Aseo de los pacientes: baño y ducha;TEMA 15 pautas de higiene Objetivos Aprender las técnicas correctas para realizar la higiene y aseo del paciente editorialcep } 1. ASEO DE LOS PACIENTES: BAÑO Y DUCHA; PAUTAS DE HIGIENE Nota Excepcionalmente el celador puede lavar y asear a los enfermos masculinos encamados o que no puedan realizarlo por sí mismos, atendiendo a las indicaciones de las supervisoras de planta o servicio o personas que las sustituyan legalmente en sus ausencias. 1.1 Aspectos generales de la higiene La higiene personal es el conjunto de actividades destinadas a conservar limpios y preservar la integridad de la piel, cabellos, etc. Dentro de un centro sanitario, ésta es una de las actividades que facilita la observación y vigilancia del estado del paciente y, además, permite establecer una relación cordial con el paciente. Con la higiene se favorece la conservación de la integridad de la piel, se evitan los malos olores, se evita la proliferación bacteriana por el acúmulo de secreciones, se estimula la circulación mediante la fricción y, en definitiva, el aseo y la higiene contribuyen a mejorar la autoestima del paciente. Por otro lado, cuando el paciente se siente sucio porque tiene olor o sudor, porque no controla las secreciones, etc., se siente mal. El estar limpio y aseado le hará sentirse más cómodo y menos violento. En el cuerpo se deposita abundante suciedad a lo largo del día, debido al: - Sudor: origina olor desagradable en el cuerpo. - Células muertas: se descaman continua- mente para renovarse. - Grasa: originada en los folículos sebáceos de Una falta de higiene provoca la dermis. suciedad en el cuerpo del - Polvo y residuos sólidos: se depositan en enfermo, una suciedad que la superficie del cuerpo a lo largo del día, es fuente de infecciones en mayor o menor medida, según con qué y que puede provocar materiales entremos en contacto. enfermedades. 1.2 Higiene y aseo corporal A. El baño y la ducha: Cuestiones comunes El baño o ducha debe realizarse al menos una vez al día. Cuando el enfermo no pueda valerse por sí mismo, el TCAE deberá ayudar al paciente a asearse o bañarle él. 10 Tema 15 editorialcep } En el baño del paciente el TCAE tratará al paciente con sumo cuidado, con delicadeza, de manera suave y realizará el aseo de forma rápida para que el paciente no se enfríe. En todo momento deberá evitar herir su pudor. El TCAE nunca debe dejar al paciente sólo en el baño, para evitar que se produzcan accidentes (resba- lones, caídas...). En primer lugar, el TCAE dispondrá y preparará todo lo necesario para el baño o ducha. Para ello deberá: - Cerrar las ventanas del baño. - Comprobar que la habitación tenga buena temperatura o en su defecto procurar que la tenga. - Coger de la habitación del paciente: una toalla de baño, una toalla pequeña, un camisón o un pijama, una pastilla de jabón, una esponja, una muda. - Colocará toda la ropa en una silla al lado de la bañera. - Pondrá la toalla pequeña en el suelo como felpudo. Los diferentes tipos de baño son los siguientes: - Baño normal (en la bañera). - Ducha - Baño en la cama. El baño es relajante mientras que la ducha activa la circulación. B. Aseo en la ducha El paciente necesitará una ayuda mínima, puesto que para asearse en la ducha su enfermedad no debe ser muy invalidante. Puede facilitarse al paciente un taburete para que se duche sentado, en el caso de que no pueda mantenerse estable en posición de bipedestación (de pie) durante ese tiempo. Se colocará en el suelo de la ducha una alfombrilla de baño antideslizante para evitar resbalones y caídas, también debe existir una agarradera en la pared para favorecer la estabilidad del paciente en bipedestación. Los pasos a seguir para una ducha correcta son los siguientes: - Mojar el cuerpo con agua caliente para abrir los poros. - Enjabonar la piel con jabón de PH neutro. - Frotar las partes del cuerpo donde se adhiere más la suciedad, con una esponja suave. - Aclarar con abundante agua. - Terminar con un chorro de agua templada para tonificar el cuerpo y activar la circulación. El TCAE ayudará a enjabonar el cuerpo del paciente, si éste lo precisa, y tras el aseo, le ayudará a salir de la ducha, a secarse y a vestirse. Finalizado el proceso, procederá a recoger el baño y avisará al Servicio de Limpieza para que limpie y friegue el cuarto de aseo. Aseo de los pacientes 11 editorialcep } C. Aseo en la bañera El paciente necesitará un grado de ayuda determinado dependiendo de su estado y de la enfer- medad que padezca. Es importante vigilar la temperatura del agua del baño para evitar compli- caciones; por ejemplo, el agua a una temperatura elevada puede producir caídas de la tensión arterial por vasodilatación periférica y en pacientes con alteraciones de la sensibilidad puede producir quemaduras. De la misma manera que en el caso anterior, se puede facilitar al paciente un taburete, una alfombrilla antideslizante y agarraderas en los laterales de la bañera para evitar accidentes. Tras los preparativos comunes, el TCAE llenará la bañera procurando que esté a una tempera- tura agradable. Una vez preparado el baño, el TCAE ayudará al paciente a levantarse de la cama y ponerse las zapatillas, le acompañará al baño y le ayudará a quitarse la ropa y a introducirse en la bañera. Tras el aseo, le ayudará a secarse y vestirse y se recogerá y limpiará el cuarto de baño. D. Higiene del paciente encamado Cuando el paciente está encamado, el aseo se le realizará en la cama. Este aseo propicia una vigilancia y observación más directa del paciente y permite realizar movilizaciones y cambios posturales que disminuyan el riesgo de aparición de úlceras de decúbito. El baño al paciente encamado lo realizará el TCAE bajo la supervisión de la enfermera. El procedimiento a seguir por el TCAE para un baño correcto es el siguiente: - Explicar al paciente lo que se va a hacer. - Preparar el material necesario y comprobar la temperatura del agua. - Colocar el material al lado de la cama. - Ponerse guantes. - Asegurarse de que la temperatura de la habitación es adecuada y que no hay corrientes de aire. - Se procurará la máxima intimidad posible del paciente, si éste no está solo en la habitación, colocando biombos entre las camas, corriendo las cortinas que las separan (si existen) o cubriendo al paciente en todo momento con una toalla grande o una sábana. - Retirar la ropa de la cama y colocar una manta de baño (impermeable) para no mojar el colchón. - Desnudar al paciente (quitarle la ropa, pero sin dejarle totalmente destapado). - Solicitar al paciente que se coloque en decúbito supino (si no hay contraindicación). - Realizar el aseo en el siguiente orden: 12 Tema 15 editorialcep } · Afeitado (avisar al peluquero si es preciso) · Ojos (del ángulo interno al externo) · Cara · Cuello y hombros · Brazos, manos y axilas · Tórax y mamas · Abdomen · Piernas y pies · Espalda y nalgas - Región genital - Únicamente se dejará expuesta la zona que se esté lavando, para conservar el pudor del paciente y evitar que se enfríe. - Se usará jabón en todas las zonas del cuerpo excepto en la cara y ojos. - Hay que insistir en el aseo de los pliegues cutáneos (ingles, axilas, espacios interdigitales), pues es donde se acumula más suciedad. - Para lavar la espalda y las nalgas, colocar al paciente en decúbito lateral, y una vez limpias dar masaje con crema hidratante. (cuando sequemos la zona nunca debemos friccionar). - En el aseo de la región genital, se limpiará de la zona más limpia a la más sucia, es decir, desde los genitales hacia el ano. En las mujeres insistir en los labios mayores y menores, separándo- los para limpiar la hendidura vulvar y el ano. En el varón se retraerá el prepucio para limpiar el glande. - Tras el lavado del paciente, se hará un masaje con crema hidratante, alcohol o colonia fresca para estimular la circulación sanguínea. - Una vez terminado el aseo, vestir al paciente. - Cambiar o rehacer la cama y acomodar al paciente. - Recoger el material y ordenar la habitación. - Lavarse las manos al finalizar la tarea. Una vez que se ha terminado de lavar al enfermo, se le pondrá el pijama o el camisón limpio, se le peinará y se le lavará la boca si no pudiera hacerlo por sí mismo. Finalizado todo el proceso, el TCAE cambiará la ropa de la cama y recogerá todos los utensilios. Primero los limpiará y a continuación procederá a colocarlos en su sitio. El material necesario comprenderá: Aseo de los pacientes 13 editorialcep } MATERIAL NECESARIO PARA EL BAÑO DEL PACIENTE ENCAMADOCARACTERÍSTICAS Jabón líquido Esponjas Dos palanganas (una para el agua jabonosa y otra con agua para aclarar) Loción hidratante Colonia Ropa de baño (toallas) Manta de baño (para colocar debajo del paciente y no mojar el colchón) Ropa limpia de cama Ropa limpia para el paciente Ropa para el TCAE (bata y guantes) 1.3 Higiene de la piel La higiene es necesario realizarla con las medidas preventivas oportunas para prevenir la apari- ción de úlceras por presión que son parámetros muy representativos de la calidad de cuidados dados al individuo en el medio hospitalario. Los beneficios de una correcta higiene son: - La limpieza de la piel del exceso de grasa, suciedad y polvo del ambiente. - Facilitar las funciones de normalidad de la piel. - Evitar la proliferación bacteriana. - Eliminación de células (descamación). Cuando se realiza una limpieza incorrecta de la piel se pueden agravar procesos patológicos, ya que el organismo es más susceptible a los microorganismos. El TCAE tiene la competencia del aseo diario del paciente pudiéndose realizar en la cama depen- diendo de la incapacidad o propia patología de la persona o en el w.c. (ducha o baño). La finalidad que se busca con la higiene personal: - Eliminar malos olores. - Conservar la integridad de la piel. - Contribuir a mantener o mejorar la autoestima del paciente. - Estimular la circulación sanguínea. - Evitar la acumulación de secreciones, del aparato respiratorio, realizando clapping, drenaje postural, así como la proliferación bacteriana que favorece la aparición de infecciones. - Disminuir la temperatura corporal, cuando sea necesario. 14 Tema 15 editorialcep } Durante la atención a las necesidades higiénicas del paciente, es el mejor momento para que el TCAE valore el estado de la piel de todo el cuerpo, hay que detectar zonas de piel alteradas y zonas donde la higiene ha sido escasa. En la piel se puede observar: el color, temperatura, textura, grosor y turgencia. La higiene general y parcial de la piel y capilar se puede realizar según el estado o cambios de la piel en las distintas fases de desarrollo. - En el caso del neonato, éste tiene la piel fina e inmadura por lo que hay que evitar la fricción. Además, cualquier fisura podrá infectar fácilmente. - En la infancia; se precisa una atención continua y se evitará el autocuidado. - En los adolescentes; en mujeres debido al aumento de estrógenos en la pubertad, la piel se vuelve más suave y vascularizada. En los hombres por el aumento de andrógenos la piel se forma más gruesa y oscura. Es la época de aparición del acné y del incremento de pelo en distintas zonas del cuerpo. En esta edad hay que potenciar la higiene corporal. - En el adulto: el estado de la piel depende de los hábitos higiénicos y de los factores externos expuestos. - En el anciano; la piel va perdiendo elasticidad e hidratación. El TCAE debe fomentar la higiene, facilitando información como: - Recomendar la higiene diaria (normalmente por la mañana). - Evitar corrientes de aire durante el aseo. - Beber 2 litros de agua al día para la hidratación de la piel (si no existen contraindicaciones). - Utilizar lociones para evitar la resecación de la piel. En el paciente encamado se prestará mucha atención al cuidado de la piel, ya que son más propensos a la aparición de lesiones y úlceras o escamaciones. Por ello, se protegerá en lo posible las prominen- cias óseas con almohadillados y se realizarán frecuentes cambios posturales. 1.4 Higiene del cabello El cabello debe lavarse una o dos veces por semana, con un champú adecuado a cada tipo de cabello. Debe extremarse su limpieza para evitar parásitos (piojos, etc.). En la higiene del pelo influye tanto un lavado óptimo, como un buen cepillado, o una correcta alimentación rica en vitaminas A, B, C y minerales. En los pacientes encamados el lavado del cabello se realiza en la misma cama. Para este procedi- miento se necesitan los siguientes materiales: - Champú. - Palangana. - Jarra o botella para agua caliente. - Toallas. - Empapadores. El proceso es el siguiente: Aseo de los pacientes 15 editorialcep } - Se colocará la cabeza del paciente lo más cercana al borde superior de la cama. - La cama se cubre con el empapador, colocándolo bajo la cabeza del paciente y alrededor de su cuello, para evitar mojar la cama. La parte distal del empapador se introduce en la palan- gana, que estará situada sobre una silla, de modo que recoja el agua que se vierte sobre la cabeza del paciente. - Se vierte el agua caliente y se humedece el cabello. - Se aplicará una pequeña cantidad de champú, masajeando el cuero cabelludo. - Se procede al aclarado del pelo con el agua de la botella o jarra. - Una vez aclarado el pelo, se recoge con una toalla y se seca (puede usarse un secador si es preciso). - Acomodaremos al paciente, tras secar y peinar su cabello. Se comprobará que las sábanas no están mojadas. Si es así, se procederá a rehacer la cama con ropa limpia. - Se recogerá el material empleado y se ordenará la habitación. 1.5 Higiene de las manos y cuidado de uñas Las manos deben de estar perfectamente limpias. Esta premisa es imprescindible tanto en los pacientes como en el personal sanitario que los atiende y cuida. Se deberán lavar siempre tras ir al baño, antes de mani- pular los alimentos, antes y después de manipular al enfermo, antes y después de comer o de dar de comer al enfermo, antes de comenzar la jornada laboral y después de terminarla, etc. Se hará especial hincapié en los espacios interdigitales y en las uñas, que deben siempre estar limpias y libres de esmaltes. Debajo de las grietas de los esmaltes de uñas o En los pacientes también debajo de las uñas se acumula gran cantidad de suciedad se extremarán los cuidados y restos, por lo que se debe extremar su higiene cuando de las uñas. Se cortarán y se va a manipular al paciente. cepillarán siempre que sea Se hará necesario cepillarlas cada vez que se manipule al necesario y se evitará en lo paciente, antes y después. posible la aparición de lesiones Será imprescindible que el TCAE lleve las uñas bien corta- ungulares (onicomicosis, das y no muy largas, para no ocasionar lesiones en el padrastros, etc.). paciente cuando realice las técnicas sanitarias. 1.6 Cambio de ropa Llevar una ropa adecuada y cómoda es de vital importancia. En muchos casos, evita la aparición de problemas de salud. La ropa debe ser cómoda, de fácil manejo, evitando de esta manera la aparición de rozaduras o trastornos circulatorios por el uso de ropa estrecha. Se debe aconsejar al paciente el uso de ropa de algodón, lana o mezcla con lana, puesto que son materiales más 16 Tema 15 editorialcep } higiénicos, que favorecen la transpiración. Debe evitarse la fibra sintética, como el poliéster, ya que es menos saludable. Hay que enseñar al paciente a escoger el calzado adecuado. Los zapatos, ante todo, deben ser cómo- dos, porque si son ajustados, no permiten la separación de los dedos y ejercen presión sobre los mismos, provocando la aparición de durezas y juanetes. El material por excelencia de un calzado debe ser la piel, porque se amolda a los pies, permite su transpiración y evita la tensión del calzado. 1.7 Higiene de la boca En el paciente encamado o que no pueda realizarse este tipo de higiene, será el TCAE quien proceda al aseo de la boca. La higiene de la boca se realizará tras cada comida, para evitar la proliferación de flora bacteriana patógena que pudiera dar lugar a caries o infecciones bucales. Se emplearán elixires bucales como complemento al lavado de los dientes con cepillo, crema e hilo dental. Se realizará con el fin de mantener una higiene bucal adecuada y prevenir caries e infecciones por hongos. Dependiendo de las características del sujeto se pueden llevar a cabo tres procedimientos: Paciente consciente, paciente con dentadura y paciente inconsciente. Independientemente del tipo de paciente (consciente o inconsciente), precisaremos de: - Guantes - Cepillo dental - Dentífrico - Vaso con agua y batea - Antiséptico bucal - Gasas y pinza (para hacer las torundas) - Toalla - Vaselina A. Paciente consciente Siempre que pueda se estimulará a que lo haga él solo, con el fin de fomentar su independencia. Si es preciso hacerlo por él, seguiremos las siguientes indicaciones: - Preparar el material. - Explicar al paciente lo que se le va a hacer. - Si el paciente está en cama, se elevará el cabecero (si no hay contraindicación). - Deben limpiarse todas las caras de los dientes y muelas, desde la encía hasta la corona, con un movimiento de barrido, así como la lengua. Es decir, se cepillarán desde la encía hacia abajo, Aseo de los pacientes 17 editorialcep } también la cara interna, externa, superior e inferior de dientes, muelas y lengua. Se proce- derá al aclarado posteriormente (puede hacerlo el paciente por sí solo o con ayuda del TCAE). - Proporcionaremos un vaso con agua para el enjuague y una batea. Después se aclarará la boca con solución antiséptica. B. Paciente con dentadura - Retiraremos la dentadura para cepillarla y aclararla por separado. - La boca se limpiará mediante enjuagues con solución antiséptica o, si el paciente no puede, utilizando torundas impregnadas en dicha solución. - Después colocaremos de nuevo la dentadura en la boca, o se introducirá en un vaso con agua y cualquier preparado comercial hasta su nuevo uso. C. Paciente inconsciente Colocaremos al paciente con la cabeza ladeada, con el fin de evitar aspiración de líquido. Le limpiaremos la boca con torundas impregnadas en solución antiséptica bucal, teniendo mucho cuidado de eliminar todos los restos de líquido. Secar bien la boca y aplicar vaselina u otro producto cosmético en los labios, para evitar el agrie- tamiento de los mismos. 1.8 Higiene de los ojos Los ojos no deben tocarse con las manos para evitar infecciones. La higiene ocular debe realizarse con abundante agua y se debe procurar que no entre jabón en Siguiendo las normas generales, ellos, para que no se irrite la mucosa. los ojos no deben tocarse con las Se secarán con una gasa estéril, empleando una manos para evitar infecciones. gasa diferente para el lavado y secado y para Deberá emplearse abundante cada uno de los ojos. agua y se deberá procurar que no entre en ellos jabón. Se En el paciente encamado los ojos se lavarán con gasas impregnadas en suero fisiológico. Se secarán con una gasa estéril, procederá a su lavado desde el ángulo interno empleando una gasa diferente del ojo hacia el externo (colocando la cabeza para el lavado y secado y para inclinada hacia el lado del ojo que estemos los dos ojos. lavando). 1.9 Higiene de los oídos En el paciente encamado los oídos y las orejas se limpiarán con una torunda de algodón. 18 Tema 15 editorialcep } Siguiendo las normas generales, su limpieza será diaria, no debiendo utilizarse instrumentos afilados. El jabón se usará sólo para limpiar el oído externo y el pabellón auricular; el oído medio e interno se limpiarán con bastoncillos. 1.10 Higiene de la nariz La limpieza de las fosas nasales se hará con un pañuelo o una gasa humedecida, para evitar la irrita- ción. Nunca debe introducirse el dedo en la nariz para limpiarla. Si existe irritación de los orificios nasales, se protegerán con cremas hidrosolubles o vaselina. 1.11 Higiene de los pies Los pies deben lavarse a diario con agua y jabón para evitar el mal olor. Se debe poner especial aten- ción a la limpieza interdigital, ya que entre los dedos se acumula mucha suciedad. También es impor- tante el secado correcto entre los dedos para evitar la infección por hongos (micosis interdigitales). Si es necesario se emplearán talcos o desodorantes para disminuir el olor. También, deben tratarse y eliminar las durezas de los pies frotándolas con piedra pómez. Deben mantenerse las uñas limpias y cortarlas siempre que sea necesario (en línea recta y con los bordes lisos). En el paciente encamado los pies se colocarán en una palangana, donde se procederá a su lavado y cuidado. Se evitará en lo posible el pie equino (con el empleo de férulas especiales), úlceras en talones (se almohadillarán), infecciones (secado interdigital adecuado) y se favorecerá el retorno venoso mante- niendo los pies y piernas ligeramente elevados. 1.12 Higiene de los genitales La higiene de los genitales debe realizarse a diario y después de la micción o defecación. Para el aseo de la zona genital se empleará una palangana o cuña, se verterá agua limpia y sin jabón desde la zona púbica hasta el ano. Posteriormente se procederá al enjabonado (en dirección púbi- co-anal), aclarado (con agua limpia) y secado de la zona. En la mujer, se hará más hincapié en la higiene de labios mayores y menores, hendidura vulvar y ano. En el hombre se aseará el escroto, las ingles, se retraerá el prepucio para asear el glande y el ano. Si el paciente puede, se lavará él mismo los genitales. En caso contrario, lo hará un TCAE del mismo sexo si el paciente así lo solicita. En la mujer, se hará más hincapié en la higiene de labios mayores y menores, hendidura vulvar y ano. Aseo de los pacientes 19 Esquema 15 ASEO DE LOS PACIENTES: BAÑO Y DUCHA; PAUTAS DE HIGIENE Aspectos generales de la higiene La higiene personal es el conjunto de actividades destinadas a conservar limpios y preservar la integridad de la piel, cabellos, etc. Dentro de un centro sanitario, ésta es una de las actividades que facilita la observa- ción y vigilancia del estado del paciente y, además, permite establecer una relación cordial con el paciente. Higiene y aseo corporal El baño y la ducha: Cuestiones comunes Aseo en la ducha Aseo en la bañera Higiene del paciente encamado Higiene de la piel La higiene es necesario realizarla con las medidas preventivas oportu- nas para prevenir la aparición de úlceras por presión que son paráme- tros muy representativos de la calidad de cuidados dados al individuo en el medio hospitalario. Higiene del cabello El cabello debe lavarse una o dos veces por semana, con un champú adecuado a cada tipo de cabello. Debe extremarse su limpieza para evi- tar parásitos (piojos, etc.). En la higiene del pelo influye tanto un lavado óptimo, como un buen cepillado, o una correcta alimentación rica en vitaminas A, B, C y minerales. Higiene de las manos y cuidado de uñas Las manos deben de estar perfectamente limpias. Esta premisa es imprescindible tanto en los pacientes como en el personal sanitario que los atiende y cuida. Se deberán lavar siempre tras ir al baño, antes de manipular los ali- mentos, antes y después de manipular al enfermo, antes y después de comer o de dar de comer al enfermo, antes de comenzar la jornada laboral y después de terminarla, etc. Cambio de ropa Llevar una ropa adecuada y cómoda es de vital importancia. En muchos casos, evita la aparición de problemas de salud. Higiene de la boca En el paciente encamado o que no pueda realizarse este tipo de higiene, será el Auxiliar quien proceda al aseo de la boca. Aseo de los pacientes 21 Paciente consciente Siempre que pueda se estimulará a que lo haga él solo, con el fin de fomentar su independencia. Paciente con dentadura Paciente inconsciente Colocaremos al paciente con la cabeza ladeada, con el fin de evitar aspiración de líquido. Higiene de los ojos Los ojos no deben tocarse con las manos para evitar infecciones. La higiene ocular debe realizarse con abundante agua y se debe procurar que no entre jabón en ellos, para que no se irrite la mucosa. Higiene de los oídos En el paciente encamado los oídos y las orejas se limpiarán con una torunda de algodón. Higiene de la nariz La limpieza de las fosas nasales se hará con un pañuelo o una gasa humedecida, para evitar la irritación. Higiene de los pies Los pies deben lavarse a diario con agua y jabón para evitar el mal olor. Se debe poner especial atención a la limpieza interdigital, ya que entre los dedos se acumula mucha suciedad. También es importante el secado correcto entre los dedos para evitar la infección por hongos (micosis interdi- gitales). Higiene de los genitales La higiene de los genitales debe realizarse a diario y después de la micción o defecación. 22 Tema 15