“¿Puede la naturaleza ser tan absurda como nos parece en estos experimentos atómicos?”, le diría Heisenberg a Böhr en uno de los tantos momentos de perplejidad que forman parte del mundo cuántico. Esa lógica, que nada tiene que ver con nuestro sentido común es lo que aún hoy resulta altamente perturbador. Eduardo Yvorra expone los tres casos ejemplares que ocurren a nivel subatómico.