q u e habitualmente se vive en el m a t r i m o n i o . Por eso el celibato consagrado es u n valor de la mística cristiana. El célibe inspira al casado la castidad (extraconyugal) q u e exige la fidelidad matrimonial: la castidad radical es u n a inspiración para asumir una castidad relativa. la consecuencia es la renuncia al a m o r exclusivo con el otro sexo. encarnado y rico del a m o r conyugal es u n recuerdo de la plenitud y riqueza h u m a n a q u e ha de tener la amistad radical con Cristo. no se opta 66 por el celibato en concreto i m p u l s a d o por razones teológicas o por dar testimonio. sin q u e haya q u e desvalorizarlo. revela los mismos valores evangélicos de la castidad consagrada. Por esa razón. El celibato viene a ser una forma de pobreza. el placer. el poder. el radicalismo del celibato exige un estilo de vida más exigente y ascético. posee tan plenamente —en la esperanza— los valores del reino. cuando es auténtica. Así como el testimonio del celibato y de la 69 . La amistad de Jesús.. la comodidad y la buena vida. que permite el crecimiento de la amistad de Jesús. La pobreza —interior y exterior inseparablemente— es un sacramento de la amistad de Jesús como capaz de llenar las aspiraciones del corazón humano. Por esta razón. por lo cual requiere una llamada particular (un carisma). hace violencia a la naturaleza. Su plenitud se da de otra manera: como convicción y paz profundas. la pobreza abarca la castidad (consagrada y matrimonial). La pobreza y el celibato van muy unidos. que relativiza y libera de aquello que habitualmente constituye los ideales y "tesoros" más buscados por los seres humanos: el dinero. sin embargo. El pobre. el camino del celibato es más arduo que el matrimonio. que cuando se descubren se "vende todo" para poder adquirirlos. y la pobreza. el amor exclusivo de Jesús en el celibato deja insatisfechos los sentidos y la sensibilidad. La pobreza es la encarnación de la parábola del tesoro escondido y de la perla valiosa (Mt 13. por su naturaleza no tiene la intensidad sensible de las demás formas de amistad humana. más austero y pobre. sobre todo. que no puede sino relativizar y desprenderse de los valores transitorios..44-46). El radicalismo de la pobreza La castidad es una forma de pobreza. "Donde está tu tesoro está tu corazón" (Mt 6. Como actitud fundamental —expresada en 68 la bienaventuranza de la pobreza de espíritu—. la imagen. tal vez la más radical. pero va mucho más allá: arranca del corazón los ídolos opuestos al amor mayor (el "corazón dividido"). como plenitud y alegría del fondo del ser. Al igual que la renuncia que implica el celibato (y. ya sea como renuncia. Pues la pobreza es la libertad interior (que necesariamente se manifiesta en un estilo de vida exterior) ante personas y cosas. de otro modo. las renuncias de la pobreza no son significativas ni liberadoras sino como consecuencia de la experiencia de amistad de Jesús. que será siempre muy minoritario. testimonia que la experiencia de amistad de Cristo es una realidad tan decisiva. ya sea aceptando la purificación. la fidelidad matrimonial). habrá que recordarlo. Sin perder de vista.21). El estilo de vida pobre. una diferencia importante: contrariamente a lo que sucede con el enamoramiento y con el amor matrimonial.revestirse la experiencia del Dios absoluto. austero y despojado está tan penetrado de esa amistad. de manera semejante al estilo de vida de la castidad consagrada. la pobreza voluntaria es también y esencialmente un valor fraterno. La amistad. criterios y renuncias que. la misericordia y el perdón. puede y debe realizarse con Jesús. Pues la pobreza exterior. al amor fraterno. (Motivos de tradición cultural. detrás de la cual se revela la amistad radical de Jesús.) La pobreza exterior humanizante y liberadora ha de ser voluntaria. o a lo menos ha de ser asumida libremente. así también la pobreza. por su misma naturaleza. La prueba de que una vida exteriormente pobre es evangélica y liberadora la tenemos en el amor fraterno que es capaz de generar. social o cultural que puede tener muchas motivaciones. Es un conjunto de opciones. Como sucede con toda expresión radical de esa amistad (el celibato. Esta actitud de libertad tan radical no puede ser resultado del puro esfuerzo humano o de una filosofía de la vida. exige el amor fraterno: la amistad que Cristo nos tiene no se reduce a una persona. o falta de diligencia o de recursos. más habitualmente. por sí sola. 70 8 La prueba de la amistad: el amor fraterno Recordemos una vez más la esencia de la espiritualidad cristiana: una doble experiencia de amor. una determinación de reconocer en el otro a un hijo de Dios. y actuar en consecuencia. Es una condición para la solidaridad. La fraternidad es la condición de la amistad humana. y ello se da por la actitud del corazón. el compartir. para ser liberadores. sino que es universal. inseparable: el amor de amistad con Dios y el amor de fraternidad con los demás. y a menudo ambiguas con respecto a la libertad. Su testimonio no está en primer lugar en una austeridad y pobreza externas. no siempre liberadoras. Con el prójimo estamos llamados a la fraternidad. sino en la libertad que ello supone. una pobreza impuesta por la injusticia de los mecanismos económicos. el servicio. pero no con cada uno de los demás. pero necesariamente se expresa en opciones y aun renuncias en la vida. lo mismo que la amistad de Jesús es la condición de la fraternidad. vienen a ser la consecuencia de la posesión de los bienes mayores que traen la amistad de Cristo y la fraternidad. a un hermano. por su naturaleza selectiva. o. y genera en nuestra propia amistad con él la misma orientación de hacer de sus amigos nuestros hermanos y hermanas.fidelidad matrimonial comienza en el corazón (el corazón indiviso). por ejemplo). es un hecho económico. El amor de amistacf con Jesús replantea todas las demás relaciones humanas. que es una comunión. El amor de amistad con Jesús. Lejos de 71 . 20). ¿Cómo comprobar la autenticidad de nuestra amistad con Jesús? Por la práctica del amor fraterno. nos está indicando el modo más seguro de verificar esta amistad. Jesús nos lleva a amar a los demás como él nos ama. la amistad de Dios está entre nosotros" (1 Jn 4. a quien no ve" (1 Jn 4.12). la vía privilegiada de la fraternidad es el compromiso de la caridad. 72 La cuestión siempre ocupó a los espirituales: ¿Cómo verificar la experiencia del amor de Dios. sino a más largo plazo. la realización personal. "El amor viene de Dios"..40). y el uno se constituye en la prueba del otro. Se trata de la verificación evangélica de la fraternidad. los dos amores se hacen intercambiables. La oración no se evalúa haciendo una introspección sobre la misma. Mt 25. Cuando Cristo proclama que la caridad fraterna es un acto de amistad hacia él mismo ("lo que hicisteis al más pequeño de mis hermanos lo hicisteis conmigo". pues el amor que ahí actúa es básicamente una orientación de todo el ser. la amistad de Jesús las sana y purifica. La vía privilegiada de esta amistad es la contemplación. sentimientos de compasión. sobre todo en la oración? Su respuesta unánime puede parecer sorprendente: la oración no tiene verificación en sí misma. mirando si en la vida corriente aumenta el compromiso y la fraternidad. En coherencia con la enseñanza bíblica. recorrer el camino del amor fraterno es recorrer el camino de la amistad de Jesús. una ideología social. y especialmente con los motivos que los inspiran. muchos cristianos se preguntan por la autenticidad evangélica de su caridad y servicio a los demás y de su compromiso con los pobres.19). La pregunta es: ¿Qué motiva la práctica de la fraternidad? ¿La búsqueda de liderazgo. Al igual que sucede con el amor a 73 . que no siempre se traduce en lo afectivo y en lo sensible. De igual manera. a quien ve. no puede amar a Dios. y que queda entonces inaccesible a la experiencia y mediciones humanas. "Si nos amamos. "Nosotros amamos porque él nos amó primero" (1 Jn 4. las profundiza y unlversaliza. es la afirmación constante de la espiritualidad cristiana. ya presente en el Nuevo Testamento: "Si alguien no ama al prójimo. Esta autenticidad tiene que ver con la calidad y fidelidad de esos compromisos.eclipsarías o debilitarlas.. o los valores evangélicos? De la respuesta depende que la práctica de la fraternidad sea o no espiritualidad cristiana. y que esté relacionada o no con la amistad de Jesús.34). y hace de esto su exigencia primordial: "Amaos unos a otros como yo os he amado" (Jn 13. Los dos amores que se verifican mutuamente Recorrer el camino de la amistad de Jesús es recorrer el camino del amor fraterno. En consecuencia. los místicos afirman unánimemente que el amor de Dios y la oración se verifican realizando la voluntad de Cristo en la vida —cuya práctica privilegiada es la caridad fraterna—. así c o m o hacerse más a m i g o y seguidor de Jesús es hacerse igualmente más h e r m a n o de los demás. pero va más allá: a causa cié la amistad de Cristo. así el amor fraterno no busca su interés (ni a u n la correspondencia de la 74 amistad). siempre universal e indiscriminada. pues a todos se ofrece la amistad de Jesús y el a m o r de Dios Padre. se ofrece también a todos sin discriminación. ese c o m p r o m i s o fraterno querrá prolongarse en esos m o m e n t o s de amistad exclusiva con Dios. La oración de amistad verifica el compromiso. q u e nos hace a todos h e r m a n o s y hermanas. los "derechos del h o m b r e " . Esta " h e r m a n d a d " exige. toda práctica de a m o r fraterno hace crecer también la amistad de Jesús.Dios. su oferta permanece. exige amar al otro " c o m o a u n o m i s m o " . Si esta amistad se dirige a cada persona como " ú n i c a " e irrepetible. q u e es la práctica de la caridad fraterna. pues si éste está auténticamente radicado en Dios ("nosotros a m a m o s p o r q u e él nos a m ó primero"). Pero por la misma ley de la inseparabilidad de los dos amores. Así como la amistad de Jesús es gratuita ("Dios nos a m ó primero"). La amistad de Jesús es igualmente universal. d i g n o de u n a actitud amistosa. sin condiciones y para siempre. q u e exige la misma gratuidad de parte nuestra. ciesde luego. los motivos del a m o r al prójimo son fáciles de disfrazar. La caridad fraterna estará siempre condicionada por nuestras insuficiencias con respecto a esta amistad. la fraternidad también exige reconocer en cada persona con la q u e la vida nos relaciona una "imagen cié Dios". lo cual lo hace un " h e r m a n o " . Estas son bien conocidas a través de los evangelios y de la tradición cristiana: el a m o r 75 . La unidad existente entre la amistad divina y la fraternidad h u m a n a hace q u e se transmitan a todas las formas de caridad fraterna los mismos rasgos y exigencias de la amistad q u e Jesús nos tiene. tiene al mismo tiempo predilecciones. como lo es también el camino de la amistad de Cristo. El a m o r fraterno es igualmente universal. El c a m i n o del a m o r fraterno es largo. y la amistad de Cristo estará siempre condicionada en su crecimiento por las deficiencias de la caridad fraterna. De ahí las demás exigencias de la fraternidad. y a u n q u e pueda ser rechazada. La respuesta es igualmente unánime en los místicos: la verificación más segura de la calidad y motivos del a m o r fraterno se da en el regreso constante a la contemplación de aquel q u e es la fuente de toda fraternidad y de toda forma de amor. se ofrece a todos y a cada u n o sin discriminación. a r d u o y siempre inacabado. q u e es la fuente y plenitud de esa caridad q u e se ha vivido como anticipo en la relación con los demás. sino q u e se motiva por lo q u e tiene el prójimo de valor en sí mismo: q u e a él también se dirige gratuitamente la amistad de Jesús. Amistad y misericordia La amistad de Jesús. un " a m i g o " por [jarte de Cristo. la relación de amistad del h o m b r e con Jesús. al m i s m o tiempo. por lo tanto. Jesús encarna la misericordia de Dios. Así se entienden las preferencias de la amistad misericordiosa de Jesús: ésta se ofrece a todos. sino concretada en la historia del hombre y en la realidad de la condición humana. y en su amistad Cristo los encuentra deshumanizados por toda suerte de miserias. sino también salvador y liberador. Esta amistad se nos ofrece n o en abstracto. no lo es. los amigos de Jesús n o son perfectos ni a u n como seres h u m a n o s . por una parte. En esta amistad se relacionan la misericordia y la miseria. ¿Por q u é estas "preferencias" del a m o r de Jesús y de la caridad fraterna? Para entender este misterio. y es al m i s m o tiempo h o m b r e sometido a toda la condición h u m a n a . menos el pecado. Es la amistad entre u n Dios hecho h o m bre y seres h u m a n o s q u e h a n sido creados. Pero Jesús n o es sólo amigo. el ayudarle a dejar atrás sus miserias —incluidos el pecado y la muerte—: la amistad de Jesús es misericordiosa. La tradición bíblica y espiritual cristiana m a n t u v o siempre esta síntesis: Jesús es nuestro amigo. parcial: se hace más atenta e intensa allí donde la miseria es mayor. Y la misericordia —que es el amor solidario. Y la misericordia es igualmente. vulnerables a todas las contingencias y están orientados hacia la muerte. y el h o m b r e es miseria. q u e es p u r a misericordia. además. por otra.34). Sabemos igualmente q u e la fraternidad cristiana. por su misma naturaleza. Así. para q u e sea integral. se hallan sometidos al mal moral. y su amistad es u n a solidaridad eficaz con respecto a las miserias del a m i g o . pues todo ser h u m a n o está arraigado en la miseria. q u e hace lo posible por liberar al otro de su miseria— es al m i s m o tiempo universal y parcial. ofrece u n a esperanza de liberación a todos. y. Es esencial a la amistad de Cristo el h u m a n i z a r y liberar al amigo. identificados el u n o con el otro y necesitados m u t u a m e n t e . En u n a palabra. La misericordia es universal p o r q u e no excluye a n i n g u n a persona ni a n i n g u n a forma de miseria en su e m p e ñ o de liberación. tenemos que contemplar más de cerca la naturaleza de la amistad q u e Jesús nos tiene. Para entender los matices y características de la amistad de Jesús. Pero. La igualdad viene de la misma naturaleza de la amistad. hay q u e tener en cuenta las exigencias de su misericordia. Ello es posible p o r q u e Jesús es la misericordia de Dios. requiere también imitar a Jesús en esas predilecciones de su amistad. La desigualdad viene p o r q u e Jesús es también Dios. son limitados. es de igualdad. dentro de lo posible.particular de Jesús por los pobres y sufrientes. q u e . Jesús es nuestro liberador. que. se ofrece con preferencia a aquellos hombres en que la miseria es ma77 76 . su preocupación por los extraviados y por las "ovejas sin pastor" (Me 6. necesitada de misericordia y liberación. y q u e viven —en muy diversos grados y maneras— la experiencia del pecado. q u e coloca a los amigos en un m i s m o nivel. la ineficacia del p u r o sentimentalismo o las meras buenas intenciones. y q u e su c o m p r o m i s o fraterno se reviste de ella. Al igual q u e sucede con la amistad q u e nos tiene Jesús. dinero. El a m o r fraterno y la fraternidad q u e éste constituye han de seguir. también nosotros debemos unir la misericordia con la actitud de amistad fraterna. T o d a solidaridad cristiana es una síntesis entre la fraternidad y la misericordia. Por otra parte. nuestro a m o r fraterno es un a m o r de misericordia. Es darse a u n o m i s m o en hermandad a través de todo ello. si n o busca el bien m u t u o por la práctica de la misericordia. los enfermos. este mismo c a m i n o en sus preocupaciones y preferencias.1-10. La actitud fraterna y amistosa. la práctica de su amistad misericordiosa y su misma enseñanza revelan estas preferencias. El verdadero a m o r de misericordia no es dar sólo cosas. y logra q u e las ayudas y solidaridades. etc). Ello se verifica sobre todo en la misión apostólica. La vida de Jesús. L o p r o p i o del amor cristiano es la eficacia. Saberse y sentirse h e r m a n o (o a u n amigo) humaniza la misericordia y la hace humilde. ciegos y extraviados (miserias "espirituales"). corrompidos. hace a la fraternidad ineficaz c o m o liberación de miserias y m u t u a solidaridad. e. pues él ha venido a buscar en primer lugar n o a los "justos".13). afligidos y oprimidos serán bienaventurados en su reino porque cuentan con la misericordia preferente de Dios (Le 6. y los pecadores y extraviados son su primera preocupación (Le 19. De ese m o d o nos libraremos de dos tentaciones de la caridad cristiana: el orgullo (fariseísmo) o el paternalismo. y ésta se logra por la práctica de la misericordia. incluyendo el apostolado —que es la forma más elevada de la misericordia—. igualmente. de n o respetarlo en toda su dignidad o de crear en "el q u e a y u d a " sentimientos de superioridad. a ejemplo de Jesús. En el trabajo por una sociedad justa y fraterna. y la amistad q u e nos tiene hace q u e su misericordia n o nos a b r u m e ni nos coloque en inferioridad. por nuestra parte. doctrina o consejos. En Jesús. Los pobres. la misericordia sin la actitud de h e r m a n d a d o amistad corre el peligro de humillar al otro. la misericordia hace 78 q u e su amistad sea solidaria y liberadora. De m o d o semejante. y los pecadores.yor y su liberación más necesaria: los pobres y oprimidos. sufrientes y abandonados (miserias "materiales"). la preocupación primordial por los extraviados y pecadores verifican la autenticidad del a m o r fraterno —así como la universalidad de ese amor verifica que las preferencias de la misericordia estén inspiradas por el evangelio—. la universalidad y las opciones se condicionan y refuerzan m u t u a m e n t e . tiempo.17-21). sino a los pecadores (Mt 9. Un signo y prueba de la calidad de la amistad q u e se tiene con Jesús es q u e el discíp u l o participa de esta misma misericordia. creen lazos de amistad y fraternidad. El a m o r y la opción preferencial por los pobres y oprimidos. 79 . La tarea se facilita c u a n d o los amigos encuentran áreas de interés o de trabajo afines. U n fruto necesario de la maduración de nuestra relación con él es compartir el ideal de su reino y colaborar en su misión por i m p l a n tarlo. q u e es u n a vocación a la amistad. Al elegir a sus apóstoles (Me 3. El discípulo se compromete a seguir a Cristo en la amistad y en la misión. Este signo de madurez. La misión es un fruto nece81 . es esencial en la amistad de Jesús. un fruto de esa amistad es hacer propios los objetivos e ideales del a m i g o . y "a a n u n c i a r con él el reino de Dios". q u e se da en grados diversos y más o menos parcialmente en la amistad h u m a n a . inseparablemente. Jesús los llama "a a c o m p a ñ a r l o (a estar con él)".El fruto de la amistad: la misión U n o de los signos de madurez de la amistad h u m a n a es la colaboración en ideales y causas comunes. q u e es una vocación a la misión apostólica.13-19). le confía la misión ("apacienta mis ovejas") y le reitera la llamada al seguimiento. Y ello es una muestra increíble de confianza y amistad. su gracia. simultáneamente. C o m o experiencia espiritual. proceso en el cual la mujer. q u e hablo contigo"). La misión es la culminación del m u t u o afecto y confianza de Jesús con el discípulo y del discípulo con Jesús. y el hecho q u e Jesús llame a un hombre a compartir su misión es una enorme prueba de confianza y amistad.sario de la amistad. Al confirmar a Pedro en su vocación apostólica (Jn 21. 83 La misión es compaitir con otros nuestra propia experiencia cristiana: es compartir gra82 .15-19). q u e envuelve todo lo demás ("y ahora sígneme"). se produce la conversión ("el Cristo soy yo. sobre la verdadera religión ( " a d o r a r a Dios en espíritu y en verdad"). En el relato. ¿me amas más que éstos?". hacerse amigo de Dios (la contemplación) y querer hacerse h e r m a n o de los demás compartiendo esta amistad (la misión) viene a ser lo mismo. Jesús confía a estos discípulos su palabra. n o es posible "estar con Jesús" sin identificarse con su tarea. va siendo evangelizada: el diálogo sobre el " d o n de Dios" y el "agua viva" (la gracia liberadora). La misericordia fraterna hecha misión tintamente lo q u e nosotros hemos recibido gratuitamente: la amistad liberadora de Cristo. y. Jesús ya resucitado se asegura primero de su amistad ("Pedro. su cueipo y su sangre. y el seguidor y a m i g o es siempre un apóstol. En la experiencia cristiana. Al final. a hacerse lo más universal posible. el m o d o más excelente de seguir a Jesús es i m i t á n d o l o en su misión. ¿tienes una amistad especial por mí?). y se hace intermediaria entre Chisto y los demás. La misma u n i d a d entre amistad y apostolado aparece en todos los demás relatos evangélicos en eme Cristo llama o reitera su llamada a seguirlo. Este encuentro de amistad sigue u n proceso (simbolizado por el largo diálogo j u n t o al pozo). Jesús comienza por ofrecer su amistad a la mujer j u n t o al pozo. Y este encuentro transforma a la mujer en misionera: "corre a su p u e b l o " a comunicar y compartir con otros su experiencia de Cristo. esta amistad tiene un d i n a m i s m o especial: está llamada a ser compartida. una vez asegurado. El toma la iniciativa ("dame de beber"). el itinerario de la evangelización. esencial para entender tanto la contemplación cristiana como la misión. está simbolizada como parábola en el relato del encuentro de Jesús con la mujer samaritana (Jn 4). Jesús confía la marcha de su reino y de su redención a sus discípulos. q u e consolida el encuentro de amistad. a seguir el d i n a m i s m o del a m o r universal de Jesús. Esta verdad. Trabajar con y para Jesús es prueba y fruto de la lealtad del discípulo. reunidos en Iglesia. sobre la necesidad de cambiar de vida ("has tenido cinco maridos y el q u e tienes ahora tampoco es tu marido"). El discípulo es siempre un seguidor o amigo. Preguntarse sobre la identidad de la misión es preguntarse por su calidad evangélica. también las materiales: después de ofrecerles el evangelio q u e sacia el hambre de Dios y de plenitud humana. la amistad evangelizó a la mujer y la convirtió en misionera. el pozo simboliza la Iglesia. La amistad misericordiosa de Jesús se hace misionera y liberadora hasta el extremo de q u e procura liberar a esa gente de todas sus miserias. la amistad q u e Dios les tiene. q u e es el relato de la evangelización como misericordia. En el encuentro de Jesús con la samaritana. Si la misión es compartir la amistad de Jesús. De diversas maneras. "Eran como ovejas sin pastor. por pobreza. Esta verdad es central en la enseñanza y la práctica misionera de Jesús. Su amor de amistad se expresa como predilección y misericordia allí donde la miseria es grande. eran gentes sometidas a la miseria y a la deshumanización: por enfermedades. en ella se ofrece la liberación más radical de la miseria h u m a n a . la del mal moral y la del extravío de la ceguera. entre otros. El encuentro se realiza j u n t o al pozo. la misión lleva a los demás esta misma misericordia. Y es. Siguiendo la simbología del relato. La misión es una liberación integral de las miserias h u m a n a s . q u e en el desierto es lugar privilegiado de encuentro y comunicación. El pozo de Jacob seguramente requería algunos arreglos exteriores. pero sin ese pozo la samaritana no habría encontrado a Jesús. por extravío moral y por toda suerte de pecados. La identidad de toda misión La cuestión de la identidad cristiana en todas las formas de práctica misionera —desde las q u e conducen a la liberación eterna hasta las q u e liberan del hambre— ha sido desde siempre un p u n t o de revisión en la espiritualidad de la Iglesia. y so85 . les muestra el camino para liberarse de la miseria moral. q u e ha tenido misericordia de nosotros y nos ha liberado. es el fruto de la amistad y de la fraternidad habitadas por la misericordia. La Iglesia es el lugar privilegiado del encuentro con Jesús. por lo mismo. y tal vez su agua n o era bien pura. su dignidad. La misión es la forma más eminente de la práctica de la misericordia fraterna. Una gran m u c h e d u m b r e seguía a Jesús. Y Jesús se movió a misericordia". aparece con especial nitidez en el relato evangélico de la multiplicación de los panes (Me 6). Cristo les anuncia el reino. Jesús hará el milagro de la multiplicación para saciar el h a m b r e de pan. es el lugar privilegiado de la evangelización y de la experiencia de la amistad. 84 por posesión diabólica. el lugar privilegiado del envío misionero.hasta conseguir q u e Jesús m i s m o se revele a sus compañeros. la conversión. Y esta amistad misericordiosa toma la forma de evangelización: "Jesús entonces se p u s o a enseñarles largamente". El cristianismo insiste m u c h o en la fuente de nuestros actos. etc. Y así como en la oración es más im87 . pero es insuficiente de cara a la calidad e identidad cristianas de la misión—. hablamos de la palabra de vida" (1 J n 1. pues sabe que la acción h u m a n a fácilmente se corrompe en sus motivos. pues ellas son las q u e generan esta calidad. sino los motivos que la i m p u l s a n y la a c o m p a ñ a n . a u n en la práctica misionera. Ya hemos visto más atrás la unidad q u e establece Cristo entre su amistad y la misión (Me 3. Este discernimiento es particularmente importante hoy día. La opción preferencial por los pobres puede estar motivada por el evangelio o 86 también por motivos sociopolíticos. ideológicos o de desarrollo social —lo cual no tiene nada de malo. o de caridad teologal. "Esto es lo eme os proclamamos: lo q u e desde el p r i n c i p i o hemos oído. Algunos prefieren hablar de contemplación. hasta el p u n t o de que los apóstoles en la Iglesia primitiva identificaban la autenticidad de su misión con la experiencia de esa amistad. cómo discernirlas y purificarlas.10ss). hemos mirado y nuestras manos h a n tocado. El hecho es de experiencia h u m a n a : lo q u e da el estilo.13-19. La misión y toda forma cié servicio al hermano debe someterse al discernimiento del Espíritu para conservar su identidad evangélica —y con ello su eficacia de auténtica liberación: identidad evangélica y eficacia liberadora van juntas—. o de fe viva. Espiritualidad y misión son inseparables. " L o que mancha al hombre es lo que sale del interior del h o m b r e " (Mt 15. el m o d o y la calidad a una acción no es tanto su objetivo (un m i s m o objetivo puede alcanzarse de forma ética o aberrante). J n 21. q u e viene a ser lo mismo. el c o m p r o m i s o será a m b i g u o en su identidad y calidad cristianas. si éstas son ambiguas. es la q u e mantiene la identidad y calidad de la misión y del servicio al h e r m a n o . hemos visto con nuestros ojos. la experiencia de la amistad de Cristo es la q u e forja los verdaderos apóstoles. La tradición espiritual de la Iglesia es u n á n i me para precisar el criterio esencial del discernimiento: el a m o r de amistad con Jesús. la calidad del c o m p r o m i s o lo será. cómo hacerlas más evangélicas. La misión comienza c u a n d o la amistad se hace experiencia de vida.1). Para la espiritualidad cristiana. q u e recae sobre su eficacia liberadora.15ss. c ó m o alimentarlas y mantenerlas.). En buena medida. q u e es la motivación radical de la fraternidad y la misión. la espiritualidad tiene q u e ver con la identidad cristiana de nuestras motivaciones. por la marcada dimensión social de la misión y de la práctica de la misericordia. La sospecha de ambigüedad que podría haber en las motivaciones de militantes en esa línea de c o m p r o m i so. requiere u n discernimiento. y en mantener vivas esa fuente y esas motivaciones.bre todo por sus motivaciones. Si las motivaciones son evangélicas. y por ello se desvirtúa. Ya hemos subrayado suficientemente cómo la amistad de Jesús hace fecunda y madura la misión. de amistad y fraternidad.. Esta calidad. en conocimiento. de construir su propio " r e i n o " . la libra. a pesar de todo esto. La espiritualidad propia de los hombres de acción. su permanencia esperanzada. de m o d o semejante al compartir la misma misión de Jesús el apóstol crece. de apacentar "las ovejas" de Cristo como propias. y la espiritualidad apostólica y misionera en general se funda en esta experiencia. En ú l t i m o análisis. L o contrario es igualmente verdadero: la práctica del apostolado.. en la misión también lo más importante n o es la cantidad de actividad. a pesar de las apariencias en contrario y a pesar de nuestras infidelidades a esa amistad. a m o r y seguimiento de Cristo. "Contemplativos en 89 . a m b i g u a s o insuficientes con que p e r m a n e n t e m e n t e es tentada. sobre todo. "Ser" sacramentos de la misión de Cristo. La acción es u n a dimensión de la espiritualidad cristiana.portante q u e la cantidad la calidad (la calidad de la m u t u a experiencia de amistad). así también esta amistad y la misión crecen con su práctica recíproca. profundiza la amistad con Jesús. q u e más tarde habría q u e rehacer en los tiempos de oración. eventualmente. además de su eficacia propia de liberación integral. Esta calidad. sustituyendo al Espíritu Santo. a pesar del poco reconocimiento y gratificación q u e pueda encontrar. la eficacia de 88 la misión va m u c h o más allá de nuestras pobres capacidades h u m a n a s . la misión es cuestión de "ser" antes q u e de "actuar". Así como al compartir u n a tarea e ideal c o m ú n con u n amigo. que inspira y a c o m p a ñ a a la misión. del laicado. a pesar de las contradicciones y de la cruz. la práctica misionera es en sí misma u n a fuente de crecimiento espiritual. Por el contrario. Esta afirmación corresponde a la experiencia: la misión y la práctica del a m o r fraterno no son un desgaste de la espiritualidad. sino su calidad (la experiencia de Cristo y de los valores del reino q u e ésta transmite). lo conocemos mejor y lo queremos más. o momentos más débiles y ambiguos de la experiencia de Cristo. Esta calidad hace de la misión un compromiso constante y permanente. nos acercamos más a él. con las cruces y alegrías q u e conlleva. de hacerse el protagonista. de los ministerios. y n o sólo su resultado. Esta calidad asegura la gratuidad de la misión. de los estados de á n i m o y del desgaste. q u e constituye su ser mismo. t e n t a c i o n e s de "mesianismo". a través de la práctica misma de su apostolado. q u e es el verdadero actor de la misión. La amistad fiel y sin condic iones q u e Jesús entrega a sus discípulos y apóstoles implica la garantía de que. consiste en el a m o r q u e se pone y transmite en la misión. p o s p o n i e n d o el de Dios. de las motivaciones egoístas. lo cual es garantía de la eficacia profunda de la misión. Así c o m o la amistad de Jesús y el amor fraterno se condicionan y fecundan m u t u a m e n t e . "Ser" amigos de él. La amistad con Jesús en la tierra participa. eclipsar o a u n perder. T o d o se resume en la conocida enseñanza de Jesús (Mt 25. q u e nunca están libres de distanciarse. Sometida al pecado. Esta consumación cié la amistad se da en la vida después de la muerte. Pero Jesús nos ha prometido u n a amistad sin término (Jn 6. de la fragilidad de las amistades h u m a n a s . por analogía.1-7). 90 91 . de dañarse o de desvanecerse. os hace cada vez más amigos míos. a la ceguera. es siempre precaria durante la condición h u m a n a . a u n de las más profundas. de igual modo. a la seducción de los ídolos y a las infidelidades acumuladas. permanente y sin condiciones. 10 La consumación de la amistad La amistad del h o m b r e con Jesús.35-40. a pesar de nosotros mismos.40): " L o q u e hicisteis en favor de mis hermanos más pequeños c o n m i g o lo hicisteis". en toda su riqueza y sus virtualidades fraternas y apostólicas. en la vida futura se consuma la fraternidad con los demás. se decía desde a n t i g u o .la acción". Ap 21. cuya expresión más alta es la misión. C o m o si dijera: la práctica de la misericordia. Esta promesa incluye q u e nuestra amistad hacia Jesús también llegará a un m o m e n t o de plenitud y consumación en cine ya no estará sometida a n i n g u n a debilidad o amenaza y será permanentemente fiel. esta amistad se puede debilitar. L o q u e él nos ofrece es fiel. vivimos en el tiempo. el infierno o el purgatorio como lugares. N o podemos imaginar el "ser" sino en un lugar. q u e afecta a todos en lo í n t i m o del ser y en el sentido ú l t i m o de la vida. con nuestros amigos) es lo que satisface para siempre nuestro ser y nuestro destino. Las experiencias terrenas son de tal m o d o diferentes de la experiencia de la eternidad. En la vida q u e sigue a la muerte no se dan " l u g a r e s " como los conocemos. la imaginación. y n o podemos concebir la vida fuera del tiempo. eso también forma parte de la limitación de lo creado. Quizá por el significado existencial del tema. Igualmente el purgatorio. pero no creen en u n a vida personal después de la muerte. el tema del encuentro con Dios en la muerte. N o es suficiente creer en Dios. tendemos a pensar el cielo. en u n ritual y en unas relaciones con Dios. para lo cual n o tenemos analogía de comparación. sobre la cual n o tenemos analogía. Más difícil a u n es responder a la curiosidad de los creyentes sobre los "cornos" y " c u á n d o s " q u e suceden a la muerte. Preguntarse " d ó n d e están" nuestros amigos muertos es vano. Así.Esta plenitud de intimidad con Dios y de encuentro con los demás (en primer lugar. para hablar del más allá y de la consumación del h o m b r e en la eternidad no tenemos analogías h u m a n a s q u e nos ayuden. Por de p r o n t o . en Jesucristo o en la Iglesia.9). tal vez sea el más crucial para nuestra fe. sino otra cosa. más q u e u n a ayuda es u n estorbo. lo cual n o podemos imaginarlo a partir de nuestra experiencia actual. es algo diferente. q u e es ya esencialmente el encuentro con Dios. q u e las comparaciones y analogías son absolutamente insuficientes. Por una parte. El cielo y el infierno no son lugares. L o eterno n o es tiempo interminable. tendemos a imaginar lo eterno como u n tiempo interminable. La Biblia nos dice q u e "están en Dios". sino modos de existir y de a m a r (o de no amar). " L o que ojo nunca vio. 92 Por otra parte. vivir en el tiempo es lo imperfecto. nuestro corazón siempre insatisfecho y nuestra búsqueda de felicidad siempre frustrada. Y no es así. hay religiones q u e creen en lo divino. q u e en 93 . En la práctica. Igual nos sucede con la idea de lugar. ni oído oyó. ser consecuentes con la verdad de la vida eterna exige verdadera fe. vivir en la eternidad es lo perfecto. la actitud ante lo que sucede con la muerte es la línea divisoria más decisiva entre un cristiano y un no cristiano. efe la ética y de la muerte. de la vida futura y de la resurrección. U n a efe las "piedras de t o q u e " del verdadero discípulo de Jesús es creer en el cielo y actuar en consecuencia. ni hombre a l g u n o ha imaginado lo q u e Dios ha preparado para los q u e le a m a n " (los q u e son sus amigos) (1 Cor 2. El misterio de la vida eterna N o es fácil teorizar sobre la vida eterna. Pero la eternidad de Dios de la q u e estamos llamados a participar n o es tiempo. es algo absolutamente total y simple. Por el contrario. La muerte como nuestra pascua personal La consumación de la amistad con Dios en la eternidad es el ú l t i m o acto de la espiritualidad cristiana tal como la conocemos. nuestras relaciones de amistad y de familia y fraternidad. transfiguradas. y n o sólo espiritual. tan breves. la misma idea de felicidad plena no la podemos entender por falta de términos de comparación. nuestra historia y nuestra realidad se proyectan en la vida después de la muerte. p o r q u e es el hecho más radical de nuestra purificación y muerte pascual. Jesús de Nazaret. la muerte es u n drama y u n a agonía. A u n q u e vivimos en la esperanza. purificadas. la última preparación providencial para la consumación de nuestra amistad. soledad y destrucción de nuestras relaciones y aspiraciones terrenas es la suprema purificación de nuestro ser y de nuestro amor. En este m i s m o sentido. al m o d o de Cristo mismo. Por ú l t i m o . nuestro cuerpo. cara a cara. la riqueza de nuestra historia y relaciones humanas. q u e es hoy el objeto de nuestra fe. Así c o m o Cristo resucitado. y no sólo místicamente: moriremos físicamente para resucitar físicamente a la plenitud de la vida. La muerte será siempre dolorosa. la muerte y su circunstancia de drama. la muerte nos arroja en la misericordia del Padre y nos identifica con su plenitud y felicidad. Si la muerte no fuera también una purificación pas95 . la muerte es el encuentro irreversible con el a m i g o . Por ello conserva la naturaleza pascual del c a m i n o espiritual: morir al mal para vivir para Dios. como Jesús lloró a Lázaro.una persona insuficientemente purificada comienza por producir la pena y el dolor de la purificación por amor. así también nosotros al resucitar después de la muerte conservamos. Durante nuestra vida mortal " m o r i m o s para renacer" de modo místico. tan frágiles y a u n muchas veces tan a m b i g u a s y engañosas. De otro lado. c o m o es dolorosa toda muerte mística al pecado y al " h o m b r e viejo".. lloramos a los muertos. Por el hecho de la resurrección.. De un lado nos abre a la esperanza y nos introduce en la vida verdadera. e incluso c u a n d o la buscamos (pues nuestro corazón está hecho para ella). y recuperaremos. dejando el mal por el bien. contiene toda la riqueza del Cristo histórico. ¿Qué sabemos o q u é hemos experimentado de la verdadera felicidad? Las experiencias terrenas de felicidad son tan limitadas. Realmente n o sabemos lo q u e es la felicidad. Sólo q u e por lo decisivo q u e es pasar de este m u n d o al Padre. a m e n u d o nos equivocamos. Por eso el hecho de la muerte es una parado94 ja. en el m o m e n t o de la muerte la experiencia pascual es "real". En este encuentro q u e consuma nuestra amistad con Jesús se c o n s u m a n igualmente nuestras amistades h u m a n a s y nuestro a m o r fraterno. Al entrar en la eternidad imitaremos a Cristo "literalmente". el sacrificio de Jesús y su cuerpo y su sangre para q u e tengamos vida y amistad para siempre.cual. La palabra auténtica de Jesús. pero sólo una de ellas anticipa la plenitud del reino al m o d o del m i s m o Cristo. La " h u m a n i d a d " de la Iglesia. u n reino que. Se trata de la Iglesia. en la semioscuridad de la fe. a u n q u e en claroscuro. las largas agonías aparentemente sin sentido y la prolongación aparentemente inútil de la vejez n o tendrían explicación h u m a n a . se nos dan en la Iglesia. la 97 . puede también oscurecer e impedir la aceptación de la amistad divina q u e contiene. q u e verifica la amistad de Jesús. Pero si la ancianidad y las enfermedades y agonías prolongadas (que son u n a manera de morir poco a poco) participan de la purificación pascual de la muerte. la más decisiva de nuestra historia. La Iglesia ofrece la anticipación de la amistad de fraternidad consumada. ese reino q u e vino con Jesús y q u e él a n u n c i ó y promovió como el objeto central de su misión. a través de los labios y gestos de hombres sometidos a las pasiones y al pecado. se espera como promesa. La Iglesia es el sacramento de la amistad divina. la justicia y la misericordia. q u e ya en esta vida nos anticipa. y en las sociedades y relaciones h u m a n a s . en comunidades imperfectas. el encuentro con la h u m a n i d a d de Jesús en los sacramentos. la plenitud de la vida futura. El reino definitivo de la amistad con Jesús y la c o m u n i ó n fraterna se anticipa en la tierra de m u c h a s maneras. sólo lo encontramos en la Iglesia. entonces tienen sentido como preparación al encuentro definitivo con la amistad de Dios. pues sus realizaciones en la tierra son siempre precarias y sólo alcanzarán su plenitud y consumación en la vida futura. tan necesaria para q u e lo divino se nos haga asequible y la vida eterna de Jesús se haga histórica y se ofrezca a cada u n o de nosotros. dentro de nosotros. sin embargo. La Iglesia es el sacramento del reino de Dios. por la fraternidad. La exigencia liberadora del a m o r fraterno y de la liberación del mal. Y de u n a manera muy real. por la amistad divina. ofreciendo las riquezas del reino y la experiencia de la amistad divina como si fuera Je96 sus viviendo entre nosotros. La Iglesia como de la vida futura anticipación La consumación de la amistad en la vida futura es igualmente la consumación del reino de Dios. Por eso es u n misterio. La Iglesia es el lugar de la experiencia de Jesús y su amistad con la m á x i m a autenticidad e intensidad q u e se pueda dar en la tierra. C o m o toda manifestación de Dios en la historia. Nos ofrece esta amistad envuelta en instrumentos e instituciones humanas. en el conj u n t o de estas experiencias la Iglesia nos anticipa el sabor de la vida futura y de la amistad consumada. U n reino q u e ya se inicia en la tierra. la humanidad de Jesús era para m u c h o s "piedra de escándalo" y motivo o excusa para n o creer.. La Virgen María es el tipo de la consumación de la amistad ya en la tierra. q u e integrara lo más esencial de la tradición mística del cristianismo en la experiencia de la amistad de Dios. p o r q u e ya no existirá ni muerte. Esta h u m a n i d a d era el lugar y el sacramento de su divinidad. al final de todo. C u a l q u i e r ensayo de analizarla quedará siempre incompleto.7). q u e este ensayo no agota ni siquiera los principales aspectos del tema y de no haber tratado explícitamente todos sus p u n t o s importantes. Esta experiencia n o tiene límite ni fondo y es capaz de reinterpretar todas las experiencias humanas.4. por el solo hecho de ser " h u m a n a " sería u n motivo de desconcierto y de escándalo.6.. todos sus aspectos y riqueza pueden ser abordados bajo esa luz.. el misterio de la amistad de Dios asequible a nosotros. la Iglesia nos va com u n i c a n d o la vida futura a través del itinerario de nuestra vida mortal. Y será Dios para él y él será para Dios un h i j o " y un a m i g o (Ap 21. a u n las inéditas. La h u m a n i d a d de la Iglesia es u n misterio. Conclusión Si la raíz de la religión cristiana es la amistad de Dios. por lo mismo. La amistad " q u e enjugará toda lágrima. q u e pueden ser nuestros amigos y compañeros de ruta desde el cielo. pues. Aun en el caso de que la Iglesia fuera h u m a n a m e n t e perfecta. Envuelta en este misterio. la amistad de Dios es el horizonte de nuestra vida. Y al que tenga sed le dará gratuitamente del m a n a n t i a l del agua de la vida. Ello hubiera significado escribir un volumen de tal longitud q u e hubiera sobrepasado el objetivo q u e me propuse: hacer u n trabajo breve y. por el hecho de estar la divinidad de Cristo sometida a la condición h u m a n a . asequible a muchos. Desde el agua del bautismo hasta los ritos de la muerte. Jesús de Nazaret era un misterio. ni duelo. ni penas. y los santos son los amigos de Dios por excelencia. La Biblia es u n libro de amistad. por lo tanto. 99 98 . C o m o la h u m a n i d a d de Jesús es u n misterio. pero a pesar de ser m o r a l m e n t e perfecta.. p o r q u e todo lo anterior habrá pasado. Soy consciente. Y así sucesivamente.Iglesia es luz y vida envueltas en la ambigüedad de lo h u m a n o . u n conjunto de cartas escritas por el a m i g o a los amigos. ni gemidos. la Iglesia madre nos engendra a la amistad de Dios y a la fraternidad y nos a c o m p a ñ a hasta su consumación más allá de la muerte. 2... El camino de la amistad: la oración "Tratar de amistad.. Prefacio 1.. La amistad como símbolo del amor de Dios Lo humano nos encamina a lo divino El símbolo de la amistad Los rasgos reveladores de la amistad.estando muchas veces a solas. La espiritualidad como amistad con Jesús De Jesús a la Trinidad La experiencia de los místicos 4..." ".... La amistad en la vida de Jesús Su llamada a la amistad 3.. La purificación de la amistad La conversión permanente "El amor que mata" La iluminación de la amistad 5 9 10 11 13 19 23 27 28 31 35 36 38 39 40 44 47 48 50 53 101 .índice Pág.con quien sabemos nos ama". Espíritu y método "En vasos de barro" 5.." ". 21. Larrañaga. Johnston. ¿Por qué. El misterio de navidad. Señor? Cario Carretto. El fruto de la amistad: la misión. nuestro padre en la fe. Creí y por eso he hablado. A. Finkler. J. Cien oraciones posibles.. 26. Mensaje evangélico y culturas. José C. Martini. B. La amistad como encuentro: los sacramentos 57 7. Dumas. A. Ciudad reconciliada. 14. 2. La consumación de la amistad 91 El misterio de la vida eterna 92 La muerte como nuestra pascua personal 94 La Iglesia como anticipación de la vida futura 96 Conclusión 99 6. El ojo interior del amor. Seguimiento y profecía. fuente de salud. 25. Colección BETANIA 1. La prueba de la amistad: el amor fraterno 71 Los dos amores que se verifican mutuamente 72 Amistad y misericordia 75 9. 18. Dios. 23. Esquerda Bifet. Abrahán. El radicalismo de la amistad 63 El matrimonio como amistad radical.Pág. corazón mío. Orar es amar. Cuerpo sano y mente sana. Para orar continuamente. H. 6. Enomiva-Lassalle. M. Secondin. José Pollano. 17. 81 La misericordia fraterna hecha misión 82 La identidad de toda misión 85 10. 24. Boldini. El matrimonio de Oriente y Occidente. Hebblethwaite. W. Prado. 4. Tu palabra me da vida. Vosotros sois la Iglesia. Santidad. G. B.. W. 8. Yushi Nomura. A. 29. Ballester. Correa Pedroso. amor y amante. M. Ignacio. Johnston. de s. B. 10. 3. D. 9. C. P. 15. 102 . 16. La mujer en su pueblo. Buscad al Señor con alegría. M. 11. Sabiduría del desierto. P. Parent. Juan Esquerda Bifet. 28. Jesús está vivo. 20. Del sufrimiento a la paz. Marchesini. 12. 7. 19. Siéntate. 13. Finkler. M. Desde lo hondo a ti grito. Pablo hoy. 22. B. Maternidad y Dios. 64 El radicalismo del celibato 65 El radicalismo de la pobreza 68 8. 30. Secondin. 27. I. Hemos visto su gloria. Griffiths. Hadewich de Amberes. Tortajada. El ciervo vulnerado. La fe. Martini. Donald Nicholl. Háring. R. Martín-Moreno. B. Ravasi. 5. Zazen y los ejerc.


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