7 Consejos Prácticos de InversiónEn este breve y práctico documento, les quiero dejar algunos consejos generales que se aplican para inversionistas de cualquier país. Son un buen resumen de experiencias vividas, observadas en otros y concluidas luego de un profundo análisis. Si siguen estos consejos, estarán muy bien encaminados en sus inversiones, sea cual fuere su perfil de riesgo. Dicen que la gente inteligente es aquella que puede aprender de las experiencias ajenas. Los invito a ser inversionistas inteligentes, y a aprovechar todas aquellas veces en las que yo me equivoqué. Afectuosamente, Miguel Ángel Boggiano – CEO de Carta Financiera 7 Consejos Prácticos de Inversión 1. Si no tiene una buena idea, manténgase en cash. 2. Si compra acciones, siempre debe tener un stop. 3. No se encandile con los cupones de los bonos. 4. No haga nada en base a rumores o experiencias ajenas. 5. ¿Inversiones en ladrillos? Haga bien las cuentas. 6. No caiga en la trampa de operar FX. 7. ¿No puede dormir a la noche? Algo está mal. 1. Si no tiene una buena idea, manténgase en cash. Todos hemos escuchado en muchas oportunidades frases del estilo “no quiero dejar la plata parada” o “estar en cash es como tener la plata muerta”. Esto es efectivamente así. Tanto, que se habla de costo de oportunidad del dinero. El costo de oportunidad del dinero es lo que se pierde de ganar en la alternativa más accesible por estar en cash. Esto quiere decir que el costo de oportunidad no es igual para todos, porque no todos tenemos las mismas oportunidades de inversión. Sin embargo, típicamente se considera a lo que uno puede ganar en plazo fijo o CD, como el costo de oportunidad del dinero (porque todos tenemos AL MENOS esa alternativa de prestarle nuestro dinero al banco). Ahora bien. Cuando las tasas de interés son las actuales en el mundo, el costo de oportunidad del dinero cae. Si uno tiene dólares, y los depósitos en dólares pagan un 2% anual, no nos estamos perdiendo demasiado. En estos vasos, tener el dinero en efectivo nos deja siempre la opción estar preparados “por si aparece alguna buena oportunidad”. Sin embargo lo central de este consejo es que por evitar estar en cash, la gente tiene la tendencia a decidir apresuradamente. Y prefiere tomar una decisión torpe y acelerada a quedarse en cash. Simplemente porque “no quiero tener la plata parada”. Esto lo he visto, en inversionistas de todo tipo y tamaño. Desde unos pocos miles de dólares hasta muchos millones. Por momentos pareciera que la gente prefiere asumir riesgos muy mal medidos, en lugar de quedase en efectivo. Consejo 1: Resista la ansiedad de TENER que hacer algo con el dinero en efectivo. Si la ansiedad es insostenible, vaya al plazo fijo. Pero NUNCA tome una decisión apresurada como si el reloj de un taxi corriera en contra. Mesura y prudencia. 2. Si compra acciones, siempre debe tener un stop. ¿Qué es un stop? Es un precio debajo del cual vendemos lo que habíamos comprado como una defensa de nuestro patrimonio. Si compré en 100 y cae por debajo de 85, vendo. En este caso, 85 será mi precio de stop. Cuando una persona compra acciones, debe saber hasta cuánto está dispuesto a perder. ¿Es un 10%? ¿Es un 15%? ¿Es un 20%? Una vez que la pérdida supera el 25%, la parálisis se apodera de la situación: no queremos ni siquiera mirar el precio de esa acción. Es en estos momentos donde la mente empieza a tejer explicaciones complacientes. Entonces empezamos a convencernos de que “en realidad yo soy un inversionista de largo plazo” o “el mercado está valuando mal a esta acción”. Hay una triste realidad: está repleto de gente que había comprado con la idea de realizar una ganancia rápida en unas pocas semanas y que luego se transformó en inversionista de largo plazo por estar perdiendo. Y esa gente está un 60% abajo o aún más. ¿Por qué? Porque no cortaron a tiempo las pérdidas. Cuando las acciones caen de valor, no hay que buscar explicaciones ni revisar el análisis propio. Simplemente fijar un nivel de pérdida máximo y respetarlo (stop). Mi recomendación es que ese nivel no supere el 15%. Pero además de esto, la orden debe ser ingresada apenas uno realizó la compra y no en el momento en el que el precio está 15% abajo del precio de compra. Por eso es vital operar con alguna plataforma electrónica. Somos seres humanos con debilidades. Y una de las debilidades más estudiadas es nuestra aversión a realizar una pérdida. Con lo cual, si realmente nos queremos ayudar, debemos dejar que esa orden la ejecute una computadora. ¿Qué hay de aquellos inversionistas que compran “porque hay valor” o que tienen el enfoque de “value investing”? Les recomiendo que no sigan este enfoque por el simple hecho de que hará prácticamente imposible que ustedes coloquen un stop. Consejo 2: apenas terminó de comprar una acción, ingrese una orden de venta con stop para su protección. Si no está dispuesto a colocar un stop, no compre acciones ni ningún activo financiero de riesgo. Caso contrario, tarde o temprano se encontrará con pérdidas que superen el 60%. 3. No se encandile con los cupones de los bonos. Hay muchos inversionistas que valoran muy especialmente los productos de renta. ¿Por qué? Porque les genera la sensación de tener una inversión “que se va pagando sola”, de a poco. Hay muchos ejemplos de estos tipos de inversión: comprar campos, cocheras, departamentos para luego alquilarlos o también comprar bonos. Y lo que hace atractivo a los bonos son los cupones, ya que en la mayoría de los casos, cada seis meses el dueño de un bono recibe un pago llamado cupón. ¿Qué hay de malo en esto? ¿Por qué mi advertencia a no encandilarse con los cupones? El problema se da cuando se le presta demasiada atención al hecho de cobrar los cupones, sin mirar las oscilaciones del precio del bono. Puesto de otra manera: como el bono paga cupones cada seis meses, la gente se lo queda aún cuando su precio cae (demasiado), porque quieren cobrar los cupones. Mirar sólo los cupones y no prestar atención a la caída del precio del bono es un error, porque el grueso del valor del bono es el precio al que se lo puede vender. Está claro que la gente reformula esto diciendo “yo quiero quedarme los bonos hasta el final”. Pero esto también es equivocado: cuando los bonos caen, en algún momento deben también tener un stop. Consejo 3: preste más atención a la variación en el precio del bono que al pago de cupones. El precio del bono es lo que refleja el valor de su capital invertido. Utilice un stop. 4. No haga nada en base a rumores o experiencias ajenas. Más de una vez hemos escuchado comentarios del tipo “tengo un primo que trabaja en la empresa XXX que me dijo que hay que comprar acciones de esa compañía porque están por lanzar un producto nuevo con el que van a ganar muchísimo dinero”. O variantes similares como “tengo un amigo muy cercano que trabaja en al banco XXX que me aseguró que la empresa ZZZ va a pagar su deuda y que hay que comprar los bonos de esa empresa ahora”. En primer caso, operar con lo que se conoce como “información privilegiada” (inside information) es ilegal. En los Estados Unidos esto no es trivial y hay una extensa jurisprudencia con encarcelamiento para gente que ha ganado dinero de esta manera. Dicho esto, e incluso cuando alguien estuviera dispuesto a correr el riesgo de actuar fuera del marco de la ley, hacerlo es simplemente una mala idea. ¿Por qué? Porque hay muchísimos más rumores que hechos. Muchos empleados interpretan la información que tienen de la manera equivocada o simplemente interpretan información que es irrelevante como relevante. Por último, nuestro principal enemigo pasa a ser nuestra mente. Casi todos los seres humanos podemos convivir con la idea de perder dinero por malas decisiones propias. Pero perder dinero por haber seguido un rumor que nos resultaba lejano o incierto, genera una sensación de remordimiento mucho más desagradable y difícil de superar. Simplemente no se expongan a comprar con un rumor que termine siendo falso o equivocado. Consejo 4: nunca opere con rumores. Abundan los que son falsos o equivocados. Incluso sepa que si llegara a actuar y perdiera plata por un rumor, el remordimiento será un trago muy amargo. 5. ¿Inversiones en ladrillos? Haga bien las cuentas. Invertir en Real Estate o en Inmuebles, es algo que deja tranquilo a muchos. La idea de poder “tocar la inversión” o verla como un bien concreto, resulta atractivo a un tipo de inversionista. ¿Es esto malo? No. Pero lo importante es poder hacer bien las cuentas. ¿Dónde está la dificultad? Cuando alguien compra una casa o un departamento con finalidad de inversión, puede tener dos objetivos: alquilar o mantener para luego vender más caro. En ambos casos, la pregunta fundamental es: ¿cuánto cuesta mantener esa casa o departamento por año? Desde este punto de vista, un inmueble funciona a la inversa que un bono: en vez de uno poder cobrar regularmente un cupón, con el inmueble uno tiene que pagar regularmente los costos de mantenimiento. Imaginemos primero quien compra un departamento para luego alquilarlo. En Buenos Aires, los número son más o menos los siguientes. Un departamento que vale U$S 120,000, se alquila por U$S 6,000 por año. Esto es un rendimiento del 5%. Pero hay que restarle además, impuestos, expensas y mantenimiento del inmueble. Con todo esto, el rendimiento pasa a estar entre un 3% y un 4%, siempre y cuando el departamento esté alquilado todo el tiempo. Tener inmovilizado tanto capital para un rendimiento tan bajo, no parece la mejor alternativa. En el caso en que se decida comprar con la idea de vender en el futuro, la cuenta se complica un poco más, ya que los costos se mantienen pero no se cobra ningún alquiler hasta el momento de la venta. Consejo 5: quien compre un inmueble para obtener una renta a partir del mismo, tiene que mirar las cuentas con mucho detalle y suponer una ocupación del 85%-90% del tiempo para ser realista. Tenga en cuenta todos los costos, como los impositivos y el correr el riesgo de tener un inquilino que no cumpla regularmente con los pagos. 6. No caiga en la trampa de operar FX. Hoy existe un gran número de empresas que ofrecen la posibilidad de operar FX (Foreign Exchange) o monedas. Publicitan “lo simple que es” y también resaltan como una ventaja el hecho de que con sólo U$S 5,000 se puede operar por U$S 50,000 o más. La recomendación aquí es muy sencilla: no lo haga. ¿Por qué? El mercado de Forex es un mercado donde no hay ningún tipo de regulación. Pero además de no tener ningún ente como una Securities and Exchange Commission (SEC) que cuide que los inversionistas no sean engañados, operar monedas es una de las tareas más difíciles del mundo: en las monedas muy rara vez hay tendencias. En consecuencia, las oscilaciones “hacia ningún lado” pueden perdurar literalmente por años. El negocio de las plataformas de FX es que los inversionistas pierdan toda su plata. Muchas veces ni siquiera hacen las operaciones que el inversionista solicita, sino que “lo conectan a esta PlayStation para gente adulta” en la que más temprano que tarde pierden todo el capital. Consejo 6: no opere FX con ninguna plataforma. Es una mala idea y terminará perdiendo todo el dinero que dedique a este tipo de inversión. 7. ¿No puede dormir a la noche? Algo está mal. Si no puede dormir a la noche, quiere decir que está asumiendo un riesgo que usted simplemente no tolera. La solución es sencilla: reduzca su exposición. Si un 60% de su capital en acciones no lo deja dormir, baje a un 40%. Si sigue con problemas, vuelva a bajar hasta que pueda dormir. Tener una parte en cash o en plazo fijo, siempre resulta ser un ancla para recuperar la tranquilidad. Consejo 7: ninguna actividad financiera es lo suficientemente importante como para impedir que usted duerma. Si no puede dormir es porque está asumiendo riesgos que no tolera. ¡Redúzcalos!