A los dieciséis años, Dafne averiguo que la vida podía volverse patas arriba en menos de un segundo. Su hermana estaba enamorada de un vampiro, y una extraña organización la perseguía para que la unión no fuese nunca llevada a cabo. Arrastrada por las circunstancias, Dafne tuvo que ser testigo de la muerte de sus seres queridos, y se vio involucrada sin quererlo en la guerra milenaria entre vampiros y cazadores.