161523599-La-Musa-de-La-Historia.pdf

June 7, 2018 | Author: Marcos Garriguez | Category: Poetry, Slavery, Faith, Truth, Tribe
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DEREK WALCOTTLa musa de la historia La historia es la pesadilla de la que intento despertar. –James Joyce I El colonialismo es la experiencia común al Nuevo Mundo, incluso para sus escritores patricios, cuya veneración por el Viejo Mundo se lee como la idolatría del mestizo. Ellos también son víctimas de la tradición, pero nos recuerdan nuestra deuda hacia los grandes muertos, según la cual quienes rompen con una tradición son los primeros en temblar ante ella. De manera perversa fomentan su desprestigio, pero como su idea del pasado es la de un momento intemporal, si bien habitable, el Nuevo Mundo les debe más que a aquéllos que luchan con el pasado, pues su veneración matiza una arrogancia que resulta más dura que el rechazo violento. Están convencidos de que la tradición se perpetúa cuando la atacamos frontalmente, que la literatura revolucionaria es un impulso filial y que la madurez constituye la asimilación de los rasgos de todos nuestros ancestros. Cuando estos escritores astutamente se describen a sí mismos como clasicistas y simulan indiferencia al cambio, lo hacen con una ironía que es tan propia de la angustia del conquistado como la furia lo es del radical. Si en un momento nos parecen falsos aristócratas, se debe a que han ido más allá de la confrontación de la historia, esa Medusa del Nuevo Mundo. Estos escritores rechazan la idea de la historia como tiempo para volver a su concepto original de mito, el llamado parcial de la raza. Para ellos la historia es ficción y está sometida a una musa caprichosa, la memoria. Su filosofía, fundamentada en un desprecio por el tiempo histórico, es de carácter revolucionario, pues lo que recuerdan al Nuevo Mundo es su simultaneidad con el Viejo. Su visión del hombre es la de un ser elemental, habitado por presencias, y no una criatura encadenada a su pasado. Sin embargo, el método mediante el cual se nos enseña el pasado –el progreso desde el motivo al acontecimiento– es el mismo que utilizamos para leer narrativa. Con el tiempo, todo acontecimiento se convierte en una carga más para la memoria y está por lo tanto sujeto a la invención. Cuanto más se multiplican los hechos, más se petrifica la historia en mito. Así, mientras envejecemos como raza, nos vamos gradualmente Esta es la expresión más profunda del espíritu revolucionario: es un llamado al espíritu a las armas. nuestro hombre ya ha saldado cuentas con Grecia y Roma. el hombre celebra una exaltación a un tiempo vulgar y abrupta: la vida de los llanos. a la que. en la polémica o a evaporarse en el pathos. los mares. escrita por los descendientes de los amos. el poeta que transporta en su cabeza culturas enteras. En espíritu son semejantes a los poemas de Neruda o Whitman. tal vez tocado por la amargura. Lo exhortan a resistir el temible imán de civilizaciones más antiguas. y quienes. se le otorga un arcaísmo perentorio. donde el genio se antoja sigiloso. Los suyos son poemas de solitarias o tumul-tuosas migraciones a través de los elementos. en su furiosa sed de identidad. el poeta Saint-John Perse también nos conduce desde la mitología del pasado hasta el presente sin el más mínimo reacomodo. En el Nuevo Mundo el ser esclavo de la musa de la historia ha dado lugar a una literatura de la recriminación y la desesperación. deben asimismo verlo como degradación histórica. o una literatura del remordimiento. El hecho se diluye en mito. tiende a refugiarse. Dado que dicha literatura está al servicio de la verdad histórica. II Los grandes poetas del Nuevo Mundo. Su admirable deseo . una literatura de la venganza. y camina en un mundo desprovisto de monumentos y de ruinas. En su exuberancia. Lo que Perse glorifica no es la veneración sino la perenne libertad: su héroe sigue siendo el vagabundo.percatando de que la historia está escrita. el hombre que se mueve por entre las ruinas de grandes civilizaciones con todos sus bienes mundanos cargados sobre caravanas o mulas. desde Whitman hasta Neruda. pero él mismo desembarazado. La visión que tienen del hombre en el Nuevo Mundo es adánica. Aquí no se trata del hastiado cinismo que no ve nada nuevo bajo el sol: es una exaltación que todo lo percibe como renovado. La violencia se experimenta de manera simultánea con la historia. y lo rechazan. La visión revolucionaria o cíclica se encuentra tan profundamente enraizada como la sintaxis patricia. quienes ven en el lenguaje algo que los esclaviza. escrita por los descendientes de los esclavos. En Perse se despliega en toda su amplitud el elogio elemental a los vientos. intimidada. pues encarna el lenguaje del amo. La estética verdaderamente robusta del Nuevo Mundo no explica ni perdona a la historia. rechazan esta idea de la historia. las lluvias. cuando limita su memoria al sufrimiento de la víctima. que en sus registros el ego de la raza es indisoluble y que todo depende de si escribimos esta ficción a través de la memoria de la víctima o la del héroe. en tanto que también buscan espacios en los que la celebración de la tierra sea algo ancestral. Así. a resguardo del cambio. Esta vergüenza o temor reverente ante la historia se apodera de los poetas del Tercer Mundo. Al igual que Borges. Esta forma de autotortura surge cuando el poeta interpreta la historia en términos de lenguaje. la muerte de un gaucho no sólo repite sino que es la muerte de César. Se niega a reconocerla como una fuerza creadora o culpable. Sin embargo. III Los poetas del Nuevo Mundo que ven el "estilo clásico" como estancamiento. de que se trata de una suerte de literatura sin moralidad. estos poetas lo presentan como un ser aún susceptible de inmenso asombro. sólo sienten respeto por la incoherencia o la nostalgia. mediante un estilo hierático. Hasta en Borges. . pues lo que fue traído a este Nuevo Mundo bajo el aspecto de una luz divina. El tono del pasado se convierte en un fardo insoportable. no clama en silencio por el perdón o la venganza? El pulso de la historia del Nuevo Mundo es el desbocado latido del miedo. ya sea descendiente del torturador o de la víctima? Composición azul. ya que puede tachar al arte verdaderamente grande de feudal y excusar a un arte pobre como digno fruto del sufrimiento. "esto es comprensible. los extenuantes ciclos de la estupidez y la avaricia. y "en esos días los hombres eran así". Les es imposible separar la furia de Calibán de la belleza de su forma de hablar cuando los parlamentos de Calibán son equiparables en poder elemental a los de su tutor. y las explicaciones se reducen siempre a lo mismo: "tal cosa sucedió por esto y esto otro". La visión que tienen de Calibán es la de un pupilo enfurecido. Y esta desmemoria es la verdadera historia del Nuevo Mundo. en lo más recóndito de la conciencia. la luz de la hoja de la espada y la del dominus illuminatio mea. Sergio Hernández ¿Quién.. . Intercambiadas tales recriminaciones. de honrar al degradado ancestro reduce su lenguaje a una punzada fonética. el mismo torturado Cristo exhibido con cristiano agotamiento. ya que para injuriar al amo o al héroe deben hacerlo en el idioma de éste. Es también nuestra herencia. Las lenguas que asoman por encima de nuestras oraciones expresan el dolor de razas enteras a la oscuridad de un dios maniqueo: Dominus illuminatio mea. ¿Pero quién en el Nuevo Mundo no siente horror al pasado. El lenguaje del torturador ha sido dominado por la víctima. y aquí la literatura colonial asume un tono fundamentalmente pietista. al quejido de dolor. era la misma iridiscente serpiente traída por un Adán contaminante. condenarlas o justificarlas. pertenece también al método de la historia.". una oscuridad que sirvió para hacer más intensa la antigua fe. a la maldición de la venganza. el arrepentimiento del amo toma el lugar de la venganza del esclavo. Con el tiempo el esclavo se rindió a la desmemoria. pero lo que también transportó el esclavo en sus entrañas ensemilladas fue una nueva nada. y esto supone un autoengaño. pero tratar de entender por qué sucedieron las cosas así. Lo cual consideran antes una forma de servidumbre que una victoria. pues. pues la obsesión por el progreso no está en la psique de los recién esclavizados. –PABLO NERUDA Es este pasmo ante lo numinoso. su sabor. al igual que sus frutos. o del de Viernes y Calibán. Las doradas manzanas de este sol están inyectadas de ácido. desde la religión hasta el ritual doméstico más sencillo. Rechazan el linaje étnico en favor de una fe en el hombre elemental. lo que en nuestros grandes poetas aniquila la historia. no es metafórica. la Pomme de Cythère de Aimé Césaire es irritante. la re-creación del orden entero. este privilegio elemental de poder nombrar al Nuevo Mundo. una exaltación común a todos ellos. la uvera. y tantas cabezas que golpean los buques. La gran poesía del Nuevo Mundo no tiene esas pretensiones de inocencia: su visión no es ingenua. En esa poesía hay una memoria amarga. sin América. estambre equinoccial. la memoria tribal está salada con la amarga memoria de la migración. Antes bien. un fatalismo esencial. de nuestra historia. Los naufragios de Crusoe y de la tripulación de La tempestad señalan el fin de un Viejo Mundo. la "panorámica democrática". El sabor de Neruda es cítrico. el fatpoke. sino una necesidad social. su degradado arribo debería parecerles el principio. Para los sobrevivientes. ya sea que provengan del linaje de Crusoe y Próspero. es una mezcla de lo ácido y lo dulce. y tantos malecones que el sol rojo partía. Poco debía importarle al Nuevo Mundo que el Viejo de nuevo se aprestara a volarse a sí mismo en pedazos.A los poetas radicales la poesía se les antoja una suerte de homenaje a la resignación. su anhelo de inocencia. Para nosotros. La visión. Pero lo que atormenta a los grandes poetas no es tanto la presión del pasado sino el peso del presente: hay tantos muertos. o la almendra de mar. Perse tiene el regusto de la fruta salada de la orilla del mar. para todas las tribus diezmadas del Nuevo Mundo que no sufrieron la extinción. y tantas cosas que quiero olvidar. La visión del progreso es la locura racional de la historia vista como . El mito del buen salvaje no reviviría. y no la conclusión. y es esta amargura la que más tarda en secarse en la lengua. He ahí el amargo secreto de la manzana. tu aroma me trepó por las raíces hasta la copa en que bebía. –PABLO NERUDA En los poetas el sentimiento de la historia se trenza con toda su crudeza a lo largo de sus nervios: Tierra mía sin nombre. y tantas manos que han encerrado besos. hasta la más delgada palabra aún no nacida de mi boca. lanza de púrpura. pues éste nunca ha emanado del salvaje sino que ha sido siempre la nostalgia del Viejo Mundo. las manzanas de su segundo Edén tienen el acidulado picor de la experiencia. Una filosofía política enraizada en un sentimiento de exaltación tendría que aceptar la creencia en un segundo Adán. Lo agridulce es precisamente lo que la dota de energía. habitantes del archipiélago. sembradas en su memoria están las imágenes de parras que ascienden por columnas quebradas. Y si la idea de lo Nuevo y lo Viejo se torna cada vez más absurda. Las filosofías libertarias de este signo tienen su cuna en las ciudades. qué otra cosa podría sucederle a la historia misma. como cómicos jeroglíficos del progreso. el humanismo de la política toma el lugar de la religión. tiempo secuencial. Pido una canción donde pueda estrellarse el arco iris. pero lo que los subyuga no es tanto la tradición. y en Él no hay oscuridad". Para estos últimos la peor pérdida es la de los antiguos dioses. Su malestar es una nostalgia oceánica por la más antigua cultura y una melancolía por la nueva. las remotas Bermudas. Así. Los poetas del "Nuevo Egeo". de un futuro sujeto a dominación. a pesar de frases tales como "Dios es la luz. Son imágenes que han quedado estampadas en la memoria colonial. el descubridor coloca su bandeja de alimentos sobre la arena virgen. sino el que ella misma se esté volviendo absurda? No se trata de existencialismo. Como el concepto de Dios en el Viejo Mundo es antropomórfico. sujetos como la tribu misma a ciclos de realización y desesperación. En los libros de historia. El hombre adánico. Creen en la responsabilidad de la tradición. una desesperación ante los vicios que sienten que han de repetirse. como la enfermiza recurrencia en el pensamiento francés de la isla de Citera. Pido esa liana que crece en las palmeras (su obstinado futuro sobre el tronco del presente) Pido el conquistador de armadura ya sin sello tendiéndose a lo largo en una muerte de flores /perfumadas Y la espuma que incensa una espada que se herrumbra en la pura luz azul de lentos cactus feroces ÐAIM? CESAIRE Pero para la mayoría de los escritores del archipiélago que sólo contemplan el naufragio. El existencialismo es lo mismo la nostalgia en el sofisticado primitivismo de Rousseau. de Europa como museo nutricio. donde pueda posarse el chorlito en playas olvidadas. que la huella del pie de Crusoe o la impresión de la rodilla de Colón santificaron al mundo no son más que herejías. sino la historia. ¿qué cosa debe sucederle a nuestra idea del tiempo. Semejantes imágenes blasfemas tienden a borrarse. Ven a estos dioses como parte del proceso de la historia. o la de Citera. y que es simultánea. de terrazas muertas. de Rimbaud o Baudelaire. viva. elemental. que está alerta. la muerte de las civilizaciones es arquitectónica. el temor de que el culto haya esclavizado el progreso. presa de temor reverente. se arrodilla. no puede ser existencial. El conjunto de sus imágenes es absurdo. y este sentimiento puede llegar a ser tan profundo que desemboque en abierto rechazo del paisaje virgen. la Juan Fernández de Crusoe. la isla de Próspero. y en este punto de intersección de una y otra fe. y el salvaje hace lo mismo desde sus matorrales. A los ojos de estos escritores. Su primer impulso no es la autocomplacencia sino el pasmo. y lo mismo puede decirse de los nuevos panegiristas del áfrica. las Islas Afortunadas. no espiritual. ya se trate de la imaginería tuberculosa y febril de Watteau o la fiebre. vuelta delirio. el esclavo del Nuevo Mundo se vio forzado a rehacerse a Su imagen. el poeta y el . el Nuevo Mundo no ofrece exaltación sino cinismo. en una sed de ruinas. los poetas de todas esas rocas con nombres como cuentas de capilla saben que es aquí donde naufraga la vieja visión del Paraíso. de las Islas de los Bienaventurados. y el existencialismo es simplemente el mito del buen salvaje convertido al barroco. Dicho de otra manera. Lo que parecía la pérdida de la tradición era su renovación. Hay en mucha de nuestra literatura este sentimiento residual. mientras más ambicioso el celo. convocar la grandeza del pasado. La tenue búsqueda de un Moisés aún sobrevive en nuestra política. Éstos se entregan a una recolección masoquista. el poeta celebra lo poco que encuentra. 2) si dicha asimilación la ha alterado. Como los profetas del camino. la esperanza de una liberación de las ataduras. no como masoquismo. y puesto que toda épica se funda en la visible presencia de las ruinas. artefactos y frases incompletas de un lenguaje muerto. una cosmología difunta sin la fe tribal. el lamento en aguas extrañas por un hogar perdido. en chantre y coro. sacerdote esclavizados depusieron su poder. como si los hornos de Auschwitz o Hiroshima fueran los templos de la raza. el oído queda esclavizado: los glorificadores del tom-tom sordos al dínamo. y profetizar en el sentido en que la arquitectura fascista puede ser vista como profética. la oxidada rueda para esclavos del ingenio azucarero. ¿de qué religión africana se trata? El espectáculo que ofrecen los talentos mediocres cuando erigen antiguos tótems resulta más vergonzoso que la fe del converso del que se mofan. en su identificación con el sufrimiento hebraico. El concepto épico se comprimió en la canción popular. El poeta de talante épico recorre con la mirada estas islas y no encuentra ruinas. el anhelo de la masa. toda la parafernalia de la degradación y la crueldad que exhibimos a modo de historia. o asimilada y alterada a la vez. Si esto es cierto. Pero la tribu sujeta aprendió a fortalecerse por medio de una astuta asimilación de la religión del Viejo Mundo. Lo que queda en el archipiélago es la fragmentación en facciones cismáticas. en este orden: 1) si la religión que se le enseñó al esclavo negro fue asimilada como fe. no como mito sino como historia. copla y refrán. Y sin embargo es ahí donde tiene su origen la poesía épica de la tribu. es ahora necesario rechazarla. en el Nuevo Mundo debemos preguntarnos. pues la fe requiere más que de estilo. el poeta polémico. un cañón. IV Eliot habla de la cultura de un pueblo como la encarnación de su religión. el poeta "épico" de las islas vuelve su mirada a la antropología. el ánfora sarrosa de los degolladores. Y sin embargo. El inevitable resultado es la morbidez. a un catálogo de dioses olvidados. querrá producir una obra épica. En estas islas todos los días florean las aceras con tales víctimas –mentes desfiguradas en su intento de comprender ambos mundos si no crean para sí un paraíso celestial del que sean el centro. y ese será el tono de cualquier literatura que respete una historia tal y que funde su verdad en la vergüenza o la venganza. sino lo opuesto: las tribus llegaron a su Nueva Canaán encadenados. más difuso y forzado se vuelve. al igual que el político. Llegado a esta etapa. de haber sido totalmente asimilada. Los poemas de los movimientos de . pero el resplandor de una religión literaria es de corta duración. Estos poetas épicos crean un pasado artificial. cadenas. y 3) si. la cosmología privada del predicador ambulante. Lo que parecía rendición era una redención. más tenazmente echa raíces en la investigación. Pero con esta diferencia –el pasaje por nuestro Mar Rojo no era el de la esclavitud a la libertad. a un basural de fragmentos. ¿puede existir una cultura africana –si excluimos el plano de la polémica artística y política– independientemente de una religión africana? De ser así. la migración. Lo que parecía la muerte de la fe era su renacimiento. hasta que la imaginación cede a la glorificación de la historia. mordido por el viento o por el mar. pues ¿dónde están las canciones de victoria. Conozco la salida de la luna. haciendo al parecer más honda su pasividad. pero lo relevante es el celo con que el esclavo abrazó tanto lo cristiano como lo hebraico. la inmensa y laboriosa conversión de los derrotados en buenos negros. Jericó.. No hay un momento de conversión tribal en masa equiparable al de la luz que tiró del caballo a Saúl. ¿Cómo enseñar esto a manera de historia? ¿No son ésas palabras de los que han sido completamente vencidos. Los historiadores no logran hacer una crónica de esto. de los derrotados? ¿No se trata aquí de la perfidia cristiana. A la orilla del río.restauración religiosa obtienen su fuerza del tono autohipnótico de sus responsos. la que movió a las tribus exhaustas a traicionar a sus dioses? Una nueva generación mira este tipo de conversión con desprecio. una tribu que valerosamente había renunciado a su historia. el desafío del guerrero capturado. miró con ojos resignados la muerte de su panteón y. la ética de la cristiandad atemperó los sentimientos vengativos de éste. Renuncia ya a tu cuerpo.. El poema épico no es un proyecto literario. Ya está escrito: estaba escrito en las bocas de la tribu. Para los amos no se trataba de un mundo nuevo. sin embargo. más allá de una simple . Renuncia ya a tu cuerpo. sino de una extensión del viejo. a la orilla del río. Aprender más de guerra. dónde los nostálgicos cantos de batalla y las canciones de tiempo de cosecha. la profunda verdad es que. seductora de la venganza. aquéllo en que se nos pidió creer era una lenta. Ya no voy a aprender más de guerra. por el contrario. La visión del amo de un Paraíso terrestre le estaba vedada. la siembra de la gran pastoral africana? Esta generación ve en la poesía épica de la canción de labor y en los tempranos blues tan sólo autodesprecio e inercia. pesada queja de rendición. Todo esto lo sabemos. Josué peleó la batalla de Jericó. había en él. Jericó. y por supuesto que canciones como ésta parecen la más despreciable expresión de los vencidos: Voy a dejar mi espada y mi escudo.. o verdaderos cristianos. Iré con mi Señor cuando caiga la tarde. la salida de los astros. pero la verdad. sino también marcial: Josué peleó la batalla de Jericó. deliberadamente comenzó a investir su moribunda fe de convicción política. Y los muros se vienen abajo. de la monodia interminable como la esperanza tribal. se limitan a levantar las estadísticas de la conversión.. V Mientras que las épicas de esclavitud y liberación del Viejo Testamento le proporcionaban al esclavo un paralelo político. Pero esta monodia no es sólo de resignación. maniatado y humillado en cuerpo como lo estaba el esclavo. y la recompensa ofrecida en nombre del sufrimiento cristiano vendría después de su muerte. pero tampoco un fin. El nuevo poeta entra en un flujo y se retira. el mito: Moisés vivió hasta que se hizo viejo. En la historia del archipiélago. Y una bola con cadena. una nota de agresión. no lo es la voz individual. Y decir a los cuatro vientos que Jesús murió por mí. como el convicto picapedrero pasa su mazo a otro: Muchos días de pesar. Cuando me llegue al campo. muchas noches de aflicción. ninguna signatura egoísta de efecto. en pocas palabras. No historia. sino flujo. Hay muchos ejemplos de este tipo. Lo que había sido robado al ladrón fue su Dios. No hay una caída mortal. que se basan en el concepto de la historia de la tribu como algo interminable. fortaleza. de mano en mano y de boca en boca. y es éste el tema que nos concierne. y para los guerreros no hay conversión posible en la derrota. En una tradición oral el modo es simple: el responso es de final abierto. El ritmo pietista del misionero se ve espoleado hasta un frenesí marcial que el esclavo adapta a un modo tribal de acentos triunfales. de manera que cada nuevo poeta añade sus propias líneas a la forma. Volvemos a lo que dijo Eliot –que una cultura no puede existir sin una religión–. no hay pathos. al igual que la religión. Aquí está el origen de la poesía del Nuevo Mundo. Pero el esclavo ya se había apropiado del Dios de sus amos. En la poesía elemental de la tribu la experiencia épica de la raza se condensa en metáfora. pues tanto el guerrero cautivo como el poeta tribal eligieron el mismo campo de batalla propuesto por el agresor. el mismo del con-quistador de Dios. así como el tejedor prosigue el patrón. En el origen está la idea de que la tribu. también habrá de sobrevivir: no hay principio. El blues no es pathos. en un proceso muy similar al del tejido o el baile. ¿Y dónde estaré yo? La diferencia estriba en la intensidad de la celebración. y lo que una generación posterior juzga como derrotismo es en realidad la voluntad de una victoria del espíritu. la verdadera historia reside en la conversión de la tribu. a donde quiera que voy. allá en el campo. Cuando me llegue allá al feliz paraíso. y cada nuevo poeta oral aporta su propio dístico. Bien pronto comprendió los rituales cristianos en torno de un redentor al que se había azotado. Muchos días de pesar. Y puedo cantar y gritar. y a otras cosas dichas que irradian esta idea –que la poesía épica no puede existir sin una religión. Y el lenguaje que usa es. se trata de un modo tribal. muchas noches de aflicción. pues el africano sometido había llegado al Nuevo Mundo cuando aún guardaba una elemental intimidad con la naturaleza y mostraba un terror más profundo a la blasfemia que el cristiano cansado e hipócrita. Muy bien –habrán pensado el misionero y el mercader–. una vez que . aunque tal vez haya retrocedido ante la idea de dividir y comer de su carne. el alma: Guerrero soy. torturado y dado muerte. habituada a la desesperación. pues en las culturas originales los dioses vencen unos sobre otros como guerreros. y como único sustento. Sus inicios son orales. Más adelante serán escritas esas leyendas por poetas individuales. pero lo cierto es que el Dios de ambos –mercader y misionero– estaba siéndoles arrebatado por una fuerza sumergida que emergía durante las reuniones rituales. fugas. y al lector que intenta prestar oído puro al lenguaje de cualquiera de estos poetas. y más allá. Boukman invocaba a Damballa en el Bois Cayman. Sacrificios de sangre. sus palabras a veces inventadas. y Aimé Césaire. Aunque Césaire no escribió su gran poema. son poetas que escriben en francés. Comenzaba un nuevo modo de nombrar las cosas.los tengamos bailando y aplaudiendo. más caóticos aparecerán los símbolos en la página. para un oído familiarizado con el patuá francés. incluso la desesperación de los esclavos que perdieron la razón y comían tierra. donde el ritmo subconsciente salía a la superficie y se apoderaba de uno. Como preámbulo a la revolución haitiana. de armas espirituales. es necesario que nos detengamos en su tono. o mejor. Bien. se hicieron cristianas. ninguna raza es convertida contra su voluntad. El esclavo se convertía a sí mismo. Pero hasta la literatura oral se abre paso hacia el jeroglífico y el alfabeto. es el lenguaje de Césaire el que resulta más abstruso. Cahier d’un retour au pays natal. por ejemplo. Pero no todos aceptaron al Dios del hombre blanco. Su dicción presenta otras similitudes. Ahora bien. El acto de la imaginación era el empeño creador de la tribu. establece sus posesiones. inaugura un camino de conquista inevitable que. sin ser atendido por el susurro subliminal de la historia. Los misterios católicos se adaptaron sin mayor resistencia al chamanismo africano. éstos son los hechos históricos. más surrealista. cuanto más diminuto el dialecto regional. cambiaba de armas. El tono de Perse es asimismo majestuoso. Sin embargo. Aun hoy. sin perder el tono y la fuerza del lenguaje común mientras echa mano de los jeroglíficos. pero el lenguaje de Césaire en este gran poema revolucionario. mientras que el francés de Perse es clásico. y es aquí donde empieza lo que sería nuestra tradición poética. suena como un poema escrito tonalmente en criollo. Ambos son franceses. no es proletario. Santa Úrsula o Saint Urzulie –el panteón católico se adaptó sin mayor resistencia al panteísmo africano. Por ahora no importa que uno sea blanco y el otro negro. nacido y criado hasta bien entrada la adolescencia en la Guadalupe. torturas. Con toda la complejidad de su surrealismo. Aspereza e impaciencia constituyen sus propiedades tonales. los símbolos o el alfabeto del oficial. en su avance. y al adaptar la religión de su amo. Los dos comparten la experiencia colonial del lenguaje. de modo que la función del poeta sigue siendo la de siempre: filtra y purifica. en dialecto. así como en los poemas en prosa de Saint-John Perse. y donde de hecho el Dios hebraico-europeo cambiaba de color. en un gran número de islas. dos de los más grandes poetas de este archipiélago provienen de islas de habla francesa patuá: Saint-John Perse. Mientras más logra acercar mano y palabra a las minuciosas inflexiones del lenguaje interior y a las más sutiles precisiones de su oído. de Martinica. revueltas. se advierte un estricto . En el Cahier d’un retour au pays natal. este poema en parte apropiado por los revolucionarios. pues los nombres de las deidades secundarias no importaban. más excéntrica será la representación que haga de él. el segundo por privación. familiares. para empezar. pero lo que finalmente resulta importante es que la raza o las tribus fueron convertidas. como. La épica se condensó en la leyenda popular. pues no existen símbolos para semejante lengua. El amo del esclavo se encontraba ahora ante una imponente maleabilidad. el primero por privilegio. la forma. sin prejuicio. reinará la paz. iniciaciones gue-rreras. la poesía de la lumbre que ilumina los rostros de una jerarquía compacta y primaria. el poeta antillano se enfrenta a una lengua que escucha y que no logra poner por escrito. desde los Elogios antillanos hasta Crónica. también adaptó su lenguaje. le parecerá que por lo menos una cosa guardan en común: autoridad. Perse y Césaire. la biología marina. Dos poetas cuyas muy diferentes visiones del mundo dieron lugar a indiscutibles obras maestras. me siento más próximo al tono de Césaire. No sé hasta qué grado un poeta esté en deuda con el otro. por más blasones que ostentase en su atabanada madera de las Islas?. pero cualquiera que sea la verdad bibliográfica uno percibe no un intercambio de influencias. la botánica. Seguimos jugueteando con las evidentes limitaciones del dialecto por patriotería. y que ambos debieron considerar como una herencia. Tenemos aquí a dos colonos. A veces suenan idénticos: 1. Las fuentes de esta dicción son al mismo tiempo antiguas y contemporáneas: la Biblia y la oda tribal tanto como la poesía francesa surrealista. no sus vasallos. y las leyendas orales o escritas de otras civilizaciones: el Mediterráneo y el oriente. y los poetas son. éstos difícilmente podrían ser expresados de manera visual sin los esfuerzos de un filólogo delirante. Errante. mediante la nostalgia y la polémica. cuya aprehensión de los mundos visibles de sus muy distintas infancias. en el caso de Perse. Ambos poetas manipulan una suprema retórica visionaria que bien puede traducirse al inglés. Seguimos catalogando a estos poetas mediante un procedimiento equivocado. sino el empuje oceánico de la lengua metropolitana. no la imitación. como traductor.. pues ahí donde su lenguaje se complica en los vocabularios de la arqueología. No había nombre para nosotros en el viejo gong de bronce de la antigua morada. las cuales –y he aquí lo importante– no violentaban al lenguaje mismo. antes bien. pero el gran poema de Césaire no pudo haber sido escrito en francés criollo porque no hay palabras para algunos de sus conceptos. el cual transporta a un mismo tiempo –alimentándose de tributarios coloniales tan poderosos– a poetas de una visión del mundo tan distinta como Rimabaud. ¿qué sabíamos del lecho de los abuelos. la poesía de ambos comparte la simetría de la oda en prosa. los himnos proletarios de Whitman. –CÉSAIRE 2.. mediante la profecía y la nostalgia. sino sus príncipes. y a pesar de la fidelidad de Césaire a dicho dialecto.armazón sinónimo compartido con la tradición de la lengua metropolitana.. se espiritualizaron en su jubiloso contacto con la lengua metropolitana. lo perpetuaban en su grandeza gracias a dos modalidades opuestas de la fe: Perse. como antillano. dos poetas cuya percepción formativa. No había nombre para nosotros en el oratorio de nuestras madres (madera de jacarandá o de azombogo). Char. faltan sustantivos para sus objetos. Claudel. la lengua de Césaire se desliza al ras de las sutilezas del surrealismo moderno. Césaire. así como el que parezca ser traducción de una épica más antigua que confiere a los poemas un aire legendario. Es el lenguaje del imperio. en el de Césaire. por la sencilla razón de que Perse es acaso más simple. Y sin embargo.. a pesar de la distancia que separaba a Perse del dialecto de los sirvientes y los pescadores. la historia. de su imperio si se quiere. La estrecha senda del oleaje en la emborronadura de las fábulas. ni en la móvil . preferiría antes buscar un equivalente en inglés para Perse que para Césaire. Aun así. a pesar de sus diferencias raciales y sociales. En cuanto a estructura visual. es decir. el Mediterráneo hebraico y el África. o mejor aún. y aunque por un golpe de suerte llegaran a encontrarse. etcétera. Perse descubre en éste los vestigios del Viejo. su portentosa exaltación en el seno de la posibilidad. abiertamente. proletario y revolucionario el segundo. Desde Súmer.. . Señor de los tres caminos ante ti está un hombre que ha cargado mucho. he venido cargado desde Elam. si debemos ver a uno como negro y a otro como blanco. donde pueda posarse el chorlito en playas olvidadas. hasta que el tono es el de una sola voz para estos dos hombres diferentes. Señor de los tres caminos ante ti está un hombre que ha andado mucho. Desde Akkad. pero más profunda todavía es la verdad de que ambos poetas perciben este nuevo mundo a través del misterio. y al mismo tiempo el poder de la compasión y el poder de la ira. pero lo que más nos asombra en ambos poetas es su exaltación. patricio y conservador el primero. desde Súmer. opuestos raciales. Señor de los tres caminos ante ti está un hombre que ha andado mucho sobre sus manos que ha andado sobre sus pies que ha andado sobre su panza que ha andado sobre sus nalgas Desde Elam. en tanto que Césaire ve en él la evidencia de pasadas humillaciones y la necesidad de un orden nuevo. Su lenguaje nos tienta a la cita interminable: hay momentos en que uno escucha ambas voces simultáneamente. y esta sensibilidad..antena de oro en la frente de las guardianas de color. ni. De verdad. ésta sólo se encuentra en la obra tardía de Perse –una sociedad inaccesible a fuerza de su magnificencia. –PERSE 3. no sólo dividimos. Si pensamos en uno como el marginado y en el otro como el privilegiado cuando leemos sus alocuciones al Nuevo Mundo. vestigios de orden y jerarquía. –CÉSAIRE Perse y Césaire. No estábamos en la madera de violero de la cítara o del arpa. sus diferencias. mediante procedimientos sociológicos. con o sin la presencia de una tradición manifiesta. sino que negamos la amplitud de voz de cualquiera de estos poetas. Pido una canción donde pueda estrellarse el arco iris. dicha sensibilidad. Y no es que hablemos de una posible sociedad ideal. para utilizar el lenguaje de la política. hombres de ascendencia mutuamente desafiante. pero lo hacen sobre el eje de una sensibilidad compartida. es la que se despierta al andar el camino que conduce a un Nuevo Mundo. desde Akkad. No se trata de adelantar una tesis a favor de la asimilación y la reducción de los hombres a una común simplicidad: nos atraen. Pido esa liana que crece en las palmeras (su obstinado futuro sobre el tronco del presente) Pido el conquistador de armadura ya sin sello tendiéndose a lo largo en una muerte de flores perfumadas Y la espuma que incensa una espada que se herrumbra en la pura luz azul de lentos cactus feroces –CÉSAIRE 4. el clásico y el romántico. amigos. Próspero y Calibán: contrarios que fácilmente se equilibran. proyectan reflejos tan anticipados como la exuberancia. Se sienten seducidos por sus temas. Si nos es lícito hacer un poco de psicología. ni padece agotamiento. su memoria. pues estos imitadores ven estos dos poemas a través de la historia. ya sea de linaje africano. falsa base de la innovación. su cuerpo tocado por el rocío. en el fondo. quienes apuntan a la grandiosidad sin el lenguaje necesario para crearla. La sensibilidad caribeña no está marinada en el pasado. un grupo de anatomistas afirma que esta tradición es enteramente africana y que sus respuestas se ven alteradas por la nostalgia de una raza. al tiempo que condenan a Perse de ser un animal distinto. europeo o asiático: esa enorme mañana de su posibilidad que delicadamente se entreabre. pero este grupo debe admitir la misma ficción en el caso de los asiáticos y los mediterráneos. antes bien. dividir. el poeta masoquista por el gesto aprobatorio de su víctima. El hecho de que ahora hayan comenzado a establecer su influencia sobre la poesía en inglés del archipiélago es significativo. base de la tradición. la espontaneidad y el refrescante dialecto de la tribu. Así como el lenguaje de Perse al final se vuelve más trabajado y artificial. entonces debemos aceptar también el milagro de posibilidad que cada poeta aporta. como los reinos de la costa de Guinea lo son para Césaire o la poesía china lo es para el tendero chino. así también la retórica tardía de Aimé Césaire se encamina hacia la heráldica. Cierto tipo de actitudes son de rigor. y todo poder atrae hacia sí. sus nervios a tal grado afinados a la sensación que parecieran los de la mimosa. Sus rasgos de melancolía son los residuos químicos de la sangre que permanecen al cabo de la convalecencia del esclavo y del trabajador. incluyendo la incoherencia tan en boga de la ira revolucionaria. La ira del negro es. de esa embriaguez de presencias que se percibe en Elogios y en Para celebrar una infancia. Así. gradualmente borrándose al golpeteo recurrente de la llovizna que lava las incisiones ancestrales o tribales del cráneo coralino. pues su exigencia de naturalidad. Es nueva. Esto ha dado lugar a las actuales nidadas de flacos. en busca de la originalidad. ya de la grandeza o del sufrimiento. la posibilidad de un hombre y su lenguaje despertando aquí al asombro. Es difícil al principio distinguir las posturas juglarescas de las verdades privadas. pues se trata de obras poderosas. pero las primeras magnas obras de ambos se ofrecen al lector tan profundamente enraizadas y dóciles como la vid. originalidad o verdad está nuevamente fundada sobre ideas preconcebidas acerca del comportamiento. así. novedad. pero su retórica resbala de las manos de nuestros poetas "revolucionarios" menores. de la posibilidad del individuo caribeño. mientras que muchos críticos de la poesía contemporánea de la sociedad de naciones rechazan la imitación. Pero lo nuevo radica en su complejidad y no en sus simplezas históricamente explicadas. pero su familiaridad pronto establece las viejas fórmulas del entretenimiento. Pero estos poemas están en francés. Puesto que solemos pensar en la tradición como historia. cumplidas éstas. Tales convulsiones de mala poesía aparecen cuando la sociedad pide cambio a gritos. y el mundo está otra vez tranquilo: el crítico masoquista por el obligado ataque a sus "valores". rastrear sin más los orígenes de esas degeneraciones. entretenimiento o representación . acaban por adoptar la vieja actitud paternalista de la política contemporánea. Hablamos. quejumbrosos pichones que hurtan trozos de Césaire para sus propios nidos. las desoladas terrazas de la memoria épica de Perse serán tan antillanas para los descendientes del Medio Oriente que viven entre nosotros. o a través de la sociología. un poeta blanco. Habrá de sobrevivir a la malaria de la nostalgia y al delirio de la venganza así como logró sobrevivir a su propio autodesprecio. Se volverán ermitaños o especies solitarias. se oculta en la originalidad. es decir "degradada". mientras que el liberal y sus inconscientes cómplices –los poetas del pobre y de la "retórica revolucionaria"– temen perder "lo suyo" si permiten que el pensamiento y la educación se amplíen mediante beneficios materialistas. Es maniaca. En otras palabras. pues no pueden en realidad simplificar las intricaciones y el pensamiento de la raza. pues la buena voluntad del crítico liberal sólo sirve para perpetuar las condiciones sociológicas de dicha habla. El crítico-turista sólo puede contener el aliento ante tales desplantes de naturalidad. es posible aislar. por pureza. nostálgicos y al margen del ímpetu del proletariado antillano. Europa y el Tercer Mundo de África y Asia. pero comporta una energía competitiva que. cuando ésta permanece abierta como pregunta. aunque ahora por medio de la crítica. sólo es válido un negro inmaculado. Parecerán más imperialistas. Y así volvemos a la mujer predicadora del Dr. irrelevantes. dicen los revolucionarios. la tragedia implícita de la proclamación de su diferencia. puentes rotos entre dos linajes. intensificará el egocentrismo y el aislamiento. no es posible aplicar los mismos criterios. Johnson. Lo que una vez más predica. a pesar de tener el recurso a la ira. ya que los valores de estos escritores y poetas son más complejos. La mala poesía escrita por negros es preferible a la buena poesía escrita por blancos.teatral si de la ira crea una estética. Los extremistas. Atrae a semejantes. ya que el radical busca nivelar el rango del desposeído con el del privilegiado. lo opuesto de la inferioridad. A menudo es el mismo poeta culto y privilegiado quien encubre su educación y sus privilegios tras el falso exotismo de la pobreza y lo bucólico. que tal vez llegue a resistirse –aunque también a insinuarse por medio de la resistencia– a los correctivos de un "superior" o por lo menos de una disciplina o tradición más añeja. es inferior. pirofagia profesional y danza sobre botellas rotas. Las teorías chocan. los pasará por alto. es el viejo argumento de la igualdad en la separación. ya que. Los negros son diferentes: aquí el pathos radica en que a la mayoría de los negros se les ha hecho creer esto. los puristas. Asimismo. una literatura que de manera inconsciente acepta su condición susceptible de elogio o corrección. De modo que. ahora tenemos la traición de los intelectuales. y lo antillano es una mancha. por un afro-arianismo negro puro. Y por este aislamiento su destino crónico será el de parecer inaccesibles. se convertirán en islas. La maquinaria del radicalismo. Están condenados a no rebasar la edad de los cuarenta. de entre el proceder estilístico general de este escritor. Esto se ve como orgullo. Es defectuosa en tanto que también ve la historia como una escalera al logro. esa ingenuidad beligerante o el júbilo ilimitado que caracterizan a la literatura pubescente. Esto dará lugar al desarrollo de un rico individualismo que pasa por el tamiz de una amargura más honda. Sigue siendo club-nocturno y cabaret. o a menudo fracasa por agotamiento. o deslumbra por su prolijidad. . híbridos cada vez más exóticos. no puede ser más fuerte que un liberal. Escriben de un modo y hablan de otro. El entusiasmo que el liberal muestra ante el habla de los barrios bajos resulta bastante despreciable para el poeta. remotos. mientras que otras razas lo adulteran. Antes fue la traición de los clérigos. La degradación de la técnica. que convierte en héroes culturales a escritores más violentos y que hace de la inmediatez una virtud. por lo cual un escritor de sangre "mixta". pero está segura de la ruta que toma y de los obstáculos que enfrenta. En verdad no querría probarlos por sí mismo. y esta "naturalidad" no es en ningún modo diferente del legendario júbilo o la espontánea risa del juglar. están comenzando a ejercitarse en tales infecciones. Bangladesh. Vietnam. Siempre lo ha estado. Desemboca en las justicieras guerras secundarias del Tercer Mundo. sino el acontecimiento mismo. y en eso consiste su visión. Aquí se desarrolla otro sentimiento: el de inferioridad. que el pueblo debe detentar el poder. Sustitúyase la palabra "barriada" por la de "ghetto" y se obtiene la psicología del funk. Se derrumba del mismo modo que aquellas consignas. se multiplican las guerras tribales. La revolución está aquí. El énfasis "metropolitano" de la "revolución" ha opacado la condición del campesino. pues el verdadero poder en estos tiempos es silente. El poder se subdivide y tribaliza cada vez más cuando se toma la genética por su fundamento. la dinámica del acontecimiento como de segundo rango. Imposible convencer al exiliado a abandonar esta actitud. de manera inadvertida. El que todos los negros sean hermosos es una afirmación enervante. fragmentos y trozos de una falla histórica. Están convencidos de que ellos mismos son víctimas de manipulación. manipuladas e impulsadas por los poderes primeros. Ha elegido ver la historia de este modo. Nos vamos percatando de cuán cerca estamos de la locura aquí. en las fronterizas divisiones de los poderes de tercera del Tercer Mundo. El arte no puede permanecer mucho tiempo en esta pizarra. resultan más honrosas. el colono en el exilio debe asumir cierta postura de cinismo metropolitano. bien por imitación o por naturaleza. ruidosa nostalgia de sus hermanos exiliados. ya que bien se sabe quiénes las dirigen y escenifican. a no ser que prefiera el total aislamiento o la desesperada. de un rechazo del lenguaje. Y todo esto ha sido consecuencia. Pero menos honesta aún que el colono en el exilio es la . pues el motor de tales estallidos. Es como si el instinto del negro siguiera siendo la fuga. pero que él nunca ha llegado a sentir por África o Asia. sigue siendo simplista y superficial. que todos los negros son hermanos parece más una reprimenda que una guía de acción. al cabo de la revolución física. No requiere del decorado del turismo africano o las posturas y el discurso del momento de los ghettos metropolitanos. del hombre inevitablemente enraizado. a quienes se precave contra la asimilación. El alma (el soul ) es un objeto de comercio. casi un deseo de muerte. su filosofía política. de la herencia colonial. Las simplificaciones que se hacen del imperialismo. el Oriente Medio –las Españas de nuestra época. Nigeria. se han ido apropiando los comerciantes mediterráneos y asiáticos. Las revoluciones provinciales sólo pueden dispensar una compasión vaga y general. Este cinismo es una representación del intento de ahondar en el sentimiento de la historia que yace dentro de todo ciudadano inglés y europeo. a la repetición obsesiva. Sobre la historia como exilio Si no quiere sentirse perdido. Él es el verdadero africano que no necesita proclamarlo. glorifica al aprendiz y atrofia asimismo a la juventud. Aumentan los genocidios. una psicología de mercado de la que. y el revolucionario urbano es. pues dicho sentimiento no califica el significado de un acontecimiento. la fuga hacia una suerte de olvido muy particular ajeno a las banalidades de la pobreza y al peso de un nuevo imperialismo industrial: el de las "estructuras de poder" en ausencia que controlan la economía del archipiélago. en el fondo. la fuga hacia el laberinto. un desarraigado y un desocupado –aunque a la moda– y con el tiempo un exiliado potencial. Que siempre habrá erupciones de desafío es en sí casi una irrelevancia. en la automutilación de las guerras civiles. pues dotaron a las toscas tribus de dignidad. y cada vez se vuelven más alucinadas y remotas. El nuevo culto a la incoherencia. es una prenda. El hombre del campo no puede darse el lujo de estos cambios urbanos. la "memoria" de la tribu. Se trata de una continuación del romance juvenil con tambores africanos. Kipling o Rider Haggard. Su objetivo es la literatura oficializada de las escuelas. el principio poético está más despierto en nuestra mejor prosa. la de la hipocresía. Un nuevo tipo de conservadurismo hace su aparición. si buscamos la imaginación originaria de la literatura antillana. más reaccionaria y pomposa que la dirección tomada por el lenguaje empleado. es decir. El otro maldice la banalidad y se inclina por el mito. me encuentro sin contexto definido. y como historia se ve forzada a excluir ciertas contradicciones. los sociólogos. La voz normal del poeta. es una imitación de lo que considera el modo tribal. Dioses difuntos. su aspecto "revolucionario". Subiendo por este árbol. sobre todo. sacrificios bárbaros pero sagrados. y en medio de esto no hay nada. La postura es melodramática. Los poetas del segundo grupo ahora comienzan a ver en la poesía una forma de educación histórica. generación que le sigue. Llega incluso a utilizar fragmentos de la lengua original a manera de ornato. aunque este lenguaje no sea su lengua natural. Esto ya es . Rituales sagrados. me envuelve la oscuridad de ninguna parte. y no repara en distinciones entre la artificialidad del gran estilo de la ceremonia tribal y el lenguaje que emplea para lograrlo. una nueva dignidad. Su poesía se convierte así en una suerte de acompañamiento musical de ciertas tesis. del novelista guyanés Denis Williams. si es que ésta ha de verse como una elección espontánea. sus colegas historiadores y. Se desplaza de manera errática entre el fácil aplauso del dialecto. habiendo retirado mi cuerpo junto con sus últimas huellas. su propia voz que habla. en ninguna parte. no soy nada. una a una. de una banalidad casi inexpresable. En Otros leopardos. danzas tribales. Estos poetas inevitablemente caen en una creciente obsesión por la innovación de las formas. aparece el siguiente pasaje: Ahora. se ha perdido. todas las espinas. No. la revolución. Sin embargo. Su idea de la historia es la del mundo que lo rodea. Toda manifestación de piedad lleva la marca de la infamia. ha servido para ahondar en las raíces del hombre contemporáneo con la misma fuerza que los poetas de otras razas que utilizan el inglés. Ésta quiere dar un salto eugenésico del imperialismo a la independencia apoyándose en el anhelo de alcanzar la dignidad ancestral del guerrero- viajero. y sea cual fuere el impulso étnico detrás de esta imaginación. El colono es más rudo. el lenguaje de sus formas una idealización de la literatura de aventuras cuyo recuerdo nos conduce hasta el Capitán Marryat. son la visión romántica imperial llevada hasta el delirio. Ve el siglo veinte sin autoengaño o fantasía juvenil. Cualquiera que haya sido su motivo. En el fondo del subconsciente yace una Atlántida negra enterrada en un mar de arena. ciudades perdidas. la simplificación de elegir ser el indio en vez del vaquero. toda forma. la encontraremos en plena evolución dentro de la narrativa antillana. arrancando. el hecho tuvo lugar o no lo tuvo. filtrada a través de películas y literatura adolescente. y no hay un lenguaje escrito. Desde un punto de vista conservador. y asumen esta actitud como una estrategia crítica que servirá para atacar a otros y defender al mismo tiempo su propia postura. el argot de la tribu y el discurso ceremonial. pues la historia no puede registrarse con ambigüedades. entre la recién adquirida dignidad y la popular. tan hijos son éstos del ideal decimonónico como el colono: el romance del soldado inglés y el guerrero salvaje. Costumbres misteriosas. Se dejan hechizar por la eficacia de la poesía como aspecto del poder no a través de su lenguaje sino a través de sus temas. viajes dorados. y descartamos absolutamente la cuestión de la influencia mutua. profundo como Inglaterra.. en Hughes un hombre en proceso de evolución. El Viejo Mundo. y este contagio de locura compartido se da de manera universal en la poesía contemporánea. En "Wodwo". certidumbre. Hughie no ha logrado encontrarme: lo he burlado. hacia la pre-historia. se advierte el mismo lento nombrar de las cosas. En el sentido de que se trata de tres escritores negros. Pero esta negrura es luminosa. a excepción de Hughes. o la originaria o final exaltación del poder o la decadencia de la Palabra misma. o el beckettiano gris.. o aquéllos que existen en el Viejo Mundo. titubeo. ya sea éste el África. un proceso compartido por tres escritores radicalmente distintos: uno africano-guyanés. minar. Y esto lo puedo hacer cuando quiera. Lo negro en Williams vuelve en su locura nuevamente al inicio. Lo cual –y perdonen las citas interrumpidas. He conseguido un estado valioso: una condición al margen de su método. Lo que ellos comparten va más allá del lenguaje: es un taladrar. Esto se da cabalmente en Wilson Harris. en particular en un poeta como Samuel Beckett. o en sus detritos. la deliberada elección de nombres propios.es el tono del poema entero –lenguaje. otro británico-celta. de hecho. de Ted Hughes. un horadar de topo o grillo real en la entraña originaria de la vida. la pronunciación de los sustantivos elegidos. éstos.. Al parecer aparte del suelo no enraizado sino dejado caer como si nada desde nada ya sin hilos que me aten a nada puedo moverme a dondequiera se me ha concedido al parecer ser libre de este lugar qué soy entonces. Logos como excremento. y sin duda habrá de descender una vez más. Sube su árbol de espinas. retorna a los orígenes antropológicos de toda la humanidad. o los paseantes en el Viejo Mundo. innombrado e innombrable universo de una civilización náufraga. Los vocablos se convulsionan. escrutadora psique del hombre moderno. Acaso el mismo proceso se advierte en el Nuevo Mundo entre los escritores que poseen una fuerza optimista o visionaria. la búsqueda es angustiosa. leemos: ¿Qué soy yo? Olisqueando aquí revolviendo las hojas siguiendo un tenue rastro en el aire hasta la margen del río entro en el agua. quien había ya leído el libro de Williams publicado algunos años antes. y el tercero irlandés-celta. hacia sus orígenes preadánicos. tono. El pasaje de la novela y el poema completo de Hughes son lo mismo. amargados por dichos mundos. Y no lo son sólo en cuanto al tema. Estoy libre de la tierra. Ahora sólo resta despojarme de mi conciencia. la antropología. el rechazo cínico o violento de la misma cosa nombrada. con un pesimismo purgativo que va más allá de lo mórbido. el numinoso proceso en Williams de la reducción de un hombre. la reversión del hombre del siglo veinte. sólo nos es lícito emplear el término "negro" para referirnos a esa malevolencia dirigida al sistema histórico. No necesito bajar a ella por nada. o el subacuático mundo de Yorkshire. sea éste de África o de Yorkshire. Pero lo que sí está ahí es la desplazada.. son abiertamente distintos en estructura. escriben con negrura.ganancia. Logos como espasmo generativo. como el monstruo medieval de . y todo gracias a una imaginación compartida. no tanto porque yo fuera un extraño como porque sentía que la historia era un fardo destinado a otros. Sabemos que los grandes poetas no tienen el deseo de ser diferentes. El temor a la imitación obsesiona a los poetas menores. en la memoria. que su originalidad emerge sólo cuando han absorbido toda la poesía que han leído. sentí a la vez rechazo y temor ante Europa conforme avanzaba en el aprendizaje de su poesía. el peso de la historia. Desde la infancia yo sabía que quería ser poeta. pero que luego se convierten en fogatas. no por la historia. pues había demasiado por hacer aquí mismo. y. pero las emociones han cambiado. y mucho menos de las Indias Orientales. mientras más viejo y confiado me volvía. y me había sido dado irreparablemente. mi heredad natural. más intenso era mi aislamiento como poeta. Lo que en el esclavo sobrevive es la nostalgia de las formas imperiales. junto con mi talento. Olvídense de la nieve y los narcisos. Pero temía a las catedrales. y esta experiencia de la imaginación seguirá trayendo a la realidad la aventura del caballero medieval o el continente entero de una ballena blanca. No me entusiasmaba la continuación de su proceso. y sabía. Estos crudos ciclos son el conocimiento histórico del poeta. Nos demuestra con claridad la pereza de los poetas que confunden el lenguaje con la lingüística y la arqueología. y por supuesto. Pero en cualquier época aparece el genio común de modo casi indistinguible. y eso era lo único en lo que veía que me podía convertir: en un poeta de las Indias Orientales. echa por tierra los conceptos provinciales de la imitación y la originalidad. y que sólo los académicos y los poetas asustadizos hablan de la deuda de Beckett con Joyce. más tarde vendrán el desencanto y el apartamiento. He seguido así. más reales tal vez que el calor y las adelfas. que de ir a Inglaterra nunca me habría convertido en poeta. sino el descubrimiento. El mundo de la poesía era natural y nunca limitado por aquéllo que ningún niño en verdad acepta como el mundo real. Pero esto ¿qué prueba? Prueba que los escritores más verdaderos son aquéllos que ven el lenguaje no como un proceso lingüístico sino como un elemento vivo. la cual es. otra existencia. no la imaginativa. Hay en literatura una memoria de la imaginación que nada tiene que ver con la experiencia real. mi vida actual. ni el tiempo para ser originales. por lo tanto. Asimismo. sino por Dios. Estos tres ciclos elementales constituyen la común agonía de tres escritores racialmente distintos. la música. Escribo "mi propio mundo" porque no me cabía la menor duda de que era mío. el simple fardo del trabajo. En aquel tiempo a nadie se le ocurrió realizar la anatomía de la honestidad de mi compromiso. sean europeas o africanas. tan imposible de mi parte devolverlo como de la suya reclamarlo. nadie me apresuró a abandonar viejos valores. Ahora perdonen esta digresión autobiográfica. Pero éstos no son del todo importantes. que su primera obra aparenta ser la acumulación de la basura de otros. en la imaginación. Sin embargo. pues tan lejos estoy de querer visitar Europa como para reconquistarla como de ir al África por el mismo motivo. y podrá demoler y destruir a la civilización entera con todo y sus lenguajes una vez más como esos seres arrastrándose por el lodo primordial y postatómico en Beckett. pasan a formar parte de la madurez. de hecho. y la perpetuidad de este genio es la única tradición válida. Hughes. pues vivían en la página. Lo había dado. de que me había sido regalado. Éstos eran reales. pero estas . De manera más simple: una vez que hube decidido hacer de la poesía mi vida. Y sentía. y no aquélla que cataloga la poesía según épocas y escuelas. y como a cualquier otro niño de la colonia se me enseñó literatura inglesa. La tribu exige de sus poetas el lenguaje más alto y más que sentimientos predecibles. más sentía la necesidad de hacerme omnívoro en todo lo tocante a arte y literatura de Europa para empezar a comprender mi propio mundo. al experimentar su exultante metamorfosis de demonio en hombre conforme empieza a dar nombre a las cosas. íntegra. El lenguaje que utilizaba no me molestaba. No me refiero a la fe religiosa sino a la realidad. íntimamente perdonados. 1998. volumen IV. Éstas son formas de calificar la fe. Los pescadores y campesinos saben quiénes son. que justifica y explica y expía. sus históricos papeles de vendedor de esclavos y comprador de esclavos. Yo le digo al ancestro que me vendió. Nueva York. pero la sociedad. pp. Es a ustedes otros. 1999. tu hermano de tribu. y no está en mí perdonarla. Essays. mostramos heridas causadas por nosotros mismos. no quiero semejante padre. 36-64. "La musa de la historia". Nos engañan los nuevos profetas de la amargura que quieren advertirnos sobre ciertas experiencias que nunca hemos querido ni siquiera tener. Estos profetas predican no a los conversos sino a aquéllos que nunca perdieron la fe. y no tengo deseos ni poder para perdonar. en What the twighligth says. julio-septiembre. porque si intentara perdonarlos a ambos caería en su idea de la historia. pero son de importancia. Traducción del inglés: Sergio Negrete Salinas Traducción de los poemas de Aimé Césaire y de Saint-John Perse: José Luis Rivas Derek Walcott. como las dos mitades de una fruta abierta por su propio amargo jugo. "The muse of history". crueles como los hombres –tu semejante. de cumplirlas. eran ustedes hombres representando el papel de hombres. me colocaron en el asombro de este otro. o no ha mostrado interés o no ha tenido la oportunidad de llevarlas. doy estas extrañas gracias. fantasma blanco. como tampoco mi otro ancestro bastardo. © Derek Walcott. Cuando representaron los papeles que les encomendaron. y he ahí mi herencia. Fractal n° 14. ustedes que. pp. personas más tarde habrían de sufrir enorme angustia a causa de su rechazo y su arrogante presunción. representando el papel de hombres. suspendido con el látigo en la mano. en su conjunto. para ti también eran hombres. . la mayoría de nosotros. y cuando les mostramos nuestra sensibilidad herida. Acepto este archipiélago de las Américas. ni movido ni suspendido en su titubear en torno de la raza que los une. estas extrañas y amargas y ennoblecedoras gracias por el monumental gemido y la soldadura de dos grandes mundos. año 4. fantasma negro. y también tú. mi memoria no logra llamar hacia sí ningún amor filial. 33-66. padre en el intestino inmundo del barco de esclavos. exiliados de sus propios Edenes. cuando ambos susurran "historia" al unísono. y al ancestro que me compró: no tengo padre. como el más honesto de mi raza. mis abuelos. y vuestro regalo. aunque te puedo entender. nosotros. pues los rasgos de los dos son anónimos y borrosos. a quienes.


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